La Iglesia Ortodoxa Rusa (en ruso, Русская Православная Церковь, Rússkaya Pravoslávnaya Tsérkov), liderada por el patriarca de Moscú (Московский Патриархат, Moskovskiy Patriarjat), es una Iglesia cristiana autocéfala integrada en la comunión ortodoxa. Su cabeza es el Patriarca de Moscú y toda Rusia, que a su vez está en comunión con los otros 14 patriarcas y primados de las otras Iglesias ortodoxas orientales.
La Iglesia ortodoxa rusa es la mayor de las Iglesias ortodoxas orientales del mundo. Incluyendo todas las iglesias autocéfalas bajo su supervisión, su número de seguidores es superior a los 150 millones en todo el mundo, cerca de la mitad de los 300 millones de fieles estimados de la Iglesia ortodoxa oriental. Entre las Iglesias cristianas, la Iglesia ortodoxa rusa es la segunda tras la Iglesia católica en cuanto al número de seguidores. En Rusia, los resultados de una encuesta de 2007 por el VTsIOM indican que alrededor del 75% de la población se considera a sí mismos cristianos ortodoxos. Hasta el 65% de los rusos étnicos y un porcentaje similar de bielorrusos y ucranianos se identifican como "ortodoxos". Sin embargo, según una encuesta publicada por la revista eclesiástica Pravmir en diciembre de 2012, solo el 41% de la población rusa se identificaba con la Iglesia ortodoxa rusa. Pravmir también publicó una encuesta en 2012 por la organización Levada que indicaba que el 74% de los rusos se consideran ortodoxos. De acuerdo con cifras dadas a conocer el 2 de febrero de 2010, la Iglesia cuenta con 160 diócesis, incluyendo 30 142 parroquias atendidas por 207 obispos, 28 434 sacerdotes y 3 625 diáconos. Hay 788 monasterios, incluyendo 386 para hombres y 402 para mujeres.
No se debe confundir con la Iglesia ortodoxa en América (OCA), parte autónoma de la Iglesia ortodoxa rusa que tiene su existencia en Norteamérica desde la época de los misioneros ortodoxos rusos en Alaska en el siglo XVIII y el asentamiento ruso en Fort Ross, en la costa del Pacífico en California en el siglo XIX. La Iglesia ortodoxa rusa OCA más antigua de los cuarenta y ocho estados, establecida en 1857, es la Catedral de la Santísima Trinidad en San Francisco. Después de la Revolución rusa, en 1920, la Iglesia ortodoxa rusa en América comenzó a funcionar de hecho como una iglesia autocéfala y alcanzó, de jure, status de autocéfala en 1970.
La Iglesia ortodoxa rusa tampoco debe confundirse con la Iglesia Ortodoxa Rusa fuera de Rusia (también conocida como la Iglesia Ortodoxa Rusa en el Extranjero), con sede en Nueva York. Fue instituida en 1920 por las comunidades rusas fuera de la entonces Rusia comunista, que se negó a reconocer la autoridad del Patriarcado de Moscú, dirigido por el Metropolitano Sergio I de Moscú (Stragorodski) (en:Patriarch Sergius of Moscow). Las dos Iglesias se conciliaron el 17 de mayo de 2007 y la Iglesia ortodoxa rusa fuera de Rusia es ahora una parte autónoma de la Iglesia ortodoxa rusa.
El cristianismo penetró en la Rus de Kiev, según el relato de Néstor el Cronista, desde el siglo I, siendo San Andrés el primer evangelizador del país. San Andrés recorrió la región situada al norte del mar Negro, llegando hasta el río Dniéper, lugar donde se encuentra la ciudad de Kiev, la actual capital de Ucrania.
En el siglo IV existían varias diócesis en la Rusia meridional. La expansión definitiva del cristianismo por todo el país tuvo lugar en el siglo IX, cuando los pueblos de la Rus de Kiev iniciaron relaciones con las autoridades de Constantinopla. Además en esta fecha comenzó el comercio entre el pueblo Rus y los griegos.
Fue en el año 988 que Vladimiro I de Kiev, al contraer matrimonio con la hermana del emperador Basilio II, se bautizó, adoptando oficialmente la confesión religiosa del Imperio bizantino como religión estatal para el reino de Rus de Kiev. El bautismo tuvo lugar en Quersoneso (Táurica, actual Crimea). En 1988, la Iglesia ortodoxa rusa celebró su milenario.
