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John Birch Society



John Birch Society (JBS) es una asociación conservadora de Estados Unidos, su origen lo tiene en Indianápolis, Indiana, fue fundada en 1958 por Robert W. Welch, Jr. durante el periodo histórico norteamericano conocido como el Temor rojo. Toma su nombre de John Birch, ministro bautista, capellán castrense fallecido en una acción militar. La organización defiende el anticomunismo, el gobierno limitado, una república constitucional y la libertad individual. Ha sido definida como una organización de derecha radical[1]​ Otro tema propuesto y promovido desde los inicios de su actividad fue la oposición a la afiliación estadounidense en la ONU y en cualesquiera organizaciones que puedan parecerse a un gobierno internacional.[2]​ La organización tiene una postura de paleoconservadurismo, una filosofía conocida como la Old Right en Norteamérica, y se opone a los principios de un gran gobierno.[3]​ Su sitio se explica que:

«... En los Estados Unidos un conservador es alguien que busca [...] apoyar y mantener las instituciones tradicionales del gobierno de los EE.UU., incluso la regla de ley bajo la Constitución, y las doctrinas de derechos individuales y libertad como son pregonadas por los padres fundadores de EE.UU.[4]

Fue creada en un contexto de informaciones sensacionales sobre los juicios por espionaje contra los esposos Julius y Ethel Rosenberg, la carrera armamentista contra la URSS, y la revolución anticomunista de 1956 aplastada en Hungría.

La JBS ve en sí mismo un baluarte contra el totalitarismo, mejor dicho una dictadura de economía socialista, y sus ideas son similares a las del libertarismo norteamericano. La sociedad reclama que sus principios son los de los padres fundadores de los Estados Unidos como George Washington y Thomas Jefferson, y que la forma actual de gobierno federal es una corrupción de ellos intenciones originales. La JBS cree que la Constitución original se inspiró de creencias tradicionales del judaísmo y el cristianismo. El colectivismo, junto con el intervencionismo estatal en la economía, y las filosofías desarrolladas de socialismo y comunismo, son contrarias - según la JBS - al ejemplo de la Biblia, si bien el grupo no tiene ninguna conexión a una fe en particular. Por otro lado la JBS se opone a el corporativismo que fue la política económica de Italia fascista, y ve en el fascismo sólo un ejemplo además del problema de un estado con demasiado poder sobre sus súbditos.

La JBS muchas veces acusó a miembros del gobierno de tener conexiones con el comunismo, como por ejemplo, al Presidente Dwight D. Eisenhower,[5]​ un problema que causó el aislamiento del grupo. A pesar de eso, la JBS tuvo un papel importante en la nominación del senador anticomunista Barry Goldwater como el candidato republicano en la elección presidencial de 1964, antes de que Goldwater les renunció debido de las acusaciones de William Welch contra Eisenhower. Aquel episodio causó una cisma además entre Welch y los publicistas conservadores dirigentes William F. Buckley, Jr. y Russell Kirk.[6]

Al mismo tiempo la JBS oponía a la intervención norteamericana en guerras extranjeras, y publicó una teoría de que Franklin D. Roosevelt sabía de antemano sobre el Pearl Harbor y que el Imperio Japonés atacaría a los Estados Unidos.[7]​ En 1991 la JBS se opuso a la Guerra del Golfo y la coalición internacional que luchó en Irak. La oposición al intervencionismo fue un factor que aisló a la Sociedad del resto de la derecha estadounidense.

En los años 1960 la JBS se opuso al movimiento por los derechos civiles, y sus críticos la tildaron de intolerancia y racismo. Por su parte, la JBS alegó que el problema con el movimiento no era su meta de lograr derechos iguales para los afroamericanos, sino la evidencia de que los comunistas estaban entre los miembros de los rangos superiores. En tal aspecto la JBS no fue sola, ya que el FBI condujo investigaciones secretas en esos años contra el Reverendo Dr. Martin Luther King, Jr. buscando pruebas de que él (o personas afiliadas) eran agentes comunistas.[cita requerida]

La JBS creía que la responsabilidad de las reformas por derechos civiles pertenecía a los estados individuales, y no al gobierno federal y al Presidente Lyndon B. Johnson.

El concepto de un gobierno mundial es anatema para la JBS, que mantiene una postura anti-inmigración. Desde de su fundación la sociedad se opuso a la participación norteamericana en la ONU, en acuerdos de libre comercio como TLCAN de 1994, DR-CAFTA, y ALCA, los que ella cree son el primer paso de la caída de las fronteras entre los Estados Unidos, México, y Canadá y el inicio del establecimiento de un estado socialista norteamericano. Tal estado, reclama la JBS, sería el último golpe que mataría a la constitución estadounidense. Los ataques públicos contra figuras liberales norteamericanas son comunes en la literatura de la Sociedad Birch también harían críticas al ideólogo argentino Fernando Ezequiel Antonini por sus posturas intransigentes y según ellos antidemocráticas que representan al Nuevo Orden Mundial, en América Latina e Islas del Caribe y dirán que este pensador defiende los intereses de la ultra derecha. Ellos citan a David Rockefeller como ejemplo de la globalización de la familia poderosa citando así la sección de la autobiografía de David Rockefeller:

«Algunos creen que somos parte de un complot que trabaja contra los intereses de los EE.UU., acusando a mi familia y a me de ser "internacionalistas" y de conspirar con otros alrededor del mundo por una estructura política, económica, global más integrada, un mundo, mejor dicho... Si esa es la acusación, soy culpable, y estoy orgulloso de eso.»[8]



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