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UBA



¿Dónde nació UBA?

UBA nació en UBA.


La Universidad de Buenos Aires (UBA) es una universidad nacional pública argentina con sede en la ciudad de Buenos Aires. Fue fundada el 12 de agosto de 1821 por el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Martín Rodríguez, y su ministro de gobierno, Bernardino Rivadavia. La UBA es la mayor universidad de Argentina y está considerada uno de los centros de estudios más prestigiosos de América y del mundo.[6]​ En 2021, ocupa el lugar 66° en el Ranking Mundial de Universidades QS que la ubicó como la mejor universidad de Iberoamérica [7]​ con base en su calidad de enseñanza, su nivel de investigación y en su internacionalización.[8][9][10]​ Cerca del 30 % de la investigación científica del país se realiza en los 64 institutos de investigación de esta universidad. Los cinco ganadores argentinos del Premio Nobel han sido estudiantes y/o profesores de esta universidad (Carlos Saavedra Lamas, Bernardo Houssay, Luis Federico Leloir, Adolfo Pérez Esquivel y César Milstein). Dieciséis presidentes argentinos egresaron de la UBA, de los que Alberto Fernández es el último.[11]

Según las bases de su estatuto universitario, «es una entidad de derecho público que tiene como fines: la promoción, la difusión y la preservación de la cultura [...] estando en contacto directo y permanente con el pensamiento universal y prestando particular atención a los problemas argentinos».[12]

Como las otras universidades nacionales argentinas, es no arancelada –depende financieramente del estado argentino, pero es autónoma–, libre y laica. Al ser autónoma, tiene su propio sistema de gobierno, formado desde la Reforma Universitaria de 1918 por un Consejo formado por representantes de profesores, estudiantes y graduados. La libertad de cátedra promueve que exista más de una que dicte cada materia; los docentes se seleccionan a través de un mecanismo de concurso y evaluación por jurados.

Está conformada por trece facultades, la Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini, el Instituto Libre de Segunda Enseñanza, el Colegio Nacional de Buenos Aires, la Escuela de Educación Técnico Profesional de Nivel Medio en Producción Agropecuaria y Agroalimentaria-Facultad de ciencias veterinarias,[13]​ ocho centros universitarios regionales, el Centro Cultural Ricardo Rojas, la Editorial Universitaria de Buenos Aires, el Cine Cosmos, dieciocho museos y cinco unidades asistenciales.

Cuenta con un total de 85 carreras de grado y 116 títulos derivados de aquellas (que constituyen un tercer nivel en la enseñanza), además de varias carreras de posgrado que son de cuarto nivel (especializaciones y maestrías), de quinto nivel (doctorados) y de sexto nivel (posdoctorados). El ingreso a la universidad es irrestricto, aunque desde 1985 el primer año de todas las carreras lo constituye el Ciclo Básico Común (CBC), que debe ser aprobado antes de poder ingresar a la facultad correspondiente.

En la Universidad de Buenos Aires se dictan 87 carreras de grado:[14]

La Universidad de Buenos Aires nació en la Manzana de las Luces, un conjunto de edificios que pertenecían al convento de los jesuitas construido a partir de 1712, y expropiado luego de 1767, cuando los reyes de España expulsaron a la orden de América. Las construcciones coloniales habían pasado así del virreinato a manos del Gobierno de las Provincias Unidas, que las entregó a la nueva Universidad para que comenzara las clases en 1821.

En ese núcleo fundacional, ubicado en la calle Perú 222 y edificios vecinos, se establecieron los primeros departamentos y futuras facultades, que fueron mudándose a edificios propios a medida que la cantidad de estudiantes y la necesidad de espacios especialmente preparados para las clases fue haciendo inevitable la construcción de edificios adecuados. La Facultad de Derecho se mudó a Moreno 350 en 1878, la Facultad de Medicina estrenó su sede propia en Avenida Córdoba 2180 en el año 1895 y el Rectorado se mudó junto a la Facultad de Filosofía y Letras a una antigua residencia familiar en la calle Viamonte 430.

La Facultad de Agronomía y Veterinaria contó desde su fundación en 1909 con el extenso campo del barrio de Agronomía, mientras la Facultad de Derecho ya construía su nuevo edificio de estilo neogótico en 1912, un proyecto ambicioso que remataría con una torre de 120 metros de altura máxima y nunca pudo ser terminado por problemas presupuestarios y estructurales. Pocas décadas después, se mudó definitivamente a su actual sede en Avenida Figueroa Alcorta 2263, un edificio neoclásico inaugurado en 1949. La Facultad de Medicina se trasladó a partir de 1944 a su imponente rascacielos art decó frente a la actual Plaza Houssay, conformando un conjunto con la Facultad de Ciencias Económicas, la de Farmacia y la de Odontología.

