Timothy McVeigh nació en Lockport.
Timothy James McVeigh (Lockport, Nueva York; 23 de abril de 1968-prisión federal de Terre Haute, Indiana; 11 de junio de 2001) fue un terrorista estadounidense autor del atentado de Oklahoma City, perpetrado contra el edificio Federal Alfred P. Murrah, en la ciudad de Oklahoma City (Oklahoma), el 19 de abril de 1995, en el que fallecieron 168 personas (entre ellos diecinueve niños) y alrededor de 680 resultaron heridas.
El segundo de los tres hijos del obrero de General Motors William McVeigh y la agente de viajes Mildred "Mickey" McVeigh, el único varón, creció en el oeste del estado de Nueva York. Entre sus pasatiempos se encontraban la televisión, el cine, las historietas, el fútbol americano y el béisbol. Fue Ed McVeigh, su abuelo y verdadera figura paterna, quien le inculcó la pasión por las armas de fuego, y solía llevarle a practicar tiro al aire libre. En varias oportunidades el joven McVeigh llevó armas a su escuela para impresionar a sus compañeros y manifestó su deseo de abrir él mismo una tienda de armas cuando fuese adulto.
Según su testimonio, que nunca fue corroborado, sufrió abusos constantes en la escuela debido a su débil complexión y baja estatura, y solía fantasear con vengarse. McVeigh atribuyó a eso su odio contra todas las instituciones o personas que abusaran de los débiles.
En diciembre de 1979 los padres de McVeigh se separaron y dejaron que sus hijos decidieran con quién vivir. Sus hermanas Jennifer y Patty se quedaron con su madre y Timothy con su padre. Después de intentar infructuosamente recomponer su matrimonio, los McVeigh se divorciaron definitivamente en 1986.
Tras graduarse de la escuela secundaria Sweet Home, abandonó los estudios universitarios en el Bryant & Stratton College para trabajar, entre otras cosas, como empleado de una hamburguesería y guardia de seguridad en la Pinkerton Government Services de Buffalo (NY).
En sus ratos libres leía la revista militar Soldier of Fortune y libros de extrema derecha que compraba por correo, tales como Cabalgar, disparar con tino y decir la verdad, del activista por el derecho a poseer armas Jeff Cooper, y la novela distópica del supremacista blanco William Luther Pierce Los Diarios Turner. Este libro describe una sangrienta revolución neonazi contra un Gobierno federal estadounidense controlado por los judíos y motivada por el endurecimiento de las leyes de control de armas, durante la cual un grupo de terroristas de ultraderecha destruyen las oficinas centrales del FBI con un camión-bomba, lanzan ataques nucleares contra Nueva York, Israel y la Unión Soviética, y someten al país a una brutal limpieza étnica. El protagonista de la novela, el líder terrorista Earl Turner, muere en una misión suicida al estrellar un avión equipado con una bomba atómica contra El Pentágono.
En 1987 ingresó en el servicio militar y entrenó primero en Fort Benning. Durante su servicio, McVeigh radicalizó su amor por las armas afiliándose al Partido Republicano y a la Asociación Nacional del Rifle, y trabó amistad con Terry Nichols, quien también detestaba al Gobierno.
Posteriormente fue traspasado a Fort Riley, junto a Nichols y Michael Fortier, que, al igual que Nichols, también simpatizaba con las ideas de McVeigh. Se dedicó con pasión a su carrera militar, al punto de tener un uniforme y botas extras para presentarse impecable a la inspección. Sin embargo, McVeigh fue amonestado por sus superiores por comprar una camiseta racista durante una protesta del Ku Klux Klan contra la presencia de conscriptos afroamericanos y supuestos simpatizantes del Black Power en la base.
Después de obtener la mejor puntuación de su batallón (1000 puntos) en el entrenamiento con tanques Bradley, solicitó su ingreso en las Fuerzas Especiales o Boinas Verdes. Antes de poder presentarse al adiestramiento, estalló la guerra del Golfo y el grupo de McVeigh partió al Medio Oriente.
El 22 de febrero de 1991, durante la Operación Tormenta del Desierto, la división de tanques a la que pertenecía McVeigh avistó una trinchera iraquí de ametralladoras a más de un kilómetro y medio. Tras ordenársele abrir fuego, McVeigh vio claramente cómo su disparo le volaba la cabeza a un soldado iraquí al tiempo que destruía el puesto de ametralladoras. Más tarde participó en el asesinato masivo de prisioneros de guerra iraquíes y fue testigo de la masacre estadounidense de soldados iraquíes y militantes de la OLP que se retiraban de Kuwait a través de la llamada autopista de la muerte (27 de febrero de 1991). Los horrores de la guerra le afectaron emocionalmente y padeció estrés postraumático.
