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El príncipe de Egipto



El príncipe de Egipto (en inglés: The Prince of Egypt) es una película musical de animación estadounidense de 1998, siendo la primera de 5 películas de animación tradicional producida por DreamWorks Animation, siendo su primera película en general Antz, y la segunda película animada distribuida por DreamWorks Pictures. La película es una adaptación del Libro del Éxodo y sigue la vida de Moisés desde que era un príncipe de Egipto hasta su destino final dirigiendo la salida de los esclavos hebreos de Egipto. La película fue dirigida por Brenda Chapman, Simon Wells y Steve Hickner. Hans Zimmer compuso la banda sonora y Stephen Schwartz escribió las canciones de la película. El reparto de voces incluyó una serie de importantes actores de Hollywood en los papeles hablados, mientras que cantantes profesionales los sustituyeron en las canciones. Las excepciones fueron Michelle Pfeiffer, Ralph Fiennes, Ofra Haza, Steve Martin, y Martin Short, quienes cantaron sus propias partes.

El príncipe de Egipto estuvo nominada al Óscar a la mejor banda sonora original y ganó el de mejor canción en 1998 por "When You Believe".[2]​ La versión pop de la canción fue interpretada en la ceremonia por Mariah Carey y Whitney Houston. La canción, coescrita por Stephen Schwartz y Hans Zimmer, con producción adicional por parte de Babyface, fue nominada a la Mejor Canción Original (en una película) en los Globos de Oro de 1999,[3]​ y también fue nominada a la Mejor Interpretación de una canción para una película en los premios ALMA.

La película fue estrenada en los cines el 18 de diciembre de 1998, y en video el 14 de septiembre de 1999. Consiguió una recaudación de DreamWorks Pictures y $218.613.188 en los cines de todo el mundo,[1]​ siendo la segunda película de animación tradicional no distribuida por Disney en recaudar más de $100.000.000 en los Estados Unidos después de The Rugrats Movie. El príncipe de Egipto fue la película animada no distribuida por Disney más taquillera hasta el año 2000, cuando fue sobrepasada por la película en stop motion Chicken Run. La película siguió siendo la más taquillera para una película que no fuera de Disney hasta 2007, con el estreno de Los Simpson: la película.[4]

En el antiguo Egipto, Jocabed (Ofra Haza), una esclava hebrea, observa cómo otras mujeres de su pueblo pierden a sus bebés varones por orden del faraón Seti I (Patrick Stewart). Jocabed pone a su hijo recién nacido en una cesta casera y lo deja flotando en el Nilo para salvarlo de los soldados del faraón. Su hija, Míriam (Eden Riegel), sigue la cesta y ve a la reina Tuya (Helen Mirren) recoger a su hermano, al que adopta y lo llama Moisés, que significa 'salvado de las aguas'.

Años después, Moisés (Val Kilmer) se encontraba divirtiéndose junto con su hermano adoptivo Ramsés (Ralph Fiennes) en una carrera de caballos improvisada lo cual termina con la destrucción de un templo en construcción y al momento de llegar al palacio son reprendidos por el faraón y la reina debido a los hechos, pero el faraón reprime con mayor dureza a Ramsés, quien trata de explicar lo sucedido, solo para ser silenciado por la Reina y desvanecido de la presencia del faraón, lo cual provoca enojo y decepción en Ramsés, Moisés confiesa que fue su culpa pero si era necesario amonestarlo así, el faraón explica sabiamente que Ramsés tendrá una mayor responsabilidad debido a que él será su sucesor y tendrá una carga la cual Moisés nunca tendrá y que no puede desviarse del camino por distracciones, Moisés explica que el busca su reconocimiento y que solo quiere una oportunidad, el faraón toma en consideración su propuesta y le pide a Moisés que se retire. Después de lo ocurrido Moisés y Ramsés empiezan a conversar de la situación, mientras que Ramsés se preocupa mucho de la imagen que esta dando por culpa de las imprudencias de Moisés, este último le dice que deje de preocuparse tanto y que verá que todo saldrá bien. Más tarde, Ramsés es nombrado príncipe regente y se le da autoridad sobre todos los templos de Egipto. En agradecimiento, Ramsés nombra a Moisés arquitecto real.

