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Heinz Guderian



Heinz Wilhelm Guderian (Kulm, entonces Prusia Occidental, actualmente Chelmno, Polonia; 17 de junio de 1888 - Schwangau, Baviera, Alemania Occidental; 14 de mayo de 1954) fue un militar alemán, coronel general (generaloberst) de la Wehrmacht y Jefe del Estado Mayor General del Ejército, considerado uno de los mayores genios militares del siglo XX y conocido por ser uno de los principales impulsores del concepto de la moderna guerra relámpago, artífice de la mecanización del arma de caballería blindada de los alemanes de la Segunda Guerra Mundial.

Su trabajo fue fundamental en el desarrollo de carros blindados en las dos guerras mundiales, destacando ampliamente los Panzer II, III, IV y en especial el Panther, algunos de los más eficaces de la Segunda Guerra Mundial y entre los más innovadores de la historia. Guderian fue uno de los artífices de la optimización de las comunicaciones por radio del arma blindada.[1]​ Sus ideas estaban muy influidas por los teóricos John Fuller y Liddell Hart[2]​ y por el militar soviético Mariscal Mijaíl Tujachevsky. Durante la invasión de la Unión Soviética fue conocido como uno de los generales más eficaces y activos del frente del Este y era apodado como Schneller Heinz («Heinz el Rápido»).[3]

Guderian nació en Kulm (actual Chełmno, Polonia), Prusia occidental, el 17 de junio de 1888, en el seno de una familia de militares prusianos. Entre 1901 y 1907 estudió en varias escuelas militares antes de formar parte del batallón aeronaval de su padre. Contrajo matrimonio en 1913 con la que era su novia desde la adolescencia, Margarete Goerne (a quien llamaba Gretel) y tuvieron dos hijos. Sus profesores lo describían como un niño extremadamente serio y grave y predecían que este hecho le traería problemas en el futuro.[4]

En la Primera Guerra Mundial sirvió como oficial de señales en la retaguardia. En este puesto pudo observar en forma global las condiciones de un campo de batalla. A menudo, Guderian se mostró en desacuerdo con las estrategias tácticas de sus superiores, por lo que fue transferido al cuerpo de inteligencia del ejército, donde se especializó en telecomunicaciones.

Tras la guerra, Guderian se incorporó a la Reichswehr, restringida a 100 000 hombres por el Tratado de Versalles, donde reclutaban a los mejores ex-oficiales y soldados de la Alemania vencida. Fue comandante de la compañía del 10 .º batallón de Cazadores (Jäger) y trasladado al Báltico como oficial de Fronteras, más tarde a Silesia.[5]

En 1927, fue ascendido a mayor y transferido al grupo Truppenamt para el transporte del Ejército, siendo nombrado Inspector General. En 1929, fue destinado como adjunto militar a Suecia en calidad de Inspector de Transportes, donde aprovechó para fraternizar con la oficialidad rusa que probaba armamento blindado en Kazán. A raíz de esta reunión, Guderian afirmó en una de sus obras posteriores:[6]

En 1931 fue ascendido a Teniente Coronel, y en 1933 a Coronel, aunque siguió escribiendo artículos sobre tanques y guerra motorizada, y ayudó a resolver problemas de diseño de los primeros tanques. Tuvo en su contra al general Ludwig Beck quien apostaba por el uso de la caballería blindada al estilo tradicional.[5]

En 1934, Guderian, gracias a su cercanía con el general Werner von Blomberg recibió la visita de Hermann Göring y Hitler en Kummersdorf, cuando Hitler ya estaba en el poder. En un campo de maniobras donde se ensayaban tácticas de blindados, Hitler quedó muy impresionado con la exposición y a sugerencia de Guderian, y se pronunció de la siguiente manera: "Esto es lo que necesito, esto era lo que estaba buscando", Hitler autorizó la creación de tres regimientos Panzer.

Gracias a este apoyo fundamental, Guderian impulsó el salto a la modernización del arma blindada, rompiendo los esquemas clásicos de la asociación de la infantería y los tanques. Esta unión se llamaría Panzertruppe. No obstante, habría una resistencia soterrada a Guderian desde el mismo OKW para realizar su labor modernizadora debido a que su visión no era compartida por algunos generales tales como Ludwig Beck y otros.

