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Idioma austro-bávaro



Indoeuropea
  Germánica
    Occidental
      Alto alemán
        Alto alemán superior

El idioma bávaro o austro-bávaro (BAR, en austro-bávaro Boarisch, pronunciación: /bɔɑrɪʃ/) es una lengua germánica que se habla sobre todo en Austria, Baviera y en la provincia autónoma italiana de Tirol del Sur. Se trata de un grupo de variantes del alto alemán. Aunque su clasificación como lengua aparte o como dialecto del alemán es discutida, el bávaro es difícil de entender para los hablantes del alemán estándar o para quienes han aprendido el alemán estándar como lengua extranjera. Posee una pronunciación, un vocabulario y una gramática diferenciados del alemán estándar. Debido a que no es lengua oficial ni en Austria ni en Baviera, no existe una ortografía estandarizada y, además, está sometido a una fuerte influencia tanto del alemán estándar como del alemán austríaco estándar. El austro-bávaro es hablado por unos doce millones de personas, la gran mayoría de las cuales es capaz de emplear el alemán estándar, especialmente en la lengua escrita.

En bávaro no hay un nombre exclusivo para el propio idioma. Se usan los nombres bayrisch o boarisch (bávaro) con referencia al estado federal de Baviera, österreichisch (austríaco) con referencia a Austria, bairisch-österreichisch (austrobávaro) con referencia a ambos o simplemente daidsch, que es el nombre del alemán en pronunciación bávara. Muchas veces se usa también el nombre de un dialecto distinto del bávaro, como por ejemplo el tirolés o el carintio. En la lingüística alemana se usa la palabra bairisch, escrito no con y sino con i, para distinguirlo del dialecto del bávaro que se habla en Baviera y también para incluir el austríaco. En la lingüística internacional se usa el código ISO/DIS 639-3: bar o el nombre inglés: bavarian. En las lenguas latinas se podrían formar los términos bávaro, bavárico, bavariano y bavarés, aunque ninguno de ellos tiene definición clara ni difusión mayoritaria. El término bávaro que se emplea en este artículo deriva del nombre en latín de la región, Bavaria, poblada por la tribu germánica de los baiuvari desde el fin del Imperio romano.

Aproximadamente doce millones de personas tienen este idioma como lengua materna. La mayoría de ellas viven en Austria y en el estado federal de Baviera. En Austria todos los dialectos desde el Tirol (oeste) hasta Burgenland (este) son variantes dialectales del bávaro. En el estado federal austríaco de Vorarlberg, que es limítrofe con Suiza, y en Außerfern en el noreste del Tirol se habla un dialecto alemánico. En Alemania el bávaro es hablado en tres distritos del estado federal de Baviera: Alta Baviera, Baja Baviera y Alto Palatinado. En el norte de Baviera se hablan dialectos francones y en el distrito de Suabia también se habla un dialecto alemánico. En Italia se habla una variedad del bávaro en la región alpina de Tirol del Sur y también en pequeñas aldeas de Trentino y Friul. En la comuna suiza de Samnaun, al no tener conexión viaria con el resto del país hasta el año 1905, también se estableció el bávaro como lengua de uso común.

El número de personas que conocen el bávaro es difícil de estimar con bastante precisión, porque no todas ellas lo tienen como primera lengua. Una proporción indeterminada habla el alemán estándar como idioma principal y solamente tiene una competencia pasiva en bávaro. Entre los hablantes del bávaro también se cuentan minorías con otras lenguas maternas. La mayoría de los hablantes son inmigrantes de primera o segunda generación.

En total se pueden estimar las siguientes cifras[cita requerida]:

¹ Pequeñas minorías en la República Checa, Eslovaquia, Hungría, Eslovenia, Rumanía y Ucrania.
² Sobre todo en el resto de Alemania y en Bélgica, Francia, España e Inglaterra.
³ Sobre todo en los EE. UU., Canadá, Brasil, Argentina, Perú y Australia.

Los tres principales grupos dialectales en el bávaro son:

Las diferencias son claramente perceptibles dentro de esos tres subgrupos, los cuales en Austria coinciden con las fronteras de sus estados. Por ejemplo, los acentos de Carintia, Estiria y Tirol pueden ser fácilmente reconocibles. También hay una diferencia marcada entre el bávaro central oriental y occidental, aproximadamente coincidiendo con la frontera entre Austria y Baviera. Además, el dialecto de Viena tiene algunas características que lo distinguen de otros dialectos. En Viena, menor pero reconocible, las variaciones caracterizan los distintos distritos de la ciudad. La variedad que se habla en el Tirol del Sur ha asimilado muchas palabras del italiano, especialmente en el campo de los términos administrativos y los alimentos.

