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Héctor G. Oesterheld



Héctor Germán Oesterheld (Buenos Aires, 23 de julio de 1919-desaparecido por la última dictadura argentina en 1977[1]​ y asesinado por los militares en 1978)[2]​ fue un guionista de historietas y escritor argentino, a menudo citado como HGO. Escribió numerosos relatos breves de ciencia ficción y novelas, y publicó en revistas como "Misterix", "Hora Cero" y "Frontera", siendo sus series más conocidas Sargento Kirk, Bull Rocket y sobre todo El Eternauta, la que es considerada su obra maestra.

La obra más temprana de Oesterheld, en la década de 1950 y principios de los años '60, contiene sutiles críticas al capitalismo, el colonialismo y el imperialismo. A medida que transcurre la década su compromiso político aumenta y su ideología se vuelve más fácilmente reconocible: realiza junto a Alberto y Enrique Breccia una biografía en historieta sobre el Che Guevara, Vida del Che, publicada en 1968,[3]​la cual fue secuestrada y destruida por los censores de la dictadura cívico-militar que gobernaba entonces.[4]​Luego completa una nueva versión más políticamente cargada de El Eternauta en 1969, con dibujos de Solano López, como en la obra original.

Su compromiso político aumenta aún más durante la década de 1970, lo cual se refleja tanto en su decisión de unirse a la agrupación guerrillera Montoneros como en los guiones de sus últimas obras, destacándose particularmente el caso de El Eternauta II (de nuevo ilustrada por Solano López), la cual debió finalizar mientras se ocultaba en la clandestinidad. En 1977 fue secuestrado por las fuerzas armadas durante la última dictadura cívico-militar argentina y fue visto por última vez en un centro clandestino de detención. Desde entonces pasó a formar parte de la lista de detenidos-desaparecidos víctimas del terrorismo de Estado en Argentina.

El legado de Oesterheld es amplio: es uno de los artistas de trayectoria más extensa de la historieta argentina, su influencia se extiende a artistas de nuevas generaciones y diversos medios, y es considerado informalmente como uno de los "padres" de la historieta argentina moderna.[5]

Hijo de Fernando Oesterheld, de nacionalidad alemana y de Elvira Ana Puyol, de ascendencia española. Estudió y se graduó en la carrera de geología en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires. Mientras estudiaba trabajó como corrector. El 3 de enero de 1943 publicó su primera obra, un cuento denominado Truila y Miltar, en el suplemento literario del periódico La Prensa. Un año después de terminar sus estudios se casó con Elsa Sánchez. Unos años más tarde decidió abandonar la geología y dedicarse a escribir.

Comenzó a trabajar para las editoriales Códex y Abril aportando relatos infantiles y de divulgación científica. Produjo sus primeros guiones de historieta para la revista Cinemisterio, de la editorial Abril, en 1951: Alan y Crazy, Lord Commando y Ray Kitt; este último marcó el inicio de su colaboración con Hugo Pratt.

Publicó varios cuentos en la mítica Más Allá, primera revista de ciencia ficción de habla hispana, editada en Buenos Aires por la Editorial Abril.

El primero de sus personajes importantes fue el piloto de pruebas Bull Rocket, que apareció por primera vez en el número 176 de la revista Misterix, en 1952, dibujado por el italiano Paul Campani. Luego siguió el Sargento Kirk, en 1953, dibujado por Hugo Pratt. Aunque partiendo del western clásico, lo encaró de una forma innovadora, eludiendo los habituales clichés del género. Originalmente Oesterheld había pensado en Kirk como en una suerte de Martín Fierro en la Pampa argentina, pero la editorial le solicitó que situara la acción en los Estados Unidos.[6]

En el número 297 de Rayo Rojo apareció el boxeador Indio Suárez, protagonista de la historieta homónima, dibujado por Carlos Freixas. De a poco sus personajes comenzaron a ser populares. En esta época colaboró también con las editoriales Códex y Columba.

En 1972, escribió historietas de Martín Fierro con dibujos de Carlos Roume para la revista Billiken.[7]

En 1955 fundó, junto con su hermano Jorge, la Editorial Frontera, que comenzaría publicando versiones noveladas de las historietas de Bull Rocket y el Sargento Kirk. El éxito impulsó a Oesterheld a publicar las revistas Hora Cero y Frontera, la mayor parte de cuyos contenidos escribía él mismo. Para desvincularse de la editorial Abril, Oesterheld negoció con su editor que dejaría allí al personaje de Bull Rocket (que continuó siendo publicado por dicha editorial, con otros equipos creativos), pero conservaría a Sgt. Kirk.

