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Cuyo



¿Dónde nació Cuyo?

Cuyo nació en Argentina.


Cuyo es una región geográfica e histórica situada en el centro oeste de la República Argentina, tradicionalmente conformada por las provincias de Mendoza, San Juan y San Luis, cuyos límites coinciden prácticamente con la región geográfica y que comparten una identidad cultural y tradición histórica en común. Desde la firma del Tratado del Nuevo Cuyo a principios de 1988, la provincia de La Rioja[n 1]​ se incorporó a la Región del Nuevo Cuyo como nuevo integrante. Sin embargo, debe notarse que pese a la firma del tratado este no ha producido ningún cambio significativo en la consideración social y tradicional, como tampoco en lo institucional, de los cuyanos, que consideran a La Rioja como parte del noroeste argentino.

Predomina un relieve montañoso de escasa vegetación, con características climáticas desérticas. Como actividad económica predomina la de base agrícola, destacando la vitivinícola, siendo esta zona la principal productora de vinos de Sudamérica, por volumen de caldos y superficie cultivada.[1]​ Existe también una creciente oferta de servicios turísticos, relacionados con la belleza natural de la región, e importantes (en cantidad y calidad) centros académicos de nivel superior.

Las capitales de las provincias que conforman Cuyo fueron fundadas por la llamada «Corriente del Oeste»; es decir, que procedía directamente del territorio que hoy es Chile, dependiente de la Corona española. El gobernador Francisco de Villagra realizó una exploración al este de la Cordillera de los Andes en 1551, tendiente a establecer una ruta que uniera el puerto de Santiago de Nueva Extremadura ubicado en Valparaíso y el de Santa María de los Buenos Aires, que en esa época estaba despoblado. Con este encargo partieron los capitanes Pedro del Castillo y Juan Jufré de Loayza Montesa, funcionarios del Reino de Chile, a tomar posesión efectiva de los territorios recorridos por Villagra.

Pedro del Castillo fundó la ciudad de Mendoza del Valle de la Nueva Rioja el 2 de marzo de 1561, que fue refundada al año siguiente por Juan Jufré como «ciudad de La Resurrección», a dos tiros de arcabuz hacia el oeste de la fundación original de Mendoza. En la práctica esta «refundación» se redujo a un simple traslado de Mendoza, pero le permitió a Jufré recibir el premio real correspondiente a la fundación de ciudades. Luego de la fundación/traslado de Mendoza, Jufré se desplazó unos 165 km hacia el norte y fundó San Juan de la Frontera el 13 de junio de 1562. Su hijo Luis Jufré de Loayza y Meneses siendo teniente corregidor de Cuyo, fundó en 1594 San Luis de la Punta de los Venados, nueva extremadura de las posesiones coloniales españolas del oeste sudamericano. Este enclave fue durante largo tiempo un poblado en peligro, debido a su cercanía con las tierras por las que se desplazaban los indios pampas, cuyos malones atormentaban a la población y reducían su ganado.[2]

En 1564 se fundó el Corregimiento de Cuyo, que dependió de la Capitanía General de Chile por un período de 210 años, siendo uno de los once corregimientos en que se subdividió el Chile colonial.[3]

Los enclaves cuyanos fueron poblados por españoles y criollos chilenos, y la vecina ciudad de Santiago ejercitó por tanto una tutela y primacía de hecho y derecho sobre ellas, nombrando gobernadores y demás cargos públicos de entre sus notables.

Merece especial atención el maltrato dispensado durante la época temprana de la colonia a los indios huarpes nativos de la región. Estos eran otorgados en encomienda a los pobladores, y muchos fueron trasladados a Santiago de Chile para la explotación de las minas de cobre.[4]

De acuerdo al empadronamiento de población llevado a cabo entre 1737 y 1738, durante el mandato del gobernador de Chile Agustín de Jáuregui, en la provincia de Cuyo habitaban unas 60 mil personas aproximadamente. Censo de 1813.