Ya a fines de la década de 1930 comenzó a discutirse un proyecto para la construcción de una Ciudad Universitaria. Entre otras propuestas, se propuso un extenso campus universitario que ocuparía el Parque de la Raza en Costanera Norte, un extenso terreno ganado al río que no fue aprovechado y terminó usándose para instalar el Aeroparque Jorge Newbery pocos años después.

Recién a fines de la década de 1950, el presidente Arturo Frondizi y su hermano rector de la UBA Risieri Frondizi dieron un impulso serio al proyecto de una Ciudad Universitaria para concentrar a las dispersas facultades, muchas de ellas ocupando de manera precaria edificios pequeños e inadecuados.[16]​ A partir de 1961, la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales comenzó el traslado al futuro campus, cuya construcción quedó paralizada a mediados de la década siguiente, cuando solo se había concretado también la mudanza de Arquitectura.

Por aquellos años, la Universidad contaba además con terrenos cercanos a la Facultad de Derecho, que pensaban utilizarse para instalar otras facultades en la Avenida Figueroa Alcorta, pero en 1972 el Rectorado hizo un canje muy poco favorable con la Municipalidad de Buenos Aires, en el que intercambió estos lotes estratégicos por el título de propiedad del edificio de Moreno 350, hoy Museo Etnográfico.[17]

La Manzana de las Luces siguió siendo sede de las facultades de Ciencias Exactas y Naturales hasta que en 1971 Exactas fue la última en trasladarse. Desde ese momento, los edificios jesuitas fueron recuperados y transformados en un museo y centro cultural. Por otra parte, la UBA abandonó desde esa época cualquier plan integral de obras edilicias, limitándose a adquirir, remodelar o alquilar edificios de manera provisoria a medida que la cantidad de estudiantes exigían más espacio para las distintas facultades, y el estado de crisis edilicia creció en las últimas décadas del siglo xx.

Entre las últimas obras de gran escala realizadas por la Universidad se encuentran la ampliación de la Facultad de Ciencias Económicas (inaugurada en 2011), el edificio único para la Facultad de Ciencias Sociales, en habilitación por etapas desde 2007.[18]​ y el nuevo edificio para ampliar la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales llamado 0 más infinito, que a fines del 2019 todavía ha de ser inaugurado.

Cuenta con 25 sedes (la mayoría de ellas corresponden a centros regionales), cuyo objetivo es acercar la universidad a los estudiantes e incrementar su presencia en la ciudad, y se enmarcan en la política de descentralización y regionalización de la UBA. En ellas se cursa el CBC y las primeras materias de algunas carreras de grado:[19]

La Universidad de Buenos Aires presta servicios asistenciales a través de su red hospitalaria, conformada por las siguientes instituciones dependientes de la Facultad de Ciencias Médicas:[20]

A estos centros de atención se suman:

La red de museos de la UBA está integrada por una serie de instituciones, diversas en cuanto a su temática, cuyo objetivo común es la divulgación y la articulación interdisciplinaria.[23]

El Sistema de Bibliotecas y de Información (SISBI) es una unidad dependiente de la Secretaría de Ciencia y Técnica del Rectorado, y está conformada por 18 unidades de información principales, que incluye las 13 bibliotecas centrales de las facultades, Colegio Nacional Buenos Aires, Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini, Hospital de Clínicas y una propia. También integran a la misma, otras 60 bibliotecas de institutos, centros, laboratorios y departamentos de la universidad.[24]

Fue creado el 23 de diciembre de 1985, mediante la resolución N.º 1913, con la misión de coordinar, promover y liderar, la cooperación entre las diferentes unidades de información que componen el sistema.[24]

Si hacia 1974, la Universidad de Buenos Aires tenía alrededor de 120 000 estudiantes cursando,[25]​ para 1988 el número de estudiantes de grado había ascendido a 180 805, y el de postgrado llegaba a 5687.[26]​ Para 1992, la cifra había caído a 168.808 (grado) y 4592 (postgrado),[27]​ aunque se dio un rebote en los números para 1996, cuando se llegó a 183 347 (grado).[28]

