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Reims



Reims es una ciudad y una comuna francesa situada en el departamento de Marne, de la región de Gran Este. Es la mayor ciudad de su departamento aunque no es capital.

El topónimo en francés es Reims (pronunciado: /ʁɛ̃s/), Rheims en escritura medieval.

Está ubicada en el noreste de Francia, a unos 129 km al este de París, en una llanura en la ribera derecha del Vesle, afluente del Aisne, y sobre el canal que conduce el Aisne al Marne. Al sur y al oeste se eleva la Montaña de Reims, y en esa misma dirección se encuentran los viñedos de Champaña. La superficie de la comuna es de 47,02 km².

Antes de la conquista romana de la Galia septentrional, Reims era la capital de la tribu de los remos, fundada alrededor del 80 a. C. En el transcurso de la conquista de la Galia por Julio César (58-51 a. C.), los remos se aliaron con los romanos, y por su fidelidad a lo largo de varias insurrecciones galas se aseguraron el favor especial del poder imperial.[5]​ En el momento álgido de los tiempos romanos la ciudad tenía una población que iba de los 30 000 a los 50 000 habitantes, o quizá llegó hasta los 100 000.[6]​ Reims fue llamada primero Durocórtoro Durocortorum[7]​ en latín, que según una hipótesis deriva de un nombre galo que quería decir «puerta de Cortoro-».[8]​ La ciudad toma su nombre de la tribu de los remos[9]​ (Rēmi o Rhēmi).[10]​ El nombre francés moderno deriva del caso acusativo del último, Rēmos.[11]

En 254 cayó el limes de la Germania Superior, y hacia el año 259 se produjo la llegada de importantes contingentes bárbaros en Bélgica. El cristianismo estaba establecido en la ciudad para el año 260, período en el que san Sixto de Reims fundó la diócesis de Reims (que se elevaría a archidiócesis alrededor de 750). Entre 268 y 278 el interior de la Galia fue saqueado y algunos grupos llegaron hasta Hispania. Hacia el año 278, la frontera fue restablecida por el emperador Probo.[12]

Fue en ese contexto, a finales del siglo III o principios del IV, cuando se construyen las murallas alrededor de Reims, apoyadas en los cuatro arcos triunfales construidos en el cardo y el decumanus, arcos que así se ven convertidos en puertas de la muralla. De estas se conserva hoy en día la puerta de Marte (porte de Mars o porte Mars), así llamada por encontrarse ubicada cerca de un templo de Marte. Las murallas estaban reforzadas por un talud de unos 10 metros de ancho y un foso. La construcción de semejante sistema defensivo requirió el derribo de varios edificios, tanto para abrir espacio como para obtener materiales.[13]

El cónsul Jovino, un influyente defensor de la nueva fe, rechazó a los alamanes que invadieron Champaña en 336. El obispo Nicasio construyó una primera catedral en la primera mitad del siglo V sobre las antiguas termas galo-romanas. Este edificio ya estaba dedicado a la Santa Virgen. Los vándalos tomaron la ciudad en 406 y mataron al obispo Nicasio;[5]​ y en 451 Atila el huno pasó Reims a fuego y espada. Fue en aquella primitiva catedral donde tuvo lugar en el año 498 el bautismo de Clodoveo I por el obispo Remigio.

En 496 —diez años después de que Clodoveo, rey de los francos salios, obtuviese su victoria en Soissons (486)— Remigio, el obispo de Reims, lo bautizó usando el aceite del vial sacro–supuestamente llevado desde el cielo por una paloma para el bautismo de Clodoveo y posteriormente conservado en la abadía de San Remigio.[5]​ Durante siglos los acontecimientos de la coronación de Clodoveo I se convirtieron en un símbolo usado por la monarquía para reclamar el derecho divino a reinar.

