Los pueblos originarios de Venezuela son grupos que en la actualidad conforman aproximadamente el 2,9% de la población. Sin embargo, la población venezolana en general tiene en su composición genética una contribución amerindia entre un 23% y 25 % del total. Son por lo menos 34 etnias que mantienen culturas totalmente limpias y originarias de la región, que no se vieron afectadas por la conquista y asimilación española durante la época de colonización.
Según el censo de 2011, la mayoría se hallan en zonas de los estados de Zulia (61,2 %), Amazonas (10,5 %), Bolívar (7,5 %), Delta Amacuro (5,7 %), Anzoátegui (4,7 %), Sucre (3,1 %), Monagas (2,5 %) y Apure (1,6 %).
Estos grupos además, se encuentran también compartidos con Colombia, Brasil y Guyana.
Con respecto al nombre de Venezuela, Alarico Gómez aclara lo siguiente:
El nombre Veneci-uela aparece impreso por primera vez en el Mapamundi de Juan de La Cosa (1500) y fue escrito de acuerdo a su fonética. A este aspecto se refirió el padre Giovanni Bottero (1598) en su obra Relaciones Universales del Mundo y en 1629 el padre Antonio Vázquez de Espinosa publicó su libro Compendio y Descripción de las Indias Occidentales, en la cual coincide en señalar que la palabra tiene un origen añú. El vocablo Venezziola resulta extraño en lengua italiana. Una expresión más común sería la de Piccola Venezia cuya traducción es “pequeña Venecia” y nunca Venezuela. Por lo tanto, toda la documentación conduce a la conclusión de que el nombre de nuestro país se origina en la lengua de los paraujanos (familia arawac) y quiere decir agua-grande. Sobre este aspecto es necesario destacar que la costumbre de los conquistadores era usar los nombres que los locales le daban a los lugares que habitaban, a los que adaptaban fonéticamente de acuerdo a las normas del idioma castellano. Ejemplo de ello se puede constatar en los nombres que le dieron a Barquisimeto (Variciquimeto), Caracas (Caraca), Mar Caribe (Caribe), Teques (Teque), La Guaira (Uaira), Maracay, Mucuchíes, Capacho, Lobatera y tantos otros. Sólo usaban nombre hispánicos cuando fundaban un poblado (Mérida, San Cristóbal, Angostura.
Sin embargo, es importante mencionar que en 1528, el nombre era relacionado con la ciudad de Venecia, al punto que la breve incursión alemana en el continente americano sobre el territorio de la provincia de Venezuela, se le dio el nombre de Klein-Venedig o Welserland (pronunciación /ˈvɛl·zɛə·lan/), o pequeña Venecia. El vocablo Venezziola puede que tenga su origen en el idioma véneto.
A continuación, se muestra un orden de los principales grupos étnicos indígenas de Venezuela: Achagua, Akawayo, amorua, arawako, ayaman, baré, barí, chaima, cubeo, cumanagoto, eñepá/panare, guanono, hoti/hodi, inga, japrería, jivi/guajibo, kariña, kuiba, kurripaco, mako, ñengatú/yeral, puinave, pumé/yaruro, sáliva, sanemá, sape, timoto-cuicas/ Timones, uruak/arutani, wanai/mapoyo, warao, warekena, wotjuja/piaroa, yabarana, yanomami, yekuana, yukpa, matako, makushí, Caribe, rurripako, waika, waikerí, wapishana, camentza, gayón, guazabara y quinaroe.
Hay numerosos grupos étnicos aborígenes en Venezuela. La manera más práctica para diferenciarlos es a través de sus idiomas originales:
Para 1498 las etnias arawacos se concentraban en el Occidente y Centro de lo que sería Venezuela ,colonizaban y comerciaban con diversas islas de las Antillas. Hoy en día los principales grupos arawacos se hallan en el Zulia (ante todo los wayúus) y en el Amazonas.
Es la etnia más numerosa de Venezuela. Habitan en el Noroeste del Zulia y en La Guajira colombiana. En general han tratado de permanecer independientes de Colombia y Venezuela y se consideran ante todo wayúus y procuran regirse por sus propias leyes.
Viven en el noreste del estado (Zulia), en las riberas del lago de Maracaibo. También se les conoce como paraujanos. En los últimos años ha habido esfuerzos para resucitar su idioma.
Los wanikua viven en el estado Amazonas, en especial por el río Negro, el Guainía y el Casiquiare. Presentan un alto grado de aculturación. Son unas 2815 personas. Viven en chozas circulares con techo de dos aguas hecho de palmas, bahareque y madera o casas rurales típicas de Venezuela.
