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Ocaña (Norte de Santander)



Ocaña es un municipio colombiano ubicado en el departamento de Norte de Santander. Es la capital de la provincia de Ocaña y su economía está basada en la gastronomía, la agricultura y el turismo. Se sitúa en la zona nordeste y está conectada por la Ruta Nacional 70 con ciudades como Bucaramanga, Cúcuta, Santa Marta, Aguachica , entre otras.

La provincia de Ocaña posee el Área natural única Los Estoraques, la cual fue declarada "Bien de Interés Cultural" y "Monumento Nacional", la ciudad de Ocaña está ubicada a 27 kilómetros de la cabecera municipal de la La Playa de Belén.

Con más de 120 mil habitantes en 2020, es el segundo municipio más poblado del departamento después de Cúcuta. Su extensión total es de 460 km², representando el 2,2% del departamento. Su altitud máxima es de 1202 m s. n. m. y la mínima de 761 m.

El cabildo de Pamplona bajo varias motivaciones, había encargado al capitán Francisco Fernández de Contreras hacerse cargo de campañas y exploraciones hacia el norte procurando hallar una vía expedita como salida al mar, el capitán descubrió un territorio que consideró ventajoso cercano al Río Magdalena, regresó a Pamplona para reportar sus actos y pidió licencia para realizar la fundación de una ciudad en el territorio recién descubierto. La Audiencia de Santafé, presidida por el Doctor Andrés Díaz Venero de Leyva, estudió la propuesta, y observando que dicho territorio estaba adscrito jurisdiccionalmente a la Gobernación de Santa Marta, remitió el proyecto y gestor del mismo ante Pedro Fernández de Bustos, Gobernador de Santa Marta, quien le otorgó poderes y comisión a Fernández de Contreras, ya para el 14 de diciembre de 1570, Francisco Fernández de Contreras lleva a cabo el ritual de la fundación, poblándose el lugar con 36 vecinos y varios allegados de los alrededores[3][4][5]​.

La ciudad se fundó con el nombre de Ocaña, como homenaje del fundador a don Pedro Fernández de Bustos, originario de Ocaña, en España. El nombre de Santa Ana se le dio a la Provincia. Posteriormente, y durante la gobernación de don Luis Rojas Guzmán, se cambió el nombre de Ocaña por el de Madrid,[6]​ pero dicha denominación no subsistió, retornando nuevamente al nombre original de Ocaña.

Los pueblos prehispánicos que habitaron la región, fueron los denominados tradicionalmente como Hacaritamas y la llamada Cultura Mosquito o Bajomagdalenense, esta última de filiación Caribe, según las investigaciones hasta ahora realizadas. Su nombre en lengua nativa, fue el de Argutacaca, según lo registran documentos del siglo XVI.

En 1575, Ocaña obtiene el título de ciudad como consta en los documentos oficiales de la época. A finales del siglo XVI, una vez sometidas las tribus de la zona, se inician las colonizaciones, cuya área de influencia corresponde a lo que es hoy la Provincia de Ocaña y algunas poblaciones del sur del Cesar y de Bolívar.

Puerto Nacional, cercano a Gamarra, debió su aparición al mismo fundador de Ocaña; Río de Oro (Cesar), nació debido al empeño de los frailes agustinos y del encomendero Antón García de Bonilla y a la labor de los agustinos, cuyo convento estaba inicialmente en Ocaña. Teorama, Hacarí, El Carmen, La Playa, Aspasica, Pueblo Nuevo, Buenavista, San Calixto, Bucarasica y Cáchira, se iniciaron como centros agrícolas de los fundadores y pobladores de Ocaña. Convención, surge en 1829 y La Cruz (hoy Ábrego), consolida oficialmente su poblamiento en 1810.

Ocaña surge como un "puerto terrestre" y ruta comercial obligada entre Pamplona, el centro del virreinato y la Costa Caribe a través del Río Magdalena. Su vocación fue básicamente comercial y agrícola, sirviendo de tránsito y distribución en las exportaciones e importaciones que ingresaban al virreinato y la nación, su privilegiada ubicación como punto de unión entre el interior del país y el vecino país de Venezuela.[7]

Durante la Colonia, Ocaña perteneció como cantón a la gobernación de Santa Marta; luego, cantón de Mompox; después, departamento, y el 29 de mayo de 1849 (Ley 64), Provincia, integrada por los distritos parroquiales de Ocaña, Río de Oro, Convención, Loma de Indígenas, San Antonio, Brotaré, Teurama, La Cruz, Aspasica, la Palma, Pueblo Nuevo, Buenavista, Los Angeles, Loma de Corredor, Aguachica, Puerto Nacional, Simaña, San Bernardo, Badillo y Tamalameque.

En el transcurso de la guerra de Independencia, la zona de Ocaña cobra singular importancia estratégica. Bolívar (1813) denominó la ciudad "brava y libre", donde consolidó sus fuerzas para la Campaña Admirable con tropas momposinas y de la región. En 1815, Santander hace su entrada a Ocaña recibiendo allí el nombramiento de Comandante General de las tropas de reconquista del norte.

Existía la presencia de grupos que se oponían a la independencia en todo el territorio neogranadino, en la región de Ocaña para el 14 de noviembre de 1817 se creó un cuerpo franco en defensa del rey, al que se llamó Los Colorados nombre que les fue puesto debido al pantalón rojo que usaban sus soldados, quienes a pesar de haber sido creada La Gran Colombia como nación desde el 17 de diciembre de 1819, las fuerzas guerrilleras realistas no daban por terminada su confrontación.

El 30 de diciembre de 1819 en carta del general Bartolomé Salom nombra:

“la guarnición realista en Ocaña cuenta con 300 o 400 hombres, más algunos milicianos, los guerrilleros de Teorama y La Palma”.[8]

Según varios investigadores las fuerzas de los Colorados pudieron haber tenido en promedio 1.500 soldados, incluso pudieron impedir la comunicación y llegar a dificultar el paso de tropas con la costa norte. El historiador Luis Eduardo Paéz Courvel sobre este acontecimiento nombra en uno de sus textos:

“Cuando Bolívar –dice Castro Trespalacios- ordenó se extrajeran de las poblaciones más desafectas de la Provincia de Santa Marta hasta 2000 hombres para enviar al Perú, se quiso acabar para siempre con los movimientos que existían tanto en Valledupar como en Ocaña. El Coronel Montes de Oca fue comisionado por el propio Libertador para ir a reducir a los insurrectos realistas de Ocaña y por una debilidad permitió al comandante Eustaquio Valles, del partido del Rey, le dejara pasar un armamento del Paso a Chiriguaná para llevar a Ocaña y auxiliar al Coronel Figueredo. Este armamento cayó en manos de los realistas ´burlándose de la necia confianza de Montes` y el que sirvió para armar debidamente a la división de Los Colorados y atacar ruidosamente a la ciudad de Ocaña.

El 19 de Septiembre de 1819, el Coronel Figueredo sitió a Ocaña y entró triunfalmente restableciendo el orden constitucional y legal de la República. El 12 de Noviembre del mismo año, la guerrilla de Los Colorados que dirigía José María y Javier Álvarez y los mulatos Jácomes, volvieron a atacar a la ciudad y desalojaron a los patriotas, que huyeron hacia La Cruz (hoy Ábrego), en compañía del jefe Figueredo, que ayudado por fuerzas de Cúcuta en número de 200 hombres, quiso recuperar lo perdido con tan mala suerte que el día 12 de Enero de 1820 sucumbieron íntegramente, dejando en el teatro de batalla más de 300 cadáveres`.

El Coronel Figueredo se refugió en la casa de Agustina Ferro y ésta, desafiando todos los peligros, permitió su evasión. ´Sabedor Javier Álvarez de la fuga que se le facilitó, ordenó seguirle a la Ferro un proceso verbal y se le condenó a muerte. El 20 de Enero de 1820, a las tres de la tarde, el capitán Barrera, de orden de Javier Álvarez, ordena al verdugo que anuncie a la primera que a las cuatro de la tarde sería fusilada. A las tres y media, las campanas de la iglesia tocan los dobles anunciando su sacrificio, los guardianes tocan los clarines y tambores. El sacerdote practica los últimos auxilios espirituales y en presencia de numeroso público de la plaza principal, se ordena pasar a la acusada al banco donde también había sido fusilado el capitán ocañero Hipólito García, el 11 de Marzo de 1816, y atadas las manos hacia atrás, el oficial Barrera lee en alto la célebre sentencia del Consejo Militar. La acusada pide por favor que no sean vendados sus ojos y el oficial accede. Pocos minutos después, los esbirros descargan sus fusiles y consuman el más atroz de los asesinatos”[9]​.

