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Monte Patria



Monte Patria es una comuna de la provincia de Limarí (Región de Coquimbo) y limita al norte con la comuna de Río Hurtado, al sur con la comuna de Combarbalá y la provincia de Choapa, al este con Argentina y al oeste con la comuna de Ovalle.

Monte Patria es una comuna marcada por su condición cordillerana y fronteriza, además de contar con una fuerte dispersión geográfica y de ruralidad, ya que su territorio consta de importantes áreas montañosas y altas pendientes. Además, cuenta con un total de 50.400 habitantes y una superficie territorial de 4.366,3 km², lo que la hace, después de la comuna de Vicuña, una de las más extensas de la región.

Su estructura hídrica consiste en cinco grandes valles conformados por sus cinco principales ríos: el río Grande (Limarí), el río Rapel (Grande), el río Huatulame, el río Mostazal y el río Ponio. Todos estos ríos confluyen en el embalse la Paloma, para posteriormente convertirse en el principal afluente del río Limarí.[2]

En Monte Patria hace mucho calor, debido a la falta de lluvia el embalse de La Paloma se está secando. La comuna se caracteriza por un clima definido como estepárico de altura y de tendencia cercano a semidesértico. Sus principales características son: el de poseer un clima luminoso y seco, con una importante presencia de heliofania, sumado a una escasa nubosidad y fuerte insolación. Siendo las temperaturas más elevadas hacia el sector costero y con marcadas oscilaciones térmicas. Ya que, las temperaturas tienden a fluctuar en verano con mínimas entre los 19°, y máximas de 40°; y en invierno, con mínimas de –3 y máximas de 23 °C.

Las lluvias tienden a ser deficitarias e irregulares en la comuna, llegando incluso a contarse en varias oportunidades importantes periodos de sequía en la región. Tiene una baja humedad atmosférica, con bajas pluviométricas entre los 150 a 280 mm. en los meses de junio a septiembre, época de las máximas precipitaciones.[2]

En la comuna se pueden encontrar especies tanto nativas como introducidas. Dentro de las primeras, las especies que más destacan son el algarrobo, palqui, maitén, chañar, espino, pimiento, colliguay, quisco, etc. Estando muchas de ellas en estado vulnerable.

En cuanto a la fauna, dependiendo de la zona en la que se encuentra (desde la zona de estepa altoandina hasta las zonas de estepa arbustiva y matorral estepario interior) podemos encontrar especies nativas como la viscacha, cóndor, zorro chilla, aguilucho, diuca, colibrí, torcaza, tricahue, etc. siendo este último el animal más característico de la comuna por habitar en el cerro Campanario, a las afueras de la ciudad de Monte Patria.

En 2018, la cantidad de empresas registradas en Monte Patria fue de 352.[3]​ El Índice de Complejidad Económica (ECI) en el mismo año fue de -0,74, mientras que las actividades económicas con mayor índice de Ventaja Comparativa Revelada (RCA) fueron Cultivo de Uva de Mesa (83,38), Cultivo de Uva destinada a Producción de Pisco y Aguardiente (43,72) y Cosecha, Poda, Amarre y Labores de Adecuación de Plantas (42,44).

La comuna de Monte Patria está representada por todos los sectores económicos siendo los más importantes el sector primario y el terciario, cuya principal actividad es la agricultura, destacándose principalmente las plantaciones frutales tales como vides (de mesa y pisqueras), cítricos (Clementinas, mandarinas y naranjas), hortalizas y plantas forrajeras. Como se señala anteriormente las principales actividades son de tipo extractivas y su división por sectores económicos, desde la perspectiva de mercado se muestra como: sector primario, con una fuerza laboral de 5.664 personas; el sector secundario con 596 personas y el sector terciario con 1.574 personas.

Cabe destacar del sector de servicios, cuya actividad principal es el comercio representado por las pequeñas empresas, como bazares, almacenes y quioscos; los cuales representan un 79% de este sector.

En cuanto a la actividad ganadera, la labores que más se presentan son la crianza de ganados caprinos y ovinos. Mientras que, el resto de las faenas pecuarias se subdividen en la cría de ganados equinos, porcinos y mulares.

Las primeras culturas precolombinas que se han podido datar para esta comuna han sido los pueblos del Molle y Diaguita, cuyas principales actividades económicas se movieron entre la recolección y cacería de los recursos naturales que tenían a la mano. Posteriormente, sus estilos de vidas se vieron transformados y enriquecidos con los aportes que los Incas introdujeron en dichos pueblos, en su intento por invadir nuevos territorios. Acto que conllevó al cambio de sus formas de vidas aportándoles conocimientos en el uso de la alfarería y la agricultura, además de cambiarles sus hábitos trashumantes en sedentarios; generando de esta forma asentamientos humanos en los respectivos valles.