Para el censo del año 2000, se separó el estudiantado del CBC (76 788 personas) del de la cursada de grado (176 472 personas), lo que arrojó un total de 253 260 estudiantes.[29]​ En 2004 el número ascendió a 297 639 (78 684 del CBC).[30]

El último censo de la UBA, realizado en 2011, arrojó el dato de 262 932 estudiantes de grado y 67 445 del CBC. La facultad con mayor número de alumnos fue la de Ciencias Económicas (36 377 estudiantes de grado), seguida por las de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (25 748) y Medicina (24 198). El 96 % de estos estudiantes eran argentinos de nacionalidad y el 52,3 % tenía menos de 25 años. El 60,9 % de los estudiantes son mujeres.[31]

El actual sistema de gobierno tripartito de la Universidad de Buenos Aires, inspirado en la Reforma Universitaria de 1918, está constituido por el Consejo Superior y el Rector, quien lo preside. El Consejo Superior se compone de los decanos de cada una de las facultades y de los representantes de los claustros de profesores, graduados y alumnos. Los únicos docentes que pueden elegir representantes son los profesores titulares, por lo que de los aproximadamente 40 000 que tiene la universidad, solo unos 2000 tienen representación, el 5%. Ningún auxiliar docente (Ayudante de Segunda, Ayudante de Primera o Jefe de Trabajos Prácticos) tiene representación. Los representantes estudiantiles son elegidos por todos los aproximadamente 300 000 alumnos.

Por su parte, cada facultad tiene un gobierno compuesto por el Decano y el Consejo Directivo, que está integrado por ocho representantes de los profesores, cuatro de los graduados y cuatro de los estudiantes, todos elegidos por votación directa y obligatoria de sus respectivos pares.

De todas las casas de altos estudios de la Argentina, la UBA fue la que con mayor fuerza propugnó un programa modernizador y por su peso político, derivado de su cantidad de alumnos y de su larga historia, el movimiento estudiantil de la UBA fue clave en la historia política de la universidad y del país.[32][33][34][35][36][37]

A pesar de lo prolífico de la actividad universitaria en varias ciudades de la América colonial, Buenos Aires no contó con una universidad propia durante su pertenencia al Imperio Español. Esto se debía, entre otras cosas, a que durante los siglos xvi y xvii, la Gobernación del Río de la Plata era marginal con respecto al circuito de actividad económica, centrado en el eje andino. La actividad cultural era desempeñada sobre todo por miembros de la Compañía de Jesús (con fuerte presencia desde la provincia de Paracuaria), que mantenía el Colegio San Ignacio. La oferta universitaria era, dentro del territorio virreinal, la de Córdoba y Chuquisaca y, en la Capitanía General de Chile, la Universidad de San Felipe (hoy Universidad de Chile). Al constituirse el Virreinato del Río de la Plata, se propagaron nuevos ánimos de creación de una universidad, que el mismo virrey Vertiz apoyó, proponiendo el aprovechamiento del legado del Colegio San Ignacio,[38]​ abandonado tras la expulsión de los jesuitas, estos ánimos fueron correspondidos por la Corona pero, debido a las rivalidades entre los posibles depositarios de la docencia, las diversas órdenes monásticas y los diversos departamentos de funcionarios, la universidad no llegó a fundarse.

Producida la Revolución de Mayo de 1810 y la Declaración de la Independencia en 1816, debieron pasar varios años para su creación.

La Universidad de Buenos Aires fue oficialmente inaugurada el 12 de agosto de 1821 por un decreto del gobernador de la provincia de Buenos Aires, el brigadier general Martín Rodríguez, fechado tres días antes e impulsado por su ministro de gobierno, Bernardino Rivadavia.[39][40]​ En el acto de inauguración, que tuvo lugar en la Iglesia de San Ignacio, estuvieron presentes entre otros el propio Rivadavia y el sacerdote Antonio Sáenz, quien será nombrado primer rector. [39]​ Sáenz había hecho otros intentos por dotar a la gran aldea que era Buenos Aires de una casa de altos estudios que la ponga a la altura de Córdoba y Chuquisaca, aunque la educación impartida seguía muy aferrada a la enseñanza de tipo religioso en detrimento de las ciencias naturales y exactas. El conflicto entre la modernización y el lugar de la religión, se sostendrá durante los primeros años de la nueva universidad[41]​.

