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Gueorgui Zhúkov



Batalla de Jaljin Gol
Segunda Guerra Mundial:

Gueorgui Konstantínovich Zhúkov (en ruso Гео́ргий Константи́нович Жу́ков) (1 de diciembre de 1896 - 18 de junio de 1974) fue un político, militar y mariscal de la Unión Soviética, considerado uno de los comandantes más destacados de la Segunda Guerra Mundial.

Conocido por vencer a los japoneses en 1939 durante la batalla de Jaljin Gol y durante la Segunda Guerra Mundial por sus triunfos contra los alemanes en las batallas de Moscú, Stalingrado, Leningrado, Kursk, en la Operación Bagratión y en la toma de Berlín.

Nacido en una familia de campesinos en Strelkovka, uyezd de Maloyaroslavets, Gobernación de Kaluga (ahora óblast de Kaluga, raión de Zhúkov), Zhúkov se inició como aprendiz para trabajar en Moscú y en 1915 ingresó en la Academia de oficiales de caballería por sus méritos al no ser hijo de aristócratas. Allí fue llamado a filas cuando estalló la Primera Guerra Mundial, en la que sirvió como soldado en un regimiento. Durante la guerra, Zhúkov fue condecorado dos veces con la Orden de San Jorge y ascendido a suboficial por su valor en batalla. Se unió al Partido Bolchevique tras la Revolución de Octubre y sus antecedentes de pobreza se convirtieron en un recurso político. Tras recuperarse del tifus, luchó en la guerra civil rusa de 1918 a 1920 y recibió la Orden de la Bandera Roja por reducir una rebelión blanca incitada por campesinos.

Para 1923, Zhúkov fue nombrado comandante de un regimiento y, en 1930, de una brigada. Fue un entusiasta postulador de la nueva teoría de la guerra blindada y conocido por su detallada planificación, ruda disciplina y rigor. Sobrevivió a la Gran Purga del Ejército Rojo de Stalin en 1937-39.

En 1938, Zhúkov se dirigió a asumir el mando del Primer Grupo del Ejército Soviético Mongol y combatió contra el Ejército de Kwantung de Japón en la frontera entre Mongolia y el territorio de Manchukuo, controlado por los japoneses, en una guerra no declarada que duró desde 1938 hasta 1939.

Lo que comenzó como una escaramuza fronteriza de rutina —los japoneses pusieron a prueba la resolución de los soviéticos por defender su territorio—, desencadenó rápidamente en una guerra a gran escala: los japoneses hicieron presión con 80 000 soldados, 180 carros de combate y 450 aviones. Esto llevó a la decisiva batalla de Jaljin Gol. Zhúkov solicitó mayores refuerzos y el 15 de agosto de 1939 ordenó lo que parecía en principio un ataque convencional frontal. Sin embargo, Zhúkov había retenido a dos brigadas de tanques que, en una maniobra osada y exitosa, ordenó avanzar alrededor de ambos flancos de la batalla, siguiendo la táctica de «guerra móvil». Apoyado por la artillería motorizada y la infantería, los dos grupos móviles de batalla rodearon al 6.º Ejército japonés y capturaron sus vulnerables áreas de suministro. En pocos días, las tropas japonesas fueron derrotadas y debieron retroceder a sus antiguas posiciones.

Por esta operación, Zhúkov recibió el título de héroe de la Unión Soviética. Fuera de la Unión Soviética, sin embargo, esta batalla sigue siendo poco conocida, ya que en esa época había comenzado la Segunda Guerra Mundial y Stalin (pese a la victoria) no aprobaba que Zhúkov usara tácticas promovidas por el recién purgado mariscal Mijaíl Tujachevski. El uso pionero de Zhúkov de columnas móviles blindadas fue ignorado fuera de la URSS y, en consecuencia, la blitzkrieg alemana llegó como una gran sorpresa en la batalla de Francia, en 1940.

Ascendido a general en 1940, Zhúkov fue por poco tiempo (de enero a julio de 1941) jefe del Estado Mayor del Ejército Rojo. Debido a desacuerdos con Stalin fue reemplazado por el mariscal Borís Sháposhnikov (que fue reemplazado a su vez por Aleksandr Vasilevski en 1942).

