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Pueblo esloveno



Los eslovenos, o el Pueblo esloveno (en esloveno, Slovenci) son una rama de los eslavos del sur, y el Grupo étnico que ha habitado en la región histórica de las tierras eslovenas, rodeadas por las tierras austriacas al norte, las tierras italianas de Trieste y del Adriático y de habla friulana del oeste, las tierras de habla húngara en el noreste, y de las tierras de habla croata al sur y sureste. Su idioma es el esloveno, una de las lenguas de la rama sur-eslávica de significativas similitudes con los idiomas eslavos occidentales.

Los eslovenos viven principalmente en Eslovenia, y son una de las grandes minorías étnicas en Austria, Hungría, Croacia, Italia y Serbia, donde en algunos casos hasta son pobladores locales arraigados en épocas pasadas.

Sus emigrantes viven principalmente en otras naciones europeas, así como en los Estados Unidos, Canadá, Argentina y en Australia.

Muchos de los eslovenos que viven hoy día residen en la actual Eslovenia independiente (2,007,711 estimado en el 2008). En el censo nacional de 2002, 1.631.363 personas se declaraban étnicamente a sí mismos como eslovenos,[25]​ donde 1.723.434 individuos reclamaban al esloveno como su lengua materna.[26]

La minoría eslovena en Italia está estimada entre 83.000 hasta 100.000 personas,[27]​ la minoría eslovena en la región sureña de Austria son alrededor de 24.855 ciudadanos, en Croacia llegan hasta los 13.200, y en Hungría hasta los 3.180 ciudadanos.[28]​ La diáspora eslovena más significativa se encuentra en los Estados Unidos y en Canadá, en otras naciones europeas, y en diferentes continentes, como en Argentina así como en Australia. La mayor de las poblaciones de eslovenos fuera de Eslovenia se encuentra en Cleveland.[29]

En el s. VI, los eslavos comenzarían a poblar las regiones entre los Alpes y el Mar Adriático en dos olas de migraciones consecutivas: la primera tuvo su ocasión en el año de 550 y provino de las tierras de Moravia, mientras que la segunda ola, proveniente del sureste, tuvo lugar tras la retirada de los Lombardos hacia Italia en 568 (véase poblamiento eslavo en los Alpes occidentales).

De 623 a 658, los pueblos eslavos entre el el Elba superior y la cordillera de Karavanke se unificaron mediante el liderazgo del Rey Samo (Kralj Samo), en lo que entonces sería conocido la "Unión Tribal Samo". La unión tribal colapsó tras la muerte de Samo, pero un pequeño principado eslavo, Carantania (en esloveno, Karantanija) sobrevivió, en lo que hoy día se conoce como la parte central de Carintia.

Dada la peligrosa presencia de las tribus ávaras panónicas provenientes del este, los carantanios aceptaron la unión con los bávaros en 745 y posteriormente reconocieron al mandato franco y aceptaron el cristianismo en el s VIII. Las últimas formaciones de un estado eslavo en la región, en la figura del principado del Príncipe Kocelj, perdería su independencia en 874. El territorio étnico esloveno subsecuentemente se contrajo debido a la presión de los alemanes del oeste y a la llegada de los húngaros a la altiplanicie de Panonia, y se estabilizaron en su presente forma en el s. XV.

Las primeras menciones de una identidad étnica eslovena común, que transcendió hasta las fronteras regionales, data del s. XVI,[30]​ cuando la predica protestante llegó a las tierras eslovenas.

Durante éste periodo, el primer libro publicado en esloveno fue escrito en cabeza del predicante protestante Primož Trubar y sus seguidores, quienes establecieron la base para el desarrollo de un idioma esloveno estándar. En la segunda parte del s. XVI, fueron impresos numerosos libros en esloveno, incluyendo una traducción integral de la biblia hecha por Jurij Dalmatin.

A inicios del s. XVII, el protestantismo sería suprimidido por la refroma clerical y religiosa apoyada por los Habsburgo, la cual introduce el neobarroco tanto a nivel cultural como religioso.

La ilustración en las monarquías regidas por los Habsburgo trajo un progreso en el caso del pueblo esloveno, significativamente fuerte en las áreas social y cultural. Éste apuntaló el posterior desarrollo económico y facilitaría la aparición de la clase media económica.

