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Independencia de Puerto Rico



El movimiento independentista de Puerto Rico hace referencia a las diversas iniciativas, a través de la historia de la isla, para obtener la independencia, primero de España y después de los Estados Unidos. El movimiento ha sido representado por docenas de grupos y organizaciones a lo largo de los años, así como por miles de individuos que comparten el interés común por la obtención de la independencia política de Puerto Rico.

Desde inicios del siglo XIX, el movimiento independentista en Puerto Rico ha utilizado tanto métodos pacíficos y políticos, como acercamientos violentos y revolucionarios para la promoción de sus objetivos. Desde mediados del siglo XIX, varios movimientos políticos organizados han luchado por la independencia de la isla. Un espectro de sentimientos y partidos políticos autonomistas, nacionalistas e independentistas han existido en la isla.

El movimiento de independencia no ha atraído un amplio apoyo por la persecución histórica, y el soporte en las votaciones ha disminuido significativamente entre las primeras dos partes del siglo XX. En un referéndum llevado a cabo en 2012, 5.5% de la población votó a favor de la independencia.

Para las Elecciones generales de Puerto Rico de 2020, el Partido Independentista Puertorriqueño daría una subida en la cantidad de votos a comparación de años anteriores, pasando del 2% en 2016, al 14% en 2020, significando el porcentaje más alto en tal partido en unas elecciones generales desde la década de 1950.

[1][2]

Algunos movimientos modernos independentistas de Puerto Rico han proclamado su conexión con la rebelión taína de 1511, encabezada por Agüeybaná II. En esta revuelta, Agüeybaná II, el cacique más poderoso de su tiempo, junto con Urayoán, cacique de Añasco, organizaron una revuelta en 1511 en contra de los españoles en el sur y oeste de la isla. A este se le unió Guarionex, cacique de Utado, quien atacó el pueblo de Sotomayor (Aguada) y asesinó a 80 españoles colonialistas.[3]​ Juan Ponce de León dirigió a los españoles en una serie de ofensivas que culminaron en la Batalla de Yagüecas.[4]​ La gente de Agüeybaná II, quienes se encontraban armados sólo con lanzas, arcos y flechas, no eran rival contra los arcabuces y mosquetes de las fuerzas españolas, y Agüeybaná II fue disparado y asesinado en la batalla.[5]​ La revuelta siguió en el este de la isla bajo la jefatura del cacique Humacao hasta el 1518. Muchos taínos huyeron a las islas de las Antillas Menores y desde ahí, junto a los caribes, atacaron a Puerto Rico hasta el año 1535, cuando bajo considerablemente la población taína y de caribes.[6][7]

Diversas revueltas ocurrieron durante el siglo XIX en contra de los gobernantes españoles por parte de los nativos o criollos. Estas incluyeron la conspiración de San Germán en 1809,[8]​, la conspiración de los hermanos Vizcarrondo en Carolina (1835) y los levantamientos de gente en Camuy (Estrellada de Camuy, 1870), la Intentona de Yaúco (1897), San Germán y Sabana Grande en 1898, además de la insurrección de Ciales el 13 de agosto de 1898.[9]

Muchos puertorriqueños se encontraron inspirados por los ideales de Simón Bolívar para liberar América Latina del colonialismo español. Bolívar buscó la creación de una federación de naciones latinoamericanas, la cual incluía a Puerto Rico y a Cuba. El general Antonio Valero de Bernabé, también conocido como "El Liberador de Puerto Rico", luchó por la independencia de América del Sur junto con Bolívar; éste también buscaba un Puerto Rico independiente.

María de las Mercedes Barbudo, la primera mujer puertorriqueña independentista, unió fuerzas con la Gran Colombia, bajo el liderazgo de Simón Bolívar, para llevar a cabo una insurrección en contra de las fuerzas colonialistas españolas en Puerto Rico.[10][11]

Las fuerzas de ocupación españolas fueron objeto de más de treinta conspiraciones. Algunas, como el levantamiento de Lares, las revueltas de 1897 y las sociedades secretas de finales del siglo XIX, se convirtieron en rebeliones populares. Las revueltas más populares, sin embargo, fueron las del Grito de Lares en 1868, y la Intentona de Yauco en 1897.

