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Federación Democrática del Norte de Siria



الإدارة الذاتية لشمال وشرق سوريا

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Julio de 2013

Noviembre de 2013

Noviembre de 2013

Enero de 2014

Rojava (en kurdo: Poniente) oficialmente Administración Autónoma del Norte y Este de Siria, conocida coloquialmente como Kurdistán sirio o Norte de Siria, es una región autónoma de facto del Oriente Medio constituida por siete cantones con un amplio autogobierno en Siria septentrional: Afrin, Jazira, Manjib, Eufrates, Raqqa, Taqba, y Deir ez-Zor.

Rojava obtuvo su autonomía a través de victorias militares en el conflicto de Rojava y la guerra civil siria, estableciendo y expandiendo gradualmente una Administración Autónoma basada en los principios del confederalismo democrático: la igualdad de género, la descentralización, el desarrollo ecológico, la tolerancia a la diversidad de religiones, etnias y culturas.

Rojava es vista por el nacionalismo kurdo como una de las cuatro zonas del Gran Kurdistán, que se corresponden con los puntos cardinales. Rojava se corresponde con el Kurdistán Occidental. Las otras cuatro zonas del Kurdistán son el sudeste de Turquía (Kurdistán septentrional), el norte de Irak (Kurdistán meridional), y el noroeste de Irán (Kurdistán oriental).

No obstante, aunque Rojava se originó como una Federación de organizaciones de origen kurdo y sigue siendo de mayoría kurda, se trata de una Entidad poliétnica y plurinacional, algo reflejado en su Constitución, en su estructura social y en su parlamento, el Consejo Democrático de Siria. Rojava alberga poblaciones significativas de árabes, asirios y turkmenos, y poblaciones minoritarias de armenios, circasianos y chechenos.

Rojava aprobó su Constitución en enero de 2014. La Constitución de Rojava atrajo la atención de la comunidad internacional por ser única en Oriente Medio en su confederalismo, en su protección de las minorías étnicas y religiosas, en su afirmación de la igualdad de género y en el establecimiento de la democracia directa como forma de gobierno. En diciembre de 2016, Rojava modificó su Constitución para adaptarla a un modelo constitucional sirio que establecería una República federal y democrática en el país.

Los cantones de Rojava no son reconocidos como autónomos por el Gobierno de Bashar al-Assad, ni por los rebeldes sirios, ni tampoco por ningún Estado soberano u organización internacional. No obstante, las milicias leales a Rojava han obtenido apoyo militar por parte de la Coalición Internacional Contra Estado Islámico; integrada por Estados Unidos, Francia, Alemania y el Reino Unido así como también de Rusia. También, en menor proporción, recibió apoyo militar proveniente de Jordania y del Partido de los Trabajadores de Kurdistán con sede en Turquía.

«Rojava» (pronúnciese /roʒɑˈvɑ/) significa 'poniente' en kurdo, término que se globalizó en el mundo desde la relevante participación de las milicias kurdas en la Guerra contra Estado Islámico en Siria. En el caso de Kurdistán sirio, el nombre Kurdistán significa literalmente Tierra de los Kurdos, sumado al complemento de "sirio" u "occidental" en referencia a la designación geográfica o política relativa de la región.

La región del Rojava está compuesta por tres cantones Cizîr (Al-Yazira), Kobanê y Efrîn.

La mayor parte del Rojava se localiza dentro del sistema fluvial del Tigris y Éufrates, cuyos ríos tienen origen en lo alto de los Montes Tauro. A diferencia del Bakur, es una zona predominantemente plana ocupada por las planicies del Harran y Al-Jazirah, solo interrumpidas por ligeras elevaciones esporádicas. Presenta una muy ligera pendiente hacia el sureste por donde escurren los "ríos gemelos", lo que provoca que el cauce de ambos y el de sus afluentes es mucho menos abrupto que cuenca arriba.

El clima de la región es predominante seco, con veranos muy calientes e inviernos que pueden llegar hasta los 15 grados bajo cero. Su sistema hídrico está compuesto por una serie de pozos subterráneos (de ahí el nombre árabe de Kobanê; Ayn al-Arab) el Éufrates, el cual escurre por la región de Efrîn. Por su parte, el Tigris representa la línea fronteriza que divide al Rojava del Başur, es decir a Siria e Irak.[1]

La mayor parte de la población del Rojava es de origen étnico kurdo, sin embargo hay importantes grupos minoritarios árabes, turcos, asirios, armenios, chechenos, griegos, entre otros.[2]​ Gran parte de la población es rural, sin embargo a raíz de las incursiones de Daesh, miles de campesinos tuvieron que refugiarse en las capitales cantonales del Rojava (ver la resistencia de Kobanê), y otros tantos cruzaron hasta campos de refugiados localizados en los pueblos fronterizos del lado turco, en la pequeña ciudad de Suruç (Pirsüs en kurdo) de la región de Şanlıurfa, e incluso hasta las grandes ciudades como Estambul.

Como parte de la administración de su imperio, el sultán se servía de la estructura tribal kurda para controlar las regiones que se encontraban lejanas a los centros de poder. Por aquel entonces prácticamente la totalidad del Kurdistán se encontraba bajo la misma entidad administrativa, es decir el Imperio otomano, por lo que la vida en el Rojava no era muy diferente a la del Bakur. Cabe mencionar que de las cuatro subregiones del Kurdistán el Rojava era y es incluso en la actualidad por mucho la menos poblada.[3]

A principios del siglo XX, con la construcción por los alemanes del ferrocarril de Bagdad, algunas regiones como la actual Kobanê, atrajeron un importante número de trabajadores. De hecho el nombre Kobanê deriva del nombre de la empresa constructora Koban Railway Company. Así mismo con el descubrimiento de algunos yacimientos petroleros en la región el número de habitantes comenzó a incrementarse.