Hacia los siglos VI y VII las murallas de la ciudad protegían una superficie de 60 hectáreas.[14]

En Reims se produjeron reuniones entre el papa Esteban II (752-757) con Pipino el Breve, y del papa León III (795-816) con Carlomagno (m. 814). En 816 Ludovico Pío, hijo de Carlomagno, eligió Reims para su consagración como emperador por el papa Esteban IV. La importancia que esto otorga a la ciudad lleva al arzobispo Ebón (816-835) a iniciar en ese mismo 816 las obras de una nueva catedral para reemplazar el edificio del siglo V. Para la construcción se utilizaron piedras de las murallas, demostrando la sensación de seguridad que había en la época. Fue continuada por el arzobispo Hincmaro (845-882) y consagrada en 862. Flodoardo la describe como un edificio imponente, con pavimento de mármol, bóvedas pintadas, vidrieras, un frontón adornado con mosaicos y techo de plomo.[13][15]

Pero los ataques normandos obligan a restaurar las murallas entre los años 883 y 887, para lo cual se emplearon también las piedras de una iglesia destruida por los normandos. El recinto fortificado continuaba cubriendo unas 60 hectáreas.[16]

El rey Luis IV dio la ciudad y el condado de Reims al arzobispo Artaldo en 940. El rey Luis VII (reinó 1137-1180) dio el título de duque y par a Guillermo de Champaña, arzobispo de 1176 a 1202, y los arzobispos de Reims ganaron precedencia sobre los otros pares del reino eclesiásticos.[5]

Para el siglo X, Reims se había convertido en un centro de cultura intelectual. El arzobispo Adalberón (desempeñó el cargo del 969 al 988), secundado por el monje Gerberto (después, de 999 a 1003, papa Silvestre II), fundó escuelas que enseñaron las clásicas «artes liberales». Adalberón también desempeñó un papel destacado en la revolución dinástica que elevó a la dinastía de los Capetos al trono, sustituyendo a los carolingios[5]

Los arzobispos conservaron la importante prerrogativa de ser quienes consagraban a los reyes de Francia – un privilegio que ejercieron (excepto en unos pocos casos) desde la época de Felipe II Augusto (ungido en 1179, reinó en 1180-1223) hasta la de Carlos X (ungido en 1825). El Palacio de Tau, construido entre 1498 y 1509 y en parte reconstruido en 1675, serviría más adelante como palacio arzobispal y como la residencia de los reyes de Francia con ocasión de sus coronaciones, celebrándose banquetes reales en la Salle du Tau.[5]

Luis VII otorgó a la ciudad una carta comunal en 1139. En virtud del tratado de Troyes (1420) la cedió a los ingleses, quienes habían hecho un fútil intento de tomarla por asedio en 1360; pero los patriotas franceses los expulsaron cuando se acercó Juana de Arco, quien en 1429 hizo que consagraran a Carlos VII en la catedral. Luis XI reprimió cruelmente una revuelta en Reims en 1461, motivada por el impuesto sobre la sal.

Durante las guerras de religión de Francia la ciudad se alineó con la Liga Católica (1585), pero se sometió al rey Enrique IV después de la batalla de Ivry (1590).[5]​ Aproximadamente en la misma época, el Colegio Inglés había estado «en Reims durante algunos años».[17]

En Reims nace el 30 de abril de 1651 el santo San Juan Bautista de la Salle, fundador de los Hermanos de las Escuelas Cristianas. La ciudad se vio afectada por una epidemia en el año 1635, y de nuevo en 1668, seguido por otra de tifus en 1693-1694.[18]​ La construcción del Hôtel de Ville se remonta al mismo siglo.

La Place Royale se construyó en el siglo XVIII.

Algunas de las masacres de septiembre de 1792 tuvieron lugar en Reims.

