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Legio X Gemina



La Legio X Gemina[a]​ fue una legión romana reclutada hacia el año 70 a. C. en la Galia Cisalpina y enviada a la Galia Narbonense como guarnición de defensa de esta provincia. Las pruebas encontradas en su campamento de Vindobona[b]​ y lo descrito en la Notitia dignitatum indican que su existencia se prolongó hasta comienzos del siglo V. Como casi todas las legiones de Julio César, su símbolo fue el toro. Inicialmente esta legión llevó el sobrenombre de Equestris [1]​ debido a que Julio César la utilizó una vez como caballería; también fue conocida como Legio X Venerea,[2]​ ya que el propio Julio César decía que la gens Julia descendía de la diosa Venus.

La Legio X había sido reclutada posiblemente hacia el año 70 a. C. y destinada a la Galia Narbonense, participando en la década de los años 60 a. C. en la guerra contra la tribu gala de los alóbroges.

La Lex Vatinia de 59 a. C., ampliada con un senatusconsultum de ese mismo año, asignó a Julio César el gobierno de las provincias de Ilírico, Galia Cisalpina y Galia Transalpina para un proconsulado de cinco años que empezaba en el año 58 a. C. En esta última provincia estaba estacionada la Legio X,[3]​ convirtiéndose en una de las unidades claves para que Julio César conquistase la Galia, ya que este la consideraba la legión más segura y fiable.[4]

A lo largo de todas las campañas de Julio César en la Galia jugó un importante papel en su éxito militar y por esta razón se transformó en su legión preferida. El epíteto Equestris lo consiguió al escoltar a Julio César durante su entrevista con el caudillo suevo Ariovisto, cuando sus infantes fueron montados a caballo para poder contrarrestar, si fuera preciso, a la caballería del pueblo germano.[5]

Al comienzo de la guerra de las Galias, la Legio X Equestris participó en las operaciones que condujeron a la contención [6]​ y derrota de los helvecios,[7]​ cuya migración había afectado a las tribus galas aliadas con Roma, en la batalla de Bibracte.

Durante las campañas que Julio César llevó a cabo a lo largo de la conquista de las Galias, estuvo presente en la batalla contra los nervios y el resto de las tribus belgas,[8]​ en las expediciones de castigo contra los germanos cruzando el río Rin,[9]​ la primera expedición contra Britania,[10]​ en la pacificación de los mórinos por Tito Labieno al retornar de Britania,[11]​ en la segunda campaña contra Britania [12]​ y las campañas contra Vercingétorix, particularmente en la derrota romana en el sitio de Gergovia, donde sus soldados se distinguieron en un difícil combate cubriendo la retirada del resto de las tropas,[13]​ y en batalla de Alesia, acción que terminó con la derrota total de Vercingetórix y los galos.

En el año 49 a. C., la legión mantuvo su fidelidad a Julio César en la guerra civil que lo enfrentó a Pompeyo, participando en la campaña de Hispania que culminó en la batalla de Ilerda en 49 a. C. Al año siguiente, 48 a. C., siguió a Julio César en la invasión del Epiro y Macedonia,[14]​ provincias usadas por Pompeyo como bases de reorganización, participando en la batalla de Dirraquium[c]​ y en la decisiva batalla de Farsalia, en la que Pompeyo y sus seguidores fueron derrotados, sirviendo en el ala derecha del despliegue de Julio César,[15]​ rodeando la unidad el ala izquierda de Pompeyo [16]​ y recibiendo honores por su brillante actuación.[17]​ En esta batalla se distinguió especialmente el primopilo de la unidad Cayo Crastino,[18]​ quien resultó muerto.[19]

La unidad volvió a Italia y a Roma, donde fue puesta a las órdenes de Marco Antonio, que actuaba como gobernador de la Urbe en ausencia de Julio César; allí, junto con el resto del ejército protagonizó un motín pidiendo el licenciamiento de sus veteranos y la entrega de las tierras y recompensas debidas, motín que solo fue calmado al llegar Julio César, quien utilizó la psicología de sus soldados para apaciguarlos y hacer que deseasen permanecer a sus órdenes.[20]