Debe notarse que en varias ocasiones Oesterheld firmaba sus trabajos con seudónimos, como "H. Sturgiss" o "C. de la Vega"; su hermano utilizaba el seudónimo "Jorge Mora".

El éxito de la editorial motivó la expansión de las revistas a títulos anexos como Hora Cero Semanal, Hora Cero Extra (Mensual) y Frontera Extra.

El siguiente personaje de renombre creado por Oesterheld fue Ernie Pike, un corresponsal de guerra que relata batallas de la Segunda Guerra Mundial. Está basado en el cronista real Ernest Pyle, aunque Pratt modeló su rostro a partir del propio Oesterheld.[8]​ Tomando de nuevo un género con numerosos clichés, el autor le dio un enfoque personal al no centrar la acción en las batallas o en dividir a los combatientes en héroes y villanos, sino en historias trágicas de soldados generalmente desconocidos. La publicación fue un éxito, y el personaje tuvo su propia revista, Batallas Inolvidables. Los relatos en los que intervenían niños se incluían en la serie Cuaderno Rojo.

Más tarde continuó creando nuevos personajes, como Ticonderoga, con Pratt; Randall the Killer, con Arturo del Castillo; Sherlock Time, con Alberto Breccia; Joe Zonda y Rolo, el marciano adoptivo, con Francisco Solano López.

El 4 de septiembre de 1957 apareció el personaje más exitoso de la editorial: El Eternauta, con dibujos de Solano López, en Hora Cero Semanal. La historia, sobre un viajero de la eternidad que se aparece en casa del propio Oesterheld y le cuenta la historia de una terrible invasión extraterrestre en Buenos Aires, se publicó por entregas semanales hasta 1959, con un gran éxito. La historieta ha conocido numerosas reediciones durante los años siguientes.

La editorial Frontera cerró al cabo de cinco años debido a problemas económicos, el éxodo de gran parte de los dibujantes y a la venta de títulos a otras editoriales, que la llevaron finalmente a la quiebra.[9]​ Cuando las deudas eran ya insostenibles, en 1961 la editorial Emilio Ramírez las obtuvo como forma de pago. En 1962 los títulos pasaron a Vea y Lea, y se publicaron hasta 1963.

Luego del cierre de Frontera, Oesterheld siguió escribiendo para otras editoriales. En 1961 la editorial Abril vendió a Yago las publicaciones Misterix y Rayo Rojo. Oesterheld volvió a trabajar en ellas y el 20 de julio de 1962 comenzó en Misterix, junto a Alberto Breccia, otra de sus creaciones más aclamadas por la crítica: "Mort Cinder". Otras historias que creó fueron "El indio Watami", con dibujo de Jorge Moliterni; "León Loco", con Ernesto García; y "Lord Pampa", con Solano López.

Con las grandes publicaciones ya cerradas, aparecieron varios personajes de corta duración, como Ronnie Lea el muertero, Tornado (para la editorial Zig-Zag de Chile), Géminis, etc.

Su obra fue adquiriendo progresivamente mayores tintes de compromiso político. Por 1968 la editorial Jorge Álvarez decidió realizar una serie de biografías de figuras históricas de América Latina adaptadas a la historieta. Se realizó una sobre el Che Guevara y se planeaba una segunda sobre Eva Perón, pero al salir a la venta el gobierno militar la retiró y secuestró los originales.[10]​ La biografía historietística de Eva Perón no llegó a terminarse (aunque años más tarde la editorial Doedytores rescataría los originales y la publicaría).[11]​) y el resto del proyecto fue abortado.

En 1969 escribió en colaboración con Breccia una nueva versión de El Eternauta para la revista Gente, con un guion políticamente más comprometido. La publicación fue cancelada y buena parte de la historia original fue resumida para no dejarla inconclusa. También publicó unos microrrelatos bajo el título de "Sondas" en el libro colectivo Los argentinos en la Luna para las Ediciones de la Flor.