Para el 13 de junio de 1820 se propuso Acuerdo de paz a guerrillas realistas en Ocaña, el cual fue rechazado por Los Colorados, en respuesta viaja el general Miguel Antonio Figueredo. Ocaña era un puerto terrestre necesario y estas guerrillas dificultaban el paso del resto de la región con la costa norte, desde la invasión de Pablo Morillo la comunicación estaba interrumpida, esta fue recuperada para marzo de 1820 por acciones logradas entre campañas militares conjuntas, a principios de junio de 1820 llegó el general Francisco Carmona con tres batallones a cargo: el Rifles, el Pamplona y el Francotiradores que serían los encargados de detener crecientes agresiones de las fuerzas guerrilleras, tales batallones ingresaron sin hallar la más mínima resistencia.

El 10 de septiembre de 1820 es herido en el sitio el Hatico el dirigente de la guerrilla realista Los Colorados, Javier Álvarez; en junio de 1822 se creó la Comisión Pacificadora para llegar a un nuevo acuerdo con los Colorados; en agosto de 1822 el líder de los Colorados Javier Álvarez muere degollado y el 18 de septiembre de 1822 son fusilados 20 integrantes de las fuerzas guerrilleras realistas en el barrio el Carretero.

Entre las víctimas del grupo los Colorados se contaron los patriotas Miguel Pacheco, José Mora, Eugenio Barbosa, Juan de Dios Illera, Gabriel Quintero, Manuel Ibáñez, Bernardo Pacheco, Juan Pino y Jesús Posada.

Se destacan: Hipólito García fusilado en 1816, Don Miguel Pacheco despedazado por sus captores en su hacienda Pavés, delante de su familia (1819), Bernardo Pacheco y Juan Pino (ejecutados en 1819), Juan Salvador Chacón cuyo cadáver fue colgado en la horca y luego descuartizado (1819), Eugenio Barbosa, fusilado por los Colorados (1819), Gabriel Quintero, fusilado por los Colorados (1819). y Doña Agustina Ferro también fusilada por los Colorados (20 de enero de 1820).[10]

En la Convención de Ocaña, se enfrentaron fracciones santanderista y bolivariana, sin embargo ya existían planes de separación por parte de otros líderes, entre los principales proyectos que se discutieron durante este acontecimiento estaban la posibilidad de imponer una constitución vitalicia, pero también la de reformar la constitución de Cúcuta que podrían limitar el poder de los militares en el gobierno, la convención de Ocaña se convocó desde agosto de 1827, debido a muchos levantamientos regionales por inconformidad ante el absolutismo del gobierno central. Seguidores de Bolívar al no lograr el apoyo suficiente para su principal proyecto (la constitución vitalicia para la Gran Colombia) siguiendo instrucciones de su líder prefirieron retirarse, el 10 de junio de 1828 ya no había suficiente cantidad de representantes presentes para cualquier votación y tomar decisiones, días después Bolívar prefirió asumir la dictadura desde el 27 de agosto de 1828, quien desconoció la Constitución de Cúcuta por completo, luego se presentó el atentado contra su vida (25 de septiembre de 1828) y finalmente, la disolución de la Gran Colombia desde 1830.

Durante la guerra de los supremos (entre 1839 a 1842), conflicto que surgió por una protesta sobre una ley que expropiaba conventos con menos de ocho religiosos para escuelas públicas, la cual fue aprovechada por caudillos regionales ambiciosos de poder que querían ser máximos gobernantes, el gobierno central recuperó el 8 de septiembre de 1842 la ciudad de Ocaña y bajo el gobierno de Pedro Alcántara Herrán acompañado por el joven Jose Eusebio Caro,[11]​ después de ganadas algunas batallas entre ellas dirigidas con su aliado Tomás Cipriano de Mosquera y mutuas conversaciones con otros líderes sublevados (supremos) se logró dar por terminada la guerra el 29 de enero de 1842 en la ciudad de Ocaña, posteriormente Herrán marchó hacia Mompós quien llegó el 9 de febrero y luego a Sitionuevo, donde se expidió una amnistía general.

El 20 de mayo de 1849 es creada la Provincia de Ocaña y Pedro Alcántara Herrán es nombrado su primer gobernador, para 1851 Agustín Nuñez y para 1853 Diego Alejandro Jácome.

Bajo el gobierno de Jose Hilario López el 21 de mayo de 1851 se proclamó la libertad de los esclavos en la República de la Nueva Granada (nombre del país en la época), las leyes dictadas debían entrar en vigencia para el primero de enero de 1852, este hecho ocasionó la guerra civil colombiana en 1851 ocasionado por intereses comerciales y desacuerdos de terratenientes contra el gobierno[12]​. Entre el 6 y el 22 de diciembre de 1851 se construye en Ocaña el único monumento en Colombia que recuerda la Ley que dio libertad definitiva a los esclavos en todo el territorio nacional: la columna de la libertad de los esclavos[13]​, el monumento fue erigido por el gobernador Agustín Nuñez.

El 14 de febrero de 1857 durante la presidencia de Manuel María Mallarino Ibargüen, mediante decreto del Congreso la provincia de Ocaña es eliminada[14]​ y pasa a ser agregada a la provincia de Mompós.

El 13 de mayo de 1857 se crea el Estado soberano de Santander y días después por medio de la ley del 15 de junio de 1857 al nuevo estado le son agregados los Distritos de Aspasica, Brotaré, Buenavista, Cármen, Convención, La Cruz, Ocaña, Palma, Pueblo Nuevo, San Antonio, San Calixto, San Pedro y Teorama.[15]

Por medio de la ley del 25 de junio de 1859 el Estado Soberano de Santander decide llamar la antes provincia de Ocaña en departamento de Ocaña, con intenciones de dar mejoras en administración pública, este nombre se mantiene hasta el 6 de agosto de 1886, fecha en que se impone la constitución de 1886, la cual con una nueva política de carácter centralista desaparece los antes estados (política federalista) para convertirlos en departamentos y cambiando la estructura interna de los mismos por completo.[16]

El 21 de diciembre de 1862 es nombrado presidente del Estado Soberano de Santander el General de origen ocañero Pedro Quintero Jácome quien se mantuvo en el cargo hasta el 29 de julio e 1863.[17]

1876. "Algunos comerciantes de Ocaña y Bucaramanga repararon los vapores Barranquilla y Vengoechea y con los nombres de Santander y El Libertador, formaron una línea para navegar exclusivamente entre Bodega Central, cerca de la boca del Lebrija, Puerto Nacional y Barranquilla, dando transporte tanto al café, el cacao, los cueros y el azúcar de la cordillera de Ocaña y de los valles altos de Bucaramanga".[18]

El 9 de octubre de 1880 la Gobernación del Estado del Magdalena expide el Decreto No.148, "Por el cual asume el Estado el establecimiento de bodegas en su territorio y la administración y rentas de ellas". En su Artículo 2o., prescribe: "Mientras el poder ejecutivo pueda organizar la administración de dichos establecimientos en términos que satisfaga cumplidamente las exigencias del tráfico, procédase a celebrar contrato con la persona o compañía que haga mejores proposiciones para la construcción y administración de bodegas en los puntos de la Gloria, Puerto Nacional y Loma de Corredor" (La Nueva Era No. 50, 20 de agosto de 1887, p. 200).

Con base en el citado Decreto, el Estado del Magdalena suscribió un contrato con el señor Ramón B. Jimeno para construir la Bodega en Puerto Nacional. La cláusula 9a. del documento, indica que: "desde el día en que se abra el servicio del público la Bodega materia de este contrato, no será permitido a ninguna otra persona ni compañía el uso ni el establecimiento de otras bodegas en Puerto Nacional". Este monopolio del Estado del Magdalena produciría controversias y demandas ante el Estado, por parte de comerciantes ocañeros y de Barranquilla, quienes consideraron vulnerados sus derechos comerciales. Sobre el río Magdalena, operaban dos bodegas: Bodega Ocaña y Bodega Bolívar, esta última de don José María Valest, ubicada en la ribera occidental del Magdalena, frente a la Bodega Ocaña que estaba localizada en Gamarra.

