Moldavia,rumano Republica Moldova o Moldova) es un país ubicado en Europa Oriental, situado entre Rumania al oeste y Ucrania al norte, este y sur. Tiene una superficie de 33 851 km². Entre sus ríos destacan el Dniéster y el Prut. Es un país sin litoral, aunque se encuentra a solo 40 km del mar Negro.
(oficialmente la República de Moldova, enLa población de Moldavia es de 3 350 900 habitantes (2017), la mayoría de ella rumanófona (80 %), desglosados según el censo moldavo de 2004 en un 78 % de moldavos. Cuenta asimismo con minorías considerables de ucranianos (la primera minoría por su número) y rusos. Declaró su independencia con las mismas fronteras que la anterior República Socialista Soviética de Moldavia en 1991, como parte de la disolución de la Unión Soviética. Sin embargo, una franja del territorio reconocido internacionalmente como moldavo, situado en la orilla oriental del río Dniéster, está bajo el control de facto del gobierno separatista de Transnistria desde 1992.
El país es una democracia parlamentaria, con el presidente como jefe de estado y con un primer ministro como jefe de gobierno. Moldavia es un estado miembro de las Naciones Unidas, del Consejo de Europa, de la Organización Mundial del Comercio, de OSCE, de GUAM, de la Comunidad de Estados Independientes, de BSEC y de otros organismos internacionales. Moldavia en la actualidad aspira a adherirse a la Unión Europea, y ha puesto en marcha los tres primeros años el Plan de Acción en el marco de la Política Europea de Vecindad (PEV).
El nombre actual del país es de origen eslavo y deriva del río Moldova, cuyo valle está considerado epicentro de la fundación del Principado de Moldavia en 1359. De acuerdo a una leyenda recogida por el cronista Grigore Ureche, el voivoda Dragoş de Bedeu lo llamó así después de que su perro Molda se ahogara en el río mientras intentaban cazar un uro silvestre. En cuanto al origen etimológico, la teoría más extendida es que deriva de la palabra mold (en español: «abeto») y la adición del sufijo -ov(a), común en lenguas eslavas.
La República de Moldavia ocupa una parte de la región de Besarabia, que a su vez formaba parte del territorio histórico moldavo. Esta zona se llamó así hasta la anexión por parte de la Unión Soviética en 1940.
El territorio de la actual Moldavia fue habitado en la antigüedad por los dacios. Ubicada sobre una ruta estratégica entre Asia y Europa, Moldavia ha sido víctima de numerosas invasiones, incluyendo el Rus de Kiev y los mongoles.
A fines de la Edad Media Moldavia comprendía todo el territorio poblado mayoritariamente por valacos ubicados entre los montes Cárpatos al oeste y el río Dniéster al este. En el siglo XIV, teniendo por núcleo la Bucovina, se constituyó el Principado de Moldavia, que fue vasallo del Gran Ducado de Lituania en la primera parte del siglo XV e invadido y ocupado por los turcos en 1512. La familia de “beŷs” (especie) de “virreyes” apellidada Basarab al servicio de la llamada "Sublime Puerta" (Imperio otomano) dio el nombre al sector de Moldavia situado al noreste del río Dniéster, surgiendo así la provincia de Besarabia, que incluía casi la totalidad de la actual República de Moldavia, aunque también algunos distritos hacia el sur (que tras 1947 pasaron a Ucrania). De este modo se conformó la parte oriental del Principado de Moldavia. Este se volvió tributario del Imperio otomano, teniendo como límite oriental al Jedisán y septentrional a Podolia, aunque en 1812 el Tratado de Bucarest transfirió Besarabia al Imperio ruso como uno de los “Principados del Danubio”. La parte occidental de Moldavia se convirtió más tarde en parte de Rumanía. La guerra de Crimea hizo retroceder las fronteras rusas en la región, aunque Besarabia (cuyo territorio es el que constituye junto a la Transnistria, la mayor parte de la actual república de Moldavia) se mantuvo bajo control ruso.
