El referéndum sobre el estatus político de Crimea de 2014 se celebró en la República Autónoma de Crimea (RAC) y la ciudad de Sebastopol el 16 de marzo de 2014 —originalmente fue fijado para el 25 de mayo de 2014 y posteriormente para el 30 de marzo, pero se adelantó— y consultó sobre el ingreso del territorio en la Federación de Rusia o el retorno a la Constitución de Crimea de 1992.
Los miembros del Consejo Supremo de la República Autónoma votaron el 6 de marzo dejar de ser formalmente parte de Ucrania y unirse a Rusia. El mismo día, Sebastopol se declaró unilateralmente un sujeto federal de la Federación Rusa. El 11 de marzo Crimea y la ciudad de Sebastopol declararon su independencia de Ucrania, formando la República de Crimea, con 78 votos a favor de un total de 100 miembros en el Parlamento de Crimea. La acción fue considerada legítima por Rusia, pero no por Estados Unidos y el gobierno en Kiev.
Finalmente, en la RAC, con una participación de más del 80 %, la opción de ser anexada a Rusia ganó con más del 96%. En cuanto a Sebastopol, con una participación de casi un 90 %, la opción de ser anexada a Rusia ganó con más del 95 %. Tras conocerse los resultados, los concejales del Ayuntamiento de Sebastopol votaron el día 17 de marzo a favor de la integración de la ciudad en la Federación de Rusia como territorio federal, es decir, como una entidad aparte del resto de Crimea, con el mismo estatus de las ciudades de Moscú y San Petersburgo.
Anteriormente habían ocurrido referéndums en 1991 y 1994. Sin embargo el gobierno de Ucrania argumentó que cualquier referéndum celebrado por las autoridades de Crimea sería «inconstitucional».Estados Unidos y la Unión Europea también se mostraron en contra de la consulta. En el mismo sentido, el 27 de marzo de 2014 fue aprobada la Resolución 68/262 de la Asamblea General de las Naciones Unidas (llamada Integridad territorial de Ucrania) en respuesta a la crisis de Crimea. Aprobada por 100 países, la resolución afirmó el compromiso de las Naciones Unidas para reconocer a Crimea como parte de Ucrania, rechazando el referéndum sobre el estatus político.
La transferencia de Crimea se refiere al cambio administrativo mediante el cual el óblast de Crimea fue transferida de la RSFS de Rusia a la vecina RSS de Ucrania en 1954. La medida fue implementada a petición de la parte rusa, que no tenía acceso terrestre a la península, siendo Crimea abastecida de electricidad, agua, carreteras y vías férreas desde Ucrania, lo cual favorecía la gestión, administración y contabilidad de la península por esta última. El Primer Secretario del PCUS, Nikita Jruschov, fue uno de los artífices de dicha transferencia, apoyado así mismo por el Presidente del Consejo de Ministros de la URSS Gueorgui Malenkov. El Soviet Supremo de la URSS ratificó la transferencia de Crimea a la RSS de Ucrania el 19 de febrero de 1954, la cual fue confirmada por una ley específica del 26 de abril.
El traspaso administrativo se consumó el 17 de junio de 1954, cuando el Soviet Supremo de la RSS de Ucrania aceptó la incorporación del territorio. Pese a ello, la población rusa continuó siendo la etnia mayoritaria de la óblast de Crimea: 858 000 rusos frente a 268 000 ucranianos, según el censo de 1959.
La política de rusificación fue más intensa en Ucrania que en otras partes de la Unión Soviética, por lo que este país contiene ahora el grupo más grande de rusófonos que no son rusos étnicos: en 2009 había en torno a 5,5 millones de ucranianos cuya lengua materna era el ruso. Los hablantes de ruso son más numerosos en la mitad sudoriental del país, mientras que tanto el ruso como el ucraniano son usados por igual en el centro, y el ucraniano es la lengua dominante en el oeste.súrzhyk"; muchos de ellos también tienen cierto dominio del idioma ucraniano. Las estimaciones de su prevalencia en el país varían, pero según distintos estudios, los "ucranianos rusificados" constituyen entre un tercio y la mitad de la población total de Ucrania. Algunos de estos "ucranianos rusificados" hablan ruso, mientras que otros hablan una mezcla de ucraniano y ruso conocida como "
Se atribuye la creación de la Flota del Mar Negro a Grigori Potiomkin el 13 de mayo de 1783, tras la anexión de Crimea bajo el reinado de Catalina la Grande y la creación de una importante base militar, ubicada en la ciudad de Sebastopol (recientemente anexionada a la Federación de Rusia desde marzo de 2014). La expansión hacia el sur del Imperio ruso a finales del siglo XVIII les llevó a enfrentarse con su mayor rival en la región del Mar Negro, el Imperio otomano. La Flota del Mar Negro venció a los turcos en 1790, combatió contra los otomanos durante la Primera Guerra Mundial, contra la flota rumana durante la Segunda Guerra Mundial y mantuvo breves combates contra la Armada de Georgia en el transcurso de la Guerra de Osetia del Sur de 2008.