Con la creación de la universidad se buscó hacer ciencia de manera organizada, incorporando instituciones docentes que ya existían: los cursos de matemática dependientes del Consulado de Buenos Aires, los del Instituto Médico Militar y los del Colegio de la Unión del Sud. También asumió la parte teórica de la Academia de Jurisprudencia y se hizo cargo de la enseñanza primaria. Al inaugurarse, sus trabajos estaban ya tan adelantados que al día siguiente pudo conferir cinco grados de medicina y uno de derecho.

En 1822 estaba compuesta por los siguientes departamentos, antecesores de las actuales facultades:

Las clases de matemática se dictaron tanto en el Departamento de Ciencias Exactas como en el de Estudios Preparatorios. De esta última cátedra estuvieron a su cargo Avelino Díaz, discípulo de Lanz, y Senillosa, que se destacó como profesor y estudioso, cuyos textos de enseñanza fueron utilizados durante mucho tiempo en la Universidad. Las clases de física en el Departamento de estudios preparatorios fueron en sus inicios dictadas por Díaz. En 1823 se adquirió un laboratorio y una sala para los cursos de física experimental.

En 1826, fue nombrado rector el presbítero Valentín Gómez. Ese mismo año, el médico italiano Pedro Carta Molino, que llegó expatriado desde su país y había sido contratado en Inglaterra por Rivadavia, asumió la cátedra de materia médica y farmacia y la de física experimental. Dejó el cargo tras la renuncia de Rivadavia y fue sucedido por el astrónomo Fabricio Mossotti, también italiano y que había abandonado su país por motivos políticos. Fue, junto con Aimé Bonpland, el más importante formador de científicos de la Argentina de la primera mitad del siglo xix. La cátedra de química fue iniciada en 1823 por Manuel Moreno, quien renunció en 1828.

En el Departamento de Medicina los cursos estuvieron a cargo de los doctores Francisco de Paula Rivero y Francisco Cosme Argerich. En 1822 se creó la Academia Nacional de Medicina, que reunió a destacados facultativos nacionales y extranjeros y que, con la publicación del primer volumen de sus Anales en 1823, dio inicio a la prensa periódica científica.

Los primeros profesores de estudios jurídicos fueron Sáenz, en derecho natural y de gentes, y Pedro Antonio Somellera en derecho civil. En 1823 se incorporó al Departamento de Jurisprudencia la economía política. Esta materia fue dictada en 1824 por Pedro José Agrelo y a partir de 1826 por Dalmacio Vélez Sársfield. Este curso seguía la teoría de James Mill publicada en Elementos de economía, traducido en 1823 en Buenos Aires, y en la parte práctica enseñaba la aplicación de los principios a la economía doméstica, a la comercial y social, y a la estadística y administración de la hacienda pública. También se incorporó al Departamento de Jurisprudencia en 1826 la cátedra de derecho público eclesiástico, cuyo primer profesor fue el presbítero José Eusebio Agüero.

Durante la época de Juan Manuel de Rosas, se suprimió en Buenos Aires la enseñanza gratuita y los sueldos de los profesores universitarios. Sin embargo, la Universidad no cerró sus puertas, aunque el número de alumnos disminuyó considerablemente. Las cátedras de Medicina y Jurisprudencia casi no contaban con profesores y el Departamento de Ciencias Exactas prácticamente desapareció. En este período Francisco Javier Muñiz, de formación médica, inició los primeros trabajos en paleontología argentina y llegó a ser decano de la Facultad de Medicina de Buenos Aires.

En 1852, después de la caída de Rosas tras la Batalla de Caseros, la universidad se reorganizó. El Estado de Buenos Aires dio inmediato impulso a la universidad, promoviendo la educación superior. En 1858 se instauró el régimen de concursos docentes y se crearon nuevas carreras.

La cátedra de física estuvo a cargo de uno de los educadores de más prestigio de la época, Amadeo Jacques. El Departamento de Ciencias Exactas se reorganizó recién en 1863, por obra de Juan María Gutiérrez, quien fue rector de la UBA desde 1861 hasta 1874. Pasó entonces a comprender la enseñanza de matemáticas puras, aplicadas y de historia natural. Gracias a la gestión de Gutiérrez se contratan profesores de prestigio venidos de Europa, como Bernardino Speluzzi (matemático de la Universidad de Pavía), Emilio Rosetti (de Turín) y Pellegrino Strobel (especializado en historia natural, de Parma).

