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Logia Constante Alona



La Logia Constante Alona es una logia masónica de la ciudad de Alicante. Federada, desde 2002 con el n.º 138, al Gran Oriente de Francia.

Trabaja en el Rito Escocés Antiguo y Aceptado.

La Logia Constante Alona es una logia masónica alicantina, perteneciente al Gran Oriente de Francia.

La original Constante Alona se fundó en 1878 y estuvo trabajando hasta 1939 en su primera etapa. En estos primeros años perteneció a las obediencias Gran Oriente de España (GODE) y Gran Oriente Español (GOE).

La primera documentación que se tiene sobre la existencia de Logias en la provincia de Alicante es de febrero de 1870, al formarse una Logia en Elche.

Ese mismo año, aparece en Alicante la Logia Alona que recibe el n.º 44 del Gran Oriente de España (GODE).

El desarrollo de esta Logia fue espectacular contando a principio de 1878 con 185 miembros activos, estableciendo talleres filiales en Aspe, Crevillente, Elche, Dolores, Petrel, Villena, Monóvar y Tibi.

Sin embargo, en febrero de 1878 una profunda crisis interna motiva la escisión de un grupo de miembros que funda la Logia Puritanos adscribiéndose al Gran Oriente Nacional de España (GONE) y recibiendo el n.º 68. Tuvo filiales en Villajoyosa, Alcoy y Santa Pola. Pero al cabo de cuatro años dejó de funcionar.

Más grave aún fue la crisis que se abrió en los meses de octubre y noviembre de ese mismo año, 1878, motivada por una supuesta irregularidad del Gran Oriente de España y que llevó a la fractura total de la Logia Alona.

Tras la crisis intermasónica, los masones leales a la obediencia fundan la Logia Constante Alona, conservando el n.º 44 del GODE.

Los disidentes trabajaron de forma independiente hasta que tres años después volvieron a reintegrarse al GODE, continuando con el nombre de Alona y recibiendo el n.º 276.

Las figuras más importantes de la Constante Alona en este periodo son: Nicolás Almiñana, Juan Such García que fue el primer Venerable de la Logia, Juan Baeza y Luis Mauricio Chorro, posteriormente destacará Eduardo Oarrichena Guijarro, simbólico Plutón, que fue el Venerable más carismático en las décadas de 1880 y 1890, y el "alma mater" del periódico La Humanidad.

La Logia Constante Alona se distinguió por realizar una activa labor de difusión de los ideales masónicos y por la creación de logias en diferentes localidades de la provincia. En 1880 se levantan columnas en San Vicente del Raspeig, San Juan de Alicante, Agost, Castalla y Denia; en 1883 en Santa Pola, Benejama, Alcoy y Monóvar; y, en 1884 en Orihuela y Novelda.

En 1881 la Logia Constante Alona porta el n.º de orden 8 en el Gran Oriente de España (GODE).

Ese mismo año entra en escena el periódico masónico La Humanidad, órgano de la "Respetable y Benemérita Logia Capitular Constante Alona nº 8", tal y como aparece en su portada. Fue la publicación masónica más importante de la época en la provincia de Alicante y se publicó hasta el 1890.

La masonería alicantina, encabezada por la Constante Alona, celebró conferencias y certámenes científico-literarios, fundó colegios gratuitos para niñas y para obreros, y una escuela de artes y oficios, promovió una exposición industrial, una sociedad para extinguir la mendicidad... Su labor benéfica y filantrópica fue notable y se distinguió en campañas contra la pena de muerte o contra la esclavitud y la construcción del cementerio civil.

Ante la problemática de la legalización de la masonería en España, la Constante Alona presentó su reglamento como Sociedad Benéfica, ante el Gobierno Civil de Alicante en junio de 1883, amparando con ello al resto de Log.·. de la ciudad. Con el tiempo llegó a convertirse en la asociación más antigua de la ciudad.

En el año 1886 la actividad de la Logia Constante Alona era máxima, contaba con 143 miembros activos, e incluía además una Cámara de Adopción con 15 hermanas. Era la Logia de Alicante con mayor número de miembros.

