En la jerga de Internet, un trol, plural troles (del noruego troll), describe a una persona con identidad desconocida que publica mensajes provocadores, irrelevantes o fuera de tema en una comunidad en línea, como pueden ser un foro de discusión, sala de chat, comentarios de blog, o similar, con la principal intención de molestar o provocar una respuesta emocional negativa en los usuarios y lectores, con fines diversos (incluso por diversión) o, de otra manera, alterar la conversación normal en un tema de discusión, logrando que los mismos usuarios se enfaden y se enfrenten entre sí. Según la Universidad de Indiana son una comunidad en aumento. El trol puede crear mensajes con diferente tipo de contenido como groserías, ofensas, mentiras difíciles de detectar, con la intención de confundir y ocasionar sentimientos encontrados en los demás.
Aunque originalmente el término solo se refería a la práctica en sí y no a la persona, un desplazamiento metonímico posterior ha hecho que también se aplique a las personas que incurren en ese tipo de prácticas. Su origen etimológico más probable evoca la idea de «morder el anzuelo» o «morder el anzuelo mucho más» (trol es un tipo de pesca en inglés).
Mientras la palabra troll y su verbo asociado trolear están vinculados con una discusión en Internet, los medios de comunicación en los años recientes la han tratado como un adjetivo, y la usan para etiquetar acciones intencionalmente provocativas y acosos fuera de un contexto en línea. Por ejemplo, los medios de comunicación han usado trol para describir a «una persona que daña los sitios de elogio en Internet con el ánimo de causar dolor en las familias».
La palabra trol proviene del inglés moderno, el verbo troll —denominada pesca al curricán en español— es una técnica de pesca que consiste en arrastrar lentamente un señuelo o un anzuelo con cebo desde un bote en movimiento. Por extensión, se empleó el sustantivo trol para designar a quienes actúan en forma de provocación.
A partir de la coincidencia con la palabra que proviene del nórdico antiguo, que designa al monstruo mitológico, se ha amalgamado el significado de provocador con el del ser mitológico, especialmente en un sentido peyorativo.
La palabra evoca a los troles del folclore escandinavo y los cuentos infantiles, donde son a menudo criaturas empeñadas en hacer travesuras y malicias. La imagen del trol bajo el puente en el cuento «Los tres cabritos gruñones» (también conocido como «El gigante y las tres cabritas») enfatiza la reacción negativa del trol hacia los extraños que se adentran en su entorno físico, particularmente por aquellos que tienen la intención de pastar en sus dominios sin permiso.
El primer uso coloquial de la palabra trolling fuera del ámbito de Internet para describir acciones deliberadas llevadas a cabo a fin de provocar una reacción, se puede encontrar en las Fuerzas Armadas: hacia 1972, está documentado el uso de trolling por parte de los pilotos de la Armada de los Estados Unidos para describir a los cazas MIG en Vietnam.
Se afirma que el uso contemporáneo del término tuvo su aparición en Internet a finales de los 80, pero los primeros ejemplos conocidos provienen de 1992.
La derivación más posible de la palabra trol puede ser encontrado en la frase «trolling for newbies» (trolear novatos), popularizado en los inicios de los años 1990 en el grupo de Usenet, alt.folklore.urban (AFU). Comúnmente, puede entenderse como una broma interna relativamente suave entre los usuarios veteranos, presentando cuestiones y temas que fueron bien hechas que los usuarios nuevos lo pueden tomar en serio. Por ejemplo, un veterano del grupo puede crear una publicación en la idea equivocada común de que el vidrio fluye a través del tiempo. Los lectores con más tiempo pueden reconocer el nombre de quién publicó y conocer sobre qué están hablando, pero los nuevos suscriptores al grupo no podrían captarlo aún, y responderían así. Estos tipos de troles sirven como una práctica para identificar información privilegiada del grupo. Esta definición de trolling, considerablemente más estrecha que el entendimiento moderno del término, fue considerada una contribución positiva. Uno de los troles más notorios de AFU, David Mikkelson, creó el sitio web de folclore urbano Snopes.com.