La independencia de Siria tras la Segunda Guerra Mundial, y el ascenso al poder del Baath sirio, trajo modificaciones a la lógica espacial del Rojava. Con el fin de fortalecer el joven proyecto del Estado-nación sirio, e impedir que la población kurda del norte les generara problemas, desde la década de los años 1960, se llevó a cabo un proyecto por medio del cual se buscaba mantener a la población kurda del norte del país en una situación económica, política y social desfavorecida. A esto se le conoce como "El cinturón verde".

El régimen sirio desmontó la poca industria que existía en el Rojava e implementó una política que obligaba a los habitantes a producir únicamente trigo y extraer petróleo. Además, como parte de la guerra demográfica, el Estado movilizó a colonos árabes de otras regiones y les otorgó tierras en los tres cantones. Dichas tierras habían pertenecido durante al menos un siglo a la población kurda, lo cual derivó en una serie de conflictos y enemistades de carácter nacionalista.[4]

Durante la guerra civil siria, se formaron las Unidades de Protección Popular (YPG) bajo la administración del Comité Supremo Kurdo para controlar las zonas de Siria habitadas por kurdos. El 19 de julio de 2012, las YPG capturaron la ciudad de Kobanê (Ayn al-Arab), y el día siguiente capturaron Amûdê y Efrîn.[5]​ Los dos grupos principales kurdos, el Partido de la Unión Democrática (PYD) y el Consejo Nacional Kurdo (KNC), formaron un liderazgo conjunto para administrar las ciudades bajo su control.[5]​ En cuestión de días, las YPG habían capturado también las ciudades kurdas de Dêrika Hemko (Al-Malikiya), Serê Kaniyê (Ras al-Ayn), Dirbêsî (Al-Darbasiya) y Girkê Legê (Al-Mabada). Las únicas ciudades kurdas importantes que permanecieron bajo control gubernamental fueron Hasaka y Qamishli.[6][7]

El Comité Supremo Kurdo es el órgano de gobierno provisional del Kurdistán sirio, fundado por el Partido de la Unión Democrática (PYD) y el Consejo Nacional Kurdo (KNC), tras la firma el 12 de julio de 2012 de un acuerdo de cooperación entre las dos partes en Hewlêr, Kurdistán iraquí bajo el auspicio del presidente del Kurdistán iraquí Masud Barzani.[8]​ El consejo del comité está formado por un número equitativo de miembros del PYD y del KNC.[9]​ Tras la formación de este gobierno, se fundaron una serie de instituciones democráticas de abajo-arriba que se consideran democracia participativa radical.

Como resultado de las movilizaciones populares en oposición al régimen de Bashar al-Assad en Siria en 2011, los pueblos kurdos de la región de Rojava comenzaron a desarrollar los postulados del Confederalismo Democrático. Los pueblos de mayoría kurda decidieron desmarcarse de las dinámicas del conflicto y no se alinearon ni con el régimen ni con las fuerzas armadas. En su lugar, decidieron aunar fuerzas e impulsar la democratización pacífica de su sociedad a través de la doctrina del Confederalismo Democrático impulsada por el Partido Unión Democrática (PYD) y propuesto, en sus inicios, por el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK).

El fundamento del Confederalismo Democrático en Rojava se encuentra en la toma de decisiones sobre el conjunto de la vida social mediante asambleas de base llamadas comunas (komin) y guiadas por la ideología de la vida colectiva (jiyan comunal)[10]​.

La propuesta comunalista del Confederalismo Democrático hace referencia a la toma de decisiones colectivas por parte de las comunas, rompiendo así con el estado-centrismo imperante en la formulación y elaboración de políticas propias de los Estado-nación de la modernidad capitalista. De esta forma, alejando el poder de las manos del Estado moderno, las asambleas comunitarias garantizan el debate y la participación política de todo tipo de actores sociales mediante la toma de decisiones horizontales y democráticas. En los procesos de auto-organización popular, el consenso es el ingrediente principal de las asambleas comunales.

Para paliar la dominación masculina y romper con el orden patriarcal dominante, en Rojava se ha impulsado la creación de comunas, cooperativas, centros culturales, academias y milicias exclusivamente integradas por mujeres[10]​.

A modo de ejemplo, el 25 de noviembre de 2018 se inauguró “Jinwar”: “jin” en kurdo significa “mujer” y “war”, por su parte, quiere decir “terreno” u “hogar”. Así bien, este “hogar de mujeres” es hoy un pueblo autogestionado, sostenible y solidario que se presenta como un espacio seguro para mujeres que quieran compartir su vida con otras mujeres[11]​.

El Confederalismo Democrático busca el desarrollo de una industria ecológica que utilice los recursos de manera sostenible tratando, también, de minimizar su gasto. Al mismo tiempo, se promueve la utilización de productos naturales que no dañen el medioambiente, como, por ejemplo, la energía solar. Este modelo de transición ecológica descansa sobre los ejes de la diversificación de cultivos en el campo, el cuidado del agua, el manejo de residuos sólidos, la utilización de energías renovables, la reforestación y el desarrollo de una industria sostenible [10]​.

Las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) cuyas principales milicias y fundadoras son las Unidades de Protección Popular (abreviada como YPG) y su fracción femenina las Unidades Femeninas de Protección (YPJ) —brazos armados del Comité Supremo Kurdo desde el inicio del conflicto kurdo-sirio—, que cumplen el rol de fuerzas oficiales de la Federación según la carta constitucional de la misma establecida provisionalmente en 2014.[12]​ Tras la guerra civil, ambas milicias contaban con entre 60 000 - 80 000 combatientes sin contar las demás fracciones de las FDS.



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