El Colegio Mayor de San Bartolomé, llamado en diferentes épocas Colegio Nacional de San Bartolomé, Colegio de San Bartolomé y Colegio de la Compañía de Jesús en Santafé, es un colegio coeducativo de carácter privado de educación preescolar, primaria y secundaria de la Compañía de Jesús, fundado el 27 de septiembre de 1604 por el arzobispo de Santafé de Bogotá Bartolomé Lobo Guerrero y los jesuitas José Dadey, S.J., Martín de Funes, S.J., Juan Bautista Coluccini S.J. Martín de Torres S.J, Bernabé de Rojas S.J, Diego Sánchez, S.J.
Es el colegio más antiguo de Colombia, pues ha funcionado ininterrumpidamente más de 400 años, desde 1604. En su sede se originó la Pontificia Universidad Javeriana en la Colonia (1623), y en su restablecimiento en 1930, al terminar la Hegemonía Conservadora. Allí mismo, en 1826 se fundó la Universidad Central de la República —antecesora de la Universidad Nacional de Colombia—, la cual agrupaba a la Biblioteca Nacional de Colombia, el propio Colegio de San Bartolomé y la universidad. Ha sido administrado unas veces por el Estado y otras veces por los jesuitas, en cuyas manos está hoy.
El Colegio Mayor de San Bartolomé, en sus más de 412 años de existencia, ha hecho un aporte muy importante a la sociedad colombiana: en la época de la Independencia, muchos de sus alumnos y exalumnos desempeñaron un papel clave en el proceso emancipador, y ha sido generador de una verdadera movilidad social gracias a la excelente preparación de sus estudiantes. De este colegio han egresado 28 presidentes de Colombia, entre otras figuras de importancia nacional. Para el año 2011, el colegio contaba con aproximadamente 1800 estudiantes.
Su sede de bachillerato es Bien de Interés Cultural y Monumento Nacional de Colombia por el Decreto 1584 del 11 de agosto de 1975 y está ubicada en diagonal a la esquina suroriental de la Plaza de Bolívar de Bogotá. Este edificio junto con la Iglesia de San Ignacio y el Museo de Arte Colonial de Bogotá forman parte de la Manzana Jesuítica, que ha sido sometida a restauración por parte de la Compañía de Jesús y el Ministerio de Cultura (Colombia).
El 23 de septiembre de 1604 llegaron a Santafé provenientes de Cartagena 6 jesuitas enviados a fundar el Colegio de la Compañía de Jesús con apoyo del arzobispo de Santafé de Bogotá don Bartolomé Lobo Guerrero.
La institución educativa fue establecida el día 27 de septiembre de 1604 al hacer entrega a la Real Audiencia de Santafé de Bogotá, de la cédula real que autorizaba la fundación. Inició sus labores educativas el 1º de enero de 1605 con 70 estudiantes, en las dos casas previamente compradas para dictar las clases, por los padres Alonso de Medrano y Francisco de Figueroa en mayo de 1600, situadas en la esquina sur oriental de la plaza principal de la ciudad, en el mismo sitio en el que ahora se encuentra.
La institución educativa cuyo cuarto centenario de fundación celebró en el 2004, aunque se llamó originalmente Colegio de la Compañía de Jesús en Santafé, hoy se denomina Colegio Mayor de San Bartolomé, nombre heredado del Seminario de la ciudad re-fundado por el Arzobispo don Bartolomé Lobo Guerrero el 18 de octubre de 1605 y ubicado en lo que hoy es el Palacio de San Carlos, en la cuadra enfrente de la del Colegio. Este Seminario fue encomendado a la dirección de los Jesuitas. Los Seminaristas y convictores que allí residían tomaban sus clases en las aulas del Colegio de la Compañía de Jesús en Santafé, por esta razón se confundían y consideraban la misma institución, se le llamó Colegio y Seminario de San Bartolomé.
El 1 de noviembre de 1610 se puso la primera piedra de la Iglesia de San Ignacio. Ese mismo año San Pedro Claver llegó a trabajar y a estudiar al Colegio y Seminario de San Bartolomé.
