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Elecciones presidenciales de Argentina de 1931



Las elecciones presidenciales de Argentina de 1931 se celebraron el 8 de noviembre. Fueron adelantadas casi tres años, y se realizaron en el marco de la dictadura militar de José Félix Uriburu, impuesta mediante un golpe de estado que derrocó al gobierno constitucional democrático de Hipólito Yrigoyen el 6 de septiembre de 1930. Las elecciones, celebradas con la Unión Cívica Radical proscrita, marcaron el retorno de los conservadores al poder por medio del fraude electoral (llamado fraude patriótico por la dictadura)[1]​ y fueron un acontecimiento histórico importante para el período conocido como Década Infame que finalizaría, también, con un golpe de estado el 4 de junio de 1943. El resultado de estas elecciones fue una victoria para el candidato de la coalición del gobierno, conocida como Concordancia, que llevó a la presidencia a Agustín P. Justo.

El presidente Hipólito Yrigoyen, de la Unión Cívica Radical (UCR), había llegado por primera vez al poder en 1916, como consecuencia de la celebración de las primeras elecciones libres del país, deponiendo formalmente al régimen conservador que gobernaba la Argentina desde 1874. El primer gobierno elegido por sufragio, sin embargo, se vio ensuciado por las acusaciones contra Yrigoyen de ejercer un mandato autocrático, con la intervención federal continuada de provincias.[2]​ Además, se ganó la enemistad de varios empresarios por su apoyo a YPF, empresa petrolera estatal fundada en 1922.[3]​ Tras su primer gobierno, concluido ese mismo año con las elecciones de 1922, asumió la presidencia Marcelo Torcuato de Alvear, iniciando una división dentro del radicalismo entre Yrigoyenistas y Antipersonalistas. Estos últimos, liderados por Alvear, criticaban a Yirogyen por considerarlo personalista y desviado de los objetivos democráticos del radicalismo. En las elecciones de 1928, Yrigoyen se presentó para un segundo mandato y fue elegido con casi el 62% de los votos. Sin embargo, durante su segundo gobierno debió enfrentarse a la Gran Depresión, que, al afectarse la economía mundial, provocó una severa crisis económica en Argentina, dependiente del comercio exterior debido a su modelo agroexportador. En ese contexto, y tras una serie de protestas y una campaña mediática en contra del gobierno y asesinatos de opositores,[4]​ el 6 de septiembre de 1930 se produjo un golpe de estado que derrocó a Yrigoyen e instauró una dictadura militar de facto. Fue la primera interrupción exitosa del orden constitucional en el país y marcaría un largo período de golpes de estado que finalizaría en 1983.[5]

Tras el golpe, Uriburu, general retirado y miembro del Consejo Supremo de Guerra, se declaró "Presidente del Gobierno Provisorio". El 10 de septiembre de 1930, fue reconocido como presidente de la Nación mediante una célebre y cuestionada Acordada de la Corte Suprema de Justicia que dio origen a la doctrina de los gobiernos de facto.[6]​ Uriburu estableció un régimen represivo que incluyó por primera vez la utilización sistemática de la tortura contra los opositores políticos, en particular anarquistas, comunistas y radicales yrigoyenistas, mediante la Sección de Orden Político de la Policía de la Capital, bajo el mando de Leopoldo Lugones (hijo).[7]

Uriburu estaba muy delicado de salud (moriría tan solo unos meses después de dejar el poder) y, aunque era sobrino del expresidente José Evaristo de Uriburu, no le gustaba la política.[8]​ No obstante, estableció una agenda ambiciosa, encomendando a su Ministro del Interior, Matías Sánchez Sorondo, la sustitución de la Ley Sáenz Peña de 1912 (que preveía el sufragio masculino universal y la votación secreta) con un estado de partido único corporativo, fundando un solo "Partido Nacional" (similar al Partido Autonomista Nacional que gobernó de 1874 a 1916). Al alinearse detrás del relativamente moderado Partido Demócrata Nacional, los conservadores fueron derrotados en las elecciones para la gobernación de la provincia de Buenos Aires en abril de 1931. Los resultados no sólo despertaron esperanzas para la UCR, sino que persuadió también a Uriburu de que la "reforma electoral" de Sánchez Sorondo no mantendría a los conservadores en el poder mientras la elección fuera justa.[9]

El Partido Demócrata y el Partido Popular de Jujuy apoyaron la fórmula Justo-Roca, mientras que la Unión Cívica Radical Antipersonalista, la Unión Cívica Radical Unificada, la Unión Cívica Radical Bloquista, el Partido Liberal de Corrientes, Defensa Provincial y el Partido Socialista Independiente apoyaron la fórmula Justo-Matienzo.

