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Ola conservadora



Se conoce como ola conservadora, a veces también giro hacia la derecha, a una serie de sucesivos gobiernos a la derecha del espectro ("conservadores") acontecida en América Latina a partir de los años 2010.[1][2][3]​ El término fue acuñado por la prensa brasileña y suele ser visto como la contraparte a la llamada Marea rosa en referencia a los gobiernos progresistas.[4]

Entre los elementos que conforman esta oleada en el color político de la región se incluye el Golpe de Estado de Honduras en 2009 con la destitución de Manuel Zelaya, la destitución de Fernando Lugo en Paraguay, la victoria de Sebastián Piñera en Chile en 2009, la victoria de Enrique Peña Nieto en México en las elecciones de 2012, la victoria de Jimmy Morales en Guatemala en las elecciones del 2015, la victoria de Mauricio Macri en Argentina en 2015, el juicio político que llevó a la destitución de Dilma Rousseff en Brasil en 2016 con la ascensión de su vicepresidente Michel Temer, la victoria de Pedro Pablo Kuczynski en Perú en 2016 y la posterior toma de mando de su vicepresidente Martín Vizcarra, de orientación tecnócrata en 2018, en 2016 el triunfo de Lenín Moreno en Ecuador, el triunfo de Piñera nuevamente en Chile en las elecciones de 2017, la cuestionada reelección de Juan Orlando Hernández del Partido Nacional en Honduras en ese mismo año, el ascenso del fundamentalismo neopentecostal y el empate técnico del candidato conservador Fabricio Alvarado con el oficialista Carlos Alvarado en las elecciones del 2018 en Costa Rica,[cita requerida] en Brasil con la victoria de Jair Bolsonaro en las elecciones del 2018, el triunfo de Alejandro Giammattei en la segunda vuelta en las Elecciones generales de Guatemala de 2019, sobre la socialdemócrata Sandra Torres, la renuncia de Evo Morales en Bolivia en 2019 y con ello la asunción de Jeanine Añez como presidenta interina, la victoria de Luis Lacalle Pou en las Elecciones en Uruguay de 2019 y el punto final con el triunfo de Guillermo Lasso en las Elecciones de Ecuador en 2021.

El fenómeno ha sido comparado con la elección de Donald Trump en los Estados Unidos y el crecimiento de la extrema derecha en Europa (el Brexit en Reino Unido, el avance de Marine Le Pen en Francia, el auge del ultraconservadurismo en Hungría, entre otros) como fenómenos similares.[5]

En Argentina, la elección de Mauricio Macri en noviembre de 2015 como presidente de Argentina llevó al poder a un gobierno de centro derecha (en comparación al gobierno izquierdista de los años pasados), aunque los movimientos de corriente peronismo y kirchnerismo (junto a la popularidad de la líder del último Cristina Fernández de Kirchner) mantuvieron poder desde la oposición.[6][7]​ El ingeniero y exjefe de gobiernos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, recortó subsidios a la energía, puso fin a los controles cambiarios entre otras reformas de índole conservadoras. En octubre de 2017, Mauricio Macri consolida poder cuando candidatos de su partido, lograron victorias en las elecciones legislativas argentinas de 2017.[8]​ Una serie de escándalos sobre corrupción involucraron al presidente Macri y sus aliados durante su período presidencial, incluidas seis investigaciones federales por presunto lavado de dinero, tráfico de influencias y aumento ilegal de la riqueza de su familia. Viéndose también involucrado en el escándalo de los Papeles de Panamá.[9][10][11]​ En 2017, la reforma de pensiones de Macri enfrentó protestas masivas acompañadas por la oposición la cual algunos miembros de la prensa describieron como la protesta más violenta en Buenos Aires en décadas.[12][13]​ Un sector del periodismos han acusado al gobierno de Macri de brutalidad policial y un exceso de violenta durante protestas recientes.[14][15][16]

En octubre de 2019,Mauricio Macri pierde las elecciones presidenciales argentinas ante el peronista Alberto Fernández y su compañera de formula la ex-presidenta Cristina Fernández de Kirchner, los cuales asumieron los cargo en diciembre de 2019.[17]​ Este cambio de mandato fue precedido por una importante pérdida en el poder de la moneda nacional, y una desconfianza de los agentes privados externos en el futuro nacional.

En Brasil, comenzó aproximadamente cuando Dilma Rousseff ganó las elecciones presidenciales de 2014 en unas elecciones ajustadas, dando inicio al cuarto mandato del Partido de los Trabajadores en la posición más alta del gobierno. Además, según el analista político del Departamento Intersindical de Asesoramiento Parlamentario Antônio Augusto de Queiroz, el Congreso Nacional elegido en 2014 puede ser considerado el más conservador desde el movimiento de "redemocratización", señalando un aumento en el número de parlamentarios vinculados a segmentos más conservadores, como los ruralistas, militares, policiales y religiosos.[18]

La posterior crisis económica de 2015 y las investigaciones de los escándalos de corrupción impulsaron a un movimiento de derecha que buscaba rescatar ideas del liberalismo económico y el conservadurismo en oposición a las políticas de izquierda.