En febrero de 1886 se produjo la iniciación de la escritora Rosario de Acuña.

El periodo de 1886 a 1889 fue convulso para la masonería española y, por consiguiente, para la alicantina.

La nueva crisis intermasónica a partir de 1886 que llevó a la desaparición del Gran Oriente de España (GODE), hizo que durante los meses siguientes se sucediesen las discusiones en las logias alicantinas sobre el camino a seguir en un momento tan convulso. De este modo se propició en febrero de 1888 una nueva escisión de la Logia Constante Alona al formar 30 disidentes, ayudados por el Venerable Maestro, Enrique Guillén, la Logia Esperanza.

Finalmente, todas las Logias alicantinas pasaron a formar parte del Gran Oriente Nacional (GONE) de Vizconde de Ros. La Logia Constante Alona contaba, tras la escisión con 87 miembros, por 67, de la Alona y, 40, de la Esperanza.

Los enfrentamientos todavía siguieron y se produjo una nueva escisión. Todas las logias alicantinas, menos la Logia Esperanza, se pasaron al Gran Oriente Español (GOE) fundado por Miguel Morayta.

En este tiempo desaparecen la Logia Amor de Villena y la Armonía de Torrevieja, manteniéndose tan sólo en la provincia la Logia Ilicitana de Elche. Al adscribirse al Gran Oriente Español (GOE) las Logias cambian su número de orden pasando la Constante Alona a ser la n.º 3.

Durante el trienio 1889 - 1892 se produjo un resurgimiento de la masonería en Alicante. Se forman organismos masónicos superiores por parte de las logias simbólicas de grados filosóficos como el Capítulo Lucentino, Esperanza, Numantino e Ibérico n.º 68; una cámara de Grandes Soberanos Inspectores de Grado 31; una Madre Logia Provincial y una Cámara de Grado 9. También destaca la presencia de las mujeres, pues en 1890 la Cámara de Adopción de la Constante Alona contaba con 21 afiliadas, es decir, 6 hermanas más que en 1886.

Sin embargo, a partir de 1893 comienza una crisis en la masonería alicantina producida por una recesión en las exportaciones de vino a Francia que redujo el número de miembros, tanto por falta de pago como por falta asistencia, también llevando a la desaparición del periódico El Alicantino Masón.

Esta crisis llevó al punto de hacer necesaria una reunificación de las logias de Alicante para poder continuar trabajos. En 1898 terminan uniéndose las Logias Constante Alona, Alona y Esperanza, bajo el nombre de Constante Alona n.º 3 funcionando de forma independiente hasta que en 1901 reingresa al GOE.

De los concejales alicantinos del periodo comprendido entre 1889 y 1898 se puede destacar que 21 de ellos habían sido miembros de alguna de las Logias alicantinas, e incluso algunos de ellos eran masones activos en el momento de ser elegidos, este es el caso de Rafael Sevila y Manuel Carratalá de la Constante Alona o de Amando Alberola, Francisco Bernabeu Poveda y Vicente Costa Reus de la Alona.

En esa época, Enrique López Torres, Sócrates, tuvo un papel muy importante siendo el Venerable de la Constante Alona hasta 1908 y desde 1913 hasta su fallecimiento en 1918.

En 1904, el número de miembros en la Constante Alona era de 30 y al año siguiente de 31.

En mayo de 1903, treinta antiguos miembros de la Logia Alona n.º 36 deciden refundarla, pero solo dura tres años hasta que desaparece definitivamente.

En esta época se inicia en la Constante Alona, Lorenzo Carbonell, más adelante alcalde de Alicante durante la II República, dejando huella en el crecimiento urbanístico, la municipalización del agua y la creación de escuelas.

Pese a esto, la situación de la Constante Alona se fue haciendo inestable desde 1907 llegando en 1909 a desaparecer. Cuatro años más tarde se reorganizará de nuevo con el mismo nombre y el mismo número dentro del Gran Oriente Español (GOE).