Tras la Revolución rusa, Besarabia fue rápidamente convertida en una república independiente en 1918. Como la mayoría de la población era de etnia rumana, “Sfatul Țării” ("El Consejo del País", en idioma rumano) votó la Unión con Rumanía, en 1918, quedando solo la pequeña franja de la Transnistria dentro de la URSS. El pacto Mólotov-Ribbentrop permitió a la Unión Soviética tomar Besarabia en junio de 1940 y, a pesar de ser expulsadas nuevamente en 1941 tras la Operación Barbarroja, las tropas soviéticas reocuparon el área en agosto de 1944. Bajo el gobierno soviético, las regiones del norte y el sur habitadas por ucranianos y rumanos fueron transferidas a Ucrania, y Transnistria (con una importante población ucraniana y rusa) se unió con el resto en una república soviética llamada República Socialista Soviética de Moldavia, la cual ocupaba el actual territorio de la República de Moldavia.
Tras la disolución de la Unión Soviética, en agosto de 1991, Moldavia se proclamó independiente, convirtiéndose en miembro de la Comunidad de Estados Independientes en diciembre de ese mismo año, al igual que la mayoría de los estados postsoviéticos. El primer presidente de la Moldavia independiente fue Mircea Snegur, quien fue respaldado por el recién creado Partido Agrario Demócratico de Moldavia (PDAM), el cual estaba conformado por alcaldes locales y propietarios de las ya extintas granjas colectivas. En un principio hubo un movimiento prorreunificación con Rumania, pero un referendo en marzo de 1994 recibió una mayoría de votos a favor de conservar la independencia.
Ese mismo año, la nueva Constitución de Moldavia, con vistas a acomodar a las minorías rusa, ucraniana y gagauza, reconoce la creación de sus propias entidades territoriales dentro de la estructura nacional de la República de Moldavia, permitiendo la creación de organismos legislativos propios, gobierno y competencias lingüísticas. Del mismo modo, se permitía para estos territorios la secesión si Moldavia se uniera a Rumanía.
Las elecciones presidenciales de 1996 resultaron propicias para los agrarios y los socialistas, principales partidos de la izquierda moldava, y Petru Lucinschi fue nombrado Presidente de la República, con un 54 % de los sufragios. Desde el principio de su mandato, Lucinschi trató de solucionar el problema, ya endémico, de Transnistria, acercando posiciones con la Federación Rusa. Sin embargo, las conversaciones entre los nacionalistas de Transnistria y los representantes de la República de Moldavia continúan siendo intermitentes y poco productivas, pese al amplio grado de autonomía que el Estado moldavo ha otorgado a este territorio.
Las elecciones legislativas celebradas en 1998 estuvieron caracterizadas por la soledad en que se quedó el partido ganador, el Partido Comunista de la República de Moldavia, que no pudo formar gobierno. Buena parte de los partidos restantes de la cámara se unieron en torno al Bloque para una Moldavia Próspera y a la Convención Democrática, formando un gobierno de coalición.
La falta de acuerdos, la turbulencia política y el fracaso a la hora de elegir un nuevo presidente de la República provocaron la convocatoria de elecciones anticipadas para el 25 de abril de 2001. El Partido de los Comunistas de la República de Moldavia, con Vladimir Voronin y Vasile Tarlev a la cabeza, obtuvo una importante victoria electoral, consiguiendo la mitad de los votos emitidos y obteniendo la mayoría absoluta en la cámara. Voronin se convirtió en presidente de la República de Moldavia y Tarlev en primer ministro. El partido comenzó un confuso proceso de reformas económicas y sociales. Los esfuerzos del gobierno también se orientaron al intento de introducir el idioma ruso como segunda lengua oficial, que tuvo como consecuencia la creación de conflictos interétnicos. El distanciamiento de Moldavia con respecto al resto del mundo ha sido, sin embargo, un creciente problema en el asunto de Transnistria. Los comunistas revalidaron la mayoría absoluta en las elecciones de marzo de 2005, aunque redujeron su número de representantes en la cámara de 71 a 56 miembros.
