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Air Force One



Air Force One es el indicativo que da el control del tráfico aéreo a cualquier avión de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos que transporta al presidente de los Estados Unidos y solo cuando él esté a bordo puede adoptar ese indicativo de llamada, mientras tanto se considerará como una aeronave civil. Es un error común pensar que el Air Force One se refiere a un avión específico. Después del 11 de septiembre del 2001 el Air Force One es el centro de gobierno de los Estados Unidos de América mientras el presidente esté dentro de la aeronave en cualquier parte del mundo. Desde 1990, la flota presidencial ha constado de dos aviones específicamente configurados de la serie altamente personalizable Boeing 747-200B, numerados en la cola como 28000 y 29000 con la designación VC-25A. Aunque a estos aviones se les conoce como Air Force One mientras el presidente esté a bordo, el término es usado comúnmente para describir a cualquiera de los tres aviones normalmente usados y mantenidos por la Fuerza Aérea de los Estados Unidos exclusivamente para transportar al presidente.

El VC-25A es capaz de volar 12 600 km (aproximadamente un tercio de la distancia alrededor del mundo) sin reabastecerse y puede acomodar a un máximo de 70 pasajeros, es el único VC-25A (747) del mundo que lleva a 4 tripulantes (Piloto, Copiloto, Jefe de Mando y Jefe de Radares). Antes de que estos aviones entraran en servicio, dos Boeing 707-320B numerados 26000 y 27000- operaban como Air Force One desde 1962. La designación de la Fuerza Aérea para estos aviones era VC-137. Desde sus inicios, el Air Force One se ha convertido en un símbolo del poder y prestigio presidencial de los Estados Unidos.

La flota Air Force One es mantenida y operada con carácter militar por el Presidential Airlift Group, que forma parte del Air Mobility Command's 89th Airlift Wing, establecido en la base aérea de Andrews en Camp Springs, Maryland. Además, el presidente viaja frecuentemente en el helicóptero del cuerpo de Infantería de Marina de los Estados Unidos, que lleva el indicativo de Marine One, cuando el presidente se encuentra a bordo.

Los aviones que sirven como Air Force One se diferencian de los comunes Boeing 747 tanto en tamaño, características, así como en medidas de seguridad. Aunque el Air Force One tiene dos pisos, al igual que un Boeing 747 regular, su interior está reconfigurado para permitir las tareas presidenciales. Los aviones, con 370 de espacio interior, incluyen múltiples modificaciones. La zona inferior de los aviones sirve principalmente como espacio de carga, llevando el equipaje y las provisiones de comida. Puede contener comida hasta para 2,000 personas cuando está completamente cargado, algunas de ellas almacenadas en congeladores. Las comidas son preparadas en dos cocinas, que están equipadas para alimentar 100 personas a la vez.

El área principal de pasajeros está localizada en el segundo piso, y el equipo de comunicaciones y la cabina se encuentran en el tercer piso. Existen tres entradas para subir al avión. El escritor Tom Harris comentó:

En ocasiones, para remarcar algún criterio político, el Presidente entra o sale del Air Force One por las escaleras del propio avión desde la cubierta inferior en lugar de la central. Esto pudo verse cuando el Presidente George W. Bush, en su visita a Pakistán en marzo de 2006, embarcó y desembarcó del 747 por la cubierta inferior en lugar de la puerta principal. Esto pudo ser una medida de seguridad, pero también pudo querer decir a los políticos del país anfitrión que la Casa Blanca había traído su "Fortaleza Aérea" que es el Air Force One. Es curioso que un día antes, durante la parada de Bush en India, él embarcó por la cubierta principal.

A bordo del Air Force One existen instalaciones médicas, incluyendo una mesa de operaciones funcional, suministros médicos de emergencia, y una farmacia bien provista. En cada vuelo hay un médico a bordo. Además, existen cuartos separados para los invitados, personal superior, personal del Servicio Secreto, y medios de comunicación; la suite del presidente incluye un vestidor privado, gimnasio, baño, duchas, y una oficina privada. Estas habitaciones, incluyendo la suite presidencial, están principalmente situadas a estribor, y hay un gran corredor a babor. Cada vez que el Air Force One aparece, siempre para con el lado izquierdo de la nave mirando hacia los espectadores como una medida de seguridad para mantener el lado presidencial del avión fuera del alcance de la vista.