Crimea se convirtió en una parte independiente de Ucrania tras la disolución de la Unión Soviética, pero poco después re-adquirió su autonomía tras un referéndum en 1991. El presidente ucraniano, Leonid Kuchma abolió la Constitución de Crimea de 1992 y el cargo de Presidente de Crimea en 1995. Crimea ganó una nueva Constitución en 1998 que otorgó menos autonomía; sobre todo, que cualquier legislación aprobada por el parlamento de Crimea podía ser vetada por el parlamento de Ucrania.
El Euromaidán (en ucraniano: Євромайда́н - Yevromaidán; 'Europlaza') es el nombre dado a una serie de manifestaciones y disturbios heterogéneos de índole europeísta y nacionalista de Ucrania que en su punto álgido derrocaron al presidente Víktor Yanukóvich, líder de la formación política prorrusa Partido de las Regiones. Los sucesos se desencadenaron en Kiev la noche del 21 de noviembre de 2013, un día después de el Gobierno de Ucrania hubiera suspendido in extremis la firma del Acuerdo de Asociación y el Acuerdo de Libre Comercio con la Unión Europea (UE).
Aunque el 30 de marzo de 2012, Yanukóvich y los líderes de la UE habían acordado un estatuto de asociación de Ucrania con la UE, la entrada en vigor se fue aplazando y las negociaciones quedaron estancadas durante un año, entre otras razones porque una de las exigencias europeas era la liberación de Yulia Timoshenko y Yuri Lutsenko, opositores al Gobierno. Ello no impidió que durante los meses previos al inicio de las protestas, Yanukóvich prometiera realizar las reformas necesarias para seguir adelante con la negociaciones.
Sin embargo, sorpresivamente, el 21 de noviembre de 2013, el gobierno ucraniano, encabezado por Mikola Azárov, publicó una nota oficial en la que informaba que el proceso de preparación de la firma del acuerdo quedaba «suspendido». Las razones esgrimidas fueron la caída en la producción industrial y el mantenimiento de relaciones con los países de la Comunidad de Estados Independientes. Yanukóvich asistió a la cumbre de la UE los días 28 y 29, tal como estaba previsto antes de la suspensión unilateral, pero solo para declinar la última oferta europea, de 600 millones de euros, por considerarla «humillante». Por su parte, Azárov reprochó a la UE y al Fondo Monetario Internacional la falta del apoyo económico que hubiera compensado el «divorcio comercial» con Rusia, a la vez que admitía que había sido Moscú quien había conminado a Kiev a no sellar el pacto.
Desde el 21 de noviembre, se producen en Kiev varias concentraciones en la plaza de la Independencia exigiendo al gobierno retomar el diálogo con la UE. La concentración aglomeró a cientos de miles de personas en todas las inmediaciones de la plaza, con discursos diarios de líderes políticos opositores así como íconos culturales ucranianos y extranjeros que venían en señal de motivación y apoyo. Entre los principales gestores se encontraban: organizaciones sociales, la oposición política —incluido el grupo ultra-nacionalista y de extrema derecha Sector Derecho, uno de los principales organizadores del movimiento en Kiev e instigador de los disturbios, y el partido parlamentario de extrema derecha Svoboda— y las Iglesias ucranianas —como la Iglesia ortodoxa ucraniana del Patriarcado de Kiev—, con excepción de la Iglesia ortodoxa ucraniana del Patriarcado de Moscú. En las manifestaciones también participaron representantes de minorías étnicas (rusos, tártaros de Crimea, judíos, georgianos, armenios y otros) y ciudadanos de otros países (de Polonia, Bielorrusia, Georgia, Rusia y otros).