Habitan en Venezuela en el estado Amazonas.
Los piapocos habitan en las orillas del Orinoco en el estado Amazonas y en Colombia. Viven ante todo de la pesca y la agricultura de subsistencia.
Los pemones habitan en el Bajo, Medio y parte del Alto Paragua en el municipio Angostura, los pemones son indígenas suramericanos que habitan la zona sureste del estado Bolívar en Venezuela, la frontera con Guyana y Brasil. Son los habitantes comunes en la Gran Sabana y todo el Parque Nacional Canaima. Se calcula que hay unos 30.000 Pemones en Venezuela (Estado Bolívar y el territorio esequibo) y Brasil. Se diferencian tres grupos principales:
Habitan casas circulares o rectangulares, de techo de paja y paredes de adobe o barrotes de madera.
Está fundamentada en la tala y quema; constituye la base de su alimentación la yuca amarga. La recolección de productos silvestres, en la zona noroccidental, en el Bajo Caroní y Bajo Paragua.43
Estos dialectos se diferencian a nivel fonético, gramatical y lexical. .
Los kariña (también conocidos como karibe, Cariña, Galibí, Kali'na, Kalihna, Kalinya, Caribe Galibí, Maraworno o Marworno) es una etnia Caribe, emparentada con los pemón. Hablan el kariña unas 4450 personas en Venezuela, Guyana y Brasil.
Los panares habitan en el municipio Cedeño del estado Bolívar y en el Norte del estado Amazonas. Otros nombres: En la literatura etnológica se denominan Panares, pero ellos se autodenominan e'ñepas
Hay dos grupos norteños que viven en las orillas del bajo Cuchivero, Estado Bolívar, en una zona mixta de la selva y sabana, y el sureño, que vive en el alto Cuchivero, Estado Bolívar, también en una zona selvática. Se supone que hay entre mil quinientos y dos mil. Lengua Panare, de la familia Caribe. Cada grupo dispone de una o dos viviendas comunales, cónicas, que tienen como entrada una galería tubular baja que impide que pasen los mosquitos. Talan y queman previamente el terreno antes de cultivarlo, para sembrar principalmente maíz, plátano y yuca. La siembra y la cosecha son tareas propias de las mujeres, mientras que las demás actividades son propias de los varones. Las realizan como actividades de subsistencia complementarias y utilizan arco y flechas y cerbatana; las flechas las envenenan con curare. Útiles: Las mujeres hacen cestería y textiles muy finos para uso cotidiano y trueque, los hombres hacen armas para la caza, pesca y guerra. Cuando llega el verano, la comunidad se divide en pequeños grupos por núcleo familiar (padres e hijos solteros) para establecerse en diferentes lugares y volver, en el invierno, a la vivienda comunal. Tienen el sistema matrilineal, el esposo, al casarse, pasa a formar parte del grupo al que pertenece la esposa. El cacique tiene poder relativo, seguido en importancia por el brujo. Al fallecer, la persona es enterrada con las pertenencias que utilizaba estando en vida, con la salvedad de objetos de fabricación industrial, obtenidos fuera de la comunidad.
Los Yukpa son un pueblo amerindio que vive en la Serranía de Perijá, a ambos lados de la frontera entre Colombia y Venezuela y habla un idioma de la rama norte de la familia lingüística Caribe. Los colonos los denominaban motilones 'cabezas rapadas', aunque dicho nombre es ambiguo y fue aplicado también a otros pueblos, como los Barí, de origen chibcha. También se les ha conocido con los nombres de chaqués, macoitas e irokas.
Los chaimas hoy en día han desaparecido como grupo étnico claramente distinto. Se encuentran descendientes de estos indios fuertemente mezclados con el resto de los venezolanos en la zona del Sur del estado Sucre y el Norte de Monagas. Su idioma ya está extinto, pero hay algunos esfuerzos por revitalizarlo.
Como todos los pueblos aborígenes, basaban su visión del mundo en sus mitemas y sistemas de creencias,heredados por vía oral de sus remotos antepasados. Cultura: era la artesanía y Cultura culinaria.
Los japrerías son un grupo amenazado con la desaparición. Se encuentran en una comunidad en el Noroeste del estado Zulia.