En las elecciones parlamentarias de abril de 2009, el Partido de los Comunistas de la República de Moldavia venció nuevamente con un 49,92 % de apoyo y 62 escaños en la cámara parlamentaria. Los comunistas ganan las parlamentarias moldavas, según el escrutinio. Los líderes opositores protestaron contra el resultado, llamándolo fraudulento y exigiendo una nueva elección. El 6 de abril diversas organizaciones civiles y partidos de oposición organizaron una protesta en Chisináu, que derivó en rebelión cuando un grupo de los manifestantes atacó las oficinas presidenciales e irrumpió en el Parlamento, saqueando e incendiando varias plantas del edificio. La policía retomó el control en la noche del 7 al 8 de abril. El gobierno, incluyendo al presidente Voronin, calificó las protestas de tentativa de golpe de Estado y acusó a Rumanía de organizarlo.
Los comunistas obtuvieron nuevamente la mayoría, aunque debilitada, con 48 escaños sobre 101. El presidente Vladimir Voronin renunció, confiando en la resolución del estancamiento político en que el país había ingresado. En agosto, los cuatro partidos de la oposición concretaron una alianza que les permitió imponer como primer ministro a Vlad Filat bajo la presidencia Mihai Ghimpu, quien asumió interinamente. El PCRM fue apartado del gobierno, pese a haber obtenido el triunfo en las últimas elecciones.
En noviembre de 2010 se celebraron nuevas elecciones, en las que los comunistas reunieron el 39,3 % de los votos, nuevamente siendo la formación política más votada. Pero los partidos que componen la Alianza para la Integración Europea (AIE): Partido Liberal Democrático, Partido Demócrático y Partido Liberal recibieron 52,1 % de votos en conjunto. La Alianza no consiguió los escaños necesarios para la investidura (61 de 101).
El excomunista Marian Lupu (líder del Partido Democrático) le cerró las puertas a un acuerdo con el PCRM. En lugar de ello, acordó con los demás partidos de la Alianza, la investidura de un gobierno interino. Lupu fue proclamado presidente interino en enero de 2011. De esta forma, se prolongaba el estancamiento político-administrativo.
A pesar de que la Constitución otorgaba un año de interinato al presidente, la Alianza para la Integración Europea consiguió, por fuera de todos los plazos, el apoyo de tres diputados que habían defeccionado del PCRM, pero que no abandonaron sus bancas. Así, consiguió 62 votos para elegir a Nicolae Timofti presidente por un período efectivo. Luego, en diciembre de 2014, los partidos europeístas ganadores de las elecciones legislativas anunciaron la reedición del pacto que gobernó ese país durante los cuatro años anteriores.
El parlamento unicameral moldavo cuenta con 101 asientos. Sus miembros son elegidos a través del sufragio popular por términos de cuatro años; el Parlamento luego elige al presidente, quien ejerce como jefe de Estado. El presidente nombra a un primer ministro como jefe de gobierno, quien a su vez confecciona un gabinete, ambos sometidos a la aprobación del Parlamento.
Después de lograr la independencia de la Unión Soviética, la política exterior de Moldavia ha sido diseñada con el fin de establecer relaciones con otros países europeos, mantener la neutralidad y buscar la integración en la Unión Europea. Así, en 1995 el país fue admitido en el Consejo de Europa.
Además de su participación en la Asociación para la Paz de la OTAN, Moldavia es también un estado miembro de las Naciones Unidas, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), la Organización Mundial del Comercio, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, la Francofonía y el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo.
Tras la Guerra de Transnistria (1990-1992), Moldavia buscó una resolución pacífica del conflicto en la región de Transnistria, trabajando con Rumania, Ucrania y Rusia, pidiendo la mediación internacional, y la cooperación con la OSCE y misiones de investigación y de observación de la ONU.
En 2005, Moldavia y la Unión Europea establecieron un plan de acción que buscaba mejorar la colaboración entre sus dos países vecinos, Rumania y Ucrania. A finales de 2005 la EUBAM (Misión de asistencia fronteriza de la Unión Europea para Moldavia y Ucrania), se estableció a petición conjunta de los presidentes de Moldavia y Ucrania. EUBAM ayuda a los gobiernos de Moldavia y Ucrania en aproximar sus procedimientos fronterizos y aduaneros a las normas de la UE, y ofrece apoyo en la lucha de ambos países contra la delincuencia transfronteriza.