En 1868, el Grito de Lares tuvo lugar. En este, revolucionarios ocuparon el pueblo de Lares y declararon la República de Puerto Rico. Ramón Emeterio Betances fue el líder de esta revuelta. Anteriormente, Segundo Ruiz Belvis y Betances habían fundado el Comité Revolucionario de Puerto Rico desde el exilio en la República Dominicana. Betances fue autor de diversas proclamas o declaraciones atacando la explotación de puertorriqueños por el sistema colonial español, haciendo un llamado inmediato a la insurrección. Estas declaraciones circularon rápidamente por la isla, de forma que grupos disidentes comenzaron a organizarse.

Muchos de los disidentes fueron criollos (nacidos en la isla). El estado crítico de la economía, junto con la creciente represión impuesta por los españoles, sirvieron como catalizadores para la rebelión. Los fuertes del movimiento fueron pueblos localizados en las montañas y al oeste de la isla. Los rebeldes saquearon las tiendas y oficinas propiedad de los peninsulares (hijos de españoles) y tomaron el ayuntamiento. Mercaderes españoles y autoridades del gobierno consideraron a los rebeldes como enemigos de la patria, tomándolos como prisioneros. Los revolucionarios entraron así a la iglesia del pueblo y posicionaron la bandera revolucionaria en el Alto Altar, en significación de que la revolución había iniciado.[12]​ La República de Puerto Rico fue proclamada y Francisco Ramírez Medina fue declarado como su presidente interino. Los revolucionarios ofrecieron de inmediato la libertad a cualquier esclavo que se les uniera.

Tras expandirse al siguiente pueblo, San Sebastián del Pepino, los revolucionarios del Grito de Lares se encontraron con fuerte resistencia por parte de la milicia española. Se libró en este pueblo la Batalla del Pepino, cuyo resultado final fue el reroceso del ejército revolucionario a Lares. Como ordenado por el gobernador Julián Pava, la milicia española acorraló a los rebeldes y rápidamente llevó a la insurrección a su fin. Cerca de 475 rebeldes fueron hechos prisioneros y la corte militar les impuso, a todos ellos, una pena de muerte por traición y sedición. Sin embargo, en Madrid, Eugenio María de Hostos y otros puertorriqueños prominentes lograron interceder en el asunto, ocasionando que una amnistía general fuese dictada y que los prisioneros fueran liberados. Betances, Rojas, Lacroiz, Aurelio Méndez y otros fueron enviados al exilio, dando un fin permanente a su revuelta.[13]

En 1896, un grupo de residentes de Yauco, que creían en una independencia total de Puerto Rico, unieron sus fuerzas y llevaron a cabo planes para derrocar al gobierno español de la isla. El grupo se encontraba dirigido por Antonio Mattei Lluberas, un acaudalado dueño de plantaciones de café, y Mateo Mercado. Más tarde, ese mismo año, la Guardia Civil local descubrió sus planes, procediendo a arrestar a todo aquel que estuviese involucrado; sin embargi, estos fueron puestos en libertad rápidamente y regresaron a sus respectivos hogares.[14]

En 1897, Mattei Lluberas viajó a la Ciudad de Nueva York y visitó el Comité Revolucionario de Puerto Rico, el cual consistía, entre otros, del grupo de exiliados de la revuelta del Grito de Lares de 1868. Ahí, estos hicieron planes para un motín en Puerto Rico.[15]​ Lluberas regresó a Puerto Rico con una bandera del país para usarse en dicho motín.[16]​ Sin embargo, el comandante de Yauco, Francisco Lluch Barreras, escuchó los rumores del levantamiento planeado, por lo que pronto notificó al gobernador de la isla. Cuando Fidel Vélez, uno de los líderes separatistas, se enteró del conocimiento de las autoridades españolas de sus planes, llamó a una junta con Mattei Lluberas y otros líderas y, temiendo que todos ellos fuesen encarcelados, Vélez demandó que la insurrección comenzara inmediatamente.[16]

El 24 de marzo de 1897, Fidel Vélez y sus hombres, entre los cuales figuraba José "Águila Blanca" Maldonado Román, marcharon hacia Yauco, planeado atacar los cuarteles de la Guardia Civil en la isla, con el fin de ganar control sobre las armas y municiones que se hallaban almacenadas ahí. Sin embargo, cuando arribaron fueron sorprendidos por las fuerzas españolas, las cuales habían tomado posición y yacían en su espera. El tiroteo comenzó inmediatamente y los rebeldes se retrajeron rápidamente.