Al mismo tiempo, surgieron jóvenes liberales como los que integran el Movimiento Brasil Libre, entre muchos otros. Para Manheim (1952), dentro de una sola generación real puede haber varias generaciones a las que llamó "diferenciadas y antagónicas". Para él, no es la fecha de nacimiento común la que marca una generación, aunque importa, sino el momento histórico en el que viven en común. En el caso, el momento histórico fue la acusación de Dilma Rousseff. Se les puede llamar la "generación post-Dilma".[1]

El presidente interino centroderechista Michel Temer asumió el cargo tras el juicio político contra la presidenta Rousseff. Temer tenía un índice de aprobación del 3% en octubre de 2017,[19]​ enfrentándose a un escándalo de corrupción luego de que se le acusaran de obstruir la justicia y extorsión.[20]​ Logró evitar el juicio gracias al apoyo de los partidos de derecha en el Congreso brasileño.[19][20]​ Por otro lado, el presidente del Senado, Renan Calheiros, quien fue reconocido como una de las figuras clave detrás de la destitución de Rousseff y miembro del centrista Movimiento Democrático Brasileño, fue destituido de su cargo luego de enfrentar cargos de malversación de fondos.[21]​ El candidato de extrema derecha Jair Bolsonaro del Partido Social Liberal fue el ganador de las elecciones presidenciales de 2018, seguido por el exalcalde de São Paulo el izquierdista Fernando Haddad del Partido de los Trabajadores de Luiz Inácio Lula da Silva.[22]​ A Lula se le prohibió postularse después de haber sido condenado por cargos de corrupción y encarcelado.[23][24][25]​ Bolsonaro ha sido acusado de retórica racista, xenófoba, misógina y homofóbica.[26][27][28][29][30]

En Guatemala, el líder socialdemócrata de centroizquierda Álvaro Colom de la Unidad Nacional de la Esperanza fue elegido en 2007, siendo el único presidente de izquierda en tiempo moderno en el país. El sucesor de Colom, el derechista liberal Otto Pérez Molina, se vio obligado a renunciar a su presidencia debido a los disturbios populares y los escándalos de corrupción que terminaron con su arresto.[31][32][33]​ Tras la renuncia de Molina, el derechista Jimmy Morales fue elegido para el cargo. Morales se encuentra actualmente bajo investigación por financiamiento ilegal.[34]​ El sucesor de Morales, el conservador Alejandro Giammattei enfrentó también masivas protestas populares durante su presidencia.

En Honduras, el giro a la izquierda de Manuel Zelaya durante su mandato resultó en el Golpe de Estado en Honduras de 2009 que fue condenado por toda la región, incluido Estados Unidos. Años después del golpe, Zelaya dijo que su derrocamiento fue el comienzo de la "restauración conservadora" en América Latina.[35]

Después del golpe, el siguiente presidente elegido democráticamente fue el derechista Porfirio Lobo Sosa (2010-2014) y luego, el derechista Juan Orlando Hernández del conservador Partido Nacional, ganó las elecciones presidenciales sobre la izquierdista Xiomara Castro (esposa de Zelaya) por un ligero margen. Poco después, Hernández reformó la Constitución para permitirse ser candidato a la reelección inmediata (algo hasta entonces prohibido por la ley hondureña) y se postuló como candidato para las elecciones presidenciales de 2017 en lo que algunos observadores cuestionan como antidemocrático, autoritarista y corrupto.[36][37][38][39]​ Durante las elecciones, la apretada victoria autoproclamada de Hernández sobre Salvador Nasralla de la Alianza de Oposición contra la Dictadura junto con las acusaciones de fraude electoral provocan disturbios masivos en todo Honduras. La declaración del toque de queda del país calificada de ilegal por algunos juristas[40]​ según la Constitución y la violenta represión de las protestas dejaron al menos siete muertos y decenas de heridos.[41][42]​ Debido al malestar popular general y las acusaciones de fraude electoral, la Organización de los Estados Americanos solicitó una nueva elección sin éxito.[43][44][45]​ Las protestas contra Hernández continuaron en 2019.