Bajo el reinado de Maria Teresa y del Emperador José II (1765–1790) muchas reformas fueron emprendidas en la administración y en la sociedad, incluidas reformas agrarias, la modernización de la iglesia y la imposición de la educación primaria como obligatoria en Eslovenia (1774). El inicio de varias actividades culturales y lingüísticas por parte de los intelectuales eslovenos del momento le llevaron al resurgir a la identidad eslovena y al sentido de una nación moderna en todo el sentido de la palabra.

Después de las guerras napoleónicas, algunos libros de literatura secular en esloveno emergieron. Durante el mismo periodo, el primer tratado sobre las tierras eslovenas como una entidad étnica fue ecrito por Anton Tomaž Linhart, mientras Jernej Kopitar compiló el primer tratado comprensivo de gramática del esloveno.[31]

Entre 1809 y 1813, Eslovenia fue una parte de las Provincias Ilirias, una provincia autónoma del imperio napoleónico, con Ljubljana como su capital. Aunque el tiempo duró poco allí en que el mandato de los franceses era norma, éste contribuyó significativamente al surgimiento del nacionalismo como consciencia y movimiento político. Tras la derrota de Napoleón, todas las tierras eslovenas fueron una vez más incluidas en el imperio austríaco. Gradualmente, una conciencia nacional disitintiva se desarrolló, y la búsqueda por una unificación política de todos los eslovenos se generalizó.

Entre los años 1820 y 1840, creció enormemente el interés en el idioma, cultura y folklore eslovenos, con numerosos filólogos avanzando hacia la estandardización del idioma en sus primeros pasos. El Movimiento Ilirio, un movimiento de ideales pan-eslávicos y austro-eslávicos ganó importancia. Sin embargo, el círculo intelectual cercano al filólogo Matija Čop y al poeta romántico France Prešeren sería influenciante en el nuevo ideal de una nación propia para los eslovenos, tanto lingüística como culturalmente individual en sus ideas, rehusándose a la idea de fusionar a los eslovenos en una nación eslava más amplia.

En los años 1840, el movimiento nacional esloveno se desarrolló más allá de la expresión literaria.[32]​ En 1848, el primer manifiesto sobre un movimiento nacional político de Eslovenia, conocido como Eslovenia unida (Zedinjena Slovenija), sería escrito en el contexto de las revoluciones nacionales en el seno del imperio austríaco.[33]

Éste demandaba la unificación de todos los territorios esloveno-parlantes en un reino autónomo, llamado Slovenija,[33]​ donde el imperio le diera el estatus de una lengua oficial al esloveno.[34]

Cuando el proyecto falló,[33]​ éste no se dejó de lado y sirvió como una importante plataforma de la política eslovena en las actividades de las décadas siguientes,[35]​ particularmente en las décadas de 1860 y 1870, cuando los mítines masivos eslovenos, llamados tabori, fueron organizados.[36]

El conflicto posteriormente surgido entre nacionalistas eslovenos y nacionalistas alemanes se profundizó.[37]​ En 1866, algunos eslovenos migraron a Italia,[37]​ y otros se mantuvieron en la parte húngara del imperio de Austria-Hungría en 1867. Esto afectó significativamente el proyecto de nación y llevó a la posterior radicalización del movimiento nacionalista esloveno.[38]

En los años 1890, los primeros partidos políticos eslovenos fueron establecidos. Todos ellos le fueron leales a Austria, pero ya tenían la idea común de la lucha pot una causa común: un estado netamente eslavo en el sur de los Balcanes.[37]

Entre 1880 y el inicio de la primera guerra, grandes cantidades de eslovenos emigraron a destinos tanto en América como en la misma Europa. Muchos de estos se establecerían entre los años 1905 y 1913, pero el número exacto de los que llegaran es imposible de determinar, ya que la mayoría de los eslovenos fueron erróneamente clasificados como austríacos, italianos, croatas, o con diferentes designaciones, muchos mayormente dejaron su tierra y fueron clasificados en Estados Unidos como eslavónicos o meramente como eslavos.[39]

Aquellos que se asentaron tras su llegada en la localidad de Pennsylvania fueron llamados Wéndicos por provenir de la desgnación germano-austríaca "Windisch", derivada de los "Wendios".[40]​ El mayor de los grupos de eslovenos eventualmente se asentarían en Cleveland, Ohio, y su área urbana.

