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Región Autónoma de Madeira



La Región Autónoma de Madeira (en portugués: Região Autónoma da Madeira), comúnmente conocida como Madeira (del portugués madeira, «madera»; adaptada al español como Madera, hoy en desuso),[3]​ es un archipiélago atlántico perteneciente a Portugal, constituido como una región ultraperiférica de la Unión Europea.[4]​ Consta de dos islas habitadas, Madeira y Porto Santo, y tres islas menores no habitadas, llamadas colectivamente Islas Desertas, que, junto con las Islas Salvajes, forman la Região Autónoma da Madeira, región autónoma portuguesa, a menos de 500 km de Canarias, 860 km de Lisboa, y 770 km de la isla más cercana de las Azores. Todas de origen volcánico; la isla de Madeira está formada por un macizo montañoso que desciende abruptamente al mar desde los 1862 metros de altitud del Pico Ruivo, el punto más alto de la isla, seguido del Pico de Arieiro (1810 m).

La principal actividad económica de la región es el turismo, recibiendo muchos visitantes de Europa durante todo el año, que buscan la suavidad de su clima. Entre otros viajeros célebres pasaron por la isla la emperatriz Sissi, el emperador Carlos I de Austria, fallecido en Funchal en 1924, los emperadores Maximiliano y Carlota en 1864 de paso en su viaje a México o Winston Churchill. Su capital y principal ciudad es Funchal (103 961 habitantes), situada en la costa sur de la isla. La población de Madeira es de 260 000 habitantes.

Conocidas ya por los romanos, estas islas fueron redescubiertas por los navegantes portugueses, Tristão Vaz Teixeira y João Gonçalves Zarco en 1418 y 1419. En la isla de Madeira se encuentran restos del original bosque húmedo típico de la Macaronesia. Los bosques de Laurisilva de Madeira son un lugar natural declarado Patrimonio de la Humanidad.

Madeira es la mayor de las islas, con una superficie de 741 km²; tiene 57 km de largo y un ancho máximo de 22 km. La isla de Porto Santo a 40 km al nordeste de Madeira, es la segunda en superficie con 42,17 km². Existen 2 grupos de islas deshabitados de mucho menor tamaño, las islas Salvajes a 280 km al sur de Madeira, y las islas Desertas a 25 km al sureste de Funchal.

Funchal, la capital de Madeira, se encuentra en la costa sur de la isla de Madeira, en las coordenadas 32° 37' 45 N lat. 16° 55' 20 W. Las ciudades más importantes del archipiélago son, aparte de Funchal, Porto Santo, Machico, Câmara de Lobos, Santa Cruz y Santana.

El origen de estas islas es volcánico, como en los demás archipiélagos de la Macaronesia; con una actividad iniciada hace 19 millones de años, emergiendo Porto Santo hace 8 millones de años y Madeira hace 5 millones.

En la isla de Madeira, al carecer de buenas playas naturales, se han construido piscinas públicas de agua marina junto al mar muy bien equipadas en la zona oeste de Funchal. Son las siguientes: Complexo Balnear de Lido, Complexo Balnear da Ponta Gorda y Quinta Magnolia. También hay dos playas artificiales en Calheta y otra en Machico.

Por el contrario, la isla de Porto Santo tiene una bella y extensa playa natural, de casi 10 kilómetros, de fina arena dorada y aguas cristalinas.

Su posición geográfica y su topografía montañosa favorece el predominio de temperaturas suaves y agradables. Se sitúa en un clima oceánico subtropical. El clima predominante de la Isla de Madeira es el clima mediterráneo con influencia oceánica (Csb), según la clasificación climática de Köppen. Está influido por la corriente del Golfo, así la temperatura del agua del mar oscila entre 26 °C en verano y 17 °C en invierno. En el litoral sur existen puntos superiores a 20 °C de media anual. Su fauna marítima es de tipo subtropical y tropical.

Las islas Salvajes, más próximas de las islas Canarias que de Madeira, y la isla de Porto Santo tienen un clima semiárido (BSh), de tipo estepario, con una vegetación herbácea constituida por flora xerófila árida, como euforbiáceas.

El clima de Funchal puede ser clasificado como clima mediterráneo (Csa), según la clasificación climática de Koppen.

Lluvias torrenciales en Madeira, ocurridas el 20 de febrero de 2010, produjeron graves daños materiales, y una cifra aproximada de 48 muertos y 250 heridos.[7]

El archipiélago de Madeira tiene numerosos endemismos de fauna y flora.

En la isla de Madeira se encuentran restos del primitivo bosque húmedo, y muy denso, común a toda la Macaronesia. Los bosques de Laurisilva de Madeira cubrían casi totalmente la isla, antes de que los colonizadores los incendiasen, para seguidamente establecer granjas y cultivos. Dichos bosques relictos son Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1999.

Son aves endémicas de Madeira el reyezuelo de Madeira (Regulus ignicapillus madeirensis), el petrel de Madeira (Pterodroma madeira), el pinzón de Madeira (Fringilla coelebs madeirensis) y la paloma de Madeira (Columba trocaz).