A finales de los años 1990, alt.folklore.urban tuvo tal gran tráfico y participación que el trolling de ese tipo frunció el ceño. Otros expandieron el término para incluir la práctica de gastar una broma a un usuario seriamente desinformado o engañado, incluso en un grupo de noticias donde uno no fue recurrente. Sin embargo, el término es más de humor que de provocación.
En islandés, þurs (un thurs) o tröll (un trol) quizás se refiera a los troles. Los verbos þursa (trolear) y þursast (ser un trol, trolear en) quizás sea usado.
En chino, un trol es referido como bái mù (en chino, 白目; literalmente, «ojo blanco»), que puede ser simplemente explicado como «ojos sin pupilas», en el sentido que mientras la pupila del ojo es usada para la visión, la esclerótica no puede ser vista, y el troleo involucra hablar a ciegas cosas sin sentido en Internet, teniendo total indiferencia a las sensibilidades o no estar consciente de la situación a mano, similar al tener los ojos en blanco. Un término alternativo es bái làn (en chino, 白爛; literalmente, «moho blanco»), que describe una publicación completamente absurda y sin sentido hecha para fastidiar a otros. Ambos términos se originaron de Taiwán, y también están en uso en Hong Kong y China continental. Otra denominación, xiǎo bái (en chino, 小白; literalmente, «pequeño blanco») es un término derogatorio que se refiere a ambos bái mù y bái làn, y fue usado en foros de Internet por un autor anónimo.
En japonés, tsuri (釣り?) significa «pescar», y se refiere a las publicaciones intencionalmente engañosas cuyo único propósito es provocar a los lectores. El término arashi (荒らし?) significa «dejando desechos», y también puede ser usado para referirse al correo basura.
En coreano, nak-si (낚시) significa «pescar», y es usada para referirse a los intentos de troleo en Internet, así como las publicaciones con títulos engañosos puestos así a propósito.
En el idioma portugués, en su variante más común en el brasileño, trol (ˈtɾɔw en la pronunciación portuguesa) es el término usual para denotar a los troles de Internet (ejemplos de términos derivados comunes son trolismo o trolagem, «trolling» y el verbo trolar, «to troll», que entró en el uso popular), pero una expresión antigua, usada por aquellos que desean evitar anglicismos o jergas, es complexo do pombo enxadrista para denotar el comportamiento de los troles, y pombos enxandristas (literalmente, «palomas ajedrecistas», o simplemente pombos, son los términos usados para nombrar a los troles). Los términos son explicados por un dicho: «Discutir con fulano es lo mismo que jugar ajedrez con una paloma: la paloma se pasea por el tablero, derriba las piezas, se defeca en éste y simplemente vuela, cantando victoria».
En el idioma tailandés, el término krian (เกรียน) ha sido adoptado para describir a los troles de Internet. El término literalmente se refiere a un corte de cabello muy corto llevado por la mayoría de los chicos escolares en Tailandia, comparando así a los troles de Internet con chicos escolares traviesos. El término top krian (ตบเกรียน), o «abofetear una cabeza pelicorta» se refiere al acto de publicar respuestas inteligentes para refutar y considerar como tontos los mensajes de los troles de Internet.
Otro origen verosímil es que podría ser un acortamiento de patrolling («patrullando», «vigilando»), en el sentido vulgar de searching (‘buscando’), especialmente «searching for those who do not wish to be found» («buscando a quienes no desean ser encontrados»).
Antes de que Deja News comenzase a archivar Usenet, los informes sobre los troles eran imprecisos, habiendo pocas pruebas que estudiar. Sin embargo, a partir de entonces los enormes archivos han estado disponibles para los investigadores. Puede que el primer (aunque poco documentado) caso sea la saga de 1982-83 de Álex y Joan en los foros de CompuServe. Van Gelder, un periodista de la revista Ms., documentó en 1996 el incidente en un artículo en dicha publicación. Álex (en la vida real un psiquiatra cincuentón muy tímido de Nueva York) se hacía pasar por una rimbombante y antirreligiosa mujer muda llamada Joan, atada a una silla de ruedas tras un accidente de coche, «para poder relacionarse mejor con sus pacientes femeninas». Esta farsa se prolongó durante dos años, y Joan llegó a convertirse en un personaje enormemente detallado con una colección de relaciones emocionales. Todo empezó a venirse abajo cuando Joan persuadió a una de sus amigas en línea para que tuviese una aventura con Álex.