La segunda mayor comunidad decidió asentarse en la ciudad de Chicago, principalmente en la zona de Lower West Side. La Unión Norteamericana-eslovena católica (en esloveno, Ameriško-slovenska katoliška enota) fue fundada como una organización para la protección de las comunidades esloveno-estadounidenses y sus derechos en la ciudad de Joliet, Illinois, a 64 kilómetros (40 mi) al sureste de Chicago, y en Cleveland. Hoy día existen sucursales del KSKJ aún en los Estados Unidos y los mismos ofrecen pólizas de seguros de vida y otras clases de servicios a los esloveno-estadounidenses. Librepensadores que huyeron de la represión fueron albergados cerca de la 18va y la Av. Racine en Chicago, en donde luego fundaron la Mutua Eslovena. Otros inmigrantes eslovenos se radicarían al suroccidente de Pennsylvania, y en el Estado de Virginia Occidental para laborar en las minas de carbón, además de llegar a trabajar como leñadores y en la industria maderera. Algunos eslovenos también se establecieron en Pittsburgh o en Youngstown, como empleados en las acererías, así como en la región del Iron Range de Minnesota, para trabajar en las minas de hierro. Muchos otros se establecieron en Rock Springs, Wyoming también como obreros en las minas de carbón que eran parte de las operaciones de la Union Pacific Railway.

La gran mayoría de esta migración no puede ser bien definida, ya que en el periodo de su establecimiento, arribarían a la nación suramericana con pasaportes austro-húngaros, austríacos, y yugoslavos. Su mayor componente eran eslovenos de Prekmurje y eslovenos húngaros. Se sabe que es una de las comunidades más numerosas de los eslavos del sur en suramérica, y que sus descendientes pueden llegar a más de 10.000.[cita requerida]

Se sabe que al menos hubo unas 30,000 muertes entre los combatientes eslovenos durante la I guerra mundial, ya que en esa entonces y hasta hoy día habitan el territorio donde el ejército italiano tuvo su frente en el Isonzo, y que, para la época; hacía parte del imperio central de Austria-Hungría.

Mientras que muchos de los que perecieron se habían enrolado al ejército austrohúngaro como combatientes, para los civiles y, en especial; para los habitantaes civiles eslovenos de las regiones de Gorizia y Gradisca tuvieron dichos combates consecuencias graves, ya que cientos de miles sufrieron y fueron víctimas de vejámenes al ser realojados en los campamentos de refugiados, en los cuales, los eslovenos fueron tratados como enemigos del estado por los italianos, y allí miles de ellos morirían de desnutrición y abandono, además de otras enfermedades.[41]

Tras el final de la 1ra guerra mundial (1914–1918), la mayoría de los eslovenos se unieron a los otros pueblos eslavos en el Estado de los eslovenos, croatas y serbios, lo que se transformaría luego en el Reino de los serbios, croatas y eslovenos, y finalmente en el Reino de Yugoslavia. En el nuevo sistema de banovinas (desde 1929), los eslovenos fueron la mayoría en la banovina del Drava.

En el área cedida por el ex-Imperio Austríaco a Italia en cambio por su participación en la gran guerra junto a Gran Bretaña , la italianización fascista de los eslovenos en Italia no tuvo una oposición en el ámbito internacional, especialmente tras el ascenso de Benito Mussolini al poder en 1922. Al mismo tiempo, durante el periodo de la ocupación italiana (entre los años 1918-1920), todas las asociaciones culturales eslovenas (Sokol, "que leen en cuartos" entre otras.) fueron prohibidas y declaradas ilegales.[44]​ La Italia fascista vio la llegada de profesores italianos del sur de Italia venidos de la región sur dirigidos específicamente a italianizar las regiones habitadas por los eslovenos étnicos y a las minorías de croatas, donde luego los profesores eslovenos y croatas de poesía, idiomas, así como los poetas, escritores, artistas y clérigos fueron exiliados a Sardinia y donde fuese al sur italiano.