Transcurrido el tiempo, se liberó el camino entre San Luis y Buenos Aires por medio de la extensa pampa, y comenzaron a circular las diligencias y siendo la ciudad de Mendoza una de las dos principales fábricas de grandes carretas para transportar las importantes mercaderías. Advirtieron entonces las autoridades coloniales españolas que la mayor distancia con el puerto atlántico entrañaba menos peligros que el cruce de los imponentes Andes, por lo que en 1776 el nuevo Virreinato del Río de la Plata cuya capital se fijó en Buenos Aires, se formó por disposición real con el corregimiento de Cuyo y otros territorios ubicados al este de los Andes y al sur del Perú y del Brasil colonial portugués (Alto Perú, Buenos Aires, las actuales provincias del Litoral, la intendencia del Tucumán (que abarcaba desde Córdoba a Tarija), la Banda Oriental, el Paraguay y la Patagonia oriental.
El territorio del antiguo corregimiento cuyano fue convertido en la Intendencia de Cuyo que incluía a las provincias de Mendoza, San Juan y San Luis, en 1782, pero una reorganización virreinal en 1783 disolvió la intendencia y asignó el territorio a la Intendencia de Córdoba del Tucumán.
La separación final de Cuyo respecto de la jurisdicción de Córdoba fue efectiva sólo desde 1813, cuando la Asamblea del año XIII crea la Intendencia de Cuyo con capital en Mendoza y abarcando los territorios de Mendoza, San Juan y San Luis. A raíz de las revueltas de criollos americanos provocadas por la invasión napoleónica de España, los ciudadanos patricios de las provincias cuyanas decidieron en sus respectivos cabildos sumarse a la causa de la independencia.[2]

El 10 de agosto de 1814 el general José de San Martín fue elegido gobernador intendente de Cuyo, y una vez establecido en Mendoza además de sus labores de gobierno habituales, se dedicó a organizar el Ejército de los Andes con tropas remitidas desde Buenos Aires, una importante cantidad de milicianos cuyanos y restos del Ejército chileno independentista, entre los que se encontraba Bernardo O'Higgins, junto con la preparación de la logística, armas, pertrechos y transportes necesarios. Finalmente en enero de 1817 cruzó los Andes para desestabilizar el poder colonial español en el oeste, tomando Santiago de Chile en 1817.[2]​ Sobre la base de dicho ejército, en 1820 formaría la Escuadra Libertadora (con 4000 soldados chilenos y 1500 argentinos) que zarparía desde Valparaíso (Chile), para atacar las posiciones españolas en el Perú, llegando a apoderarse de Lima en 1821.[5]

En 1816 se enviaron diputados por provincias al congreso realizado en San Miguel de Tucumán que presidió el sanjuanino Francisco Narciso Laprida, y el 9 de julio se declaró la independencia de las llamadas Provincias Unidas en Sud América.

Luego de la partida del General San Martín en su campaña de los Andes, las provincias de San Juan y San Luis obtuvieron mayor autonomía aunque continuaron dependiendo de Mendoza en forma nominal. Prueba de ello es que en el Congreso que declaró la independencia en 1816, los delegados asistieron por su provincia de origen y no como representantes de la intendencia en su conjunto.

Finalmente, en marzo de 1820, las provincias de Mendoza, San Juan y San Luis se constituyeron como provincias separadas, se hicieron cargo de su propio gobierno, designaron sus propias autoridades y firmaron acuerdos comprometiéndose a respetar la autonomía de cada provincia, dando por disuelta la Intendencia.

Luego de la batalla de Cepeda, ocurrida poco después de la disolución de Cuyo como unidad política, la política de las provincias cuyanas fue principalmente dominada por caudillos provinciales —al igual que en otras provincias argentinas— lo que casi provoca que se reintegrase a Chile a petición de ilustres mendocinos (véase el símil como sucedió con el Partido de Nicoya y Costa Rica). Luego de la caída de Juan Manuel de Rosas, el entonces gobernador mendocino Alejo Mallea y sus colegas, los caudillos sanjuanino Nazario Benavídez y puntano Pablo Lucero, enviaron representantes de la provincia para integrarse en la nueva estructura política argentina. En 1851, participaron en la firma del Acuerdo de San Nicolás y en 1853, al promulgarse la Constitución, se convirtieron en estados federados fundadores de la Confederación Argentina.

Español cuyano

Sus límites tradicionales son: al norte la región del Noroeste NOA; al este, las Sierras Pampeanas y la Pampa; la Patagonia, y al oeste la Cordillera de los Andes. Abarca las provincias de Mendoza, San Juan y San Luis.

