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Isla Salas y Gómez



La isla Salas y Gómez,[1][2]​ también conocida erróneamente como Sala y Gómez[1][3]​ y Salas y Gomés[cita requerida] (en rapanui, Motu Motiro Hiva, 'islote del ave en el camino a Hiva'), es una isla deshabitada situada en el océano Pacífico suroriental, perteneciente a Chile. Es el límite oriental de la Polinesia y, en consecuencia, también de Oceanía.

Esta isla es parte del Parque marino Motu Motiro Hiva, una zona marina protegida que abarca una superficie de 150 000 km².[4]

Pese a que no hay ninguna evidencia de que la isla haya estado habitada, las tradiciones de la isla de Pascua señalan que era visitada para recoger plumas y huevos de aves. El nombre rapanui de la isla, Motu Motiro Hiva o Manu Motu Motiro Hiva,[5]​ significa 'islote del ave en el camino a Hiva'. Aunque Hiva es una denominación dada a muchas islas por diferentes pueblos polinesios, en particular a las islas Marquesas, dentro de la mitología rapanui corresponde a las tierras míticas originales de los polinesios. En esta isla, se suponía vivía el Dios Haua[6]​ El dios Make-Make traía las aves marinas desde este islote.[7]

Desde la isla de Pascua, Salas y Gómez está en la dirección opuesta a las Marquesas, y el siguiente territorio habitado "más allá" de Sala y Gómez es la costa de América del Sur. Este fue uno de los factores que condujeron a Thor Heyerdahl a teorizar sobre los contactos pre-europeos entre Polinesia y Sudamérica.

La isla sería descubierta por el español José Salas Valdés en 1793 y explorada por José Manuel Gómez en 1805. El nombre Salas y Gómez hace honor a los dos marineros. Entre 1793 y 1917, se registraron visitas en 1805, 1806, 1817 (en donde participó Adelbert von Chamisso, tras lo cual escribió un poema sobre la isla), 1825, 1875 y 1917.

En 1808, la Capitanía General de Chile anexionó la isla, siendo administrada por la Armada de Chile desde 1888 e incorporada al departamento de Isla de Pascua desde 1966 (denominada provincia de Isla de Pascua desde 1974).

A pesar de su importancia geopolítica, ha sido visitada en escasas oportunidades; desde su descubrimiento, menos de una decena de expediciones han visitado la isla. La isla no presenta indicios de habitantes permanentes o poblados transitorios, pero la existencia de boyas y redes de pesca en sus costas indicarían que serían visitadas continuamente por flotas pesqueras.

Desde su descubrimiento, menos de una decena de expediciones han llegado hasta ella. Rehder (1980) en su trabajo de moluscos marinos menciona las siguientes expediciones, en noviembre de 1825 el capitán F.W. Beechey, a bordo del H.M.S. Blossom, en su camino a Isla de Pascua, visita brevemente Sala y Gómez, aunque sin desembarcar en ella. Según su definición[8]​ no es más que un montón de piedras toscas. En 1875, la corbeta O'Higgins de la Armada de Chile, con Rodolfo Philippi a bordo, hizo una parada en esta y publicó un informe en 1876. Otro informe publicado por Falke (1941) relata la visita que en 1935 hace a la isla el buque escuela General Baquedano. Aspectos geológicos han sido publicados por Fisher y Norris (1960) y por Clark y Dymond (1977) sobre la base de datos obtenidos por dos cruceros oceanográficos. Un informe de la primera de estas visitas, hecha en el Spencer F. Baird, durante la expedición Downwind, en enero de 1958.[9]​ El 21 de agosto de 1972 el buque oceanográfico ruso Dmitry Mendeleev visitó la isla. Con motivo del centenario de la incorporación de Rapa Nui a la soberanía chilena, en septiembre de 1988, la Escuadra Nacional visitó la Isla y erigió un monolito con la bandera chilena y una leyenda del momento.

Francisco Solano Asta-Buruaga y Cienfuegos escribió en 1899 en su Diccionario Geográfico de la República de Chile sobre el lugar:

Perteneciente al denominado Chile insular, esta isla está localizada a 3220 km al oeste de la costa de Chañaral, en el Chile continental, a 2500 km de las islas Desventuradas y a 391 al este de la isla de Pascua, siendo el punto más oriental de la Polinesia. La isla pertenece administrativamente a la comuna de Isla de Pascua, en la provincia homónima de la Región de Valparaíso. La isla es de propiedad estatal y es Santuario de la Naturaleza, según el decreto Nº556, del 10 de junio de 1976.

La isla es de origen volcánico, siendo la punta emergida de un macizo volcánico submarino de 50 km de largo y de 3500 metros de altura desde el fondo del océano, sobre la placa de Nazca. La isla habría surgido entre las épocas del Plioceno y el Pleistoceno,[10]​ debido a estudios en rocas con una data de 1,3 millones de años. En la superficie de la isla no existe ningún conducto volcánico, pero se cree que existiría uno en la bahía central.