En 1926, según el reclamo de la italianización, con el retorno a sus "nombres reales", el gobierno fascista de Italia anunciaría que la italianizacion de los nombres y/o apodos de los ciudadanos no sólo se aplicaría a la minoría eslovena, sino también a las minorías croata y a los alemanes.[45][46][47]​ Algunos eslovenos sometidos aceptaron de mala gana la italianización, y sólo con tal de no ser considerados ciudadanos de segunda, lo que les privaría de su promovilidad social. A mediados de los 30, cerca de 70.000 eslovenos habían abandonado la región, y mayormente emigraron a Yugoslavia y a Suramérica.[cita requerida]

En las regiones bilingües de Carintia decidieron en 1920 convocar a un referendo sobre si la región de Carintia debía permanecer en Austria. Algunos voluntarios eslovenos también participaron en varios contingentes voluntarios yugoslavos en la Guerra Civil española y en la segunda guerra ítalo-etíope.

Los eslovenos estuvieron en una situación única durante la Segunda Guerra Mundial. Mientras Grecia estaba empezando su triste experiencia de ser dividida, Eslovenia fue una de las zonas europeas que experimentó más rápida asimilación de sus territorios por parte de la Alemania nazi y de sus países satélites, tales como Italia y Hungría.[48]​ Tras la invasión de Yugoslavia por los países del Eje el 6 de abril de 1941, Alemania y Hungría ocuparon el norte de Eslovenia. Algunos pueblos de la Baja Carniola fueron anexados por el Estado títere de Croacia, recién independizado.[49]

Los nazis emprendieron una violentísima política de germanización. Durante la guerra, decenas de miles de eslovenos fueron reasentados o expulsados, aprisionados o deportados a colonias penales, retenidos en campos y hasta enviados a campos de exterminio.[50]​ Muchos fueron exiliados a la Serbia de Nedić y a Croacia. La cifra de los eslovenos reclutados en los ejércitos alemanes y sus unidades paramilitares se calcula en ciento cincuenta mil personas;[51]​ al menos un cuarto de ellos participaron en los diferentes frentes europeos, principalmente en el oriental.[cita requerida]

Comparada con las medidas alemanas en el septentrión esloveno y con la italianización fascista aplicada en el antiguo Litoral austríaco —obtenido por Italia tras la Primera Guerra Mundial—, las implantadas el comienzo por los italianos en la Eslovenia central no fueron violentas. Centenares de miles de eslovenos de las regiones de la Baja Estiria y de la Alta Carniola, ocupadas por Alemania, huyeron a la provincia de Liubliana entre abril y junio de 1941.

No obstante, tras el estallido de la insurrección en esta provincia, la represión italiana de la población civil alcanzó pronto los niveles de la alemana.[52]​ Los italianos deportaron a veinticinco mil habitantes de la provincia —lo que representaba el 7,5 % de su población— en una de las más drásticas operaciones de este tipo abordadas en Europa; los deportados llenaron muchos de los mayores campos de concentración de Italia, como el de Rab, Gonars, Monigo (Treviso), Renicci d'Anghiari y Chiesanuova, entre otros. Para sofocar la naciente resistencia de los partisanos eslovenos, Mario Roatta adoptó una serie de medidas draconianas, como las ejecuciones sumarias, la toma de rehenes, las represalias, el cautiverio y hasta la quema de villas y ciudades enteras. El «manifiesto 3C», una especie declaración de guerra a los civiles, le hizo culpable de crímenes de guerra.

Para el verano de 1941, un movimiento de resistencia, liderado por el frente de liberación de Eslovenia, emergió tanto en la zona de ocupación italiana como en la alemana.[53]​ Dicha resistencia, pluralista al principio, sería gradualmente tomada por el partido comunista de Eslovenia, así como en el resto de la Yugoslavia ocupada.[53]​ Contrario a otras partes de Yugoslavia, donde los territorios liberados la vida política era organizada por sí mismos y por los militares, en manos de los partisanos eslovenos quienes se subordinaban a la autoridad política y civil del frente.[54]

En el verano de 1942, una guerra civil entre los propios eslovenos estalló. Las dos facciones enfrentadas fueron los partisanos eslovenos y la Milicia Anticomunista Voluntaria (MVAC), posteriormente reorganizada bajo comandancia nazi como la Guardia Civil de Eslovenia. Posteriormente, pequeñas unidades Chetniks también existieron y combatieron a los partisanos en la Baja Carniola y en Estiria. Los Partisanos estuvieron bajo el mando del Frente de Liberación (OF) y de la resistencia dirigida por Tito, mientras que la liga de eslovenos por la convivencia sirvió como el brazo político de la milicia anti-comunista.[cita requerida] La guerra civil estaría restringida mayormente a la provincia de Liubliana, donde más del 80% de las unidades partisanas eslovenas estaban activas.