Desde entonces Guderian gozó del especial aprecio del líder alemán y en menos de un año y medio ostentaba el grado de teniente general y fue nombrado comandante a cargo del 2.º cuerpo panzer.[7]

Entre 1936 y 1937 publicó su manual de estrategia militar de blindados, su célebre obra: Achtung-Panzer!.

En 1939, cuando Guderian estaba en Brest-Litovsk, tuvo oportunidad de compartir con la oficialidad soviética y se enteró de las estrategias de blindados usadas por los soviéticos en la Batalla de Jaljin Gol y pudo compenetrarse en las tácticas rápidas aplicadas sobre la base de las "Instrucciones de Combate Profundo de 1935" del general Mijaíl Tujachevsky, que le servirían para reformar con urgencia las estrategias de la Wehrmacht en el concepto del Blitzkrieg en las academias de guerra.

Guderian participó en el Anschluss (anexión) de Austria y en la Invasión de Checoslovaquia y fue ascendido a coronel general (General-Oberst) de las tropas mecanizadas rápidas.

Durante la Segunda Guerra Mundial fue comandante del XIX Cuerpo de Ejército en Polonia, Guderian primero se desempeñó como comandante del Cuerpo XIX en la invasión de Polonia donde tuvo oportunidad de demostrar el concepto de guerra relámpago realizando profundos avances en la dirección de Brest-Litovsk. Las fuerzas de Guderian cercaron el 4 de septiembre en un bosque cerca de Świecie a poderosas y tenaces fuerzas polacas capturando a miles de prisioneros y destruyendo gran cantidad de artillería. Hitler, junto a Himmler y el comandante Erwin Rommel le visitaron el 5 de septiembre en el mismo campo de batalla. Al ver la artillería polaca destrozada y humeante en el campo de batalla, Hitler exclamó:[8]

Sus superiores como von Kluge (quien sentía una profunda animadversión por Guderian a causa de su carácter rebelde) se empeñaron en que a Guderian se le confinara en un cuartel con mapas y ayudantes de comunicaciones; no obstante el porfió y se las arregló para permanecer en el frente, en primera línea junto a sus hombres ya que consideraba que su liderazgo visible ayudaba a la moral y, además, podía conocer de primera mano la situación táctica de su agrupación y la de su enemigo. Guderian dirigió personalmente las fuerzas alemanas durante la Batalla de Wizna y la Batalla de Kobryn y el 2.º Grupo Panzer en la campaña de Francia.

Durante la Ocupación de Francia, Guderian tuvo constantes roces con el volátil mariscal Günther von Kluge quien intentaba detener a su impetuoso y temperamental subordinado ya que cada vez que se le conminaba a frenar su avance hacia la costa, empujando a los belgas y franceses, cortando de este modo su línea de suministros, Guderian solo contestaba que estaba en una operación de reconocimiento nada más, cuando en realidad presionaba el retroceso del enemigo arrinconándolos en la costa de Dunkerque. Hitler mismo tuvo que darle la orden de no destruir a los remanentes aliados en las cabezas de playas de Dunkerque dándoles la posibilidad de escapar a través del mar. Guderian por estas acciones fue condecorado con la Cruz de Caballero y las Hojas de Roble de la Cruz de Hierro muy a pesar del mariscal Gunther von Kluge.

Dirigió el 2.º Grupo Panzer en la Operación Barbarroja y desde el 5 de octubre de 1941 el II Ejército Panzer, cuyos carros llevaban la letra G, capturando en tiempo récord la ciudad de Smolensk. Guderian ganó fama como uno de los generales alemanes más proactivos de Hitler, realizando profundos avances en la fase inicial de la campaña; debido a esto se le llamó Der schnelle Heinz (El rápido Heinz). Dirigió sus tanques en territorio enemigo en dirección a Viazma-Kiev-Tula-Moscú en preparación para la toma de Moscú.