En la zona de oficinas, el Air Force One tiene acceso a servicios de fotocopiadoras, impresoras, procesadores de texto, Internet Banda Ancha, Redes Móviles, así como sistemas de telecomunicación (incluyendo 85 teléfonos y 19 televisores}. También existen servicios de fax seguros y no seguros, y redes de datos. La mayoría de los muebles a bordo han sido fabricados a mano por carpinteros profesionales.

Los teléfonos blancos son para comunicaciones normales mientras que los negros son para comunicaciones confidenciales. Cuenta además con sala de conferencias en tiempo real, internet y televisión satelital y comunicaciones por radio. Todas las comunicaciones, inclusive las de los tripulantes hacia otros tripulantes en el avión, pasan por un centro de mandos que verifica que no haya ninguna interferencia, y desde el mismo se comunican con tierra para informar la llegada del mismo.

Los aviones también pueden funcionar como centro de mando militar en caso de un incidente como un ataque nuclear. Las modificaciones operacionales incluyen la posibilidad de reabastecimiento en vuelo y medidas contra misiles antiaéreos. La electrónica a bordo está conectada con aproximadamente 383 km de cable, el doble que un 747 regular. Todos los cables están cubiertos por un fuerte escudo que los protege de los ataque de pulso electromagnético en caso de un ataque nuclear. Los aviones además poseen contramedidas electrónicas (ECMs) para interferir los radares enemigos y bengalas para evitar los misiles que buscan fuentes de calor. Muchas de las características del Air Force One se consideran Información Clasificada por razones de seguridad.

Durante los atentados del 11-S a las torres gemelas el presidente George W. Bush estuvo casi todo el día en el aire para evitar ser localizado y que pudiesen atentar contra él. Pero por este motivo se produjo una situación contradictoria, ya que si bien era difícil localizar al Air Force One, este a su vez no debía emitir ningún tipo de comunicación, ya que la señal podría ser localizada y triangulada su posición.

Finalmente se decidió que el Air Force One aterrizaría en Fuerte Andrews, desde donde el presidente se dirigió a la nación por televisión, ambos aviones se mantuvieron encendidos hasta que el presidente volvió al aire sin rumbo conocido y con el espacio aéreo de los Estados Unidos de América exclusivamente para el Air Force One.

Se espera que los VC25 sean reemplazados ya que se han vuelto menos rentables de operar. El Mando de Movilidad Aérea de la USAF se ha encargado de investigar los posibles reemplazos, incluyendo al Boeing 747-8 y el Airbus A380. El 7 de enero de 2009, el Mando de Material de la Fuerza Aérea, como parte de su Programa de Recapitalización del Avión Presidencial (RAP), ha publicado un aviso para inspeccionar e identificar potenciales proveedores de la próxima generación del avión presidencial para iniciar el servicio en 2017. Para el 28 de enero de 2009, la fecha tope para responder a la encuesta, la European Aeronautic Defence and Space Company (EADS) anunció que no participaría en el programa, dejando a Boeing como el único proveedor posible con su Boeing 747-8 o el Boeing 787 Dreamliner. El 28 de enero de 2015, la Fuerza Aérea anunció que el Boeing 747-8 será el próximo avión presidencial. El 6 de diciembre de 2016, el presidente electo Donald Trump tuiteó su oposición al reemplazo del Air Force One debido a su alto costo de "más de $ 4 mil millones". La Oficina de Rendición de Cuentas del Gobierno de los Estados Unidos estimó el costo total en $ 3,2 mil millones y el presupuesto proyectado de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos es de casi $ 4 mil millones. En diciembre de 2016, Boeing estaba en el contrato para el desarrollo preliminar por el valor de $ 170 millones.