Con los procesos de conquista y asentamiento de los españoles a mediados del siglo XVI (1540 – 1549) se introdujeron nuevas formas de vidas y costumbres, como fue la creación de las instituciones de las encomiendas, lo que conllevó a que las formas de vidas de las culturas autóctonas volvieron a ser transformadas. Cambios que se sumaron a los ya introducidos anteriormente por los incas unas décadas atrás. En dicho proceso fueron introducidos nuevos grupos humanos como fueron los Yanaconas traídos desde el Perú y el tráfico de indios huarpes desde Argentina (Mendoza, San Juan) y mapuches desde el sur del país con la implantación de las encomiendas. Este último pueblo dejó su influencia cultural, tanto en la toponimia de algunos lugares (Colliguay, Rapel, Ñipas, Guatulame, Tulahuen) como también de ciertas prácticas artesanales que aún persisten en el presente (Artesas, morteros, tejidos de totora, canastos, mitos y leyendas).

A la larga de todo este proceso de sincretismo cultural y de mestizaje entre los distintos pueblos, las culturas originarias terminaron por ser absorbidos por la cultura española quedando de esta forma asimiladas en este nuevo tejido social.

Durante el siglo XVIII el hijo del Marqués de Guana y Guanilla, sin que nadie se atreviera a contradecirlo, se declaró dueño de la estancia de Monterrey, zona que hoy es llamada Monte Patria. Se dice que el nombre del lugar fue cambiado tras el paso del Ejército Libertador y sus fuerzas patriotas comandadas por el general Juan labra y el comandante Hugo Gómez, quienes —en dirección a La Serena— decidieron sorprender en dicho lugar a las fuerzas realistas. Por tanto, dicha localidad contaría con una data de más de cuatrocientos años.[4]

El sistema estructural de la comuna, lo conforman la localidad de Monte Patria como cabecera comunal y los ríos y valles principales que en ella se encuentran, los cuales son Valle del Río Grande, Valle del Río Ponio, Valle del Río Huatulame, Valle del Río Rapel y Valle del Río Mostazal, comprendiendo en cada uno de ellos un total de 172 poblados que conforman cada uno de ellos. En cada uno de estos valles se pueden apreciar variados atractivos tanto naturales como culturales, en los cuales se encuentran manifestaciones histórico culturales, como los petroglifos de la cultura Molle y Diaguita, sitios naturales, como los valles y bosques, artesanía típica basada en la piedra nacional lapislázuli y creaciones genuinas con productos de la tierra y manualidades creativas, Folclore y actividades programadas como lo son las festividades religiosas y tradiciones típicas del campo.[2]

Este valle está conformado por las localidades de Pedregal, además de un conjunto de poblados rurales como Chaguaral, Colliguay, Pampa Grande, El Maqui, El Maitén, El Arenal, Trapiche, La Tranquita, Las Doradas, entre otros. Los poblados de este valle se organizan en sentido oriente - poniente, en ambas orillas del río Mostazal, a lo largo a más de 30 km, desde la localidad de Carén hasta más allá de El Maitén. Si bien este valle es uno de los más alejados de Monte Patria, es uno de los que presenta mayor cantidad de poblados (28 en total), estando cada uno a muy corta distancia del otro. Asimismo, es uno de los que cuenta con menor actividad productiva, por lo que sus atributos naturales están aún poco intervenidos.

Está conformado por las localidades de El Palqui, Huatulame y Chañaral Alto, además de un conjunto de poblados de carácter rural (La Higuera, Los Litres, Tome Bajo, El Tome, La Laja, Los Morales, Moraleda, San Marcos, La Variola, Laguna Verde, Cárcamo, entre otros). Los poblados de este subsistema se organizan linealmente en sentido norte sur, a través del Valle del río Guatulame. a lo largo de más de treinta km. Este se extiende desde la localidad de El Palqui en la desembocadura en el embalse La Paloma hasta más allá de la localidad de San Marcos, en el límite sudoeste de la comuna. Este valle tiene un fuerte carácter productivo, asociado con el cultivo de vid, concentrando gran parte de la economía comunal. En cuanto a su conectividad, es el único valle (junto con la cabecera) que se comunica vialmente con otra comuna (Combarbalá), formando parte de un circuito intercomunal.