La Iglesia ortodoxa rusa en sus inicios era una metrópolis del Patriarcado ecuménico de Constantinopla. Los metropolitanos o metropolitas de la ciudad de Kiev, capital de la Rus de Kiev en aquel tiempo, recibían su consagración del Patriarca Ecuménico; todos ellos eran griegos. El primer metropolita eslavo nombrado para la Rus de Kiev fue Hilarión de Kiev (1051).
A consecuencia de la invasión mongola de la Rus de Kiev, el metropolita Máximo de Kiev se trasladó de Kiev a Vladímir, capital del Principado de Vladímir-Súzdal, en 1299. En 1325, Iván I trasladó al metropolita Pedro de Kiev desde Vladímir a Moscú, capital del Principado de Moscú. Ambos ostentaron el título de "Metropolita de Kiev y toda Rus".
El 15 de diciembre de 1448, por indicación de Basilio II de Moscú y nombrado por el Consejo de obispos del Principado de Moscú, el obispo Jonás de Moscú fue instalado como Metropolita de Kiev y toda Rus sin el consentimiento del Patriarca de Constantinopla. Este hecho significó la autoproclamación de la autocefalía por la Iglesia ortodoxa rusa, produciéndose solo cinco años antes de la caída de Constantinopla en 1453.
El metropolita Jonás de Moscú fue el último en ostentar el título de "Metropolita de Kiev y toda Rus". A partir de su fallecimiento en 1461, Teodosio de Moscú (en:Theodosius, Metropolitan of Moscow) fue el primero en ostentar el título de "Metropolita de Moscú y toda Rus" (véase Anexo:Patriarcas de Moscú).
El metropolita Isidoro de Kiev, nombrado en 1437 Metropolita de Kiev y toda Rus por el Patriarca de Constantinopla José II, fue sucedido en 1458 por Gregorio el Búlgaro (en:Gregory the Bulgarian) quien ostentaría el nuevo título de Metropolita de Kiev, Hálych y toda Rus.
Durante el siglo XIV, la Iglesia ortodoxa tuvo un papel capital en la supervivencia de la nación rusa. Destacadas figuras, como Sergio de Rádonezh o el metropolita Alejo de Moscú, ayudaron al país a soportar los años de la opresión mongola y a crecer tanto espiritual como económicamente.
Durante el reinado del zar Teodoro I, su cuñado Borís Godunov contactó con el Patriarca Ecuménico Jeremías II de Constantinopla (en:Jeremias II of Constantinople), quien "estaba mucho más avergonzado por falta de fondos", con el fin de establecer la autocefalía de la Iglesia ortodoxa rusa. Como resultado de los esfuerzos de Godunov, el Metropolita Job de Moscú (en:Patriarch Job of Moscow) se convirtió en 1589 en el primer Patriarca de Moscú y toda Rus, reconociendo el Patriarcado de Constantinopla la autocefalía de la Iglesia ortodoxa rusa.
En 1686, la Iglesia ortodoxa rusa anexionó la Iglesia ortodoxa ucraniana eludiendo las normas canónicas vinculantes, según el actual Patriarca de Constantinopla, Bartolomé I.
Durante el siglo XVII tuvo lugar un acontecimiento trascendental para la historia y cultura de Rusia: un cisma en la Iglesia ortodoxa rusa. En 1652, el patriarca Nikon reformó la liturgia y ritos de la Iglesia ortodoxa rusa para adecuarlos a la Iglesia ortodoxa griega contemporánea. Esta reforma supuso también una subordinación mayor del estamento eclesiástico al Estado, lo que impulsó una fuerte y tenaz resistencia por la parte del pueblo que fue más tarde denominada Viejos creyentes, autores del cisma religioso.
Desde los tiempos de Pedro el Grande hasta Nicolás II, tras la supresión de la institución del Patriarcado por Pedro, la Iglesia ortodoxa rusa fue administrada por el Santísimo Sínodo Gobernante bajo la estricta supervisión de la administración del Imperio ruso. A pesar de este manejo secular de la Iglesia, en el siglo XIX hubo un fuerte resurgimiento teológico, de la espiritualidad y de la vida monástica en toda Rusia.
En 1914, antes de la Gran Guerra y la Revolución de Octubre de 1917, la Iglesia ortodoxa rusa reunía al 70% de los habitantes del Imperio ruso. Unos 150 obispos, 113.000 sacerdotes y diáconos y 95.000 monjes y monjas regentaban 84.500 iglesias y capillas, 1.025 monasterios y conventos y casi 41.000 escuelas parroquiales.
Después de la Revolución bolchevique de 1917, aproximadamente un millón de rusos tuvieron que marchar al exilio, disgregándose en varios países. Aún más tuvieron que huir de Rusia después de la derrota del Ejército Blanco (pro-zarista) en su intento por destruir al nuevo régimen, junto a ellos debieron abandonar el país numerosos clérigos. En 1917, el gobierno soviético, en aras de la separación de la Iglesia del Estado, suprimió el Santo Sínodo Gobernante y restituyo la institución del Patriarcado.