Los Japreria es un idioma de la familia Caribe, en peligro de extinción. Lo habla una reducida comunidad (95 según 2002 SIL) en la parte norte de la Sierra de Perijá, en el estado Zulia, Venezuela. Japrería también se conoce como 'Yapreria'. El Japreria es un idioma de la subrama costera del grupo Norte de la familia de idiomas caribes. El yukpa es la lengua Caribe más próxima. Pertenecen a la familia lingüística Caribe. Antiguamente se les llamaba “motilones mansos”. Los Japreria son habitantes de la Sierra de Perijá y su Piedemonte. Viven en las cuencas de cuatro ríos que surcan las estribaciones centrales de la Sierra, en territorios colindantes con los de otras etnias que habitan la zona. Durante mucho tiempo fueron considerados como un subgrupo o parcialidad de la etnia Yukpa, y ese es el tratamiento que se les dio en el censo indígena de 1992. Sin embargo en la actualidad ellos mismos han luchado, incluso ante las autoridades competentes, por reivindicarse como una etnia diferenciada. Habitan en viviendas de un solo ambiente (varias familias), construidas en paja y piso de tierra. No utilizan tatuajes, perforaciones en la piel ni otra práctica similar. De los orígenes hay poca información. Se resistieron al dominio español, pero sin lucha son descendientes de los Caribe. En lo profundo de la sierra de Perijá, cerca de las cabeceras de los ríos Lajas, Socuy y Palmar desarrollaron sus primeros asentamientos. Tal como sus vecinos del sur, los baris, el pueblo de Japreria pasó mucho tiempo internado en el corazón de la selva y fueron necesaria más de dos centurias para que pudieran conocerse tan solo algunas versiones, no muy precisa, acerca de su existencia, sus costumbre y su cultura. En cuanto a su ubicación es muy recóndita ha sido muy compleja, en la época colonial a los españoles se le dificulto dar con este pueblo que nunca se caracterizó por tener una población numerosa. Entre 1492 y 1690 los colonos y las misiones evangelizadoras que llegaron al occidente de Venezuela no supieron la existencia de estos indígenas. La organización social y la ubicación geográfica y los rasgos físicos de los Japreria han ayudado a establecer relación entre estos pueblos. Entre las investigaciones se ha dado el del idioma Japreria e elemento que ha hecho descartar varias teorías sobre el origen de esta etnia y su filiación a otro pueblo. Según el Prof. Luis Oquendo, en un trabajo de investigación de la Universidad del Zulia (2004) desmintieron la filiación entre los Japrerias y los Yukpas, pues se diferencia por su organización social y por su idioma. En su ensayo vibrante uvular y la aproximante labio dental de la Lengua Japreria como cultura fonológica Oquendo cita informes del Ministerio de Educación 1986 que todos los hablantes Yukpa se entienden entre sí salvo un pequeño grupo llamado Japreria, y revierte esa teoría al probar que existen diferencia entre el yukpa y el Japreria, que demuestra que no se trata de un mismo pueblo pues cada uno desarrolló un sistema de expresión oral propio, con diferentes significado y representaciones simbólicas. Según refiere Oquendo, los nativos de esta etnia son criadores de ganado vacuno y caprino para el auto consumo. No se dedican a la cestería ni a la artesanía. Según Emilio Monsoyi, refieren que los Japreria y los Yukpa son pueblos distintos con lenguas diferentes, ambas con procedencia de la familia Caribe.
Haciendo referencia, en el libro de los Pueblos indígenas Bari/ Japreria, que la etnia Japreria quedó sumergido en las aguas de una represa, estas inundaciones planificada por los criollos, lo convirtió en un pueblo errante a final del siglo XX y inicio del siglo XXI. La gran inundación que borra del mapa a todo ser viviente no es para el pueblo Japreria un acontecimiento de tiempo remoto. La represa una obra monumental para albergar 190.000 m³ de agua significa un gran paso para la región pues garantiza el agua en todo el año. Pero los sucesivos embates de las aguas de los ríos Palmar y Laja obligan al pueblo Japreria a emigrar en busca de un nuevo sitio de asentamiento, ya que los mismo conviven en las riberas de los ríos. En cuanto al marco legal hoy en día se refiere a los derechos de las comunidades indígenas incluye a la inserción de la constitución Bolivariana de Venezuela. De un artículo que establece que todas las actividades susceptibles de generar daños a los ecosistemas deben ser previamente acompañados. Por referencia del libro, dice que los productos agrícolas a los que mayor importancia da la cultura Japreria son la yuca, el tabaco y el cambur. Entre las proteínas que conforman su dieta destacan los monos, paujíes y lapas.