Entre 1943–1945, pequeñas milicias anti-comunistas existieron en diferentes partes del litoral y en la Alta Carniola, pero no eran patentes en el resto del país. Para 1945, el número total de unidades anti-comunistas eslovenas alcanzaron un total de 17.500 miembros.[55]

Inmediatamente tras la guerra, más de 12.000 miembros de la Guardia Civil de Eslovenia fueron asesinados en la masacre de Kočevski Rog, mientras que miles de civiles de varias organizaciones anti-comunistas fueron también asesinados en el primer año tras el final de la guerra.[56]​ Además de estos, cientos de italianos étnicos de la marca juliana fueron también asesinados sistemáticamente y en represalia por el ejército partisano yugoslavo en las matanzas de las Foibe; más de 27.000 italianos de Istria dejaron la parte de la Istria eslovena por la persecución política y militar comunista, a lo que se denominó como el éxodo de Istria. Miembros de la minoría étnica de alemanes fueron expulsados o abandonaron Eslovenia.

El total de víctimas en Eslovenia tras la guerra se estimó en al menos 97.000 muertes. En éste número se cuentan a más de 14.000 civiles, que fueron dados de baja o murieron por otras causas relacionadas con la guerra immediatamente tras el fin de la guerra,[56][57]​ y de la pequeña comunidad de judíos, la que fuera exterminada casi por completo durante el holocausto judío.[58][57]​ Adicional a esto, miles de eslovenos dejaron su patria tan pronto se acabó la guerra, y muchos de ellos se trasladaron y reasentaron en Argentina, Canadá, Australia y en los Estados Unidos.

Yugoslavia adquirió ciertos territorios de Italia tras la 2da guerra mundial, pero más de 100.000 eslovenos permanecieron en la cercanía de las fronteras italianas, notablemente en las zonas de Trieste y de Gorizia. Tras el restablecimiento de Yugoslavia al finalizar la 2da guerra mundial, Eslovenia se haría parte de la República Federal Socialista de Yugoslavia, declarada el 29 de noviembre de 1943. Mucho del territorio de Carintia permanecería como parte de Austria, con cerca de 42.000 eslovenos (para el censo de población de Yugoslavia de 1951 [cita requerida]) los que fueron reconocidos como una minoría y gozan de derechos especiales bajo el tratado de independencia del nuevo Estado de Austria (Staatsvertrag) de 1955.

Los eslovenos en el estado austríaco de Estiria (4.250)[12]​ no han sido reconocidos como una minoría y no tienen protección ni estatus espacial alguno como los de Carintia, a pesar de lo suscrito en el tratado de 1955. El anterior gobernador, Jörg Haider, regularmente mostraba su documento esloveno cuando su popularidad se empezó a debilitar, y de hecho se basó en las fuertes actitudes anti-eslovenas en muchas partes de la provincia para incrementar su caudal electoral.[cita requerida] Muchos carantanios no la tuvieron fácil en sus reclamos territoriales, apuntando como base de sus reclamaciones que las tropas yugoslavas y/o partisanas actuaron siempre y en ocasión de los conflictos que intervinieron como invasoras en los estados en las dos guerras mundiales.[cita requerida]

La disputa sobre la ciudad portuaria de Trieste empero se mantuvo, hasta 1954, mientras existió el territorio de Trieste, el que fuera dividido entre Italia y Yugoslavia posteriormente, dándole a Eslovenia acceso al mar adriático superior. Ésta división sería ratificada en 1975 con el Tratado de Osimo, el cual le dio una solución definitiva a la cuestión legal de la disputa yugoslava/eslovena en su frontera occidental.