El 26 de marzo, otro grupo dirigido por José Nicolás Quiñones Torres y Ramón Torres, intentó combatir a los españoles en un barrio conocido como "Quebradas" de Yauco; sin embargo, esta revuelta también fracasó.[16]​ Cerca de 150 rebeldes fueron arrestados, acusados de diversos crímenes en contra del Estado, siendo enviados a prisión en la Ciudad de Ponce. Vélez huyó a Santo Tomás, donde vivió en el exilio, mientras que Mattei Lluberas se marchó al exilio en la Ciudad de Nueva York, uniéndose a un grupo conocido como la "Comisión de Puerto Rico".[17]

Estos ataques fueron conocidos como la Intentona de Yauco. La revuelta, que fue el segundo y más grande intento en contra de los españoles en la isla, fue la primera vez en que la bandera de Puerto Rico fue utilizada en tierra puertorriqueña.[18][19]

Después de cuatrocientos años de dominio colonial bajo el Imperio español, la isla de Puerto Rico recibió, finalmente, su soberanía en 1897, a través de una Carta de Autonomía. Esta Carta de Autonomía fue firmada por el Presidente del Gobierno español de entonces, Práxedes Mateo Sagasta, y ratificada por las Cortes españolas.[20][21]

Pese a ello, pocos meses después, los Estados Unidos reclamaron su posesión sobre la isla como parte del Tratado de París de 1898, el cual dio fin a la Guerra Hispano-Americana. Esto dio pie a la formación del Partido Nacionalista de Puerto Rico, el cual sostuvo que, en materia de derecho internacional, el Tratado de París no dotaba a los españoles la facultad de "otorgar" lo que ya no se constituía como suyo.[20][22]​ El profesor y activista, Noam Chomsky, también ha argumentado que, después de 1898, "Puerto Rico se convirtió en una plantación para los negocios agrícolas de los Estados Unidos y, posteriormente, en una plataforma para la exportación de corporaciones subsidiadas por este mismo país, así como en su mayor sitio de bases militares y refinerías petroleras."[23]

El movimiento nacionalista fue intensificado por la Masacre de Ponce y la Masacre del Río Piedras, las cuales demostraron la violencia que los Estados Unidos se encontraban dispuestos a utilizar con el fin de mantener su régimen colonial en Puerto Rico.[24]​ Las ganancias generadas por este arreglo unilateral fueron enormes.[25]

Varios años después de dejar su puesto, en 1913, Charles H. Allen, el primer gobernador civil de Puerto Rico, logró llegar a la presidencia de la Compañía Americana de Refinería Azucarera, después de servir como tesorero.[26]​ Este renunció en 1915, pero se mantuvo en su consejo. Ésta fue la refinería azucarera más grande en el mundo[27]​ y luego fue renombrada como la Compañía Azucarera Dominó.[28]​ De acuerdo con el historiador Federico Ribes Tovar, Charles Allen utilizó su cargo como gobernador de Puerto Rico para obtener una participación mayoritaria sobre el total de la economía puertorriqueña.[22][25]

Después de que Puerto Rico fuese invadido durante la Guerra Hispano-Americana en 1898, Manuel Zeno Gandía viajó de Washington D. C. donde, junto con Eugenio María de Hostos, propuso la idea de la independencia para Puerto Rico. Estos se encontraron decepcionados cuando sus ideas fueron rechazadas por el gobierno de los Estados Unidos y la isla fue convertida en un territorio estadounidense. Zeno Gandía regresó a la isla, donde continuó siendo políticamente activo.