En septiembre de 2010, el Parlamento Europeo aprobó una donación de 90 millones de euros a Moldavia. El dinero era para complementar los $ 570.000.000 en préstamos del Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y otras formas de apoyo bilateral ya concedidas a Moldavia. En abril de 2010, Rumania ofreció Moldavia una ayuda al desarrollo de 100 millones de euros, mientras que el número de becas para los estudiantes moldavos dobló a 5000. De acuerdo con un contrato de préstamo firmado en febrero de 2010, Polonia prestó 15 millones de dólares como parte de su apoyo para Moldavia en sus esfuerzos de integración europea. La primera reunión conjunta de los Gobiernos de Rumanía y Moldavia, celebrada en marzo de 2012, concluyó con varios acuerdos bilaterales en diversos campos.
El 29 de noviembre de 2013, en la cumbre de Vilnius, Moldavia firmó un acuerdo de asociación con la Unión Europea dedicado a la "Asociación Oriental" de la Unión Europea con los países ex soviéticos. El presidente rumano Traian Basescu declaró que Rumanía hará todos los esfuerzos para Moldavia pueda unirse a la UE tan pronto como sea posible. Del mismo modo, Basescu declaró que la unificación de Moldavia con Rumanía es el próximo proyecto nacional de Rumania.
Desde 2014 los moldavos pueden viajar sin visados hacia y entre los países que forman parte del espacio de Schengen durante un máximo de 90 días sin la necesidad de solicitar un visado. Ese mismo año Moldavia ratificó el Acuerdo de Asociación con la Unión Europea tras el acuerdo rubricado en Vilnius, en noviembre de 2014
En materia de derechos humanos, respecto a la pertenencia a los siete organismos de la Carta Internacional de Derechos Humanos, que incluyen al Comité de Derechos Humanos (HRC), Moldavia ha firmado o ratificado:
Desde 2003, mediante una Ley aprobada el 19 de marzo, Moldavia está dividida en 32 distritos (raión, en plural raioane), tres municipios (Chisináu, Bălți y Tighina), y dos regiones semi-autónomas (Găgăuzia y Stânga Nistrului). Anteriormente, Moldavia se dividía en 9 provincias o județe, un municipio (la capital) y dos unidades territoriales.
Transnistria (en algunos casos escrito como «Transdniéster», «Transdniestria» o «Cisdniéster») es un territorio separatista ubicado principalmente entre el río Dniéster y la frontera oriental de la República de Moldavia con Ucrania. Desde su declaración de independencia en 1990 y especialmente después de la Guerra de Transnistria en 1992, es gobernada como la República Moldava Pridnestroviana (RMP, también conocida como «Pridnestrovia»), un Estado no reconocido que reclama el territorio al este del río Dniéster, la ciudad de Bender y sus localidades circundantes ubicadas en la orilla oeste. La República de Moldavia no reconoce la secesión y considera que los territorios controlados por la RMP son parte de la región autónoma moldava de Stînga Nistrului (literalmente, «la orilla izquierda del Dniéster»), oficialmente denominada unidad territorial autónoma con un estatus jurídico especial Transnistria.
Moldavia se encuentra entre las latitudes 45° y 49° N y los meridianos 26° y 30° E
(una pequeña área se encuentra al este de 30°). La superficie total del país es de 33 851 km². La mayor parte de la nación se encuentra entre dos ríos, el Dniéster y el Prut. La frontera occidental de Moldavia está formada por el río Prut, que se une al Danubio antes de desembocar en el mar Negro. Moldavia tiene acceso al Danubio por solo unos 480 m, y Giurgiuleşti es el único puerto de Moldavia en el Danubio. En el este, el Dniéster es el río principal, que fluye a través del país de norte a sur, recibiendo las aguas del Răut, Bîc, Ichel, Botna. Ialpug desemboca en una de las limanas del Danubio, mientras que Cogilnic en la cadena de limos del Mar Negro.
