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Lengua rumana



Indoeuropea
   itálica
    Romance
     Romance oriental
       Balcorrumano

El idioma rumano (limba română, IPA ['limba ro'mɨnə]) es una lengua indoeuropea que pertenece al grupo oriental de las lenguas romances. Entre ellas, ocupa la quinta posición en cuanto al número de hablantes en la Unión Europea, siguiendo al español, portugués, francés e italiano. Por motivos de diferenciación tipológica, la lengua rumana también es llamada dacorrumano (aunque es poco conocido). Por motivos políticos, las autoridades de Moldavia (al igual que en el Estado no reconocido de Transnistria) usan la denominación moldavo para referirse a la lengua rumana que hablan allí, aunque existe poca diferencia, siendo el acento la más relevante.

La lengua rumana es hablada aproximadamente por 28 millones de personas de las cuales más de 19 millones viven en Rumanía, donde es la única lengua oficial y, además, conforme a los datos de 2002, materna para el 90 % de población. En Moldavia también es oficial, pero se llama oficialmente moldavo.[1]​ Es la lengua materna para el 80 % de población.

Sin contar los países mencionados anteriormente, también es uno de los seis idiomas oficiales en la provincia autónoma serbia de Voivodina. Es uno de los idiomas oficiales de la Unión Europea y, además, se habla en las comunidades de emigrantes rumanos en Alemania, Estados Unidos, Francia, Israel, Rusia y, más recientemente, España e Italia (la presencia del habla rumana en Italia es redundante ya que después del propio país de Rumanía y Moldavia, en Italia hay casi dos millones de hablantes del rumano), entre otros.

La denominación «român» proviene del latín RŌMĀNUS y es un semicultismo influido por su doblete culto «roman»; el resultado regular sin influencia culta habría sido «rumân».[2]​ En el siglo XVII empezó el proceso de diferenciación semántica entre ambas palabras, «român» conservó su significado etnolingüístico, mientras «rumân» lo cambió a «gente ordinaria» y, después, a «esclavo».[3]​ Sin embargo, es la palabra más antigua la que pasó a otros idiomas, resultando en palabras como «rumano» en español, «roumain» en francés, «romeno» y «rumeno» en italiano, «Romanian» en inglés,[4]​ «Rumänisch» en alemán o «rumuński» en polaco.

El nombre «dacoromân», es decir, «dacorrumano», hace referencia a la antigua provincia romana de Dacia, cuyo territorio forma hoy una gran parte de Rumanía. Otras tres lenguas romances orientales hacen referencias parecidas: «macedorrumano» a Macedonia, «meglenorrumano» al valle del río Meglená en Grecia e «istrorrumano» de la península croata de Istria.

Entre los años 1953 y 1964, debido a la reforma de la ortografía, el nombre de la lengua se escribía en rumano «romînă». Entre 1964 y 1993, «română» y sus derivados fueron las únicas palabras rumanas que se escribían con la â en lugar de la î.

El territorio rumano estuvo ocupado en la antigüedad por los getas y los dacios, unos pueblos de lengua indoeuropea que fueron vencidos y conquistados por los romanos en el año 106 d.C., durante el reinado del emperador Trajano. Como consecuencia, la región se convirtió en la provincia romana de Dacia, que incluía lo que ahora es Oltenia, el Banato y Transilvania. Durante los siguientes 165 años la región se pobló intensivamente con colonos de la parte occidental del Imperio, especialmente de origen itálico. De esta forma, el latín vulgar se convirtió en la lengua de la administración y del comercio en la provincia.

Se supone que durante este periodo la lengua dacia pudo haber influido el latín vulgar ya como adstrato o como sustrato. Como no se conservan testimonios escritos de esta lengua, se cree que pueden ser de origen dacio unas 160 palabras de etimología desconocida que el rumano comparte con el albanés, como por ejemplo mal ‘costa’, brânză ‘queso’, o brad ‘abeto’.