Estando a punto de iniciar el avance por el sur hacía Moscú e iniciar la Operación Tifón, el 15 de agosto recibe órdenes del General Hermann Hoth por instrucción de Hitler y se le ordena marchar con parte del 2.º Grupo Panzer para tomar la dirección de Kiev para apoyar al 2.º Ejército en la destrucción del Ejército del Mariscal Semyon Budyonny (lo que sería el más grave error estratégico del Frente Oriental según opinó el general Franz Halder y se conoce en la historia como La decisión Lötzen). Guderian protestó ante los comandantes de Grupos de Ejército por esta orden ya que los exponía a comenzar una guerra invernal para lo que la Wehrmacht no estaba preparada.[3]​ Guderian viajó el 23 de agosto de 1941 a Rastenburg para conferenciar con Hitler a instancias de que Brauchitsch y Halder instaban para atacar rápidamente Moscú pero no fueron escuchados por Hitler. Sin embargo, la orden ya estaba emitida y un Guderian poco convencido por Hitler no tuvo más opción que acatar y movilizarse lo más rápidamente posible, y lo hizo con la mayor velocidad que podía. De haber convencido a Hitler, Alemania habría ganado cuatro semanas vitales en su objetivo de cercar Moscú y tanto el general Walther von Brauchitsch como el general Franz Halder habrían presentado la renuncia, convirtiendo a Guderian en serio candidato a la Comandancia en jefe del Ejército.[9]​ El avance hacia el sur en dirección de Desna fue lento ya que se enfrentó a fuerzas soviéticas de origen siberiano cuya resistencia era feroz ralentizando su avance y perdiendo un 45% de la infantería (Panzergrenadiers); finalmente el 16 de septiembre Guderian se unió a las fuerzas del general Ewald von Kleist.

Completado el cerco de Kiev, que produjo 600 000 prisioneros, se le devuelve hacia su objetivo inicial, Moscú, con el plan de iniciar avances el 2 de octubre; pero recibe órdenes del mariscal Fedor von Bock de aplazar para reagrupamiento táctico de las fuerzas convergentes hasta el 27 de octubre perdiendo otro precioso tiempo: la ruta a seguir era Smolensk–Moscú en dirección a Tula. Para esa fecha, la verdadera razón del aplazamiento era el detrimento de la logística de mantenimiento, pertrechos y combustible del arma blindada desde Alemania que impide la reconstitución efectiva de las fuerzas del 2.º y 4.º Ejército. Las condiciones climatológicas empeoran con lluvias heladas que transforman el terreno en lodazales. Avanza a fines de octubre y toma el flanco sur desde la bolsa de Viazma, conquista Oriol y nuevamente, por decisión de Hitler, es desviado para conquistar Kursk retrasando el avance; el 6 de octubre conquista Briansk y Guderian se ve enfrentado por primera vez a divisiones de tanques como el mortífero tanque KV-1 y el superior T-34 en Mtsensk quienes le propinan una primera amarga derrota al ser destruidos parte de sus tanques, la intervención del 2.º Ejército salva apenas la situación. Prosigue tomando Tula en dirección hacia el río Oká rebasando el eje de la capital soviética por el sur bajo condiciones climatológicas extremas, ya que el que sería el invierno más crudo en 50 años se había adelantado en al menos dos semanas. Prosigue el rápido Heinz y captura sucesivamente Yefrémov, Dedínovo, Poliania y se acuartela en la finca de Yásnaya Poliana, en la misma casa de León Tolstói, donde está también su tumba en un jardín, completamente llena de explosivos, lista para ser dinamitada, lo cual no sucede.

Sin embargo, el 27 de noviembre, a medida que avanzaba hacia un puente en el río Oká su posición se hizo extremadamente peligrosa por carecer de apoyo de infantería (Panzergrenadiers), siendo muy vulnerable a un ataque de pinzas y a nuevas divisiones de KV-1 y T-34 que diezman al 2.º Grupo Panzer, causándole gran cantidad de bajas. Entre tanto, el invierno ya estaba avanzando, mientras las tropas mecanizadas del 4.º GP Panzer de Hoeppner logran llegar a 42 km de la capital, quedando detenidos por una enconada resistencia rusa. La nieve y el frío extremo (de -20 a -33 ºC) infligieron grandes sufrimientos a los soldados alemanes, a los que se sumó una violenta y desesperada contraofensiva rusa, en la que Stalin se valió de tropas siberianas provenientes de la frontera con Japón, mejor adaptadas al combate en condiciones extremas. Hoeppner ordenó el retroceso, contrariando las órdenes de un iracundo Hitler.