Antes de la Segunda Guerra Mundial, los viajes presidenciales al extranjero o en el interior del país eran escasos. La carencia de sistemas de telecomunicación inalámbricos y de métodos de transporte rápidos hacían que los viajes largos fueran poco prácticos, lo que aisló los eventos presidenciales durante un tiempo sólo a Washington D.C..

En los años 1940 y 1950, el transporte aéreo llegó a ser mucho más práctico. El segundo presidente en volar en un avión durante su mandato fue Franklin Delano Roosevelt, quien viajó en un Boeing 314 Clipper a una conferencia en Casablanca en el 1943 durante la Segunda Guerra Mundial. La razón principal en aquel momento para los vuelos presidenciales fue la amenaza de los U-Boot de la Marina de Guerra Alemana en el Océano Atlántico. La continua amenaza de los submarinos convirtió a los viajes aéreos en un medio común para llevar al Presidente de Estados Unidos a largas distancias.

La primera aeronave designada oficialmente para un vuelo presidencial fue el C-87A Liberator Express, un bombardero B-24 reconfigurado. Este avión era llamado Guess Where To (Adivina adónde). Sin embargo, este avión no volvió a usarlo Roosevelt después de que otro C-87A se estrellara; el Servicio Secreto reconfiguró un C-54 Skymaster como reemplazo. Este avión llevaba el apodo de Sacred Cow (Vaca sagrada) e incluía un área para dormir, radioteléfono, y un elevador replegable para la silla de ruedas de Roosevelt. Transportó al presidente a una gran cantidad de eventos importantes, el más destacable la Conferencia de Yalta. El Servicio Secreto, no queriendo desperdiciar recursos, decidió utilizar el avión C-87A para transportar a la Señora Eleanor Roosevelt.

Después de la muerte de Roosevelt en la primavera de 1945, el entonces Vicepresidente Harry S. Truman se convirtió en Presidente. Truman reemplazó el C-54 Skymaster por una modificación del C-118 Liftmaster, llamándola Independence (Independencia), posiblemente haciendo referencia a su ciudad natal, Independence, Missouri. Ésta fue la primera aeronave que actuaba como Air Force One que tenía un distintivo en el exterior (la cabeza de un águila calva pintada en el morro).

El indicativo fue establecido por propósitos de seguridad durante la administración de Dwight D. Eisenhower, el primer presidente estadounidense en haber sido piloto por su propia cuenta. El cambio se debió a un incidente en 1953 en donde un vuelo comercial de Eastern Airlines (8610) tenía el mismo indicativo que el vuelo del Presidente (Air Force 8610). Los aviones entraron accidentalmente en el mismo espacio aéreo, y después del incidente se creó el indicativo único de Air Force One para las aeronaves presidenciales.

Eisenhower también introdujo otros dos aviones de hélice al Servicio presidencial, dos Lockheed C-121 Constellation (VC-121E). Mamie Eisenhower nombró a estos aviones Columbine II y Columbine III por la flor oficial de su estado adoptivo, Colorado, la Aquilegia o colombina. El Presidente Eisenhower también mejoró la tecnología del Air Force One añadiendo un teléfono aire-tierra y un teletipo. Hacia el final de la presidencia de Eisenhower en 1958, la Fuerza Aérea añadió dos jet Boeing 707 a la flota.

Con John F. Kennedy como Presidente, los viajes aéreos presidenciales entraron oficialmente a la era de los jet. En 1962, añadió un Boeing 707 modificado a la flota Special Air Missions (SAM) 26000. Además comisionó al diseñador industrial Raymond Loewy para crear un distintivo exterior para el avión. Loewy presentó un diseño azul y blanco, los mismos colores que se usan hoy día; también añadió las palabras "United States of America" al fuselaje y la Bandera de Estados Unidos pintada en la cola. Debido a que el avión sería para uso exclusivo del presidente, Kennedy pidió que se añadiera el Sello Presidencial de los Estados Unidos a ambos lados del morro.