Del intercambio con la cultura criolla los Japreria han aprendido a criar ganado para el consumo y la venta. También han modificado la estructura de su vivienda tradicional y se registran la existencia de viviendas que responden el concepto criollo de la misma, es decir existe una transculturización. El aislamiento lingüístico de los Japreria, aunado a su aislamiento geográfico, pues han habitado en zonas recónditas de la sierra de Perijá. Se registran poco contacto debido a su difícil acceso a la zona rural. El idioma de los Japreria de raíces Caribe y utilizados solo por ellos, fue un elementos clave para que hayan sido reconocido como un pueblo de identidad propia, independiente de otro grupo de indígenas con los cuales se le solía asociar. Todos los nativos de la cultura Japreria conocen y utilizan su lengua originaria un alto porcentaje de ellos conocen y utilizan el castellano. Refiere Rita González, cineasta, que Sáapreye…hijos de la caña brava narra las vivencias de una de las cinco etnias originarias del estado Zulia. Sáapreye, en su idioma, llamada por los criollos Japreria, es una etnia con un alto porcentaje de mestizaje y pérdida de valores culturales propios. Hoy día un pequeño grupo con sólo 71 familias conforman la comunidad, pocos indígenas Sáapreye son puros, se han mestizado y desconocen sus costumbres a pesar de permanecer dentro de su mismo territorio. Los Sáapreye fueron esclavizados por otros pueblos indígenas, desplazados por los colonos debido al valor de sus tierras y perseguidos por los capuchinos para convertirlos al catolicismo. Mamá Shuta, una sabia anciana, sáapreye pura, con más de 101 años de edad es una de las guardianes de la historia de los indígenas Sáapreye. Responsable de atesorar la esencia étnica de esta comunidad. Los ojos de Mamá Shuta nos cuentan la historia de los Sáapreye…hijos de la caña brava una historia de agresión y persecución de hace más de 400 años. Conoceremos cómo el acercamiento con otras etnias y culturas aíslan a los Sáapreye de su propia identidad; perdiendo parte de la esencia ancestral depositada en su cultura. El nusáa (gente blanca), como ellos identifican a los criollos, ha entrado en un espacio originario de los hermanos Sáapreyes, provocando un cambio y desvío de sus costumbres, interfiriendo así en sus pensamientos, voces y acciones, que por décadas han caracterizado a los pueblos indígenas como raíces de la venezolanidad. Sáapreye…hijos de la caña brava es un documental que busca conocer a este pueblo indígena que se encuentra condenado a un desvanecimiento étnico, la idea se encuentra enfocada en crear conciencia ante los arrebatos vividos durante la imposición de una cultura mucho más dominante, la cultura occidental.
Las enfermedades parasitarias representan un problema médico, económico y social, afectando a todas las clases sociales, pero principalmente a los estratos socioeconómicos más bajos. Para determinar la prevalencia de enteroparásitos en la comunidad indígena Japrería, ubicada en la sierra de Perijá, Estado Zulia, Venezuela, se procesaron 191 muestras fecales correspondientes a individuos de ambos sexos con edades comprendidas entre 1 mes y 86 años. Las muestras fueron analizadas a través de los métodos coproparasitológico directo y por la técnica de concentración formol-éter. Se encontró una elevada prevalencia de enteroparásitos (82,20%) y un predominio del poliparasitismo (78,98%), con asociaciones entre especies comensales y patógenas. No se observó diferencia significativa de susceptibilidad entre la prevalencia de parásitos y el sexo (p>0,05). En cuanto al grupo etario, el estrato más afectado resultó ser el de adultos jóvenes (20-39 años; 25,48%). Las especies de protozoarios más frecuentes fueron Blastocystis hominis (46,07%), Entamoeba coli (42,93%) y el complejo Entamoeba histolytica/Entamoeba dispar (34,03%). Entre los helmintos, Ancylostomideos (30,89%), Ascaris lumbricoides (9,95%) e Hymenolepis nana (4,19%) ocuparon los primeros lugares. La presencia incrementada de enteroparásitos se relaciona con el escaso saneamiento ambiental en esta comunidad indígena, por lo que los resultados avalan la importancia de diseñar programas de control específicos para disminuir los factores condicionantes presentes, lo cual tendría impacto en el descenso de las infecciones parasitarias.
Los yekuanas son una de las etnias más numerosas del grupo Caribe. Viven ante todo en el Noreste del estado Amazonas y el Suroeste del Estado Bolívar.
Son un pueblo indígena suramericano de la familia de los Caribes. Son unas 6000 personas distribuidas entre Guyana, Venezuela y Brasil.