Por medio de la constitución de Rionegro (1863) se había establecido un nuevo marco jurídico nacional bajo el nombre Estados Unidos de Colombia, las leyes de esa constitución eran fuertes en ideas federalistas, entre ellas más libertad en el comercio y separación del gobierno estatal de la iglesia[19]​, pero el gobierno de Rafael Nuñez en 1884 proponía la política de Regeneración, que incluía cambios a la constitución y que convertiría el gobierno en centralista[20]​, seguidores radicales se le opusieron de forma armada quienes fueron enfrentados por tropas del gobierno, El último enfrentamiento ocurrió en la región cuando el general Sergio Camargo sólo le quedaba una parte de las tropas del Estado soberano Santander y del Estado soberano de Boyacá, bajo del mando de los generales Soto y Siervo Santamaría que se había replegado hacia Ocaña y en El Salado pero fueron obligados a capitular en el sitio Los Guamos el 26 de agosto de 1885, Camargo al no ver más opciones se entregó pacíficamente y el ejército rebelde fue enviado de regreso a casa[21]​. Para noviembre de 1885 Nuñez convocó un congreso nacional de delegatarios[22]​ que luego expidió la constitución de 1886.

Las principales sociedades comerciales de Ocaña, comienzan con la iniciativa de don Manuel Roca Rincón, en 1863 quien, según el registro periodístico de La Nueva Era, No. 21 de 10 de octubre de 1886, era "Importador y exportador. Tiene de venta mercancías inglesas, francesas, americanas, españolas, sal, tabaco, &. &. Compra café, cueros, taguas, quina, anís. Vende y compra letras sobre Exterior y varias plazas del país". Cronológicamente, encontramos seguidamente, la sociedad comercial de José D. Jácome & Hnos., en 1864, "Importadores, exportadores y comisionistas. Compran y venden LETRAS sobre las principales plazas de Europa, New York, Cartagena y Barranquilla. Tienen de venta un surtido de mercancías Inglesas, Francesas, Alemanas, Españolas y Americanas, los acreditados Tabacos de Ambalema marca FN y del Carmen de Bolívar, marca JES" (La Nueva Era No. 21, 1886).

El 11 de julio de 1888 asume el cargo de gobernador del Departamento de Santander el ocañero Guillermo Quintero Calderon hasta el 19 de diciembre de 1890.

1888. Por propuesta del General Guillermo Quintero Calderón y el sacerdote Ramón Anaya y Rubio, la Asamblea Departamental de Santander presidida por el señor Santiago Rizo Lemus, expidió la ordenanza No 5 de 1888 creando el Colegio de Señoritas de Ocaña.[23]

El 25 de octubre de 1889, se inician las clases del Colegio de la Presentación, en Ocaña gracias a las gestiones de la Compañía Fundadora del Colegio de las Hermanas de la Caridad, sociedad anónima registrada legalmente el 14 de febrero de 1880. Esta Compañía estaba integrada por los señores Manuel Roca Rincón, Ricardo Rodríguez r., Ramón Anaya y Rubio, Pbro., José Domingo Jácome Monroy, Miguel A. Duque, Manuel Conde Ribón, Gregorio Quintero, Miguel A. Duque, Diego Alejandro Jácome, Manuel María Ujueta, y Juan Crisóstomo Pacheco. las gestiones para llevar a cabo esta obra fueron encomendadas a la firma Ribón & Corral, con sede en París, obteniéndose como resultado la sanción de la Ordenanza n.º 5 de 26 de julio de 1888, por la cual se creó el Colegio de Enseñanza Superior para señoritas en la ciudad de Ocaña.

La primera sede de este Colegio, fue un inmueble del municipio localizado en donde hoy se encuentra la Escuela de Bellas Artes; en 1890, se trasladó al convento de San Francisco y de allí, en épocas recientes, al barrio de la Primavera, con el establecimiento de este centro educativo, se mejoró ostensiblemente la educación de la mujer ocañera, la primera superiora de las Hermanas de la Caridad de Tours, fue la madre Soeur Marie Dosithée.

1893. La firma Escobar y Quintero establece la primera fábrica de jabón en Ocaña, denominada "La jabonería", que funcionó en el barrio de El Tejarito (Sánchez Rizo, Luis A.:1972).

Desde tiempo anticipado a la guerra civil de 1895 se estaban presentando levantamientos por abusos de poder en el gobierno, miembros del Partido Nacional que intentaban mantenerse en el poder, a través de medidas y estrategias que omitían el acceso de políticos de otros partidos al gobierno. Radicales del partido liberal convencidos que bajo esa situación nunca llegarían al gobierno por medio del sufragio, provocó enfrentamientos entre fuerzas guerrilleras no preparadas contra tropas del gobierno, el 18 de octubre de 1899, estalla en todo el territorio nacional la llamada Guerra de los Mil Días.[24]​ En Ocaña el levantamiento fue liderado por el Coronel Juan Francisco Garay, quien tomo sin resistencia a la ciudad de Ocaña y la población de Río de Oro (César). Posteriormente el General Justo L. Duran asumió la Jefatura Liberal de la región iniciándose una ofensiva en las riberas del Río Magdalena, Ábrego y otros enclaves donde estaban las tropas conservadoras.

El día 8 de junio de 1900 hacen su ingreso a la ciudad los Generales Rafael Uribe Uribe, Benjamín Herrera, Gabriel Vargas Santos y Foción Soto, entran a Ocaña desde Los Ángeles (César), por la trocha de Torcoroma (Pueblo Nuevo), después de haber sido derrotados en la Batalla de Palonegro. La permanencia de los Liberales en Ocaña es breve centrándose los enfrentamientos en Ocaña y El Carmen, uno de los personajes que intentó formar parte de las fuerzas liberales fue Adolfo Milanés, pero esa posibilidad no llegó a realizarse.

La fuerza conservadora, gobiernista, estaba comandada en los departamentos de Santander y Magdalena, por el General Manuel Casabianca. En Ocaña, una vez recuperada la plaza por los conservadores, es nombrado como Jefe Civil y Militar de la provincia, el General Ignacio S. Hoyos (Comandante en Jefe de la División Ocaña) y como Jefe Civil y Militar de Ocaña, Justiniano J. Páez.[25]​ El fin de la Guerra de los Mil Días se logró a través de acuerdos mutuos firmados entre la hacienda Neerlandia (cercanías de Ciénaga y el acorazado SS Winconsin, el Tratado de paz definitivo se firmó el 21 de noviembre de 1902.

En 1908, se expide la Ley 1 de 5 de agosto creando el Departamento de Cúcuta, que incluían las provincias de Cúcuta, Ocaña, La Palma, San Calixto, San Pedro, Teorama y El Carmen, el cual perduró hasta el 1 de enero de 1910, sin embargo Pamplona solicitó su anexión al nuevo departamento, mientras que Gamarra, Río de Oro y González (pertenecientes a El Carmen) pidieron su anexión a Bucaramanga.

El 14 de julio de 1910 se expidió la Ley 25 creando el Departamento Norte de Santander, denominación que fue propuesta por los generales Guillermo Quintero Calderón y Gabriel Vargas Santos.[26]

En 1923 se aprobó la ley que daba instrucciones la construcción del Cable Aéreo desde Gamarra-Ocaña con intenciones que tuviera alcance hasta Cúcuta, la inauguración se llevó a cabo el 7 de agosto de 1929.[27]

Para 1930 se daban los primeros enfrentamientos por el conflicto de La Violencia, la hegemonía conservadora se daba por terminada cuando el presidente Olaya Herrera candidato liberal llegaba a la presidencia, se dieron a mostrar revueltas por partes de algunos seguidores del partido conservador que se negaban a aceptar como presidente a un miembro de un partido político distinto, seguidores políticos por ambos partidos tomaron las armas y se agruparon, eso trajo consecuencias que ocasionó que parte de la población prefiriera ciudades que consideraran más seguras, considerando que los forajidos y seguidores de opositores se metían a las fincas a robar y violaban las hijas de los hacendados, hubo muertos y familias cedieron a la decisión de emigrar.[28]​ Además entraba en operar la carretera central norte, hecho que afectó que mucho comercio que se realizaba haciendo contacto con puerto en el Lago de Maracaibo por Venezuela comenzara a reducir gradualmente.