Tras la invasión alemana de la Unión Soviética en junio de 1941 (Gran Guerra Patria), Zhúkov fue temerario en sus críticas directas de Stalin y otros comandantes, cuestionando las ineficaces medidas defensivas tomadas hasta entonces por el mariscal Semión Budionni, y criticando que este exigiera una «defensa estática» en Kiev y rehusara permiso para que las tropas soviéticas pudieran retirarse de modo ordenado antes de ser cercadas por los alemanes, como sucedió en efecto en el mes de septiembre. Como consecuencia, Zhúkov dimitió del cargo de jefe de Estado Mayor y fue enviado al distrito militar de Leningrado para organizar la defensa de la ciudad. Frenó el avance alemán en las afueras del sur de Leningrado en el otoño de 1941.

En octubre de 1941, cuando los alemanes se acercaban a Moscú, Zhúkov reemplazó a Semión Timoshenko en el mando del frente occidental y fue asignado a dirigir la defensa de la ciudad. Dirigió también la transferencia de tropas desde Extremo Oriente hacia el frente de Moscú, donde una gran parte de las fuerzas terrestres soviéticas estaban estacionadas el día de la invasión de Hitler. Una exitosa contraofensiva soviética a inicios de diciembre de 1941 hizo retroceder a los alemanes, dejando a las tropas de la Wehrmacht fuera del alcance de la capital soviética. La proeza logística de Zhúkov es considerada por algunos su más grande logro militar, precisamente por la dificultad de la tarea; para entonces Zhúkov ya practicaba decididamente las tácticas de «guerra móvil» planteadas por el ejecutado mariscal Mijaíl Tujachevski, las cuales Zhúkov ya había empleado contra los japoneses en 1939.

En 1942, Zhúkov fue ascendido a comandante en jefe asistente y enviado al frente del suroeste para estar a cargo de la defensa de Stalingrado. Bajo el mando total de Aleksandr Vasilevski, organizó a la distancia la captura del 6.º Ejército Alemán en 1942, con el costo de quizá un millón de muertos entre soviéticos y alemanes. Durante la Operación Urano, Zhúkov pasó la mayor parte del tiempo personalmente en los infructuosos ataques en las direcciones de Rzhev, Sychovka y Viazma, conocido como la «Picadora de Carne de Rzhev» (Ржевская мясорубка) que no aportaron ganancias decisivas ni duraderas para los soviéticos. Según Zhúkov, se trataba de una distracción para que los alemanes no pudieran reforzar al VI Ejército; no obstante, reclamó el éxito en Stalingrado como suyo, lo que no le correspondía, ya que el mérito le correspondía al mariscal Aleksandr Vasilevski, planificador y ejecutor de la Operación Urano, y al general Konstantín Rokossovski, provocando que Stalin firmara la orden sobre el comportamiento impropio de Zhúkov:

En enero de 1943, Zhúkov orquestó la primera ruptura del bloqueo alemán de Leningrado para aliviar la presión alemana sobre la ciudad. También fue coordinador de la Stavka en la batalla de Kursk en julio de 1943, jugando un rol central en la planificación de la batalla defensiva soviética y las enormemente exitosas operaciones ofensivas que la siguieron, si bien su papel fue menor en comparación con el de Vasilevski. Kursk representó la primera gran derrota de la blitzkrieg alemana en tiempo de verano, y además tuvo suficientes alcances como para ser considerada una batalla al menos igual de decisiva que la de Stalingrado, lo cual permitió el posterior cruce exitoso del Dniéper en agosto y septiembre del mismo año.

Después del fracaso del mariscal Kliment Voroshílov, levantó con éxito el asedio de Leningrado en enero de 1944. Luego Zhúkov lideró la Operación Bagratión, la masiva contraofensiva soviética del verano de 1944, que finalmente acabó con la mayoría de las fuerzas del Tercer Reich aún ocupando territorio soviético, causando a la Wehrmacht más bajas que en Stalingrado. Para esas fechas, Zhúkov ya disfrutaba de un avanzado prestigio ante Iósif Stalin, y lograba sostener muy bien su opinión en discusiones frente al líder soviético sobre cuestiones de táctica militar. En ello, Zhúkov logró defender sus puntos de vista y no permitió que las consideraciones políticas condicionaran sus estrategias, aunque siempre mantuvo una posición de empatía y no de oposición hacia Stalin.

