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Muel



¿Qué día cumple años Muel?

Muel cumple los años el 3 de marzo.


¿Qué día nació Muel?

Muel nació el día 3 de marzo de 1.


¿Cuántos años tiene Muel?

La edad actual es 2023 años. Muel cumplió 2023 años el 3 de marzo de este año.


¿De qué signo es Muel?

Muel es del signo de Piscis.


Muel es un municipio español del Campo de Cariñena, provincia de Zaragoza, Aragón. Su población asciende a 1375 habitantes (INE 2014). Comprende las entidades de población de La Estación, Gran Torrubia, Virgen de la Fuente, Montesol y Parquemuel.

Muel se emplaza en la depresión del Ebro en la ribera izquierda del río Huerva, a solo 27 km de Zaragoza, en el borde del Campo de Cariñena. Está a una altitud de 424 msnm y el término municipal cuenta con una extensión de 79,2 km².

Registra una temperatura media anual de 14,1 °C y una precipitación anual de 390 mm.

Los orígenes de la villa de Muel se remontan posiblemente al siglo I d.C., momento en el que se erige una presa romana en la cuenca del río Huerva para regular el abastecimiento de agua a la ciudad de Caesaraugusta.

Muel aparece mencionada, en 1160, como Molle, topónimo que se ha relacionado con «muelle», por el dique romano indicativo de la antigüedad del lugar, y con «muela», pieza del molino. Estas tierras fueron conquistadas por Alfonso I el Batallador tras la toma de Zaragoza pero sus pobladores musulmanes permanecieron allí instalados, por lo que prácticamente la totalidad de sus habitantes eran mudéjares. En el fogaje realizado en 1495 en el Reino de Aragón, Muel figura con 99 «fuegos» u hogares censados —lo que equivaldría a unos 400 habitantes—,[3]​ correspondiendo en su totalidad a población morisca.[4]

De hecho, hasta 1610 fue tierra poblada por musulmanes, cuya laboriosidad y actitud ante la Corona permitió que Pedro IV les concediera franquicias en 1383. Su actividad artesanal en el trabajo de la cerámica queda también reflejada en el relato de Enrique Cook, quien, en 1585, escribió que «todos los vecinos de este pueblo son olleros, y todo el barro que se vende en Zaragoza lo hacen aquí».

La expulsión de los moriscos por parte de Felipe III a principios del siglo XVII dejó prácticamente despoblada la villa, de modo que el Señor de la misma, don Diego de los Cobos Luna y Guzmán y sus descendientes se vieron obligados a una repoblación que pronto quedó asegurada. Los nuevos pobladores se encargaron de perpetuar la cerámica y la alfarería, llegando a ser hasta principios del siglo XX uno de los centros alfareros de mayor importancia en Aragón, cuyas piezas se elaboraban en cuevas de manera primitiva.

Tras la Guerra de Sucesión, al sublevarse casi todo Aragón contra Felipe V, cuyo virrey había sido desde 1701 a 1704 señor de Muel, la villa se mostró fiel al monarca, quien premió su conducta otorgándole el título de «Fiel Villa».

La población de Muel en 2014 ascendía a 1375 habitantes,[5]​ ligeramente superior a la que aparece registrada en el censo de España de 1857 —1 336 habitantes—.[6]

     Población de hecho (1900-1991) según los censos de población del INE.      Población de derecho (2001 en adelante) según el padrón municipal, datos del INE.

La Iglesia de San Cristóbal de Muel, de 1706, es un templo de estilo barroco tardío que posee elementos mudéjares. Destaca la alta torre campanario, único vestigio del anterior templo mudéjar; sus dos primeros cuerpos son de planta cuadrada y los dos superiores octogonales.