A nivel orográfico el territorio, conocido académicamente como la "Cuyanía" no incluye toda la provincia de San Luis, sino sólo la mitad occidental de su territorio, pero incluye el tercio sur de la provincia de La Rioja. Con base en este criterio se definió la Región del Nuevo Cuyo en 1988.

Cuyo se destaca por tener un relieve altamente montañoso hacia el oeste, donde se destaca la Cordillera de los Andes. Dentro de esta, están los siguientes sistemas orográficos:

En esta zona existen varios pasos cordilleranos, entre los que se pueden mencionar: el Paso de Agua Negra en San Juan y los pasos de la Cumbre y Pehuenche en Mendoza.

Hacia el este de la región predominan las vastas planicies denominadas travesías en San Juan, Mendoza y San Luis. En esta última entran en contacto con la llanura pampeana. En las planicies se encuentran varios cordones serranos aislados pertenecientes al sistema de las Sierras Pampeanas, y diversas salinas en las zonas más deprimidas de las llanuras.

Finalmente en el extremo sur de Mendoza, predomina el relieve de mesetas y volcanes aislados de la Reserva Provincial La Payunia.

Gran parte de los ríos de esta región son de deshielo, teniendo su mayor caudal a partir de la primavera y pertenecen a la cuenca del río Colorado. El Sistema del Desaguadero es el principal colector de los cursos de agua de la zona, ya que recibe aguas de los ríos Desaguadero o Bermejo, Jáchal, San Juan, Mendoza, Tunuyán, Diamante y Atuel. En el sur de Mendoza se destacan los ríos Río Grande (el más caudaloso de Cuyo) y Barrancas.

La mayoría de los ríos cuyanos son aprovechados mediante embalses que almacenan agua para consumo humano y regadío. Esta es distribuida mediante una extensa red de canales que dan sustento a los oasis de Tulum, Jáchal, Ullum, Zonda en San Juan, y los oasis Norte, Valle de Uco y Sur, en Mendoza.

En San Luis se destacan los ríos Conlara y Quinto, ambos de carácter endorreico.

Río principal de Cuyo: Desaguadero.

Ríos afluentes, desde norte a sur: Bermejo, Blanco, Jáchal, San Juan, De los Patos, Mendoza, Desaguadero, Tunuyán, Diamante, Salado, Atuel, Negro, Colorado. Todos ellos nacen de los glaciares cordilleranos. Siempre hay más agua en primavera y verano a causa de que en dichas estaciones se derrite el hielo de los glaciares. Por ello es necesario regular las corrientes aluvionales a fin de que no haya riesgo alguno de inundación. Hasta mediados de la década de 1960 se producían periódicamente algunos aluviones en la ciudad de Mendoza ya que no había regulación aluvional en el nacimiento de algunos diques de desagüe, como el zanjón Frías, hoy regulado por el dique Frías situado al oeste de la ciudad o el dique Papagayos.

Es un viento seco, fuerte, que eleva la temperatura, y con los rasgos característicos del Efecto Föhn, que nace en el océano Pacífico, pierde su humedad en la costa y montañas de Chile, y que por efecto del rozamiento acumula polvo y aumenta su temperatura antes de descender por la zona centro oeste de Argentina, y que afecta sobre todo a las provincia de San Juan y Mendoza.

Al sur del Océano Pacífico se genera un anticiclón que produce los llamados vientos del oeste. Al desplazarse los vientos se encuentran con la Cordillera de los Andes y se ven obligados a ascender. En este ascenso la temperatura de los mismos desciende a razón de 0,65 °C cada 100 m. La condensación de la humedad produce lluvias en los niveles inferiores y nevadas en los superiores. Posteriormente, en la ladera oriental de la cordillera el Zonda desciende con violencia, a través de desfiladeros montañosos. Es entonces cuando se produce el calentamiento adiabático (1 °C cada 100 m, humedad menor a 10 %) 40 °C a 50 km por hora. Esto puede llegar a provocar incendios y hasta afecciones en los ojos y vías respiratorias.

La población de Cuyo se concentra principalmente en los oasis o valles de Mendoza y San Juan alrededor de sus capitales, aunque en el último período San Luis registró un importante aumento poblacional, debido en su mayoría a inmigración interna de la región y de otras provincias aledañas.

