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Emilio Rodríguez Demorizi



La tertulia de los solterones Martí en Santo Domingo (1978)

Emilio Rodríguez Demorizi (14 de abril de 1904, Sánchez, Samaná - 26 de junio de 1986, Santo Domingo), fue un letrado escritor bilingüe, historiador, genealogista, poeta, bibliógrafo, diplomático y lingüista dominicano, de ascendencia italiana. Considerado como El historiador dominicano con más obras escritas (más de 125) en español; y como Padre de la historia contemporánea[1][2]. La universidad INTEC (siglas de Instituto Tecnológico de Santo Domingo), en 1986, le construyó una biblioteca con su nombre[3][4][5]​; una escuela pública también lleva su nombre. En el Palacio Municipal de Santo Domingo, hay una sala de eventos, con su nombre, llamada Sala de Sesiones Licenciado Emilio Rodríguez Demorizi[6]​.[7]

Sus obras fueron traducidas a más de 13 idiomas, incluidas el inglés, francés, italiano, mandarín, japonés, criollo creolle, africano, alemán, portugués, catalán, neerlandés, coreano y ruso.

Emilio escribía y hablaba en francés e italiano, a parte del español, su idioma innato.

Hijo de Félix Francisco Rodríguez y Genoveva Demorizi Campos. Rodríguez Demorizi realizó sus primeros estudios en La Vega, y posteriormente se trasladó a Santo Domingo, donde se graduó de Licenciado en Derecho en la Universidad de Santo Domingo.

En su trabajo se vio el resultado de una intensa e inigualable labor de recopilación de documentos históricos y literarios de su país, los cuales difundió a través de la prensa nacional y de revistas especializadas en dichas áreas, especialmente la revista Clío, órgano de la Academia Dominicana de la Historia.

Desempeñó varios cargos durante toda su vida entre los años (1947-1965) ocupó el cargo de diplomático en América Latina y Europa también se le conoció como director del Archivo General de la Nación en tres ocasiones, Secretario de Estado de Interior y Policía (1957),

Desde el año 1955 fue presidente de la Academia Dominicana de la Historia. De la Academia de la Lengua fue miembro de número desde 1944. Fundador-presidente de la Sociedad Dominicana de Geografía. Rector de la Universidad de Santo Domingo (1958) y Secretario de Estado de Educación, Bellas Artes y Cultos (1961). También presidió la Academia Dominicana de la Historia y fundó la Sociedad Dominicana de Geografía.

Fuera de su país, fue una personalidad conocida y admirada por su desempeño y disciplina en los cargos que ocupó. Se le vio como Ministro plenipotenciario en Colombia (1947) y después en Italia en el año (1949). Luego fue embajador en Nicaragua (1952); en Costa Rica (1953) y en España (1965).

Formó parte de diferentes instituciones españolas y latinoamericanas, entre ellas, miembro de la Real Academia Española (1945), miembro correspondiente de la Academia de la Historia; colaborador y miembro de Honor del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto Gonzalo Fernández de Oviedo, Madrid (1956); miembro de Honor de la Academia de San Romualdo, de Ciencias, Letras y Artes (1955); socio de la Sociedad de Geografía e Historia de Costa Rica (1946); miembro de honor del Comité Cultural Argentino (1939), Individuo de Honor del Instituto Cubano de Genealogía y Heráldica, La Habana (1956), y miembro del Cuerpo Consultivo de la Fundación Vicente Lecuna, Venezuela (1954).[8][9]

Frank Moya Pons, dijo lo siguiente sobre Emilio:

Pero el sábado 18 de abril de 1970, con un memorable discurso, le correspondió el honor de dejar constituida la sociedad de los geógrafos nacionales, en el local que ocupa la Academia Dominicana de la Historia, en República Dominicana. En esa ocasión expresó: [10]

Emilio denominó la Constitución de la República Dominicana, como “acta de bautismo de la nación dominicana”.[11]​ Asimismo, Emilio dijo que evocaba la posibilidad de que Théodore Chassériau hubiese nacido,diez años antes.[12]​ También, Emilio sostiene que el merengue nació en los primeros años de la República Dominicana, de 1844 a 1855, como una modalidad de danza. Se fue forjando en una época de alto nacionalismo conocida como la Restauración y al desaparecer el sonoro cuatro sustituido por el acordeón, ocupó el primer rango en los bailes populares y finalmente se coló entre los bailes aristocráticos del país.[13]​ Añadió, que gracias a Bonó, establece la existencia de legislaciones y “hábitos autorizados” contrarios a su esfuerzo o que obstruyen su aspiración de trabajo (“Papeles de Bonó”, Emilio Rodríguez Demorizi, Academia Dominicana de la Historia, Vol. XVII, 1964).[14]​ Emilio era muy amigo del dictador Rafael Leónidas Trujillo[15]​; Hugo Polanco Brito, dijo que fue don Emilio Rodríguez Demorizi, entonces ministro de Educación y quien vivía frente al templo de las Mercedes, quien llevó al tirano Rafael Leónidas  Trujillo la noticia de que se estaba leyendo la carta pastoral en las iglesias, sobre lo cual nadie del gobierno sabía.[16]​ Gracias a Emilio sabemos la relación de José Martí con República Dominicana, en su libro Martí en Santo Domingo.

Murió por accidente cerebrovascular. Entre los que acudieron al velatorio el 26 de abril de 1986, se contaron los ex Juan Bosch, Joaquín Balaguer, y el presidente Salvador Jorge Blanco y su esposa Asela Mera de Jorge, Pedro Troncoso Sánchez y Porfirio Herrera Báez.

José Francisco Peña Gómez habló ante su cuerpo exánime expuesto en la Academia de la Historia.

Con Peña Gómez montaron guardia de honor Julio Genaro Campillo Pérez y Manuel de Jesús Mañón, mientras Hugo Eduardo Polanco Brito pronunciaba una oración frente al féretro.[17]



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