Algunas unidades de infantería alemana del 28.º Regimiento SS lograron alcanzar los arrabales de Moscú y se enfrentaron con un batallón de obreros. Kluge ordenó a Guderian (que en el mapa estaba mejor situado) reforzar estas unidades rebasando por el río Oká desde el sur, pero las fuerzas germanas no pudieron consolidar la cabeza de puente debido a la feroz resistencia proporcionada por tropas siberianas mejor armadas, que le causaron crecidas bajas al 2.º cuerpo mecanizado, mermando sus posibilidades de avance. Guderian ante la inminente aniquilación por el envolvimiento de las fuerzas rusas superiores en número y en armas, desobedece y retrocede sistemáticamente a sabiendas del mariscal von Kluge desde el puente sobre el Oká. Guderian pierde su estatus preferencial ante Hitler bajo las intrigas de von Kluge, quien conspira en su contra haciendo aparecer a Guderian como un insubordinado ante el Führer.

Los alemanes son rechazados y fracasa la toma de Moscú. Esto sucede el 5 de diciembre de 1941.

Se lo destituyó a petición de Günther von Kluge,[5]​ perdiendo su posibilidad de ascenso a Mariscal de Campo (algunas fuentes[10]​ arguyen que a raíz del impasse con Kluge en el frente ruso, Guderian lo desafió a un duelo de honor, siendo el mismo Hitler quien impidió la justa). Heinz Guderian dimitió de la Wehrmacht y se retiró a vivir con su esposa a una granja de 2 000 acres en Deipenhof.

En 1942, el mariscal Erwin Rommel, a raíz de su convalecencia en Alemania, sugiere al OKH que sea Heinz Guderian quien le reemplace en el frente norteafricano, pero su sugerencia fue rechazada de facto. Después de las consecuencias de la Batalla de Stalingrado, a sugerencia de Joseph Goebbels, fue nuevamente llamado al servicio y se le trasladó al Ejército de Reserva como Inspector General del Ejército. Desde el 1 de marzo de 1943 fue Inspector General de las tropas acorazadas a cargo de la modernización del ejército, teniendo buenas relaciones con el ministro Albert Speer. Guderian aportó con la experiencia en el desarrollo del tanque Panzer V Panther como respuesta al tanque ruso T-34 y la implementación de cañones de 75 y 88 mm en todo vehículo blindado capaz de llevarlo.

Guderian se opuso a la ejecución de la Batalla de Kursk intentando convencer al OKW que el empleo de los nuevos tanques Panther, Tiger B y Ferdinand no estaban aún motorizadamente adecuados ni protegidos contra los ataques de la infantería rusa como para poder emplearlos en una batalla de magnitud tan vital para el futuro de Alemania en dicha saliente. Hitler desatendió las sugerencias de Guderian y los resultados de la batalla dieron la razón a Guderian.

Heinz Guderian durante la época de su salida de la Wehrmacht fue indagado sobre sus opiniones acerca de la forma en que se llevaba a cabo la guerra por Carl Friedrich Goerdeler y Erich Fellgiebel, para poder implicarle en su plan contra el gobierno de Hitler. Así, Guderian no se implicó abiertamente aduciendo que el asesinato del líder no encajaba en su juramento de lealtad militar y rechazó la insinuación; pero al igual que Kluge, no cometió delación ante esta develación.[11]

El día del atentado, Guderian se retiró a un largo paseo por sus tierras en Diepenhof aislándose de las comunicaciones con el ejército. Una de las unidades de la Wehrmacht bajo su mando directo ejecutó y llevó a cabo el Plan Walkiria y no obedecieron órdenes del coronel progobiernista Otto Ernst Remer lo que casi llevó a un enfrentamiento entre estas fuerzas y las de Remer en la Fehrbelliner Platz, lo que hizo pensar a los leales del gobierno de Hitler que Guderian podía ser un implicado; pero finalmente Guderian, avisado a tiempo por un jinete del atentado (y de que el Führer vivía), tomó férreamente el mando de sus unidades en Berlín, realizando una potente señal de lealtad.