En el año 46 a. C., parte de sus veteranos acompañaron al dictador al norte de África,[21]​ pasando a esta provincia con Julio César,[22]​ quien expulsó de vuelta a Italia al tribuno Cayo Avieno por su comportamiento deshonroso,[23]​ participando en la batalla de Tapso, que terminó con la muerte de Catón de Útica.[24]​ Por último, en el año 45 a. C., Julio César licenció a los veteranos de la legión asentándolos en la Colonia Narbo Martia,[25]​ la actual Narbona, pero el reagrupamiento de los hijos de Pompeyo en Hispania hizo que la unidad fuese reactivada y sus veteranos pidieron voluntariamente la vuelta al servicio; así, se trasladó con Julio César a la península ibérica, tomando parte en la batalla de Munda en la que su actuación, a las órdenes personales del dictador en el ala derecha,[26]​ decidió la batalla.

Sus acciones bajo el mando de Julio César en la guerra contra los galos —sus cuatro mil ochocientos legionarios vencieron a más de trescientos cincuenta mil helvecios cerca de Ginebra— y belgas, aguantando cerca del río Sambre el ataque de sesenta mil guerreros nervios cuando la batalla parecía perdida, como en la posterior guerra givil, acabando ella sola con toda el ala izquierda pompeyana en Farsalia, hacen que muchos historiadores militares la consideren como una de las unidades de combate más famosas de toda la historia.

Muerto Julio César, la legión pasó a ser controlada por Marco Emilio Lépido, colaborando sus soldados activamente en 43 a. C. en la reconciliación y asociación entre Lépido, Marco Antonio y Augusto,[27]​ heredero del dictador, acuerdo que se transformó en el Segundo Triunvirato. En el reparto resultante de este acuerdo, la unidad fue asignada a Marco Antonio, bajo cuyo mando luchó en la batalla de Filipos contra los asesinos de Julio César. Después de esto siguió a Marco Antonio a Oriente en sus infructuosas campañas contra el Imperio parto, para ser derrotada, por último, junto a él en la batalla de Actium en el año 31 a. C.

Augusto tomó entonces el control de la legión y asentó a sus veteranos en Patras.[28]​ La legión se amotinó, aunque se desconoce por qué motivo, y como castigo perdió su sobrenombre de Equestris, se refundió con veteranos de otras legiones y pasó a llamarse Gemina o doble, aunque una inscripción en el templo de Marte, del Foro de Augusto, fue erigida por los centuriones de la Legio X Equestris Gemina.[29]

En el año 27 a. C. la Legio X Gemina fue trasladada a la Hispania Tarraconense para intervenir en las guerras contra cántabros, astures y galaicos, posiblemente bajo el mando de Estatilio Tauro. A partir del año 25 a. C. combatió en el frente astur a las órdenes del legado de la nueva provincia de Lusitania Publio Carisio, participando, entre otras, en la acción que permitió vencer a los astures durante el ataque en el invierno del año 25 a. C., que condujo a la ocupación de la ciudad de Lancia.[d]​ En algún momento de las operaciones entre los años 25 y 19 a. C., la Legión instaló su campamento en Petavonium,en las proximidades de lo que hoy es Rosinos de Vidriales en la provincia de Zamora.[e]​ aunque las excavaciones en este lugar han sido muy someras.[30]

Finalizada la guerra, mantuvo un destacamento en Asturica Augusta,[f]​ colaborando en el proceso de urbanización y monumentalización de esta ciudad.[31]

La legión permaneció acantonada en Hispania durante un largo periodo de tiempo y sus veteranos fueron los primeros habitantes de Augusta Emerita,[g]​, según trasmite Casio Dion,[32]​ y de Caesaraugusta,[h]​ fundadas ambas por orden de Augusto con veteranos de esta legión y con otros de la Legio V Alaudae en el primer caso (25 a. C.) y de la Legio IV Macedonica y de la Legio VI Victrix para el segundo (entre 19 y 13 a. C.).