La economía ocañera para 1936, se centra fundamentalmente en el comercio con la Costa Atlántica, a donde se comercializaban principalmente café y cebolla. Igualmente, se enviaban productos como ajos, pieles, lazos, alpargatas de suela y de fique. Sombreros de paja, conservas, borraja, cebada, anís, achicoria, entre otros. Para este año, existían las siguientes fábricas: Fábricas de jabón (4), Fábricas de gaseosas (2), Fábricas de velas (2), Fábricas de cigarros (1), Fábrica de licores del departamento (1), Fábrica de sacos y alfombras de fique (1).

A partir de 1943, se inicia la transformación urbana de la ciudad a raíz de invasiones que modifican el esquema ortogonal inicial, dando como resultado la ciudad que vemos hoy, mezcla de arquitectura colonial, republicana y moderna. Por su parte, la actividad empresarial y de comercio en la región de Ocaña, tuvo un importante desarrollo durante las últimas décadas del siglo XIX y comienzos del siglo XX. Esta circunstancia fue favorecida por las políticas librecambistas imperantes en la época, que permitieron, incluso, la designación de agentes consulares de Italia, con don José Lébolo y de Alemania, con don W. Brokate.

Para 1879 se habían iniciado las festividades de la panela en Convención, de acuerdo con los datos históricos recogidos por el historiador y periodista Olger García Velásquez, quien a propósito de este certamen popular, nos dice: "…hasta donde he podido indagar en viejos infolios - se inició en 1879, cuando se celebró el cincuentenario de la fundación de Convención y todo se circunscribía a la corrida de toros como punto central del programa. Dicha corraleja se verificó hasta 1900 en la plaza principal; luego, y hasta 1925, pasó al barrio El Tamaco -como lo señalan periódicos de la época - cuando aun el barrio no estaba urbanizado como lo vemos ahora, vino una época de suspensión, cuando la violencia política arreciaba y era imposible su continuación. En 1960 la corraleja fue trasladada para una planada, donde en 1962 y con ocasión de la llegada de la Alianza para el Progreso, programa del presidente John Fitzgerald Kennedy, se construyó la Escuela Kennedy, lo que obligó al traslado de la fiesta y su corraleja para el barrio La Plazuela (Convención se viste de fiesta: 46.º Festival de la Panela. En La Opinión, Cúcuta, 22 de julio de 2008, p. 3ª).

El bipartidismo se prolonga en Ocaña hasta la década de 1960, cuando aparecen corrientes de izquierda, a raíz de la influencia de la Revolución Cubana, sucesos ocurridos en mayo de 1968 en Francia, y el ideario del sacerdote Camilo Torres que tuvo una fuerte influencia sobre las juventudes de la región, especialmente sobre estudiantes del Colegio Nacional de José Eusebio Caro.

Hizo una importante aparición en materia político-ideológica, los movimientos políticos de la ANAPO y del MRL, que actúan aprovechando espacios obtenidos en Bogotá y otras capitales departamentales, estos movimientos tuvieron participación en la primera invasión a tierras urbanas de Ocaña, en 1963.[29]

Durante del gobierno del general Pedro Nel Ospina, el Congreso de Colombia mediante Ley 69 de 1923, ordenó la construcción de un cable aéreo entre Cúcuta y el río Magdalena con el Puerto de Gamarra, después de haber fracasado varios proyectos carreteables y férreos para unir la capital nortesantandereana con la principal arteria fluvial del país. Dificultades presupuestales y políticas hicieron que la obra sólo se terminara entre Gamarra y Ocaña, la obra se financiaría con un aporte nacional proveniente de la indemnización que el gobierno de Estados Unidos pagó a Colombia por el Canal de Panamá,[30]

La inauguración oficial del Cable Aéreo se llevó a cabo el 7 de agosto de 1929, con asistencia de la dirigencia política de Norte de Santander y el departamento del Magdalena, representantes del Congreso y las autoridades eclesiásticas de la Diócesis de Santa Marta, la Prefectura de la provincia y la Alcaldía de Ocaña, así como delegados del Concejo Municipal y de alcaldes de la región.

Con relación a esta obra de ingeniería, el historiador Justiniano J. Páez, en Monografía de Ocaña, publicada en la Guía de Turismo del departamento Norte de Santander, en 1934, hace las siguientes anotaciones:

"El doctor González Concha, Miembro de la Comisión de Ingenieros para el estudio del trazado, dijo al Ministro Doctor Villegas: "Trayecto recorrido presenta tipo clásico para instalación Cable, especialmente cordillera". Entrevistado por un repórter de la prensa local, se expresó así: "Las rugosidades de la cordillera que, como usted puede verlo, son muchas y muy fuertes, hacen que las carreteras y los ferrocarriles tengan que apelar a grandes desarrollos, fuertes pendientes, etc., que aumentan el trayecto por recorrer y por lo tanto el costo inicial, el de conservación y los fletes; estas rugosidades vienen a convertirse, al tratarse de un sistema de transporte como el Cable, en elementos de economía y en auxiliares de la instalación. Si me entusiasmó la idea del doctor Villegas antes de haber visto con mis propios ojos esta Sección de Santander, al verla me he convencido de que el Cable es el único que en las actuales circunstancias pueda luchar con éxito a favor del desarrollo comercial de estas Provincias".

"Terminado el trazado y los perfiles, el Ministerio ordenó inmediatamente la construcción del Cable Aéreo, en 1925, bajo la hábil dirección del sabio ingeniero inglés Mr. James F. Lindsay, cuya grata memoria quedó vinculada a una obra de tanta trascendencia. Notorio como fue el interés que se tomó el doctor Villegas por la realización del Cable, la Municipalidad se apresuró a dejar constancia de su gratitud al progresista Ministro de O.P., expidiendo el Acuerdo número 20 del 30 de julio de 1924, aprobado por el señor Gobernador, por el cual se dispuso que la calle 10 de la ciudad de Ocaña se denominaría en lo sucesivo "Calle Aquilino Villegas".

A la Avenida de "San Agustín" se le puso el mismo nombre como que ella empalma con la aludida calle diez, y por proposición aprobada con fecha del 17 de marzo de 1925 se dispuso señalar el día 22 de dicho mes, a la hora que lo determinara la Junta Patriótica, para la inauguración de la Avenida y de la calle "Aquilino Villegas", a quien se le dio cuenta del hecho con el siguiente telegrama: "Presidencia Concejo Municipal.-Ocaña, marzo de 1925.- Ministro de Obras Públicas.-Bogotá- Honor comunicarle, Concejo, acuerdo Junta Patriótica, esta ciudad, dispuso solemne inauguración "Avenida Aquilino Villegas" para domingo 22 corrientes.

Tributa así homenaje gratitud Su Señoría por su actuación beneficio Santanderes, al ver efectiva iniciación trabajos Cable. Hácese extensivo nuestro reconocimiento Excelentísimo General Ospina por noble empeño tomado redención económica esta Sección. Servidor Justiniano J. Páez". El doctor Villegas correspondió de la siguiente manera:

"Bogotá, 21 de marzo de 1925.- Oficial.- Urgente.- Presidente Consejo (sic) Municipal- Ocaña. Festividad prepárase, págame de sobra muchos dolores y fatigas. En espíritu estaré con ustedes agradeciéndoles honra inmerecida dispensan mi humilde nombre que es el de un hombre apenas de buena voluntad. Excelentísimo Presidente recomiéndame darles las gracias por sus benévolas palabras. Agradecido servidor, Aquilino Villegas".