El país no tiene salida al mar, aunque está cerca del Mar Negro. Si bien la mayor parte del país es montañoso, las elevaciones nunca superan los 430 m, el punto más alto es la colina de Bălăneşti. Las colinas de Moldavia son parte de la meseta de Moldavia, que geológicamente se originan en los montes Cárpatos. Sus subdivisiones en Moldavia incluyen las colinas del Dniéster, la llanura de Moldavia y la Meseta Central Moldava (colinas Ciuluc-Soloneţ, colinas Corneşti, el Macizo Codri, las colinas del bajo Dniéster, el valle bajo del Prut y las colinas Tigheci). En el sur, el país tiene una pequeña llanura, la llanura de Bugeac. El territorio de Moldavia al este del río Dniester se divide entre partes de la meseta de Podolia y partes de la estepa eurasiática.
Las principales ciudades del país son la capital Chişinău, en el centro del país, Tiraspol (en la región oriental de Transnistria), Bălţi (en el norte) y Bender (en el sureste). Comrat es el centro administrativo de Gagauzia.
Moldavia tiene un clima continental moderado; su proximidad al mar Negro hace que el clima sea levemente frío en el otoño e invierno y relativamente frío en la primavera y el verano.
Los veranos son cálidos y largos, con temperaturas promedio de unos 20 ºC y los inviernos son relativamente suaves y secos, con temperaturas de enero promedio de -4 °C. La precipitación anual, que oscila entre 600 mm en el norte y 400 mm en el sur, puede variar mucho; largos períodos de sequía no son inusuales. La lluvia más fuerte ocurre a principios del verano y nuevamente en octubre; las lluvias fuertes y las tormentas eléctricas suelen ser habituales. Debido a la irregularidad del terreno, las fuertes lluvias de verano a menudo causan erosión y sedimentación en los ríos.
La temperatura más alta jamás registrada en Moldavia fue 41.5 °C el 21 de julio de 2007 en Camenca. La temperatura más baja jamás registrada fue de -35,5 °C el 20 de enero de 1963 en Brătuşeni, condado de Edineţ.
Moldavia es considerado por muchos especialistas como el país más pobre de Europa. La moneda del país es el leu moldavo. La economía, tradicionalmente agrícola, comenzó, en consonancia con el resto de territorios de la Unión Soviética, un acelerado proceso de industrialización, especialmente alimentaria (vino y azúcar refinado). La producción de refrigeradores, confección, materiales de construcción y maquinaria agrícola es también significativa.
La agricultura, siendo aún un importante motor económico, perdió peso, a raíz de la acelerada industrialización. Sin embargo, ha conseguido florecer de nuevo ante la crisis de su sector industrial. Actualmente, más de la mitad de la población activa de la República de Moldavia se dedica a la agricultura. La producción agrícola moldava es variada: girasol, tabaco, cereales, vid, hortalizas, remolacha azucarera y patata. La ganadería es poco significativa, y es principalmente bovina y porcina, además de la cría de aves de corral.
Existe en Moldavia petróleo, aunque en poca cantidad, y se extrae sal de algunas minas. Es una de las ex-repúblicas soviéticas más pobres en recursos del subsuelo explotados.
A diferencia de otras de las antiguas repúblicas que formaron la Unión Soviética (con Letonia, Estonia o Lituania como más destacadas), la economía moldava ha sufrido un fuerte retroceso tras la independencia. El conflicto de la República de Moldavia con la zona rebelde de Trans-Dniéster o Transnistria ha agravado aún más la situación.
En cuanto al comercio exterior, en 2013, Rusia concentró el 26% de las exportaciones moldavas seguido por Rumania (17%), Italia (7%), y Ucrania (5%). Por otra parte, también en 2013, Rusia suministró a Moldavia el 14% de sus importaciones, seguido por Rumania (13%), Ucrania (12%), y China (8%).