Los pueblos indígenas Yabarana en Venezuela eran los más numerosos del Ventuari en el municipio Manapiare del Estado Amazonas, actualmente es uno de los pueblos indígenas con una población repartida en cinco comunidades mixtas que está en riesgo de desaparición.
Este grupo Étnico se encuentra ubicado en el Municipio Autónomo Cedeño, del Estado Bolívar. El 25 de noviembre de 2014 fue incluido en la lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, en la lista de salvaguardia urgente y es la primera lengua indígena venezolana declarada por la UNESCO.
Son un pueblo caribeño que originalmente procedente de la zona nor-oriental de Venezuela, pero fueron desplazados de su zona a causa de la colonización española en América, hoy en día existen, pero siendo una liga de yanomamis y waikas, los que todavía se mantienen waikas son pocos y están esparcidos en el Estado Bolívar, Venezuela.
Los pueblos yanomami se hallan ante todo en la zona Este y Sur del estado Amazonas y en el Suroeste del Estado Bolívar. Han sido uno de los grupos que mantuvieron un mayor aislamiento respecto a los occidentales. En las últimas décadas han sufrido especialmente por la penetración de mineros ilegales, traficantes y otros grupos foráneos.
Los yanomami habitan una zona entre Venezuela y Brasil. Empezaron a expandirse a finales del siglo VI en territorio de los maquiritares, pero han sufrido en las últimas décadas por la presión demográfica de criollos en su territorio.
Este grupo habita ante todo en el estado Bolívar de Venezuela, así como en la frontera con Brasil.
Se ubican mayormente en el Estado Zulia.[cita requerida]
Los barís se hallan en el Zulia en la frontera con Colombia, frente a la población de Machiques.
Los Puinave son un pueblo amerindio que habita en aldeas dispersas en la cuenca del río Inírida en el departamento del Guainía y el oriente del departamento del Guaviare, al oriente de Colombia y las fronteras con este país de Venezuela y Brasil. Ocupan una zona transicional entre la selva amazónica y los Llanos de la Orinoquia.
Habitan en el Amazonas venezolano. Su territorio se encuentra en el sudoccidente del estado Bolívar, río Kaima, tributario del Cuchivero, municipio Cedeño, en la parroquia Ascensión Farreras, donde hay 12 comunidades hoti; y al norte del estado Amazonas, municipio Atures, donde hay 14 comunidades en la zona del caño Iguana, tributario del Asita, al occidente de la Serranía de Uasadi, y en el río Parucito. .
Es un pueblo indígena.
Los saliva son un pueblo que tiene su territorio entre Colombia y Venezuela. En Venezuela viven ante todo en el estado Amazonas. Alexander von Humboldt los describió en su obra de los Viajes a las Regiones Equinocciales.
la Nación Sáliba, en Colombia, esta localizada en la región de la Orinoquia, en el extremo oriental en los márgenes sobre el Rio Meta principalmente en el departamento de Casanare en el Resguardo indígena de Caño Mochuelo del municipio de Hato Corozal; y en el municipio de Orocué. En el departamento de Vichada se encuentran en el Resguardo de Santa Rosalia municipio de Santa Rosalía.
La población de piaroas se estima en unas 12.000 personas. Habitan ante todo en las orillas del Orinoco,Municipio Autónomo Cedeño del estado Bolívar, y también en el Estado Amazonas entre Venezuela y Colombia. La etimología de la palabra 'piaroa' aún es discutible. El grupo se autodenomina wottuja o wottoja, que significa gente pacífica y calmada.
El pueblo Cuiva pertenece a la familia lingüística Guajiba, que se denomina a sí mismo Jivi (gente) en el territorio venezolano y Jivi Wamone (gente familia) en el territorio colombiano. Habitan las sabanas limítrofes entre Venezuela y Colombia. En Venezuela se encuentran localizados al suroeste de la región llanera del estado Apure, específicamente en la margen derecha del alto Capanaparo, aproximadamente a unos 30 kilómetros del pueblo de Elorza, en los asentamientos conocidos como Barranco Yopal y El Paso, desde donde se movilizan constantemente recurriendo a la instalación de campamentos temporales que ubican entre la región comprendida entre los ríos Capanaparo, Riecito, Meta, Cinaruco, Caribe, Arauca y la población de Elorza (Coopens, 1975; Hurtado & Hill, 1987).