Una de las primeras referencias a un trol en el archivo de Usenet de Google fue hecha por el usuario Mark Miller sobre otro usuario llamado Tad (8 de febrero de 1990). Sin embargo, no está claro si el término «trol» se usó en su sentido actual, o si fue simplemente una elección casual de un epíteto:
El más probable origen del término puede hallarse en la expresión trolling for newbies (que significa ‘pescando novatos’), que a principios de los años 1990 se hizo popular en el grupo de Usenet alt.folklore.urban. Su uso era algo diferente a la actual noción de trol, siendo una broma privada relativamente suave sobre los usuarios novatos consistente en hacer preguntas o mencionar temas de conversación tan trillados que solo uno de ellos respondería seriamente. Otros extendieron el término para incluir la práctica de representar el papel de un usuario seriamente desinformado o ingenuo, incluso en grupos donde no se era un participante habitual, pero estos intentos fueron a menudo más broma que provocación. En tales contextos, el sustantivo «trol» solía referirse al acto más que al autor.
Algunos usuarios veteranos de Usenet continuaron insistiendo en estas primeras definiciones incluso después de que el término fuese aplicado más generalmente a las acciones incendiarias previamente caracterizadas como flamebait.
Los primeros incidentes de troleo fueron considerados como flaming, pero esto cambió con el uso moderno debido a las noticias de los medios de comunicación para referirse a la creación de cualquier contenido que va contra una otra persona. El diccionario en línea NetLingo sugirió que existe cuatro grados de troleo: recreativo, táctico, estratégico y dominante. Las relaciones entre el troleo y el flaming fue observado en foro de libre acceso en California, en una serie de computadores con conexión por módem en los años 70. Algunos psicólogos han sugerido que el flaming sería causado por la desindividuación y la decreciente autoestima: el anonimato de publicación en línea conduciría a la desinhibición entre los individuales. Otros han sugerido que, a pesar de que el flaming y troleo es a menudo incómodo, quizás sea una forma de comportamiento normativo que expresa la identidad social de un cierto grupo de usuarios. Según Tom Postmes, un profesor de psicología social y organizacional en las universidades de Exeter y Gronigen, Países Bajos, y el autor de Individuality and the Group, quienes han estudiado el comportamiento en línea por 20 años, «los troles aspiran a la violencia, al nivel de problema que pueden causar en un ambiente. Desean ponerlo en marcha. Desean promocionar emociones antipatéticas de desgrado e indignación, que mórbidamente les entrega una sensación de placer».
En la literatura seria la práctica fue documentada por primera vez por Judith Donath (1999), quien usó varios ejemplos anecdóticos de diversos grupos de noticia de Usenet en su discusión. El ensayo de Donath trazaba la ambigüedad de la identidad en una «comunidad virtual» incorpórea:
Donath proporciona una concisa visión general de los juegos de falsificación de personalidad que surgen de la confusión entre la comunidad física y la epistémica:
Susan Herring y sus amigos en «Searching for Safety Online: Managing 'Trolling' in a Feminist Forum» indican la dificultad inherente en el troleo que monitorea y la manteniente libertad de expresión en las comunidades en línea: «el acoso frecuentemente surge en espacios conocidos por su libertad, carencia de censura y naturaleza experimental». La libre expresión tal vez conduce a la tolerancia del comportamiento del troleo, complicando los esfuerzos de los miembros para mantener un área abierta y la colaborativa discusión, especialmente para un tema sensitivo como raza, género y sexualidad.
En un esfuerzo por reducir comportamientos incivilizados mediante la responsabilidad creciente, muchos sitios web (como Reuters, Facebook y Gizmodo) ahora requieren que los usuarios registren su nombre y dirección de correo electrónico.