Un número de líderes, incluyendo un reconocido intelectual y legislador llamado José de Diego, buscaron independizarse respecto a los Estados Unidos a través del acomodamiento político. El 5 de junio de 1900, el presidente William McKinley llamó a De Diego, junto con Rosendo Matienzo Cintrón, José Celso Barbosa, Manuel Camuñas y Andrés Crosas, a un Gabinete Ejecutivo bajo el control del gobernador Charles H. Allen. El Gabinete Ejecutivo también incluyó a seis miembros americanos.[29]

De Diego renunció a la posición con el fin de perseguir el derecho de la isla para su autogobierno. En 1904, este fungió como cofundador del Partido Unionista, junto con Luis Muñoz Rivera, Rosendo Matienzo Cintrón y Antonio R. Barceló.[30]​ De Diego fue elegido a la Cámara de Delegados, el único cuerpo del gobierno de elección local permitido por los Estados Unidos, el cual De Diego presidió de 1904 a 1917. La Cámara de Delegados fue sujeta al poder de veto del presidente estadounidense y votó, sin éxito, el derecho a la independencia y al autogobierno de la isla, haciendo una petición en contra de la imposición de la ciudadanía estadounidense a los puertorriqueños. Pese a estos fracasos, De Diego fue conocido como el "Padre del movimiento independentista de Puerto Rico."[31]

El recién creado Partido Unionista de Puerto Rico abogó por permitir a los votantes elegir entre opciones no colonialistas, incluyendo la anexión, un protectorado independiente y la autonomía total. Otro partido nuevo, conocido como el Partido de la Independencia de Puerto Rico, emergió, siendo fundado por Rosendo Matienzo Cintrón en 1912, el cual promovió la independencia de la isla. Ese mismo año, Zeno Gandía, Matienzo Cintrón y Luis Lloréns Torres, redactaron un manifiesto en el cual establecieron que era tiempo para que Puerto Rico adquiriera su independencia.[32]​ El Partido de la Independencia fue el primer partido en la historia de la isla en apoyar abiertamente la independencia de los Estados Unidos como parte de su plataforma.[29]

Para 1930, más del 40 por ciento de toda la tierra arable en Puerto Rico había sido convertida en plantaciones de azúcar, propiedad de Azúcar Dominó y de los intereses bancarios de Estados Unidos. Estos sindicatos bancarios también eran dueños del sistema postal insular, las vías ferroviarias de la costa y el puerto internacional de San Juan.[22][25][33]​ Esta apropiación de tierras no se limitó a Puerto Rico. Para 1930, la compañía con base en Estados Unidos, la United Fruit Company, también era dueña de cerca de un millón de acres de tierra en Guatemala, Colombia, Panamá, Nicaragua, Costa Rica, México y Cuba.[34]​ A inicios de 1940, la United Fruit Company se apropió de 50 por ciento de las tierras privadas de Honduras[34]​ y 75 de toda la tierra privada de Guatemala. En Guatemala también era dueña de la mayoría de los caminos, centrales eléctricas y líneas telefónicas, así como también del puerto del Pacífico y de todas las vías ferroviarias.[35]

El gobierno federal de los Estados Unidos apoyó estas explotaciones económicas y proveyó de su apoyo militar cuando fuese necesario. Durante ese tiempo, el presidente Theodore Roosevelt declaró que era "destino manifiesto para una nación el apropiarse de islas fronterizas con sus costas,"[36]​ y añadió que si "cualquier país sudamericano se comportaba de forma inadecuada, entonces este debía de ser castigado."[37]

El movimiento independentista puertorriqueño ha persistido durante el siglo veinte y hasta el presente. Sin embargo, este no ha atraído al electorado, el cual, si bien para 1940 había votado al PPD con mayoría en la legislatura, en 1952 votó por cerca del 82% en apoyo de la nueva constitución con estatus de "estado libre asociado" o Commonwealth, y en 2012 votó por mayoría por la anexión total como un estado de los Estados Unidos.

