El asesinato de John F. Kennedy, trigésimo quinto presidente de los Estados Unidos, tuvo lugar el viernes 22 de noviembre de 1963, en Dallas (Texas, Estados Unidos) a las 12:30 p. m., hora estándar del centro (18:30 UTC). Kennedy fue mortalmente herido por disparos mientras circulaba en el coche presidencial en la Plaza Dealey. Fue el cuarto presidente de EE. UU. asesinado (con Abraham Lincoln, James Abram Garfield y William McKinley) y el octavo que murió en ejercicio de sus funciones.
Tres investigaciones oficiales concluyeron que Lee Harvey Oswald, un empleado del almacén Texas School Book Depository en la Plaza Dealey, fue el asesino. Una de ellas concluyó que Oswald actuó solo y otra sugirió que actuó al menos con otra persona más. El asesinato todavía está sujeto a especulaciones, es origen de un gran número de teorías conspirativas.
22 de noviembre de 1963 (todas las horas son en CST)
Kennedy se levanta temprano el día 22 de noviembre y pronuncia el que sería su último discurso en vida, luego aborda un Lincoln Continental blanco y se dirigen hasta la Base Aérea de Carswell para abordar el avión presidencial.
A las 11:40 el Air Force One aterriza en el aeropuerto Dallas Love, después de un corto vuelo de 13 minutos que ha realizado desde Fort Worth. La comitiva presidencial aborda un Lincoln X-100 (denominado en clave SS-100-X por el servicio secreto) se pone en marcha hacia el centro de la ciudad de Dallas.
En el asiento del chofer un agente-conductor y de acompañante otro agente de seguridad. En los asientos contiguos el gobernador Connally, a la derecha, y su esposa. En los asientos traseros, Kennedy, a la derecha, y su esposa. El automóvil va sin la capota transparente.
Durante el trayecto, la comitiva tiene que realizar varias paradas para que el presidente salude a la gente.
A las 12:30 entra en la Plaza Dealey y avanza por la calle Houston, en ese momento lleva seis minutos de retraso. En la esquina de la calle Houston con la calle Elm, la comitiva debe realizar un giro de 120 grados a la izquierda, lo que obliga a la reducción de la velocidad de la limusina tras pasar por la Calle Elm, que queda frente al edificio del Almacén de Libros Escolares de Texas, a una distancia de 20 metros nada más se hizo el primer disparo de tres que supuestamente haría Lee Harvey Oswald.
Disparo a disparo
Se calcula que en ese momento la comitiva iba a una velocidad de 55 kilómetros por hora.
La Comisión Warren concluyó posteriormente que el primero de los tres disparos no impactó en el coche sino en la acera. Casi todos están de acuerdo que Kennedy recibió dos disparos y que uno de esos disparos le impactó en la cabeza y fue mortal.
El primer disparo fue desviado por un semáforo y rebotó en el cemento llegando a herir levemente al testigo James Tague. 3,5 segundos después se produce el segundo disparo que llega a Kennedy por detrás en su espalda y sale por su garganta, Kennedy se lleva ambas manos a su garganta levantando sus codos mientras su esposa lo observa atónita. El gobernador Connally sale herido por atrás por este disparo.
Pasado el segundo disparo, el presidente aún con ambas manos en su garganta deja de saludar al público girando hacía la izquierda y su esposa tira de él para recostarlo sobre el asiento acercándose con la cabeza de su esposa al lado de la suya.
Sobreviene el fatal tercer disparo y ocurre 4,8 segundos después del primer disparo, justo cuando el auto pasa frente a la pérgola de hormigón. Cuando ocurre el tercer disparo, este impacta en forma visible y de lleno en el hueso parietal derecho de la cabeza de Kennedy, Jackie Kennedy suelta súbitamente a su esposo quien se recuesta hacia el lado izquierdo, mientras esta se abalanza a horcajadas a la parte trasera del auto. La esposa del gobernador se tira al suelo y suelta unas flores.
Un ciudadano, Abraham Zapruder, que filmaba la comitiva presidencial, logró captar nítidamente en su película el momento en que Kennedy es alcanzado por dos de los tres disparos. Esta película es parte del material de prueba que la Comisión Warren utilizó en su investigación del asesinato.
Según la investigación llevada a cabo por la Comisión Warren, Lee Harvey Oswald, presunto autor de los disparos, habría usado un fusil de cerrojo Carcano M91/38 de fabricación italiana, con mira telescópica. Para haber podido realizar dichos disparos con tanta certeza, el asesino tendría que haber tenido experiencia como francotirador.