La Operación Bagratión, dirigida por Zhúkov, fue el punto de partida a partir del cual el Ejército Rojo realizó el asalto final sobre el Ejército alemán en 1945. Zhúkov tuvo a su cargo el 1.º Frente Bielorruso y con él avanzó por el norte de Polonia y entró en Alemania en marzo de 1945. Al mando de esta fuerza, Zhúkov participó decisivamente en la captura de Berlín del 22 de abril al 2 de mayo. La noche del 8 al 9 de mayo de 1945, el mariscal alemán Wilhelm Keitel firmó ante él el acta de rendición oficial de la Alemania nazi.

Como el comandante militar soviético más prominente de la guerra, Zhúkov comandó el desfile de la victoria en la Plaza Roja de Moscú en 1945, sobre un simbólico caballo blanco.[1]

El general estadounidense Dwight D. Eisenhower, supremo comandante aliado en el oeste, fue un gran admirador de Zhúkov y ambos viajaron por la Unión Soviética juntos al concluirse la victoria sobre Alemania. Simultáneamente, Zhúkov fue designado como jefe máximo de las tropas de ocupación soviéticas en Alemania, teniendo así a su cargo la administración militar de dichas regiones; en tal función, Zhúkov solicitó formalmente a Stalin que se le permitiera mejorar la alimentación de la población civil alemana a su cargo, reclamando «hacer diferencia entre el nazismo y el pueblo alemán».

En 1946, la popularidad de Zhúkov entre las tropas del Ejército Rojo generó las sospechas de Stalin, agravadas por la extrema cortesía con la cual se vinculaba con el general estadounidense Dwight D. Eisenhower. Así, Stalin acusó a Zhúkov de usar sus logros de la guerra para su provecho, saqueando propiedades civiles alemanas y lo destinó a pequeñas jefaturas militares en Odesa y los montes Urales, de muy poca relevancia en comparación a su prestigio, y alejándolo de Moscú. Stalin mantuvo sus sospechas hacia Zhúkov del mismo modo que tenía sospechas de cualquier individuo que alcanzara gran popularidad entre las masas soviéticas, siendo que el liderazgo de Zhúkov sobre oficiales y soldados del Ejército Rojo causaron que Lavrenti Beria lo acusara de bonapartista.

Zhúkov fue llamado de nuevo a Moscú a inicios de 1953, aparentemente para ser consultado por Stalin respecto a las operaciones bélicas en Corea, pero nunca recibió misiones ni encargos del líder soviético. Al morir Stalin el 5 de marzo del mismo año, y con la llegada de Nikita Jrushchov al poder, Zhúkov volvió a disfrutar de puestos elevados (llegando a ser ministro de Defensa de la URSS en 1956).

Zhúkov participó activamente en el arresto de Beria en 1953 y en la campaña de desestalinización del país, logrando que el nuevo régimen rehabilitara póstumamente a grandes líderes del Ejército Rojo injustamente condenados y asesinados por orden de Stalin: así fueron rehabilitados prestigiosos militares como los mariscales Mijaíl Tujachevski y Vasili Blücher. También Zhúkov aprovechó su prestigio y liderazgo entre las fuerzas armadas para asegurar la firme lealtad de estas a Jrushchov, en contra de sus opositores estalinistas como Gueorgui Malenkov y Viacheslav Mólotov. Para entonces, Zhúkov era el máximo comandante en jefe de las fuerzas armadas de tierra, con mando inclusive sobre las fuerzas soviéticas estacionadas en el resto del Pacto de Varsovia.

En 1958, las relaciones de Jruschov con Zhúkov se dañaron, pues el veterano mariscal no compartía la preferencia que Jruschov daba a las armas nucleares en la estrategia de las Fuerzas Armadas Soviéticas. Como resultado, en ese mismo año, aprovechando una visita oficial de Zhúkov a Albania, fue destituido de su cargo por presión de los estalinistas más conservadores, dirigidos por Nikolái Bulganin. Jrushchov no defendió a Zhúkov y así este pasó al retiro a los 62 años de edad.

Tras su retiro, Zhúkov recibió su pensión de las Fuerzas Armadas Soviéticas y empezó a escribir sus memorias, tituladas Memorias y reflexiones (en ruso, Vospominániya i razmyshléniya, Воспоминания и размышления). Cuando en octubre de 1964, Jrushchov fue cesado del Gobierno y reemplazado por Leonid Brézhnev, Zhúkov volvió a la luz pública en un intento del régimen de emplear su imagen para fortalecer su propia posición, pero el veterano mariscal no recibió puestos de importancia.