En 1919, Puerto Rico tenía dos grandes organizaciones que apoyaban la independencia: la Juventud Nacionalista y la Asociación de Independencia. También en 1919, José Coll y Cuchí, un miembro del Partido Unionista de Puerto Rico, dejó dicho partido para formar la Asociación Nacionalista de Puerto Rico. En 1922, estas tres organizaciones políticas unieron sus fuerzas y formaron el Partido Nacionalista Puertorriqueño, con Coll y Cuchi como presidente del partido. El objetivo de este partido era la obtención de la independencia de los Estados Unidos. En 1924, el Dr. Pedro Albizu Campos, unió sus fuerzas al partido y fue nombrado vicepresidente.

El 11 de mayo de 1930, el Dr. Pedro Albizu Campos fue elegido presidente del Partido Nacionalista. Bajo el liderazgo de Albizu Campos, en 1930 el partido se convirtió en el más grande movimiento independentista de Puerto Rico. Sin embargo, tras decepcionar al electorado, y tras la fuerte represión por parte de la policía territorial, a mediados de 1930, Albizu optó en contra de la participación electoral, inclinándose hacia la revolución violenta como medio para la obtención de la independencia.

En 1932, el partido pro-independentista, el Partido Liberal de Puerto Rico, fue fundado por Antonio R. Barceló. La agenda del Partido Liberal era la misma que aquella del Partido Unionista, urgiendo la independencia como una solución política final para Puerto Rico.[38]​ Entre aquellos que se le unieron en este nuevo partido figuraban Felisa Rincón de Gautier y Ernesto Ramos Antonini. Para 1932, el hijo de Luis Muñoz Riviera, Luis Muños Marín, también se había unido al Partido Liberal. Muñoz Marín fue eventualmente posicionado por los Estados Unidos como el primer gobernador nativo de Puerto Rico, después de haber servido como su Comisionado Regional en Washington, D.C.. Después de 1950 fue elegido como el primer gobernador electo popularmente de la isla.

Durante las elecciones de 1932, el Partido Liberal se enfrentó a la Alianza, una coalición del Partido Republicano de Puerto Rico y del Partido Socialista de Santiago Iglesias Pantin. Barceló y Mu{oz Marín fueron elegidos como senadores. Para 1936, las diferencias entre Muñoz Marín y Barceló comenzaron a emerger, así como también entre aquellos seguidores que consideraban a Muñoz Marín como el verdadero líder, y aquellos que veían a Barceló como su líder.[39]

En 1936, el senador estadounidense, Millard Tydings presentó una propuesta legislativa para otorgarle la independencia a Puerto Rico; sin embargo, mucha gente creyó que esto traería condiciones económicas desfavorables.[40][41]​ Barceló y el Partido Liberal favorecieron la moción, ya que ésta le brindaría a Puerto Rico su independencia; Muñoz Marín se le opuso debido a que quería la independencia inmediata de la isla pero con condiciones favorables.[39]

Muñoz Marín y sus seguidores, entre los cuales se incluía Felisa Rincón de Gautier y Ernesto Ramos Antonini, llevaron a cabo una asamblea en el pueblo de Arecibo para fundar el Partido Liberal, Neto, Auténtico y Completo, posteriormente llamado el Partido Democrático del Pueblo.

Durante 1930 y 1940, miembros del Partido Nacionalista formaron parte de incidentes violentos:

Los nacionalistas no tuvieron un gran atractivo frente al electorado, lo cual regresó al PDP a la legislatura con una creciente representación durante este periodo.

El movimiento de independencia de Puerto Rico tomó nuevas medidas a partir de que el Estado Libre Asociado fue autorizado. El 30 de octubre de 1950, con el nuevo estatus autonomista de commonwealth a punto de surtir efecto, múltiples levantamientos nacionalistas ocurrieron en un esfuerzo por obtener la atención mundial al movimiento de no-satisfacción con el estatus de commonwealth.

Iniciaron una docena de escaramuzas alrededor de Puerto Rico, incluyendo Peñuelas,,[43]​ el levantamiento de Jayuya,,[44]​ la revuelta nacionalista de San Juan, y otros levatamientos en Mayagüez, Naranjito, y Arecibo. Durante la revuelta de Jayuya de 1950, Blanca Canales declaró a Puerto Rico una república libre. Dos días después de la creación del commonwealth, dos nacionalistas llevaron a cabo el intento de asesinato del presidente estadounidense Harry S. Truman.