El gobernador de Texas John Bowden Connally Jr. quien iba en el mismo coche, sentado adelante del presidente, también fue gravemente herido, pero sobrevivió. Su herida ocurrió casi a la vez que el primer disparo que impactó sobre Kennedy (teóricamente como resultado de la misma bala, lo que ha dado pie a la existencia de llamada teoría de la bala mágica. Al parecer la acción de su esposa de recostarlo sobre sus piernas ayudó a salvar su vida dado que evitó en mayor medida el neumotórax producido por la herida.
James Tague, un espectador y testigo del asesinato, también recibió una pequeña herida en la parte derecha de su cara, estaba situado a 82 metros frente al sitio donde Kennedy fue alcanzado.
Tras el tiroteo, el Lincoln abandonó, ya sí, a toda prisa el lugar. «El resto del camino fui abrazada a John, sujetándole la cabeza para impedir que se le saliera el cerebro», relataría más tarde la esposa del presidente. Después de una frenética carrera, JFK y el gobernador de Texas son sacados del coche a la puerta del hospital Parkland. Aunque no había ninguna esperanza, los doctores James Carrico y Malcom Perry, los primeros en atenderle, por ese orden, no dudaron en intentar lo imposible. Para reavivar el pulso y la respiración decidieron practicarle una traqueotomía aprovechando la herida de la bala en la garganta de Kennedy, la única visible, además del espantoso destrozo de la cabeza. Fue inútil, porque aunque le hubieran devuelto las constantes tenía medio cerebro fuera del cráneo y ya no existía actividad neuronal, como comprobaría el neurocirujano Kemper Clark. Alrededor de 40 minutos después, se abandonó todo intento y se consensuaron las 13.00, hora de Dallas, como el momento de defunción de JFK. El gobernador Connally fue operado dos veces de urgencia ese día fue uno de los peores momentos para todo el mundo.
Después del aterrizaje del avión presidencial (Air Force One) en la Base Aérea de Andrews, a las afueras de Washington DC, el cuerpo de Kennedy fue trasladado al Hospital Naval de Bethesda para su autopsia.
La autopsia fue realizada por tres médicos de la Armada con treinta oficiales militares como testigos. Dos agentes retirados del FBI que estaban presentes declararon que Kennedy tenía una gran herida en el lado derecho de la cabeza, otra herida de aproximadamente 14 centímetros debajo del cuello de su chaqueta, por encima del lado derecho de la columna, y una tercera herida en la cara anterior de su garganta en el borde inferior de la nuez de Adán (La Comisión Warren realizó esta misma información). El informe del FBI sobre la autopsia fue realizado por los agentes especiales Sibert y O'Neill. [1]
Varias fotos y radiografías fueron realizadas durante la autopsia (varias de ellas desaparecieron de los informes oficiales). Las fotos de la autopsia, preparadas por Assassination Records and Review Board, se se pueden ver aquí y aquí.
Después de la autopsia en el Hospital Naval de Bethesda, el cuerpo de Kennedy fue preparado para el entierro y trasladado a la Casa Blanca y expuesto en la Sala Este durante 24 horas. El domingo siguiente al asesinato, cubierto con la bandera de EE. UU., fue trasladado al Capitolio para una vista pública. En todo el día y noche, cientos de miles de personas visitaron el féretro.
Representantes de 90 países, incluyendo la Unión Soviética, asistieron al funeral el 25 de noviembre (día del tercer cumpleaños de su hijo JFK Jr.). Después del funeral, realizado en la Catedral de St. Matthew, fue trasladado en carro de caballos al Cementerio de Arlington donde fue enterrado. También, durante su Funeral, fue interpretado "El Duelo de la Patria", obra del costarricense Rafael Chavez Torres.
El funeral fue oficiado por el arzobispo de Boston, el cardenal Richard Cushing, amigo personal de Kennedy, quien había casado a John y Jacqueline Kennedy y bautizó a sus dos hijos y quien también había oficiado el funeral de su hijo Patrick (fallecido quince semanas antes que su padre).
Lee Harvey Oswald fue detenido ochenta minutos después del asesinato del oficial de policía de Dallas, J.D. Tippit, y fue acusado de la muerte de Tippit y de Kennedy a última hora de la tarde del día 22 de noviembre. Oswald negó siempre haber disparado contra el presidente. El caso de Oswald nunca fue juzgado porque dos días más tarde, mientras era trasladado y custodiado por la policía, Jack Ruby un gánster de Dallas le disparó y lo mató.