Del Departamento de Exactas egresaron en 1869 los primeros doce ingenieros argentinos, a quienes se denominó los doce apóstoles. Entre ellos estaba Valentín Balbín, que fue presidente de la Sociedad Científica Argentina. En 1891 el Departamento adoptó el nombre de Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, que instauró el doctorado en química en 1896. La Facultad incluía las carreras de Ingeniería y Arquitectura. En 1909, se crearon las facultades de Agronomía y Veterinaria, del Instituto de Altos Estudios Comerciales y de Ciencias Económicas.

En 1863 se creó el Colegio Nacional Buenos Aires y en 1890 la Escuela Superior de Comercio (hoy Carlos Pellegrini). En 1881, al convertirse la ciudad de Buenos Aires en Capital Federal, la Universidad pasó a depender del Estado nacional. En 1883 la UBA se hizo cargo de la dirección técnica del Hospital de Clínicas, que se convirtió así en hospital escuela.

Durante la Generación del Ochenta la Universidad logró progresos importantes y gran prestigio, impulsada por las políticas conservadoras y el cientificismo surgido a partir de fines del siglo xix.

Foto del cuerpo de abogados que se recibieron en 1891, entre ellos Marcelo T. de Alvear, Tomás Le Breton y Leopoldo Melo.

El crecimiento de Argentina y de Buenos Aires en particular y la prosperidad económica que brindaba la expansión del mercado interno permitieron a los hijos de los inmigrantes ―que pasaron a conformar el gran sector medio social― llegar a la universidad.

En junio de 1918, se inició un movimiento político-cultural promovido por los estudiantes de la Universidad Nacional de Córdoba y que se extendió por toda América Latina y en menor medida España y otros países que se denominó Reforma Universitaria. En un sentido genérico la Reforma Universitaria fue el nombre que correspondió al conjunto de cambios de las estructuras, contenidos y fines de la universidad. Entre sus principios se dieron la autonomía universitaria, el cogobierno, la extensión universitaria, la periodicidad de las cátedras y los concursos de oposición. En la práctica, la democratización formal de la universidad.

El Rectorado de la UBA hacia 1900, en su sede actual de la calle Viamonte 430 y 444.

La antigua sede de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales (hoy el Museo etnográfico Juan B. Ambrosetti) en 1905.

Cecilia Grierson, la primera médica argentina y pionera del feminismo en el país, tomando examen en la Facultad de Medicina, 1909.

Toma de la Facultad de Derecho durante la Reforma Universitaria de 1918

Manzana de las Luces, primera sede de la UBA, c. 1920

La antigua Facultad de Ciencias Médicas en 1923, hoy la sede de la Facultad de Ciencias Económicas

Tras el golpe de Estado del 6 de septiembre de 1930 que convirtió en presidente de facto a José Félix Uriburu, la UBA fue intervenida. La intolerancia fue una de sus características más sobresalientes y se puso de manifiesto a través de la persecución a estudiantes y profesores, a quienes se expulsó por diversos motivos. Sin embargo, la UBA continuó formando profesionales según las especialidades y llevaba adelante, gracias al esfuerzo individual de algunos de sus integrantes, unos pocos programas de investigación.

Alfredo Palacios reunido con estudiantes de derecho, en los días previos al golpe de Estado de 1930 .

La actual sede de la Facultad de Medicina en construcción, circa 1940.

La actual sede de la Facultad de Medicina en construcción, circa 1940.

Con el advenimiento del peronismo al gobierno luego de las elecciones del 24 de febrero de 1946, se suprimieron por ley la autonomía universitaria y el gobierno tripartito. El 22 de noviembre de 1949, Juan Domingo Perón estableció la gratuidad de la enseñanza universitaria a través del decreto 29.337. Se aseguraba así el acceso irrestricto a la cultura, a la educación superior y a la formación profesional universitaria, eliminando la imposición de los aranceles vigentes y estableciendo que "como medida de buen gobierno, el Estado debe prestar todo su apoyo a los jóvenes estudiantes que aspiren a contribuir al bienestar y prosperidad de la Nación, suprimiendo todo obstáculo que les impida o trabe el cumplimiento de tan notable como legítima vocación". El gobierno dio la posibilidad que los hijos de los trabajadores accedieran a la universidad. Entre 1935 y 1955, la matrícula de la UBA pasó de 12 000 a 74 000 alumnos.