Durante la dictadura militar iniciada en 1976 en la Argentina, el autor se unió, junto con sus hijas, a la agrupación guerrillera Montoneros, de la que fue jefe de prensa.[12]

Con un estilo similar al de la frustrada versión de El Eternauta describió entonces otra invasión extraterrestre, "La Guerra de los Antartes". Fue publicada en la revista 2001 y luego en el diario Noticias (no confundir con la revista homónima), pero finalmente quedó inconclusa. Este diario, también relacionado con el movimiento montonero, fue clausurado junto con otras publicaciones el 27 de agosto de 1974 por el decreto n.º 630. Esta historieta no solo representaba una invasión extraterrestre, sino que también mostraba a la Argentina anterior como una utopía que representaba los idearios políticos del movimiento al cual Oesterheld estaba afiliado.

Para 1975 ya todo su trabajo era para Ediciones Record, con creaciones como "Nekrodamus", "Loco Sexton", "Wakantanka" o "Galac Master". En 1976 se hizo una reedición de El Eternauta y su éxito motivó la creación de una segunda parte: El Eternauta II. Volvió a contar con dibujos de Solano López, pero reflejaba en el guion su compromiso político, mostrando al Eternauta como un caudillo que guiaba a un pueblo oprimido para alzarse contra un gobierno opresor y derrotarlo a cualquier precio. Esto generó algunos conflictos con Solano López, quien no estaba del todo de acuerdo,[13]​ y presiones constantes de parte del gobierno. Refiriéndose a ese momento Elsa Sánchez, la esposa de Oesterheld, rememoraba:

Oesterheld pasó a la clandestinidad, desde donde finalizó el guion de El Eternauta II. El 27 de abril de 1977 fue secuestrado por las fuerzas armadas en La Plata, habiendo ya sido desaparecidas y asesinadas sus cuatro hijas; Diana (24), Beatriz (19), Estela (25) y Marina (18).[15]​ Dos de ellas estaban embarazadas. Se convirtió en uno de los miles de desaparecidos durante la dictadura autodenominada Proceso de Reorganización Nacional.[2]​ También desaparecieron tres de sus yernos. Suele asegurarse que su desaparición se debió al malestar que producía a los militares la crítica social presente en toda su obra, su biografía del Che Guevara, al alto compromiso político de la última parte de El Eternauta, a su militancia en Montoneros o a una combinación de todos estos motivos,[16]​ pero las causas reales se desconocen, ya que la dictadura militar no celebraba juicios ni guardaba registros de tales operaciones. De su paso por centros clandestinos de detención como el llamado «El Vesubio» entre noviembre de 1977 y enero de 1978 han quedado testimonios:

También estuvo detenido en los centros clandestinos El Vesubio y El Sheraton.[18]​ No se conocen a ciencia cierta las circunstancias ni la fecha precisa de la muerte de Oesterheld, aunque se supone que tuvo lugar en 1978.

La Fiscalía de Núremberg, Alemania, también investigó el secuestro y desaparición forzada de Héctor Oesterheld. Su caso fue presentado por la Coalición contra la Impunidad en Argentina, que en 2004 recibió el Premio de Solidaridad de Bremen, otorgado por el Senado de esa ciudad hanseática. El premio fue recibido por el pastor Kuno Hauck y por Elsa Sánchez, en representación de la Comisión de Familiares de los Desaparecidos y asesinados alemanes o descendientes de alemanes en la Argentina.

En 2016 se publicó el libro Los Oesterheld de las periodistas Fernanda Nicolini y Alicia Beltrami, una biografía de la familia de Oesterheld, sus cuatro hijas y su esposa, desde la época de los “años felices en la casa de Beccar[19]​ hasta la de los secuestros y desapariciones. El mismo año, también se colocó una baldosa con su nombre en la esquina de su casa en Beccar, frente a la estación de ferrocarril.[20]

Tras la muerte de Oesterheld se realizaron numerosos homenajes a su memoria. Uno de los primeros fue en 1983, luego del final del gobierno militar. Félix Saborido realizó para la revista Feriado Nacional una ilustración que mostraba a la mayor parte de los personajes del autor junto a una enorme pancarta con la pregunta "¿Dónde está Oesterheld?".

