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Economía ortodoxa



La economía ortodoxa o convencional (en inglés Mainstream economics) es la forma más ampliamente aceptada de enseñar economía en las universidades, en contraste a la economía heterodoxa. Ha sido asociada con la economía neoclásica[1]​ y con la síntesis neoclásica, la cual combina métodos y aproximaciones keynesianas a la macroeconomía.[2]

Mientras que la economía heterodoxa puede ser definida en términos de instituciones-historia-estructura social, la economía ortodoxa se define en términos de racionalidad-individualismo-equilibrio. La heterodoxia considera a la economía como una ciencia social, donde el comportamiento de los actores se caracteriza por su imprevisibilidad y donde las interpretaciones son subjetivas, mientras que la ortodoxia tiende a identificar a la economía como una ciencia exacta, racionalizando el comportamiento de las personas y el curso de acción a emprender con resultados previsibles.

En los Estados Unidos, los economistas convencionales normalmente no se separan en escuelas, pero dos de las más grandes escuelas de pensamiento económico contemporáneo han sido las "de agua dulce" y "de agua salada". A principios de 1970, los economistas considerados "de agua dulce" desafiaron el consenso prevaleciente en la investigación macroeconómica. Elementos clave de su enfoque fueron que la macroeconomía tenía que ser dinámica, cuantitativa y basada en cómo los individuos y las instituciones toman decisiones bajo incertidumbre. Muchos de los defensores de este nuevo marco radical de la macroeconomía estuvieron asociados con la Universidad Carnegie Mellon, la Universidad de Chicago, la Universidad de Rochester y la Universidad de Minnesota. Se les mencionaba como "las escuelas de agua dulce" porque Pittsburgh, Chicago, Rochester, y Minneapolis estaban más cerca de los Grandes Lagos. El consenso establecido fue defendido principalmente por economistas en universidades e instituciones cercanas a las costas este y oeste de los Estados Unidos, como Berkeley, Harvard, el MIT, la Universidad de Pensilvania, Princeton, Columbia, Stanford, y Yale. Fueron por ello referidas a menudo como las "escuelas de agua salada". Hoy, los economistas convencionales no se suelen identificar generalmente como miembros de una escuela particular.

La economía siempre ha tenido, en tiempos modernos, escuelas múltiples de pensamiento económico, con escuelas diferentes teniendo prominencia variable a través de los países y del tiempo. El uso actual del término "economía convencional" se concreta tras la Segunda Guerra Mundial, particularmente en el Anglosfera, y a una extensión menor globalmente.

Antes del desarrollo de la economía académica moderna, la escuela dominante en Europa era la del mercantilismo, la cual era más un conjunto suelto de ideas que una escuela institucionalizada. Con el desarrollo de la economía moderna, convencionalmente considerado como el tardío siglo XVIII a través de la obra La Riqueza de Naciones de Adam Smith, la economía británica se desarrolló y fue dominada por la que ahora es llamada la escuela clásica. De La Riqueza de Naciones hasta la Gran Depresión, la escuela dominante dentro de la Angloesfera era la economía clásica, y su sucesor, la economía neoclásica.[3]​ En Europa continental, el trabajo más temprano de los fisiócratas en Francia formó una tradición distinta, así como el trabajo más tardío de la escuela histórica de economía en Alemania, y durante el siglo XIX hubo debates en la economía británica, más notablemente la oposición de la escuela subconsumista.

Durante la Gran Depresión y la consiguiente Segunda Guerra Mundial, la escuela de economía keynesiana obtuvo prominencia -la cual se construyó sobre el trabajo del escuela de subconsumo-, y la presente economía convencional enraizó de la síntesis neoclásica, la cual fue la fusión tras la Segunda Guerra Mundial de la macroeconomía keynesiana y la microeconomía neoclásica.

En Europa continental, por contraste, la economía keynesiana se rehusó, con el pensamiento alemán dominado por la escuela de Friburgo, cuya filosofía política de ordoliberalismo formó la base intelectual de la economía de mercado social la Alemania de la post-guerra. En las economías en desarrollo, las cuales formaron y forman la mayoría de la población del mundo, varias escuelas de la economía del desarrollo han sido influyentes.

