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Villalonga (Valencia)



Vista de Villalonga

Villalonga (en valenciano y cooficialmente Vilallonga) es un municipio de la Comunidad Valenciana, España. Pertenece a la provincia de Valencia, en la comarca de la Safor.

Situado en el extremo sureste de la provincia de Valencia, en las laderas septentrionales de la sierra de la Safor, que sirve de límite con la provincia de Alicante. El relieve lo forma un espacioso valle por cuyo centro discurre el río Serpis en dirección nordeste en busca del mar.

El clima es mediteráneo y de montaña. En verano las temperaturas máximas suelen estar entre 35 y 40 grados centígrados; en cambio en invierno, las mínimas oscilan entre -5 y 5 grados centígrados. El otoño suele ser lluvioso o seco. A finales de verano o al principio de otoño se produce la gota fría, es un temporal muy fuerte y que pueden caer hasta más de 300 litros en un día, todo depende de la temperatura del mar Mediterráneo.

Desde Valencia se accede a este pueblo, por carretera, llegando primero a Gandía a través de la N-332 y en las afueras de la ciudad (dirección a la localidad de Oliva) se coge la carretera CV-680 para llegar hasta Villalonga pasando por: Almoines, Beniarjó, Beniflá y Potríes. Hay una línea de autobús que pasa por los pueblos gandia, Almoines, Beniarjó, benifla, potríes, Palma de Gandía, ador y villalonga para ver los horarios http://www.autobuses-laamistad.com/

El término municipal de Villalonga limita con las siguientes localidades: Ador, Castellonet, Fuente Encarroz, Lugar Nuevo de San Jerónimo, Oliva, Potríes y Terrateig de la provincia de Valencia; Adsubia, Lorcha y Vall de Gallinera de la provincia de Alicante.

Los vestigios más antiguos que conocemos en este término municipal se encuentran concentrados en su mayoría en la zona del Pla de la Llacuna y consisten en varios asentamientos al aire libre en los que han sido documentados restos materiales pertenecientes al periodo Paleolítico Superior así como otros materiales relacionados con el período Mesolítico. El yacimiento de Les Coves del Pastor –yacimiento actualmente destruido– ha sido objeto de estudios recientes y ha sido datado en el periodo eneolítico, momento en que la cavidad fue utilizada con fines funerarios a tenor de los materiales hallados hasta el momento. El yacimiento de la Cova del Racó del Duc debe haber sido utilizado en varias épocas como cueva refugio ya que las características geomoforlógicas de la misma no ofrecen condiciones idóneas para hacerla habitable.

Se comenta el hallazgo de restos óseos humanos por lo que tampoco es descartable su utilización con fines funerarios en época eneolítica. Entre los materiales a destacar se han encontrado punzones de hueso, cerámica con decoración peinada así como varios nódulos de sílex y varios restos cerámicos desde época eneolítica hasta la época islámica.

Jaime I conquistó las tierras valencianas durante su largo reinado (1213-1276). El Rey Jaime conquistó el valle en el mes agosto de 1240. Cedió el castillo de Villalonga, casas y tierras, habitadas por moriscos a Diego López III de Haro, señor de Vizcaya.

Pocos años más tarde los derechos fueron traspasados a Arnaldo Llansol de Romaní, hijo de Arnaldo Berenguer Llansol, señor de Romaní. Sus descendientes fueron los señores de Villalonga. Conservaron la propiedad durante casi tres siglos y medio, hasta 1603. En esta fecha, la Baronía de Villalonga, es adquirida por Pedro Franqueza Esteve, quien es ennoblecido por Felipe III con el título de Conde de Villalonga.

En 1606 el Conde cae en desgracia, es procesado, encarcelado y sus propiedades son confiscadas. Para administrar este patrimonio, la Real Audiencia de Valencia nombra a Jaime Beltrán, quien delega sus funciones sobre Villalonga a un ciudadano de Gandía Vicente Cutanda, el cual toma posesión del valle el 21 de enero de 1607.

La actual población de Villalonga está formada a partir de calles musulmanas como caseríos primitivos algunos de los cuales son denominados: Cais, La Font y La Alcudia; en estas calles se aglutinó la población tras la expulsión de los moriscos, dejando despoblados otros caseríos existentes hasta entonces y que se llamaban Ráfol, Buixerques, Simat, El Reconc, l'Almàssita, la Plaça y Recunxent.

Un documento de 1607[1]​ permite determinar la relación completa de los últimos moriscos de Villalonga y su distribución en los distintos lugares. Se puede estimar una población de 1000 habitantes en el Valle de Villalonga en dicho año.

Las casas y tierras del valle de Villalonga, abandonadas por los moriscos en 1609, fueron repobladas. La Carta Pobla[2]​ es un documento notarial, suscrito el 26 de enero de 1612 por las personas que a partir de ese momento iban a acceder al dominio útil de las casas y tierras del valle.

Los apellidos de los primeros pobladores cristianos fueron los siguientes: Bas de Mezquida, Carbó, Castellolí, Cifré, Coll, Estruch, Faus, Fuster, García, Glaudio, Iváñez, Juan, López, Martí, Martínez, Mas, Mascarell, Moratal, Navarro, Puig, Reig, Roch, Rocher, Ros, Sanchis, Serra y Tarrasó.

El censo de población[3]​ detalla una relación de 58 vecinos, que ocupaban otras tantas casas. Un estudio muy detallado de Salvador Rocher Tarrasó precisa que la población en Villalonga en ese año era de 256 personas.

La genealogía de los habitantes de Villalonga, desde 1630 se puede obtener a partir de la información del Archivo Parroquial, con los registros de nacimientos, matrimonios y defunciones.

El terreno cultivado se reparte entre secano, donde se cultivan olivos y frutales, y regadío con una presencia mayoritaria de naranjos.

La empresa de alimentación vicky foods dulcesol junto con las industrias cerámicas presentes en el municipio, emplean a gran parte de la población. Asimismo ha tenido una importancia destacada, si bien su peso en el conjunto de la economía local a ha decrecido en la última década, la comercialización de naranjas a través de la Cooperativa Río tinto.

Hay ganadería lanar, caprino y vacuno, así como algunas granjas avícolas, si bien su peso en la economía local no es destacado.

Villalonga cuenta con comercios que abastecen tanto a la población como a los municipios colindantes de Potríes y Ador. Además, celebra mercado dos días a la semana (martes y viernes)06:00 a 13:00 y el centro comercial se sitúa en los alrededores del Paseo del Presbítero D. Antonio Giner, donde se pueden encontrar bares, restaurantes, tienda de informática, autoescuela y entidades financieras como bankia, banco Santander, La Caixa, un supermercado de la cadena Mercadona, agencias de viajes, Óptica (Martí Ópticos-Zasvisión), locutorio, estanco y quiosco de prensa, entre otros.

En los últimos años, este municipio ha tenido un crecimiento urbanístico enorme a la par que controvertido, multiplicando su superficie urbana muy por encima de las necesidades de suelo reales. De hecho, el número de habitantes no se ha visto incrementado en porcentajes superiores a los del resto de municipios de la comarca y gran parte de los desarrollos urbanos de los últimos tiempos están por ocupar.

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