El 7 de agosto de 1929 se inauguró oficialmente el servicio del Cable Aéreo, en el primer sector Gamarra-Ocaña, el cual mide 46.910 metros. En pocas horas se trasladó desde Santa Marta a Ocaña, el día 6 en avión, el Ilmo. Señor Obispo doctor Joaquín García Benítez, a quien correspondía la bendición de esta obra. En tren expreso, el Cable condujo al Prelado a la ciudad. A las nueve de la mañana del día siete (7) se sucedió la solemne inauguración del Cable, mediante la celebración de los actos señalados en el programa, comenzando por una misa campal, en que fue Preste el M.I. Vicario General, doctor Daniel Sánchez Chica, con asistencia del Prelado y del clero de la Vicaría foránea. El Ilmo. Doctor García Benítez pronunció la oración laudatoria de la obra, en la que hizo el elogio del Director Técnico de ella, Mr. James F. Lindsay, sabio ingeniero inglés, a cuyos esfuerzos y conocimientos se debe el feliz éxito de la magna Empresa, dejando plenamente satisfechas las aspiraciones del Gobierno y del público en general.

Huelga decir que el discurso del Prelado fue larga y vivamente ovacionado. Ocuparon en seguida la tribuna, don Carlos Daniel Lemus; y por designación del Cámara de Representantes y en comisión de los demás delegados de esta entidad, don Alejo Amaya Villamil, por comisión especial de la Asamblea Departamental y en nombre de sus colegas de delegación, el doctor Roberto Delgado A.; don Arturo Bueno, diputado y delegado. Mr. Lindsay fue condecorado por la Junta de festejos con una medalla de oro, que le entregó don Carlos Daniel Lemus en el acto.

"Asistieron a la inauguración las siguientes representaciones: Por la H. Asamblea Departamental, el doctor Roberto Delgado, don Arturo Bueno y don Francisco A. Yáñez; por la H. Cámara del Senado, don Luis F. Roca Niz, doctor Gabriel Rojas Espinosa y don Francisco A. Duque Hoyos; por la H. Cámara de Representantes, el Presbítero doctor Manuel Benjamín Pacheco, don Alejo Amaya Villamil y el general Emilio Rodríguez Lemus; por el señor Gobernador del Magdalena, y de la vecina Provincia del Sur del Magdalena, don Rafael María Sánchez; por el señor Gobernador del Norte de Santander, el señor general Arturo Rodríguez Carriazo, Prefecto de la Provincia. Por el municipio de Convención, don Rubén Sánchez N.; por el municipio de Teorama, don Francisco A. Gómez Duque y don David García; por el Carmen, (N. de S.), don Fabio S. Lemus.

"Varios carros alegóricos entre los que descollaron por el gusto artístico las Carrozas de los Choferes y de "La República", las que exhibieron las tradicionales gracias de la belleza femenina, recorrieron en paseo cívico las calles de la población, durante dos horas, en medio de los acordes de la música.

"Como complemento del entusiasta festival, se inauguró el día 8 del mismo mes, el primer sector de la "Carretera de los Pueblos", comprendido entre Ocaña y el caserío de "Aguas Claras" y que mide 13 kilómetros. Esta carretera es la que debe comunicar a Ocaña con los municipios de Convención y Teorama. Treinta y cinco automóviles condujeron al expresado caserío a las damas y a los caballeros que constituían las diferentes delegaciones de que se ha hablado; y en esta fecha más de mil personas tomaron pasaje gratis en el Cable para el puerto de Gamarra, por disposición de la Junta.

"Un suntuoso baile, en los salones del "Club Ocaña", terminó estos cultos festivales".

El Cable, cuya duración fue de cerca de 20 años aproximadamente, reemplazó los difíciles caminos de herradura y el transporte mular por modernas vagonetas de carga y pasajeros que se desplazaban a una velocidad de 7 kilómetros por hora, con lo cual se acortaron considerablemente las distancias de viaje entre Ocaña y el puerto de Gamarra.

El responsable de esta prodigiosa obra, fue el ingeniero James F. Lindsay, oriundo de Nueva Zelanda (Reino Unido), y el primer gerente, don Gabriel Sanín Villa.

El Cable medía 47 km, dividido en 6 secciones que abarcaban los hoy municipios de Gamarra, Aguachica, Río de Oro y Ocaña. Tenía 204 torres que variaban entre 3,6 y 65 metros de altura. El cable - vía tenía una circunferencia de 4" inglesas y una resistencia contra fractura de 68, 3 toneladas inglesas. Su capacidad transportadora fue de 20 toneladas en cada dirección, por hora, es decir, 400 toneladas por día, con un funcionamiento de 10 horas diarias.

La terminación de la carretera Ocaña - Gamarra fue, entre otros, factor decisivo para que el Cable Aéreo perdiera su importancia como medio de transporte óptimo.

En 1948, el Congreso de la República dispuso que los activos del Cable pasaran a los municipios por los cuales pasaba el transporte, dando con ello lugar a su desmantelamiento definitivo.

Esta organización surgió en 1894 como una solución de tipo económico-social,[32]​ en vista que seguía a la necesidad de la dirigencia social, política y económica dominante, darle mayor posibilidades y organización a la actividad comercial de la ciudad y la región. Con base en eso, comenzó a circular, a partir del 1 de octubre de 1895, el periódico Revista Mercantil como herramienta del Club Ocaña, a través de la cual se informaba permanentemente sobre disposiciones legales en materia económica, cambios de moneda extranjera (dólares, francos, libras esterlinas), precios de productos, fletes, ofertas, peajes y pontazgos, importaciones, exportaciones, listado de comerciantes y comisionistas, vías, y noticias, en general. Fueron fundadores del Club Ocaña, las siguientes personas:

Alejo Amaya M., Jesus Conde, Cupertino Álvarez B., Vicente Arévalo, Francisco Aycardi, W. Brokate, Federico Brokate, Guillermo A. Badillo, Alejo Conde, Manuel Conde Ribón, Juan F. Carvajalino, Sixto Carvajalino, Aurelio Carvajalino, Pedro Cabrales, Pedro Cerruti C., José Antonio Conde, José de Jesús Conde, Lisandro Caballero, Ernesto Conde, Manuel María de la Rosa, Jenaro de la Peña, Emilio A. Escobar, Hemel Flores L., Rafael A. Flores, José R. Flores, Juan Ferrero G., Manuel García Padilla, Carlos Garbiras F., Francisco Antonio Gómez D., Isaac García Padilla, Ignacio S. Hoyos, Víctor Hoyos, Felipe Heineken, Luís Jácome, Samuel Jácome, José Domingo Jácome Monroy, José A. Jácome M., José Antonio Jácome Niz, Julio R. Jácome Niz, Manuel N. Lobo, José Lébolo, Antonio Lébolo, Federico Lébolo, Isamael R. Lobo, Octavio Lobo, José de J. Lobo G., Miguel S. Lemus, Samuel J. Lemus, Miguel A. Lobo V.,

Además, Joaquín S. Lemus, Manuel María Lemus, Gabriel Lobo, Marco Aurelio Lobo, Eduardo Meyer, Félix A. Merlano, Alcibades Mujica, Juan F. O´Brien, Manuel Benjamín Pacheco, Pedro Payares L., César Paba, Daniel J. Pacheco, Manuel María Pacheco, Rafael Pacheco, Gabriel Pineda L., Francisco Pineda L., Juan B. Paba, Elías Quintero, Miguel R. Quin, Manuel Roca Rincón, Rafael María Rizo, Santiago Rizo L., Atanasio Roca C., Juan Manuel Roca G., Eduardo Roca G., Carlos D. Roca N., Luís F. Roca N., Francisco Ruiz G., Julio G. Roca, Eduardo Silva L., Agustín J. Sánchez, W. Strieck, Juan B. Tovar, Eduardo Tovar C., David Vila.

Para atender los diferentes frentes de trabajo que comenzó a generar el Club, se crearon Comités de publicidad, de finanzas, etc., que dieron a este centro una sólida organización, gracias a la cual fue posible dirigir el comercio, la política, las obras públicas y la cultura locales.

Ocaña se encuentra sobre la cordillera oriental andina. La rodean montañas que alcanzan los 2600 msnm. La ciudad de Ocaña cuenta con un área total de 672.27 km², de los cuales 6.96 corresponden al área urbana y 620.76 corresponden al área rural.