Desde 2007, la crisis financiera de 2007–2010 y la consiguiente crisis económica global ha hecho exponer públicamente las divisiones dentro de la economía convencional y ha intensificado significativamente la controversia sobre su estado, con algunos economistas argumentando para su rechazo o revisión radicales, otros argumentando para un cambio evolutivo, y otros todavía argumentando que ésta explica la crisis.[4]

El término economía convencional se hizo de uso común en el siglo XX tardío. Aparece en la edición del 2001 del libro de texto seminal Economía por Paul Samuely Nordhaus en el back cover de interior en el Árbol Familiar de Economía, el cual describe flechas a Modernos Mainstream Economía de John Maynard Keynes J.M. Keynes (1936) y neoclassical economía (1860-1910) Paul A. Samuelson and William Nordhau William D. Nordhaus (2001) 17th ed Economics El plazo neoclassical síntesis él también primero aparece en la 1955 edición de Samuelson Olivier Jean Blanchard (1987), "neoclassical Camilo Bonilla (2015).

La economía convencional puede ser definida, a distinción de otras escuelas de economía, por varios criterios, notablemente por sus suposiciones, sus métodos, y sus temas.

Ciertas suposiciones apuntalan muchos de los modelos económicos convencionales, que son rehusados por algunas escuelas heterodoxas. Estos incluyen las suposiciones neoclásicas de la teoría de la elección racional, un agente representativo, y, a menudo, expectativas racionales. Mucha de la modelización económica moderna consiste en explorar los efectos que ciertos factores complejos tienen en los modelos, como la información imperfecta y asimétrica, mercados incompletos, competición imperfecta y costes de transacción.

El punto de partida del análisis económico ortodoxo es el individuo. Las personas son generalmente definidas como unidades con un objetivo común: la maximización a través de comportamiento racional. Las únicas diferencias constan de:

Desde este marco teórico, los economistas ortodoxos derivan que la acción política no debería solucionar los problemas del sistema económico. En cambio, la solución debe derivar de una intervención en los objetivos de maximización antes mencionados y sus limitaciones. Es en este contexto que el capitalismo económico encuentra su justificación. El capitalismo y sus argumentos parecen lógicos porque las teorías de la economía ortodoxas piensan de la economía agregada como la suma de los agentes que prueban a maximizar su utilidad o beneficio a través del intercambio.[5]

La economía ortodoxa incluye teorías de mercado, de fracaso de gobierno y bienes privados y públicos. Estos desarrollos sugieren una gama de vistas en el atractivo o no de la intervención del gobierno.

Desde la crisis financiera de 2007–2010, ha surgido un conflicto considerable entre teóricos económicos y una amplia sección del público con respecto al estado y futuro de la economía convencional u ortodoxa.[4][6]​ Algunos críticos han argumentado que aproximaciones potencialmente prometedoras han sido excluidas en importantes publicaciones convencionales por un foco en los problemas referentes a la modelización formal.[7]

El chartalismo, una corriente considerada generalmente de la escuela de pensamiento Post-Keynesiana, critica la teoría convencional cuando falla en describir la mecánica real de las economías monetarias fiduciarias. El chartalismo se enfoca en un entendimiento detallado del dinero observando cómo este fluye realmente a través de los diferentes sectores de una economía. Específicamente, se enfoca en la interacción entre los bancos centrales, la tesorería y el sistema bancario privado.

Algunos economistas, como por ejemplo los de la economía ecológica, creen que la "santa trinidad" de la racionalidad, la codicia y el equilibrio está siendo reemplazadas por la santa trinidad de comportamiento con propósito, interés propio iluminado, y sostenibilidad, ampliando consideradamente el alcance de qué es convencional.[8]​ La economía ecológica considera aspectos de sostenibilidad, como bienes públicos, capital natural y externalidades negativas (como la contaminación).[9]

La energía relacionó teorías de los conceptos económicos también existentes dentro la economía energética que relaciona a conceptos termodinámicos de pensamiento económico, como contabilidad de Energía.[10]​ La economía biofísica está relacionada con esta área.[11]



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