Reconociendo la importancia de la cuestión sobre el estatus de Puerto Rico, en 1952 Truman apoyó la idea de la elaboración de un plebiscito en la isla acerca de la nueva constitución, con el fin de determinar el estatus de la relación entre la isla y los Estados Unidos.[45]​ Cerca de un 82% de la gente votó a favor de la nueva constitución y del Estado Libre Asociado o Commonwealth.[46]​ Los nacionalistas criticaron la constitución debido a que el commonwealth estaba sujeto a las leyes y aprobación de las ramas ejecutivas y legislativas del gobierno estadounidense, ramas en las que el pueblo puertorriqueño no participaba eligiendo. Debido a que el gobierno reprimió a los líderes nacionalistas, sus actividades políticas e influencia se debilitaron.[47]

Cuatro nacionalistas abrieron fuego en contra de representantes estadounidenses durante un debate en el Congreso en 1954, hiriendo a cinco hombres. Los representantes sobrevivieron. Los nacionalistas fueron enjuiciados y sentenciados por la corte federal a cadena perpetua. En 1978 y 1979 sus sentencias fueron conmutadas por el Presidente Jimmy Carter, y les fue permitido regresar a Puerto Rico.

Durante 1960, los Estados Unidos recibieron críticas internacionales por retener una de las últimas colonias en el mundo.[48]​ Para 1960, una nueva fase de la resistencia puertorriqueña comenzó. Se crea el Movimiento Pro Independencia MPI por varios líderes, el más conocido fue Juan Mari Brás. El MPI funda el periódico "Claridad" convertido en órgano principal de los independentistas puertorriqueños. Para 1975 el MPI se transforma en el Partido Socialista Puertorriqueño (PSP). Los universitarios tienen una gran participación en la lucha independentista a través de la FUPI (Federación Universitaria Pro Independencia). Diversas organizaciones comenzaron a utilizar una "lucha armada clandestina" en contra del gobierno de los Estados Unidos. Ejércitos clandestinos como el "Movimiento Independentista Revolucionario en Armas" (MIRA),[49]​ "Los comandos armados de liberación" (CAL),[50]Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN), "La Organización de Voluntarios por la Revolución Puertorriqueña" (OVRP),[51]​ el Ejército Popular Boricua (EPB), y otros, comenzaron a involucrarse en actividades subversivas en contra del gobierno y milicia estadounidense, trayendo atención a la condición colonial de Puerto Rico. En 1977, Ruben Barrios Martínez, el entonces presidente del Partido de la Independencia de Puerto Rico, escribió un largo y detallado artículo en la revista Foreign Affairs, declarando que la "única solución" para Puerto Rico era la independencia.[52]

Existen un número importante de grupos sociales, partidos políticos e individuos a nivel mundial que apoyan la independencia de Puerto Rico. Después de todo, como el periódico Washington Post notó, "llamados a la independencia de Puerto Rico han existido desde los días del mandato colonial de España, y continuaron después de que los Estados Unidos se hicieran con el control de la isla en 1898...aunque muchos de los puertorriqueños expresen un profundo patriotismo por la isla, el impulso independentista nunca se ha visto reflejado en las encuestas."[53]

El Partido Demócrata de los Estados Unidos, establece en su plataforma de 2012 que ellos "continuarán trabajando en el mejoramiento del estatus económico de Puerto Rico, a través de la promoción de la creación de empleos, educación, salud, energía limpia, y desarrollo económico en la isla", mientras que el Partido Republicano establece que ellos "apoyan el derecho de los ciudadanos estadounidenses de Puerto Rico a ser admitidos a la Unión como un estado con completa soberanía, y que su estado debe de ser apoyado por un referéndum patrocinado por el gobierno de los Estados Unidos."[54][55]​ Como resultado, ninguno de ellos apoya la independencia: el Partido Popular Democrático de Puerto Rico soporta el presente estatus de Puerto Rico como un territorio desincorporado y auto-gobernado, mientras que el Partido Progresista de Puerto Rico apoya la categoría de Estado.