Tras el golpe de Estado de 1955, se instaló en el poder la dictadura de la llamada Revolución Libertadora que en forma inmediata reestableció el gobierno tripartito y la autonomía universitaria, pero a la vez coordinó la represión contra el peronismo y corrientes de izquierda en el ámbito educativo, lo que llevó a dejar cesantes a cientos de profesores universitarios, se elaboraron listas negras de profesores que no podían continuar ejerciendo la docencia, siendo la Universidad de Buenos Aires una de las más afectadas.[42]

En 1955 se creó el Departamento Editorial de la Universidad de Buenos Aires, que tomó a su cargo la publicación de la Revista de la Universidad de Buenos Aires, creada en 1904, e inició la publicación de una serie de libros sobre Agronomía y Veterinaria, Ciencias Económicas, Derecho y Ciencias Sociales, Filosofía, Letras e Historia. En este segundo aspecto el Departamento fue sustituido en 1958 por la Editorial Universitaria de Buenos Aires (EUDEBA), que a partir del año siguiente inició una extensa labor editorial publicando hasta fines de 1961 más de 150 títulos. EUDEBA edita desde entonces obras de cultura general, textos y manuales de nivel universitario y una colección popular iniciada en 1960 con obras de literatura e historias argentinas, que alcanzó a los pocos meses una tirada de un millón de ejemplares.

A partir de la llamada Noche de los Bastones Largos durante la dictadura de Juan Carlos Onganía, el gobierno militar intervino las universidades y aplicó una estricta censura en los contenidos de enseñanza. Se desmanteló así un proyecto reformista de universidad científica de excelencia, sobre la base de la estrecha vinculación entre investigación y docencia. La llamada Noche de los Bastones Largos consistió en el desalojo violento por parte de la policía, el 29 de julio de 1966, de cinco facultades, ocupadas por las autoridades legítimas (estudiantes, profesores y graduados). El motivo de la ocupación era la oposición a la decisión del gobierno militar de intervenir las universidades y anular el régimen de cogobierno tras haber depuesto un mes antes, el 28 de junio, al gobierno constitucional de Arturo Illia.

La represión fue particularmente violenta en las facultades de Ciencias Exactas y Naturales y de Filosofía y Letras. En total fueron detenidas 400 personas y destruidos laboratorios y bibliotecas. En los meses siguientes cientos de profesores fueron despedidos, renunciaron a sus cátedras o abandonaron el país. Emigraron 301 profesores universitarios, de los cuales 215 se dedicaban a la investigación científica. En algunos casos se desmantelaron equipos completos. Es lo que sucedió con el Instituto de Cálculo (UBA) de la Facultad de Ciencias Exactas, donde operaba desde 1961 la primera computadora de América Latina, llamada Clementina, traída por Manuel Sadosky desde el Reino Unido. Sus 70 miembros renunciaron y emigraron. Lo mismo sucedió con los institutos de Psicología Evolutiva y de Radiación Cósmica.

Facultad de Derecho, circa 1960.

La Noche de los Bastones Largos, 29 de julio de 1966

Construcción de la actual Facultad de Ciencias Exactas y Naturales en Ciudad Universitaria, 1969.

En marzo de 1973, con la llegada de la democracia, el peronismo retornó al poder. A principios de 1974, durante la presidencia Perón, se sancionó la ley 20.645 de universidades nacionales, a través de la que se reconocía la autonomía académica y docente y la autarquía administrativa y económica.[43]

En el segundo semestre de 1974, durante el gobierno de Isabel Perón, fue nombrado interventor de la UBA Alberto Eduardo Ottalagano, con el apoyo de la agrupación Coordinadora de Estudiantes Universitarios Peronistas, integrada por el Movimiento Universitario Nacional, la Concentración Nacional Universitaria (CNU), la Legión Universitaria Peronista, la Alianza Universitaria Nacionalista, el Centro Universitario Peronista del Comando Evita y el Comando Nacional 8 de Octubre. Ottalagano, asesor presidencial de Perón, era un fascista declarado convencido de que la universidad era un campo de entrenamiento de guerrilleros subversivos, por lo que la intervención estaba destinada principalmente a desplazar a la izquierda peronista. Durante su gestión fueron despedidos 4000 profesores, entre ellos el premio Nobel de Química Luis Federico Leloir y cuatro estudiantes fueron desaparecidos.[44]​ Sin embargo, estas agrupaciones no contaban con el apoyo de la gran mayoría de los estudiantes de la UBA.[45]