Mediante una bula de Gregorio XV y por cédula real de Felipe IV extendida en 1622, el Colegio fue erigido en Universidad, la Javeriana. Sus aulas estaban en el actual Museo de Arte Colonial, que era parte del edificio del Colegio.
En 1704 el Colegio Mayor, que suscita contiendas con el Colegio Mayor del Rosario, toma el nombre Real Colegio Mayor y Seminario de San Bartolomé.
En 1767 sucedió la expulsión de los jesuitas por la Pragmática sanción de Carlos III y San Bartolomé pasó al poder colonial primero y luego al de la República. Con los libros que había, se fundó la primera Biblioteca Nacional.
Por disposición de la Junta Virreinal de Temporalidades, en 1772 se trasladó el Colegio Seminario de San Bartolomé al edificio donde habían funcionado el Colegio de la Compañía y la Universidad Javeriana, y asumió las funciones educativas que ambos desarrollaban.
En 1823, el Estado entregó a la Arquidiócesis el antiguo convento de los Capuchinos y templo de San José para uso del Seminario Conciliar, que al trasladarse allí tomó dicho nombre y no mantuvo el primigenio de San Bartolomé. Este nombre quedó en adelante adscrito sólo a la institución educativa de estudios secundarios que siguió funcionando en su edificio tradicional. Y desde 1826 los estudios universitarios que continuaban en este mismo lugar asumieron el nombre de Universidad del Primer Distrito o Universidad Central, cuando esta (hoy llamada Nacional de Colombia), fue inaugurada el 25 de diciembre, en una ceremonia celebrada en la iglesia de San Ignacio (del Colegio de San Bartolomé).
En 1842, la universidad y el colegio, junto con el museo y la biblioteca nacional, quedaron bajo el gobierno y dirección de un solo superior, que se denominó rector de la Universidad y del Colegio de San Bartolomé.
Hacia 1844, en tiempos del presidente Pedro Alcántara Herrán, los jesuitas regresaron, quienes se hicieron cargo del Seminario.
Pero seis años más tarde, el 18 de mayo de 1850, recibieron el decreto de expulsión de José Hilario López y salieron de Santa Marta. Los novicios y los de Pasto pasaron al Ecuador, país del que fueron expulsados en 1852.
Hacia 1857, bajo el gobierno del presidente Mariano Ospina Rodríguez los jesuitas retornaron nuevamente y el 8 de enero de 1859 se volvieron a hacer cargo del Colegio de San Bartolomé.
Dos años y medio después, durante la guerra civil, Tomás Cipriano de Mosquera vuelve a decretar el destierro de los jesuitas y el colegio sigue funcionando entonces como plantel oficial. Hacia 1865, se entregó su administración al Estado Soberano de Cundinamarca y en 1866 pasó a la Nación. Hacia 1882, siendo presidente Rafael Núñez, regresan los jesuitas a Panamá y Pasto.
En 1881 se recibió como Bachiller en Filosofía y Letras Julio Garavito Armero, Geómetra, Ingeniero, Astrónomo y Filósofo; único latinoamericano cuyo nombre identifica uno de los cráteres de la Luna (cráter en las coordenadas 47.50°S, 156.70°E de aquel satélite natural; visualizado a través del programa Google Earth, modo Luna).
En 1887 la Compañía de Jesús regresó a Bogotá y el Colegio Nacional de San Bartolomé fue puesto de nuevo bajo su dirección. En 1891 egresaron los primeros bachilleres. Se devolvió a los Jesuitas su antigua Iglesia de San Ignacio, con la su custodia, conocida como La Lechuga.
Hacia el año de 1902, el presidente José Manuel Marroquín y el Arzobispo Bernardo Herrera Restrepo, antiguos alumnos de San Bartolomé, consagraron oficialmente la Nación al Sagrado Corazón de Jesús el 22 de junio.
Hacia 1910 el colegio presentó por primera vez en Colombia películas científicas y conferencias sobre luz polarizada e interferencias. En el año de 1922 se estableció en el Colegio el primer observatorio sismológico de Colombia y el primer sismógrafo. En 1923 se establece en el colegio un grupo scout, con lo que se convierte en una de las entidades patrocinadoras del escultismo más antigua y constante del país. Actualmente es entidad patrocinadora del Grupo Scout 73 Nabusimake, fundado en 1985.