Esta ciudad se encuentra entre los límites de Norte de Santander y Cesar, punto de encuentro estratégico de muchas personas que transitan por el Cesar y ambos santanderes, entre ellos Bumangueses y Cucuteños con rumbos terrestres hacia la costa Caribe colombiana . El área donde se encuentra Ocaña, se denomina Provincia de Ocaña, la cual tiene un área de 8.602 km² con una altitud mínima de 761 msnm.

Su distancia hacia la ciudad de Cúcuta, capital del departamentto del Norte de Santander es de 218 kilómetros y a 299 Kilómetros de la ciudad de Bucaramanga departamento de Santander. Ocaña limita al norte por el norte con los municipios de Gónzales, Río de Oro y San Martín, municipios que forman parte del departamento del departamento del Cesar, por el oriente con los municipios de San Calixto, La Playa y Ábrego, mientras que por el sur con el municipio de Ábrego.

La temperatura promedio de Ocaña es de 22 °C. Piso térmico templado, con una temperatura no menor a los 8 °C y no mayores a los 30 °C. Precipitaciones entre los 1.000 y 2.000 mm anuales, las lluvias durante el primer semestre son escasas, los veranos pueden son cortos y pueden mostrarse días con nubosidad. Los meses de lluvia son, agosto, septiembre, octubre y noviembre, este último es aprovechado para los cultivos semestrales.

La ciudad de Ocaña cuenta con un relieve muy variado, en su casco urbano se puede observar el terreno montañoso y la escasez de planicies. En sus alrededores se hallan grandes montañas que impiden su expansión urbana, sin embargo, la ciudad no ha dejado de crecer en los últimos años, hallándose hoy en día varios barrios en grandes cerros, cómo la Santa Cruz, Cristo Rey y el Hatillo.

El territorio Norte de Santander está constituido por un terreno muy quebrado, en el cual, si bien predominan las altitudes medias, no faltan al sur y al oeste las grandes alturas con vegetación paramuna.

Este relieve contrasta al noreste con una franja enllanada, dividida desigualmente por una Línea de lomas que se extiende más allá de la frontera internacional.

La Provincia de Ocaña, que por lo general está formado por rocas ígneas encierra zonas metamórficas a manera de caña que se introduce en el occidente desde el sur del municipio hasta Convención. Alrededor de la ciudad existen rocas granitoides gruesas con isleos intercalados de feldespatos, cuyos elementos han sido muy descompuestos por la erosión. Cubren el terreno formando una depresión extendida especialmente de La Floresta a Ábrego. La depresión se halla rodeada de formaciones porfídeas (materiales eruptivos paleozóicos, muy cuartozos) más duras que las rocas del fondo.

La particularidad de que los estratos cretáceos y metamórficos que cubren el flanco del cordón orográfico de Ocaña por la vertiente del río Magdalena se encuentran levantados y adosados a este relieve andino con buzamiento al occidente, prueban claramente que se elevó un núcleo ígneo con la consiguiente reapertura y resquebrajamiento de la cubierta cretácea, con lo cual los estratos superiores pudieron ser barridos fácilmente por la acción de los agentes atmosféricos y de las aguas corrientes. Esto explica por qué se desgastan más las rocas granitoideas que las porfídeas por lo cual la erosión ha podido ser más eficaz en la zona de la hoya de Ocaña.

Esta es una depresión meseta alargada en la cual se recogen las aguas altas del Catatumbo. Le son característicos sus fondos cortados por la erosión en cuchillas enormes de cantos blancuzcos rodeados de relieve, que escalonan sus cumbreras rojizas como si fuera el resultado de una erosión general en tiempos geológicos en que el macizo se hallaba menos realzado. La falta de árboles y el predominio del pajonal lo ponen al descubierto.

La depresión de Ocaña se alarga hacia el sur aproximadamente por 3 kilómetros hasta Ábrego, aunque dividida en compartimentos. Las mismas rocas ígneas granitoideas constituyen el fondo de la depresión y la base de la vertiente, la cual presenta formaciones esquistosas en las alturas, con lo que resultan propicias al cultivo, especialmente de la cebolla que es el más importante producto agrícola de la región.

Como alturas de relativa importancia encontramos el Agua de la Virgen, Pueblo Nuevo. Buena Vista, y el Alto de los Patios.

El suelo ocañero está regado por afluentes del Río Catatumbo, entre ellos el algodonal, pero en su sector urbano por el Río Tejo y por varias quebradas.

El Catatumbo: nace con el nombre de Oroque, en la serranía de Jurisdicciones, en una rama de la Cordillera Oriental del municipio de Ábrego en una finca llamada antiguamente "Muela de Perro", hoy denominada "La María" donde está la laguna "Pan de Azúcar" de la que parte. dos corrientes, la oriental llamada de "Las Doradillas" que se convierte e el Río Oroque y la occidental o de "Las Chorreras", que da vida al Río Frío.

Ambas descienden por vertientes abruptas con rumbo sur-norte. Antes de Ábrego, en las veredas del "Otro Lado" y Soltadero" se unen las dos vertientes tomando el nombre de río de "Los Carates" que al recibir las aguas de la quebrada de "Los Pozos" recibe el nombre de Algodonal para atravesar la Llanada de Abrión, pasa por el boquerón de Angostura, precipita en la depresión de Ocaña donde recibe al río Tejo; cambia su rumbo hacia el noroeste y sigue bordeando las faldas de la sierra de Teorama, el nombre de algodonal lo conserva hasta el puente del carreteable que une los municipios de Teorama y San Calixto. Continúa para recibir más adelante la quebrada del Banco unida a la Búrbura; sigue su curso nordeste hasta recibir la quebrada Tiradera o Cartagena, y allí describe un arco en cuyo fin recoge las aguas del Tarra: después de esta afluencia el Catatumbo toma dirección Norte y describe otra gran curva hasta recibir las aguas del río San Miguelito y traza otro arco nuándrico hasta la desembocadura del Río de Oro, luego de lo cual penetra en territorio venezolano y vierte finalmente sus aguas al lago de Maracaibo.

Tiene una longitud de 45 km desde su nacimiento hasta su desembocadura. Como Algodonal tiene una longitud de 40 kilómetros.

El Río Tejo. De seis y media leguas de largo, 20 km, recoge todas las aguas de la depresión ocañera e irriga el municipio. Durante varios siglos fue la principal fuente de agua potable de los ocañeros.

Las quebradas son numerosas pero por lo general se secan en determinadas épocas del año. Son de relativa Importancia: La Cagona que también se denomina del Mal Nombre o del Enol porque recibe las aguas negras de Ocaña, desemboca en el Río Chiquito, con extensión de 4 km; también de aguas negras, que rinde su caudal al río Tejo. (Actualmente varias de ellas canalizadas). La quebrada del Estanco que forma en su recorrido una serie de cañones angostos que no permite que sus aguas sean utilizadas para la agricultura. La Quebrada de Venadillo con extensión de 5 km, La de La Vaca con 3 km y La Quebrada Seca con 2 km .

La región de Ocaña estaba habitada por indios Karib, cuyo número, por la pobreza del suelo y un estudio sobre las encomiendas y repartimientos de la región. no debía pasar de 10.000. Los negros que llegaron a esta zona fueron aproximadamente 200 a principios del siglo XVIII. En la época de la independencia se contaban aproximadamente 300 representantes mulatos y cuarterones.

La blendificación de la zona ocañera ha sido de las más completas de la República; los negros fueron totalmente absorbidos, los indios lo fueron igualmente, y aunque en algunas zonas puede apreciarse algo el mestizaje, en la mayoría de la provincia predomina el rasgo hispano. En zonas como las de Ábrego y La Playa de Belén, existe profusión de representantes de la raza caucásica de la zona aria. La tradición narra que es producto de las incursiones que en 1531 hiciera el alemán Ambrosio Alfinger.

Según estudio de algunos cronistas, podemos deducir que la provincia de Ocaña fue poblada en un comienzo por castellanos y navarros con un porcentaje menor de extremeños-andaluces. Sucesivamente afluyeron a Ocaña gentes de Castilla la Nueva y Ponentinos lo que hizo variar la composición hasta dejarla en 40% extremeño-andaluz; 40% navarro-castellano o simplemente castellano; y 20% ponentino. Estos pobladores eran por lo general campesinos y su problema fundamental fue el enfrentamiento. Los motilones para poder conservarse emigraron hacia el norte y se Internaron en la selva, dejando paulatinamente sus tierras que fueron aprovechadas por los colonos españoles."

