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El retrato de Dorian Gray



El retrato de Dorian Gray o El cuadro de Dorian Gray (original en inglés: The Picture of Dorian Gray) es una novela escrita por el autor irlandés Oscar Wilde. Originalmente publicada el 20 de junio de 1890,[1]​ como cuento en Lippincott's Monthly Magazine, una revista mensual literaria estadounidense, Wilde revisaría la obra, haría varias modificaciones y agregaría nuevos capítulos para su publicación posterior como novela, su única obra publicada como novela. La versión modificada fue publicada por Ward Lock & Co en abril de 1891.[2]​ Ward Lock & Co reeditó el libro en 1891 y nuevamente en 1895. Luego, Charles Carrington compró los derechos de la obra y la editó en 1901, 1905 y 1908. En 1908 y 1909, aparece una edición ilustrada por Paul Thiriat, para Brendon & Son, Ltd. En 1913, 1916 y 1918, la novela es editada por Simkin, Marshall, Hamilton, Kent & Co., Ltd., con una nota bibliográfica sobre las ediciones citadas y una advertencia sobre la existencia de ediciones piratas que se caracterizaban por la ausencia del prefacio y por la "mutilación de muchos pasajes".

El retrato de Dorian Gray es considerada una de las últimas obras clásicas de la novela de terror gótica con una fuerte temática faustiana, además muestra un pintor con afecto íntimo y directo con el personaje principal.[3]​ El libro causó controversia cuando fue publicado por primera vez; sin embargo, es considerado en la actualidad como «uno de los clásicos modernos de la literatura occidental.»[4]

Basil Hallward es un artista que queda fuertemente impresionado por la belleza estética de un joven llamado Dorian Gray y comienza a admirarlo. Basil pinta un retrato del joven. Charlando en el jardín de Hallward, Dorian conoce a un amigo de Basil y empieza a cautivarse por la visión del mundo de Lord Henry. Exponiendo un nuevo tipo de hedonismo, Lord Henry indica que «lo único que vale la pena en la vida es la belleza, y la satisfacción de los sentidos». Al darse cuenta de que un día su belleza se desvanecerá, Dorian desea tener siempre la edad de cuando Basil le pintó en el cuadro. Mientras él mantiene para siempre la misma apariencia del cuadro, la figura retratada envejece por él. Su búsqueda del placer lo lleva a una serie de actos de lujuria; pero el retrato sirve como un recordatorio de los efectos de su alma, donde el retrato llevará la carga de su envejecimiento y sus pecados.

La novela mezcla realidad y fantasía en su estructura, a la manera propia de los cuentos moralistas como «El príncipe feliz» o «El ruiseñor y la rosa» que escribía Wilde por aquel entonces. Cuenta la obsesión de un hombre atractivo y exitoso por mantenerse siempre joven, después de que un amigo, el pintor Basil Hallward, le retratara soberbiamente en un lienzo. Su deseo se convierte en tragedia tras darse cuenta de que su petición ha sido en efecto escuchada, lanzándose así en un espiral de odio y vicio.

Oscar Wilde supo retratar a la perfección, con gran ojo crítico, tanto a la sociedad de su época (finales del siglo XIX, en plena época victoriana) como el tema de la vanidad, de la locura y la enajenación. Su perfección como retratista y sus descripciones cautivaron a un gran público; sin embargo, el carácter, en ocasiones, presumido, indolente y afectado de Dorian Gray se volvieron en contra del autor con ocasión de los juicios que se celebraron en Londres a propósito de su homosexualidad (entonces, un delito por el que se podía ir a la cárcel). Oscar Wilde se defendió admirablemente en el estrado, después de que fueran leídos en voz alta varios pasajes del libro en los que se podría entrever cierta conducta aduladora y delicada entre Dorian y el pintor Basil. Oscar Wilde afirmó que no se podía juzgar en modo alguno a «un hombre por lo que escribe».

Hoy en día, el mito de Dorian Gray está extendido en la cultura occidental como un sinónimo de vanidad y de deseo de imperturbabilidad. Así, en honor a la belleza y la maldad de esta carismática figura se han hecho obras de teatro y películas memorables.

