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Jardín Botánico de Buenos Aires



Coordenadas: 34°34′57.5″S 58°25′2.5″O / -34.582639, -58.417361

El Jardín Botánico de Buenos Aires llamado, desde 1937, Carlos Thays en honor al paisajista Carlos Thays que lo concibió y, desde 2011, Gerencia Operativa Jardín Botánico Carlos Thays se encuentra próximo a los bosques del barrio de Palermo de la mencionada ciudad.

Su extensión es de 79.772 m², posee más de 1500 especies vegetales, cuenta con numerosas esculturas como "La Primavera" u "Ondina de Plata", "Loba Romana", "Mercurio", "Venus"; y magníficos grupos escultóricos como "Saturnalia" -estatuas de mármol que simbolizan los movimientos de la VI sinfonía de Beethoven ("La Pastoral")- y "El Despertar de la Naturaleza".

Posee además cinco invernáculos, una biblioteca botánica y una biblioteca infantil, todo rodeado de serenos senderos para caminar y contemplar la variada vegetación.

Fue inaugurado el 7 de septiembre de 1898 y su mantenimiento depende del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Desde 1996 es Monumento Histórico Nacional.

El Jardín Botánico de Buenos Aires se encuentra en el barrio porteño de Palermo, en el perímetro de ocho manzanas delimitado por Avenida Santa Fe, República Árabe Siria, Avenida Las Heras y la Plaza Italia.

El 22 de febrero de 1892 el paisajista Carlos Thays elevó a la Intendencia Municipal, a cargo de Francisco Bollini, un proyecto exponiendo la necesidad de crear un jardín botánico de aclimatación para objetivos científicos, recreativos y paisajísticos, aconsejando hacerlo en el lugar que ocupa actualmente y en el que funcionaban en ese entonces el Departamento Nacional de Agricultura y el Museo Histórico Nacional.

Se le dio visto bueno al proyecto y se entregaron dichos terrenos (unas 7 ha) el 2 de septiembre de 1892.

El solar se encontraba en un lugar alto (desde él se divisaban los bañados de Palermo y la costa del Río de la Plata) y había sido hasta los finales de la época colonial un "almacén de la pólvora" o "polvorín de Cueli”, por el nombre de una familia que tenía residencia en el lugar.

Primeramente se rellenó el sitio con tierra más fértil de otras regiones.[1]

Finalmente se lo inauguró el 7 de septiembre de 1898.[2]

Fue además en el ámbito del Jardín Botánico y gracias a Carlos Thays que se pudo redescubrir el sistema de germinación industrial de la yerba mate, que desde la expulsión de los jesuitas se había perdido. Thays investigó los métodos de germinación de las semillas. Esto ya había sido enunciado por el naturalista Aimé Bonpland, quien había vivido en las misiones jesuíticas, pero sus estudios se habían perdido.[3][4]​ En 1895 recibió las primeras semillas de yerba mate y gajos de plantas. Los gajos no prosperaban pero logró hacer germinar las semillas al someterlas a una prolongada inmersión en agua a elevada temperatura.[3]​ Así se refería el paisajista a su descubrimiento:

Debido al éxito obtenido, la Dirección de Agricultura y Ganadería de la Nación Argentina confirmó la eficacia del sistema Thays y lo divulgó en la región Noroeste del país.[4]

En la gestión siguiente a la de Thays, la de Benito Carrasco (entre 1914 y 1916), se incorporó la Escuela de Jardineros, la Bibliotecas especializada en temas botánicos y el gabinete de Fotografía.[2]

En 1937 se le dio el nombre de su fundador, "Carlos Thays" y en abril de 1996 se lo declaró Monumento Histórico Nacional pr decreto n° 366 del Poder Ejecutivo Nacional.[2]

El 30 de noviembre de 2009 pasó a denominarse "Dirección Operativa Jardín Botánico Carlos Thays" (Decreto 1079/09 del B.O. 3303).[2]

El criterio de Thays siempre había apuntado hacia lo instructivo, de manera que concibió el Jardín Botánico con seis sectores fitogeográficos: cinco contienen especies de cada continente y uno dedicado sólo a lo autóctono de la Argentina. En cada sector los especímenes vegetales se ordenan sistemáticamente, según la clasificación taxonómica.

