Las lenguas mandé son un conjunto de unas 60 a 70 lenguas habladas por los pueblos mandé de África Occidental, desde Nigeria a Senegal. Entre las lenguas mandé están el mandenká (bámbara, yulá, mandinká, diferentes variedades de maninká, kasongá, kagoro, etcétera), soninké, bozo, mende, yacouba, y vai. Existen millones de hablantes, principalmente en Gambia, Senegal, Guinea, Guinea-Bisáu, Malí, Costa de Marfil, Burkina Faso, Sierra Leona, Liberia, Ghana y Nigeria. Este grupo lingüístico forma parte de las lenguas Níger-Congo.
El término mandé se debe a Joseph Greenberg. El término mandingá o mandenká (a menudo llamado en la literatura lingüística francesa manding o mandingue) actualmente se reserva para un subgrupo de estas lenguas.
El grupo fue reconocido por vez primera en la obra de Koelle, Polyglotta Africana de 1854. Menciona trece lenguas bajo el título Familia Alto Sudán noroccidental, o Familia Mandéga de lenguas. En 1901, Maurice Delafosse diferenció ambos grupos en su Essai de manuel pratique de la langue mandé ou mandingue, distinguiendo un grupo septentrional mandé-tan y un grupo meridional mandé-fu. Esta distinción se basa en que las lenguas del norte utilizan la forma tan para decir diez, mientras que las del sur utilizan fu. En 1924 L. Tauxier reelaboró esta clasificación estableciendo que, por lo menos, existe un tercer subgrupo al que denomina mandé-bu. En 1950 A. Prost defendió esta clasificación y aportó más detalles. En 1958, Welmers publicó un artículo, "The Mande Languages", en el que divide las lenguas en tres subgrupos: noroccidental, meridional y oriental. Sus conclusiones se basaron en la investigación lexicoestadística. Greenberg sigue esta clasificación (1963) en The Languages of Africa. Long (1971) y G. Galtier (1980) continuaron usando esta clasificación en tres grupos con notables diferencias.
Las lenguas mandé no comparten la morfología característica que tienen la mayor parte de las otras lenguas de la familia nigerocongoleña, como su sistema de género gramatical en forma clases nominales. El verbo apenas presenta flexión y la conjugación se realiza mediante auxiliares invariantes que indican tiempo, aspecto y polaridad.
Blench considera el mandé una escisión temprana de la familia. Sin embargo, Dimmendaal (2008) arguye que la evidencia para su inclusión dentro de la familia nigerocongoleña es débil, sin ninguna nueva evidencia desde que se propuso dicho parentesco, y por tanto argumenta que las lenguas mandé son una familia independiente.
La mayoría de clasificaciones internas se basan en estimaciones lexicoestadísticas, y que cuyo resultado es discutible desde el punto de vista filogenético. La siguiente clasificación de Kastenholz (1996) se basa en innovaciones léxicas y método comparativo; y el estudio de Dwyer (1989, 1996) del mandé oriental [expuesto en Williamson & Blench, 2000].
Mano
Dan-Tura
Guro-Yaure
Mwa-Wan
Gban-Beng
Shanga-Tyenga
Jeri
Bandi
Jɔ
Como se ha sugerido en lo anterior la flexión tanto nominal como verbal de las lenguas mandé es escasa. De hecho se trata de lenguas analíticas en alto grado.
Las lenguas mandé tienen sistemas vocálicos simples formados por cinco timbres vocálicos /i, e; a; o, u/, existiendo a veces sus contrapartidas largas /iː, eː; aː; oː, uː/. Como en otras lenguas africanas la estructura básica de la sílaba es CV o V, no existiendo codas silábicas o grupos de dos consonantes seguidas. Eso sí presentan fonemas prenasalizados a principio de sílaba como /mb, nd, ŋg/.
Las lenguas mandé suroccidenales y el soninké exhiben un sistema de mutación consonántica inicial. En algunas lenguas, como el sembla, existen tonos.
Las lenguas mandé son altamente analíticas, presentando el verbo una conjugación principalmente por medio de verbos auxiliares que indican el tiempo gramatical. Su escasa morfología usa exclusivamente sufijos. También usan preferentemente postposiciones, ya que son predominantemente de núcleo final y con orden dominante SOV (cuando aparecen auxiliares y adverbios el orden es S-Aux-O-V-Adv).
Las lenguas mandé tienen formas verbales invariantes según persona o tiempo, aunque algunas tienen flexión de la raíz verbal para expresar aspecto gramatical. El tiempo (pasado, presente, futuro), la polaridad y a veces también el aspecto, se realiza mediante auxiliares. Estos auxiliares puede considerarse que encabezan el sintagma de tiempo. Algunos ejemplos tomados del soninké:
También existe extensiones verbales del tipo bantú, teniendo el bɔbɔ un sistema de cambio de valencia que permite que una raíz verbal tenga formas intransitivas, transitivas o hipertransitivas (causativas).
Las lenguas mandé, como otras lenguas nigerocongolesas, tienen un sistema de clases nominales similar al conocido sistema de clases de las lenguas bantúes. Los pronombres posesivos distinguen entre posesión alineable e inalienable, y pronombres personales (incluidos los posesivos) tiene distinciones de inclusividad.
Los numerales en diferentes lenguas mandé son:
Otros cognados son:
Nótese que en los cognados anteriores 'saliva' = 'boca'+'agua', 'leche' = 'pecho'+'agua', 'cabrón' = 'cabra'+'macho/hombre', 'carnero' = 'oveja'+'macho/hombre'.
Entre el siglo XIX y el XX se desarrollaron un grupo de escrituras para algunos de los idiomas del grupo Mandé de Liberia. Entre estos primeros sistemas de escritura autóctonos podemos encontrar el silabario vai de Liberia, creado aproximadamente entre 1820 y 1830 por Mọmọlu Duwalu Bukẹlẹ, la escritura Vah (hacia 1900, probablemente), el silabario Ki-ka-ku, de sus vecinos geográficos, los clanes mende, desarrollado por Kisimi Kamára hacia 1921, el alfabeto gola, el alfabeto grebo, el alfabeto kissim, el silabario Kpelle de Chief Gbili y el silabario loma de Wido Zobo de Boneketa, estos últimos de la década de 1930.
Actualmente se tiende a usar el alfabeto latino.
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