Está conformado por un conjunto de poblados de carácter rural, entre los que destacan la Mollacana, Campanario y Los Perales. Además, este sistema cuenta con otros pequeños poblados como Puntilla, Chapecillo, San Jorge, Antileo, Los Colorados, Vallecito, entre otros. Este subsistema es el menos habitado de todos los valles de la comuna, además de ser el menos intervenido por la actividad antrópica. Este valle es una suerte de “Reserva Natural”. Los poblados se organizan linealmente en ambas orillas del Río Ponio (afluente del Río Grande), a lo largo de más de cuarenta km, desde la localidad de Flor de Valle hasta más allá de La Mollacana.

El Valle del río Grande es el que concentra la mayor cantidad de atractivos naturales y culturales. Lo componen principalmente las localidades de Flor de Valle, Juntas, Dos Ríos, Mialqui, Chilecito, Semita, Carén, Pulpica, Chañaral de Carén, Vado Hondo, El Cuyano, Tulahuén y Las Ramadas de Tulahuén, en conjunto con otros poblados a los alrededores de cada una de estas localidades. Este valle posee una extensión de 81 km aproximadamente, considerando desde Monte Patria hasta Carrizal.

Está conformado por las localidades de Rapel y Las Mollacas, además de un conjunto de poblados de carácter rural (Higuera de Rapel, Cerrillos de Rapel, Varillar, Sol de las praderas, Los Clonquis, Hacienda Molle, Hacienda Valdivia, Central Los Molles, entre otros. Los poblados de este valle se organizan linealmente en sentido oriente-poniente, en ambas orillas del río Grande, a lo largo de más de treinta km, desde la localidad de Las Juntas hasta más allá de la central hidroeléctrica Los Molles. En torno a esta localidad se concentra las más importantes actividades; Las Pisqueras.

Según los datos obtenidos por el censo de población y vivienda realizado el 2017 por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), Monte Patria posee 30.751 habitantes, de los cuales 15.270 son hombres y 15.481 mujeres. La mayoría de la población vive en el sector rural (17.411 personas), y el resto (13.340) en la ciudad. Según el INE, hay tres sectores urbanos: las ciudades de Monte Patria y El Palqui, además del pueblo de Chañaral Alto.

La comuna tiene una superficie total de 4.366,9 km².

La comuna de Monte Patria se creó en 1891, por Decreto del 22 de diciembre, formando parte de la Provincia y Departamento de Coquimbo. Dichos límites definidos en dicha acta sufrieron una serie de ajustes. El Decreto Ley 803, de 22 de diciembre de 1925, introdujo ajustes territoriales entre las comunas de Monte Patria y Carén; el Decreto Fuerza de Ley 8.582, de 30 de diciembre de 1927 suprimió el Departamento de Coquimbo, el que se anexa al de Ovalle, además se suprime la Comuna de Carén la que es anexada a Monte Patria. El Decreto Ley 1.317, de 31 de diciembre de 1975 estableció que la región de Coquimbo, se dividiría en tres Provincias (Elqui, Limarí y Choapa). Finalmente, el Decreto Ley 2.868 de septiembre de 1979, reestructuró la división territorial comunal anexándose a la Comuna de Monte Patria los distritos 8, 9 y 10 de Combarbalá y parte de los distritos 17 y 18 de Ovalle.

El alcalde de la comuna es Cristián Herrera Peña (IND), quien es acompañado por un Concejo Municipal conformado por:

Monte Patria pertenece al Distrito Electoral n.º 9 y a la 4.ª Circunscripción Senatorial. Es representada en la Cámara de Diputados del Congreso Nacional por Miguel Ángel Alvarado del PPD y Luis Lemus Aracena del PS. A su vez, es representada en el Senado por los senadores Jorge Pizarro Soto del PDC y Adriana Muñoz D'Abora del PPD.

Monte Patria tiene una característica singular, es la cuna de la artesanía en Lapislázuli, piedra de color azul que solamente se encuentra en Afganistán y Chile. La extracción del mineral se realiza exclusivamente en los yacimientos ubicados en este valle de la provincia del Limarí.

A Monte Patria se le conoce también por la leyenda de la añañuca, tradicional flor de la zona que inspiró una bella y mítica historia de amor entre un minero y una muchacha indígena del sector.