En territorio colombiano, los Cuiva están emplazados al noreste de la región llanera, en el resguardo de Caño Mochuelo, ubicado en el departamento de Casanare, donde conviven con miembros de otros grupos indígenas de la misma familia Guajibo, entre ellos los Amorua, Sikauni y Yamaleros. La familia lingüística guahiba está compuesta por diversos subgrupos lingüísticos que incluyen a los Sikuani, Cuiva, Yamalero o Guahibo playero. Maciguare, Macaguan , Amorua y Sirupus. Tradicionalmente, los Cuiva utilizan como vivienda temporal la casa indígena localizada en Cravo Norte, en el departamento del Arauca y mantienen campamentos temporales en áreas adyacentes al rio Casanare, rio Ariporo y rio Meta (Coopens, 1975; Hurtado & Hill, 1987; Sumabila 1985, 2005).
La cosmología Cuiva explica el mundo a partir de tres horizontes superpuestos reflejo de su mundo real: un nivel bajo (el agua), uno medio (la tierra), y uno alto (el cielo, las nubes). En cada horizonte o nivel es posible la vida de los Cuiva, ya que se consiguen en estos, un ambiente de sabana y un ambiente de río (arenales) con elementos de la flora y la fauna, propios del llano. La Cuiva del “otro mundo” no incluye ningún lugar distinto al reino del “cielo, de la abundancia y la felicidad”, tal como podría ser el purgatorio o el infierno para los católicos. Se refieren a su origen y a su territorio ―en conjunto con el de algunos pueblos indígenas vecinos― como un lugar geográfico específico procedente de debajo de la tierra y donde un grupo de ellos, viven lejos del lugar donde tuvieron origen, apremiados por la migración y la presencia de los criollos en su territorio (Sumabila 1985, 2005).
Aunque los Cuiva, al igual que los Pumé, han sido afectados por la expansión criolla y por diversos programas gubernamentales mal implementados, hasta el presente, se han mantenido como cazadores y recolectores. En el año 2001 la población Cuiva alcanzaba a 1050 personas, 450 en territorio venezolano y 600 en Colombia. El crecimiento demográfico de este grupo étnico se ha visto afectado en los últimos 30 años por una serie de enfermedades asociadas a las nuevas condiciones de vida impuestas a través del proceso forzado de sedentarización al que ha sido sometido (Coopens, 1975; Hurtado & Hill, 1987; INE, 2001; Sumabila 1985, 2005). Así mismo, estos factores han incidido en que parte de su población, trabaje como mano de obra agrícola en hatos criollos, pasando a formar parte de una población en condiciones de pobreza en el ámbito rural, lo que ha traído como consecuencia, el desmejoramiento de su calidad de vida (Hurtado & Hill, 1987; Sumabila 1985, 2005).
Es conocida la situación de persecución y racismo sufrido por los Cuiva durante décadas de parte de la población criolla, sustentada en un infortunado interés por las tierras ocupadas ancestralmente por este pueblo indígena, junto a los Pumé (Yaruro) y los Jivi (Guajibo). Son frecuentes los testimonios que narran cómo los Cuiva, en los dos siglos pasados, fueron objeto de masacres llevadas a cabo por colonos, actividad conocida como Guajibear o Cuivear (cazar Guajibos o Cuivas) y común por largo tiempo en esta zona. Tristemente célebre fue la matanza del pueblo Cuiva acaecida en el hato de la Rubiera en 1967, más adelante siguieron siendo masacrados por los dueños de hatos y peones criollos, sin que las autoridades locales y nacionales, se inmutaran ante este hecho (Mosonyi & Jackson, 1990; Sumabila, 2005).
Hay diversos pueblos cuyos idiomas son clasificados como aislados por no estar emparentados con ningún otro idioma conocido.
Los waraos son, después de los wayúus, la segunda etnia más numerosa de Venezuela. Habitan ante todo el Delta del Orinoco y zonas cercanas en la costa. Son expertos en el uso de las canoas. Están muy bien adaptados a la vida en los manglares. Humboldt contaba que los guaiqueríes de Margarita decían que sus antepasados hablaban una forma de warao.
Habitan en la isla de Margarita y las costas de lo que ahora es Sucre.
Los yaruro o pumé habitan a orillas del Orinoco y sus tributarios, ante todo en el centro y oriente del estado Apure. Su número se estima en unos 5500 individuos.
En 2008 se encontraron unos pocos Sapé de edad avanzada. El Sapé es uno de los más pobremente atestiguado idiomas existentes en América del Sur, y puede ser una lengua aislada. Hoy, sin embargo, no hay datos lingüística sobre la lengua. También se les puede decir, que son un grupo indígena guajiro del estado Bolívar.
