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Anthony de Avila



Anthony William de Ávila Charris (Santa Marta, Magdalena, Colombia, 21 de diciembre de 1962) es un exfutbolista colombiano. Jugaba como delantero y su primer equipo fue América de Cali, club donde también se retiró y en donde es entrenador de delanteros desde septiembre de 2011.[1][2][3]

De Ávila fue descubierto como futbolista cuando practicaba como aficionado en las playas de Santa Marta, y allí un cazatalentos del América de Cali se lo llevó al doctor Gabriel Ochoa Uribe, quien lo integró al equipo escarlata, único club para el que jugó en Colombia.

El primer gol del "Pitufo" como profesional lo marcó el 2 de agosto de 1982, en un partido entre el América de Cali y el Unión Magdalena, en el estadio Pascual Guerrero, al arquero argentino Carlos Alfredo Gay, exjugador del América.[4]

Estando en el América durante sus primeros años como profesional, ocasionalmente hizo parte de un conjunto popularmente conocido como 'Los Pitufos' compuesto por los suplentes que encaraban el torneo colombiano mientras los jugadores titulares estaban en concentración para los juegos de la Copa Libertadores. Algunos de los integrantes de ese plantel fueron Álex Escobar, John Édison Castaño, Hernán Darío Herrera, Jairo Ampudia, Luis Fernando "El Chonto" Herrera, Orlando Maturana y Armando "El Pollo" Díaz, entre otros. Particularmente, con Escobar siempre tuvo una gran afinidad dentro de la cancha durante el tiempo en que ambos hicieron parte del América.[5]

De Ávila estuvo en tres de los cuatro subcampeonatos de la Copa Libertadores del América. En las finales que perdió, en 1985 ante Argentinos Juniors (en donde falló un lanzamiento desde el punto penal), y en 1986 y 1996 ante River Plate. No es cierto que haya estado en la final de 1987 frente a Peñarol, en octubre de dicho año,[6]​ porque para esa fecha se encontraba en el club Unión de Santa Fe del fútbol argentino (ver discusión). La otra final que perdió fue en 1998, jugando con el Barcelona de Guayaquil, contra Vasco da Gama.

Con respecto a la final de la Copa Libertadores ante Argentinos Juniors, De Ávila, quien apenas tenía 22 años en ese entonces, debió hacerse cargo del quinto y último cobro de la serie de penales, que fue detenido por Enrique Vidallé. La anécdota cuenta que el jugador originalmente asignado por Gabriel Ochoa Uribe para el último cobro rojo era el guardameta Julio César Falcioni, pero éste se rehusó a hacerlo porque quería cobrar el primero, asignado a Ricardo Gareca, y luego concentrarse en tapar los tiros de los rivales. Ante la negativa del arquero, el técnico debió cambiar su decisión y fue así como eligió al juvenil samario para tal fin.

Su carrera como futbolista incluyó también a Unión de Santa Fe de Argentina,[7]​ a Barcelona de Ecuador[8]​ y MetroStars de los Estados Unidos.[9]

En 1987 Anthony De Ávila decidió tomar otros rumbos viajando a Argentina con su esposa y su niña de apenas dos meses de edad. En Colombia se dijo que se trataba de un castigo impuesto por las directivas del América debido a su indisciplina, pero según él no fue así. Su convicción al irse era mostrarse, probar suerte y cambiar de ambiente. Llegó a préstamo a un equipo antiguo pero poco conocido, el Unión de Santa Fe, que para aquellos días peleaba el descenso. A través de su buen ritmo de juego y gambetas, De Ávila despertó frecuentemente elogios de la prensa, e incluso se alcanzó a mencionar la posibilidad de que llegara a uno de los clubes grandes del país como Independiente de Avellaneda. Al final no se concretó nada, pero "El Pipa" logró un alto grado de madurez.[10]​ Si bien su experiencia fue de alguna manera positiva, no fue lo que esperaba y regresó a Colombia en 1988 para jugar otra vez con el América, siendo uno de los más goleadores de esa temporada y ninguno de los tantos que consiguió fue de tiro libre o de penalti.[11]​.