No obstante, siguen existiendo comunidades de usuarios que fomentan y potencian el anonimato (y por tanto los troles) en sus interacciones, como 4chan y tablones de imágenes anónimos en general.
El término «trol» es altamente subjetivo. Ciertos lectores pueden clasificar un mensaje como trol mientras otros verán el mismo mensaje como una contribución legítima a la discusión, aunque sea controvertida. El término se usa frecuentemente para desacreditar una posición contraria o a su proponente mediante el argumento ad hominem. Igualmente, decir que alguien es un trol significa hacer suposiciones sobre sus motivos, que pueden ser incorrectas. Dejando aparte los motivos del autor, los mensajes controvertidos tienen muchas posibilidades de atraer una respuesta correctiva, protectora o violenta de aquellos que no distinguen entre las comunidades físicas reales (donde la gente está realmente expuesta a algún riesgo compartido de daño corporal por sus acciones) y las comunidades epistémicas (basadas en un mero intercambio de palabras e ideas). Normas de tratamiento, o etiqueta, que se originaron en tales comunidades físicas son con frecuencia aplicadas ingenuamente al discurso en línea por los recién llegados que no están acostumbrados a la gama de puntos de vista expresados en línea, a menudo anónimamente. De esta forma, tanto los usuarios como sus mensajes son comúnmente y a veces inexactamente calificados de troles cuando ofenden al grupo: irónicamente, la gente puede estar más inclinada a usar epítetos como «trol» en las discusiones públicas en línea de lo que lo estarían en persona, ya que los foros en línea pueden parecer más impersonales. A menudo se emplea la expresión «Prohibido dar de comer al trol».
Cuando se aplica apropiadamente al comportamiento en línea intencionadamente disruptivo, la palabra «trol» convierte económicamente un código abstracto de conducta en línea en una imagen concreta. Los participantes experimentados en foros en línea saben que la forma más efectiva de disuadir a un trol normalmente es ignorarlo, ya que las respuestas animan a los auténticos troles a continuar escribiendo mensajes disruptivos en dichos foros: de ahí el frecuente aviso de «Prohibido dar de comer al trol». Enviar esta señal públicamente, en respuesta al comportamiento de un trol para desanimar más respuestas puede disuadir al trol. Sin embargo, también puede tener el efecto contrario, pasando a ser él mismo comida para el trol. Por tanto, cuando un participante en un foro ve una respuesta aparentemente inocente a un trol como potencial comida para este, puede ser más prudente enviar el aviso de «Prohibido dar de comer al trol» en un mensaje privado (por ejemplo, por correo electrónico).
Para mucha gente, la característica distintiva del comportamiento de un trol es la percepción del intento por trastornar a la comunidad de algún modo: escribir mensajes incendiarios, sarcásticos, disruptivos o humorísticos destinados a arrastrar a los demás usuarios a una confrontación infructuosa. Cuanto mayor sea la reacción de la comunidad, más probable será que el usuario vuelva a comportarse como un trol, pues irá creyendo que ciertas acciones logran su objetivo de provocar el caos. Esto ha hecho que surja el protocolo a menudo repetido en la cultura de Internet: «No alimentar al trol» (Don't feed the troll).
A menudo ocurre que alguien escribe un mensaje sincero sobre el que será emocionalmente sensible. Los troles habilidosos saben que una forma fácil de enfadarle es afirmar deshonestamente que dicha persona es un trol. En otras ocasiones una persona puede no entender o encajar inmediatamente en las normas sociales de un foro donde la mayoría de los participantes sí lo hacen. Como resultado, actuar ligeramente fuera de las normas (a menudo no intencionadamente y por razones legítimas) hace que dicha persona sea calificada de trol. A veces puede ser difícil distinguir entre un usuario que simplemente tiene valores, puntos de vistas o ideas diferentes y uno que se comporta intencionadamente como un trol. Desafortunadamente, muchos usuarios reaccionan agresivamente a la primera impresión de un supuesto 'trol', lo que a veces lleva a que usuarios novatos disgustados o minorías políticas sean considerados troles.