En marzo de 1991 regresó a Estados Unidos para participar en el curso de selección y evaluación de los Boinas Verdes. El entrenamiento de 24 días era mucho más duro que el básico y McVeigh fue declarado no apto psicológicamente, por lo que renunció a los dos días de haber empezado. Poco después abandonó el Ejército y fue dado oficialmente de baja el 31 de diciembre de ese año.
Recibió numerosas condecoraciones del Gobierno por sus servicios en el Golfo Pérsico, incluyendo la Insignia de Combate de la Infantería y la Estrella de Bronce.
El 21 de agosto de 1992, en Ruby Ridge (Idaho), agentes del FBI protagonizaron un tiroteo con Randy Weaver, partidario de la segregación racial, por vender armas ilegalmente a un informante del Gobierno. El enfrentamiento culminó con el arresto de Weaver y dejó tres muertos: la esposa de Weaver, su hijo y un policía.
En febrero de 1993, la ATF tomó por asalto la sede de la secta davidiana en Waco, Texas, para cumplir una orden judicial por venta ilegal de armas. Tras un tiroteo, cuatro agentes y seis davidianos murieron y varios otros resultaron heridos, entre ellos el líder de la secta, David Koresh. Los agentes se retiraron y los davidianos permanecieron en su sede. McVeigh decidió entonces viajar a Waco para presenciar los hechos, pero se le impidió el paso en un puesto de control.
Después de trabajar en varias exposiciones de armas, viajó a la granja de su amigo Terry Nichols, en Decker, Míchigan, donde entró en contacto con Mark Koernke, un teórico de la conspiración y cabecilla de la Michigan Militia, una de las milicias de extrema derecha que proliferaron en el sur y el medio oeste de Estados Unidos durante la década de 1990. Allí se encontraba cuando, el 19 de abril de 1993, el cuartel de los davidianos fue incendiado. Murieron Koresh y 75 miembros de la secta.
Este incidente y el de Ruby Ridge fueron decisivos en su vida y reafirmaron su creencia de que el Gobierno estadounidense estaba evolucionando hacia el totalitarismo.
En mayo de ese año se trasladó a Kingman, Arizona, ciudad donde vivía Michael Fortier, su otro amigo del Ejército. En septiembre de 1994, McVeigh se enteró de que estaba a punto de aprobarse una ley de control de armas. Debido de esto, le confesó a Fortier que planeaba poner una bomba en un edificio federal del Gobierno estadounidense y lo invitó a colaborar. Pese a la negativa de Fortier, le explicó cada detalle del futuro ataque. McVeigh escogió como blanco el Edificio Federal Alfred P. Murrah, en Oklahoma City, y la fecha 19 de abril de 1995, el segundo aniversario de la masacre de Waco.
En octubre de 1994 McVeigh y Terry Nichols robaron de una cantera en Marion (Kansas) 1800 kilos de nitrato de amonio y varias cajas de Tovex altamente explosivas, que combinaron con tres barriles de nitrometano comprados ilegalmente en una pista de carreras en Texas. El 15 de abril de 1995, McVeigh alquiló un camión Ford F-700 modelo 1993 bajo el alias de Robert D. Kling. Al día siguiente, Nichols y él transformaron el vehículo en un coche-bomba a orillas del lago Geary, en Kansas. Previamente, McVeigh estacionó su medio de escape, un automóvil Mercury Marquis modelo 1977 de color amarillo. En él puso un cartel de "no remolcar" y, en el interior, un sobre que contenía recortes de prensa, propaganda de extrema derecha, una copia de la declaración de independencia (en cuyo reverso escribió una amenaza contra los políticos liberales que detestaba: "Obedezcan la Constitución de los Estados Unidos y no les dispararemos") y varios escritos donde explicaba sus motivos para efectuar el atentado.
Después de trabajar durante tres horas preparando la bomba, McVeigh se separó de Nichols.
Cerca de las 9 AM del día 19 de abril, McVeigh estacionó el vehículo-bomba frente al Edificio Federal Alfred P. Murrah, que albergaba oficinas del FBI y el America's Kids Day Care Center, una guardería para los hijos de los empleados, y huyó del lugar a paso normal para no despertar sospechas, por lo que pudo presenciar la explosión antes de escapar de la ciudad en su automóvil. Encima llevaba una pistola semiautomática Glock de 9 mm para el caso de que fuera capturado.