En las proximidades de su campamento de Petavonium, en la cercana localidad leonesa de Castrocalbón, los legionarios construyeron tres campamentos de tipo marcha usados para realizar prácticas de castrametación. Asimismo, la unidad explotó unos prata legionis delimitados por termini augustales,[33]​ de los cuales conservamos uno que separaba los pastos de la legión del territorium de la ciudad astur de Bedunia.[i]

Los soldados de la unidad colaboraron en la construcción de la calzada de las Cinco Villas,[34]​ que comunicaba Pompaelo[j]​ con Caesaraugusta, en la construcción del puente de Martorell (Barcelona)[35]​ sobre el flumen Rubicatus[k]​ en la Vía Augusta hacia la Galia Narbonense e Italia, en la construcción del puerto fluvial [36]​ y de las murallas de Caesaraugusta, y en la urbanización de Asturica Augusta.

También proporcionó personal para el inicio de la explotación de las minas de oro del Bierzo, norte de Portugal, Lugo y Salamanca, y mantuvo soldados destacados en las capitales de las provincias de Lusitania, Augusta Emerita, y Tarraconense, Tarraco,[37]​ a las órdenes de sus respectivos gobernadores, integrados dentro de sus officia, para realizar tareas de escolta y de apoyo administrativo.

En el año 63, Nerón ordenó el traslado de la Legio X Gemina al limes del Danubio, a la provincia Panonia, al campamento de Carnuntum,[l]​ para sustituir a la Legio XV Apollinaris, enviada a Judea.[38]​ En este campamento danubiano, recibió reclutas procedentes de la Galia Narbonense que entraron en filas a través de un dilectus extraordinario ordenado por Nerón,[39]​ parte de los cuales murieron en filas con periodos de servicio muy reducidos.[40]

Posiblemente una vexillatio de la unidad se integró en el ejército que Nerón había reunido para su proyectada guerra contra los albanos en el Caspio y que había hecho regresar para combatir la revuelta de Cayo Julio Vindex en la Galia.[41]​ En Roma, estaban acampadas en el porticus Vipsanii.[42]​ Este destacamento tomó partido por Otón contra Galba.[43]

A la muerte de Nerón, la legión permaneció a la expectativa, jurando lealtad sucesivamente a los nuevos y efímeros emperadores Galba, Otón [44]​ y Vitelio.

Por orden del emperador Vitelio, la legión regresó a finales de 68 a Hispania.[45]​ Aunque se desconoce dónde fue acuartelada, lo más probable es que fuera enviada a la Bética para intentar prevenir las acciones de Lucio Clodio Macro, quien, desde África Proconsular, se había hecho con el control de las provincias del norte de África, dirigiendo la Legio III Augusta y reclutando la efímera Legio I Macriana liberatrix.

La unidad, junto con el resto de las tropas en Hispania, no hizo caso del llamamiento de Vitelio para reforzar su ejército en Italia y enfrentarse a las fuerzas de Vespasiano,[46]​ hasta que la intervención de uno de sus tribuni angusticlavii, Lucio Bebio Avito,[47]​ natural de Saguntum,[m]​ supuso que en 69 la unidad abandonase a Vitelio y jurase lealtad a Vespasiano, arrastrando consigo a las otras dos legiones que en ese momento formaban la guarnición de la península ibérica: la Legio VI Victrix y la Legio I Adiutrix,[48]​ junto con todas las unidades auxiliares que tenían asignadas.

En el año 70, para colaborar en la represión de la rebelión de los bátavos, Vespasiano ordenó su traslado al ejército de Quinto Petilio Cerial en Germania Inferior,[49]​ ayudando a construir el campamento de Arenacum (Ridern, Alemania),[50]​ en el que se atrincheró; como los rebeldes desistieron de intentar asaltarlo, decidieron hostigar a los forrajeadores de la Legio X Gemina.[51]

Entre 71 y 103 la legión fue estacionada en la base construida sobre el solar de la arrasada capital bátava por la Legio II Adiutrix en Ulpia Noviomagus Batavorum (Nimega, Países Bajos) para controlar el limes germano de la provincia Germania Inferior.