Tras su designación, el Patriarca Tijon decide otorgar autonomía tanto a la clerecía exiliada como a las misiones ortodoxas rusas situadas fuera de sus fronteras, esto hasta que se estabilizara políticamente el país.
La situación cambió con la muerte del Patriarca Tijon y con la coronación del Patriarca Sergio I de Moscú. En efecto, este primado a nombre del Patriarcado de Moscú y toda Rusia, decidió en 1927 proclamar su lealtad al gobierno soviético y llamar a la Iglesia exiliada a colaborar con el nuevo orden político. Esta declaratoria de lealtad al régimen soviético tuvo por consecuencia que el clero en el destierro decidiera desconocer la autoridad del Patriarca Sergio haciéndose extensiva en lo futuro a todos los Patriarcas de Moscú, hasta la retractación de la declaración de lealtad), provocando un cisma en la ortodoxia de ese país eslavo.
La persecución religiosa en la Unión Soviética tomó formas diferentes en períodos diferentes; virtualmente, todos los teólogos y demás líderes de la Iglesia ortodoxa rusa fueron deportados durante la década de 1920 o ejecutados en la década de 1930. Para dar una idea cabal de la situación vivida por esta Iglesia, basta mencionar que, entre 1917 y 1937, fueron detenidos 136.000 clérigos de los cuales 95.000 fueron asesinados. (Véase Religión en la Unión Soviética)
En el período comprendido entre 1917 y 1939 de 80 a 85% de los clérigos de la época pre-revolucionaria desaparecieron. Los templos como la Catedral de San Basilio y las catedrales del Kremlin de Moscú fueron convertidos en museos. Algunos fueron demolidos como la Catedral de Cristo Salvador (erigida en el siglo XIX en señal de gratitud por la victoria sobre Napoleón) y la Catedral de Nuestra Señora de Kazán, del siglo XVII.
Las cosas mejorarían un poco durante el transcurso de la Segunda Guerra Mundial: en efecto, la invasión alemana del 22 de junio de 1941 hizo que el gobierno soviético "olvidara" por un tiempo el ateísmo del Partido Comunista de la Unión Soviética, PCUS, cancelando la propaganda atea. Stalin autorizó a los obispos y sacerdotes a bendecir en ceremonias públicas las banderas de los regimientos que partían al frente; para que ellos sirvieran como capellanes en las Fuerzas Armadas y les administraran los sacramentos a los combatientes. Los templos fueron reabiertos. Muchos obispos y sacerdotes fueron liberados de los gulágs. El 4 de septiembre de 1943 hubo una reunión de Stalin con los metropolitas Serguéi Starogorodski, Alexéi Simanski y Nikolái Yarushévich en el Kremlin para restablecer el Santo Sínodo de Moscú y el patriarcado; la Iglesia colaboró con el gobierno soviético haciendo colectas de dinero para la fabricación de armas, tanques, cañones, etcétera. Muchos clérigos combatieron contra el enemigo.
Toda esta situación duró hasta la muerte de Stalin, ya que su sucesor Nikita Jrushchov comenzó nuevamente a intensificar la persecución. Sin embargo, el 29 de abril de 1988 hubo una reunión de metropolitas con Mijaíl Gorbachov, en el Kremlin, para celebrar a inicios de junio de ese año el milenario de la cristianización de la Rus de Kiev.
Las conversaciones para la reunificación comenzaron tan pronto se desintegró la Unión Soviética el 25 de diciembre de 1991 y terminaron el jueves 17 de mayo de 2007 con la firma del "Acta de comunión canónica" entre el Patriarca Alejo II (Patriarcado de Moscú y toda Rusia) y el Metropolitano Laurus (Iglesia rusa en el exilio). Este histórico evento contó con la presencia del presidente ruso Vladímir Putin y otras destacadas personalidades de ese país, poniendo fin a casi 90 años de cisma. La firma tuvo lugar en la Catedral de Cristo Salvador en Moscú reconstruida en 1994 durante el mandato del presidente Borís Yeltsin y en la cual se dieron sus exequias, al morir el 23 de abril de 2007.