La larga historia de los troles y el fuerte apoyo hacia el discurso anónimo y seudónimo en Internet sugieren que la historia del «trol anónimo» está solo en sus comienzos. Sí puede considerarse como una «cultura», formada por gente que no se conoce entre sí, salvo mediante la experiencia común de ser rechazados en foros de Internet, es cuestionable, pero algunos afirman que es posible y que ya está ocurriendo.
Hay fuertes evidencias de ello en la existencia de foros que afirman existir específicamente para dar apoyo a los troles, para intercambiar trucos e identificar blancos que otros troles pueden estar provocando o discutiendo fructíferamente.
La cultura trol se observa mejor en los troles que no conocen a los otros con los que trabajan. Debido a que los métodos comunes de crear mensajes incendiarios son muy conocidos y objeto de bromas en muchos sitios de Internet, es a veces posible para un trol identificar a otro trol en acción. Un trol actuando sobre otro trol crea a menudo tal cantidad de aparente drama entre ellos que se toma en serio por observadores que no sean troles.
Los troles actúan de formas distintas en diferentes medios. Empezaron en grupos de noticias, y a medida que Internet ha evolucionado, así lo han hecho los troles.
Un trol es una persona que publica contenido sarcástico, incendiario, o polémico dirigido a una cuenta o movimiento buscando trastornar la comunicación de su entorno. Esto lo puede realizar tanto usando su imagen personal como creando un perfil ficticio. El comportamiento de los troles, para caber en la definición, debe ser constante; oscilando entre lo sarcástico y lo digitalmente violento.
Los mensajes de un trol de un solo golpe intentan ser disruptivos y tienden a ser muy obvios para asegurar que reciben respuestas enfadadas.
Este tipo de troles buscan incitar tantas respuestas como sea posible y absorber una cantidad desproporcionada del total de atención colectiva.
Algunos troles pueden denunciar una determinada religión en un grupo de noticias religioso, aunque históricamente se ha llamado a esto flamebait (ver más arriba). Como aquellos que se enzarzan en una «guerra de llamaradas» (flamewar), los supuestos o autoproclamados troles de Internet a veces recurren al doble sentido o al despiste en la búsqueda de su objetivo. Es posible distinguir entre los mensajes incendiarios y los comentarios de un trol: los primeros tienen la intención de ser antisociales y ofensivos mientras los segundos buscan provocar una reacción, aunque también pueden ser considerados como antisociales, a pesar de la intención del autor.
Un caso particular de la segunda variedad (mensajes incendiarios) implica enviar contenido obviamente reñido con los intereses (declarados o implícitos) del grupo o foro. Por ejemplo, enviar recetas de carne de gato en un foro sobre animales de compañía, teorías evolutivas en un foro creacionista o mensajes sobre lo aburridos que son los dragones en el grupo de Usenet alt.fan.dragons.
El «trol titiritero» entra a menudo en un foro usando varias identidades diferentes. A medida que los comentarios provocativos de una identidad atrae respuestas cada vez más críticas de otros miembros del foro, el trol interviene en la discusión usando una segunda identidad para apoyar a la primera. Alternativamente, el trol puede usar esta segunda identidad para criticar a la primera y ganar así credibilidad o estima en el foro.
El envío cruzado (crossposting) es un método popular de los troles de Usenet: un mismo mensaje puede ser discutido simultáneamente en varios grupos de noticias no relacionados e incluso opuestos, lo que probablemente termine en una «guerra de llamaradas» (flamewar). Por ejemplo, un mensaje-señuelo (flamebait) contra la comida rápida podría enviarse cruzado a grupos sobre la alimentación sana, la ecología y los derechos animales, así como también a un grupo sobre un tema totalmente ajeno, como la inteligencia artificial.
Un ejemplo de trol con éxito es el archiconocido hilo de Usenet Oh how I envy American students (‘Ay, cómo envidio a los estudiantes estadounidenses’) que obtuvo más de 3500 respuestas. Este trol fue escrito por alguien haciéndose pasar por un estudiante europeo, y enviado con acierto a todos los grupos de noticias de institutos y universidades, dejando entonces que los estudiantes estadounidenses hiciesen todo el trabajo de difusión. El hilo estuvo activo cerca de un año (generando de media una respuesta cada 160 minutos) y su mejor golpe fue cuando una inocente estudiante estadounidense no solo perdió su cuenta de Internet sino también que fue expulsada del instituto por abusar de los ordenadores, pues de alguna forma logró cargar con la culpa de haber comenzado el trol.
