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Los Realejos



Desde arriba a la izquierda: Mirador de San Pedro, Hacienda de Castro, Casa Parroquial Realejo Bajo, Romería de San Isidro Labrador. Desde arriba a la derecha: Iglesia de Santiago Apóstol en Realejo Alto, Iglesia de la Concepción en Realejo Bajo, Drago de Siete Fuentes en San Agustín, Fuegos Artificiales el 3 de mayo.

Los Realejos es un municipio que pertenece a la provincia de Santa Cruz de Tenerife, en las Islas Canarias. La capital municipal está localizada en el casco urbano de Los Realejos, situado a unos 327 m s. n. m..

El moderno término municipal se formó por la fusión, a mediados del siglo xx, de los municipios de Realejo Alto y Realejo Bajo.[1]​ Junto con los municipios vecinos de La Orotava y Puerto de la Cruz forma el Área metropolitana del Valle de La Orotava con 108.721 habitantes (2019).[2]

El nombre de Los Realejos fue impuesto en 1954[3]​ al unificarse los pueblos de Realejo Alto y Realejo Bajo. Asimismo, el nombre del municipio deriva del término realejo «sitio donde está acampado un ejército», por haber sido el lugar donde el ejército conquistador castellano había establecido su base en las últimas fases de la conquista de la isla en 1496.[4]

Otra hipótesis plantea que el término de Realejos deriva de sendos campamentos de las fuerzas en conflicto: el Realejo Alto sería el campamento de los conquistadores, mientras que el Realejo Bajo era el de los guanches.[5]

El escudo heráldico del municipio fue aprobado por acuerdo del Consejo de Ministros de 6 de marzo de 1959, siendo su descripción: «Escudo partido. Primero, de oro, un pendón morado y una añepa guanche con una esterilla de hojas de palma de sinople, cruzados en aspa y surmontados por una cruz de Santiago de gules. Segundo, de gules, tres castillos de oro bien ordenados, con una cadena de oro que cuelga de las almenas de los dos castillos del jefe y de cuyo centro pende una llave de oro. Al timbre, Corona Real abierta.»[6]

En el primer cuartel se representan las armas del pueblo de Realejo Alto; el pendón y la añepa o cetro cruzados hacen alusión a la paz firmada entre los conquistadores y los guanches en 1496 el día de Santiago Apóstol, de ahí la cruz de la Orden de Santiago. El segundo cuartel representa las armas de Realejo Bajo; tres castillos enlazados por cadenas que representan a las antiguas fortalezas que defendían el territorio.[7]

La bandera municipal tiene forma rectangular y está dividida en dos franjas horizontales de igual anchura, siendo la superior de color azul celeste y la inferior de color blanco. En el centro del paño figura el escudo, cuya altura es de 2/5 del ancho de la bandera.[7]

Se sitúa en el norte de la isla, en parte del valle de La Orotava, a 41 kilómetros de la capital Santa Cruz de Tenerife. Limita con los municipios de Puerto de la Cruz, La Orotava y San Juan de la Rambla.

Tiene una extensión de 57,5 km², ocupando el 12º puesto de la isla y el 20º de la provincia.[8]

La máxima altura del municipio se alcanza en la zona conocida como El Cabezón, a 2.166 m s. n. m..[9]

La costa de Los Realejos es alta y acantilada, y cuenta con cinco playas de arena negra y callaos: Castro, Los Roques, El Socorro, La Fajana y La Grimona.[10]

Estos rincones costeros poseen características particulares, como La Piedra del Camello, un conjunto rocoso que parece vigilar el litoral; el Callabuzo, un entrante, frecuente paradero de moluscos y coto de caza marina; El Guindaste, un concurrido lugar de baño, con sus saltaderos y un conjunto de piscinas naturales creadas por la acción de erupciones históricas; El Ingenio, La Laja, etc. Pero si hay un rincón costero concurrido y afamado entre los realejeros es, sin ningún género de duda, la playa de El Socorro.[cita requerida]

Numerosos barrancos atraviesan el municipio, de los que se destacan el barranco de: Cerrudo,Palo Blanco, Godínez, Los Príncipes, Madre Juana, La Torre, El Roque y Ruiz.[11]