La Ermita de la Virgen de la Fuente de Muel, edificada en 1777 y renovada en 1817, consta de una única nave. Al exterior, el templo está construido en mampostería de piedra y ladrillo. Sobresale el gran volumen del cimborrio, de planta octogonal, que cubre la cúpula de la capilla de la Virgen. Está cubierto con las tejas características de Muel, denominadas «lágrimas».[11]​ El interior del templo alberga una pequeña talla de Nuestra Señora de la Virgen de la Fuente, fechada entre los siglos XIII y XIV. Se halla situada en el altar mayor colocada sobre una doble peana, dorada y policromada en tono rojo.[12]​ En las pechinas de la cúpula que cubre el crucero, Goya pintó unos frescos de extraordinaria factura que representan a los cuatro padres de la Iglesia: San Agustín, San Ambrosio, San Gregorio y San Jerónimo. Estas cuatro pinturas fueron realizadas al óleo, técnica que le permitió una rápida ejecución. Los bocetos proceden de modelos de Francisco Bayeu que también serían utilizados en 1773 para la realización de otra serie en la iglesia parroquial de Remolinos (Zaragoza). El templo está declarado Bien de Interés Cultural.

La Ermita de la Virgen de la Fuente se asienta sobre un dique romano —véase más abajo— y preside el parque de Muel, donde se encuentran los restos del castillo musulmán —del que solo quedan los muros rebajados y los restos de dos torreones— y de un molino árabe, rehabilitado como sala de exposiciones. El parque, de singular belleza, está situado al pie de un acantilado natural y alberga las cascadas naturales del río Huerva.

Por la documentación que se dispone en la actualidad, la presa romana de Muel[13]​ sería una de las presas más grandes que se conocen dentro del Imperio romano. Constituye uno de los restos de arquitectura civil hidráulica más relevantes de la Hispania romana, tanto por su monumentalidad como por su excelente estado de conservación. Data del cambio de era (10 / 5 a. C. - principios del siglo I d. C.), coincidiendo con el gran desarrollo urbano del Valle Medio del Ebro. En su construcción participaron las legiones romanas, hecho atestiguado por las distintas marcas halladas, y los materiales empleados en su erección proceden de una cantera romana que se ha localizado en sus proximidades, al noreste del actual parque.[14]

Por otra parte, hay varios edificios catalogados como casas palacio dentro del casco urbano de Muel. En la Plaza de España hay dos, una del siglo XVI —de estilo renacentista aragonés— y otra del siglo XVII. En la calle Mayor existe otra casa palacio, donde se alojaba el arzobispo cuando realizaba las visitas pastorales.

De las distintas puertas de entrada que tenía la villa, solo queda en pie la situada también en la calle Mayor. Denominada la Puerta de la Villa, solo se conserva de ella el arco y la portada de acceso.

Aunque no se sabe ni cuándo ni cómo se inició la alfarería artística en Muel, sí se sabe que el medio geográfico debió de influir considerablemente en el estilo alfarero. El río Huerva garantizaría agua abundante, a lo que hay que añadir la calidad de las arcillas, producto de mezclas de tierras de los pueblos cercanos.

Así, en 1048 llegaron a Zaragoza los primeros azulejos procedentes de los alfares muelenses, por mandato de Aben Tafa. Y para el siglo XVI, los alfares construidos ocupaban una extensión de más de medio kilómetro; crónicas de 1580 relatan que casi todos los habitantes del pueblo se dedicaban a esta industria.

Sin embargo, a lo largo del siglo XIX la alfarería se fue extinguiendo lentamente en el municipio. Hacia la mitad del siglo XX ya no quedaba en Muel ni un horno, ni un alfarero en actividad.

En los últimos tiempos, la industria alfarera de Muel no solo se ha recuperado, sino que se encuentra en un momento de apogeo. En la actualidad son seis los talleres alfareros en los que se produce cerámica popular de Muel, alternando algunos de ellos con la fabricación de cerámica creativa. También existe un taller dedicado exclusivamente a la elaboración de esta última. Además, está la escuela-taller de cerámica de Muel de la Diputación Provincial de Zaragoza que entre, otras cosas, exhibe exposiciones a lo largo de todo el año.



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