Hacia 1928 el Congreso Nacional reconoció la autonomía del Colegio por la Ley 44. Cedió el usufructo del edificio que se consideraba propiedad de la Nación y el establecimiento pasó a ser privado con el nombre de Colegio de San Bartolomé. En 1930 se restableció la Universidad Javeriana en el Colegio.
En 1937, el Congreso Nacional, por la Ley 110, reclamó el edificio, lo que obligó a los jesuitas a construir un nuevo inmueble en los terrenos de La Merced al tiempo que entablaban demanda ante la Corte Suprema de Justicia, sobre la propiedad del edificio. Ese mismo año, estudiantes de bachillerato del colegio formaron un equipo de fútbol que en 1946 se convirtió en el actual Millonarios Fútbol Club, el segundo equipo con más títulos profesionales de fútbol en el país.
Por la posibilidad de expropiación del edificio del colegio, los jesuitas construyeron uno nuevo en la finca de La Merced, y continuaron el colegio con el nombre de Colegio San Bartolomé La Merced, pero no renunciaron a los derechos que tenían sobre el Colegio de San Bartolomé de la Plaza de Bolívar.La construcción se realizó gracias a la venta de parte de la finca, terrenos donde se edificó el barrio de La Merced. En 1941 iniciaron las clases en el nuevo colegio, y el antiguo edificio pasó a manos de la Nación y siguió funcionando un colegio público con el nombre de Colegio Nacional de San Bartolomé.
El 10 de enero de 1951, Laureano Gómez, presidente de la República y bachiller de San Bartolomé, devolvió a los jesuitas el colegio nacional, por medio de un contrato a cinco años por el cual los jesuitas se comprometían a educar gratuitamente a 900 alumnos diurnos y 200 obreros en jornada nocturna, mientras que el Gobierno pagaba $ 25.000 pesos mensuales y cedía el edificio. Inmediatamente se procedió a la toma de posesión de los cargos respectivos, a las matrículas y comienzo de clases. La Compañía de Jesús quedó así con dos colegios en Bogotá, que tienen similar nombre, el nuevo Colegio San Bartolomé La Merced, y el tradicional Colegio Mayor de San Bartolomé, de la Plaza de Bolívar, ya que los jesuitas decidieron mantener el nombre del antiguo porque tenía reconocimiento y buen nombre, pero los dos colegios funcionan de manera independiente.
El 19 de diciembre de 1952 se firmó un contrato de transacción por el cual se reconoció la Fundación Colegio de San Bartolomé, la cual renunció a favor de la Nación el derecho de propiedad sobre el claustro que había ocupado la Universidad Javeriana, y que actualmente es la plazoleta de la esquina suroriental de la carrera Séptima con calle 10. El Estado, a su vez, renunció a favor de la Fundación el resto del edificio, el sector reconstruido. “La nación y la fundación se obligan a construir la fachada correspondiente a la parte cuya propiedad se reconoce a favor de la última, es decir, de la Fundación [...] sufragando el valor de la construcción por partes iguales y previa la demolición, será a cargo exclusivamente de la nación...”' (Escritura n.º 333 de la Notaría Primera del Circuito de Bogotá).
En agosto de 1955 se presentó un anteproyecto de remodelación para la plazoleta Camilo Torres y el 17 de junio de 1958 se registró en la Notaría 4ª el nombre de "Colegio Mayor de San Bartolomé". La revista escolar volvió a editarse con este último nombre. Sus primeras fotos fueron dedicadas al torreón, que desde 1943 hasta 1960 había sido el escudo del colegio.
El Colegio recibió la condecoración Cruz de Boyacá de manos del presidente Julio Cesar Turbay Ayala en 1980. Ese mismo año recibió el premio Andrés Bello, concedido a los mejores establecimientos educacionales de Colombia (dos veces el primero entre 3600 colegios) de acuerdo a los resultados en los exámenes practicados por el Estado (ICFES).
El 9 de septiembre de 1984 se reinstaló y reorganizó el Archivo Histórico del Colegio, con documentos continuados desde 1905 hasta 1984 (se considera uno de los más valiosos históricamente de Colombia).