Los uruak, arutani (otros nombres: aoaqui, auake, auaqué, awake, oewaku, orotani, urutani)
Habitan en la zona de Roraima y límites con Brasil. Hay solo un par de docenas de ellos. La mayoría se ha mezclado con las etnias pemonas o nianames.
Habitaban en Siquisique, Baragua, las vertientes al sur de Barquisimeto y Yacambu; Sabana de Guache, Cerro Blanco, El Degredo y proximidades de Sanare. Eran agricultores, artesanos y cazadores. Su estructura social se conformaba por cacicazgos, consejo de ancianos y la tribu. Su estructura política se conformaba por el cacique, el chamán y la tribu. En cuanto a manifestaciones culturales eran politeístas. Las lenguas jirajaranas o jirajiranas son un grupo de lenguas extintas que se hablaban en el oeste de Venezuela, en las regiones de Falcón y Lara. Se cree que todas las lenguas se extinguieron a principios del siglo XX.
Se habla de los siguientes períodos arqueológicos:
El territorio actualmente conocido como Venezuela ya estaba habitado hace más de 10 milenios.
Alrededor del primer milenio después de Cristo, migraciones del Orinoco, quizás por vía de El Pao, comenzaron a llegar a la zona del lago de Tacarigua.
El primer encuentro entre los conquistadores europeos y los indígenas se produjo en 1498.
Según una hipótesis, la primera vista de los palafitos en la laguna de Sinamaica en 1498 les habría dado a los europeos la inspiración para llamar a esas tierras "Venezuela", y Pequeña Venecia.
Ambrosius Ehinger (o Alfinger), conquistador de la casa de los Welser parte de Coro en agosto de 1529 hacia el lago de Maracaibo. Allí lucha contra los Coquibacoas y funda Maracaibo.
En las primeras décadas del siglo XVI los europeos obligan a los indígenas de la zona de Margarita a submergirse en mar para extraer perlas. El fraile Bartolomé de las Casas escribe: “Obligaban a los indígenas a sacar perlas de la manera más cruel... No hay peor suplicio infernal que se le pueda comparar... Los metían a la mar a cinco brazas de hondo desde la mañana hasta ponerse el sol. Si tratan de descansar los apuñalan. En pocos días mueren sangrando por la boca o los devoran los tiburones. La mayoría prefería morir ahogado antes de continuar el suplicio... Un barco puede viajar desde esta isla hasta la Española, guiándose sólo por los cuerpos despedazados de indios que flotan en el mar”.
En Venezuela se establecen las encomiendas desde muy temprano.
Cuando los europeos llegan a la zona de Coro, encuentran allí al grupo arawaco de los caquetíos. El explorador alemán Nicolás Federmann de la casa Welser de Augsburgo sale de Coro el 12 de septiembre de 1530 en una expedición hacia el Sur y pasa por territorios de los jirajaras, ayamanes y guayones.
Los españoles descubrieron oro en los alrededores de Los Teques en 1559 y de allí deciden poblar el área. Desde 1560 hasta 1570 tiene lugar una serie de batallas entre europeos e indígenas que fueron llevando al sometimiento de las Primeras Naciones.
El historiador Oviedo y Baños narra de que indios caribes atacaron la ciudad de Valencia y zonas cercanas durante muchas décadas.
Hacia el 1620, cuando se funda Quíbor, los pobladores de la zona son ante todos personas de las etnias gayones, ajaguas, camagos, coyones, caquetíos y jirajaras.
En la segunda mitad del siglo XVII los colonizadores europeos comienzan a desplazar a los indios que habitaban lo que es hoy en día el Sur de Valencia. Algunos de estos fundan el pueblo de San Diego.
Desde 1558 hasta 1628 los indios nirguas y jirajaras oponen resistencia a los colonos que se van estableciendo en lo que es hoy día Bejuma y Montalbán, al oeste de Valencia.
El padre Francisco de Pamplona comienza a integrar a los indios chaimas en la colonia a partir de la mitad del siglo XVII.
En 1681 y 1697 los indios caribes libres organizan ataques a las misiones católicas de pueblos chaimas.