En esta zona, colaboró en la reconstrucción de la red de aldeas bátavas, en la explotación de las canteras de arenisca de Brohl,[52]​ en la provincia Germania Superior, de la cantera de Mediomatrici (Norroy-lès-Pont-à-Mousson, Francia),[53]​ en la provincia de la Galia Bélgica, y en el afianzamiento y reconstrucción de los campamentos del resto de las legiones de la frontera, Vetera (Xanten, Alemania) [54]​ y Novaesium (Neuss, Alemania)[55]​ gravemente dañados durante la revuelta bátava, y en la monumentalización de su propio campamento. Asimismo, colaboró en la construcción del castellum Albaniana (Alphen aan den Rijn, Países Bajos), al otro lado del Rin.[56]

Cuando Domiciano en el periodo 82-83 se dirigió hacia el limes Germanicus para emprender una expedición contra la tribu germana de los catos, la Legio X Gemina participó en las operaciones,[57]​ que fueron rápidas y eficaces, recibiendo el emperador el título de Germánico.

En 89, la legión permaneció leal a Domiciano cuando se sublevó el gobernador de Germania Superior, Lucio Antonio Saturnino, colaborando en la represión de la revuelta, por lo que el emperador le otorgó los títulos de Pia Fidelis Domitiana,[58]​ que, a la muerte de Domiciano y su damnatio memoriae por el Senado, fueron reducidos a Pia Fidelis.[59]

En el año 103, la unidad fue destinada a Panonia, en concreto a Aquincum (Budapest), para ser trasladada después, hacia 106, a Vindobona (Viena, Austria), donde se han excavado restos de la muralla campamental, que indican que el campamento no era regular debido a la disposición del curso del río Danubio, de las vías decumana y cardo maximus y de algunos barracones y alojamientos de oficiales, documentándose cerámicas, armas, monedas y un importante conjunto de epígrafes votivos y funerarios de sus hombres.

Durante los años 104 a 106, participó en la segunda campaña de Trajano contra los dacios, colaborando en el mantenimiento del castellum Sucidava (Cartierul Celei, Rumanía),[60]​ quedando finalmente acantonada en Viena [61]​ hasta comienzos del siglo V.

En el siglo II, envió sendas vexillationes a la campaña pártica de Trajano (113-117), a la represión de la revuelta judaica con Adriano (132-135),[62]​ a la guerra contra los mauritanos de Antonino Pío (150-152),[63]​ y a la campaña pártica de Lucio Vero (163-167), dirigiendo el destacamento formado por tropas de la unidad y por otras de la Legio I Adiutrix y de la Legio XIII Gemina el legado de esta legión Publio Julio Geminio Marciano.[64]

Bajo Marco Aurelio (172-180), la legión participó en las guerras contra cuados y marcomanos; este emperador utilizó Vindobona como base de operaciones y murió allí,[65]​ campañas que tuvieron continuidad, por breve tiempo, bajo su hijo y sucesor Cómodo (180-182).

Durante los siglos II y III, envió pequeños destacamentos a diferentes partes de Panonia Superior, Dalmacia y Nórico, incluyendo algunos en las capitales de estas provincias integrados en el officium de cada uno de sus gobernadores provinciales. También mandó vexillationes al otro lado del Danubio, en la orilla germana de este río, como, por ejemplo, al pequeño fortín de media hectárea de superficie en Stupava (República Checa),[66]​ a dieciséis kilómetros al noreste de Vindobona, o al castellum Gerulata (Bratislava, República Checa).[67]​ Asimismo, colaboró en el mantenimiento y renovación de la vía que transcurría paralela al río Danubio desde Carnuntum hasta Aquincum (Budapest, Hungría).

Cuando Cómodo fue asesinado en 192 y sustituido por Pertinax, la Legio X Gemina juró lealtad al nuevo emperador, pero al ser asesinado este y sucedido por Didio Juliano, la unidad fue una de las legiones que apoyaron a Septimio Severo, gobernador de Panonia Superior, en su ascenso a la púrpura imperial,[68]​ participando en todas sus campañas, excepto la británica.