Entre los años 271 y 275, la presión de los dacios libres (carpianos) y de los godos obligó al Imperio romano a retirarse de la Dacia y a establecerse al sur del Danubio. Algunos historiadores del Imperio austrohúngaro intentaron explicar que todos los protorrumanos dejaron su tierra para refugiarse al sur del Danubio, aunque la región estaba ocupada por los romanos y de todas maneras totalmente expuesta a los ataques de los bárbaros. Lo cierto es que no queda ninguna huella de la presencia de un semejante grupo de protorrumanos en esa región. El propósito de los austrohúngaros era encontrar alguna justificación moral para la discriminación brutal en contra de los rumanos que ellos practicaban en Transilvania.

Debido a su aislamiento geográfico, el rumano fue probablemente la primera lengua que se escindió del tronco latino, lo que explica seguramente el que es uno de sus rasgos más característicos: la conservación de un resto de declinación (aunque mientras el latín tenía seis casos, el rumano solo distingue tres: el nominativo/acusativo y el genitivo/dativo, además del vocativo).

Se cree que aproximadamente entre el siglo VIII y el siglo XII, el latín vulgar hablado en las provincias balcánicas del Imperio romano se escindió en cuatro lenguas: el dacorrumano (el moderno rumano), el arrumano, el meglenorrumano y el istrorrumano. Mientras que estas lenguas son muy similares en su estructura gramatical, difieren en su vocabulario, con algo de influencia eslava en el rumano, y de griega en el arrumano.

Por su situación geográfica, el vocabulario básico del rumano apenas tiene palabras de origen germánico (tan características de las lenguas romances occidentales). Por el contrario, se vio influido por las lenguas eslavas (debido a la asimilación cultural y a la influencia de la iglesia ortodoxa), y en menor medida por el griego, lengua del Imperio bizantino. Sin embargo, las palabras de origen eslavo tienden a convertirse en arcaísmos. Del turco, lengua del Imperio otomano, con el cual tuvieron que enfrentarse los estados medievales de Valaquia y Moldavia, solo hay algunos préstamos. Ni el idioma, ni la religión de los turcos (islam) consiguieron influir en los principados rumanos. En Transilvania, el rumano adoptó también palabras del húngaro y del alemán. La influencia de los idiomas francés e italiano ha sido también importante, sobre todo en la segunda mitad del siglo XIX.

La primera muestra escrita de rumano data del siglo XVI. Se trata de una carta escrita en 1521 por el comerciante Neacșu de Câmpulung, en que advertía al alcalde de la ciudad de Brașov de una expedición militar de los turcos que se proponían atacar la ciudad. El documento está escrito en alfabeto cirílico, como era habitual en la época. El texto más antiguo escrito en rumano del que se tiene constancia es un catecismo protestante impreso en Sibiu (Transilvania) en 1544, del que no subsiste ningún ejemplar. Se conserva, en cambio, otro catecismo más tardío, publicado en Brașov en 1559, escrito todavía en caracteres cirílicos. La substitución del alfabeto cirílico por el alfabeto latino ocurrió por primera vez en un documento escrito por rumanos de Transilvania hacia el final del siglo XVI.

En la antigua URSS, Moldavia escribía el rumano con una versión adaptada del alfabeto cirílico, que se mantuvo hasta 1989, en que se volvió a instaurar la ortografía estándar basada en el alfabeto latino.

Para más información sobre el alfabeto rumano, véase Wikipedia:Alfabetos y escrituras del mundo.

El rumano es la lengua oficial de dos países y una provincia autonóma, pero sus hablantes se encuentran también en otros territorios en Europa y América.