Durante la fiesta de celebración, los sumos sacerdotes Hotep (Steve Martin) y Huy (Martin Short) le regalan al príncipe heredero a Séfora (Michelle Pfeiffer), una joven madianita que han comprado como esclava, para que sea su concubina. Debido al pésimo carácter de la joven, Ramsés le ofrece su regalo a Moisés, pero él se compadece de ella y la ayuda a escapar. Mientras la sigue, Moisés se reúne con Míriam (con voz de Sandra Bullock) y Aarón (Jeff Goldblum). Aarón intenta llevarse a Míriam para no causar más problemas, pero Míriam se resiste y le cuenta a Moisés la verdad sobre su pasado, y que él es su hermano pero éste no le cree.

Sin embargo, una pesadilla lo hace ver la verdad de lo que pasó en los días de su nacimiento, viendo como las madres hebreas eran despojadas de sus bebés y llevados al río para que los cocodrilos los devorarán y como su verdadera madre y sus hermanos lo ponen en la cesta para evitar ser asesinado. Al momento de despertar, Moisés corre rápidamente a los murales del palacio, encontrando el mural correspondiente a los sucesos de ese día. Horrorizado de la cruda realidad, el faraón aparece y le explica (en su paranoia) que los hebreos estaban creciendo muy rápido, que tenían que ser erradicados para que no sucediese ninguna rebelión y que eran solo esclavos. Disgustado y molesto con la fría respuesta del faraón, Moisés huye de su presencia.

Al día siguiente, Moisés se encuentra meditando sobre lo que pasó mientras que la reina aparece para consolarlo, lo que permite apaciguar su corazón. Durante el mediodía, Ramsés estaba poniendo en marcha planos para construir nuevas estructuras y le pide a Moisés que lo acompañe, pero éste estaba muy distraído viendo como los esclavos eran maltratados y azotados por los guardias y que a lo lejos uno era cruelmente torturado por uno de ellos debido a la fatiga. Moisés corre para defenderlo, pero durante el intento, mata accidentalmente al guardia siendo observado por todo el mundo, incluyendo Ramsés. Avergonzado, Moisés huye, pero es detenido por Ramsés y este último trata de convencerlo para que se quede y que hará todo lo posible de que nadie se acuerde de lo que pasó, pero Moisés, sabiendo la verdad y que ahora es un criminal, le dice a Ramsés que no es la persona que es y le pide que le pregunte al faraón sobre todo lo que ha pasado, Ramsés le suplica una última vez que se quede, pero Moisés se despide de él y marcha al exilio.

Después de vagar por el desierto durante días, llega a la tierra de Madián, donde salva a las hermanas de Séfora de unos bandidos. El padre de Séfora, Jetró (Danny Glover), sumo sacerdote de Madián, le da la bienvenida y lo acoge hospitalariamente entre su pueblo, como agradecimiento por salvar a sus hijas. Moisés se convierte en pastor y poco a poco se gana el respeto y amor de Séfora, y los dos terminan casándose.

Un día en la mañana, Moisés estaba pastoreando las ovejas, pero una de ellas se separa del rebaño y empieza a buscarla. Durante la búsqueda entra en contacto con una zarza ardiente, y, a través de ella, Dios (también interpretado por Val Kilmer) empieza a hablarle. Éste le da la tarea de liberar a los esclavos en Egipto y da instrucciones sobre como hacerlo. Moisés empieza a cuestionar su habilidad y también el hecho de que no es la persona indicada para esto debido a que por muchos años estuvo muy vinculado con las personas que torturaban a los hebreos por tanto tiempo, lo que hace que Dios lo amoneste por su falta de fe y le ordena que lo haga. La presencia de Dios era tal que hizo que Moisés se asustase por el suceso, pero Dios lo consuela y le dice que no debe de temer, que él le dará el poder para hacer esta tarea. Seguidamente le da poder al báculo de Moisés para que pueda hacer grandes maravillas en su nombre.