Los troles autoproclamados pueden designarse a sí mismos como abogados del diablo, tábanos sociales o «alborotadores culturales», desafiando el discurso dominante y las asunciones de los foros de discusión en un intento de romper el statu quo de pensamiento grupal: el sistema de creencias que prevalece en su ausencia.
Algunos críticos afirman que los auténticos «abogados del diablo» generalmente se identifican a sí mismo como tales por el bien de la etiqueta y la cortesía, mientras que los troles pueden rechazar ambas. La mayoría de la discusión sobre qué motiva a los troles procede de otros usuarios de Internet que afirman haber estudiado el comportamiento de los mismos. Hay poca literatura de investigación que describa el término o el fenómeno. Los comentarios de usuarios acusados de ser troles podrían ser poco fiables, puesto que de hecho podrían estar intentando estimular la controversia más que avanzar en el entendimiento del fenómeno. De la misma forma, los acusadores están con frecuencia motivados por un deseo de defender un determinado proyecto y las referencias a que un usuario de Internet sea un trol podrían no tener base en las metas reales de dicha persona. Como resultado, identificar las metas de los troles resulta casi siempre especulativo. Aun así, varias metas básicas han sido atribuidas a los troles, según el tipo de disrupción que se piensa que están provocando.
Para complicar más el asunto, muchos acusadores se equivocan al cuestionar primero si el supuesto material trol es realmente disruptivo (un componente obligatorio de dicho comportamiento) antes de declararlo como tal. Así, muchos troles nacen de la propia inferencia demasiado rápida de la otra parte, sea esta exacta o no.
Las motivaciones propuestas son: La actividad de un trol puede describirse como un experimento de contravención que, gracias al uso de una personalidad alternativa, permite probar o romper los límites sociales habituales y las reglas de etiqueta sin consecuencias serias. Esto puede ser parte de un intento de comprobar los límites de algún discurso, o de identificar personalidades reactivas. Al eliminar identidades e historias de la situación, dejando solo el discurso, algunos científicos creen que es posible llevar a cabo experimentos de ingeniería social usando métodos propios de troles. Sin embargo, pocos creen que las organizaciones de troles estén involucrados en la ciencia, y unos pocos individuos dispersos sin métodos ni tesis particulares no pueden ser descritos como científicos, aunque puedan sin embargo estar involucrados en alguna investigación.
Es difícil estimar las motivaciones de los troles, dado que la mayoría de las justificaciones ofrecidas por los presuntos troles no son más que ardides tramados para continuar con la travesura que imaginan que han emprendido. Esto resulta desafortunado porque, como lo anterior supone, hay razones legítimas para emprender el tipo de acciones propias de los troles. Sin embargo, la etiqueta es lo suficientemente simple y sencilla como para que la mayoría de la gente prevea los propósitos manifestados por los troles autodeclarados sin llegar a recurrir a estos métodos. Dado que hay un amplio espectro de posibles motivaciones para los troles, resultando algunas de ellas benévolas y otras claramente malévolas, calificar a usuarios de troles en el sentido negativo resulta con frecuencia imprudente.
Algunos usuarios de foros de Internet están considerados como «cazadores» o «provocadores» de troles. Entran voluntariamente en conflicto cuando los troles surgen. Con frecuencia los cazadores de troles son tan disruptivos como estos. Un único mensaje de trol puede ser ignorado, pero si diez cazadores de troles «saltan» siguiéndolo, dirigirán el hilo fuera del tema.
