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Álvaro Alsogaray



Álvaro Carlos Alsogaray (Esperanza, 22 de junio de 1913-Buenos Aires, 1 de abril de 2005) fue un político, militar y economista argentino que impulsó los principios del liberalismo en la Argentina de la segunda mitad del siglo XX.

Álvaro Alsogaray, luego de egresar del Colegio Militar de la Nación como subteniente de infantería, obtuvo el título de ingeniero militar en la Escuela Superior Técnica del Ejército, durante esta etapa en el Colegio Militar desfiló junto a los cadetes para festejar el golpe de 1930.[3]

También se dedicó a la actividad empresaria, donde participó en la creación de empresas como ZONDA (Sociedad Mixta Zonas Oeste y Norte de Aerolíneas Argentinas) y FAMA (Flota Aérea Mercante Argentina), empresas mixtas creada por el Estado de las que más tarde surgiría Aerolíneas Argentinas al ser nacionalizadas en 1949, y la consultora económica CADESYM SA.[4]

Su hermano el general Julio Rodolfo Alsogaray fue comandante en jefe del Ejército y un hijo de este integró como combatiente la agrupación Montoneros. Era padre de tres hijos (Álvaro, María Julia y Eduardo), casado en primeras nupcias con Edith Lea Ana Gay, le gustaba el champán, la música clásica, jugar al tenis y volar en avioneta.

En 1955, Alsogaray fue designado funcionario de la Revolución Libertadora desde septiembre de ese año hasta junio de 1956 fue subsecretario de Comercio y luego ministro de Industria. Más adelante Ministro de Economía y ministro de Trabajo durante el Gobierno de Arturo Frondizi.

Luego del golpe de Estado de 1966 ―en el que tuvo participación su hermano, el teniente general Julio Rodolfo Alsogaray―, fue designado embajador en Estados Unidos hasta 1968. Nuevamente ministro de Economía, además de presidente del Consejo Interministerial de Trabajo, Economía y Servicios, durante el Gobierno de José María Guido. Su rígido esquema ideológico le alcanzó para ser convocado por el gobierno de facto de Guido y luego por la dictadura de Juan Carlos Onganía, que lo nombró embajador en Estados Unidos.[4]

Entre 1959 y 1961 fue Ministro de Hacienda de Arturo Frondizi, quien se vio presionado por lo militares para nombrarlo. Alsogaray viajó a los Estados Unidos para acordar la llegada del general del ejército estadounidense Thomas Larkin a la Argentina, Así es que surgió el denominado Plan Larkin, que consistía en abandonar el 32% de las vías férreas existentes, despedir a 70.000 empleados ferroviarios, y reducir a chatarra todas las locomotoras a vapor, al igual que 70.000 vagones y 3000 coches. Así se inicia la masiva eliminación de locomotoras a vapor y una larga serie de cancelaciones y levantamiento de vías.

El plan se suspendió por efecto de una huelga ferroviaria de 42 días en 1961. A consecuencia del Plan Larkin dejaron de correr trenes en la casi totalidad del ex Ferrocarril Provincial de Buenos Aires, los ramales del ex Ferrocarril Patagónico, los del Ferrocarril Central del Chubut, del Ferrocarril Roca y demás líneas. El 30 de octubre unos 200.000 ferroviarios se apegan a la huelga. Se obliga a los trabajadores a presentarse al trabajo o quedar detenidos. El presidente Frondizi recurrió a gendarmería y al ejército, sometiendo a los trabajadores ferroviarios al Código de Justicia Militar, permitiendo que los huelguistas sean trasladados a cuarteles, sometiendo a los trabajadores ferroviarios al Código de Justicia Militar, para ser juzgados por la justicia militar, a través del plan CON.INT.ES. (Conmoción Interna del Estado).[5][6]

Luego del golpe militar contra Frondizi asumió el gobierno José María Guido (1962-1963), quien lo seguía en la línea de sucesión. Luego de las gestiones de Jorge Wehbe y Federico Pinedo en el Ministerio de Economía, Alsogaray fue llamado para ocupar nuevamente el cargo.

Se suscribió un nuevo acuerdo "stand by" con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que impuso la reducción a cero de los derechos de importación, el incremento de los impuestos sobre el consumo y de las tarifas de los servicios públicos. Se redujeron las retenciones a las exportaciones tradicionales, se restringió la oferta monetaria y se redujeron el gasto y la inversión pública. El dólar alcanzó los $ 138 su valor más bajo en la historia hasta entonces. La disminución de la actividad económica contrajo la base tributaria, por lo que el déficit estatal no se redujo sino que aumentó. No fue posible pagar las cuentas ni los salarios del sector público, que el ministro de Economía determinó abonar con títulos del "empréstito patriótico forzoso". El economista desarrollista Aldo Ferrer ha caracterizado así la política económica de Alsogaray: "Esa estrategia pretendió desarticular definitivamente al movimiento obrero, reinstalar los mecanismos de poder económico y la distribución vigentes antes del peronismo y asentar a la economía argentina en una marco de dependencia, nuevamente, en el sector agropecuario exportador y en los grupos comerciales y financieros ligados a ellos". siendo por entonces flamante ministro de Economía del presidente radical Arturo Frondizi.