Entre 1945 y 1948, una serie de cambios políticos, así como actos de represión, tuvieron lugar en Yugoslavia. Miles de personas fueron detenidas y hechas prisioneras por su ideología y/o creencias políticas. Decenas de miles de sus nacionales dejaron Eslovenia immediatamente tras la guerra por miedo a ser objeto de la persecución comunista, y muchos de ellos se exiliaron en la Argentina, donde se asentaría el núcleo de la resistencia eslovena anti-comunista. En 1947, Italia cedió mucho del territorio de la anterior marca juliana a Yugoslavia, y así Eslovenia se volvería a integrar una región costera.

A partir de los 50, la república socialista de Eslovenia gozó de una amplia autonomía con respecto de las otras entidades territoriales de Yugoslavia. Tras ello, un nuevo estado socialista sería establecido, pero a causa de la ruptura soviético-yugoslava, las libertades económicas y personales fueron mayores que en cualquier otra nación del bloque comunista de naciones. Más de 50.000 dejaron el país en la próxima década, frecuentemente por razones económicas, así como políticas. Estas emigraciones eslovenas luego se readicarían en Canadá y en Australia, así como en otros países occidentales.

En 1948, la ruptura tomó lugar. En los siguientes años a la ruptura, la represión política se empeoraría, y se extendería contra los comunistas acusados de ser estalinistas. Cientos de eslovenos fueron retenidos en el campo de concentración de Goli Otok, junto a personas de otras etnias yugoslavas. Entre los juicios que tuvieron lugar en Eslovenia en el periodo 1945-1950, el más importante fue el de Nagode contra ideólogos e intelecutales de la corriente democrática y los activistas de la izquierda liberal (1946), además del de Dachau (1947–1949), donde ex-reos de los campos de concentración de los nazis fueron acusados de colaboración con los Nazis. Muchos de los clérigos de la Iglesia católica sufrieron de persecución ideológica y física, hasta de encarcelamiento. El caso del obispo de Ljubljana, Anton Vovk, fue muy conocido en el exterior, ya que fue rociado con gasolina y luego incendiado en una de sus visitas a Novo Mesto en enero de 1952 por parte de radicales comunistas, e hizo este hecho un gran eco en la prensa occidental. Entre 1949 y 1953, una política de colectivización forzada tendría lugar. Pero tras su fracaso, una política de liberalización gradual tendría su lugar.

A inicios de los 50, Eslovenia sería la primera de las repúblicas yugoslavas en iniciarse en el proceso de pluralización relativa. Una décaada de industrialización fue acompañada por diferentes y muy notorios movimientos culturales y de producción cultural y literaria, junto a crecientes tensiones entre el régimen y la intelectualidad disidente. A fines de los 50 y posteriormente, los círculos disidentes iniciaron de forma total, mayormente más que todo, la publicación de sus ideales y postulados en sus pasquines y periódicos independientes, como Revija 57 (1957–1958), el cual se consolidó como el primer medio de prensa de los intelectuales independiente en Yugoslavia y uno de los primeros de su clase en todo el bloque comunista de su clase,[59]​ y Perspektive (1960–1964). Algunos de los más importantes críticos e intelectuales en éste periodo fueron el sociólogo Jože Pučnik, el poeta Edvard Kocbek, y el historiador literario Dušan Pirjevec.

A fines de los 60, la facción reformista se ganó el control del Partido comunista de Eslovenia, y llevó a cabo una serie de reformas, encaminadas a la modernización de la sociedad y la economía eslovena.

Una nueva política económica, conocida como empresa autogerenciada, se comenzó a implementar bajo la tutela del principal teórico y economista del partido comunista de Yugoslavia, el esloveno Edvard Kardelj.

En 1973, ésta tendencia sería detenida por el ala conservadora del Partido Comunista de Eslovenia, apoyada por el gobierno federal de Yugoslavia. Luego, un periodo conocido como el de los "Años de liderazgo" (en esloveno, svinčena leta) comenzaría.

En los 80, Eslovenia experimentaría el resurgimiento del pluralismo cultural. Numerosos movimientos de base política, artística e intelectual emergieron, incluyendo a los círculos de intelectuales tales como Neue Slowenische Kunst, la escuela de sicoanálisis de Liubliana, y la Nova revija. A mediados de los 80, una facción reformista, liderada por Milan Kučan, se tomó el control del Partido Comunista de Eslovenia, iniciando una serie de reformas graduales con vistas a alcanzar el socialismo de mercado y un pluralismo político controlado.