Cerca del 20 % de los insectos son endémicos de la Isla de Madeira.

Las Islas Desertas están catalogadas como reserva natural desde 1990. En ellas habita un importante número de moluscos terrestres endémicos. En sus costas viven algunos ejemplares de foca monje (Monachus monachus) y nidifican muchas aves marinas diferentes: la pardela cenicienta (Calonectris diomedea borealis), el paíño de Madeira (Oceanodroma castro), el petrel de Bulwer (Bulweria bulwerii) y el petrel gon-gon (Pterodroma feae).

En sus costas habitan, entre otras muchas especies, meros (Epinephelus marginatus), sargos (Diplodus sargus), Bodião (Sparisoma cretense), pargos (Pagrus pagrus), Garoupa (Serranus atricauda), varias especies de atunes, Charuteiro (Seriola spp.), chicharros (Trachurus picturatus), espadim azul (Makaira nigricans), cavacos (Scyllarides latus) y las lapas (Patella piperata) muy apreciadas en la gastronomía madeirense

En las aguas más profundas del archipiélago se pueden observar ballenas, delfines, cachalotes (Physeter macrocephalus) o tortuga boba (Caretta caretta).

Las islas del archipiélago de Madeira ya eran conocidas antes de la llegada de los portugueses, según se desprende de referencias presentes en algunas obras, así como de la representación de las islas en cartas geográficas. Entre las obras que se refieren a Madeira destacan pasajes del Libro del conocimiento (edición fechable después del año 1385), obra de un castellano, donde las islas son llamadas con los nombres de Leiname, Diserta y Puerto Santo.

En 1418 la isla de Porto Santo fue redescubierta por João Gonçalves Zarco y Tristão Vaz Teixeira. Al año siguiente, estos navegantes, acompañados por Bartolomeu Perestrelo llegan a la isla de Madeira.

Habiendo tomado nota del potencial de las islas, así como de la importancia estratégica de éstas, comenzó alrededor de 1425 la colonización, que fue una iniciativa de Juan I de Portugal o del Infante Don Henrique. A partir de 1440 se establece el régimen de la capitanía, con el nombramiento de Tristán Vaz Teixeira como capitán de la capitanía de Machico. Seis años más tarde, Perestrelo se convierte en capitán-donatario de Porto Santo y, en 1450, Zarco es investido capitán-donatario de la capitanía de Funchal.

Los tres capitanes-donatarios llevaron, en su primer viaje, a sus respectivas familias, un pequeño grupo de personas de la pequeña nobleza, gente de condición modesta y algunos ex prisioneros del reino. Para obtener las condiciones mínimas para el desarrollo de la agricultura, tuvieron que cortar una parte de los densos bosques de laurisilva y construir un gran número de canales de agua (llamados levadas), ya que en una parte de la isla había agua en exceso y en la otra escaseaba. En los primeros días, el pescado era el principal medio de subsistencia de los pobladores, así como los productos hortifrutícolas.

La primera actividad agrícola de relevancia fue la cosecha de grano de trigo. Inicialmente, los colonos producían trigo para su propia subsistencia, pero más tarde se convirtió en un producto de exportación para el reino.

Sin embargo la producción de cereales entró en declive. Para superar la crisis, el Infante D. Henrique mandó plantar en la isla la caña de azúcar —poco frecuente en Europa y casi considerada como una de las especias— promoviendo para ello el envío de Sicilia de las primeras plantas y de los técnicos con conocimiento en este cultivo. La producción de azúcar atrajo a la isla a comerciantes judíos, genoveses y portugueses.

El cultivo de la caña de azúcar era por excelencia el motor de la economía de la isla. La producción de azúcar creció de tal forma que surgió una gran necesidad de mano de obra. Para hacer frente a esta escasez, fueron llevados a la isla esclavos procedentes de Canarias, Marruecos, Mauritania y, posteriormente, de otras partes de África. El cultivo y la industria de la caña de azúcar se desarrolla hasta el siglo XVII.

A partir del siglo XVII el vino será el producto agrícola más importante de Madeira, ya que el cultivo de la caña de azúcar fue incentivado en Brasil (desde 1530) y en Santo Tomé y Príncipe, lo cual perjudicó gravemente a la economía de la isla de Madeira.

La principal actividad económica de la región es el turismo, recibiendo visitantes sobre todo de Europa. Apenas el 1 % de la población se dedica al sector primario, el 23,50 % al sector secundario y el 75,50 % al sector turístico y de servicios. El Aeropuerto Internacional de Madeira es el principal aeropuerto de las islas. Dentro de la Región Autónoma de Madeira existe también el aeropuerto de Porto Santo ubicado en la isla de Porto Santo.

El otro pilar económico es la agricultura, destacando especialmente el cultivo de la vid, produciendo el famoso Vino madeira. Así mismo, la isla produce plátanos, flores exóticas, frutas subtropicales y tropicales (mangos, papayas, piñas, guayabas, aguacate y maracuyá) y caña azucarera, café, entre otras.