El retrato de Dorian Gray parte del argumento universal de la eterna juventud; no obstante, el verdadero tema central de la novela es el narcisismo, ya que el personaje principal posee una excesiva admiración por sí mismo, hasta el extremo de no desear otra cosa que conservarse tal y como aparecía en el cuadro para siempre.

Pero no se trata de la primera vez que aparece el narcisismo como tema. Ya Ovidio había incluido dentro de sus Metamorfosis el mito de Narciso. Diecinueve siglos más tarde, el poeta Paul Valéry quedó fascinado por este mito, al igual que el filósofo Gaston Bachelard, quien hace un estudio sobre su significado y los motivos de su encanto en el «El agua y los sueños».

Otros autores hablan del dandismo incluido en la novela, caracterizado por la elegancia y el buen tono de algunos personajes. Los vínculos entre narcisismo y dandismo son evidentes, pero no se trata de lo mismo. Por ejemplo, Dorian Gray sería el arquetipo de narcisismo, mientras que el dandi puede ser Lord Henry, con su manera de comportarse y su templada forma de hablar. El fin supremo de la vida para Lord Henry es la satisfacción de los deseos inmediatos, lo cual lleva a incluir al hedonismo cirenaico en la temática de la novela. Esta filosofía de vida se observa en las alusiones al placer que hace Lord Henry.

Todos estos temas aparecen en la novela, pero siempre partiendo del argumento universal de la eterna juventud. Además, se tratan otros aspectos como la decadencia tanto de la sociedad (bajo el reinado de Victoria I) como del personaje de Dorian Gray y la corrupción de su alma. Asimismo, aparecen retratadas la vanidad, la arrogancia y la moral perversa y torcida de la sociedad de la época.

Se trata de una novela de estética decadente, animada por el personal modo y talante del escritor, donde alcanza el punto culminante de sus teorías vitalistas y neopaganas: el hedonismo como eje de la vida y el culto apasionado a la belleza y a la juventud como móviles del individuo. Para ello el autor se inspiraría con el À Rebours de Joris-Karl Huysmans (publicado en 1884, biblia del decadentismo); también pudo inspirarse en Mademoiselle de Maupin (1835) de Théophile Gautier, quizá la primera novela estético decadente, y naturalmente, en las teorías sobre el arte y la vida de los simbolistas franceses.

El preciosismo decorativo constante en cada página atenúa la fuerza dramática de esta obra, la cual sin embargo, es la más completa y típica de la escuela decadente inglesa; asimismo, señala la audaz y violenta reacción de toda la época victoriana, contra la moral de la burguesía que pretendía convertir el arte en un instrumento didáctico.

En su novela, la riqueza fantástica halla su expresión más adecuada en un estilo luminoso y refinado, y la paradoja gobierna y regula la materia y la palabra, la escena y el diálogo, Wilde trata de mostrar la transfiguración que el arte opera sobre la realidad.

La novela inicia cuando Lord Henry Wotton observa a su amigo Basil Hokam Hallward pintando el retrato de un hermoso joven llamado Dorian Gray. Dorian llega poco después y conoce a Lord Henry. Lord Henry charla sobre su propia idea del mundo y Dorian comienza a convencerse de que la belleza es lo único que vale la pena tener en la vida y desea que el retrato, que Basil está pintando, envejezca en su lugar. Bajo la influencia de Lord Henry, Dorian comienza a explorar sus sentidos. Una noche descubre a Sibyl Vane, una actriz que trabaja en un sucio teatro interpretando obras de Shakespeare. Dorian le propone matrimonio. Sibyl cuenta sus planes a su madre y a su hermano, refiriéndose a su prometido como “Príncipe Encantador”. Su hermano, James, advierte que si el “Príncipe Encantador” le hace daño alguna vez, él lo matará. Dorian invita a Basil y Lord Henry a ver actuar a Sibyl en su representación de Romeo y Julieta. Pero Sibyl, embargada por la emoción del próximo matrimonio y enamorada de Dorian, pierde interés en el teatro, por lo que esa noche interpreta pésimamente a Julieta. Después de la función, Dorian rechaza a Sibyl, cruelmente, diciendo que su belleza radicaba en su arte y, como ya no podía actuar, entonces Dorian ya no está interesado en ella. Cruelmente, decide romper la promesa de matrimonio y no ver más a Sibyl. De regreso en casa, nota que el cuadro de Basil ha cambiado, por lo que se da cuenta de que su deseo se ha cumplido: el retrato tiene ahora una sutil mueca de crueldad en sus labios.