La explosión destruyó la fachada del edificio, pero no lo derrumbó en su totalidad como era el deseo de McVeigh. A causa del bombazo murieron inmediatamente 167 personas, entre ellas 19 niños (de los cuales 15 se encontraban en la mencionada guardería), y unas 700 resultaron heridas.
Otra persona murió mientras prestaba servicios de rescate.A Timothy McVeigh no le importaban las víctimas. Según él, aunque no eran culpables, trabajaban para un «imperio del mal». Su intención no era la de asesinar niños ni civiles ajenos al Gobierno, ya que este hecho empañaría su mensaje político; sin embargo, no sintió lástima por ellos y, cuando fue detenido, declaró que no habían sido más que «daños colaterales» del atentado. Más tarde, intentó justificarse argumentando que también murieron niños en Ruby Ridge y Waco.
El atentado se produjo el mismo día de la ejecución de Richard Snell, un terrorista supremacista blanco condenado a muerte por asesinar a dos personas por motivos racistas en Arkansas en 1984. Curiosamente, Snell también había pensado poner una bomba en el Edificio Federal Alfred P. Murrah, pero sus planes se vieron frustrados tras su arresto; poco antes de ser ejecutado, asintió complacido al ver la noticia del atentado de Oklahoma City.
Una hora y media después del atentado, mientras huía al norte por la carretera interestatal, McVeigh fue detenido por el agente de policía Charlie Hanger cerca de Perry, en el condado de Noble (Oklahoma), por conducir un automóvil sin matrícula y portar ilegalmente un arma de fuego. Al momento de su arresto vestía un chaleco de combate negro, jeans negros, botas militares y una camiseta blanca con el retrato de Abraham Lincoln y la leyenda Sic semper tyrannis ("Así siempre a los tiranos"), la frase que pronunció John Wilkes Booth tras dispararle a Lincoln. En el reverso, la camiseta tenía el dibujo de un árbol del cual goteaban tres gotas de sangre y, sobre éste, una cita de Thomas Jefferson: "El árbol de la libertad debe ser vigorizado de vez en cuando con la sangre de patriotas y tiranos." Al tercer día de su arresto, cuando estaba a punto de ser puesto en libertad, la investigación del FBI le identificó como el autor material de la matanza.
Mientras aguardaba juicio, McVeigh leyó la novela Unintended Consequences, de John Ross, publicada en 1996, la cual es una versión ficcionada y altamente pro-armamentística de la cultura de las armas en Estados Unidos durante el siglo XX, y en la que el atentado de Oklahoma City es mencionado. Según McVeigh, de haber leído el libro antes, hubiese preferido llevar a cabo una campaña de asesinatos políticos con un rifle de francotirador en vez de un atentado explosivo.
El 13 de junio de 1997 fue declarado culpable de 11 cargos federales (incluyendo conspiración para utilizar un arma de destrucción masiva y 8 cargos de homicidio en primer grado) y condenado a muerte. Terry Lynn Nichols fue sentenciado a cadena perpetua por 160 cargos de homicidio. Michael Fortier, que aceptó testificar contra McVeigh, recibió una condena de 12 años de cárcel por no advertir al Gobierno sobre el atentado, pero fue liberado en 2006 por buen comportamiento e ingresó a un programa de protección de testigos.
McVeigh tuvo el número de la Agencia Federal de Prisiones 12076-064. Durante su permanencia en la prisión de máxima seguridad de Colorado, McVeigh compartió el mismo bloque de celdas que Terry Nichols, Ted Kaczynski (el "Unabomber"), Luis Felipe (criminal cubanoamericano, líder de la pandilla Latin Kings) y Ramzi Yousef (uno de los autores del primer atentado contra el World Trade Center en 1993). Invitó al director de orquesta David Woodard a realizar una Misa "prequiem" en la víspera de su ejecución; aunque reprochando el crimen capital de McVeigh, Woodard estuvo de acuerdo. :240–241 Pidió para comer por última vez dos tarrinas de helado de menta con chips de chocolate. El 11 de junio de 2001 fue ejecutado con la inyección letal en la Penitenciaría de los Estados Unidos, Terre Haute en Terre Haute (Indiana). Recitó el poema "Invictus" como sus últimas palabras antes de cumplir su sentencia.
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