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Guevarismo



El guevarismo es una doctrina política de origen marxista basada a partir de las acciones y las ideas del revolucionario argentino-cubano Ernesto «Che» Guevara, uno de los líderes de la Revolución cubana.

El guevarismo se caracteriza por un enfoque radicalizado del cambio social a través de la lucha armada, haciéndose énfasis en el campesinado como sujeto revolucionario en países subdesarrollados.

Por otra parte, en el plano económico el Che diseñó el «sistema presupuestario de financiamiento», una forma de planificación económica centralizada que buscaba una rápida superación del mercado.[1]

El Che Guevara desarrolló una serie de ideas y conceptos que se ha conocido como «guevarismo».[2]​. Su pensamiento tomaba el antiimperialismo, el marxismo como elemento de base, pero con reflexiones sobre la forma de realizar una revolución y crear una sociedad socialista que le dieron identidad propia.

El Che Guevara otorgaba un papel fundamental a la lucha armada. A partir de su propia experiencia desarrolló toda una teoría sobre la guerrilla que ha sido definida como foquismo. Para él, cuando en un país existían «condiciones objetivas» para una revolución, un pequeño «foco» guerrillero como vanguardia podía crear las «condiciones subjetivas» y desencadenar un alzamiento general de la población.[3]

Sostenía que existía un vínculo estrecho entre la guerrilla, los campesinos y la reforma agraria. Esta posición diferenció su pensamiento del socialismo netamente obrerista-industrial, y lo acercó a las ideas maoístas. En este sentido expresa:[4]

Su libro La guerra de guerrillas es un manual donde se exponen las tácticas y estrategias usadas en la guerrilla cubana.

Sin embargo, el Che aseguraba que en ciertos contextos la lucha armada no tenía cabida, por lo que había que usar mecanismos pacíficos como la participación dentro de la democracia representativa. Aunque el Che afirmaba que esta línea debía ser pacífica pero «muy combativa, muy valiente» y que solo se pudiera abandonar si se lograba socavar dentro de la población su orientación a favor de la democracia representativa.[5]

El eje fundamental en el que guiaba su acción político-teórico-militar, era el principio del humanismo marxista, es decir el Che sugiere que es indispensable distinguir entre el humanismo de Marx y el humanismo burgués, cristiano tradicional, filantrópico, etc. Contra todo humanismo abstracto que pretende estar «por encima de las clases» (y que es, en último análisis, burgués), el del Che, como el de Marx, está explícitamente comprometido en una perspectiva de clase proletaria. Oponiéndose, pues, radicalmente al «mal humanismo» declara que: la liberación del hombre y la realización de sus potencialidades no pueden realizarse más que por la revolución de los obreros, campesinos y demás clases explotadas que elimina la explotación del hombre por el hombre e instaura la dominación racional y colectiva de los hombres (proletarios) sobre su proceso de vida social.

Otorgaba un rol fundamental a la ética individual, tanto del guerrillero durante la revolución, como del ciudadano en la sociedad socialista. Este aspecto lo desarrolló bajo el concepto del «hombre nuevo socialista», al que veía como un individuo fuertemente movido por una ética personal que lo impulsa a la solidaridad y el bien común sin necesidad de incentivos materiales para ello. En este sentido, el Che Guevara otorgaba un valor central al «trabajo voluntario» al que veía como la actividad fundamental para formar al «hombre nuevo». En este sentido, para el Che, el trabajo debe dejar de ser «una penosa necesidad para convertirse en un agradable imperativo».[6]

Según el Che, el método para formar el hombre nuevo es el siguiente:[3]

Por otro lado pregonaba por una unión en bloque de los países latinoamericanos. Esta idea está fuertemente arraigada en las organizaciones guevaristas de hoy en día, como por ejemplo en las juventudes guevaristas de la Argentina. Además sus ideas de unión convergen con una iconoficación a nivel internacional del latinoamericano como el Che.

Las ideas del Che sobre economía socialista y comunista se pueden consultar en su artículo «Sobre el sistema presupuestario de financiamiento» y en sus inéditas «Notas sobre manual de economía política de la Academia de Ciencias de la Unión Soviética» que se pueden encontrar en el libro Che, el camino del fuego, de Orlando Borrego (dichas notas forman parte de un proyecto que el Che jamás finalizó, el cual consistía en realizar un libro para criticar el manual de la Unión Soviética).

Para el Che socialismo y mercado eran totalmente antagónicos, por ello priorizaba la superación rápida del mercado, a diferencia de los socialistas de mercado.[1]

El Che Guevara fue un crítico de la economía desarrollada en la Unión Soviética, sostuvo discusiones teóricas dentro y fuera de Cuba. Por su parte fue un gran defensor del «sistema presupuestario de financiamiento» donde existiría un sistema de cuentas bancarias, que ayudaría a eliminar las relaciones mercantiles del sistema capitalista. Aunque el Che reconocía que el cálculo económico «ha demostrado su eficacia práctica», defendía el sistema presupuestario de financiamiento como «la base de una acción integral» que puede «elevar la eficacia de la gestión económica del estado socialista, profundizar la conciencia de las masas y cohesionar aún más el sistema socialista mundial».[7]

Para el Che las características del sistema presupuestario de financiamiento son las siguientes:[7][8][9]

Sobre las experiencias socialistas de su época, el Che afirmaba que se cometieron graves errores como utilizar la ley del valor y los sistemas de incentivo al interés material particular, entre otros aspectos dando lugar a un híbrido con serias contradicciones. En sus propias palabras:[8]

Si bien es cierto que el Che no negaba que los estímulos materiales fuesen útiles, remarcaba que no podían ser palanca impulsora fundamental de la economía porque sino ello implicaría «el retraso del desarrollo de la moral socialista».[9]

En palabras del Che:[6]

En conclusión el Che Guevara, al contrario de Stalin y Mao, no concuerda en la utilización de la ley del valor para el socialismo, considerando que la mercancía es la célula básica del capitalismo.

El guevarismo como corriente ideológico-política inspiró y aún inspira búsquedas de una sociedad justa, igualitaria, digna; organizaciones de distinto tipo se han conformado en esta senda en diferentes momentos históricos, movimientos guerrilleros, sociales y culturales y organizaciones armadas y no armadas no gubernamentales, urbanas y rurales, en todo el mundo han levantado las banderas de la ética guevarista y el humanismo guevarista.

Entre ellos pueden destacarse los orígenes del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) y el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) en Argentina, el Movimiento de Liberación Nacional - Tupamaros (en Uruguay), el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (en Chile), el Frente Sandinista de Liberación Nacional (en Nicaragua), etc. en los años sesenta y setenta, o más recientemente las Juventudes Guevaristas de Argentina, Uruguay o Chile.

Guevarism in the Cuban Revolution, 1959-1967, Revista Izquierdas, 27, abril 2016, ISSN 0718-5049, pp. 293-341




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