Luego de ocho años en el América, en el segundo semestre de 1996, Anthony De Ávila se fue a probar suerte en la recientemente creada MLS de los Estados Unidos, en el MetroStars de Nueva York, dirigido por el técnico Carlos Queiroz. En su primer partido en suelo norteamericano el 14 de agosto de 1996 "El Pitufo" marcó su primer gol frente al New England Revolution. Más adelante, en la penúltima fecha de la fase regular, De Ávila anotó el gol de la victoria de su equipo ante el Columbus Crew y que prácticamente los dejó clasificados a los Play-Offs. Según palabras del entrenador Queiroz al final del encuentro "el gol de Anthony fue el que se merecían el partido y todos los aficionados". [12]​ Posteriormente el director técnico portugués se fue del club en la postemporada, con destino al fútbol japonés para dirigir al Nagoya Grampus. El MetroStars quedó eliminado en la semifinal de la Conferencia Este frente al D.C. United. Finalmente De Ávila anotó ocho goles en once partidos y al siguiente año se marchó al Barcelona de Ecuador.[13]

"El Pitufo" fue gran figura, ya que en su primera temporada con el club de Guayaquil terminaron siendo campeones del torneo local. En 1998, De Ávila junto a sus compañeros de equipo lograron llevar por segunda vez en su historia al club ecuatoriano a una final de la Copa Libertadores, que infortunadamente perdieron contra el Vasco da Gama de Brasil.

Sus 29 goles anotados en la Libertadores lo han hecho pasar a la historia del certamen.[14]​ Pero también "el Pipa" es un gran ídolo de la hinchada americana por ser el máximo goleador en la historia del club, con 206 goles, 179 de ellos en el Fútbol Profesional Colombiano.[14][15]

Anthony de Ávila regresó a las canchas el 22 de julio de 2009, con 46 años y 113 días de edad, en una decisión conjunta con los directivos y cuerpo técnico del América de Cali, con un contrato por seis meses.[16]​ Como "El Pipa" no tuvo un partido de despedida propiamente dicho diez años atrás, acordó con los directivos del América que se retiraría de la actividad jugando de manera normal y no en un partido de homenaje. La noticia causó sorpresa en la opinión pública y a la vez una enorme expectativa.

De Ávila marcó el primer gol de su etapa de regreso el 30 de agosto de 2009 con asistencia del juvenil Andrés "el rifle" Andrade en el Pascual Guerrero, dándole el empate al América 1-1 frente a Independiente Santa Fe,[17]​ y el 13 de septiembre anotó el primer gol de América en el clásico 270 frente al Deportivo Cali, ratificándose como máximo goleador del clásico vallecaucano con 19 anotaciones. Como anécdota, antes de este juego hubo algunas declaraciones salidas de tono de parte del entonces técnico verde, José 'Cheché' Hernández, menospreciando la capacidad del veterano delantero samario para jugar al fútbol profesionalmente. Al término de la temporada 2009 salió junto a otros diecisiete futbolistas del club.[18]

Fue internacional con la Selección de fútbol de Colombia (entre 1985 y 1998) en 54 ocasiones marcando 13 goles. Fue mundialista en 1994 y 1998 aunque no jugó partidos completos.

Sus goles y su gran habilidad como mediapunta lo llevaron a formar parte de la Selección Colombia. Su primera convocatoria internacional fue en 1985 para jugar el repechaje ante Paraguay, por un cupo a la Copa Mundial de 1986. Jugó también la Copa América de 1987, 1989 y 1991. De Ávila no quedó dentro de la selección definitiva que disputó el Mundial Italia 1990. Hubo una controversia en el país porque, pese al gran momento deportivo del samario, el técnico Francisco Maturana eligió a otros atacantes. De hecho, el estratega chocoano declaró en un libro publicado para aquel entonces que "De Ávila fue otro que se marginó", aduciendo que el propio delantero costeño prefirió no ser tenido en cuenta porque no iba a ser titular.[21][22][23]

Pese a ello, estuvo en los mundiales de Estados Unidos 1994 y Francia 1998, jugando algunos minutos de diferentes partidos. En 1997, integró la Selección Resto del Mundo, en la que compartió con grandes figuras del fútbol suramericano como Gabriel Batistuta y Ronaldo, bajo la dirección del técnico Carlos Alberto Parreira, marcando uno de los goles en la victoria 5-2 de Resto del Mundo contra Europa, dirigida por Franz Beckenbauer, y que en ese juego contó con la presencia de estrellas como Zinedine Zidane, Patrick Kluivert, Fernando Hierro, entre otros.

Entre los logros individuales de "El Pipa" se destaca ser goleador de la Copa Libertadores 1996 con 11 anotaciones y Botín de Oro en el Campeonato colombiano 1990 con 25 goles. En 2007, el América de Cali lo homenajeó con el trofeo como Máximo Goleador Histórico del club. De Ávila es reconocido como uno de los máximos ídolos escarlatas y también goza de una gran fanaticada en el Barcelona de Guayaquil y un destacado reconocimiento en Unión de Santa Fe[24][25][26]​y MetroStars de Nueva York.



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