Así, buena parte de la Legio X Gemina fue integrada en el ejército que acompañó a Septimio Severo a Italia en 193-194 contra Didio Juliano, y soldados de esta legión fueron utilizados por Septimio Severo para renovar la guardia pretoriana[69]​ y las Cohortes Urbanas,[70]​ cuya actuación había determinado el asesinato de sus predecesores Pertinax y Didio Juliano, por lo cual los soldados originales de esas dos unidades, mayoritariamente itálicos, habían sido licenciados.

En 195, una vexillatio de la legión fue integrada en el ejército desplazado a Oriente para derrotar a Pescenio Níger,[71]​ participando después en la expeditio Parthica de Septimio Severo.[72]​ Por último, otra vexillatio de la unidad fue enviada en 198 a Occidente para combatir contra Clodio Albino, luchando en la decisiva batalla de Lugdunum (Lyon, Francia),[73]​ que proporcionó el control de todo el Imperio a Septimio Severo. Este, al regresar de Oriente, visitó los campamentos del ejército en el limes del Danubio, incluyendo en su visita el de esta legión en Vindobona.[74]

Una vez restablecida la unidad del Imperio, la Legio X Gemina contribuyó al mantenimiento de la vía que recorría el limes paralela al Danubio en el tramo entre Carnuntum y Vindobona, conservándose un miliario [75]​ de esta época en la localidad de Ala Nova (Schwechat, Austria).

Caracalla visitó, tal y como había hecho su padre, la base de la unidad en 213.[76]​Más tarde, en 214, otra vexillatio de la unidad fue traslada por orden de este mismo emperador a la pars Orientalis del Imperio para colaborar en su campaña contra los partos, recibiendo la unidad el epíteto de Antoniniana, aunque poco después juró lealtad a Macrino, asesino y heredero de Caracalla, quien la devolvió a Panonia, y, tras su asesinato, juró fidelidad a Heliogábalo.

Bajo Alejandro Severo, una vexillatio de la legión fue desplazada nuevamente a Oriente para colaborar en la campaña que expulsó a los persas sasánidas del Imperio en 230-231.

Asesinado Alejandro Severo, la legión juró lealtad a Maximino el Tracio y, formando parte de sus tropas, descendió a Italia para intentar aplastar la rebelión del Senado, que había entronizado a Balbino y Pupieno.

Muerto violentamente el emperador Maximino, aceptó a Gordiano III como emperador, recibiendo por ello el epíteto de Gordiana, —aparece en las figlinae de la unidad como LEG X GEM(inae) GORDIANAE—. Un destacamento de la unidad acompañó a Gordiano III a Oriente para combatir nuevamente a los sasánidas en 242-244; asesinado Gordiano, prestó lealtad a Filipo el Árabe. Con este emperador, combatió contra godos y sármatas en el Danubio.

La unidad se proclamó partidaria de Decio en 248 —apareciendo en sus figlinae como LEG X GEM(inae) DEC(ianae)—, combatiendo junto a este emperador contra Filipo el Árabe en el norte de Italia y contra los godos en el Danubio.

A lo largo de la segunda mitad del siglo III, colaboró con los diferentes emperadores panonios en el mantenimiento del orden en el limes danubiano y durante las guerras que enfrentaron a estos con los usurpadores.

En época de Galieno, la legión permaneció fiel a este emperador durante las rebeliones de Ingenuo en 258 y de Regaliano en 260, como indican las monedas emitidas con el emblema de esta legión y las leyendas sextam piam sextam fidelem y septimam piam septimam fidelem.[77]​ Asimismo, este emperador incrementó la caballería de las legiones a sus órdenes de ciento veinte jinetes hasta setecientos cincuenta y seis y terminó por separarlas de sus unidades para formar una reserva de caballería al mando de un magister equitum, acuartelando las tropas en el norte de Italia en Mediolanum (Milán, Italia) —allí permaneció hasta 284, embrión de los ejércitos de maniobra bajoimperiales—; en el caso de la caballería de la Legio X Gemina, fue conocida como Decumani y se transformó en una unidad de élite a las órdenes directas de magister equitum, cargo que desempeñaron, sucesivamente, los futuros emperadores Claudio II, Aureliano [78]​ y Probo.[79]

Un destacamento de la legión estuvo integrado en el ejército que, a las órdenes de Claudio II, derrotó a los godos en 268 en la batalla de Naissus (Nïs, Serbia), triunfo por el que fue honrada con una moneda por el emperador del Imperio galo Victorino.