Asimismo, hay variantes del austro-bávaro que pueden ser consideradas como lenguas diferenciadas:

Existe un debate lingüístico acerca de la entidad del bávaro. Hay quien lo clasifica como uno de los varios dialectos del alemán [cita requerida] y hay quien lo considera propiamente una lengua [cita requerida]. Existen bastantes argumentos tanto a favor como en contra de ambas posturas. Frecuentemente la opción preferida se basa en gran medida en las opiniones personales de los protagonistas de este debate, pudiendo considerarse que existe un continuum dialectal bávaro que forma parte del continuum dialectal del grupo alemán.

El bávaro tiene muchas peculiaridades que lo diferencian del alemán estándar, tanto en el vocabulario como en la gramática. Las diferencias son tantas que los germanohablantes no familiarizados con el bávaro encuentran problemas en entenderlo. En los programas de televisión emitidos para toda Alemania las entrevistas con bávaro-hablantes son a veces subtituladas para que el público del norte del país pueda entenderlas.

Históricamente las diferencias son consecuencia de cinco factores:

También existen argumentos a favor de la teoría que considera el bávaro un dialecto del alemán, principalmente:

Al contrario de lo que ocurre en la mayoría de los lugares en que hoy se hablan lenguas germánicas, el bávaro es hablado en regiones que en la Antigüedad eran provincias del Imperio romano. Los pueblos germánicos que atravesaron el limes y conquistaron diversas partes del imperio, como los godos (Italia e Hispania), los vándalos (Hispania y África), los suevos (Gallaecia y Lusitania) y los francos (Galia), se asimilaron bastante rápido a la población latino hablante y solamente han quedado algunos vestigios de sus idiomas en las modernas lenguas latinas. Los germanos que permanecieron fuera de los límites del imperio conservaron sus idiomas, de los que proceden las actuales lenguas escandinavas, el alemán, el neerlandés y el inglés.

En las antiguas provincias alpinas del imperio fue un poco diferente:

Durante la época romana las provincias de Recia, Nórico y Panonia fueron pobladas por una mezcla de pueblos célticos e ilíricos que habían tomado como primera lengua el latín o un dialecto del latín influido por los idiomas indígenas. Este proceso de asimilación fue relativamente rápido porque el imperio tenía una presencia militar bastante importante en la frontera del Danubio. Después del año 260 d. C. los Alamanes cruzaron el limes del Danubio y poblaron la provincia de Recia. Otros grupos germánicos aparecieron al norte del Danubio intentando también cruzar la frontera. Sin embargo las legiones romanas pudieron defender la frontera hasta el fin del siglo V. Al fin del imperio fuerzas bárbaras amenazaban a la propia Península Italiana, especialmente los visigodos que venían de los Balcanes, y en el año 476 d. C. Roma decidió retirar sus legiones del Danubio para defender la metrópolis. Una parte considerable de la población civil también fue evacuada al norte de Italia. Una leyenda dice que los venecianos en parte son descendientes de estos fugitivos.

Esta decisión de los romanos dejó las provincias al norte de los Alpes indefensas y numerosos grupos pertenecientes a diversas tribus cruzaron el Danubio para poblar estas regiones. Gracias a la arqueología se sabe que grupos alemánicos y lombardos se establecieron en las regiones al Sur del río. Los visigodos y los ostrogodos solamente cruzaron la región alpina en su extremo más meridional en su camino desde los Balcanes para conquistar Italia. La gran mayoría de los lombardos continuó su migración y conquistó el Norte de Italia, donde hoy la región de Lombardía lleva su nombre.

Allí los lombardos se mezclaron con la parte de la población de habla latina que había permanecido en el lugar y con una cantidad desconocida de otros grupos que aparecieron desde el Este. Entre estos posiblemente se contaban grupos de ostrogodos y lombardos que no continuaron su migración hacia la Península Itálica, parte del pueblo no indoeuropeo de los Ávaros, que procedían de Asia Central y también eslavos desde el siglo VI.

El origen de la lengua bávara es la tribu germánica de los bayuvaros. Pero sucede que en ninguna fuente primaria del Imperio romano tenemos una mención de una tribu con el nombre de bayuvaros (o 'Baiuvirii' en latín). De los textos del Imperio romano que han llegado hasta nuestros días sabemos mucho sobre los variados grupos germánicos a los que los romanos tenían como vecinos al otro lado del limes o frontera, con los que comerciaban y a veces estaban en guerra. Ya desde la época de Julio César existen bastantes textos romanos que describen las tribus germánicas que vivían al otro lado del Rin y del Danubio. Conocemos sus nombres, sus costumbres y las relaciones de los distintos grupos con el imperio. Incluso San Severino de Nórico, un misionero romano que vivió en esta región en las postrimerías del Imperio romano y murió en el año 482, no menciona a los bayuvaros en sus escrituras.