La mayoría —aproximadamente el 90 %— de los hablantes nativos de rumano viven en Rumania, donde este idioma es oficial. El 80 % de la población moldava también lo habla y la República de Moldavia es el segundo país que lo tiene como la lengua oficial. Por causa de las deportaciones masivas de los moldavos de la RSS de Moldavia, las minorías rumanófonas se encuentran en antiguas repúblicas socialistas de la Unión Soviética, incluso Kazajistán y Rusia. Muchos rumanos que habían decidido quedarse en las regiones perdidas por Rumania después de la Segunda Guerra Mundial también conservaron su lengua materna, formando las minorías en las actuales Ucrania (óblasts de Chernivtsi y Odesa) y Bulgaria (la ciudad de Vidin y Dobruja Meridional).

En Serbia, aunque existen dos comunidades de hablantes en Voivodina y Timok, solo los habitantes de la primera pueden usar su lengua materna en casos judiciales o administrativos. Además, los rumanohablantes del Valle de Timok son perseguidos por el gobierno serbio y no son considerados como verdadera minoría lingüística y nacional.[5]​ La minoría también persiste en la ciudad de Gyula, en Hungría.

El rumano también es hablado por los emigrantes en varios países, incluidos España (796 576 rumanos[6]​), Italia (entre 500 000 y un millón de rumanos[7]​), Israel (aproximadamente 250 000 hablantes, conforme al censo de 1995), entre otros.

El rumano tiene seis dialectos principales:

Algunos consideran que las lenguas balcorrumanas habladas en los balcanes, son dialectos del rumano:

Sin embargo varios lingüistas rumanos consideran que estas últimas variedades son lenguas aparte ya que la que deriva el rumano es el dacorrumano. [8]

Se piensa que el rumano nació al norte y al sur del Danubio. Las cuatro variedades descienden de las lenguas romances. Esto pudo ser así hasta la llegada y los asentamientos de los eslavos al sur del río.[cita requerida]

El inventario consonántico del rumano está formado por los siguientes segmentos:

Existen siete vocales en oposición fonológica en rumano:[10]

Los nombres y adjetivos, en rumano, se flexionan indicando género, número y caso. Como en las demás lenguas románicas, el adjetivo concuerda en género y número con el nombre al que modifica. Su posición normal es después del nombre. Cuando lo precede, toma el artículo sufijado.

Un profesor bun
"Un profesor bueno"

O casă bună
"Una casa buena"

Niște profesori buni
"Algunos profesores buenos"

Niște case bune
"Algunas casas buenas"

El rumano tiene también los dos géneros comunes en las lenguas romances: masculino y femenino; y un tercero que en contextos generales muchas veces se llama «neutro» simbólico y que más precisamente se trata del género ambiguo: las palabras pertenecientes a este se usan como masculinos en singular y como femeninos en plural. No se trata, pues, del género neutro heredado del latín. En lo consecutivo, al mencionar «neutro», hay que entender en ello el género ambiguo.

La mayoría de las palabras que terminan en -ă son femeninas, mientras que los nombres con final consonántico son masculinos o ambiguos (neutros). Las palabras que terminan en -e suelen ser femeninas, aunque entre ellas hay también bastantes masculinos, como «pește» (‘pez’) y «câine» (‘perro’).

Algunas veces se puede modificar el género utilizando sufijos. De femenino a masculino se utiliza el sufijo -oi (pisica (fem) - pisoi (masc) = gato) y el proceso opuesto se logra con el sufijo -ică (lup (masc) - lupoaică (fem) = loba).

El plural de los nombres se forma mediante los sufijos -i, -e y -uri, acompañados a veces de una modificación fonética en la raíz. Por ejemplo, stradă "calle" pl. străzi "calles"; fată "muchacha" pl. fete "muchachas"; frate "hermano", pl. frați "hermanos".

La distribución de los sufijos de plural se ejemplifica en la tabla siguiente:

El rumano tiene un sistema de dos demostrativos: el de cercanía, acest(a) ("este") y el de lejanía acel(a) ("ese, aquel"). Se suele usar después del nombre, que debe aparecer en forma definida.

El artículo indeterminado es un (masc.) y o (fem.): un student "un estudiante"; o noapte "una noche".