A finales de junio de 1963, Kennedy voló hasta Berlín en el SAM 26000, donde hizo su famoso discurso de Ich bin ein Berliner (Yo soy un berlinés) y a Irlanda. Un mes más tarde, rompió 30 récords de velocidad al llevar una delegación a Moscú, incluyendo el vuelo más rápido sin paradas entre Washington y Moscú.

El 22 de noviembre de 1963, el SAM 26000 transportó al Presidente John F. Kennedy hasta Dallas, Texas, donde esa tarde sería asesinado. Fue en el avión donde el Vicepresidente Lyndon B. Johnson prestó juramento, y el avión llevó el cadáver de Kennedy de vuelta a Washington. El SAM 26000 voló sobre el Cementerio Nacional de Arlington mientras Kennedy era sepultado.

El SAM 26000 también llevó al Presidente Richard Nixon en sus viajes históricos a la República Popular China y a la Unión Soviética en 1972. Más adelante, en el mismo año, el SAM 26000 se convirtió en la aeronave de reemplazo cuando otro 707, SAM 27000, lo sustituyó.

El 22 de enero de 1973 muere Lyndon B. Johnson. Dos días después, el SAM 26000 trajo el cadáver del expresidente a Washington desde Texas para su funeral de estado el día siguiente. Después del funeral, el SAM 26000 volvió a llevar su cuerpo en un viaje final a casa, de vuelta a Texas para su entierro, aterrizando en la Base Aérea Bergstrom en Austin, la base aérea desde la que Johnson despegó y aterrizó durante su presidencia. Mientras el expresidente era enterrado en su rancho, el General de Brigada retirado James Cross, piloto del SAM 26000 durante la presidencia de Johnson, le dio la bandera a su esposa Lady Bird, después de que ésta se lo pidiera. Asimismo, también solicitó que la escoltara durante el funeral de estado, lo que hizo. El papel que el SAM 26000 jugó durante el funeral, que Nixon presidió, dejó varios puntos claros:

El Presidente Nixon llamó a la flota presidencial The Spirit of 1976 (El Espíritu de 1976), en reconocimiento al festejado bicentenario de los Estados Unidos. En 1974, cuando Richard M. Nixon dimitió de su mandato y salió en el Air Force One hacia la Base Aérea de Andrews, se decidió que el avión cambiara su designación a SAM (SAM 27000) en vez de Air Force One. Fue el Presidente Gerald R. Ford quien decidió que el nombre de la aeronave tendría que ser Air Force One, junto con el indicativo del control de tráfico aéreo.

El SAM 27000 fue la aeronave presidencial principal que sirvió a más presidentes que cualquier otra. Entró en servicio bajo el mandato de Nixon y luego sirvió a Gerald R. Ford, Jimmy Carter, Ronald Reagan, y George H. W. Bush hasta su reemplazo en 1990 por el Boeing 747.

El SAM 27000 siguió sirviendo como Air Force Two (hasta que los Boeings 757 C-32 llegaron en 1998), y en muy contadas ocasiones como Air Force One hasta 2001.

Hubo un incidente en enero de 1998 cuando el 707 que llevaba al Presidente Clinton se quedó estancado en el barro antes del despegue del Aeropuerto Willard en Illinois. Todo el mundo tuvo que desembarcar a la hierba.

El 8 de septiembre de 2001, el SAM 27000 fue retirado y voló al aeropuerto Internacional de San Bernardino en California. Fue desmontado allí y conducido más adelante en pedazos a la Biblioteca y Museo Presidencial de Ronald Reagan en Simi Valley, California, un periférico de la ciudad de Los Ángeles en donde fue reconstruido y está actualmente en exhibición pública.

En los dos mandatos de Ronald Reagan no hubo grandes cambios para el Air Force One, tan sólo el comienzo de la fabricación de los actuales Boeing 747 en uso. La mayor parte de los interiores fue completada en Wichita, Kansas. El primer avión fue entregado en 1990, durante la administración de George H. W. Bush.