La mención más antigua que se conoce de una tribu bávara no aparece hasta aproximadamente el año 600, y está en un texto del poeta Venantius Fortunatus, italiano de Treviso, donde cuenta su viaje de Italia a Francia cruzando los Alpes. En él dejó escrito que alrededor del río Lech (en Baviera) vivían los bayuvaros. Existe otra fuente primaria más antigua que menciona a los bayuvaros: la crónica de los pueblos godos escrita por Jordanes De origine actibusque Getarum. Este historiador escribió su 'Gética' antes del año 552, copiando una versión más antigua de la historia de los godos (Historia Gothorum), obra de Casiodoro, que no ha llegado hasta nuestros días. Pero en el texto de Jordanes solamente hay fragmentos que son confusos y muchos historiadores dudan que se correspondan con lo que escribió Casiodoro.

Junto con descubrimientos arqueológicos esas fuentes primarias respaldan la teoría actualmente más extendida, según la cual la tribu de los bayuvares se desarrolló entre los años 500 y 600 d. C. a partir de una mezcla de varios grupos germánicos, sobre todo lombardos que no migraron a Italia y alamanes, con la población celto-romana que permaneció en la región alpina y pequeños núcleos de otros grupos, como eslavos, ostrogodos y ávaros, un pueblo no-indoeuropeo procedente de Asia Central. Esta mezcla de tribus germánicas, sobre todo lombardos y alamanes, con la población céltico-romana e influencias de eslavos y ávaros resultó en la etnogénesis de la tribu de los bayuvares.

Al contrario de otras provincias anteriores del imperio romano como Hispania, Galia o la Italia misma, estos germanos no adoptaron la lengua romana, sino que desarrollaron un nuevo idioma germánico, si bien núcleos de romano-hablantes permanecieron en la zona alpina hasta el fin de la Edad Media. En Suiza y el norte de Italia todavía existen los pequeños idiomas latinos que constituyen el retorrománico, el ladino y el friulano. Parece que en la región al norte de los Alpes y al sur del Danubio los grupos germánicos eran más numerosos que en Italia, Hispania o Galia. También el número de latinohablantes que permanecía en la región descendió a causa de la orden de evacuación a Italia que se dio en el año 488 (migración que estaría formada por la clase alta romana, los militares y los funcionarios del Imperio, que habrían obedecido en su mayoría esta orden).

Sin embargo, gran cantidad de palabras latinas que no existen en alemán estándar permanecieron en el bávaro. Así, es fácil encontrar términos procedentes del latín vulgar, como "Semmel" o "Sömmi" de lat.: semilia (pan de harina blanca) para un panecillo. También abundan en la región los topónimos procedentes del latín, como las ciudades de Bregenz (Brigantia), Ratisbona (Castra Regina), Passau (Castra Batavia), Wels (Ovilava), Linz (Lentia), Viena (Vindobona) o pueblos más pequeños como Gampern (Campo) y Ischgl (retorrománico: Yscla =isla). Otros vocablos latinos han llegado al bávaro por un influjo posterior desde el italiano o el francés.

Por estas causas históricas existen en el bávaro muchos términos procedentes del latín especialmente para nombres de frutas, legumbres y otros términos relacionados con la agricultura, la construcción, léxico militar, donde el bávaro usa palabras latinas y el alemán estándar muchas veces emplea palabras de origen germánico.

En el bávaro también existe una influencia considerable de las lenguas eslavas, por un lado porque tiene lenguas eslavas como el checo y el eslovenio como vecinos, por otro lado porque también hubo un substrato lingüístico eslavo, especialmente en el este de Austria y el nordeste de Baviera. Durante la época de la etnogenesis de los bayuvares (siglo VI y VII) la parte este de Austria estaba poblada por una población eslava. Los bayuvares extendían su territorio al este y los eslavos asumieron la lengua bávara. Pero ese proceso duraba varias generaciones y esos eslavos influenciaron los dialectos de Baja Austria, Viena, Burgenland, Estiria y sobre todo Carintia y muchas palabras eslavas se integrarón en el vocabulario bávaro.

En Baviera y el oeste de Austria esa influencia no fue tan importante y las palabras eslavas en esas regiones son más recientes y vienen sobre todo del checo por causa de vecindad. Lingüísticamente eso no se llama substrato sino adstrato.

