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África Española



África española es la denominación que se daba a los territorios africanos bajo soberanía o protectorado español, especialmente aplicada a las dependencias coloniales del Protectorado Español de Marruecos formado por las zonas del Rif al norte y Cabo Juby al sur, Sáhara Español (actual Sahara Occidental) y Guinea Española (actual Guinea Ecuatorial). Las islas Canarias, Ceuta y Melilla así como las plazas de soberanía, conforman junto a las demás entidades territoriales y con integridad plena el territorio nacional de España.

En 1497, España anexionó a la corona de Castilla la ciudad abandonada de Melilla, en 1509 Orán, y en el siglo XVII otros puertos que actualmente forman parte de los Estados de Marruecos, Argelia, Túnez y Libia. La integración de Portugal en España (1580-1640) conllevó la incorporación de sus colonias a los territorios bajo dominio del rey de España; la mayor parte de estos territorios serían perdidos más tarde, excepto la zona de Orán, perdida frente a los argelinos en 1708 pero recuperada en 1732 por los españoles. Esta ciudad fue destruida por un terremoto en 1790 por lo cual los españoles, siendo atacados por el sultán de Argel, pactaron su retirada en 1792 a cambio del acceso al puerto, una factoría en Mazalquivir y la concesión de pesca de coral.

Por medio del Primer Tratado de San Ildefonso (1777) entre España y Portugal, éste incorporó a sus territorios de Brasil la isla de Santa Catalina, a cambio de las islas de Fernando Póo y Annobón en África, así como de la licencia para comerciar con la costa continental de Camerún y Gabón hasta cabo Formoso. No fue hasta 1843 cuando el marino Juan José Lerena y Barry tomó posesión para España de Fernando Poo, Corisco y Río Muni.

De finales del siglo XIX a principios del siglo XX, Marruecos fue un territorio disputado por las potencias europeas, principalmente Francia, España, Reino Unido y el Imperio Alemán. España participó en las siguientes guerras y ocupaciones:

Estaba formado por dos zonas: al norte la zona del Rif, con fronteras con Ceuta, Melilla, las plazas de soberanía y la zona internacional de Tánger, y al sur la zona de Cabo Juby que lindaba con el Sahara Español.

Los primeros indicios de protectorado podrían hallarse en las expediciones de portugueses y castellanos a expandirse por la zona. No obstante, fue en el siglo XIX, cuando el sultanato marroquí estaba muy debilitado, cuando las potencias europeas empiezan a pensar en repartirse el territorio, en especial Francia, Reino Unido, España y Alemania. En el caso español, con el pretexto de vengarse de los ataques sobre Ceuta, lanza un ataque sobre las fuerzas marroquíes, en lo que será la Guerra de África. Finalmente Reino Unido deja sus pretensiones sobre Marruecos.

Tras un tiempo, las cabilas rifeñas cercanas a Melilla empiezan a tener choques con las tropas españolas allí destacadas, hasta llegar al punto de morir en batalla el general Margallo. Tras esto el gobierno español envía tropas para una segunda guerra, en tanto que el sultán envía a su hermano para acabar con la revuelta de las cabilas rifeñas. Esto sería la Guerra de Margallo, que se considera el primer paso al protectorado.

Tras abandonar Reino Unido e Italia sus intereses, se procedió al reparto de Marruecos entre España y Francia en dos protectorados, que daría lugar en 1911 a la Guerra del Rif, cuyos sucesos más conocidos serían el Desastre de Annual y el Desembarco de Alhucemas y que terminaría en el año 1927, con la pacificación del Rif por España y Francia.

Marruecos lograría la independencia de Francia y España en el año 1956, cuando la primera decide dar por concluido el protectorado.

Las primeras muestras de colonización se produjeron en 1476, cuando la Corona de Castilla ocupó esta zona. En esas fechas se fundó el asentamiento conocido como Santa Cruz de la Mar Pequeña, permaneciendo en manos españolas hasta 1524, fecha en la que se abandonó.

El sultán de Marruecos reconoció esta zona como española en el Tratado de Wad Ras en 1860, no obstante, no se tomó posesión del territorio hasta 1934, en ese tiempo, la Segunda República Española desembarcó al Coronel Capaz y soldados españoles bajo su mando para tomar la zona. En solo unos años se pasó de un campamento de tiendas de campaña a un verdadero asentamiento.