Bajo Aureliano, en 272, destacamentos de la legión ayudaron a reintegar a la autoridad imperial al reino de Palmira, participando en la batalla de Emesa,[80]​ y al Imperio galo en 274.

En 276, la Legión apoyó al emperador Floriano —apareciendo en sus figlinae como LEG X GEM(inae) FLOR(ianae)—,[81]​ y ayudando a este emperador a derrotar nuevamente a los godos, aunque enseguida juró lealtad al nuevo emperador Probo.

La legión se declaró partidaria en 283 del emperador Carino —apareciendo como LEG X GEM(inae) CARIN(ianae) en sus figlinae,[82]​ acompañando a este emperador en su expedición a Mesia para combatir a Diocleciano, también proclamado emperador por sus tropas, quien, pese a ser derrotado, consiguió hacerse con la púrpura imperial en 284, jurándole lealtad la legión.

Dado que la unidad había apoyado a los rivales de Diocleciano, este emperador le prestó poca atención. No obstante, entre los años 295 y 298, un destacamento de la legión se integró en el ejército que Diocleciano y Galerio utilizaron contra los persas sasánidas,[83]​ y con el que recuperaron el terreno perdido en los cincuenta años anteriores en el norte de Mesopotamia. Bajo Maximiano, entre los años 298 y 305, la unidad mantuvo un destacamento en el norte de Italia a las órdenes del praepositus Aurelio Vicencio.[84]

Ya en época de Constantino I, la unidad fue dividida en dos como consecuencia de los numerosos conflictos internos y externos a los que este emperador tuvo que hacer frente. Así, una parte, posiblemente la desplazada para luchar contra Licinio en el año 320, fue integrada en el ejército de maniobra de Oriente.[85]​ En sus filas, combatió contra los persas bajo la dirección Constancio II y Juliano el Apóstata, y fue destruida en la batalla de Adrianópolis a las órdenes del emperador Valente en el año 378. La otra parte, de acuerdo con la Notitia dignitatum,[86]​ permaneció en su base de Vindobona dentro de la nueva provincia de Panonia I en la prefectura del pretorio del Ilírico, adscrita al dux Pannoniae I, manteniendo al mismo tiempo un destacamento en Arrabona (Raba, Hungría), conjunto con la Legio XIV Gemina. En ambas partes, las tropas estaban dirigidas por sendos praefecti legionis y debían estar formadas por unos mil legionarios.

En el año 351, la unidad asentada en Vindobona, al igual que el resto de las tropas de guarnición en las provincias panónicas, proclamó emperador a Vetranio, magister per Illyricum, frente a Constancio II, aunque cuando este emperador avanzó con un ejército hacia la zona, Vetranio se sometió voluntarimente;[87]​ poco después, en el mismo año, todas las tropas tuvieron que hacer frente al usurpador Magnencio, venciendo a su ejército en la batalla de Mursa Maior.[88]

Los soldados de esta unidad colaboraron en la fortificación del limes de Panonia I bajo Valentiniano I, a las órdenes del magister militum Ursicino, como prueban las figlinae de la unidad en diferentes fortificaciones de la frontera.

La desaparición de las tropas limitanei procedentes de esta legión se produjo a finales del siglo IV o principios del siglo V, debido a los movimientos de pueblos originados por los hunos y los visigodos, que terminaron con la presencia romana en la llanura panonia, ya que el emperador Graciano, después del desastre de Adrianópolis y de las correrías del visigodo Fritigerno, se vio en la necesidad de entregar la zona a estos pueblos y ordenar la evacuación de las muy menguadas guarniciones romanas en esas provincias. La legión no sobrevivió a este traslado.



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