Los principales medios de transporte en Moldavia son los ferrocarriles, con 1.138 km, y su sistema de carreteras, con 12.730 km en total, incluyendo 10.937 km de superficie pavimentada. La vía de entrada aérea internacional de Moldavia es el Aeropuerto Internacional de Chișinău. La terminal Giurgiulești en el Danubio es compatible con los pequeños buques de navegación marítima. El transporte en los poco profundos ríos Prut y Nistru desempeña un modesto papel en el sistema de transporte del país.
La población de Moldavia alcanza los 3,5 millones (2006) y está decreciendo a un ritmo del 0,12% anual. La mayoría de la población son moldavos (71,5%), seguida de grupos menores de ucranianos (11,%); rusos (9,4%); rumanos (2,2%), alemanes, turcos, búlgaros, serbios, gagaúzos y gitanos constituyen el resto de la población. Los habitantes se concentran en las llanuras, donde están los centros industriales y se desarrolla la agricultura a gran escala.
El 41% de los moldavos vive en las ciudades, lo que representa una de la proporciones más bajas de Europa. Las principales ciudades del país son Chisináu, la capital, con 647.513 habitantes (2005), Tiráspol, con 158.069 (2004) y Bălți, con 122.778 (2005).
Moldavia es un Estado sin religión oficial, aunque más del 70% de la población se adscribe a la Iglesia ortodoxa rumana, que es independiente de la ortodoxa oriental. Asimismo hay cantidades significativas de católicos, protestantes (4% de la población) y grupos pentecostales. Según el censo de 2002, también vivían en el país 23.105 ateos y arreligiosos y 6.100 judíos.
El rumano es el idioma oficial del país. Le siguen en importancia el ruso y el ucraniano, hablados por las poblaciones de esas etnias. El francés es hablado por un significativo número de personas (entre 1 y 2 millones, equivalente a entre el 22% y 44% de la población total), por lo que Moldavia es miembro de la Francofonía.
Moldavia es uno de los países en el mundo que más invierte en educación, pues en 2012 destinó el 8,4% de su PIB (cerca de US$ 1000 millones) para el desarrollo de su sistema educativo. La tasa de alfabetización alcanza el 99%, ligeramente menor en mujeres (98,5%) que en hombres (99,5%). Por su parte, en 2012 el gasto público en sanidad representó el 11,4% de su PIB (aproximadamente US$ 1200 millones) con lo que es uno de los países que más invierte también en salud. Sin embargo, todavía posee la tasa de mortalidad infantil más alta de Europa, alcanzando los 12,9 fallecimientos por cada 1000 nacidos vivos. Además, la esperanza de vida al nacer es de 70,1 años, una de las más bajas en el continente.
La localización del país, en el punto de contacto entre la Europa Central y la Europa del Este, hacen que su cultura esté influida fuertemente por las dos regiones. En los últimos dos siglos, la Europa Occidental también influyó significativamente en Moldavia, especialmente Francia y, en menor medida, Alemania. Hubo también una influencia de la cultura rusa tras la anexión hecha por el Imperio ruso en 1812, y después en 1940 (cuando Moldavia formaba parte de Rumanía) por la Unión Soviética. La historia y la cultura de Moldavia no se pueden entender sin estudiar la historia y la cultura de Rumanía.
La literatura rumana fue poco difundida fuera del país, aunque en el último siglo y medio han surgido algunos escritores que han alcanzado notoriedad a nivel europeo e incluso mundial. Los ejemplos incluyen a Mihai Eminescu, considerado el principal poeta rumano, Constantin Virgil Gheorghiu, autor de la famosa novela La Hora 25, que se desarrolla durante la ocupación nazi, Mircea Eliade, Eugène Ionesco o Panait Istrati. También Grigore Vieru y Adrian Păunescu son dos poetas rumanos importantes del siglo XX, nacidos en Moldavia.
El grupo O-Zone, conocido internacionalmente por la canción Dragostea din tei, tiene origen en este país. De dicho grupo surgieron cantantes como Dan Balan y Arsenium, este último representó a Moldavia en el Festival de la Canción de Eurovisión de 2006.
El Trântă (una forma de lucha) es el deporte nacional en Moldavia. El fútbol por su parte es el deporte más popular en el país.
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