Durante la dictadura de 1976-1983, autodenominada Proceso de Reorganización Nacional, fueron desaparecidos profesores y estudiantes sin importar su filiación política y aún aquellos que ante la menor sospecha de las autoridades de la intervención eran tildados de subversivos. Además se llevó a cabo una sistemática labor de censura, en la cual se quemaron cientos de miles de libros, entre ellos 90 000 ejemplares de Eudeba.[46][47][48]

Avasallando los postulados de la Reforma Universitaria de 1918, se establecieron exámenes de ingreso, reducción de cupos por carreras, arancelamiento, supresión de carreras y reorientación de la matrícula.[49]​ En el hall de acceso de los establecimientos universitarios se instalaron puestos de vigilancia de la Policía Federal. También se llevaron a cabo numerosos concursos de profesores en el año 1982, regularizando una planta docente que salvo excepciones, no fue impugnada con el retorno a la democracia.[50]

Recuperada la democracia con el advenimiento de Raúl Alfonsín a la presidencia en 1983, la universidad argentina recuperó su forma natural de gobierno conforme el Estatuto Universitario de 1958, y según los principios de la Reforma Universitaria de 1918.

En 1985 se creó el Sistema de Bibliotecas e Información (SISBI), que coordina los servicios bibliotecarios de la universidad y está constituido por 19 unidades de bibliotecas. También en este año se creó el Ciclo Básico Común (CBC), que constituye el primer ciclo obligatorio en la formación del estudiante, y un año después se lo reforzó con el programa de educación a distancia UBA XXI.

En 1987 se puso en marcha el Programa de Ciencia y Técnica (UBACYT).

En 1993 se lanzó el programa de becas para docentes "René Hugo Thalmann" con el objetivo de permitir a los profesores realizar pasantías en centros universitarios, y a los docentes estudios en el exterior. Un importante incremento de becas de ayuda económica se logró en 2002 con la creación de las becas Sarmiento.

En el aspecto técnico, en 1991 se procedió a la creación una empresa dedicada a transferencia de tecnología, consultoría y prestación de servicios, UBATEC S.A., de la cual es accionaria la Universidad de Buenos Aires junto con el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, la Unión Industrial Argentina y la Confederación General de la Industria. En 1996 se lanzó la productora UBA TV, con seis programas de aire. La creación de UBANET S.A. en 1997, conformada por la UBA y Trainet, del grupo Telecom Italia, permitió ofrecer sistemas de formación y capacitación profesional a partir de recursos tecnológicos avanzados.

A mediados de abril de 2006, hacia el fin del mandato de Guillermo Jaim Etcheverry, debía llamarse a la elección de un nuevo rector. El Consejo Superior de la UBA convocó en cinco oportunidades a la Asamblea Universitaria, pero ninguno de esos encuentros pudo llevarse a cabo debido a la toma de colegios y facultades por parte de la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA).[51]​ Uno de los motivos invocados por la FUBA ―respaldada por organismos de Derechos Humanos como las Madres de Plaza de Mayo y por partidos de izquierda― fue la oposición a la candidatura de Atilio Alterini, respaldada por Franja Morada, acusado de colaborar con la dictadura. La FUBA pedía como condición la reforma previa del Estatuto Universitario por considerarlo antidemocrático. La acusación se basaba, entre otros argumentos, en la poca participación de los estudiantes en los órganos de gobierno, la alta cantidad de docentes que no pueden votar en su claustro por no encontrarse regularizados y la exclusión de participación de los trabajadores no docentes.

Durante el intento de sesión, que debía llevarse a cabo el 2 de mayo en la Facultad de Medicina, miembros de la FUBA y estudiantes tomaron dicha facultad, y se generaron forcejeos cuando los activistas estudiantiles se enfrentaron con militantes del gremio de los trabajadores no docentes.[52]

Finalizado el mandato de Jaim Etcheverry el 7 de mayo, asumió el vicerrector Berardo Dujovne, pero su mandato terminó una semana más tarde.[53]​ En virtud del artículo 101 del Estatuto Universitario asumió temporalmente el rectorado el decano de mayor edad, Alfredo Buzzi.[54]​ El 29 de mayo, y tras la renuncia de Buzzi, fue sucedido en el cargo por Alberto Boveris.[55]​ El 31 de mayo, el Consejo Superior nombró vicerrector al exdecano de la Facultad de Veterinaria Aníbal Franco, quien así pasó a desempeñar temporalmente las funciones de rector.

