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Barba Azul



Barba Azul (en francés, La Barbe bleue) es un cuento de hadas europeo, recopilado y adaptado por Charles Perrault en 1695; se publicó en 1697 en su libro Cuentos de antaño (Histoires ou contes du temps passé. Avec des moralités);[nota 1][2]​ también es el nombre del protagonista. Cuenta la historia de un hombre varias veces casado y viudo, cuando su mujer descubre que oculta en una habitación prohibida los cadáveres de sus anteriores esposas.

Barba Azul fue reimpreso en numerosas ediciones hasta la década de 1950 aproximadamente, cuando su popularidad decayó al considerarse una lectura poco adecuada al público infantil. Como el elemento central de la historia es el descubrimiento de los cadáveres de las esposas, Barba Azul resulta una historia difícil de «rebajar» para audiencias infantiles este factor, sin duda, ha contribuido al descenso de su difusión como «cuento de hadas» convencional; sin embargo, el personaje Barba Azul sigue apareciendo en otros ámbitos de la cultura actual, desde la ópera hasta los videojuegos.

La influencia de este cuento ha sido tal que se denomina «barbazul» a un hombre que se casa y asesina a sucesivas mujeres o que seduce y abandona a una serie de mujeres.[3]

Un hombre rico con aspecto poco agradable por su barba azul es evitado por las mujeres. Un día pide a una distinguida vecina una de sus dos hijas en matrimonio; las jóvenes se pasan el compromiso de una a otra, tanto por su barba azul como por la desaparición de sus anteriores mujeres. Finalmente, la hermana menor accede atraída por la vida opulenta que le ofrece Barba Azul y se casan.

Un día Barba Azul anuncia que debe partir en viaje de negocios y entrega todas las llaves de la casa a su nueva esposa, incluida la de una gabinete en la planta baja donde le prohíbe entrar. Después de la partida de Barba Azul, la joven esposa recorre todas la estancias con sus amigas y su hermana. Por último, la curiosidad puede con ella y se arriesga a entrar en la estancia prohibida. Encuentra el suelo bañado en sangre coagulada y en los muros, colgados, los cadáveres de las anteriores esposas. Aterrada, deja caer la llave, que se mancha de sangre. La joven la recoge, huye del horrible gabinete e intenta limpiar la delatora mancha de sangre pero como la llave está hechizada,[nota 2]​ la sangre permanece.

Barba Azul regresa de improviso y, al advertir la desobediencia de su mujer, la sentencia a muerte. Los hermanos varones de la joven habían prometido visitarla aquel mismo día, así que ella, para ganar tiempo, pide a Barba Azul un momento para rezar antes de morir; hace subir a la torre a su hermana Ana[nota 3]​ para que cuando vea a sus hermanos acercarse les meta prisa. Barba Azul está dispuesto a subir si no baja. Cuando ya no puede aplazar más su ejecución, la joven se presenta ante Barba Azul. A punto de degollarla irrumpen los dos hermanos de la joven y lo atraviesan con sus espadas.

La joven hereda la fortuna de Barba Azul, gracias a la cual casa a su hermana con un aristócrata, compra cargos de capitán para sus hermanos —uno era dragón y otro mosquetero[nota 4]​ y finalmente ella misma se casa con un hombre que le hace olvidar a Barba Azul.

Perrault recogió el relato de fuentes populares, pero no se sabe con certeza cuánto añadió o modificó. El historiador francés del siglo XVIII Eugène Bossard recoge un relato oral popular de Bretaña y los Países del Loira en el que la esposa de Barba Azul, para ganar tiempo ante la inminencia de su ejecución, pide un tiempo para vestirse con su atuendo de novia. Bossard especula que Perrault cambió esta solicitud por el de ir a rezar para que el personaje de la joven resultara menos frívolo en la corte francesa del siglo XVII.[4]

La casi ausencia de elementos fantásticos en este cuento de Perrault contrasta con sus otros relatos y refuerza la tesis de una base real: según cierto consenso generalizado, sería la historia del noble bretón del siglo XV y asesino en serie, Gilles de Rais.[5][6]​ Parece incluso que la apariencia distintiva del personaje derivaría de la barba tupida y negra de aquel homicida ilustre.[7][nota 5]​ Sin embargo, Gilles de Rais ni asesinó a su mujer ni se encontraron cadáveres en sus posesiones; los crímenes por los que fue ajusticiado eran de chicos jóvenes.[8]