Tras la independencia de Marruecos, irregulares marroquíes atacaron el territorio de Ifni, en lo que pasaría a denominarse Guerra de Ifni (1957-58). En 1969 y por insistencia de la ONU pasa a formar parte de Marruecos y deja de ser español.

Tras la guerra de África, España adquirió una colonia en lo que se conoce como Río de Oro. Tras sucesivas exploraciones, y el reconocimiento de las nuevas fronteras tras la conferencia de Berlín de 18841885, Río de Oro se convirtió en parte del África española. Más tarde sería renombrado como Sáhara español, tras el cambio de estatuto de colonia a provincia durante la dictadura, y finalmente invadido por Marruecos tras la Marcha Verde, que fuerza al gobierno a firmar los acuerdos tripartitos de Madrid, por los que España abandonaba el territorio en manos de Marruecos y Mauritania. No obstante, en tanto que España no podía entregar la soberanía saharaui a otra nación, se considera, según el derecho internacional, la ONU y oficialmente, que sigue bajo administración y soberanía españolas. No obstante el administrador de facto es Marruecos, lo que hace que muchos historiadores consideren 1976 como fecha del fin del Imperio español, pese a que España siga siendo la potencia colonizadora jurídicamente.

Esta colonia estaba formada por los territorios de:

Localizada en el Golfo de Guinea es actualmente el estado independiente de Guinea Ecuatorial. Los Territorios Españoles del Golfo de Guinea comprendían las islas de Fernando Poo, Annobón, Elobey y Corisco y la Guinea Continental Española, cuyo límite se trazó en el Tratado de París, que dejó a la parte continental de la colonia en sólo una décima parte de la original; éstos distintos territorios e islas fueron reunificados en 1926, pasándose a llamar Guinea Española. La colonización se inició en 1885 hasta que se independizó la colonia en 1968. La colonia llegó a tener participación política en las Cortes españolas durante el franquismo.

En 1959, los territorios españoles del golfo de Guinea adquirieron el estatus de provincias españolas ultramarinas, similar al de las provincias metropolitanas. El territorio se dividió en dos provincias: Fernando Poo (con las islas de Fernando Poo y Annobón) y Río Muni (con la Guinea Continental y las islas Elobey y Corisco); y se denominó Región Ecuatorial Española. Como tal región, fue regida por un gobernador general ejerciendo todos los poderes civiles y militares. Las primeras elecciones locales se celebraron en 1960, y se eligieron los primeros procuradores guineanos en cortes. Bajo la Ley Básica de diciembre de 1963, las dos provincias fueron reunificadas y dotadas de una limitada autonomía, con órganos comunes a todo el territorio (entre ellos un cuerpo legislativo) y organismos propios de cada provincia. Aunque el comisionado general tenía amplios poderes, la Asamblea General de la Guinea Española tenía considerable iniciativa para formular leyes y regulaciones.

En marzo de 1968, bajo la presión de los nacionalistas ecuatoguineanos y de las Naciones Unidas, España anunció que concedería la independencia. Se formó una convención constituyente que produjo una ley electoral y un borrador de constitución. El referéndum sobre la constitución se produjo el 11 de agosto de 1968, bajo la supervisión de un equipo de observadores de las Naciones Unidas. Un 63% del electorado votó a favor de la constitución. Después se formó el primer gobierno independiente.

Esta colonia estaba formada por los territorios de:

Son un archipiélago atlántico situado en el noroeste de África que forma además actualmente una de las diecisiete comunidades autónomas de España. El archipiélago está compuesto por ocho islas: El Hierro, La Gomera, La Palma y Tenerife (que forman la provincia de Santa Cruz de Tenerife), y Gran Canaria, Fuerteventura, Lanzarote y La Graciosa (que forman la provincia de Las Palmas), además de cinco islotes, que se llaman Alegranza, Isla de Lobos, Montaña Clara, Roque del Este y Roque del Oeste.

Las Islas Canarias estaban habitadas antes de la conquista europea por los llamados guanches. En el siglo XIV se produce el redescubrimiento de las islas. Se produjeron numerosas visitas de mallorquines, portugueses y genoveses.

Con el permiso papal y el apoyo de la corona castellana, se organizan varias expediciones en busca de esclavos, pieles y tintes. En 1402 se inicia la conquista de las islas con la expedición a Lanzarote de los normandos Jean de Bethencourt y Gadifer de la Salle, sujetos al vasallaje de la Corona de Castilla y con el apoyo de la Santa Sede. La conquista no finalizó hasta 1496 cuando antiguos líderes firman su rendición los algunos nativos de Tenerife se rinden y las islas Canarias quedan incorporadas a la corona castellana, entrando así en una etapa colonial.