El 6 de octubre de 1981, el presidente egipcio Anwar Sadat fue asesinado. Por razones de seguridad, Reagan no asistió al funeral, ni el entonces vicepresidente Bush. En su lugar, el presidente Reagan envió al Secretario de Estado Alexander Haig y a los expresidentes Nixon, Ford, y Carter. El también anterior secretario de estado Henry Kissinger estaba a bordo. En 1987, Reagan voló en el SAM 27000 a Berlín donde hizo su famoso discurso Tear down this wall!.

El Presidente George W. Bush añadió una cinta transportadora al Air Force One.

En noviembre de 2003 se realizó la operación encubierta más secreta jamás antes realizada por el equipo de seguridad del presidente. Él mismo deseó ir a visitar a los marines estadounidenses el día de acción de gracias en Bagdad, Irak. Según cuenta el mismo George W. Bush

Esa noche el presidente abordó el "Marine One" desde su rancho hasta un aeropuerto aún desconocido con rumbo a la base aérea Andrews en Maryland, ya estando en la base aérea y con supuesto "último destino" el entonces presidente abordó el gemelo del Air Force One y partió con todas las luces apagadas con una ruta de vuelo haciéndose pasar por un Jet Gulfstream de 45 toneladas. Su gemelo despegó justo detrás de él haciéndose pasar como el Air Force One que se dirigía nuevamente al Aeropuerto.

En el trayecto hubo una pequeña "falla" que casi desenmascara la operación cuando la tripulación de un vuelo chárter en el espacio aéreo sobre Londres cuestionó al AF1 que si eran ellos a lo que rápidamente contestaron que no y cambiaron a rumbo oeste para despistarlos. El "Air Force Two" quién acompañaba al Air Force One en dicha operación aterrizó en un aeropuerto de Medio Oriente en un país aún clasificado sin avisar ni reportar nada hasta el día en que se marcharon.

El Air Force One duró 60 minutos sobrevolando el lugar de aterrizaje esperando el crepúsculo donde aterrizó sin luces, sin aviso y con todas las ventanas cerradas, allí permaneció dos horas y volvió a los Estados Unidos en una de las operaciones presidenciales encubiertas más arriesgadas del mundo.[2]

Uno de los episodios más dramáticos a bordo del Air Force One sucedió el 11 de septiembre de 2001, cuando el Presidente George W. Bush volaba desde Sarasota, Florida, donde fue interrumpido en un acto educativo debido a los atentados terroristas de Nueva York y Washington. En vez de volver a Washington, el Servicio Secreto ordenó al Air Force One dirigirse a la Base Aérea de Barksdale en Luisiana, y luego al Strategic Air Command (ahora United States Strategic Command) establecido en la Base Aérea de Offut en Nebraska, antes de volver a Washington. Al día siguiente, fuentes oficiales de la Casa Blanca y del Departamento de Justicia de los EE. UU. indicaron que el plan se llevó a cabo tras tener información de que «la Casa Blanca y el Air Force One eran objetivos».[3]​ (Posteriormente la Casa Blanca no pudo confirmar mediante evidencia que el Air Force One era uno de los objetivos, y las posteriores investigaciones concluyeron que el alegato inicial fue producto de un fallo de comunicación).[4]

Las aeronaves que sirvieron formalmente como Air Force One se encuentran en exhibición en el Hangar Presidencial del Museo Nacional de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos en la Base Aérea Wright-Patterson en Ohio (Sacred Cow, Independence, Columbine III, SAM 26000, y otras pequeñas aeronaves presidenciales), así como en el Museo del Vuelo en Seattle, Washington (anterior VC-137B).

El Boeing 707 que sirvió como Air Force One durante los años 1980 (SAM 27000) está en exhibición en la Biblioteca Presidencial de Ronald Reagan. El jet es parte del museo del viaje presidencial, situado en este lugar. El Pabellón del Air Force One se abrió al público el 24 de octubre de 2005.

Un Douglas VC-118A Liftmaster utilizado por John F. Kennedy está en exhibición en el Pima Air & Space Museum en Tucson, Arizona.