El término municipal conserva abundantes muestras de la vegetación típica canaria. En la costa acantilada y rocosa se desarrolla el cinturón halófilo compuesto por matorrales bajos de tomillo marino Frankenia ericifolia y lechuga de mar Astydamia latifolia, con algunos bosquetes de tarajales Tamarix canariensis junto a la desembocadura del barranco de Ruiz. Por encima de la línea costera, y refugiados en los acantilados bajo Icod el Alto, se desarrollan comunidades típicas del bosque termófilo canario, sobresaliendo la presencia de sabinas Juniperus turbinata, tabaibales amargos de Euphorbia lamarckii, matorrales de leña negra Rhamnus crenulata y granadillos Hypericum canariense, así como sauzales de Salix canariensis en los riscos más húmedos y comunidades de bejeques Aeonium canariense con pipes Sonchus congestus en los escarpes. En estas zonas abundan también los matorrales de sustitución compuestos por incienso Artemisia thuscula y vinagreras Rumex lunaria, así como tunerales de Opuntia ssp. y cañaverales y zarzales de Arundo donax y Rubus ulmifolius respectivamente.[13]

Por su parte, son de destacar las formaciones de monteverde seco en las laderas del barranco de Ruiz, compuestos por las especies menos exigentes de la laurisilva como barbusanos Apollonias barbujana o mocanes Visnea mocanera, así como un enclave de laurisilva en la zona de La Fajana del mismo barranco, y un pequeño palmeral de Phoenix canariensis sobre la playa de Castro.[13]

En el área de medianías se encuentra un extenso pinar de Pinus canariensis entremezclado en sus zonas bajas con el fayal-brezal, el codesar de monte de Adenocarpus foliolosus y con plantaciones de castañeros Castanea sativa. En la ladera de Tigaiga, entre los 500 y 1200 metros, se desarrolla un extenso bosque de laurisilva, y en la zona del Andén de los Madroñeros se encuentra un pequeño enclave de fayal de altitud tinerfeño.[13]

Ya en la cumbre, además del pinar, se encuentran comunidades de retama del Teide Spartocytisus supranubius y matorrales de alhelí Erysimum scoparium y rosalito de cumbre Pterocephalus lasiospermus, sobre todo en la zona de El Cabezón.[13]

Entre las especies vegetales del municipio destacan varios ejemplares de drago Dracaena draco, como los de San Francisco en el Realejo Bajo y el de Sietefuentes en San Agustín, ejemplares centenarios de gran porte y catalogados como árboles monumentales;[14]​ los dragos gemelos del Realejo Bajo; el drago de la Rambla del Mar, que sobresale por encima de las plataneras; los dragos de Tigaiga; y el de la Rambla de Castro, ejemplar que emerge de entre el palmeral.

Del drago de San Francisco, situado en un altozano donde confluyen las calles del Medio y Cruz Verde, han dicho viajeros y escritores de otras épocas que «su aspecto es extraño, se diría el de un enorme candelabro soportando un bosque de yucas. Es ciertamente, uno de los vegetales más raros de la creación y muchos han creído ver bajo su envoltura, la imagen del dragón de la fábula, guardián de las manzanas de oro del Jardín de las Hespérides».[cita requerida]

Otros árboles monumentales del municipio son el Madroño Arbutus canariensis del Barranco de Ruíz, clasificado de interés regional por ser uno de los ejemplares más grandes de esta especie de Canarias, y el Barbusano Apollonias barbujana de la Travesía del Pino.[14]

El municipio de Los Realejos cuenta con 3.295 hectáreas de espacios naturales protegidos. Posee parte del Parque nacional de El Teide, del parque natural de la Corona Forestal, del Paisaje Protegido de Campeches, Tigaiga y Ruiz y del Sitio de Interés Científico del Barranco de Ruiz. Íntegramente incluidos en su término municipal se encuentran el Paisaje Protegido de la Rambla de Castro y el Monumento Natural de la Montaña de los Frailes.[15]

Todos estos espacios, a excepción de la Montaña de los Frailes, se incluyen también en la Red Natura 2000 como Zonas Especiales de Conservación y Zonas de Especial Protección para las Aves. Asimismo, la franja litoral entre la punta del Guindaste y la zona de Las Puntas, en San Juan de la Rambla, está declarada Zona Especial de Conservación por la presencia de hábitats de cuevas marinas sumergidas o semisumergidas.[16]

Los Realejos cuenta además con los Montes de Utilidad Pública denominados Cumbres del Realejo Bajo y Ladera y Cumbre.[17]

El territorio del moderno municipio se ubicaba dentro del menceyato de Taoro.