La conquista de las Islas Canarias, que llevó casi cien años, es el precedente de la conquista del nuevo mundo. Las islas se convierten en punto de escala de las rutas comerciales con América, África y la India (el puerto de Santa Cruz de la Palma llegará a convertirse en uno de los más importantes del Imperio español), lo que trae una gran prosperidad a determinados sectores sociales de las islas, pero las crisis de los monocultivos en el siglo XVIII y, posteriormente, la independencia de las colonias americanas en el siglo XIX, provocaron profundas recesiones.

Durante el siglo XIX y la primera mitad del siglo XX, a raíz de las crisis económicas que sufre el archipiélago, tienen lugar una serie de movimientos migratorios cuyo destino es, principalmente, el continente americano. A inicios del siglo XX es introducido en Canarias por los ingleses un nuevo monocultivo que será el plátano.

El denominado pleito insular, la rivalidad existente entre las élites de las ciudades de Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas (hoy Las Palmas de Gran Canaria) por la capitalidad de las islas, que se encontraba en Santa Cruz de Tenerife, logró conseguir que en 1927 se lleve a cabo la división del archipiélago en dos provincias.

Tras la instauración de un régimen democrático de monarquía parlamentaria, se planteó la creación de un estatuto de autonomía para el archipiélago, estatuto que fue aprobado en 1982.

Ceuta es una ciudad española en el norte de África, con estatus político de ciudad autónoma, situada a orillas del mar Mediterráneo en el estrecho de Gibraltar. Tiene frontera con Marruecos en su límite terrestre. Este país ha reivindicado su anexión como parte de su territorio por su cercanía geográfica, junto con Melilla y otros territorios españoles de menor entidad en el norte de África. El Gobierno de España nunca ha establecido negociación, ya que es parte integrante del Reino de España desde el siglo XVI, antes de la existencia del Reino de Marruecos.

El 21 de agosto de 1415, el rey de Portugal Juan I, con sus hijos Eduardo, Pedro y Enrique el Navegante desembarcan en las actuales playas de San Amaro y conquistan la ciudad para el Reino de Portugal. Tras un tratado con el Reino de Fez, éste reconoce Ceuta como portuguesa. La ciudad fue reconocida como portuguesa por el Tratado de Tordesillas.

Tras la muerte del rey Sebastián de Portugal, el reino de Portugal se incorpora a la Monarquía Hispánica. En 1640 Ceuta no sigue a Portugal en su secesión, prefiriendo mantenerse bajo la soberanía de Felipe IV. En 1656, se concede a la ciudad Carta de Naturaleza y añade el título de Fidelísima a los que ya ostentaba de Noble y Leal.

En 1668 un Tratado con Portugal reconoce la soberanía española sobre Ceuta y su jurisdicción (isla de Perejil).

En 1956 se le concede la independencia al Protectorado español de Marruecos sirviendo de base de repliegue de las fuerzas allí destinadas.

En 1978 la Constitución Española, que como otras anteriores, la reconoce como territorio componente de la nación española, integrándola en el nuevo modelo de organización territorial, con la previsión de la posibilidad de constituirse en Comunidad Autónoma.

En 1995 se promulga el Estatuto de Autonomía de Ceuta, constituyéndose en ciudad autónoma junto con Melilla.

Melilla es una ciudad autónoma de España situada en el norte de África, en la parte oriental del cabo Tres Forcas, a orillas del mar Mediterráneo, limitando con Marruecos frente a las costas de la península ibérica.

Marruecos reclama la ciudad, al igual que lo hace con Ceuta, que considera parte integrante del territorio marroquí. El Gobierno de España nunca ha mantenido ningún tipo de negociación al respecto ni ha expresado en ninguna ocasión tener intención de hacerlo.

Se denominan plazas de soberanía al conjunto de islas, islotes y peñones bajo poder español situados en el norte de África. Estas son las Islas Alhucemas, el Peñón de Vélez de la Gomera y las Islas Chafarinas que en su mayoría sirven con fines meramente militares, excepto las mencionadas en último lugar que se encuentran protegidas bajo la forma de Refugio Nacional de Caza y se encuentran directamente gobernadas por la administración central del estado.

Marruecos también reclama estas posesiones, al igual que las dos ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. Aunque el Gobierno de España en recientes declaraciones ha reiterado la españolidad de las mismas y declinado cualquier tipo de negociación para cambiar su estatus.




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