Después de su gran encuentro con Dios, Moisés regresa a su casa para contarle a Séfora todo lo que le ocurrió y la tarea que el Dios de los hebreos le encomendó, por lo que Séfora lo apoya en su tarea y decide ir con Moisés hacia Egipto para ayudarlo a cumplir su misión.

Moisés regresa a Egipto con Séfora y se alegra de reencontrarse con Ramsés, que ya es faraón y tiene una esposa llamada Nefertari y un hijo. Moisés pide a Ramsés que deje salir a su pueblo, demostrando el poder de su Dios transformando su báculo en una serpiente, pero Hotep y Huy demuestran con sus propios bastones que también saben hacer lo mismo, invocando a muchos dioses egipcios en el proceso. Sin embargo, la serpiente de Moisés engulle a las otras dos. En lugar de claudicar, Ramsés ordena duplicar el trabajo de los esclavos.

Más tarde, Moisés se enfrenta de nuevo a Ramsés mientras pasea en su barco por el Nilo. Este ordena a sus guardas que le traigan a Moisés, pero ellos vuelven rápidamente cuando este transforma el río en sangre. Todos aterrorizados por lo que pasó, Ramsés no puede entender lo ocurrido, y ordena a Hotep y Huy que le expliquen que paso, en su mentira y artimaña, utilizan jugo de frutilla para cambiar el color de agua para igualar el milagro de Moisés, lo que permite engañar a Ramsés por el momento, afirmando que no hay ningún Dios, fallando por segunda vez en intentar convencerlo. Incapaz de rendirse, Moisés recibe el mandamiento de Dios de arrojar las nueve plagas, haciendo que Egipto caiga en dolor y sufrimiento para obligar al faraón de liberar a su pueblo, pero Ramsés no lo hace a pesar del sufrimiento de su pueblo.

Tras arrojar las nueve plagas sobre Egipto, Moisés se enfrenta por última vez a Ramsés en el lugar donde ellos solían resolver sus problemas, esta vez recalcando las situaciones que pasaron como hermanos y recordando los bueno tiempos de su juventud, Ramsés ablanda su corazón por un momento, recordando como Moisés siempre lo sacaba de los problemas que él se metía, preguntándole porque las cosas no pueden ser como antes, pero al momento de ver a su hijo y el ser recordado de la miseria que estaba pasando Egipto, una vez más endurece su corazón, Moisés le pide que libere a los esclavos, ya que solo así se detendrá el caos y dolor en Egipto, Ramsés una vez más rechaza su petición e impone su autoridad como faraón, y que no será amenazado ni recibirá órdenes de nadie, pero Moisés le advierte que aún queda una última plaga, mucho más cruel que todas las demás, suplicándole que termine todo esto para evitar que haya más víctimas y que destruya todo lo que ama, Ramsés no hace caso y exclama en voz alta de que terminará el trabajo de su padre y que habrá un gran llanto, uno como una ha habido antes o habrá jamás, Moisés, descorazonado e incapaz de convencer a su hermano, se retira no sin antes decirle a Ramsés que así lo quiso.

Moisés avisa a su pueblo para que marquen con los postes y las esquinas de sus puertas con sangre de cordero para evitar la última plaga mortal. El Ángel de la Muerte pasa esa noche por la tierra de Egipto matando a todos los primogénitos egipcios, incluyendo al propio hijo de Ramsés pero perdonando la vida de los israelitas. Lleno de culpa y amargura, Ramsés finalmente deja ir a los israelitas, Moisés trata de consolar a su hermano, pero este último le ordena que lo deje, Moisés se marcha del palacio de Egipto lleno de culpa y responsabilidad, y empieza a llorar amargamente por el dolor y sufrimiento que ha causado a su hermano y la gente que alguna vez fue su familia.