Pese a poseer una densidad de población (alrededor de 300 hab./km²) superior a la media del país y la misma que la UE; el 75 % de la población de la isla de Madeira habita en apenas el 35 % del territorio, sobre todo en la costa sur, donde se encuentra la ciudad de Funchal, capital de la Región Autónoma de Madeira, que concentra el 45 % de la población (130 000 habitantes) con una densidad de 1500 hab./km². Es también en esta zona donde se localiza la mayor parte de los servicios hosteleros.

Según datos del SEF, esta región a finales de 2006 contaba con 7404 extranjeros, procedentes de 91 países. La mayoría provenientes de Brasil.

La población en Porto Santo ha aumentado ligeramente en los últimos años, hasta alcanzar en 2014 los 5483 habitantes. La densidad de población en Porto Santo es de 112 habitantes por km. Los colonizadores portugueses de las islas eran mayoritariamente del Algarve y el Minho.

Las islas poseen monumentos históricos (como la catedral o Sé do Funchal); calles y plazas ajardinadas y pequeños pueblos típicos. La tradicional casa de techo de paja se encuentra como atracción turística en la localidad de Santana.

En Madeira existen numerosos canales de irrigación denominados levadas que llevan el agua de la parte norte de la isla a la parte sur. Hoy en día, las levadas no solo suministran agua a la región sur de la isla, sino que también generan energía hidroeléctrica. Existen unos 2200 km de levadas formando una red de senderos, que facilitan al caminante una experiencia relajante en lugares hermosos del interior de la isla. Otros, en cambio, discurren por acantilados peligrosos.

Funchal ofrece otros atractivos, como su red de museos. Son relevantes el Museo de Arte Sacro (con pintura flamenca, escultura religiosa y orfebrería, incluyendo el tesoro de la catedral de Funchal), y el Museo Quinta das Cruzes (con piezas arqueológicas, muebles portugueses e ingleses de los siglos XVI al XIX, piezas de porcelana, azulejos, pinturas, grabados y litografías). Su jardín arqueológico muestra losas sepulcrales, ventanas manuelinas (de piedra basáltica), y varios escudos de armas.

Destaca también el Museo de Fotografía llamado Photographia-Museu Vicentes,[8]​ situado en un antiguo estudio fotográfico del siglo XIX, que contiene cámaras originales, muebles, y todos los accesorios para retratar y revelar. Su archivo es excepcional, pues conserva más de medio millón de negativos, en placas de vidrio y en otros soportes, de los fotógrafos históricos más importantes establecidos en Funchal, como los "Vicentes" (desde 1863) y los "Perestrellos" (desde 1888). Además conserva algunas de las primeras películas cinematográficas.

En la isla de Porto Santo se encuentra la casa museo de Colón (Casa Colombo). Allí vivió Colón temporalmente, aunque esa casa fue muy reformada y ampliada a lo largo de los siglos. El museo contiene colecciones diversas, especialmente relacionadas con la expansión marítima portuguesa y el Imperio español. También se exponen objetos extraídos de un galeón holandés hundido en la costa norte de la isla.

En el ámbito musical se conoce Bailinho da Madeira como una de las canciones más emblemáticas de la isla. Asimismo, son reconocidos temas folclóricos como Primavera das Flores, Pezinho, entre otros.

Entre los platos típicos se encuentran: el "peixe-espada preto" o pez sable (a ser posible combinado con plátano), la sopa de tomate e cebola (sopa de tomate y cebolla), caldeirada (sopa de pescado), bife de atum e milho frito (atún con maíz frito), carne em vinha d’alho (puerco agrio con ajo), espetada (plato hecho a base de carne ensartada en un palo de laurel y cocido sobre brasas), bolo de mel (pastel de miel de Madeira) y, para acompañar las comidas, el bolo do caco (pan de trigo cocido en una placa de hierro, sobre brasas, que se toma untado con mantequilla de ajo y perejil), una auténtica delicia.

La isla es un paraíso para los amantes del vino. Existen cuatro variedades según la altitud en que se planten las viñas: Sercial, el más seco, para el aperitivo; Verdelho, semiseco; Boal, semidulce, para acompañar al queso; y Malvasía, dulce, para los postres. En cuanto a los licores destacan los licores de frutas tropicales como granadilla, piña de América y chirimoya así como la Poncha, que viene a ser una bebida hecha a base de zumo de naranja, limón, miel y aguardiente de caña de azúcar, parecido a la crema de ron miel canaria. La Compañía de Vino de Madeira es el principal y más emblemático lugar para adquirir una botella de Madeira después de haber probado varias cosechas.

La isla de la Madeira es famosa por la calidad de sus frutos de anona o chirimoya.[9][10]​ La Fiesta de la Anona es tradicional y ocurre anualmente en la parroquia de Faial . Este evento fomenta el consumo de este fruto y sus derivados, tales como licores, pudines, helados y batidos.[11]

Las divisiones administrativas o municipios de la isla en total son 11:



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