Aquí se dio por concluida la fase bélica de la conquista de Tenerife el 25 de julio de 1496, considerándose esta la fecha fundacional del Realejo Alto. En el sitio donde los ejércitos castellanos establecen el Real (campamento militar) a orillas de un barranco, que posteriormente se denominaría barranco de Godínez, se erige un templo dedicado al Apóstol Santiago, patrón de Castilla y de sus ejércitos, en agradecimiento a este santo por la finalización de la conquista. Se convierte, por tanto, esta iglesia en uno de los primeros templos cristianos que los castellanos edificaron en la isla; el primero tras finalizar la fase bélica conquista. Hoy en día es conocida como Parroquia Matriz del Apóstol Santiago.

Al otro lado del barranco, que los conquistadores llamarían barranco de Godínez, se encontraban las más fértiles tierras de Tenerife. Los repartos de terrenos o "datas" que se llevaron a cabo en 1499, concluida la conquista, en el antiguo Realexo dejarían aquellas tierras en manos del Adelantado Alonso Fernández de Lugo que las reservaría para sí, fundando allí su Hacienda en la que introdujo el cultivo de la caña de azúcar. Posteriormente, en 1512, el Adelantado instituye su mayorazgo sobre esta propiedad. [18]

En 1499, fecha en la que se realizaron los repartos, podría considerarse como el año de fundación de facto del Realejo de Abajo, y más aun cuando el propio Adelantado, Alonso Fernández de Lugo ordena traer pobladores aborígenes de Gran Canaria para que trabajen en su hacienda azucarera.

Entre la Parroquia del Apóstol Santiago, la Parroquia de Ntra. Sra. de la Concepción (antiguamente denominadas: de Santa Ana o Santa María) y la Hacienda de El Realejo (hoy Hacienda de Los Príncipes) crecería el Realejo.

El historiador tinerfeño José de Viera y Clavijo describe los lugares de Realejo Alto y Bajo a finales del siglo xviii de la siguiente manera:

El camino hacia la unión los municipios se inicia casi desde la propia constitución de los ayuntamientos de Realejo Alto y Realejo Bajo, al amparo de las Cortes de Cádiz de 1812. Tomando la fecha de 1814 como la posible para la creación del primer Ayuntamiento Constitucional de Realejo Alto (tal y como se puede comprobar en la documentación conservada en el Archivo Municipal), las corporaciones tardaron poco menos de una década en llevar a efecto la primera unión de hecho de Realejo Alto y Realejo Bajo, que se vino a materializar en febrero de 1823. Con todo, dicha fusión gozaría de corta vida porque la restauración del Antiguo Régimen en octubre de aquel mismo año obligó a ambos pueblos a retomar su antigua condición.

Una segunda tentativa se produciría en 1836, al amparo de la nueva Constitución vigente por aquel entonces. En este nuevo intento de fusión no se llegó siquiera a instaurar un único Ayuntamiento, ya que los miembros del gobierno electo, con carácter interino, apenas habían celebrado dos sesiones cuando se les comunicó el retorno al “status quo” anterior.

El siglo XIX representa una etapa verdaderamente hostil para el deseo de fusión de ambos pueblos. La inestabilidad política propia de esa centuria se refleja en la frustración de las Corporaciones en todo intento de unificación, hasta el punto de abandonarse la idea durante casi noventa años.

Habría que esperar hasta 1925 para ver incluido en las Actas de Pleno del Ayuntamiento de Realejo Alto algún punto del orden del día referente a la fusión con el Realejo Bajo. En la sesión del 5 de julio de ese año se aprueba la unión, si bien algunos concejales se retractan de su voto apenas unos días después, ya que las condiciones estipuladas en el acuerdo no parecen convencer a los ediles ni tampoco a un buen número de vecinos. Por primera vez en el largo y dilatado proceso de fusión, se manifiesta un palpable sentimiento de rechazo a la misma. Esta hostilidad explica que la cuestión se resolviera en los tribunales, anulando la Audiencia Provincial el acuerdo dos años después.

El último intento de fusión, antes del definitivo de mediados del XX, es reseñable por su carácter anecdótico. En 1928, el Jefe del Gobierno, Miguel Primo de Rivera visita Canarias, y enterado del fallido asunto de la fusión, se muestra especialmente interesado, tomando partido por la unión e incluso proponiendo el redundante nombre de “Realejos del Rey” para el futuro municipio. Un informe de la Comisión Municipal Permanente de Realejo Alto de finales de 1928 desaconseja rotundamente retomar la cuestión, ya que aún está presente la discordia generada en el año 1925.[20]

El día 8 de diciembre de 1941 se le concede al municipio de Realejo Alto el título de Villa.