En Paraguay, el conservador Partido Colorado de derecha gobernó el país durante más de sesenta años, incluida la dictadura de Alfredo Stroessner apoyada por Estados Unidos[46][47][48][49]​ que duró treinta y cinco años, desde 1954 hasta 1989. Paraguay es uno de los países más pobres de América del Sur. Este sistema de partido dominante se rompió temporalmente en las elecciones presidenciales de 2008, cuando prácticamente toda la oposición unida en la Alianza Patriótica para el Cambio logró elegir al exobispo Fernando Lugo del Partido Demócrata Cristiano como presidente de Paraguay. El gobierno de Lugo fue elogiado por sus reformas sociales, incl

uidas las inversiones en viviendas de interés social, la introducción de tratamiento gratuito en hospitales públicos, la introducción de transferencias de efectivo para los ciudadanos más empobrecidos de Paraguay y derechos indígenas.[50]​ the introduction of free treatment in public hospitals,[51][52][53][54]

Sin embargo, Lugo no terminó su período ya que fue enjuiciado a pesar de disfrutar de índices de aprobación y popularidad muy altos. El juicio político fue rechazado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos,[55]​ condenado tanto por gobiernos de derecha como por gobiernos de izquierda[56][57]​ y considerado un golpe de Estado por UNASUR y Mercosur y tratado en consecuencia con sanciones y suspensiones para Paraguay.[58][59]​ Posteriormente, Lugo fue elegido senador y presidente del Senado. Fue reemplazado por el vicepresidente Federico Franco, quien se distanció de Lugo por razones ideológicas, se opuso al ingreso de Venezuela al Mercosur y fue calificado de conservador.[60][61]

El siguiente presidente de Paraguay electo democráticamente, el derechista colorado Horacio Cartes, calificado por organizaciones de derechos humanos como autoritario y homófobo,[62]​ ha intentado reformar la Constitución para permitir la reelección indefinida, lo que provocó el alboroto popular.[63][64][65]​ Cartes también es sospechoso de lavado de dinero y evasión fiscal.[66][67][68][69][70][71]

En Perú, Pedro Pablo Kuczynski ganó las elecciones presidenciales de 2016, y Perú se convirtió en un país más que se aparta de un gobierno izquierdista.[72]​ En esta elección, la tercera candidata con mayor apoyo fue la candidata de izquierda Veronika Mendoza del Frente Amplio con el 18% de los votos.[73]​ Tras las investigaciones de corrupción en torno a Odebrecht, el Congreso de Perú exigió a Kuczynski que se defendiera en una sesión, y Odebrecht afirmó que la participación de Kuczynski con la empresa era legal en comparación con las ilegalidades realizadas por su predecesor izquierdista, Ollanta Humala.[74]​ Debido al escándalo de corrupción, se inició el juicio político a Kuczynski, pero votado en contra por un ligero margen en el Congreso.[75]​ Después de que se filtraron al público videos que mostraban sobornos de los fujimoristas para mantener a Kuczynski en el cargo, Kuczyinski renunció por su cuenta.[76]​ Su sucesor Martín Vizcarra fue destituido por el Congreso.

La siguiente línea de tiempo comienza antes del inicio de la ola conservadora para ilustrar gráficamente el ascenso de los gobiernos conservadores a lo largo de los años.

Nota: Los presidentes con un asterisco (*) son considerados de centroderecha.

Bandera de Argentina Argentina
Mauricio Macri*
2015–2019

BoliviaFlag of Bolivia.svg Bolivia
Jeanine Áñez
2019–2020

BrasilBandera de Brasil Brasil
Michel Temer*
2016–2018

BrasilBandera de Brasil Brasil
Jair Bolsonaro
2019–actualidad

ChileBandera de Chile Chile
Sebastián Piñera
2010–2014
2018–actualidad

ColombiaFlag of Colombia.svg Colombia
Iván Duque
2018–actualidad

EcuadorFlag of Ecuador.svg Ecuador
Lenín Moreno*
2017-actualidad

EcuadorFlag of Ecuador.svg Ecuador
Guillermo Lasso*
electo

El SalvadorFlag of El Salvador.svg El Salvador
Nayib Bukele*
2019–actualidad

GuatemalaFlag of Guatemala.svg Guatemala
Otto Pérez Molina
2012–2015

GuatemalaFlag of Guatemala.svg Guatemala
Alejandro Maldonado
2015–2016

GuatemalaFlag of Guatemala.svg Guatemala
Jimmy Morales
2016–2020

GuatemalaFlag of Guatemala.svg Guatemala
Alejandro Giammattei
2020–actualidad

HondurasBandera de Honduras Honduras
Porfirio Lobo Sosa
2010–2014

HondurasBandera de Honduras Honduras
Juan Orlando Hernández
2014–actualidad

MéxicoFlag of Mexico.svg México
Enrique Peña Nieto*
2012–2018

PanamáFlag of Panama.svg Panamá
Ricardo Martinelli*
2009–2014

PanamáFlag of Panama.svg Panamá
Juan Carlos Varela*
2014–2019

ParaguayFlag of Paraguay.svg Paraguay
Federico Franco
2012–2013

ParaguayFlag of Paraguay.svg Paraguay
Horacio Cartes
2013–2018

ParaguayFlag of Paraguay.svg Paraguay
Mario Abdo Benítez
2018–actualidad

PerúFlag of Peru.svg Perú
Pedro Pablo Kuczynski*
2016–2018

PerúFlag of Peru.svg Perú
Martín Vizcarra*
2018–2020

UruguayFlag of Uruguay.svg Uruguay
Luis Alberto Lacalle Pou*
2020–actualidad



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