Después del Atentado del 20 de julio de 1944 contra Hitler, realiza una ocupación de Berlín con sus tanques desalentando definitivamente el Putsch contra Hitler siendo nombrado como Jefe del Estado Mayor General del Ejército (Chef des Generalstabs des Heeres) del OKH en reemplazo de Kurt Zeitzler a quien Hitler no le tenía en su podio de confianza. Cinco días tras el atentado sobre Hitler y ya en su nueva función, Guderian se dirigía a los oficiales del Estado Mayor del Ejército mediante un escrito con gran carga política y donde se refleja claramente su posición ante el atentado.[12]

Formó con Gerd von Rundstedt y Wilhelm Keitel, el Tribunal de Honor del Ejército, expulsando a varios militares sospechosos de ser opositores a Hitler para luego ser entregados al Volksgerichtshof (Corte del Pueblo), a cargo del infame juez Roland Freisler y también intentó sin éxito expulsar del ejército a von Kluge, quien se suicidaría semanas más tarde. No obstante, utiliza su influencia para gestionar la salida de varios familiares de militares cercanos apresados involucrados en el Putsch de julio de 1944, salvándoles de una muerte segura a manos de las SS.

En agosto de 1944, se produce el Alzamiento de Varsovia: insurgentes polacos liderados por Tadeusz Komorowski se sublevan contra los alemanes cortando la línea de suministros del frente alemán bajo el mando de Heinz Guderian que retenía el avance ruso; algunas unidades de la Wehrmacht bajo el mando de Guderian se sumaron a las acciones antipartisanas de las SS dirigidas por el cruento coronel SS Heinz Reinefarth quien estaba bajo el mando de Erich von dem Bach-Zelewski en la sofocación del levantamiento de los polacos del Armia Krajowa. Guderian en sus memorias Recuerdos de un soldado, indica que intentó mitigar las crueles acciones de las SS en Varsovia, en especial en tratar de aplicar la calidad de prisioneros de guerra a los sobrevivientes capturados, pero no tuvo el éxito esperado con las SS.[13]​ Hitler dio la orden de reducir a escombros Varsovia pero Zelewski ignoró soterradamente la orden a sugerencia de Guderian (de todos modos se demolieron manzanas completas y se incendiaron edificios para dar testimonio del cumplimiento de la orden).

En marzo de 1945 gestiona la salida de Himmler como Comandante de los ejércitos del Vístula, detiene a los rusos frente a Varsovia proporcionándoles una derrota transitoria; pero sostiene irreconciliables puntos de vista militares con Hitler respecto a la preparación de la Defensa de la Prusia Oriental y de Berlín, donde salvo algunas sonadas victorias locales, pero sin mayor peso en el contexto, no se logra detener el avance ruso, sosteniendo una acalorada discusión con el mismo Hitler acerca del frente de Küstrin y es nuevamente destituido por un iracundo Führer el 28 de marzo de 1945, dándose como excusa motivos de salud. Es reemplazado por el general Hans Krebs quien a la postre sería el último Jefe de Estado Mayor.

En los juicios de Núremberg, ante la pregunta del fiscal acerca de la participación de la Wehrmacht en las atrocidades contra los pueblos conquistados, declaró que era consciente de que tras las líneas ocurrían cosas con las cuales no estaba de acuerdo y que incluso cuando personal a su cargo incurrió en este tipo de comportamiento, dio orden de ejecutarlos en una oportunidad.[14]​ Asimismo cuando llegó la Orden de los Comisarios (Orden N.º 44822), Guderian no hizo llegar esta orden a su tropa para mantener la disciplina.

Finalmente fue declarado inocente de los crímenes de guerra cometidos por el régimen nazi, al considerarse que su comportamiento fue estrictamente el de un soldado profesional, muy a pesar de las peticiones de los rusos y polacos quienes lo requerían para enjuiciarlo. Finalmente fue liberado en 1948.[5]

Guderian murió en Schwangau, cerca de Füssen, en Algovia (Baviera meridional), el 14 de mayo de 1954.