En 1996 el Colegio subió al ciberespacio, el primero en Colombia y el primero de la Compañía de Jesús en Latinoamérica. En 1997 ganó el primer galardón a la excelencia en la gestión escolar de Bogotá. En el año de 1998 inició su educación coeducativa integral pues aceptó a las primeras mujeres para iniciar sus estudios en bachillerato.
El colegio ocupó el segundo puesto de toda Colombia en los exámenes del ICFES en el año 2003 en la categoría de los colegios que tienen más de 100 estudiantes en grado once. A nivel nacional ocupó el noveno puesto entre más de 9500.
El colegio proclama bachilleres a las primeras Bartolinas en el año 2003, iniciando formalmente la educación coeducativa, marcando un hito en la historia de este claustro que desde su fundación educaba únicamente hombres.
En el año 2004 se celebraron los 400 años de fundación del colegio, durante los que recibió las condecoraciones Simón Bolívar en la categoría Cruz de Oro del Ministerio de Educación Nacional, José Acevedo y Gómez en el grado de Gran Cruz del Concejo de Bogotá, Monseñor Ismael Perdomo en el grado de Gran Cruz de la Asociación de Colegios Católicos de Colombia y la Orden ACODESI en la categoría Cruz de Oro de la asociación de colegios jesuitas de Colombia.
Ese mismo año se iniciaron las labores académicas en la Sede Infantiles, la Fundación de Servicio Social Carlos González S.J. de la Compañía de Jesús da por terminada la obra educativa Colegio Santa Catalina Labouré ubicado en el barrio Olaya, para establecer la sede de preescolar y primaria del Colegio Mayor de San Bartolomé que continúa hasta la actualidad.
La primaria se consolidó totalmente en 2006 y se certificó al colegio por su excelente servicio académico y humano a la comunidad educativa; también certificó su Sistema de Gestión de Calidad de acuerdo con los requisitos de la norma ISO 9001:2000. En el 2009 actualizó esta certificación a la ISO 9001:2008.
En el año 2011 se dio por terminada la jornada nocturna, en esta jornada se educaban hombres y mujeres que por diversas situaciones no obtuvieron su bachillerato. A partir del 2012 se estableció la jornada única reglamentaria.
En el 2011 el colegio enfrentó una grave crisis financiera, causada por la disminución del subsidio que hacía el gobierno a los alumnos, que ha disminuido desde el 2004. A partir de 2012 se hace inminente el retiro del subsidio, ya que el gobierno de Colombia no reconoce “la ley 72 de 1983” (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la última). que garantiza la educación gratuita de los alumnos del Colegio por 90 años, por lo que se llegó a pensar en la posible venta de la histórica sede del claustro al ministerio del interior. Después de muchas reuniones con los alumnos, padres de familia, egresados y Jesuitas, el Colegio Mayor de San Bartolomé decidió mantener su sede en la Plaza de Bolívar, escenario histórico y testigo de las grandes transformaciones sociales donde confluyen todos los poderes públicos y la protesta social, como un signo de esperanza para el país en las nuevas generaciones, que se encarna en cada uno de los estudiantes que se forman en sus aulas, con el propósito de servirle a la sociedad. Como consecuencia de esto, la Compañía de Jesús comenzó a cobrar desde el año 2013 pensión y matrícula a los estudiantes nuevos que ingresen al colegio.
En el año 2012 llega a la rectoría del colegio el P. Hugo Alexis Moreno Rojas, S.J., además de ser presidente de la FLACSI se ha encargado de administrar el colegio, desde entonces reorganizó todo el funcionamiento interno y ha realizado intervenciones de gran importancia que de forma significativa han modernizado el colegio en sus dos sedes, garantizando la calidad educativa y el bienestar de toda la comunidad educativa.