Aquí se encuentran varios estilos principales de la jardinería paisajista: el simétrico, el mixto y el pintoresco.

Aquí se han reunido las especies vegetales que el botánico romano del siglo I, Plinio el Joven, tenía en su villa de los Apeninos, tales como cipreses, álamos y laureles.

También cuenta con zonas donde las plantas se ordenan de acuerdo a su origen; de Asia se aprecian ejemplares Ginkgo biloba de hojas amarillas en otoño y Eriobotrya japonica, Cryptomeria japonica, Sophora japonica etc.; de Oceanía, con acacias, eucaliptus y casuarinas; de Europa, con robles, avellanas y olmos; y del África, con helechos, palmeras, y gomeros. Además, de Estados Unidos provienen las sequoias, pero sobre todo, haciendo especial hincapié en la flora argentina.

El lugar cuenta con 27 obras de arte entre esculturas, bustos y monumentos. Son de destacar: Los primeros Fríos , del catalán Miguel Blay y Fábregas; Sagunto, de Querol y Subirats; Figura de mujer, Saturnalia, en bronce patinado, por Ernesto Biondi, una réplica de la célebre Luperca (o Loba Capitolina), una réplica de la Diana de Versalles -el original corresponde al artista griego antiguo Leocares-, una bella escultura en mármol de una muchacha desnuda llamada Ondina del Plata obra de Lucio Correa Morales que se encuentra en medio de un estanque (o pequeña fuente-laguna) llamado La Primavera en el acceso norte del Jardín Botánico porteño; y El mensaje de Mercurio obra neoclásica debida a Ricardo Celma y Eduardo Lloreda que substituye a una destruida representación escultórica de tal deidad. También se destacan una escultura que representa a la diosa Venus -réplica de la Afrodita de Cnido- ; así como también una pequeña escultura en bronce patinado que representa a Flora.

Un conjunto haciendo un círculo de esculturas en mármol blanco representa a los movimientos 2°, 4° y 5° de la célebre sinfonía Pastoral de Ludwig van Beethoven, estas esculturas debidas a Leone Tommasi se llaman respectivamente como los nombres de los citados movimientos de la ya dicha sinfonía: Escena por la orilla del río, La tempestad y Canción de los pastores , tal conjunto se completa con una escultura llamada El despertar de la naturaleza obra de Juan de Pari.

En el Jardín se halla además un monumento donado para el Centenario de Argentina (1910) por el Imperio Austrohúngaro consistente en una especie de obelisco rematado por una esfera armilar.

En el Jardín Botánico de Buenos Aires se ubica una casona principal,[2]​ de estilo inglés, con ladrillos rojizos a la vista, que fue proyectado en enero de 1881 por el Ingeniero Militar de origen polaco, Jordán Wysocki y construido por Pedro Serechetti entre abril y diciembre de ese año. Había sido sede del Museo Histórico Nacional y Carlos Thays lo habitó mientras fue el director de Parques y Paseos (1892-1898).

Actualmente es sede de la Administración del Jardín Botánico.

Su Biblioteca Botánica cuenta con 1000 libros y 10 000 publicaciones de todo el mundo, libremente disponibles por los visitantes, y el Museo Botánico.
Cabe destacar la gran ayuda que brindó el Ingeniero Agrónomo Benito Javier Carrasco en la concreción de varias de estas obras; y que hoy pueden disfrutarse en el Jardín.[6]

Uno de los atractivos del Jardín Botánico son sus cinco invernaderos. El mayor de ellos, de estilo art nouveau, fue premiado en la Exposición de París de 1900, tiene 35 m de largo y 8 de ancho y por su diseño. En él se resguardan colecciones científicas de bromeliáceas y de helechos.

Dentro del perímetro del Jardín se encuentra la Escuela Municipal de Jardinería Cristóbal María Hicken dependiente del Ministerio de Educación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.



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