El artículo definido se expresa mediante un sufijo del nombre. Esta es una característica única entre las lenguas romances, pero se encuentra también en una lengua balcánica vecina, el búlgaro, lo que hace pensar en una influencia de adstrato.

El artículo definido varía según el género gramatical del nombre, de acuerdo con la siguiente tabla:

Cuando el nombre va precedido por un adjetivo, el artículo se sufija normalmente al adjetivo: cf. bun student "buen estudiante" y bunul student "el buen estudiante".

La posesión se expresa mediante el caso genitivo/dativo del artículo:

Existe también un adjetivo determinativo posesivo (masc./neu. al, pl. ai; fem. a, pl. ale ) que se usa cuando hay un adjetivo entre el nombre y el posesor, entre otros casos. Es muy común, sobre todo de forma coloquial, poner el sufijo -lui o -lei antes del sustantivo para facilitar pronunciación. Concuerda con el nombre que indica el objeto poseído. Por ejemplo:

Telefonul nou al profesorului, 'El teléfono nuevo del profesor'

Casa cea mare a părinților mei, 'La casa grande de mis padres'

La posesión pronominal se expresa mediante adjetivos posesivos que siguen al nombre, que debe estar en forma definida:

Fratele meu este student, 'Mi hermano es estudiante'

El vorbește cu prietenul său, 'Él está hablando con su amigo'

Los pronombres personales en función de sujeto se omiten, excepto en los casos de énfasis o de resalte informativo. Las formas de los pronombres personales se recogen en la siguiente tabla:

Las formas entre paréntesis de la tabla son las que se usan como clíticos, unidos fonéticamente a un verbo o a otro pronombre:

Las formas tónicas de los pronombres de acusativo se usan con preposiciones:

El rumano ha heredado del latín sus cuatro grupos verbales. Por otro lado, el rumano tiene seis formas distintas de expresar el tiempo futuro. Los infinitivos terminan en -are, -eare, -ere, -ire, al igual que el italiano, y, al igual que las otras lenguas romances, se pueden usar como sustantivos. Normalmente, los diccionarios ofrecen los infinitivos cortos, es decir, sin el sufijo -re, aunque también es correcto usar el infinitivo completo en enunciados, tanto en función de verbos como de sustantivos.

En cuanto al vocabulario representativo (básico) del rumano,[11]​ la situación se presentaría así:

Algunos investigadores expresaron sus dudas en lo que concierne a algunas palabras de origen eslavo o húngaro, puesto que podrían ser palabras autóctonas rumanas prestadas en esos idiomas.

La influencia eslava fue debida no solo a las migraciones, sino también al período de adscripción de los ortodoxos rumanos a la Iglesia controlada por el patriarcado búlgaro. Una pequeña influencia eslava se observa tanto en el componente léxico como en el fonético de la lengua. Por ejemplo, al no tener el latín una palabra para expresar 'sí', el rumano tomó la expresión eslava da. Además, el rumano es la única lengua romance con el fonema /h/; aunque en diversos dialectos del español <j> se pronuncia [h], el fonema original castellano es /x/ y el occitano gascón pronuncia la f inicial como [h].

También cabe destacar que casi todas las actividades rurales tienen nombres procedentes del latín, mientras que aquellas relacionadas con la vida urbana fueron generalmente prestadas de otras lenguas (francés, italiano, alemán, inglés, húngaro, etc).
Durante el siglo XIX, el rumano tomó prestado léxico del francés y del italiano. Más adelante, tomó del alemán y el inglés.

Actualmente, la similitud léxica entre el rumano y el castellano alcanza el porcentaje de 71 %.

El alfabeto rumano está basado en el alfabeto latino, y consta de las letras siguientes:

Las letras Q, W e Y solo se encuentran en palabras prestadas de otros idiomas, como quasar, watt ("vatio") y yacht ("yate").

El alfabeto rumano es casi completamente fonético, con dos excepciones principales:

La tabla siguiente ilustra la pronunciación del rumano:



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