En este periodo la situación es muy diferente al del anterior, entran nuevos miembros que tendrán gran importancia en la vida política y cultural de la ciudad.

Como ya se ha comentado, Enrique López Torres, Sócrates, fue el Venerable de la Constante Alona desde 1913 hasta su fallecimiento en 1918.

La Logia Constante Alona, que contaba con 38 miembros en 1916, tuvo un papel destacado en la I Guerra Mundial. Durante los años que duró el conflicto, del 1914 al 1918, la Logia recaudó fondos para refugiados de ambos bandos y sirvió como centro de acogida de los mismos. Así mismo, se propuso el nombramiento como hijo adoptivo de Alicante del presidente de los Estados Unidos, Thomas Woodrow Wilson, por la consecución del final de la I Guerra Mundial a través de un armisticio evitando la invasión del territorio alemán.

En la década de los años 20, el Gran Oriente Español (GOE) opta por un sistema federalista, lo cual produjo una gran reforma en la organización territorial e interna. En 1923, se constituye la Gran Logia Simbólica Regional del Levante de España, con sede en Valencia, aunque posteriormente dicha sede pasaría a Alicante.

Con esta nueva reordenación la Constante Alona recibe el número de orden 1 en la Gran Logia Regional de Levante.

En julio de 1926 se produce un hecho muy importante en Alicante, pues se celebra la Asamblea Nacional Simbólica.

En 1926 José Estruch, con nombre simbólico Horacio Wells, de la Logia Numancia de Alicante, sustituyó a Vicente Marco Miranda como Gran Maestre Regional del Levante. Alcanzó el Grado 33 en 1928 y, tanto él, como su sucesor en 1933, Isidro Sánchez Martínez, formaron parte del Supremo Consejo del Grado 33. Estruch dio un sesgo claramente político a su gestión, siendo partidario del compromiso político de las logias y de carácter claramente contrario a la Dictadura de Primo de Rivera, apoyando las actividades conspirativas de masones valencianos como Marco Miranda o Vargas Guerendiain (Sanjuanada de 1926).

Ante esta acción política, la Dictadura respondió con dureza, efectuándose una gran redada en septiembre de 1928 en la mayoría de las capitales de provincia españolas, incluyendo gran número de detenciones de masones.

El número de masones en la Constante Alona fue aumentando desde 1924 que tenía 34 obreros, a 1930 con 60 miembros.

A la llegada de los comicios municipales del 12 de abril de 1931 la junta electoral pidió a la organización cívica alicantina de mayor trayectoria su presencia para velar por la legalidad de estos. Fueron los masones de la Constante Alona los que refrendaron la veracidad de los resultados en la capital de la provincia.

10 de los 11 diputados alicantinos elegidos en las elecciones constituyentes de 1931 eran masones.

La primera persona en izar una bandera por la Segunda República en España lo hizo desde el balcón del Ayuntamiento de Alicante y pertenecía a la Orden.

Durante este periodo se vuelven a fundar talleres por toda la provincia. En 1923 reaparece la Logia Diana en Denia y también se forma un triángulo en Alcoy. En 1927 se funda la Logia Amor en Elda, la cual tuvo una actividad notable, teniendo en 1930, 44 componentes. También se fundó la Logia Illice Constante en Elche la cual en 1930 contaba con 25 miembros y que abatió columnas en 1934 por falta de medios económicos.

En marzo de 1936 había en la provincia de Alicante, según recuento de la Gran Logia Regional de Levante, un total de 336 masones repartidos en 6 Logias y 2 Triángulos.

Las Logias de la ciudad de Alicante compartían taller en la calle Bazán, número 36, en un edificio propiedad de la Sociedad Benéfica Constante Alona, nombre con el que estaba registrada la Logia en el Gobierno Civil de la provincia. El edificio fue adquirido en propiedad en agosto de 1935 (contrato de compra), aunque con anterioridad ya realizaban las Tenidas en este local.