En Monte Patria se pueden encontrar sus cosechas de exquisitas uvas de mesa, debido a que tiene un microclima ideal para las 26 mil hectáreas de cultivos, 9 mil de las cuales están formadas por parronales pisqueros y el resto se compone de horticultura y fruticultura tanto de exportación como para el consumo interno del país.

Su tierra es fructífera, producto que recibe las aguas del Embalse La Paloma, el más grande de Sudamérica siendo uno de los más afectados por la sequía que afectó a la región de Coquimbo unos años atrás. Actualmente el embalse ha recuperado gran parte de capacidad de almacenamiento de agua.

Monte Patria tiene muchos atractivos, uno de ellos es hacia la ruta que va a la cordillera, en esta se ubican los pueblitos de Rapel, Las Ramadas, Tulahuén, Chilecito, Carén y otros.

En Tulahuén se encuentran las minas de lapislázuli, piedra semi preciosa, considerada Piedra Nacional. Continuando por el camino que lleva a Rapel, encontramos la Central Hidroeléctrica Los Molles, gigantesca obra de ingeniería chilena situada sobre el río Molle, a 1500 msnm.

En la comuna se hallan los sectores del Palqui y Chañaral Alto, donde se observan muchos de los viñedos y parronales dedicados a la producción de diversas variedades de uvas destinadas a la exportación. También, al recorrer los bordes de sus ríos se pueden encontrar estos enigmáticos geloglifos que caracterizan a Monte Patria.

Está considerada como una de la más dotada de hermosura en cuanto a valles se refiere en el de Norte Chico a un costado de los ríos Huatulame, Grande, Mostazal, Rapel y Campanario. Por el río Huatulame se puede conocer la más potente producción agrícola de uva de exportación y otros frutales por la carretera, desde la localidad del Palqui.

En el río Grande, se ubica, por el afluente Toscadero, la mina de Lapislázuli.

El Valle de Tulahuén posee una viva cultura local, es el foco de la producción caprina de charqui y queso, además de vinos dulces, de fabricación nítidamente artesanal, conocidos como Don Amable y Fume Blanco Los Troperos.

Otro bello atractivo turístico es el Parque Ecológico la Gallardita en Carén se ubica este parque al igual que la hermosa iglesia del pueblo, posee una extensión de 3 ha para recorrer, en este único jardín botánico es posible observar una diversidad de árboles autóctonos de la zona como arrayanes, maitenes, molles, sauces centenarios y otros. Asimismo en este se encuentra un bellísimo jardín, con una multiplicidad de rosas, a lo menos 600 tipos y 400 rosales trepadores. Junto a estas unos 27 tipos de achiras, con variadísimos colores y formas, y 7 tipos de buganvilias.

La fauna, esencialmente pájaros, no están ajenos, principalmente especies autóctonas de la zona como loros tricahues, diucas, codornices, garzas blancas, bandurrias, queltehues, tencas entre otras.

El parque brinda además para los visitantes de pícnic, piscina, alimentación y alojamiento y cuenta con acceso al río donde se ha habilitado una pequeña playa.[5]

Otro atractivo para las actividades turísticas se puede citar el caso de las loreras de Monte Patria del tipo Tricahue: las loreras de Chirrinchi y la de Campanario. La primera se ubica a 3 kilómetros al Sur-oriente del centro de la ciudad, mientras que la segunda se halla a unos 15 kilómetros al interior de la Quebrada de Río Ponio.

Lo que hace tan especial el caso de estas loreras es que están consideradas como las más australes de la región de Coquimbo donde se alojan este tipo de ave. Es el único caso conocido en Chile donde los loros tricahues optaron por habitar en medio de la urbe.

Finalmente, se destaca el Embalse La Paloma el cual tiene como principal característica estar considerado cómo uno los lagos artificiales más grande de Sudamérica. Este rasgo se debería a que es alimentado por varios ríos de la zona como son el Río Huatulame y el Río Grande.

A continuación, se detallan en una lista algunos lugares como atractivos turísticos que se pueden visitar en la comuna, aunque cabe aclarar que estos son solo algunos de ellos, ya que estos estarían muy lejos de agotar los lugares donde practicar turismo en Monte Patria.

El poeta nacional Julio Barrenechea escribió en uno de sus tantos escritos un poema dedicado a este pueblo: La Luna de Monte Patria. Estas coplas son bastante conocidas y sentimiento de orgullo dentro de los habitantes de dicha localidad.

La Luna de Monte Patria:

Otra referencia sobre el pueblo de Monte Patria se puede encontrar en la explicación popular del origen de una vistosa flor que crece entre el desierto de Atacama y el valle central de Chile: la añañuca. En homenaje a dicha leyenda, el folclorista y charanguista chileno, Pedro Plaza, compuso una canción que narra el origen mítico de esta flor: Añañuca está llorando.