Ejemplos de palabras bávaras con origen eslavo son (hay muchísimos más):

El bávaro también tiene en su vocabulario influencia del yidis, el idioma germánico de los judíos europeos. Esta influencia es especialmente observable en los dialectos del bávaro del este de Austria, sobre todo en Viena. Allí bastantes palabras procedentes del yidis son comunes en la lengua hablada y a veces también en la escrita. Esta influencia resulta de la convivencia que existía con población judía en la Edad Media, hasta que alrededor del año 1420 los judíos fueron expulsados de la región que actualmente es Austria. Estos judíos no emigraron muy lejos: muchos de ellos se quedaron en las regiones de Bohemia, Moravia y Hungría, que también estaban bajo el control de los Habsburgo. En el siglo XIX, en la época del Imperio austrohúngaro, muchos judíos regresaron a la propia Austria y la influencia del yidis ganó importancia otra vez.

También hay teorías lingüísticas que señalan que el propio yidis guarda muchas similitudes con los dialectos bávaros de Baviera y Austria a causa de la coexistencia de estas lenguas en la Edad Media, similitudes que los judíos expulsados habrían llevado al este de Europa. Algunas formas gramaticales y también parte del vocabulario tienen parecidos con el bávaro. La teoría que el yidis tiene más parentesco con los dialectos bávaros que con otros dialectos alemanes o el antiguo alto alemán medio fue formulada por el lingüista Dovid Katz en el año 2004 (Dovid Katz: Words on fire: the unfinished story of Yiddish, New York: Basic Books, 2004) y actualmente está bajo discusión.

Ejemplos de palabras bávaras con origen en el yidis son:

En la codificación del bávaro hay dos diferentes modelos:

Unos escritores [cita requerida] utilizan la ortografía del alemán estándar y solamente hacen pequeñas modificaciones que corresponden a la pronunciación de Austria y Baviera [cita requerida]. Esa forma de escribir es muy común porque casi todos bávaro-hablantes saben la ortografía del alemán ya que es la única lengua de enseñanza en la escuela. La desventaja de esa ortografía es que no representa la fonología bávara en su totalidad y los extranjeros, como los hispanohablantes, tienen que aprender la ortografía del alemán antes de poder leer un texto en bávaro.

Ej.: Wie geht's da denn heut? (fonético: Wia ged s da den haid?; = esp.: ¿Cómo te va hoy?)

Otros escritores [cita requerida] prefieren utilizar una ortografía totalmente fonética con el alfabeto latino como base y algunas letras suplementarias que no existen en latín. Ese modelo es considerado más radical por la mayoría de los lingüistas germánicos, pero tiene la ventaja de representar la pronunciación bávara y facilita el leer y escribir para personas que no saben el alemán estándar.

Las siguientes letras suplementarias son necesarias para escribir bávaro en forma fonética. Como el portugués o el francés, el bávaro tiene la tendencia de nasalizar las (n) y (m) al final de sílabas y al final de las palabras y por eso se presentan varias vocales nasales. Hay otra letra suplementaria que no existe en alemán estándar y que es muy importante para el bávaro, porque es sumamente utilizada. Es la letra "å" que corresponde a la vocal "o" en la forma en que la pronuncian las lenguas latinas.

En la grafía bávara no se indica la acentuación de palabras con acentos. La letra "é" no indica acentuación sino que es utilizada para distinguir las dos diferentes formas de la vocal "e". El acento circunflejo ( ^ ) indica la nasalización de vocales. Esto implica que los extranjeros que quieren aprenden el bávaro tienen que memorizar la acentuación de las palabras de esta lengua.

* Usados comúnmente en los dialectos más septentrionales de Baviera.

Los pronombres posesivos Deina y Seina se declinan de la misma manera. A menudo, nige es añadido al nominativo para formar la forma adjetiva del pronombre posesivo, como mei(nige), dei(nige).

Como los pronombres posesivos mencionados arriba, los pronombres indefinidos koana ("ninguno") and oana ("uno") se declinan de la misma forma.

Hay también el pronombre indefinido ebba ("alguien") con su forma impersonal ebbs ("algo"). Es declinado de la siguiente manera:

Los pronombres interrogativos wea ("quién") and wås ("qué") son declinados de la misma manera que el pronombre indefinido ebba es declinado.

El idioma bávaro ni es lengua oficial ni lengua regional reconocida ni en Alemania ni en Austria. Tampoco es reconocido por la carta europea de lenguas regionales o minoritarias (ECRML). Solamente dos pequeñas variantes del bávaro tienen estatus de lenguas minoritarias en Italia. Son la lengua cimbra en la Provincia autónoma de Trento y el tischlbongarisch en la región autónoma de Friul-Venecia Julia.



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