Fundó el Partido Cívico Independiente (1956), el partido Nueva Fuerza (1972) y la UCeDé (1982). Fue candidato en 1958 y 1965 por el Partido Cívico Independiente y en 1973, por el partido Nueva Fuerza. En las elecciones de 1973 el partido encabezó una gigantesca campaña publicitaria, novedosa para la época pero que no pudo sobrepasar el 2,07 % de los votos.[3]

Al mando de la UCeDé fue candidato a presidente de la Nación en 1983 y 1989. En esta última elección la fórmula que compartió con Alberto Natale (perteneciente al Partido Demócrata Progresista) alcanzó cerca de un millón de votos, quedando en tercer lugar luego de Carlos Menem (Partido Justicialista) y Eduardo Angeloz (Unión Cívica Radical).

Fue diputado nacional por la ciudad de Buenos Aires durante dieciséis años consecutivos, entre 1983 y 1999 (fue elegido en cuatro oportunidades: en 1983, 1987, 1991 y 1995), y luego designado asesor presidencial ad honórem durante el Gobierno de Carlos Menem.

También fundó en 1983 la Confederación Nacional del Centro, que tenía como objeto aglutinar a los partidos de derecha de las distintas provincias, pero solo logró alianzas ocasionales con el Partido Demócrata Progresista (de la provincia de Santa Fe), la Unión Demócrata de Centro (de la provincia de Córdoba) y el Partido Demócrata (de la provincia de Buenos Aires). Su apoyo político en consecuencia se limitó principalmente al electorado de la ciudad de Buenos Aires y suburbios de los sectores medios y altos. A mediados de la década de 1990, el partido había perdido gran parte de su caudal electoral, flaqueado por hechos de corrupción que involucraban varios miembros del partido. Alsogaray anunciaba ya en 1997 que en la UCeDé «hay corrupción, desorden e indisciplina».[7]

En los años 1990 fue designado asesor para la deuda externa y se volcó de lleno a un proyecto faraónico y frustrado: la aeroísla. Acusado de trabajar para el grupo neerlandés que quería llevar adelante la obra y peleado con medio gabinete, en 1991 Alsogaray decidió abandonar el gobierno, paralelamente su hija María Julia terminaría siendo procesada por corrupción y encarcelada.[3]

En sus presentaciones públicas o ante los medios cultivaba un estilo particular, ácido y desapasionado, a menudo tildado de pedante, muy poco común en el ámbito político durante las épocas en que se desempeñó. Durante sus pasos por el Ministerio de Economía acompañaba sus discursos con gráficos que eran exhibidos por televisión.

Desde noviembre de 1968 fue miembro de la Academia Nacional de Ciencias Económicas, donde ocupó el sitial número 20.[8]​ También integró la Sociedad Mont Pelerin. En 1985 la Universidad Francisco Marroquín (de Guatemala) le otorgó un doctorado honoris causa en Ciencias Políticas.[9]

Alsogaray era admirador de los grandes teóricos liberales, Ludwig Erhard, Luigi Einaudi, Jacques Rueff, Ludwig von Mises y Friedrich Hayek. Era marcadamente contrario al peronismo.[3]

En sus escritos políticos hay una clara adhesión a los programas denominados «ortodoxos»: combate contra la inflación, privatización de servicios públicos, reducción de gastos del estado y fomento a la iniciativa privada.

Se le objetaba a Alsogaray su participación en dictaduras ―como la Revolución «Libertadora» (en 1955) y en la Revolución «Argentina» (en 1966)― a lo que Alsogaray solía contestar que habían participado en esas mismas dictaduras numerosos dirigentes de diferentes partidos ―como Alfredo Palacios (del Partido Socialista) que fue embajador ante Uruguay en 1955; Carlos Alconada Aramburú (de la Unión Cívica Radical), que fue ministro del Interior en 1958; o Arturo Mor Roig (de la Unión Cívica Radical), que fue ministro durante la dictadura del general Alejandro Agustín Lanusse―.

El 21 de marzo de 1976 ―tres días antes del golpe de Estado que instauraría el proceso―, en sus declaraciones publicadas por el diario Clarín (de Buenos Aires), sostuvo que

También fue criticado por su defensa de la actuación de las Fuerzas Armadas durante el Proceso de Reorganización Nacional (1976-1983). Se le atribuyó haber presentado catorce años antes un proyecto de ley para que se construyera un monumento a Jorge Rafael Videla.[3][11][12][13]​ El supuesto proyecto no figura en los registros del Congreso Argentino.[14]

Publicó artículos periodísticos en defensa del liberalismo económico y la economía social de mercado, o criticando la situación política del momento. Entre sus libros se encuentran:




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