A partir de entonces, la edad y los pecados que Dorian cometa se verán marcados en el retrato mientras que él mismo conservará su aspecto exterior sin ningún cambio. Dorian decide reconciliarse con Sibyl, pero a la mañana siguiente Lord Henry le da la noticia de que Sibyl se ha suicidado tomando ácido prúsico. Dorian oculta el cuadro en una habitación, a la que solamente él tiene acceso. Durante los siguientes dieciocho años, Dorian experimentará todos los vicios posibles, bajo la influencia de una “ponzoñosa” novela francesa, obsequio de Lord Henry.

Una noche, antes de partir con destino a París, Basil visita a Dorian en su casa para cuestionarlo acerca de todos los rumores que circulan sobre sus pecados y vicios y sobre las personas corrompidas por su influencia. Dorian culpa al propio Basil de su destino y lo apuñala en un arranque de odio contra Basil. Para deshacerse del cadáver, Dorian chantajea a Alan Campbell, un químico, para que destruya el cuerpo con ácido. Buscando alivio y olvido para su crimen, entra a un fumadero de opio. Allí, James Vane, el hermano de Sibyl, escucha a una mujer llamarlo “Príncipe Encantador” y lo sigue con intenciones de matarlo, pero desiste y lo deja ir debido a que la apariencia juvenil de Dorian hace improbable que haya estado involucrado en el suicidio de su hermana Sibyl hace dieciocho años. La mujer que conocía el sobrenombre “Príncipe Encantador” se le acerca para reclamarle por no haberlo matado, revelándole que Dorian no ha envejecido desde hace dieciocho años, según ella, por un pacto con el diablo.

En el transcurso de una cena, Dorian se desmaya de terror al ver al hermano de Sibyl Vane, James, acechándolo. Al día siguiente, durante una partida de caza, James es alcanzado accidentalmente por un disparo destinado a matar a una liebre. James Vane muere ahí mismo. Después de regresar a Londres, Dorian informa a Lord Henry su decisión de enmendar su camino. De ahora en adelante, corregirá su vida y por lo pronto abandona, sin corromper, a su última conquista romántica: una bella joven que vive en el campo llamada Hetty Merton. Lord Henry no cree que esta acción sea sincera, mientras que Dorian se pregunta si este gesto de renuncia al vicio se reflejará en el retrato, mejorando su aspecto. Una vez que Lord Henry se retira, Dorian Gray entra a la habitación donde ha mantenido su retrato escondido, pero descubre que ahora su apariencia es aún peor. Se da cuenta de que el gesto que tuvo de dejar intacta la virtud de Hetty fue provocado únicamente por vanidad, curiosidad o búsqueda de nuevas sensaciones. Entonces descubre que solo una confesión completa de sus pecados lo redimirá, pero no está dispuesto a afrontar las consecuencias. En un arranque de furia, ataca la pintura con el mismo cuchillo con el que asesinó a Basil. Los criados escuchan un grito desde la habitación clausurada. La policía ya alertada y los criados entran con algunas dificultades para encontrar el retrato de su amo con la frescura y la lucidez de la adolescencia que tenía antes. Al lado suyo, sin embargo, encuentran tirado en el piso el cuerpo muerto de un hombre mayor consumido y decrépito, apuñalado en el corazón, con un rostro repulsivo lleno de arrugas; solo por medio de los anillos de su mano son capaces de reconocerle como Dorian Gray.