La Región de Cuyo cuenta con dos centros urbanos importantes, la Ciudad de Mendoza que junto con su aglomerado urbano, el Gran Mendoza es la cuarta unidad poblacional más importante del país con una estimación de 1.000.000 de habitantes para 2009, y oficialmente 848 660 habitantes según el censo de población de 2001 del INDEC. Ciudad de San Juan y su conurbano con el Gran San Juan es la décima unidad poblacional a nivel nacional con aproximadamente 450 000 habitantes estimados para 2009, y oficialmente con 421 640 habitantes en el censo de población 2001. La ciudad de San Luis y su conurbación, el Gran San Luis es el tercer núcleo urbano de la región, con 162 011 habitantes según el censo de 2001, y una estimación actualizada a 2009 cercana a los 200 000 habitantes.

Ciudades principales

Aglomerados

La región cuyana ha sufrido a lo largo de su historia numerosos terremotos, debido a que se encuentra en una zona de gran actividad sísmica.

Según los datos del Instituto Nacional de Prevención Sísmica argentino (INPRES), se pueden destacar en la historia de Cuyo los siguientes movimientos de placas (la medición de la intensidad de los sismos está realizada según la escala de Richter):

Uno de los recursos más importantes de esta región es el cultivo de uva o vid y la elaboración de vinos, siendo la región de Cuyo reconocida por la excelencia de sus uvas y su producción vitivinícola. En las provincias de Mendoza y San Juan se concentra el 80 % de los viñedos del país y el 90 % de las bodegas productoras de vino. Debido a las condiciones climáticas, principalmente áridas, es indispensable el riego. Las parcelas cultivadas con vid se encuentran rodeadas por árboles cuya función es frenar los vientos cordilleranos. Las políticas privadas y públicas están más orientadas al mercado mundial que al nacional. Por este motivo se prefiere la elaboración de vinos finos a los comunes o de mesa. Durante los últimos años han aparecido problemas que afectan a esta actividad:

Además del cultivo de la vid, esta región tiene producción agrícola-ganadera realizada bajo sistemas de riego. Hay cultivo de olivos para la producción de aceitunas, frutales (damasco, duraznos y ciruelas). Entre las hortalizas, hay producción de papa y tomate. Entre las industrias se encuentran la elaboración de conservas y dulces.

Esta región cuenta con producción minera pero aún no está totalmente explotada, pero en la provincia de San Juan, a partir de 2005 comenzaron explotaciones de oro y cobre, destacándose los proyectos mineros Pascua Lama y Veladero, que están bajo la administración de empresas multinacionales. Existe explotación petrolera en Mendoza y en San Juan a partir del año 2006, cuando comenzó la búsqueda por parte de YPF.[11]​ Existen canteras de mármoles, y piedras calizas. En general existe cierto recelo de los habitantes por el cuidado medioambiental de los emprendimientos mineros.

Así como en toda Argentina el turismo natural constituye una fuente importante de ingresos, entre los sitios que reciben una gran cantidad de visitantes se encuentran el Aconcagua en Mendoza, el parque natural Ischigualasto, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, ubicado en San Juan. Mendoza posee además varios centros turísticos invernales como Las Leñas y Los Penitentes, mientras que para San Juan, está proyectado uno en la zona de alta montaña y se lo denominara Manantiales,[12]​ también se destaca un creciente movimiento de turismo temático basado en la vitivinicultura, con las denominadas Rutas del Vino en ambas provincias.

Principales atractivos

Sol, olivos y vides dibujan el paisaje de la provincia de San Juan (en la foto se observa "El Submarino", una de las abundantes geoformas de Ischigualasto o Valle de la Luna).

Bodegas, cerros nevados, festivales de folclore y termas relajantes son algunos de los atractivos turísticos de la provincia de Mendoza. En la foto se observan zonas de ski y otros deportes invernales en Las Leñas.

San Luis: sierras, villas veraniegas y parajes dentro de un microclima único; la foto muestra un sitio de la Sierra de las Quijadas.

Otros atractivos pueden ser:


Puente del Inca, provincia de Mendoza.

Río Diamante, cerca del embalse Los Reyunos, Mendoza.

Potrerillos, Mendoza

Centro de Uspallata, Mendoza.




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