En las invasiones de la guerra de la Sexta Coalición en 1814, los ejércitos aliados anti-napoleónicos tomaron y volvieron a tomar Reims. «En 1852, los Ferrocarriles del Este completaron la línea principal París-Estrasburgo con un ramal a Reims y Metz».[19]​ En 1870-1871, durante la guerra franco-prusiana, los victoriosos alemanes la convirtieron en la sede de un gobernador general y la empobreció con intensas decomisos.[5]​ En 1874 comenzó en las cercanías la construcción de una cadena de fuertes separados, habiendo seleccionado el Ejército francés Reims como una de las principales defensas de los acercamientos a París desde el norte.[20][5]​ Mientras tanto, el inventor y manufacturero británico Isaac Holden había abierto fábricas en Reims y Croix, que «para los años 1870 [...] estaban produciendo casi 12 millones de kilogramos de lana cardada al año [...] y alcanzaba el 27 % de toda la lana consumida por la industria francesa».[21]

El 30 de octubre de 1908, Henri Farman hizo el primer vuelo campo a través desde Châlons a Reims.[22]​ En agosto de 1909 Reims albergó el primer encuentro de aviación internacional, la Grande Semaine d'Aviation de la Champagne. Participaron grandes personajes de la aviación como Glenn Curtiss, Louis Blériot y Louis Paulhan.

Las hostilidades de la Primera Guerra Mundial dañó gran parte de la ciudad. El bombardeo alemán y posterior incendio en 1914 dañó intensamente la catedral. La catedral arruinada se convirtió en una de las imágenes centrales de la propaganda antialemana producida en Francia durante la guerra, que lo presentó, junto con las ruinas del Lonja de Paños de Ypres y la Biblioteca de la Universidad de Lovaina, como evidencia de que la agresión alemana se centraba en hitos culturales de la civilización europea.

Desde finales de la Primera Guerra Mundial hasta la actualidad, ha continuado un esfuerzo internacional por restaurar la catedral de las ruinas. Gran parte de la catedral fue destruida por los aviones alemanes, pero gracias al esfuerzo de los ciudadanos, fue reconstruida, abriéndose de nuevo en 1938, gracias en gran parte por las donaciones de la familia Rockefeller. El palacio de Tau, la iglesia de Santiago y la abadía de San Remigio también fueron protegidos[cita requerida] y restaurados. La colección de edificios conservados y las ruinas romanas siguen siendo impresionantes.

Durante la Segunda Guerra Mundial la ciudad sufrió daños adicionales. En la mañana de 7 de mayo de 1945, a las 2:41, el general Eisenhower y los aliados recibieron la rendición incondicional de la Wehrmacht alemana en Reims. El general Alfred Jodl, jefe de estado mayor alemán, firmaron la rendición en el Cuartel general supremo de la Fuerza expedicionaria aliada (SHAEF) como el representante del presidente alemán Karl Dönitz.

El estadista británico Leslie Hore-Belisha murió de hemorragia cerebral mientras daba un discurso en el Hôtel de Ville en febrero de 1957.

La ciudad de Reims es accesible por la autopista A4 procedente de París al oeste, de Metz y de Estrasburgo al este, por la autopista A26 procedente de Lille y de Calais en el norte, de Troyes y de Lyon en el sur y por la autopista A34 procedente de Charleville-Mézières y de Bélgica por el norte.

Los principales lugares de Reims son la place Drouet-d'Erlon, la place Royale, en el centro, donde se encuentra una estatua de Luis XV, y la place du Parvis, donde hay una estatua de Juana de Arco. La rue de Vesle, la arteria más importante, atraviesa la ciudad de suroeste a noreste.

Reims quedó gravemente dañada por los bombardeos de la Primera Guerra Mundial; aun así, la ciudad conserva destacados edificios, monumentos e iglesias. Entre ellos, los más destacables son:

Estos tres edificios fueron nombrados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1991. El Hôtel de Ville, erigido en el siglo XVII y ampliado en el XIX, presenta un pedimento con una estatua ecuestre de Luis XIII (reinó de 1610 a 1643).[5]



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