En una carta, Wilde dijo que los personajes de El Retrato de Dorian Gray son, de diferentes formas, reflejos de sí mismo: "Basil Hallward es lo que creo que soy; Lord Henry lo que el mundo piensa de mí; Dorian lo que me gustaría ser en otras edades, tal vez."[5]

Dorian Gray: Joven extremadamente atractivo, quien es cautivado por la nueva idea del hedonismo de Lord Henry. Comienza a satisfacer cada uno de sus placeres, sin importarle si son moralmente aceptados o no.

Basil Hallward: Artista (pintor) que se encapricha con la belleza de Dorian, quien le ayuda a darse cuenta de su potencial artístico, aunque el retrato que hizo de Dorian resulta ser su mejor trabajo. No es más que un artista puro y apasionado.

Lord Henry Wotton: Noble que inicialmente es amigo de Basil, pero que después queda intrigado por la ingenuidad y belleza de Dorian. Es extremadamente ingenioso. Es visto como una crítica a la cultura victoriana tardía que abraza una visión indulgente del hedonismo. Corrompe a Dorian con su visión del mundo, así que Dorian intenta emularlo.

Sibyl Vane: Es el personaje femenino principal de la obra. Podríamos decir que se presenta como contrapunto al personaje de Basil Hallward, aunque su relación con Dorian es más compleja. Aparece en el cuarto capítulo, cuando Dorian Gray anuncia que se quiere casar con ella. Conocemos a la muchacha a partir de los ojos de Dorian, quien la presenta como “una muchachita de apenas diecisiete años, con carita de flor, una cabecita griega de cabellos castaño oscuro, recogidos en trenzas, ojos que eran pozos violeta de pasión, labios como los pétalos de una rosa. Era la criatura más hermosa que nunca había visto en mi vida”.[6]​ Cuando Dorian la ve por primera vez, se le llenan los ojos de lágrimas.  

Sybil Vane viene de una familia de clase baja que se gana la vida interpretando obras de Shakespeare en un teatro en los suburbios de Londres. Su madre, era actriz igual que ella, pero ya retirada. Es hija ilegítima de un noble que no pudo reconocer ni a ella y ni a su hermano como hijos porque ya estaba casado. Dorian se enamora de ella porque la considera Arte, considera que es todo el que representa cada noche al escenario. Para Dorian no hay diferencia entre lo que Sybil representa en el escenario y lo que ella es.

La noche que Lord Henry y Basil Hallward acompañan a Dorian al teatro para verla actuar, ella ofrece una interpretación pésima. Sybil ve el amor como algo único que lo sobrepasa todo y focaliza su imaginación en una sola cosa, Dorian.  Después de actuar, le confiesa que “antes de conocerte, actuar era la única realidad de mi vida. Sólo vivía en el teatro. Creía que todo lo que pasaba en él era cierto. Era Rosalinda una noche, y Porcia otra. La alegría de Beatriz era mi alegría, y las penas de Cordelia eran también las mías.” Ahora dice que Dorian le ha enseñado lo que realmente es en realidad: “Por primera vez, esta noche he sigo consciente de que Romeo era horroroso, y viejo, y que estaba maquillado, que la luz de la luna en el huerto era falsa y el decorado vulgar, y que las palabras que tenía que decir eran irreales, no eran mis propias palabras, no eran lo que yo deseaba decir”[7]

El amor hace que la verdadera Sybil aparezca, distanciándose de los personajes que interpreta. Esto es lo que Dorian no perdona: “Has matado a mi amor. Solías despertar mi imaginación. Ahora ni siquiera despiertas mi curiosidad, simplemente no produces ningún efecto. Te amaba porque eras maravillosa, porque tenías genio e inteligencia, porque hacías realidad los sueños de los grandes poetas y dabas forma y sustancia a las sombras del arte. Y has tirado todo eso a la basura. […] Ahora ya no significas nada para mi. Nunca volveré a verte”[8]