Sobre los conflictos relacionados con los troles, hay seis grupos en los que podría clasificarse a los usuarios:
En general, la sabiduría popular aconseja a los usuarios evitar alimentar a los troles, e ignorar las tentaciones de responder. Contestar a un trol lleva la discusión inevitablemente fuera del tema, para consternación de los espectadores, y proporciona al trol la ansiada atención. Cuando los cazadores de troles se abalanzan sobre ellos, los indiferentes responden con YHBT. YHL. HAND., es decir, You have been trolled. You have lost. Have a nice day. (en inglés ‘Has picado. Has perdido. Que tengas un buen día.’). Sin embargo, dado que los cazadores de troles (como estos) son con frecuencia buscadores de conflictos por sí mismos, quien pierde no es el bando del cazador, sino más bien el resto de usuarios de foro que habrían preferido que el conflicto ni siquiera hubiera surgido.
La literatura sobre resolución de conflictos sugiere que etiquetar de troles a los participantes en discusiones en Internet puede perpetuar los comportamientos indeseables. Una persona rechazada por un grupo social, tanto en línea como en la vida real, puede adoptar un papel antagonista hacia él, y buscar molestar o enfadar aún más a sus miembros. La etiqueta «trol», con frecuencia un signo de rechazo social, podría por tanto perpetuar su existencia.
Mejores resultados suelen obtenerse cuando los usuarios adoptan el papel de moderador y despliegan comportamientos más constructivos evitando juicios y confrontaciones. Los troles son excitados por los cazadores y frustrados por los indiferentes, y ninguna de estas dos emociones producen resultados positivos para el foro. Enfrentarse a los troles termina en «guerras de llamaradas» (flamewars). Los troles frustrados por la estrategia de los indiferentes pueden abandonar el foro (y seguir comportándose igual en otro sitio, o convertirse en usuarios constructivos) o hacerse cada vez más incendiarios hasta que obtengan una respuesta.
Los troles novatos pueden experimentar el serio «remordimiento del trol», un sentimiento de gran pesar tras perder su cuenta (ya sea la de su proveedor de Internet o la de un sitio web) debido a sus acciones temerarias.
Hay quienes arguyen que una falta de respuesta hacia los troles puede también inspirarles una conducta más agresiva. Usuarios particularmente fanáticos o irracionales participarán en un foro que les moleste con bastante independencia de las respuestas que obtengan. A menudo los troles también siguen escribiendo mensajes, ofendiéndose con argumentos periféricos o argumentos que estaban peor fundamentados, hasta que sus posiciones se hagan insostenibles, momento en el que recurrirán a los insultos o pasarán a otra discusión. Según esta lógica, la confrontación implacable mediante la argumentación (cuando esta pueda hallarse) puede resultar vital.
Un importante debate en Internet es si los troles realizan alguna función útil o no. Dado que trol es un término tan amplio, si todas las definiciones dadas hasta ahora han de ser aceptadas, la respuesta debe ser definitivamente «sí y no».
Los usuarios que realizan muchas funciones útiles pero controvertidas son con frecuencia juzgados como troles y, en tales casos, pueden estar en realidad beneficiando el foro en el que participan. Por ejemplo, la presencia de un ultraderechista descrito como trol puede permitir que un lector conservador se sienta más cómodo expresando sus puntos de vista, que parecerán muy moderados en contraste. Por otra parte, si los cazadores de troles organizan una «guerra de llamaradas» (flamewar) contra el trol ultraderechista, el mirón conservador puede sentirse menos cómodo expresando sus opiniones, en detrimento del foro. A pesar de que los troles afirman luchar contra el pensamiento grupal, pueden en realidad fomentarlo al cimentar opiniones contra ellos.
Los troles pueden ser también, en algunas circunstancias, una fuente de humor genuino, lo que depende íntegramente de si el trol es bueno o malo. Suele ser bastante fácil señalar la diferencia entre tales acciones: un trol malo recurre solo a débiles argumentos manidos, mientras uno bueno creará un perspicaz conjunto de argumentos que arrastre a la gente en astutos giros proporcionando un hilo de humor Non sequitur.