La conquista produjo cambios significativos en la estructura social, económica, religiosa, cultural y política de los aborígenes. Muchos de los grupos que habitaban este territorio a la llegada de los europeos, perdieron su independencia, quedando sometidos bajo condición de esclavos o vasallos de la corona. La mayoría de estos indígenas perecieron como consecuencia de las guerras, del trabajo forzado y de las enfermedades. Otros huyeron hacia regiones inaccesibles fuera del alcance de los conquistadores, ocupando algunas áreas selváticas.[cita requerida] Por otro lado, estos indígenas fueron desapareciendo como etnia al iniciarse el proceso de mestizaje con españoles y negros.
Los misioneros católicos y los conquistadores comienzan a penetrar en regiones al sur del río Orinoco ante todo a partir del siglo XVIII, cuando primero los jesuítas y luego los capuchinos establecen misiones a lo largo del Orinoco y en Guayana.
Los indios caribes opusieron resistencia hasta comienzos de la segunda mitad del siglo XVIII.
En 1720 se produce una nueva serie de ataques de caribes libres a misiones en la Nueva Andalusía.
Entre 1799 y 1800 Alexander von Humboldt realiza numerosas observaciones sobre los pueblos indígenas de Venezuela, observaciones que quedan plasmadas en sus Viajes a las Regiones Equinocciales. Humboldt refiere que en la zona de los valles de Aragua aún hay para 1800 unos 5000 indígenas registrados y que la mayoría se concentra en Turmero y Guacara. Ya estos ya no hablan sus idiomas ancestrales. La mayoría de la población en esa región es mestiza.
Alexander von Humboldt calcula que de un millón de habitantes que tenía la capitanía de Venezuela apenas una novena parte era india pura.
A partir del siglo XX las etnias venezolanas se han visto particularmente afectadas por la penetración en su territorio de mineros ilegales, la continuada ocupación de sus tierras y la presencia de grupos guerrilleros y paramilitares.
De acuerdo con Esteban Emilio Monsonyi, los otomacos desaparecieron como grupo étnico distinguible a comienzos del siglo XX.
La Constitución de 1999 establece que los idiomas indígenas son idiomas co-oficiales de la República Bolivariana de Venezuela. La misma constitución establece que los pueblos indígenas tendrán un número reservado de 3 representantes en la Asamblea Nacional de Venezuela.
En las últimas décadas se han realizado esfuerzos para alfabetizar a diversas etnias indígenas. Diversos etnólogos y lingüistas han trabajado en la preparación de libros de alfabetización y en la producción de diccionarios para las comunidades indígenas y para los estudiosos de estos idiomas.
Desde hace tiempo los indígenas piden la demarcación de territorios indígenas protegidos, pero hasta ahora no se ha cumplido con esta demanda. Recién en 2009 el gobierno entregó títulos de propiedad a indígenas yukpas por 41600 hectáreas en el Zulia para 3 comunidades de 500 personas. Esto aún no resuelve la determinación del territorio para la comunidad en sí, que es de 10 mil indígenas.
La situación de muchos indígenas es precaria. Una pobreza extrema y una alta mortalidad, así como una penetración en sus zonas tradicionales de grupos foráneos, así como la minería parecen destinar a la desaparición de varias etnias, en especial las del Amazonas. Muchos grupos se han asimilado a la población mestiza, como los Wayúu, que aunque están integrados parcialmente en el sistema social, conservan su condición de miseria. Muchos saben español para poderse comunicar con el resto de la población.
La constitución de 1999 en su capítulo VIII "De los Derechos de los pueblos indígenas" (artículos del 119 al 126) le ha dado por primera vez derechos a este colectivo, aunque los aborígenes de las tierras venezolanas no han podido poner en práctica a plenitud sus derechos debido a la supervivencia de un sistema social clasista heredero de la época colonial española.
Sus culturas están basadas básicamente en agricultura, caza, pesca y recolección.
La sociedad agrícola corresponde al periodo de tiempo caracterizado por la exclusiva dependencia económica de productos agrícolas. De allí surge un modelo económico en donde se esbozan los elementos tierra, trabajo y capital como fundamentales para el desarrollo de la economía de un pueblo. Bajo este modelo económico existen diferentes actores como son los terratenientes, los campesinos, los exportadores y distribuidores. Cada uno con papeles diferentes y con un estatus marcado por el ingreso obtenido.
En una sociedad como la actual, la materia prima representa un porcentaje de la cadena de producción, tal vez el que menos valor posee y el que más esfuerzo genera. Es la ciencia y la aplicación de conocimientos los que dan un valor agregado a esa materia prima, por ello, ser país netamente agrícola en el mundo de hoy trae como consecuencia bajos niveles de calidad de vida y una posición marginal y poco o nada competitiva frente a los demás países.
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