Ante el fracaso del proyecto corporativista, Uriburu decidió establecer un sistema fraudulento que perpetuara a los conservadores al poder. De ese modo anunció una pronta salida electoral. La UCR eligió a Marcelo Torcuato de Alvear para liderar el partido antes de las elecciones de noviembre de 1931. Hijo de una de las familias tradicionales argentinas y presidente de 1922 a 1928, la alianza de Alvear con Yrigoyen se agrió al desafiar el culto a la personalidad de este último (de ahí su creación de la Unión Cívica Radical Antipersonalista). El experimentado Alvear, sin embargo, tuvo cuidado de hablar mal del todavía popular Yrigoyen al nombrar al ex gobernador de la provincia de Salta Adolfo Güemes (un fiel partidario de Yrigoyen) como su compañero de fórmula.[10]​ Frente a una UCR recuperada y casi unificada, el presidente Uriburu prescindió de su compromiso anterior de restaurar el orden constitucional y anular las elecciones en la provincia de Buenos Aires. También promovió la creación de la Legión Cívica Argentina, una organización armada de ideario fascista, encargada de intimidar a la oposición.[11]

El establecimiento de la llamada Junta Renovadora por parte de Alvear el 20 de julio le sirvieron a Uriburu como excusa para proscribirlo de participar en la elección y deportarlo del país. Privados de su candidato, la UCR boicoteó la elección, aunque los comités del partido en varias provincias participaron de modo extraoficial.[8]​ Por otro lado, el apoyo del Senador de la UCR Leopoldo Melo (el líder de la facción anti-Yrigoyen del partido) y de Uriburu por el general retirado Agustín P. Justo como candidato dio lugar a la Concordancia. Esta nueva alianza conservadora atendió el sabio consejo de Uriburu durante su convención de nominación, esquivando a los terratenientes imponentes en favor de Justo, que había sido el Ministro de Guerra del Presidente Alvear en la década de 1920. Ellos eligieron al ex gobernador de Córdoba, Julio Argentino Pascual Roca, como su compañero de fórmula. Roca, hijo del difunto líder del PAN, Julio Argentino Roca, había dirigido también el Partido Demócrata de Córdoba[8]

El Partido Demócrata Progresista (PDP), conocido por su plataforma anticorrupción, nombró al senador Lisandro de la Torre, quien también obtuvo el respaldo del Partido Socialista, un partido en busca de liderazgo tras el fallecimiento de Juan B. Justo, en 1928. Sin embargo, la alianza alienó a los conservadores del PDP, quien en su lugar apoyó al envejecido Francisco A. Barroetaveña, un exsenador que corrió en una limitada candidatura de la UCR en su Provincia de Entre Ríos. Barroetaveña, que ayudó a fundar la UCR en 1892, rompió con Yrigoyen durante la década de 1920 y esperaba reunir a los partidarios exiliados de Alvear detrás de él.

Los colegios electorales se reunieron el 30 de enero de 1932, en cada una de las capitales provinciales y en la Ciudad de Buenos Aires.

En última instancia, la intimidación de los votantes y las irregularidades generalizadas ayudaron a dar a la Concordancia una victoria considerable en la noche de la elección. El colegio electoral, que contó separadamente a la Lista Única de los conservadores, estaba mucho más dividido: 135 para Justo, 124 para de la Torre y 117 para los numerosos boletos UCR que desafiaron el boicot de Alvear-Barroetaveña). Como la mayoría de estos boletos de la UCR fueron liderados por figuras conservadoras opuestas al senador de la Torre, la mayoría de sus 117 electores le entregaron a Justo la Presidencia.[15][10]

Agustín P. Justo votando.

Julio Argentino Roca (hijo) votando.

Boleta electoral de la fórmula Justo-Roca.

Votantes del barrio de La Boca (Buenos Aires) conducidos en carros a los comicios.



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