La irregular superficie de la isla está compuesta principalmente por rocas basálticas, presentando rasgos característicos alternado de las lavas tipo aa y pahoehoe. La isla está formada por dos rocas principales: la más occidental tiene cerca de 4 hectáreas de superficie, con un largo de 270 m en sentido N-S y de 200 m en sentido E-W, mientras que la oriental tiene 11 ha, con dimensiones de 500 m y 270 m. Ambas superficies tiene una altitud de 30 y 26 m de altitud respectivamente, unidas por un estrecho istmo, de una anchura media de 30 m, que en ocasiones queda inundado por el oleaje y la marea. El área total es de 15 hectáreas (0,15 km²) y con una longitud máxima de 700 m. La costa, en tanto, es muy rocosa, con fuertes marejadas y de difícil acceso para las embarcaciones.

Aunque en la isla no hay ninguna fuente de agua dulce, existe una depresión de 75 m de diámetro en que se acumula agua de lluvia. Alrededor de la poza, la zona es árida y cubierta con arena, siendo el único lugar en que es posible el aterrizaje de helicópteros.

En los niveles bajos, la presencia de abundantes bolones y fragmentos rodados está indicando que la isla es frecuentemente afectada por gruesas marejadas.[11]

No se ha observado la presencia de un conducto volcánico, pero es posible la existencia de un centro eruptivo en la actual bahía al sur de la isla. La isla está estructurada en dos polos unidos por una angostura y su mayor altura se encuentra en la Punta López. La zona central de la isla que coincide con el sector más angosto, queda cubierta por las mareas altas dividiéndose en dos islotes.

La isla tiene un clima oceánico ecuatorial, con una alta humedad relativa (77% promedio anual) y un promedio de precipitaciones de 1126 mm por año, concentrándose entre fines de otoño y comienzos del invierno austral (mayo a julio). La temperatura es moderada, siendo la mínima media de 15,5 °C y la máxima media de 27,3 °C.

En octubre de 2010, el presidente Sebastián Piñera anunció la creación del Parque Marino Sala y Gómez, con una superficie de 150 000 km². Con esta declaración Chile amplió superficie de áreas marinas protegidas de 0,03% a 4,41%.[12]​ El Parque Marino se denomina oficialmente "Motu Motiro Hiva" y fue declarado mediante decreto supremo N.º 235 del Ministerio de Economía, Fomento y Turismo de Chile del 30 de septiembre de 2010.[4]

La declaración de esta zona como Parque Marino se enmarca en los esfuerzos de Oceana y National Geographic para estudiar y dar a conocer el valor ecológico de esta zona y favorecer su protección. Así mismo, su declaración se basó principalmente en los antecedentes científicos aportados WWF Chile[1] y publicados en 2009 en la revista Latin American Journal of Aquatic Research. Oceana y National Geographic planean una serie de estudios de la ecología del esta zona con el fin de servir de base para elaborar un plan de conservación, así como para solicitar que la protección se extienda a la totalidad de la Zona Económica Exclusiva correspondiente a la isla.[13]

Sala y Gómez forma un núcleo común en conjunto con la isla de Pascua por ser las más alejadas del continente. Algunas especies han sido avistadas con cierta frecuencia como visitantes en Pascua y porque nidifican en la isla cercana Sala y Gómez.[14]

La flora de Sala y Gómez es principalmente de hierbas de baja altura como el Asplenium y algunas especies de césped, adaptadas para los fuertes vientos de origen marino.

La fauna corresponde principalmente a aves que visitan periódicamente las islas, como la Macronectes giganteus, la Nessofregetta albigularis y la Onychoprion fuscata. Además, seis especies nidifican en la isla: Fregetta grallaria, ave del trópico de cola roja, Onychoprion fuscata, Anous stolidus, Gygis alba y Procelsterna cerulea. Sin embargo, no existen especies endémicas ni introducidas. Es posible que se reproduzcan en el lugar Pterodroma arminjoniana y Pterodroma neglecta,[15]​ así como la especie Puffinus nativitatis.[16]

Las aguas en torno a la isla son de características subtropicales y con una amplia biodiversidad, especialmente de la región pelágica. Entre las especies existentes se encuentran atunes (cuatro especies), escómbridos, tiburones y peces espadas. Estas especies de peces no presentan grandes cardúmenes y su diversidad es de aproximadamente 280, es decir el 12,5% del total de especies conocidas.[17]​ Estos peces en su mayoría son veloces nadadores y con formas hidrodinámicas que le confieren una resistencia mínima al desplazamiento y por sus hábitos carnívoros, su condición circuntropical y su conducta altamente migratoria. Entre las especies descritas encontramos: atún de ojo grande (Thunnus obesus), pez chauchera (Gasterochisma melampus), pez espada (Xiphias gladius), albacora (Thunnus alalunga), atún de aleta amarilla (Thunnus albacares) y vidriola (Seriola lalandi). Esta variedad de especies la que motivo en gran parte la creación de su Parque marino.

Entre los invertebrados marinos recolectados figuran los moluscos Nerita Morio y Cypraea caputdraconis.

No presenta indicios de habitantes permanentes o poblados transitorios. Sin embargo, la presencia de boyas y redes de pesca en su pequeño litoral puede ser indicativo de frecuentes visitas de flotas pesqueras.



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