Ángel Vera Coronel fue la figura política más destacada de la Logia Amor de Elda en la década de los 30. Ocupó los Gobiernos Civiles de Cáceres y Cádiz durante el bienio republicano-socialista. Después del triunfo del Frente Popular le nombraron Gobernador Civil de Zaragoza, cargo que ocupaba en el momento del Alzamiento Nacional. Fue detenido y tras estar un año en prisión, fue fusilado en julio de 1937.

Conforme se acercaba el final de la Guerra Civil mayor número de masones fue viniéndose hacia Alicante. Desde aquí se vieron forzados al exilio hacia Francia, México o Argentina, figuras tan destacadas como José Estruch que salió en avión hacia Toulouse y posteriormente a Argentina, Isidro Sánchez que fue a Méjico, o Carlos Esplá, Rodolfo Llopis y Juan Botella que se refugiaron en Francia.

Cabe destacar que el último comandante militar de Alicante, la última ciudad en caer y donde finalizó la guerra civil española, fue un masón de Constante Alona de nombre Manuel Hernández Arteaga.

La abundante documentación emanada de los organismos masónicos alicantinos fue destruida casi totalmente semanas antes al final de la Guerra Civil, en un intento desesperado de eliminar las pruebas que involucraban a los miembros de la Orden, y así evitar represalias del bando vencedor. Toda esta documentación se perdió para siempre.

En 1939 el templo fue requisado por la Delegación Provincial de Alicante de la Recuperación de Documentos y en los bajos se instaló el almacén general desde donde salió para Salamanca toda la documentación que se logró confiscar junto a los objetos y pertenencias del taller, en septiembre de este año.

Como recoge una carta enviada por la Delegación Provincial de Alicante al Servicio de Recuperación de Documentos en febrero de 1940 con respecto a la desaparición de documentos "sin duda alguna, debieron inutilizarla antes de ser liberada esta plaza (...) días antes de la Liberación se habían sacado unas maletas de documentos del Local de las Logias (...) que habían ido a parar al Vice-Consulado de Cuba y Consulado Francés (...)".

Hay que tener en cuenta que el Vice-Cónsul de Cuba en Alicante era Rafael Menacho Vicente, destacado miembro en 1935; y que las relaciones con Francia eran muy estrechas. Con lo que no contaban los masones era con la caída de París ante el ejército nazi en 1940. Las SS asaltaron la sede del Gran Oriente de Francia incautando toda su documentación. La Alemania nazi remitió al gobierno de Franco todo lo relacionado con la masonería en España, incluyendo los censos de las logias y los documentos enviados durante la guerra civil.

En el Archivo Histórico Nacional de Salamanca (AHNS) se pueden observar los estandartes de las Logias Constante Alona y Numancia, confeccionados en 1892.

Finalmente, el 1 de abril de 1939 finalizaron los trabajos masónicos en la Logia Constante Alona poniéndose así, fin a más de 60 años de historia casi interrumpida. La imbricación social había sido enorme: 1473 fichas personales en las Logias de Alicante.

Para todos aquellos hombres libres volcados por el desarrollo de su sociedad llegaban tiempos de represión, ejecuciones sumarias y vida en la clandestinidad. Los masones alicantinos que consiguieron llegar al exilio argelino continuaron su actividad masónica en las logias Hispano n.º 9 (Argel) y Fenix nº10 (Orán) del Gran Oriente Español en el Exilio.

El régimen franquista se apropió[1]​ en 1940 del local de su propiedad situado en la calle Bazán de Alicante.

Con la vuelta de la democracia a España, reinicia la masonería su actividad en Alicante a finales de los setenta con la Logia Casablanca, que en breve pasaría a llamarse Constante Alona, en el seno del Gran Oriente Español Unido, constituida con algunos de los masones vueltos del exilio y supervivientes de los que quedaron en nuestro país, como Eleuterio Meseguer.

En la década de los 80 hubo otro intento de reactivar la Logia Constante Alona en el seno de la Orden Masónica Mixta Internacional Le Droit Humain - El Derecho Humano pero que abatió columnas a los pocos años.