Finalmente, el 6 de enero de 1955 se lleva a cabo la fusión en un solo municipio de los ayuntamientos de Realejo Alto y Realejo Bajo, bajo la denominación de Los Realejos.[21]

El llamado Monte de La Corona en Los Realejos fue escenario de uno de los mayores fenómenos sociológicos de la historia de Canarias, porque en él tuvo lugar una presunta aparición mariana en 1992 que congregó a más de dos mil personas que se reunieron a presenciar el acontecimiento.[22]

A 1 de enero de 2013, Los Realejos tenía un total de 37.970 habitantes, ocupando el 7º puesto en número de habitantes tanto de la isla de Tenerife como de la provincia de Santa Cruz de Tenerife.[23]

La población relativa era de 665,09 hab./km².

Por edades existía un 69% de personas entre 15 y 64 años, un 16% mayor de 65 años y un 15% entre 0 y 14 años. Por sexos contaba con 18.724 hombres y 19.246 mujeres. En cuanto al lugar de nacimiento, el 84% de los habitantes del municipio eran nacidos en Canarias, de los cuales el 64% había nacido en otro municipio de la isla, el 35% en el propio municipio y un 1% procedía de otra isla del archipiélago. El resto de la población la componía un 3% de nacidos en el resto de España y un 13% de nacidos en el Extranjero, de los cuales el 44% era originario de América y un 53% del resto de Europa.[23]

     Población de hecho (1860) Población de derecho (1842 y 1877-1990) o población residente (2000 y 2010).[nota 1][24][25]

Los Realejos está regido por su ayuntamiento, formado por el alcalde-presidente de la corporación y trece concejalías, así como por siete concejales de la oposición.

1A partir de 2007 se presenta conjuntamente con el Partido Nacionalista Canario (PNC), y en 2011 también con el Centro Canario Nacionalista (CCN).

El municipio se encuentra incluido en la Comarca del Valle de La Orotava, salvo su superficie inmersa en los espacios naturales protegidos del parque nacional del Teide y de la Corona Forestal, que pertenecen a la Comarca del Macizo Central.[27]

El término municipal se encuentra dividido en seis entidades singulares de población, algunas a su vez divididas en núcleos:[23]

San Benito

La Carrera

El Horno

Toscas de Romero

El Mocán
Realejo Bajo
San Agustín
San Vicente
Tigaiga

El municipio de Los Realejos destaca por poseer una estructura por sectores de actividad más equilibrada que la media provincial o autonómica.[28]

El 5,4% de la población del municipio se dedica a la agricultura. Este nivel es superior al de la media provincial y autonómica, cuyos porcentajes son del 3,7% y 3,5%, respectivamente.

En las medianías del municipio, los cultivos tradicionales más destacados son los de la papa (patata), uva, cereales y frutales, que se desarrollan unos más que otros dependiendo de la zona. En Icod el Alto, Palo Blanco y Las Llanadas se dedican esencialmente al cultivo de cereales como trigo, millo (maíz), centeno y el de las típicas papas bonitas, que han recibido recientemente la Denominación de Origen Protegida (DOP), mientras que en otros lugares de las medianías realejeras, sobre todo en La Cruz Santa y La Piñera, el cultivo principal es la uva, de la que se elaboran el vino blanco.

Asimismo, las zonas bajas o de costa se han destinado a cultivos de exportación, mayormente el plátano y frutales tropicales como el aguacate, y a la flor cortada en algunas zonas como en San Vicente.

La ganadería en el municipio es principalmente caprina, mientras que la porcina, bovina y equina existen en menor cantidad.

En lo relativo al sector servicios, el porcentaje de personas afiliadas a este sector de actividad es del 60%, muy por debajo de la media provincial y autonómica, siendo éstas del 75,8% y 76,5%, respectivamente. La mayoría de los ciudadanos que trabajan en este sector lo hacen en otros municipios vecinos como el Puerto de la Cruz.

A pesar de que Los Realejos no es una ciudad turística, es uno de los municipios de Canarias con mayor número de hoteles rurales.

Al municipio se accede principalmente por la Autopista del Norte TF-5. Otras carreteras que se encuentran en el término municipal y que lo comunican con otras zonas son:[29][30]

El municipio cuenta con varias paradas de taxis, quedando además conectado en guagua —autobús— por las siguientes líneas de TITSA:

El municipio cuenta con varios elementos patrimoniales declarados Bien de Interés Cultural:[31]

Bajo


Asimismo, Los Realejos cuenta con algunos yacimientos arqueológicos de la cultura guanche.