Hacia noviembre de 2006 se anunció una fórmula de consenso entre los distintos sectores. Con apoyos de las trece facultades se anunció que el decano de la Facultad de Ciencias Veterinarias, Rubén E. Hallú, sería rector y que Jaime Sorín, decano de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo, vicerrector. Sucesivas manifestaciones de la FUBA impidieron el normal funcionamiento del Consejo Superior, órgano encargado de llamar a la Asamblea Universitaria, por lo que en una sesión "de emergencia"[56]​ se realizó la convocatoria para el 18 de diciembre en el Congreso Nacional. Seguidamente, y tras anunciar la convocatoria de la Asamblea Universitaria, el día 12 de diciembre el vicerrector Aníbal Franco solicitó licencia de su cargo.[57]

Finalmente, el 18 de diciembre la Asamblea pudo sesionar en el Salón Azul del Congreso ―lo que generó controversias sobre su validez, puesto que según el Estatuto de la UBA debía realizarse dentro de las instalaciones de la Universidad― y Rubén Hallú fue elegido nuevo rector.[58]

En 2008 la empresa Cavcon S.A. comenzó la construcción del nuevo anexo para el edificio de la Facultad de Ciencias Económicas, inaugurado el 9 de marzo de 2011 por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Este anexo se integra con los edificios antiguos mediante su patio central, alrededor del que se articulan dos tiras de aulas distribuidas en L, una sobre Córdoba y otra sobre Uriburu. En total, el anexo tiene planta baja y seis pisos, e incluyen un salón de usos múltiples en el primer nivel, que suman 8200 m² de superficie cubierta y 46 aulas.[59]

En 2011 fue inaugurado el edificio único de la Facultad de Ciencias Sociales en el barrio porteño de Constitución, con capacidad para 15 mil alumnos, 13 400 mil metros cuadrados, 60 aulas más un auditorio para 700 espectadores y un subsuelo con 13 aulas-estudio pensadas para la enseñanza y la producción audiovisual. Desde 2011 se fueron mudando e incorporando las distintas carreras impartidas por la Facultad a la nueva sede hasta que finalmente el primer cuatrimestre del año 2015 encuentra a las cinco carreras funcionando en un mismo lugar.[60]​ El edificio requirió una inversión de 90 millones de pesos.[61][62]

En 2014, la UBA quedó primera en un ranking universitario, que evalúa la calidad de la educación, por distinciones obtenidas por los estudiantes, calidad de los docentes, en la categoría de países hispanoparlantes.[63]​ Según los resultados del ranking Shanghái 2014, la UBA se posicionó primera en la lista de las universidades hispanoparlantes del continente[64]

Por medio de la Resolución de Consejo Superior n°. 16/14 se aprobó la creación del Programa La Universidad para el Siglo XXI.[65]

En 2018 recibió un Premio Konex - Diploma al Mérito otorgado por la Fundación Konex como una de las Instituciones Educativas más importantes de la última década en la Argentina.[66]

Cuatro de los cinco ciudadanos argentinos galardonados con el Premio Nobel fueron estudiantes, graduados y profesores de la Universidad de Buenos Aires. La siguiente lista detalla su relación con la Universidad al momento de recibir el premio:

Varios presidentes argentinos fueron estudiantes de la Universidad de Buenos Aires. La siguiente lista detalla sus años en el cargo, su afiliación política y el título universitario obtenido:

La Radio Universidad de Buenos Aires se encuentra en la frecuencia de fm 87.9 MHz. Su lema "El saber, está en el aire" se destaca por la gran cantidad de contenidos académicos y de interés social que trata. El 20 de diciembre de 2005 se puso en el aire. Por resolución 1053 del AFSCA (publicada el 15/09/2011 en el Boletín Oficial), fue autorizado el cambio de frecuencia a la actual 87.9 MHz, junto con un aumento de potencia (pasó de tener Categoría G a Categoría E)[68]
La emisora fue concebida como medio público. Presenta una programación complementaria de las frecuencias comerciales y sus contenidos introducen a temáticas de relevancia social e interés colectivo. Se propone vincular los saberes de los graduados, docentes y estudiantes que integran la comunidad académica de las trece facultades de la Universidad de Buenos Aires. Emite producción propia todos los días las 24 horas. También coproduce con distintas unidades académicas de la Universidad programas de divulgación científica y de expresión cultural.[69]​ A su vez, los estudiantes pueden acceder a espacios mediante concursos. El primer concurso de este tipo se realizó en julio de 2009.



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