Dorian no se arrepiente de haber torturado a Sybil, pero al darse cuenta de que la maldad vive en él ha desencadenado un proceso de degradación moral que queda plasmado en su retrato, decide recuperar la perfección de su juventud dando a Sybil una segunda oportunidad. No es hasta la mañana siguiente, cuando Lord Henry va a verle, que sabe que Sybil, abandonada por su amor, se suicida, pero Lord Henry le pide que no se culpabilice por ello, que el suicidio de Sybil ha sido la representación de la mejor escena teatral de su vida: morir por amor. Sybil Vane es un personaje aparentemente secundario, ya que aparece pocas veces y muere antes de la mitad del libro pero su importancia es capital, ya que nos sirve para representar una idea: el amor al mismo arte. Muere porque se entrega a la vida y no al arte. Es la que desencadena la decadencia de Dorian, el personaje principal. [9]

James Vane: Hermano de Sibyl que se convierte en marino y se marcha a Australia. Es extremadamente protector con su hermana, y no se atreve a dejarla porque cree que Dorian la perjudicará. Años después intenta matar a Dorian, pero al ver que su rostro es joven y fresco, cree que no es él. Se lo describe como un tipo recio y cuadrado. Muere más tarde en un accidente durante una cacería, lo que Dorian interpreta primero como un presagio de que la muerte lo persigue, pero se alivia al ver que el hombre fallecido era James, quien lo perseguía para matarlo.

Mrs. Vane: Madre de Sibyl y James, actriz vieja y acabada. Sibyl y ella están consignadas en el teatro pobre para pagar sus deudas. Está extremadamente complacida con la relación entre Sibyl y Dorian por la promesa de estatus y riqueza del joven.

Alan Campbell: Buen amigo de Dorian que termina su amistad con él al poner en duda su reputación. Ayuda a Dorian con el asesinato de Basil Hallward quemando su cuerpo, y decide luego suicidarse una noche en su laboratorio.

Kelso Gray: Abuelo de Dorian que manda a matar al soldado pobre(padre de Dorian).

Margaret Gray: Madre de Dorian, enamorada del soldado pobre, muere cuando nace Dorian.

Lady Agatha: Tía de Lord Henry. Participa activamente en trabajos de caridad en Londres y realiza varias fiestas entre las cuales los invitados son Dorian y Henry.

Lord Fermor: Tío de Lord Henry. Le informa a él sobre el linaje de Dorian.

Victoria, Lady Henry Wotton: Esposa de Lord Henry, que solo aparece en la novela en una escena en la que Dorian espera a Lord Henry. Más tarde, se divorcia de este.

Víctor: Leal sirviente de Dorian quien, con el aumento de la paranoia de su patrón, es enviado a hacer encargos inútiles para disuadirle de que entre en la habitación donde se encuentra el retrato de Dorian.

Hetty Merton: Campesina de la que se enamora Dorian y tiene un romance cuando él decide tener una nueva vida olvidándose de su pasado y alejándose del hedonismo.

Wilde dijo en cierta ocasión que "en la primera novela de cada autor el personaje principal debe ser o Cristo o el Fausto". En ambas historias, el protagonista trata de enamorar a una mujer, matando no solo a ella, sino también a su hermano, quien busca venganza.[10]​ Wilde afirmó que la idea de El retrato de Dorian Gray es "vieja en la historia de la literatura", pero que él le había dado "una nueva forma".[11]

A diferencia del Fausto, no hay momento en que Dorian haga un pacto con el diablo. De todas maneras, la forma cínica en que Lord Henry ve a la vida cumple con el rol del diablo, aunque al parecer no nota lo que sus actos causan. Sin embargo, Lord Henry le dice a Dorian que "la única forma de escapar de una tentación es dejarse arrastrar por ella".[12]​ En este sentido, Lord Henry "lleva a Dorian a un pacto diabólico al manipular su inocencia e inseguridad".[13]​ Este comportamiento contrasta con la pureza e inocencia, cualidades que ejemplifica Dorian al principio del libro.

En el prefacio, Wilde habla sobre Caliban, un personaje de la obra teatral de Shakespeare, «La tempestad». Cuando Dorian le cuenta a Lord Henry Wotton sobre su nuevo amor, Sibyl Vane, habla sobre cada obra de Shakespeare en la que Sibyl ha actuado, refiriéndose a ella como la heroína de cada obra.