Tras años de sufrir enfermedades cardíacas, Zhúkov murió de un ataque al corazón el 18 de junio de 1974, y fue incinerado. Las cenizas se hallan depositadas desde entonces en la necrópolis de la Muralla del Kremlin.[2]

De acuerdo con sus memorias (escritas tras la muerte de Stalin, en plena vigencia de la campaña antiestalinista de Nikita Jrushchov), Zhúkov no temía por los efectos que pudiesen causar las fuertes críticas a Stalin y otros comandantes soviéticos tras la invasión alemana de la URSS en 1941. De entre los comandantes soviéticos, él era uno de los pocos que sostenía que la región de Kiev no podría mantenerse bajo control tras ser reconquistada y podía ser perdida por segunda vez frente al Grupo de Ejércitos Sur de la Wehrmacht. Stalin, desatendiendo y desestimando las recomendaciones del general, rehusó evacuar los efectivos militares del área; como resultado de esta decisión, durante la invasión germana de la Unión Soviética más de medio millón de soldados rusos fueron capturados. Zhúkov detuvo el avance de las tropas alemanas del Grupo de Ejércitos Norte al sur de Leningrado durante el otoño de 1941.

Documentos oficiales han revelado recientemente que Zhúkov y sus colegas planeaban un golpe preventivo al poderío alemán durante el transcurso de 1941, previo a la invasión de la Unión Soviética por el Tercer Reich. Posición fuertemente discutida en el ámbito de los historiadores rusos, fue dada a la luz por primera vez por el Héroe de la Unión Soviética Vladímir Kárpov, quien tuvo acceso a archivos secretos del Gobierno, en uno de sus libros.[3]​ Kárpov actuó probablemente influido por el deseo de mostrar el genio de Zhúkov, quien en el momento de mayor tensión propuso un ataque por sorpresa al enemigo. Víktor Suvórov ha utilizado el plan para basar su tesis y Mijaíl Meltyujov ha estudiado el trasfondo de la situación, llegando a importantes conclusiones.[4]​ El memorándum habría sido presentado a Stalin supuestamente por el Comisario del Pueblo de Defensa, Semión Timoshenko, y el entonces Jefe de Estado Mayor Zhúkov.

El documento no se encuentra firmado, pero para la época esto era más una regla que una excepción. Se ha discutido la fecha del mismo y si el plan de ataque preventivo a Alemania fue aprobado por Stalin o si en algún momento este fue presentado siquiera a Stalin. Richard Overy sugiere que el plan fue desarrollado por Zhúkov con la asistencia de Timoshenko, y que fue luego rechazado por Stalin por temor a provocar a la Alemania nazi. Por otro lado, Sokolov, apoyado por Nevezhin y Danílov en su postura, afirma que un general de tal rango no pudo haber desarrollado un plan de ataque preventivo a Alemania sin la sanción oficial de Stalin. Meltyujov también ha señalado las similitudes entre la propuesta de ataque preventivo de mayo de 1941 y los planes soviéticos de 1940.

Estos planes oficiales sugerían un bloqueo a la ofensiva alemana y un rápido contraataque; sin embargo, la fase inicial de defensa contenida en el mismo no fue desarrollada, según comparó Borís Sokolov el plan soviético de contraataque en caso de la agresión final en 1939 con lo sucedido en 1941.[5]

Padre - Konstantin Artemyevich Zhukov (1851-1921); un zapatero

Madre - Ustinina Artemievna Zhukova (1866-1944); granjera de una familia pobre

Hermanos

Cónyuge

Hijos

Gueorgui Konstantínovich Zhúkov fue el destinatario de muchas condecoraciones. En particular, fue galardonado con la medalla de oro de Héroe de la Unión Soviética en cuatro ocasiones. Aparte de Zhukov, solo Leonid Brezhnev fue un receptor en cuatro ocasiones (este último se auto-premió).

Zhukov fue uno de los tres únicos galardonados con la Orden de la Victoria dos veces. También recibió altos honores de muchos otros países.

Unión Soviética

República Popular de Mongoliaː

Checoslovaquia

República Popular de Polonia

República Popular de Bulgaria

Otros Países



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