La primera demanda clara por la independencia de Eslovenia sería hecha en 1987, por un grupo de intelectuales con el apoyo de la 57va edición del magazín Nova revija. Demandas por una mayor democratización y el incremento de la independencia eslovena hicieron su aparición. Un movimiento democrático masivo, coordinado por el |comité de defensa de los derechos humanos (en esloveno, Odbor za varstvo človekovih pravic) presionó a los comunistas en la dirección de reformas democráticas.

En 1991, Eslovenia se haría una nación estado tras la breve guerra de los diez días. En diciembre de 1991, la nueva Constitución sería ratificada y adoptada,[60]​ seguido de un hecho trascendental para su economía, donde las empresas anteriormente yugoslavas y controladas estatalmente en 1992 serían desnacionalizadas y privatizadas.[61]

Luego, las naciones miembro de la Unión europea (UE) reconocieron la independencia de Eslovenia el 15 de enero de 1992, y luego, las Naciones Unidas la aceptaron como una nación miembro el 22 de mayo de 1992.[62]

La desilusión con las nuevas élites dirigentes, la situación doméstica y el caos y corrupción galopantes en los ámbitos socio-económicos, tanto a nivel municipal como estatal fue expresado en las protestas eslovenas de 2012–2013, y en una escala mayor que las reducidas protestas del 15 de octubre de 2011, una muestra de la desilusión generalizada entre los eslovenos con las élites gubernamentales y las instituciones financieras tanto en el nivel europeo como a nivel global.[63]​ En relación con la cúpula política dirigente responsable de las acusaciones hechas por la comisión oficial, según los abogados y versados en el tema se dedujo que se necesitaban cambios en el sistema que limitasen la arbitrariedad política.[64]

Los primeros investigadores que se especializaron en el estudio del origen de los primeros eslovenos creen, en la base de la teoría del origen del nombre en alemán para estos (en alemán, Wenden o Winden) que los eslovenos son descendientes del pueblo germano de los vándalos.[65]​ Aún hoy día, algunos hablantes de alemán se refieren a la minoría eslovena en Carintia (Austria) como Windische, una etnia distinta de los eslovenos.[cita requerida] Este reclamo es rechazado por los filólogos en la base del dialecto usado como una variante estándar de las lenguas de los eslovenos.

El primero de los estudiosos en tratar de diferenciar a los eslovenos de otros pueblos eslavos fue Anton Tomaž Linhart, en su trabajo Un Ensayo de la Historia de Carniola y otras tierras de los eslavos del sur en Austria, publicado en 1791.[66]​ En éste, Linhart a su vez trató de establecer la unidad lingüística de los eslovenos, su identidad étnica e integración territorial y la fundación de la etnografía eslovena.[67]

A fines de los 80, muchos de los símbolos provenientes de la Era medieval revivieron como símbolos nacionales de la Eslovenia actual. Junto a éstos, el más popular es el denominado gorro esloveno, el cual se exhibe el escudo de armas de la marcha eslovena, y la Pantera negra, una supuesta reconstrucción del escudo de armas del ducado de Carantania carolingio. Después de ser usado en la Bandera de Eslovenia, la representación gráfica del Triglav se ha hecho un reconocido símbolo nacional. Por la Constitución de Eslovenia y la Acta nacional sobre los símbolos patrios de Eslovenia, la bandera de la nación eslovena es una de franjas blanco-rojo-azul sin el escudo de armas. El ratio del ancho y de la altura de la bandera es de una a dos.[68]

Después de la disolución de Yugoslavia durante los 80/90 y en la formación de la Eslovenia independiente a inicios/mediados de los 90, motivaron el interés en una identidad nacional eslovena particular. Un intento de reflexión sobre éste temas sería el rechazo por el ideal de una identidad eslava en favor de una "Venética". La crónica indigenista (protocronista) "teoría venética" estuvo muy avanzada a mediados de los 80, pero nunca fue ampliamemente conocida y/o aceptada. La identificación con las raíces y ancestros eslavos se mantiene fuerte en Eslovenia y para el 2004 llevaron al establecimiento de un foro de culturas eslavas en Liubliana.

Los eslovenos son católicos predominantemente, contándose algunas minorías de protestantes en Prekmurje.



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