El venenoso libro francés que corrompe a Dorian Gray es la novela de Joris-Karl Huysmans A contrapelo. El crítico literario Richard Ellmann escribe:

Wilde no menciona el libro, pero en el juicio admitió que era, o casi, el A contrapelo de Huysmans... A un corresponsal, escribió que había realizado una "variación fantástica" a un A contrapelo y algún día debería anotarlo. Las referencias en Dorian Gray a determinados capítulos son deliberadamente inexactas.[14]

El Retrato de Dorian Gray comenzó como una novela corta presentada en la Lippincott's Monthly Magazine. En 1889, J. M. Stoddart, dueño de Lippincott, se encontraba en Londres para solicitar novelas cortas para la revista. Wilde entregó la primera versión de El retrato de Dorian Gray que fue publicado el 20 de junio de 1890 en la edición de julio de Lippincott. Hubo un retraso en el envío del texto de Wilde a la imprenta mientras se realizaban numerosos cambios al manuscrito de la novela (algunos de los cuales sobreviven hasta el presente). Algunos de estos cambios fueron hechos por instigación de Wilde y algunos por Stoddart. Wilde retiró todas las referencias al libro de ficción "Le Secret de Raoul" y a su autor ficticio, Catulle Sarrazin. El libro y su autor son todavía referidos en las versiones publicadas de la novela, pero no son nombrados.

Wilde también intentó moderar algunos de los pasajes más homoeróticos del libro o pasajes donde las intenciones de los personajes podían ser malinterpretadas. En la edición de 1890, Basil dice a Henry cómo "adora" a Dorian y le ruega que "no se lleve a la única persona que hace mi vida absolutamente encantadora para mí". El enfoque de Basil en la edición de 1890 parece ser más hacia el amor, mientras que el Basil de la edición 1891 se preocupa más por su arte, al decir que "una persona que da a mi arte sea cual sea el encanto que pueda poseer: mi vida como un artista depende de él".

El libro también fue ampliado enormemente: los trece capítulos originales se convirtieron en veinte y el capítulo final fue dividido en dos nuevos capítulos. Las adiciones permitieron "dar contenido a Dorian como un personaje" y también proveyeron detalles sobre su ascendencia, lo que contribuyó a hacer su "colapso psicológico más prolongado y más convincente".[15]​ El personaje de James Vane fue también incluido, lo que ayudó a elaborar el personaje de Sybil Vane y sus antecedentes. La adición del personaje ayudó a enfatizar y a prefigurar las maneras egoístas de Dorian, como James vaticina sobre sus futuras acciones no honorables (la inclusión de la subtrama de James Vane también da a la novela un tinte más típicamente victoriano, como parte de los intentos de Wilde por disminuir la controversia que rodeaba al libro).

Otro cambio notable es que, en la segunda mitad de la novela, se especifican algunos eventos teniendo lugar alrededor del cumpleaños 32 de Dorian Gray, el 7 de noviembre. Después de los cambios, se especificó que tuvieron lugar en torno al cumpleaños 38 de Dorian, el 9 de noviembre, por tanto extendiendo el período durante el que transcurre la historia. La anterior fecha es también significativa, pues coincide con el año en la vida de Wilde durante el cual se inició en prácticas homosexuales.

El prefacio de El Retrato de Dorian Gray fue añadido, junto con otras enmiendas, después de que la edición publicada en Lippincott recibiera críticas. Wilde lo usó para responder a estas críticas y defender la reputación de la novela.[16]​ Consiste en una colección de afirmaciones sobre el rol del artista, el arte en sí mismo, el valor de la belleza y sirve como un indicador de la forma en que Wilde propone que sea leída la novela. Asimismo, deja huellas de la exposición de Wilde al Taoísmo y a los escritos de Zhuangzi. Poco antes de escribir el prefacio, Wilde reseñó la traducción de Herbert A. Giles de los escritos del filósofo chino taoísta.[17]​ En su reseña, escribe:

El contribuyente honesto y su familia sana, sin duda, a menudo se han burlado de la frente en forma de bóveda del filósofo y se han reído de la extraña perspectiva del paisaje que se encuentra debajo de él. Si realmente supieran quién era, temblarían. Porque Chuang Tsǔ pasó su vida en la predicación de la gran religión de la inacción y en señalar la inutilidad de todas las cosas.[18]

En general, las primeras críticas al libro fueron duras. Así, el libro ganó cierta notoriedad por calificativos tales como 'empalagoso', 'nauseabundo', 'afeminado', 'sucio' y 'contaminante.'[19]​ Esto tuvo mucho que ver con los tintes homoeróticos de la novela, que causaron gran impacto entre los críticos de la época victoriana cuando el libro se publicó por primera vez.

Una gran parte de las críticas contra Wilde se debió a su percepción sobre el hedonismo y por la imagen distorsionada que tenía de la moral convencional. El Daily Chronicle del 30 de junio de 1890 mencionaba que la novela de Wilde tenía "un elemento [...] que mancharía cada mente joven que se pusiera en contacto con ella." A pesar de que este elemento no se nombra explícitamente, el homoerotismo, especialmente en la primera edición, parece ser probablemente el tema aludido.

La primera adaptación al cine de El retrato de Dorian Gray fue en el año 1945 y lleva el mismo nombre que la misma.

La canción "El tiempo es dinero" de la banda argentina Soda Stereo está basada en este personaje. El grupo inglés de Sunderland de música indie rock, The Futureheads hizo la canción, A Picture of Dorian Gray. U2 hizo referencia a la novela en The Ocean, séptima canción de su disco de debut, Boy (1980). James Blunt, en su canción "Tears and Rain", hace referencia a la obra ("Hides my true shape like Dorian Gray"). También se le atribuyó un tema del grupo Demons and Wizards, el músico argentino Fito Páez lanzó en 2014 Rock and Roll Revolution, donde incluye un tema llamado "La Canción de Sybil Vane" donde relata como le cambió la vida a Dorian Gray después del suceso con Sybil Vane.

Uno de los números de la revista de cómic chilena Barrabases (N°83, cuarta época, 1992), está basado en un retrato "estilo Dorian Gray" de Mr. Pipa; dicho retrato (a diferencia de la novela) hace rejuvenecer a Mr. Pipa a medida que el retrato envejece.

El personaje de Dorian Gray aparece en la película The League of Extraordinary Gentlemen de 2003, interpretado por Stuart Townsend. La película está basada libremente en la historieta The League of Extraordinary Gentlemen escrita por Alan Moore e ilustrada por Kevin O'Neill, aunque en esta no aparece el personaje de Dorian Gray.

En la temporada del 2005 se estrenó en calle Corrientes (Argentina) el musical "Dorian Gray, el retrato" inspirado en la clásica obra, con libreto de Pepe Cibrián Campoy y música de Ángel Mahler.

En el verano de 2008 Ealing Studios realizó una nueva versión cinematográfica de la novela titulada Dorian Gray, dirigida por Oliver Parker, donde Ben Barnes encarna al joven huérfano "Dorian Gray" compartiendo créditos con Colin Firth, actor con quien ya había compartido créditos en la película Easy Virtue. Esta cinta fue coproducida por los Estudios Unidos. La película fue estrenada en el Reino Unido el 9 de septiembre de 2009.

En 2012, el autor de cómics e ilustrador Enrique Corominas publica su versión en cómic de la novela con el título de Dorian Gray, editada en España por Diábolo Ediciones y previamente publicada en Francia en 2011.

En la serie del 2014 Penny Dreadful aparece Dorian Gray, interpretado por Reeve Carney; quien es un hombre seguro y fascinante, aunque algo aislado. Aparece en un capítulo de la segunda temporada de The Librarians (serie de televisión de 2014)

En el videojuego de 2018 Dragon Quest XI: Ecos de un pasado perdido, aparece el personaje Doriana Grey encarnado en una pintura, con una actitud claramente inspirada en esta obra.



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