Según esta Acta, el Patriarcado de Moscú reconoce la autonomía de la Iglesia ortodoxa rusa en el exterior (ROCOR) en asuntos pastorales, administrativos, patrimoniales, pero en unidad canónica con toda la Iglesia ortodoxa rusa. Para efectos prácticos, la ROCOR elegirá a su primer Metropolitano de acuerdo a su propio reglamento, pero esa elección deberá ser ratificada por Su Santidad y el Santo Sínodo del Patriarcado de Moscú. Por lo que es quien gobierna, Rusia. Otra cosa interesante es la participación de la Iglesia en los funerales de Borís Yeltsin en 2007, siendo la primera vez que ésta participa en un funeral de Estado desde la muerte del zar Alejandro III en 1894, algo que no sucedió durante la existencia de la extinta Unión Soviética.
En 2007, la Iglesia ortodoxa rusa se organizaba en 142 diócesis con casi 28.000 parroquias (13 000 fuera de Rusia). El clero lo componen unos 30.000 sacerdotes (presbíteros y diáconos) y seminaristas. El clero regular se agrupa en torno a unos 732 monasterios (350 masculinos y 382 femeninos) que acogen a unos 10 000 monjes y monjas. La formación del clero, y de los creyentes, se lleva a cabo en 39 seminarios, 44 preseminarios, 2 institutos teológicos, 6 academias eclesiásticas y 2 universidades ortodoxas.
En diciembre de 2008,Comunidad de Estados Independientes y 3 masculinos y 3 femeninos en otros países. Además, existen actualmente 25 monasterios estauropégicos (con directa subordinación al Patriarca de Moscú). El número de escuelas teológicas de la Iglesia ortodoxa rusa llega a 87. La Iglesia ortodoxa rusa fuera de Rusia tiene 16 monasterios masculinos y 9 femeninos.
el número de diócesis se elevó a 157, incluyendo 203 obispos y 30.670 clérigos. Comparado con el año anterior, el número de escuelas dominicales pasó de 10.141 a 11.051 y el de parroquias de 27.942 a 29.268. Las ermitas son 65. Los monasterios alcanzan 804, incluyendo 142 monasterios masculinos y 153 femeninos en los países pertenecientes a laLas partes constituyentes de la Iglesia ortodoxa rusa en otros países de su competencia exclusiva que no sean Rusia, como Ucrania o Bielorrusia, están legalmente registradas como entidades legales separadas, de conformidad con la legislación de aquellos estados independientes.
Eclesiásticamente, la Iglesia Ortodoxa Rusa se organiza en una estructura jerárquica. El nivel inferior de la organización, lo que normalmente sería un solo edificio de la Iglesia ortodoxa rusa y sus asistentes, encabezada por un sacerdote que actúa como padre superior (en ruso, настоятель, nastoyátel), constituye una parroquia (en ruso, приход, prijod). Todas las parroquias en una región geográfica pertenecen a una eparquía (en ruso, епархия, equivalente a una diócesis occidental). Las eparquías se rigen por los obispos (en ruso, епископ, obispo o архиерей, archiereus). Hay 261 eparquías ortodoxas rusas en todo el mundo (datos de junio de 2012).
Además, algunos eparquías se organizan en exarcados o iglesias autónomas. Actualmente entre estas se incluyen la Iglesia ortodoxa ucraniana, el Exarcado de Bielorrusia, la Iglesia Ortodoxa Rusa fuera de Rusia; la letona, la moldava y la Iglesia ortodoxa de Estonia del Patriarcado de Moscú. La Iglesia ortodoxa china y la japonesa se les concedió plena autonomía por el Patriarcado de Moscú, pero esta autonomía no es universalmente reconocida.
Las eparquías más pequeñas, por lo general, se rigen por un solo obispo. Las eparquías más grandes, exarcados e iglesias autónomas se rigen por un arzobispo metropolitano y, a veces también, tienen uno o más obispos que se les asignen.
El nivel más alto de autoridad en la Iglesia ortodoxa rusa es ejercido por el Consejo Local (Поместный собор, Pomestny sobor), que comprende a todos los obispos, así como representantes de los clérigos y laicos. Otro órgano de poder es del Consejo Episcopal (Архиерейский собор, Arjiyeréiski sobor). En los períodos comprendidos entre los Consejos de las más altas facultades administrativas son ejercidas por el Santo Sínodo de la Iglesia Ortodoxa Rusa, que incluye siete miembros permanentes y está presidida por el Patriarca de Moscú y toda Rusia, Primado del Patriarcado de Moscú.
Aunque el Patriarca de Moscú disfruta de amplias facultades de administración, a diferencia del Papa, no tiene jurisdicción canónica directa fuera de la diócesis de Moscú, ni tiene autoridad en solitario sobre los asuntos relacionados con la fe, así como cuestiones relativas a toda la comunidad cristiana ortodoxa, tal como la división entre católicos y ortodoxos.
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