Partidos alternativos poseen una perspectiva diferente. En 2005, el Partido Comunista de los Estados Unidos, en su convención número veintiocho en Chicago, Illinois, dio paso a una resolución acerca de Puerto Rico, en la cual condenaban el imperialismo americano y el colonialismo, mientras que declaraban que "el Partido Comunista estadounidense... continua brindando su apoyo para la independencia de Puerto Rico y la transferencia de todos los poderes soberanos a la isla."[56]​ La plataforma actual del Partido Comunista refleja esto, estableciendo que "el primer paso para liberarse de esta opresión es la adquisición del reconocimiento internacional sobre su derecho a la independencia y a la auto-determinación."[57]​ En 2010, el Partido Verde de Connecticut propuso en un artículo de su plataforma la independencia para la isla, diciendo que "en 1898, Puerto Rico fue invadido por los Estados Unidos y que ha sido cautivo por éste en la forma de una colonia desde ese momento... Los verdes apoyan el derecho inalienable de la gente de Puerto Rico para la autodeterminación y la independencia, en conformidad con la Resolución 1514 (XV) de las Naciones Unidas de 1960."[58]​ La presente plataforma del Partido Verde utiliza este mismo lenguaje.[59]​ El Partido Socialista de los Estados Unidos no apoya la independencia para Puerto Rico, haciendo en su lugar un llamado a la "representación completa de los territorios estadounidenses de Guam y Puerto Rico, todas ellas reservas nativas americanas, y el distrito de Columbia."[60]

Durante la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe en enero de 2014, Nicolás Maduro, Presidente de Venezuela, mencionó para el Wall Street Journal que apoyaba la independencia de Puerto Rico, diciendo que "es una vergüenza que en pleno siglo XXI América Latina y el Caribe aún tengan colonias. Dejen a las élites imperialistas de los Estados Unidos decir lo que ellas quieran."[61][62]​ En otras ocasiones, Maduro mencionó que se encontraba "motivado debido a que esa iba a ser una cumbre histórica, que ayudaría a consolidar a la CELAC. Venezuela ha venido a la Habana con sus propuestas y contribuciones, la cual es declarar a la región 'libre de colonias' e invitar a Puerto Rico a unirse formalmente a la familia."[63]​ Además, en esta misme cumbre, la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner hizo un llamado a votar por la independencia de Puerto Rico, y Raúl Castro "llamó por un Puerto Rico independiente."[61][63]

Otro número importante de individuos y de grupos han apoyado la independencia puertorriqueña, entre ellos el poeta Martín Espada, el profesor y escritor Jason Ferreira, el grupo musical Calle 13, el veterano de la guerra de Vietnam y organizador, Oscar López Rivera, un miembro de la Organización Socialista Internacional, Roberto Barreto, el nacionalista puertorriqueño, Carlos Alberto Torres, y el representante estadounidense Luis Gutiérrez.[64][65][66][67][68][69][70][71]

Entre los factores que han afectado el movimiento independentista de Puerto Rico se han encontrado el "Programa Cointelpro" y el "Programa Carpetas". El Programa Cointelpro fue un proyecto conducido por el Bureau Federal de Investigación de los Estados Unidos (FBI), cuyo objetivo fue la infiltración, vigilancia, descrédito e irrupción de organizaciones políticas domésticas.[72]​ El Programa Carpetas fue una colección masiva de información recolectada por la policía de la isla, en las llamadas "subversiones políticas". La policía tenía en su posesión miles de carpetas extensas, involucrando a individuos de todos los grupos sociales y edades. Aproximadamente 75,000 personas fueron listadas bajo investigación política. El aparato de investigación masiva estaba dirigido, principalmente, en contra de los movimientos independentistas de Puerto Rico. Así, muchos simpatizantes de la idea independentista se movieron al Partido Popular Democrático como medida para frenar la intromisión del Estado.[72]