Los troles pueden también proporcionar un valioso servicio al hacer que la gente se cuestione la validez de lo que se lee tanto en Internet como en otras fuentes. Los troles muestran que expresar cualquier opinión es tan fácil como expresar una opinión informada y razonada, obteniendo la misma visibilidad. También se ha argüido que los comentaristas radiofónicos y columnistas periodísticos a veces sondean la opinión pública comportándose como troles. John C. Dvorak y Slashdot son citados a menudo como ejemplos.
Incluso aunque a veces se señalan como troles contenidos útiles y usuarios productivos, el consenso general es que la actividad típica de los troles beneficia solo a estos y a los cazadores, y que no debe permitirse en ningún foro. La mayoría de los foros rechaza la afirmación de que los troles puros e intencionados persigan algún fin útil. Se sabe de algunos troles que han intentado provocar el borrado de discusiones completas, lo que ha servido de refuerzo negativo para los usuarios inexpertos y ayudado a reducir la cantidad de spam en grandes foros de discusión. En muchos casos, los troles pueden llevar al administrador o moderadores de un foro a añadir a este mecanismos que prevengan las acciones de estos. Aunque esto puede ser considerado como una mejora del foro, no es menos cierto que tales herramientas no se habrían necesitado de no haber troles.
Las definiciones precisas de «trol» han sido difíciles porque a menudo dependen de supuestos sobre motivaciones internas, que han sido difíciles de probar concluyentemente. Algunos comportamientos tales como insultar no son candidatos para una clasificación «trol» a menos que su intención sea la de provocar una reacción, ya que insultar sería considerado más un comportamiento antisocial, cayendo quizá mejor bajo la clasificación de «guerra de llamaradas».
Algunos han sugerido que en lugar de calificar a alguien de «trol» es preferible concentrarse en los comportamientos específicos que un grupo considere molestos e imponer reglas de comportamiento que los prevenga consistente y adecuadamente. La idea es centrarse en los comportamientos indeseables más que en la motivación de estos. Si dichos comportamientos no pueden ser identificados, entonces quizá el supuesto trol debería ser tolerado para ser justos. Algunos llaman a esto el plan «si no puedes identificarlo, entonces toléralo».
Aunque el fenómeno trol es de largo considerado una presencia negativa e indeseable en un foro, algunos afirman que la creencia de que es inherentemente malo puede acarrear muchas consecuencias perjudiciales.terrorista» es citado a menudo como ejemplo de abuso. Sin embargo, todo aquello etiquetado con la palabra «terrorista» despierta un sentimiento de mentalidad «nosotros contra ellos» que resulta útil tanto para aislar el comportamiento trol como para reforzar la «necesidad» de tácticas anti-trol, consolidando por tanto el apoyo de los administradores.
El uso de la palabra «En la mayoría de los casos esto último es una ventaja inesperada al tratar con troles. Sin embargo, surge la cuestión pertinente: «¿Qué ocurre si esto fuese el único objetivo, y el administrador sólo desease acallar ciertas críticas, como una pobre moderación, demasiada publicidad o restricciones sobre los temas de discusión?» Jugar la «carta trol» podría ser el arma ideal.
Muchas de las personas calificadas de «troles» son simplemente calificadas por alguna otra en el curso de una disputa religiosa, política o de otro tipo corriente. En otras palabras, son calificadas de «troles» por actuar como disidentes o herejes. Caracterizar a los administradores de sistemas o moderadores como «el trol que llegó en primer lugar» no es del todo inexacto. Muchos debates entre personas con y sin poderes administrativos o legales se parecen a una simple discusión personal acalorada. En concreto en Internet, la posesión de poderes tecnológicos (como el poder de bloquear usuarios o direcciones IP) no es necesariamente un signo de algún juicio político o moral superior. De forma parecida, uno puede ser etiquetado como trol solo por discrepar con alguien (a menudo quien comenzó la discusión).
Como con similares etiquetas peyorativas, un grupo de personas que hayan recibido la etiqueta pueden darle la vuelta para crear una identidad de grupo y el poder de resistir colectivamente. Individuos ajenos al grupo que usen la etiqueta sobre alguien pasan a ser blancos de una respuesta colectiva. Sin embargo, los miembros pueden usar la etiqueta sin consecuencias, normalmente de broma, o para convencer.
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