Otro personaje histórico con que se ha vinculado a Barba Azul es el uxoricida Enrique VIII de Inglaterra.[9]​ También se ha relacionado a Barba Azul con un personaje pseudohistórico, el conde bretón Conomor, que según las hagiografías de san Gildas y santa Trifina, mató sucesivamente a siete esposas, la última de ellas, esta santa.[10]​ Conomor es una figura histórica, considerado hombre lobo por sus coetáneos; varias iglesias locales están dedicadas a santa Trifina y su hijo san Trémoro.[11]

El tema de la prohibición transgredida es históricamente recurrente; en este cuento se conjuga por un lado con el de la habitación secreta o prohibida[12]​ y por otro con el de la curiosidad de la mujer. En este sentido Barba Azul tiene antecedentes en la narrativa sobre Eva, la mujer de Lot, Pandora, Psique y la esposa de Lohengrin.[12]​ De hecho, en la historia helenística de Cupido y Psique, los temas del misterioso marido ausente, la mansión suntuosa y la curiosidad ilícita ya están todos presentes.

De acuerdo con la Clasificación Aarne-Thompson-Uther, Barba Azul, el tema principal de este cuento, define el tipo 312.[13]​ Otro cuento similar es La paloma blanca, una versión francesa de tradición oral recogida por Gaston Maugard en Cuentos de los Pirineos (en francés Contes des Pyrénées).

Además incluye otros dos temas: por una parte, la hermana pequeña que salva a sus hermanas es el tipo 311; incluyen ese tema El pájaro del brujo (en alemán Fitchers Vogel) de los hermanos Grimm y De cómo el diablo se casó con tres hermanas, cuento de tradición oral italiana. Por otra parte, el futuro marido es un criminal, tipo 955, como en La novia del bandolero de los hermanos Grimm.

Las consecuencias imprevistas y, a veces, arriesgadas de la curiosidad femenina han sido tema de muchos cuentos y leyendas. Algunos ejemplos de mitos donde la curiosidad de las mujeres tiene graves consecuencias son: Eva, la mujer de Lot, Pandora y Psique.

Además, las habitaciones secretas o los gabinetes prohibidos ya aparecen en la literatura anterior a Perrault. Las tres coronas, el sexto cuento de la cuarta jornada del Pentamerón,[14]​ cuenta cómo la princesa Marchetta entra en la habitación donde le había prohibido entrar la ogresa al darle las llaves del castillo. En uno de los cuentos de Las mil y una noches, el príncipe Agib abre la puerta de oro que le habían prohibido traspasar.[15]

Mientras que algunos eruditos interpretan la historia de Barba Azul como elogio a la obediencia de las esposas, que no siguen los impulsos de la curiosidad (como sugiere la primera de las dos moralejas de Perrault para este cuento),[nota 6]​ otros sugieren que el cuento alienta a las mujeres a no seguir incuestionablemente las órdenes de sus maridos.[16]​ La segunda moraleja de Perrault apunta hacia un equilibrio de podre entre marido y mujer.

La heroína es una mujer que se salta las normas de una sociedad patriarcal, que con astucia y el uso de las palabras —entreteniéndose en plegarias y despedidas mientras pregunta a su hermana si ya llegan para ayudarla sus hermanos— vence a su oponente y consigue su destrucción. Se puede interpretar como un signo de desobediencia o transgresión, pero también como una señal de que no se debe confiar ciegamente en el marido.

Por último, la «llave encantada» que abre el gabinete de la planta baja y que no se puede limpiar de ninguna forma, se ha interpretado como símbolo de la sexualidad masculina.[nota 7]​ Para el folclorista Bruno Bettelheim, la entrega de la llave pone a prueba la fidelidad de la mujer no sólo con respecto a las órdenes del marido sino también con respecto a él mismo; la sangre en la llave es símbolo de la indiscreción de la mujer del daño irreparable que se ha producido. Al final del cuento, Barba Azul que quiere vengarse cruelmente de la infidelidad de su mujer es castigado.[17]

Sin ser el tema de una novela o cuento, Barba Azul como personaje aparece en diversas obras:

Ilustraciones en color de Walter Crane, siglo XIX, para la edición preparada por él mismo con la traducción del cuento al inglés en verso, a modo de cómic:




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