Actualmente, una gran mayoría de los "independentistas" buscan obtener la independencia a través de un proceso electoral o democrático. En 1946, Gilberto Concepción de Gracia, fundó el Partido de la Independencia de Puerto Rico (PIP). Este ha continuado participando en el proceso electoral de la isla. El partido ha elegido algunos candidatos legislativos, sin embargo, no ha ganado más que un mínimo porcentaje de los votos para sus candidatos gubernamentales (2.04% en 2008) o en las elecciones legislativas (4.5-5% del voto legislativo en 2008).[73]

El movimiento de independencia no ha traído un apoyo amplio. En un referéndum de estatus en 2012, 5.5% votaron por la independencia.[1][2]​ Sin embargo, un artículo en el Huffington Post por Roque Planas hizo notar que esto resulta engañoso: "el referéndum consistió de dos preguntas. La primera pedía a los votantes si estos querían mantener su presente estatus de commonwealth de los Estados Unidos. La insatisfacción emergió victoriosa por 52 por ciento del voto. El referéndum entonces preguntó a los votantes si querían convertirse en un estado de los Estados Unidos, un país independiente, o un estado libre asociado -- un tipo de independencia en cercana alianza con los Estados Unidos. Un 61% de los que respondieron la segunda pregunta eligieron la categoría de Estado. Ese 61% no era la mayoría sin embargo. Cerca de 470,000 votantes dejaron la pregunta vacía intencionalmente, significando que sólo un 45% de aquellos lanzando las votaciones apoyaban la categoría de Estado."[74]​ Juan González, un co-miembro de Democracy Now! y escritor, argumentó que "el referéndum en el futuro de la isla era, en realidad, un voto dividido que actualmente revelaba que la mayoría quiere ver por terminado el estatus quo, pero no necesariamente la estadidad... Y los resultados fueron: 809,000 votos por la categoría de Estado, sólo 73,000 por la independencia, y 441,000 por la libre asociación... Así que la categoría de Estado no recibió actualmente 61% del voto - hasta que uno ignora cerca de medio millón de personas que dejaron en blanco las papeletas."[75]​ En octubre de 2013, un artículo en El Economista clamó, pese al referéndum de 2012, "es improbable que Puerto Rico se convierta en un Estado en algún momento cercano. Debido a que la isla continúa siendo un territorio, esta decisión se encuentra fuera de las manos boricuas... es altamente improbable que la legislatura priorice una iniciativa para la soberanía de Puerto Rico... el Partido Republicano utilizará, seguramente, toda táctica a su disposición para bloquear una enmienda de dicho tipo."[76]

Un artículo de opinión en el Daily Kos, abordando el tema de la soberanía e independencia de Puerto Rico, sugiere que los "intereses corporativos se encuentran bien tal y como la cosas están," argumentando que la independencia de Puerto Rico asusta a las élites dentro de los Estados Unidos, mientras que la soberanía asusta a otras.[77]​ Algunas de estas ideas también fueron propuestas en un artículo por WSWS acerca de la austeridad en Puerto Rico.[78]​ En una pieza de opinión del Boston Globe, Julio Ricardo Varela, en forma similar, toma una posición más moderada, llamando a Puerto Rico "una de las últimas colonias en el mundo, un recuerdo de la, ya fuera de época, política del destino manifiesto de los Estados Unidos, que ya no puede aplicarse a las realidades políticas del siglo XXI" y que Puerto Rico debe de tener un voto más centrado en la "soberanía o independencia", el cual los Estados Unidos debe respetar.[79]

En otra nota, Levinson y Sparrow sugieren que la Acta Foraker, y la Acta Jones-Shafroth han reducido la oposición en la isla, habiendo investido al Congreso estadounidense con la autoridad y el poder de veto sobre cualquier legislación o referéndum iniciado por Puerto Rico.[80][81]​ Un artículo en el Washington Post de diciembre de 2015, añade más dudas al hacer notar que, desde que los puertorriqueños se convirtieron en ciudadanos estadounidenses en 1917, estos "se han dividido sobre sus relaciones con tierra nativa", acerca de si deberían convertirse en un estado de los Estados Unidos, hacerse independientes o convertirse en un territorio bajo el control de los Estados Unidos.[82]​ Hasta estos días, el estatus político de Puerto Rico continúa siendo debatido.



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