En mayo de 1997 se refunda la Logia Constante Alona, estando federada en ese momento a la obediencia Gran Logia federal de España.

Tras la Logia Blasco Ibáñez, que fue la primera Logia española que pasó a estar bajo los auspicios del Gran Oriente de Francia en el año 2000, la segunda logia española fue la Constante Alona en julio de 2002.[2]

Desde entonces, ha servido de canal administrativo para la federación en el Gran Oriente de Francia de la Logia Luz Atlántica formada con anterioridad en Las Palmas de Gran Canaria y como logia madre para muchos de los miembros de las actuales Logia W. A. Mozart y Logia Siete de Abril ambas de Madrid, apoyando también la creación de la Logia Rosario de Acuña de Gijón con dos de sus siete maestros fundadores.

También se iniciaron en su seno la totalidad de los miembros fundadores de la Logia Heracles de Málaga en 2007.[3]

Una parte de sus miembros (residentes en la región de Murcia) formaron el Triángulo Luz de Levante en Murcia, que se constituyó como Logia en mayo de 2008.[4]

Se calcula en más de 80 personas iniciadas o regularizadas a través de la Logia Constante Alona en el periodo 2002-2007.


En marzo de 2019 se iniciaron los trabajos del triángulo Antenor en Altea con masones de la Marina Baja, dependiente administrativamente de la Logia Constante Alona.

Desde el año 2020 la Logia Constante Alona es una Logia mixta, en la que comparten trabajos, hombres y mujeres, en igualdad.

La Logia Constante Alona tiene por principios la laicidad, la tolerancia mutua y la libertad absoluta de conciencia.

Considera las concepciones metafísicas como del dominio exclusivo de la apreciación individual de las personas, por lo que rechaza toda afirmación dogmática.

Tiene por divisa: Libertad, Igualdad, Fraternidad. Le concede una importancia fundamental a la Laicidad.

Como es habitual entre las logias de la masonería adogmática, lleva a cabo frecuentes pronunciamientos públicos sobre cuestiones de interés social atendiendo a temas generales y de actualidad.

La Logia Constante Alona traslada sus ideales de libertad e igualdad a la sociedad tanto a través de sus miembros de forma individual, como sobre todo, mediante proyectos a nivel general.

El proyecto Escuela Solidaria se realizó durante varios años en Alicante por parte de la Logia Constante Alona. Este proyecto contempla la compra de materiales escolares para niños con problemas económicos, disponibilidad de profesores particulares para los más desfavorecidos y manutención, entrega de equipos informáticos de segunda mano entre otras actividades. Este proyecto se desarrolló desde el año 2007 al año 2014 en el I.E.S. Virgen del Remedio de Alicante. En este proyecto colaboró activamente la Fundación del Gran Oriente de Francia.

A su vez, participó desde 2008 a 2012 en la organización y patrocinio de la Muestra Internacional de Cine y Derechos Humanos de Alicante.

También colabora con asociaciones que trabajan con menores en riesgo de exclusión social como la Asociación Santa Rita del barrio Juan XXIII 2º Sector de Alicante. Ha colaborado también con organizaciones de inmigrantes como la Asociación de Senegaleses de Alicante y con la Asociación de Argelinos. Ha colaborado a su vez con la Despensa Solidaria.

La Logia Constante Alona concede anualmente el Premio Franklin Albricias.

Este premio va dirigido a aquellos docentes e instituciones educativas que defienden y promueven los valores de la Libertad, la Igualdad y la Solidaridad en la enseñanza. La voluntad de la logia es reconocer y dignificar la tarea que realizan nuestros docentes, verdaderos agentes del futuro de nuestra sociedad. El premio lleva el nombre de Franklin Albricias Goetz, introductor de la pedagogía activa en Alicante a través de su Escuela Modelo en los años veinte, a la vez que masón. Fue también presidente de la Diputación Provincial de Alicante durante la Segunda República.

PREMIADOS

La Logia Constante Alona forma parte de la Comisión Cívica para la recuperación de la Memoria Histórica de Alicante.




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