Actualmente Ocaña tiene como actividades económicas fundamentales la agricultura, la ganadería, el comercio, la pequeña industria, el turismo y la minería, con explotación de plata, cobre, hierro, El turismo es más promovido principalmente por ocañeros que terminaron trasladandose a otras regiones, la ciudad es muy visitada durante las festividades locales, el 64.2% del total de la actividad corresponde al comercio, el 22.8% al sector servicios y el 1.8% a la industria. Es un punto inicial para la comercialización de productos obtenidos en la región occidental del Norte de Santander o Provincia de Ocaña y además parte del sur del Cesar, en cuanto a la compra y venta de productos finales provenientes de la producción rural incluso también la distribución de productos manufacturados a través de agencias para el consumo. La subregión occidental del Norte de Santander es un gran productor agrícola se destaca en productos tales como: tabaco, aguacate, cebolla roja, piña, tomate chonto, pimentón, pepino, frijol rojo o Zaragoza, caña, panela, frutas y verduras.

Sector Primario.[33]

Producción agrícola: Este sistema de producción predomina en zonas de tierras quebradas a planas, precipitaciones entre 800 y 2500 mm anuales, el uso del suelo se encuentra bajo agricultura intensiva en especial cebolla Ocañera en relevo con fríjol rojo y/o rotación con tomate chonto, que representan el 94.30% del área sembrada; Otro tipo de utilización lo constituye pequeñas áreas de cultivos permanentes de café, frutales y pastos, y semipermanentes de caña, piña, plátano y yuca.

Producción Pecuaria (Ganadería): La explotación ganadera en el municipio de Ocaña es de tipo extensivo no tecnificada. Actualmente existe una población de 5.492 de cabezas en la cual se estima que un 70 % corresponde al sistema de doble propósito.

Avicultura: La avicultura es una actividad importante en el municipio. De acuerdo con cifras de la URPA, la población avícola actual es de 100.000 aves de los cuales el 60% corresponde a aves de postura y reproducción y el 40% a pollos de engorde. Esta actividad se concentra principalmente en el corregimiento de Venadillo, las veredas Guayabal, Aguas Claras y la Rinconada.

Piscicultura: En la actualidad se esta implementando el cultivo de las especies de mojarra roja, cachama, carpa y bocachico en forma intensiva a través de la oficina de la UMATA, sirviendo de puente con la Comunidad para la compra y la Asistencia Técnica para la producción.

Es un ciudad con personas en su mayoría devotas de la Virgen De Torcoroma, que tiene su santuario catalogado como monumento nacional por el gobierno colombiano, venerado por fieles creyentes y admirado por turistas.

A continuación vemos un listado con lugares religiosos orientados al catolicismo pero con una importancia de carácter histórico, cada una de ellas han sido escenarios de una historia o tienen una leyenda de mucho interés popular.

La población de Ocaña cuenta con varias historias entre su cultura y tradiciones populares, entre las más conocidas están las siguientes:

También se refieren a él como el "jinete negro" porque según comentarios populares lo han visto montando a caballo, la leyenda cuenta que un día, atacadas las sobrinas de este personaje por una mortal enfermedad y sin posibilidad de cura en la hacienda de San Roque, el encomendero, desesperado tomó cabalgaduras y viajó hasta Ocaña donde se postró ante la puerta de la capilla de Santa Rita, abogada de imposibles, solicitándo una cura para sus amadas niñas. Hizo en sus oraciones una promesa a la santa (algo de lo cual no nos hablan viejos cronistas) a cambio que las jovencitas superaran su mala salud. Al llegar nuevamente a la hacienda, las sobrinas estaban completamente sanas. Pasaron los años, Don Antón García envejeció y murió sin haber cumplido la promesa hecha a Santa Rita. Desde entonces, según la leyenda, el encomendero vaga impenitente por las rutas del sur del Cesar y Ocaña, en especial por la “bajada de Santa Rita” y la “Calle del Embudo”, en busca de consuelo para su alma atormentada.[37]

La leyenda habla de una imagen milagrosa en piedra, descubierta en 1846 por una trabajadora humilde en el sitio donde hoy está la parroquia con el mismo nombre, la piedra fue esculpiéndose por sí misma, pasado el tiempo toma más relieve donde logra verse la imagen de Jesús entre grifos y cadenas.[38]

La Virgen de Torcoroma se apareció el 15 de agosto de 1711 en el bosque donde hoy queda el Santuario Agua de la Virgen, en el tronco de un árbol que cortaron los hombres de la familia Melo que sobre un árbol talado ya en el suelo, comenzaron a tallar allí mismo una "canoa" y poco a poco de dar los primeros hachazos, salió una luz y era la "imagen de María Santísima la virgen de la Concepción", de medio relieve.[39]

Esta historia se remonta a finales del siglo XVII, trata de una bella joven hechicera de la tribu indígena Búrbura, que no pasaba de los 26 años, y su cuerpo era esbelto y su porte gentil, pese a su evidente condición de campesina, que hacia parte de un grupo de hechiceras, entre las cuales se encontraba María Antonia Mandona, María Pérez, María de la Mora y María del Carmen, cuya labor consistía en la preparación de brebajes compuestos por mezclas entre raíces y flores de plantas extrañas, reptiles inmundos y cierta clase de animales agoreros, con los cuales curaban enfermedades, procuraban el amor y otra suerte de sortilegios propios de la hechicería nativa.[40]

Las actividades de estas mujeres llegaron por fin a oídos de las autoridades españolas, que no vacilaron en proceder a la detención de esas magas. María Mandona jefe y directora "del endiablado elenco”, fue ejecutada en presencia de sus compañeras. Tiempo después, era detenida Leonelda Hernández por la Inquisición, acusada de “sus prácticas de hechicería y tener amenazados a todos los pueblos circunvecinos de convertirlos, un día cualquiera, en infectas lagunas de aguas letales”, además habitantes de Burgama y Borbotare (Brotaré u Otaré), encontraron motivos para encontrarse sublevados contra los españoles por los hechos ocurridos a Mandona y Leonela. La rebelde hechicera es conducida a Ocaña, de gala en ese instante debido a la llegada del prelado Liñán de Cisneros. En vista de este acontecimiento, sus captores deciden ejecutar a Leonelda en el siniestro Cerro de la Horca. Ya casi a punto de cumplirse el infeliz destino, la joven lanza un imponente grito: " ¡Aquí los Búrburas!", Leonelda en ese momento tenía una rama en sus manos y tomado por el cuello a uno de sus verdugos.

Como llamados ante un conjuro misterioso, brotaron de todas partes los indómitos nativos, que después de saetear a la soldadesca y colgar a su jefe, parten con Leonelda hacia sus reductos inexpugnables. Se presentó un asalto ápido y con una venganza atroz, los indígenas destrozaron a la guardia y colgaron de la horca al capataz.[41]​ Desde ese momento decidieron vengarse de los inquisidores con fuertes maldiciones. Años después, las mujeres fueron muriendo por diversos momentos, los pobladores comentan que Leonelda aún vaga en el Cerro de la Horca asechando a todos los hombres que tienen malas intenciones con las mujeres.[40]

Está ubicado dentro del Complejo Histórico de la Gran Convención, arquitectura institucional religiosa de la colonia, construido entre 1583 y 1584. Sus salones fueron antiguas celdas del Convento franciscano que funcionó allí hasta mediados del siglo XIX. luego pasó a ser Colegio oficial, manteniendo esta característica durante toda la segunda mitad del siglo XIX y hasta la década de 1990, en el siglo XX, cuando se establecieron las instituciones prescritas en la Ley 10 de 1977, incluido el Museo de la Gran Convención. En este lugar entre el 9 abril y 10 de junio de 1828 llegó a realizarse la Convención de Ocaña donde se reunieron representantes de varias regiones de la antes llamada Gran Colombia, para cambios legislativos y admnistrativos en el gobierno gubernamental de la época.

Actualmente allí funciona la Academia de Historia de Ocaña, el museo de la Gran Convención y la Biblioteca Pública "Luís Eduardo Páez Courvel".