El municipio de Los Realejos cuenta con casi un centenar de fiestas al año, lo que lo convierte en el pueblo con más fiestas de España, siendo días festivos locales el 22 de enero festividad de San Vicente y el 3 de mayo exaltación de la Santa Cruz.[34]

Algunas de las fiestas más destacadas son:

El parapente es uno de los deportes que se realizan en el municipio. A principios de mayo, coincidiendo con la celebración del Festival Internacional de Parapente de Los Realejos, FLYPA, los mejores pilotos del mundo de parapente, paramotor, paracaidismo y salto base aterrizan sobre la playa de El Socorro congregando a miles de personas cada día.

En Los Realejos se encuentra el mayor escalón orográfico al que un caminante puede enfrentarse en una cumbre española. Se trata de La Ruta 0-4-0, que parte de la playa del Socorro y, tras cruzar varios barrios del municipio y adentrarse en el Parque nacional, finaliza en el mismo pico del Teide. Esta ruta posee casi 4 kilómetros de vertical desde el nivel del mar y 7 desde su base marina, con cerca de 7.600 metros de desniveles acumulados en subida y bajada sobre unos 58 kilómetros de montañoso recorrido.

En la playa de El Socorro se celebran anualmente varios campeonatos de surf y bodyboard en sus diferentes categorías. Julio, agosto y septiembre son habitualmente los meses elegidos para estas competiciones de carácter nacional, europeo o mundial. Entre ellas, destacan el campeonato de Canarias, la prueba O'Neill y la prueba del mundial de surf «La Santa Pro Junior», que tienen lugar cada año en Los Realejos.

Para los amantes de la pesca deportiva y del submarinismo, la zona de las piscinas naturales del Guindaste, El Ingenio y Los Roques son propicias para la práctica de estos deportes, que además cuentan con un gran número de adeptos.

La población creyente del municipio profesa mayoritariamente la religión católica, estando repartida la feligresía en diez parroquias pertenecientes al arciprestazgo de La Orotava de la diócesis de Tenerife:[36]

El municipio cuenta con distintos miradores que se encuentran a lo largo de su geografía. En la Ladera de Tigaiga se encuentra el mirador de La Corona, localizado en el barrio de Icod el Alto y desde donde se contempla el Valle de La Orotava y todo el noreste de la isla. Es, además, lugar para los amantes de deportes de aventura como el parapente, vuelo libre o senderismo.

En la carretera de acceso al mismo núcleo de Icod el Alto se encuentra el mirador de El Lance, que ofrece otra impresionante vista de los tres municipios que conforman el Valle, y en el que se puede admirar una escultura de bronce del mencey Bentor, rey guanche que eligió este emplazamiento para suicidarse arrojándose al vacío, prefiriendo así morir a ser esclavizado por las tropas castellanas al finalizar la conquista de la isla.

En la costa, en las cercanías del barrio de San Vicente, se halla el mirador de San Pedro, desde donde se contempla el palmeral de La Rambla de Castro y las plataneras de la Rambla del Mar, que rodean haciendas.

En la autovía del Norte, en dirección a Icod de los Vinos, se encuentra el mirador de La Grimona, desde donde se contempla la playa del mismo nombre, la costa de El Socorro y la Punta del Guindaste.

Los Realejos cuenta con cuatro zonas de esparcimiento en la naturaleza. En la zona alta de los barrios de Palo Blanco y Las Llanadas, en el límite natural entre las formaciones arbóreas de fayal-brezal y pinar, se encuentra la zona recreativa de Chanajiga, a la que llegan y de la que parten gran cantidad de senderos que permiten al caminante descender hasta la costa o ascender hasta las cumbres más altas de la isla.

En uno de los márgenes de la carretera Orotava–Icod de los Vinos se hallan la zona recreativa de La Higuerita y la de Barranco de Ruíz, esta última en el límite con el término municipal de San Juan de la Rambla y que se encuentra en el tramo final de este barranco, declarado Sitio de Interés Científico. Además, desde aquí parten senderos a lo largo de la costa o por el propio barranco.

Fachada Casa Colonial.

Mirador de San Pedro

Charco del Guindaste.

Elevador de aguas de La Gordejuela.

Sendero en la Rambla de Castro.

Playa del Socorro.

Plaza Realejo Bajo.

Casas en San Agustín.

Mirador de la Corona.

Realejo Alto

San Agustín desde el Realejo Alto.



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