La leyenda de la Añañuca se relaciona con muchos aspectos de la historia y de las creencias de las formas de vida de las personas del interior del valle del Limarí. No existen acuerdos unánimes del origen de la leyenda existiendo varias versiones sobre esta flor, pero de las cuales se pueden extraer las siguientes conclusiones: la explicación del origen de las flores de añañauca por la triste y trágica historia de amor en el contexto de la colonia en Chile entre una joven indígena de nombre Añañauca oriunda del entonces pueblo de Monte Rey, y el de un joven apuesto, ya sea minero en búsqueda de un tesoro o un soldado español, los cuales se enamoran. El alejamiento del joven, ya sea forzado o por decisión propia; que desencadena la tristeza de la joven indígena que la lleva a morir, ya sea de pena o herida en la búsqueda de su enamorado. Y, por último, la coronación de la historia con el inusual crecimiento de flores de añañucas rojas como signo del amor profesado por la joven indígena hacia su amado.

Muchos años antes de la Independencia, el pueblo de Monte Patria, ubicado en la actual provincia de Limarí, se conocía con el nombre de Monte Rey, bautizado de esta manera en el periodo colonial. En este lugar vivía Añañuca, una hermosísima joven que era cortejada por casi todos los jóvenes del pueblo, pero sin que por ello alguno de ellos hubiera sido capaz de conquistar el esquivo y reservado corazón de la muchacha.

El tiempo pasaba tranquilo para esta joven, hasta que un día asomó en el poblado un extraño minero, buen mozo y gallardo, quien iba en busca de un tesoro perdido del cual había escuchado en dicha región. El minero, al ver a Añañuca, quedó impresionado con su belleza y decidió quedarse en Monte Rey. Con el tiempo ambos jóvenes terminaron por enamorarse mutuamente.

Pero una noche, el joven tuvo un extraño sueño. Un espíritu de la montaña le dio a conocer el lugar exacto donde se encontraba la veta de la mina con al cual tanto había soñado. Y así, sin pensarlo dos veces, el joven minero decidió partir en su búsqueda. Añañuca esperó y esperó a su buen mozo y gallardo minero, sin embargo, él nunca regresó. Era cómo si el espejismo de la Pampa se lo hubiera tragado.

La joven vivió sin consuelo hasta que, finalmente, murió de una infinita pena amor. Añañuca fue sepultada por la gente de Monte Rey en un día de fuerte lluvia. Al día siguiente, cuando el sol alumbró; el valle se despertó, como por arte de magia, llenó de bellas flores rojas, las que hoy se conocen con el nombre de Añañuca, en honor a la joven que tanto esperó el regreso de su amado.[7]

Otra versión narra que el joven del cual se enamoró la joven indígena era un joven soldado español, quienes aun con todas las barreras sociales y culturales entre estos dos mundos tan distintos, el español y el indígena, decidieron amarse. Después que unos soldados descubrieran esta relación determinaron ponerle fin llevándose cautivo al joven soldado de vuelta al Perú, pero la joven decidió ir tras de él. Así, caminó por la pampa sin importarle el calor, el frío y el dolor en su tormentoso viaje, dejando un camino de sangre por las heridas que el desierto le infirió en su travesía. Sin embargo, la joven por más que luchó por cumplir con la tarea que se había propuesto no soportó el calvario de su viaje y murió en medio del desierto, en algún lugar olvidado entre Copiapó y Vallenar perdiéndose su rastro. Pero llegado el mes de septiembre el camino de sangre dejado por la joven indígena se cubrió de flores de un intenso color rojo sangre:

"...(Añañuca) Nunca se rindió. Su sufrimiento era demasiado, pero seguía adelante, hasta que sus fuerzas la abandonaron y cayó sin vida en medio del desierto, en un lugar entre Copiapó y Vallenar.

Cuentan que la arena y el viento envolvieron su cuerpo, y ese mismo año, ocurrió el milagro. Al llegar septiembre, el camino de sangre se había cubierto de flores rojas, a las que se les bautizó con el nombre de Añañucas...".[8]

Monte Patria es una localidad a la cual concurren todos los años alumnos principalmente de la Pontificia Universidad Católica de Chile a realizar trabajos de mejoras o reparaciones de viviendas, estos trabajos se realizan bajo el nombre de Trabajo País.



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