Casona de dos plantas de arquitectura civil y urbana del siglo XVII. Ubicada entre las calles 10 y 11 con Carrera 15; tradicionalmente, se atribuye su propiedad al encomendero Don Antón García de Bonilla. Su estructura corresponde a la época de la colonia con paredes en tapia pisada; cubierta de madera, caña brava y teja española; declarado como bien de Interés Cultural de Carácter Departamental.

Cuenta con siete salas, donde se encuentran la sala de personajes, de arte religioso, de vida cotidiana XIX, Siglos XIX y XX, época prehispánica y exposiciones temporales. El museo cuenta con 226,6 m².para el área de exposición; 135 objetos exhibidos y 89 en bodega. Ofrece visitas guiadas para grupos, Biblioteca especializada en historia y asesorías en materia cultural, turística e histórica, en horarios de martes a sábado: 8:30 A.M. a 12:30 P.M. y 2:30 a 6:30 P.M.

La gastronomía ocañera tiene platos tradicionales de origen campesino, comenzando por la arepa de esta región, las arepas ocañeras asadas suelen ser acompañadas con mantequilla y queso u otras adiciones al gusto del consumidor entre ellas chorizo, aguacate o huevos revueltos con otros ingredientes de libre selección, también figuran de esta región las cebollitas picantes, un producto muy usado y de preferencia para acompañar carnes asadas; la culinaria ocañera también tiene los sancochos, los tamales con relleno de carne, cerdo o pollo, el pan selecto ocañero tiene un estilo único y es un producto muy buscado, buen complemento con café o chocolate en desayunos o cenas; hay dulces tradicionales o fresas con crema son postres recurrentes entre visitantes, ya como plato más escaso se puede encontrar la sopa de frijol biyorro o fríjol castilla, una especie de color blanco no tan abundante, también hay productos que suelen conseguirse sólo por temporadas, entre ellos la barbatusca, una flor usada como condimento, además hay una fruta propia del sector cercana a la familia de la ciruela, esta es la cocota.

Es muy frecuente encontrar como adiciones a un almuerzo el aguacate, las cebollitas ocañeras (las corrientes son cebollas rojas pequeñas preparadas en vinagre), el ají, el maduro (plátano frito), así como también para una cena la arepa puede verse propuesta en menús con morcilla, longaniza o chorizo, queso rayado con aguacate, huevos revueltos o huevo frito, la fórmula para comer la arepa puede variar a gusto del consumidor. el pan selecto ocañero tiene una receta especial y es muy buscado.

Es una celebración popular que tiene sus inicios en 1945 y se desarrolla durante los días 4, 5 y 6 de enero, iniciativa del barranquillero Henrique Ruíz Machuca, hijo de padres ocañeros, ésta es organizada por la Administración Municipal a través de la Secretaría de Educación Cultura y Turismo. Entre sus actividades están el desfile de comparsas locales y de otros municipios vecinos que recorren con disfraces, baile y alegría las calles 10 y 11 hasta llegar a la Zona Cero, lugar de encuentro y diversión.

Es una conmemoración tradicional con orígenes de la época colonial, ésta comienza desde el Domingo de Ramos (el domingo posterior a la primera luna llena después del inicio de la primavera en el hemisferio norte), ésta celebración religiosa con gran pompa y colorido, tradición heredada de los españoles peninsulares que se asentaron en estas tierras, el registro más antiguo del que se tiene data de 1643 por escritos hechos durante la visita del Obispo Fray Juan Espinar de Orozco a la ciudad. El 31 de diciembre de 2003, la Gobernación de Norte de Santander, la declara como Bien de Interés Cultural de Carácter Departamental.

Su celebración es tradicional, con bases religiosas en el cristianismo y se remonta a la época colonial, es realizada el 3 de mayo de cada año en el barrio La Costa, luego de construido monumento a la Santa Cruz, la celebración incluye el Vía Crucis dirigido hacia el mismo, son realizados eventos religiosos, deportivos y culturales.

Es una celebración con báses religiosas, se inició en el año de 1909, fecha en que se inauguró la iglesia en honor a San Antonio de Padua, Su celebración se lleva a cabo el 13 de junio en el bario la Piñuela y zonas aledañas, la fiesta incluye la ceremonia religiosa, la novena, procesiones y actos culturales.

Es realizada el segundo domingo del mes de julio desde el año de 1903, fecha en que se construyó la iglesia a Jesús Cautivo, imagen aparecida sobre una piedra en 1846 a una humilde lavandera, incluye actos religiosos y culturales.[43]

Este evento surgió como idea en el año 2020, como idea para la promoción de productos propios de la Provincia y región del Catatumbo, el cual inicia a mediados del mes de julio, tiene aproximadamente 10 días de duración y es organizado entre la Alcaldía del municipio y la Organización Gastronómica de Ocaña.

Surgió como idea para una mayor participación cultural, destacar artistas y su talento, en su inicio tuvo como mayor promotor a la Fundación Ocaña Talent, este evento se realiza los días sábado entre mediados de julio y primera semana de agosto, se muestran varias habilidades culturales, entre ellos desde magos, bailarines, poetas, cantantes; debido a restricciones preventivas por la pandemia del COVID-19, en el año 2020 este festival se realizó de forma virtual.

El 15 de agosto se conmemora el gran acontecimiento de la aparición de la Virgen de Torcoroma, en la Catedral de Santa Ana y el 16 de agosto en el santuario de la montaña de la Torcoroma, lugar donde hizo su aparición en el año de 1711; ambas fiestas se hacen con novenas muy solemnes y concurridas en la Catedral, ésta incluye evangelización sacramental, con celebraciones eucarísticas, procesión y romerías al santuario del Agua de la Virgen. Esta festividad fue declarada Bien de Interés Cultural de Carácter Departamental en el año 2003.

Este evento es nacional y organizado por el Ministerio de Cultura durante varios días en el mes de agosto, participan como escenarios otras ciudades de Colombia, además de participantes internacionales forman parte escuelas de ballet del país, el evento busca fomentar el arte de la danza, el ballet clásico e intercambio cultural, para el año 2020 fue el octavo que se conmemora.

Se realiza el 29 de diciembre de cada año, con este desfile se representan hechos o acontecimientos importantes en el pasado, personajes y grupos en la historia de Ocaña desde su fundación, hoy en día participan más de 800 personas en 26 comparsas. Este evento se ha convertido en el más destacado de la región de Ocaña y uno de los significativos de Norte de Santander, salió por primera vez a las calles de la ciudad, el 3 de enero de 1959, bajo la dirección del ya desaparecido artista y escritor Carmen Eliécer Quintero Torrado. Nombres como los de Margario Quintero Pacheco, Carlos Torrado, Antonio Patiño y Alfonso Carrascal Claro, figuras entre los impulsores del Desfile de los Genitores.[44]

La Gobernación de Norte de Santander declaró el Desfile de Genitores como Bien de Interés Cultural de Carácter Departamental, luego el Congreso de la república expidió la Ley 1046 de 2006,[45]​ la cual coloca el Desfile en la categoría de Patrimonio Cultural de la Nación.

Este día es festivo en la ciudad de Ocaña y se celebran fiestas por el cumpleaños de Ocaña, se celebra el 14 de diciembre, tiene actividades a cargo de la Alcaldía Municipal y la Academia de Historia.

Biblioteca Pública "Chaid Neme", dirección: Carrera 50 con la calle 5a.

Biblioteca Pública "Luís Eduardo Páez Courvel", dirección: Está ubicado dentro del Museo de La Gran Convención.

Biblioteca Publica Virtual "Mario Javier Pacheco", dirección: Calle 5 A con carrera 46 Barrio Santa Clara.

Biblioteca Pública Argemiro Bayona Portillo, dirección: Está ubicada dentra de las instalaciones de la Universidad Francisco de Paula Santander

La ciudad de Ocaña cuenta con el Aeropuerto Aguas Claras y la Terminal de Transportes; ambos de servicio nacional. El aeropuerto está ubicado a 9 kilómetros al noroeste de la ciudad. Actualmente cubren rutas aéreas con vuelos chárter de empresas privadas con destino a las ciudades de Cúcuta, Bogotá y Bucaramanga.



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