Después de la detención de Lee Harvey Oswald y la recogida de pruebas físicas en la escena del crimen, a las 22.30 CST 22 de noviembre (04:30 UTC 23 de noviembre) se ordena al Jefe de la Policía de Dallas Jesse Curry por gente de Washington, según sus propias palabras, enviar todo el material al cuartel general del FBI, pero no a Oswald. Describió que había casquillos del mismo calibre en una ventana a más de 1500 metros de distancia.
El FBI fue la primera autoridad en completar una investigación oficial. El 9 de diciembre de 1963, solo 17 días después del asesinato, el informe del FBI fue entregado a la Comisión Warren. El informe estableció que solo tres disparos fueron realizados: el primero impactó sobre el presidente Kennedy, el segundo en el gobernador Connally, y el tercero en la cabeza del presidente, matándolo. El FBI concluyó que Lee Harvey Oswald hizo los tres disparos.
La primera investigación oficial del asesinato fue establecida por el presidente Lyndon B. Johnson el 29 de noviembre de 1963, una semana después del asesinato. Fue presidida por Earl Warren jefe de la Corte Suprema de los Estados Unidos, conocida universalmente (pero no oficialmente) como la Comisión Warren.
El informe final de la comisión fue publicado en septiembre de 1964, después de 10 meses de investigación. El informe concluyó que no podía encontrar evidencias persuasivas de una conspiración interna o exterior que implicara a otras personas, grupos o países, y que Lee Harvey Oswald actuó solo.
Sin embargo mucha evidencia se ha acumulado en torno a la posibilidad de una conspiración. El mismo hecho de que Lee Harvey Oswald fuera un agente de la CIA se ha estudiado en varias oportunidades. Se inició con Victor Marchetti, quien en su libro Cult of Intelligence describió los programas de agentes dobles en los que se habría encuadrado Oswald.
El Comité Selecto de la Cámara de Representantes sobre Asesinatos (U.S. House of Representatives Select Committee on Assassinations) o (HSCA) fue creado en 1976 para investigar los asesinatos de John F. Kennedy y de Dr. Martin Luther King Jr.. Las investigaciones del comité duraron hasta 1978 y en 1979 emitieron el informe final.
El HSCA concluyó en su informe de 1979, entre otras cosas, que el presidente John F. Kennedy fue probablemente asesinado como resultado de una conspiración. El Comité concluyó además que cuatro disparos fueron efectuados y que el tercer disparo fue de un segundo asesino localizado en el Montículo de hierba pero falló. El Departamento de Justicia, FBI, CIA, y la Comisión Warren fueron severamente criticados por su pobre desempeño en las investigaciones llevadas a cabo y el Servicio Secreto fue tildado de deficiente en su protección al Presidente.
Howard Hunt, miembro importante de la CIA, confesó en su lecho de muerte, de acuerdo con su hijo, la supuesta auténtica trama que envuelve este magnicidio. Según Hunt, el trigésimo sexto presidente de los Estados Unidos, Lyndon B. Johnson, habría sido el autor intelectual del asesinato, ansioso de conseguir el poder tras dos años como vicepresidente y viendo cómo las posibilidades de suceder a Kennedy se desvanecían. El asesinato habría sido planificado por ciertos agentes de la CIA que estaban en contra de Kennedy, como el propio Hunt o Cord Meyer, cuya esposa tenía un amorío con el entonces presidente. El francotirador habría sido un asesino a sueldo de la CIA proveniente de la mafia corsa llamado Lucien Sartí.
Los presidentes de EE. UU elegidos en intervalos de 20 años, particularmente aquellos que ganaron elecciones celebradas en años terminados en cero, solían tener como trágica coincidencia el que fallecían en el desempeño del cargo. La serie de casos se inició en 1841 con William Henry Harrison (elegido en 1840) y continuó con Abraham Lincoln (1860) en 1865, Garfield (1880) en 1881, McKinley (1900) en 1901, Harding (1920) en 1923, Roosevelt (1940) en 1945, con lo que el asesinato de John F. Kennedy (1960) no hizo más que continuar este patrón, siendo su deceso el séptimo consecutivo. La serie solo se rompió con Ronald Reagan, elegido en 1980, quién sobrevivió a un disparo en marzo de 1981 y pudo terminar su mandato en 1989, y con George W. Bush, elegido el 2000, a quien se intentó asesinar a con una granada en el 2005, pero que pudo terminar en 2009, siendo hasta el momento las dos excepciones. Este patrón de muertes presidenciales es conocido como Maldición de Tecumseh.
Después del asesinato de JFK, se han creado muchas falsas similitudes con el de Abraham Lincoln (véase Coincidencias entre Lincoln y Kennedy).
Escribe un comentario o lo que quieras sobre 22 de noviembre de 1963 (directo, no tienes que registrarte)
Comentarios
(de más nuevos a más antiguos)