P. Juan Bautista Coluccini, S.J. (Conjunto Colonial S. XVII)
Carlos Camargo Rodríguez (Fachada - Sur) (Torreón de la Bandera)
Alfredo Rodríguez Orgaz (Fachada - Plazoleta) (Plazoleta Camilo Torres)
El edificio sede bachillerato del Colegio Mayor de San Bartolomé, siendo este parte de la denominada Manzana Jesuítica de Bogotá, es un Monumento Nacional de Colombia, Bien de Interés Cultural y distrital de la ciudad de Bogotá D. C. por el Decreto 1584 del 11 de agosto de 1975, ya que en sus claustros se han educado las principales figuras que han propiciado aportes y cambios significativos en la sociedad colombiana, desde la colonia. Además de ser la muestra de la excelencia educativa con la que se educan día a día hombres y mujeres en sus claustros, que transforman y aportan para el cambio de la realidad del país.
El Colegio Mayor de San Bartolomé establece como símbolos institucionales el escudo, la bandera, el lema: "Donde hay un Bartolino hay un Caballero, donde hay una Bartolina hay una Dama" y el himno, lo anterior conforme al manual de convivencia,
aunque también son aceptados el Torreón de la Bandera, la Beca Bartolina y la Cruz Bartolina por su significado histórico.El escudo está elaborado de forma circular, simbolizando ciclos y ciclos de generaciones que han pasado por los claustros del colegio, en el cual en su borde de color blanco (pureza) se encuentra la inscripción Colegio Mayor de San Bartolomé (superior) y el año de 1604 (inferior), año en el que la Compañía de Jesús funda el colegio. En la parte interior del círculo se encuentra la bandera del colegio con los colores (azul, rojo, azul), que son símbolo de hidalguía y tradición, además en la franja central e inferior de la bandera se encuentran las tres letras IHS y los tres clavos de color dorado respectivamente, que son símbolo de la Compañía de Jesús que ha estado a cargo del colegio desde su fundación.
La bandera está compuesta por un rectángulo horizontal con tres franjas de igual proporción, en donde la franja superior e inferior son de color azul simbolizando la justicia, verdad, lealtad y una franja central de color rojo símbolo de la fortaleza, victoria, osadía, altivez.
El himno del Colegio Mayor de San Bartolomé ha sido modificado a lo largo de su historia, ya que la administración del colegio ha recaído en varias manos, siendo la última la Compañía de Jesús, hasta la actualidad.
Se cuentan tres himnos desde la fundación hasta hoy, un primer himno que perteneció al Colegio de San Bartolomé y que hoy en día es del Colegio San Bartolomé La Merced, un segundo que fue del Colegio Nacional de San Bartolomé y el último del Colegio Mayor de San Bartolomé que fue establecido en 1958 con la letra de José V. Tamayo, S.J. y música de Juan J. Briceño S.J..
El Torreón de la bandera oficialmente llamado, es el logotipo oficial del colegio,
aunque también pertenece a los símbolos del colegio actuales, ya que este hizo parte del escudo del colegio cuando se llamó Colegio Nacional de San Bartolomé. Está basado en la edificación que sobresale de la fachada del colegio en la esquina de la carrera 7ª con calle 9ª al que se le llama Torreón de la Bandera, ya que llevó por muchos años la bandera del colegio izada.Esta edificación fue realizada por la Casa Hugo Stinnes a comienzos del siglo XX, junto a la restauración de los muros coloniales que tenía el colegio. El torreón está compuesto por 6 pisos de altura en los cuales en sus primeros cuatro se encuentran oficinas del colegio y los últimos dos fueron utilizados como observatorio; siendo rematado en la parte final por una cúpula de bronce y un asta para izar la bandera del colegio. Su fachada es de estilo neoclásico republicano al igual que todo el conjunto. El único acceso que tiene es a través de las instalaciones colegio.
La Beca Bartolina es la máxima condecoración del Colegio Mayor de San Bartolomé junto con la Cruz Bartolina, ya que estas son otorgadas únicamente a los graduandos que culminen exitosamente sus estudios de Bachillerato en el colegio, y que además demuestren ser personas formadas integralmente para estar dispuestos a servir a los demás.
La Beca Bartolina data desde la fundación del seminario en 1605, ya que se nombra a la beca en las constituciones del colegio, pero esta nada más era un implemento adicional del uniforme de la época. La beca la han portado diferentes bartolinos ilustres que han hecho un aporte significativo a la sociedad colombiana, de ahí su importancia y significado en la actualidad.
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