A la mañana siguiente, los hebreos (y algunos egipcios) felizmente salen de su esclavitud y logran llegar hasta el Mar Rojo, pero descubren que Ramsés les está persiguiendo con su ejército. Moisés divide las aguas, mientras que una columna de fuego impide el paso al ejército del faraón. Los israelitas entonces cruzan el mar a pie enjuto durante la noche, pero la columna de fuego termina por extinguirse y los egipcios reemprenden la persecución. Justo cuando los egipcios van a dar alcance a los israelitas, las aguas vuelven a su cauce ahogando a los guerreros egipcios con sus caballos y sus carros, pero Ramsés sobrevive al ser arrojado contra una piedra por una ola. Viendo como los egipcios dejaron de perseguirlos, finalmente, celebran su libertad, pero antes de seguir con el camino, Moisés escucha los gritos de dolor y furia de Ramsés, el cual de lejos exclama su nombre, dos veces y por segunda y última vez se despide de su hermano para no volver a verlo jamás.

La película acaba con Moisés bajando del monte Sinaí para entregarles las Tablas de la ley a su pueblo.

La idea para la película se produjo en la fundación de DreamWorks, cuando los tres socios, Steven Spielberg, Jeffrey Katzenberg y David Geffen, estaban reunidos en el salón de Spielberg.[7]​ Katzenberg recuerda que Spielberg lo miró durante la reunión y dijo «Debes hacer los Diez Mandamientos».[7]

El príncipe de Egipto fue escrito durante todo el proceso de la historia. A partir de un esquema de partida, los supervisores de la historia Kelly Asbury y Lorna Cook dirigieron un equipo de catorce artistas y escritores de storyboards y esbozaron la película completa, secuencia por secuencia. Una vez que los storyboards o bocetos fueron aprobados, el editor Nick Fletcher los puso en el sistema de edición digital Avid Media Composer para crear una «bobina de la historia» o animatic. La bobina de la historia permitió a los realizadores ver y editar toda la película con continuidad antes de que comenzara la producción, y también ayudó a los departamentos de diseño y animación a entender lo que sucedía en cada secuencia de la película.[8]​ Una vez que el casting de las voces concluyó, comenzaron las sesiones de grabación de los diálogos. Los actores grabaron sus partes individualmente en un estudio con la orientación de uno de los tres directores. Las pistas de voz se convirtieron en el aspecto principal que los animadores tuvieron en cuenta para construir sus interpretaciones.[8]​ Debido a que DreamWorks estaba preocupado por la exactitud histórica y teológica, Jeffrey Katzenberg decidió llamar a estudiosos de la Biblia, teólogos cristianos, judíos y musulmanes, y líderes árabes de América para ayudar a que su película fuera lo más exacta y fiel posible a la historia original. Después de obtener una vista previa de la película en desarrollo, todos estos dirigentes señalaron que los ejecutivos del estudio habían escuchado y respondido a sus ideas, y elogiaron al estudio que hubiesen tenido en cuenta comentarios de fuentes externas.[7]

Los directores artísticos Kathy Altieri y Richard Chávez, junto con el diseñador de producción Darek Gogol, dirigieron a un equipo de nueve artistas de desarrollo visual en la creación de un estilo visual para la película que fuese representativo de la época y el estilo arquitectónico del Antiguo Egipto.[8]​ Parte del proceso incluyó la investigación y la recopilación de obras de diferentes artistas, así como tomar parte en algunos viajes, como uno de dos semanas a Egipto llevado a cabo por los directores antes de que comenzase la producción de la película.[8]

Hay 1192 escenas en la película, y 1180 de ellas tienen efectos especiales. Estos efectos fueron elementos ambientales como viento, polvo o lluvia. También se diseñaron efectos en términos de iluminación y cómo ésta proyecta las sombras en la escena. Estos efectos ayudaron a los animadores a ilustrar escenas como las diez plagas y la separación de las aguas del mar Rojo.[7]

Los diseñadores de personajes Carter Goodrich, Carlos Grangel y Nicolas Marlet trabajaron estableciendo la apariencia y el diseño general de los personajes.

De todos modos, como una advertencia para todos estos cambios tan significativos en la historia bíblica, ya se advierte al principio en un rótulo: «La película que están a punto de ver es una adaptación de la historia del Éxodo. Aunque se han tomado licencias artísticas e históricas, pensamos que esta película es fiel a la integridad y los valores esenciales de una historia que es piedra angular de la fe de millones de personas en todo el mundo».






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