De carácter audaz, honesto y leal, más bien introvertido frente a sus pares o superiores, líder innato de autoridad y ascendiente innegable sobre su tropa, de temperamento fuerte y genio iracundo cuando creía tener la razón y se lo contrariaba; no obstante, era muy cálido y afectuoso con sus subordinados, lo que le valió el respeto y lealtad de quienes lo rodeaban. Alfred Jodl y Kluge lo consideraban insubordinado en ocasiones, pero valeroso como militar táctico. Albert Speer apreció la fuerte voluntad personal de Guderian; pero lo consideraba colérico de carácter. En general, fue muy apreciado por los cercanos de Hitler, Nicolaus von Below, Albert Speer y por Rudolf Schmundt e incluso Himmler; pero también tuvo por detractores y enemigos internos a sus superiores directos (en el frente oriental), Gunther von Kluge y Franz Halder, roces que le costaron su ascenso a Mariscal.

Guderian además era apreciado por la tropa por estar en cuerpo presente, al frente en la lucha más intensa en el terreno y no en un cuartel entre mapas y teléfonos. Sus superiores, a pesar de su temperamento, veían en él a un soldado con una excepcional capacidad militar, voluntad de hierro y perspectiva situacional que resolvía sus problemas con acciones inusuales.

La personalidad de Guderian fue fuertemente marcada por el prusianismo que le impuso su padre, Friedrich Guderian, quien fue oficial del batallón Jager n.º 9 del Ejército prusiano imperial en la época de Otto von Bismarck y Helmuth von Moltke.

Sus soldados llegaron a apreciarlo no por su capacidad intuitiva, sino por su claro conocimiento de las posibilidades de la caballería blindada, Guderian sabía cómo sacarle partido a sus máquinas, según el terreno en el que estuviesen, ya que las conocía al detalle.[7]​ Guderian además era un ávido lector de las publicaciones extranjeras sobre estrategia militar de blindados y además él mismo fue autor de obras sobre dicho tema.

El pensamiento político de Guderian respecto del nazismo fue más bien ambivalente, no obstante para él bajo su formación prusiana, Hitler representaba la elección del pueblo alemán y, por tanto, era su caudillo natural, al cual le debía obediencia y lealtad, y lo demostró en muchas ocasiones. Hitler a su vez, lo tenía considerado como un eficaz militar, de probada lealtad como lo demostró en las acciones para abortar el intento de Pustch de Stauffenberg en julio de 1944.

Cuando los civiles polacos se sublevaron contra las tropas alemanas que ocupaban Varsovia y la rebelión fue sofocada, las Schutzstaffel (SS) pensaron en darles un escarmiento ejemplar, pero fue Guderian quien se interpuso y ordenó que los prisioneros sobrevivientes no fueran fusilados, sentando diferencia con las pautas operativas más empleadas por Heinrich Himmler o Hermann Wilhelm Göring.

Guderian acuñó varias frases célebres[15]

(cuando se indicaba por radio que los tanques debían llegar hasta el final en una carga).

(a raíz de los roces con el mariscal Kluge en Francia).

Guderian escribió varios libros, entre ellos Achtung-Panzer!, sobre la guerra con tanques, en 1937. En este libro, Guderian hace una profética afirmación: «podemos afirmar que Rusia dispone no sólo del ejército más importante de la Tierra, sino incluso de la mayor fuerza aérea (...) Existen materias primas, y se ha creado una impresionante industria armamentística en la profundidad inaccesible de este gigantesco imperio. Los tiempos en los que los rusos no le veían mucho sentido a la técnica pertenecen al pasado. Tenemos que prever que aprenderá a dominar y a construir su propia maquinaria, y que a raíz de estos cambios de mentalidad del hombre ruso, los problemas del Este adquieran para nosotros unos matices distintos, mucho más serios de los que se habían detectado hasta ahora en toda la Historia».[16]

También tradujo antes de la guerra libros de J.F.C. Fuller y de B.H. Liddell Hart, ambos eminentes teóricos de la guerra moderna, e incluso tradujo al alemán El ejército del futuro, del entonces ignorado Charles de Gaulle (este libro fue rechazado por el alto mando francés, que consideraba la Línea Maginot como la mejor defensa).

Después de la guerra escribió Recuerdos de un soldado, en el que relata sus operaciones en la Unión Soviética.



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