En 1991 se realizó en la estación Uruguay de la línea B del Subte de Buenos Aires un mural que reproduce una escena de la versión del Eternauta de Oesterheld y Breccia, junto a otras con la imagen clásica del personaje según Solano López. Colaboraron en la realización la Casa del Ceramista, Cerámica SCOP Hornos Cite-Siem.[21]

El 27 de septiembre de 1997 se le dio su nombre a una plaza situada en Puerto Madero, entre las calles Azucena Villaflor, Macacha Güemes, Intendente Giralt y Avenida de los Italianos. La medida, propuesta por la concejal María Naddeo, fue aprobada por el Concejo Deliberante de la ciudad de Buenos Aires el 28 de agosto anterior, en forma unánime.[22][23]

En 1999 se estrenó una película sobre él: H. G. O. En 2002 se desarrolló la muestra Héroes Colectivos en el Palais de Glace, que rindió tributo a la vida, obra y ética del artista.

El 4 de septiembre se festeja el Día de la Historieta Argentina, ya que ese día del año 1957 apareció el número 1 de Hora Cero Semanal, la revista de Héctor Germán Oesterheld en cuyas páginas debutaron grandes personajes como El Eternauta. Desde 2012 el Centro Educativo de Nivel Secundario Nº 44, de San Cristóbal, lleva su nombre.[24]​ También lo recuerda un centro cultural en la ciudad de La Plata.[25]

Entre el 12 de julio y el 3 de agosto de 2007 se llevó a cabo la Muestra 50/30, 50 años de El Eternauta... 30 años sin Oesterheld, en el Museo y Archivo históricos Dr. Arturo Jauretche del Banco de la Provincia de Buenos Aires. Allí se expusieron materiales de colección, originales y, a modo de homenaje, reconocidos historietistas crearon tapas imaginarias de la revista Hora Cero Semanal. La muestra se realizó nuevamente en diferentes oportunidades:

En la muestra realizada en el Museo del Banco Provincia fueron expuestos los originales de 4 de las 8 historietas completas, que el Museo del Dibujo y la Ilustración atesora en su colección. Otros originales, los de una historieta de Ernie Pike con dibujos de Estévez, se expusieron entre enero y agosto de 2008 en el Centro Nacional de la Imagen, Angouleme, Francia, en el marco de la muestra de homenaje a la Historieta Argentina que se realizó con curaduría de José Muñoz y Giustiniano Zuccato.

Su obra se distingue por sus personajes sometidos a ambientes tenebrosos, que luchan por la justicia, aunque sin caer en el maniqueísmo.

Pueden distinguirse tres etapas, de acuerdo con la historia editorial del autor descrita con anterioridad:

El gran impacto de Oesterheld en la historieta argentina puede ser apreciado en el hecho de que una enorme parte de sus obras, no solamente El Eternauta, fueran reeditadas o recopiladas en el país incluso mucho después de su desaparición. Entre algunas de estas reediciones se pueden citar:

Oesterheld se incluye a sí mismo como personaje en la primera versión de El Eternauta, en una forma de metaficción. Su rol en la historia es escuchar el relato de Juan Salvo, proclamando en el final su intención de dar a conocer lo que escuchó escribiendo una historieta. Luego vuelve a utilizarse a sí mismo para la segunda parte del Eternauta. En esta es un participante activo de la historia, ocupando el rol de narrador. Es utilizado también en El Eternauta - tercera parte para un rol similar al de la segunda parte, aunque aquí ya no se trataba de Oesterheld autoescribiéndose sino de un trabajo del guionista Alberto Ongaro.

Fuera de "El Eternauta" se lo incluyó en un homenaje en Animal Urbano,7 de diciembre de 2000, que reproducía una escena con Oesterheld detenido por los militares, creada a partir del testimonio de Carlos Scarpari, incluido en el filme HGO. Además, aparece como personaje real en el cuento de Mempo Giardinelli Viejo Héctor, escrito en febrero de 1979.[27]​ También aparece en El regreso, una novela breve del escritor argentino (afincado en Francia) Alberto Manguel.[28]

Oesterheld es también homenajeado en la canción "A H.G.O."[29]​ del grupo Excursiones Polares. Dicha canción se incluyó en el álbum homenaje a El Eternauta, Los Ellos, un álbum colectivo y multidisciplinario que reúne a 17 bandas, 10 ilustradores y un documental, y que fue producido por el sello Concepto Cero. La canción cruza elementos ficcionales de la historieta con eventos relacionados con la propia vida de Oesterheld.[30]

La letra de la canción es la siguiente:

En el 2013 se estrenó la serie biográfica Germán, últimas viñetas por la TV Pública, la cual es protagonizada por Miguel Ángel Solá como Oesterheld. En el 2020 la serie fue reestrenada por la TV Pública.[31]



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