Durante la Administración Johnson, la Fuerza Aérea de los Estados Unidos adquirió un Beechcraft King Air que fue designado VC-6A (66-7943).[5]​ La aeronave se utilizó para transportar al presidente Johnson entre la base de la Fuerza Aérea Bergstrom y su rancho familiar cerca de Johnson City, Texas, y se utilizó al menos una vez para transportar al presidente a Princeton, Nueva Jersey.

Fue referido como el avión de Lady Bird y más tarde en su vida útil presentó un esquema de color básico similar al de los aviones civiles. Cuando el presidente estaba a bordo, la aeronave usaba el distintivo de llamada Air Force One.

United Airlines es la única aerolínea comercial que ha operado Executive One, el distintivo de llamada que se le da a un vuelo civil en el que viaja el presidente de los Estados Unidos. El 26 de diciembre de 1973, el presidente Richard Nixon y su familia volaron como pasajeros comerciales en un United DC-10 desde Washington Dulles al Aeropuerto Internacional de Los Ángeles. Su personal explicó que esto se hizo para ahorrar combustible al no tener que volar los habituales aviones Boeing 707 de la Fuerza Aérea.[6]

El presidente vuela regularmente en helicópteros (distintivo de llamada Marine One) operados por el Cuerpo de Marines de EE. UU.[7]

En noviembre de 1999, el presidente Bill Clinton voló desde Ankara, Turquía, a la estación aérea naval de Cengiz Topel en las afueras de Izmit, Turquía, a bordo de un Gulfstream III marcado con el distintivo de llamada "Air Force One", escoltado por tres F-16.[8]

El 8 de marzo de 2000, el presidente Clinton voló a Pakistán a bordo de un Gulfstream III sin marcar, mientras que otro avión con el distintivo de llamada "Air Force One" voló en la misma ruta unos minutos más tarde. Esta desviación fue reportada por varios medios de prensa estadounidenses.

El 1 de mayo de 2003, el presidente George W. Bush voló en el asiento del copiloto de un Escuadrón de Control Marítimo Treinta y Lockheed S-3 Viking desde la Estación Aeronaval de North Island, California hasta el portaaviones USS Abraham Lincoln. frente a la costa de California, donde Bush pronunció su discurso de "Misión cumplida". Durante el vuelo, la aeronave utilizó por primera vez el indicativo de llamada "Navy One". Este avión está ahora en exhibición en el Museo Nacional de Aviación Naval en la Estación Aérea Naval de Pensacola, Florida.

Cuando las circunstancias lo exigen, el presidente realiza vuelos nacionales utilizando un Boeing C-32, a veces para permitir el acceso a aeropuertos más pequeños que no pueden soportar el VC-25 más grande.[9]

Ningún otro medio de transporte para los ejecutivos del gobierno es tan bien conocido como el Air Force One; casi la mayoría de las naciones, incluso aquellas industrializadas, no mantienen aeronaves separadas para uso exclusivo de los jefes de estado y gobierno, sin embargo la mayoría posee una flota VIP militar que provee aeronaves cuando los oficiales superiores del gobierno necesitan viajar.

Argentina tuvo históricamente desde 1937 una flota de aviones exclusivos de uso presidencial dentro de su Agrupación Aérea Presidencial resaltando el Boeing 707 de 1974 hasta 1992 cuando su entonces presidente Carlos Menem lo reemplazó por un Boeing 757 siguiendo la denominación Tango 01, y un helicóptero presidencial similar al de la flota presidencial norteamericana, el H-01 que sirvió, el primero ya que el helicóptero sigue en funciones, para el traslado de cinco presidentes desde 1992 hasta 2017.

España utiliza para este propósito cinco Dassault Falcon 900 y dos Aribus A310 encuadrados en el 45 Grupo del Ejército del Aire.

Bolivia posee también el Dassault Falcon 900 de su Fuerza Aérea destinado a desempeñar funciones de transporte presidencial.



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