Las protestas desembocaron en disturbios, que fueron creciendo en intensidad, al punto de que hubo días en que muchos manifestantes continuaban sus protestas toda la noche, lo que hacía imposible su desalojo del lugar por parte de las autoridades. El 16 de enero, la Rada ordenó penas contra los manifestantes, el bloqueo de edificios administrativos y la instalación de tiendas de campaña. Esto fue tomado por los manifestantes como un veto a su derecho de manifestarse y protestar. Desde entonces, las protestas provocaron una escalada de violencia en rechazo a las nuevas leyes. Como resultado, el 22 de enero las manifestaciones registraron cinco muertos por primera vez desde su inicio. Entre tanto, las protestas se fueron expandiendo a lo largo del centro y oeste del país y con algunos focos en el este, mayoritariamente ruso. La exigencia no era solo el cambio económico a Europa, sino el cambio total de gobierno, lo que llevó a la dimisión de Azárov el 28 de enero y, a que Parlamento reunido en asamblea extraordinaria, derogara las polémicas leyes que limitaban los derechos de manifestación y reunión.
La noche del 19 y 20 de febrero, Yanukóvich y los principales líderes de la oposición (Vitali Klichkó, Arseni Yatseniuk y Oleh Tiagnibok) acordaron una tregua, y el desarme de las barricadas colocadas en la plaza de capital anteriormente como medida de contención a las fuerzas policiales. El 21 de febrero —tras el llamado “Jueves Negro” (20 de febrero) en el que murieron más de 60 manifestantes—, se aprobó un acuerdo entre ambas partes para adelantar las elecciones, formar un gobierno de transición, volver a la Constitución de Ucrania de 2004 y frenar la violencia. En la madrugada del 21 al 22 de febrero Yanukóvich, sin informar al parlamento, abandonó la capital y desapareció en dirección desconocida. El 22 de febrero, por la mañana, la Rada Suprema lo destituyó de su cargo por "abandono de sus funciones constitucionales" y tomó el control del país votando, por mayoría constitucional, la vuelta a la Constitución de 2004, acordada el día anterior. Sólo después de dicha vuelta al sistema político parlamentario, en lugar del presidencial, Oleksandr Turchínov asumió la presidencia del parlamento, previa renuncia por escrito del presidente anterior. Al día siguiente, Turchínov fue nombrado primer ministro en funciones con el fin de realizar la coordinación de tareas de gobierno. El 28 de febrero, Yanukóvich reapareció en Rostov del Don (Rusia), donde denunció un presunto golpe de Estado.
En febrero de 2014, la Rada Suprema acordó abolir la Ley sobre las bases de la política lingüística estatal de 2012, que establecía que en los rayones donde un determinado idioma fuese hablado por al menos 10 % de los habitantes, dicho idioma podía adquirir el rango de lengua cooficial. Sin embargo, el 3 de marzo el presidente interino del parlamento, Oleksandr Turchínov, se negó a firmar la mencionada resolución acerca de la ley de política lingüística hasta que la Rada no elaborase una nueva, por lo que la ley siguió en vigor (en 2018 dicha ley dejó de estar vigente al ser declarada inconstitucional por el Tribunal Constitucional).
La abrogación de la Ley aprobada en 2012 eventualmente hubiera perjudicado a los hablantes de ruso (cooficial en todo el este y sur de Ucrania, además de algunos raiones en Kirovogrado, Cherníhiv, Sumy y Zhitómir), húngaro (cooficial en algunos raiones de Transcarpatia) y rumano (cooficial en algunos raiones de Transcarpatia, Chernivtsí y Odesa). La propuesta fue rechazada por una parte de las comunidades bilingües dentro de Ucrania, además de otros países vecinos con importantes minorías en el territorio ucraniano, en particular Rusia.
Originalmente, el referéndum iba a ser sobre el estado de Crimea en Ucrania y se fijó inicialmente para el 25 de mayo de 2014, pero más tarde se adelantó al 30 de marzo. Habiendo sido aprobado por el Parlamento de Crimea, se había declarado que el referéndum era para consultar sobre el futuro político de la región autónoma. El 4 de marzo, en rueda de prensa, el presidente ruso Vladímir Putin acentuó que la adhesión de Crimea a Rusia no estaba contemplada.
El 6 de marzo el parlamento de Crimea aprobó por unanimidad una moción que prevé la incorporación a Rusia y el viceprimer ministro de Crimea, Rustam Temirgalíev, declaró que el referéndum sobre la autonomía de la región se adelantaría al domingo 16 de marzo y consultaría sobre la ampliación de las facultades de la autonomía dentro de Ucrania o el ingreso en la Federación de Rusia. Además, las boletas estarían en tres idiomas: ruso, ucraniano y tártaro de Crimea (con el alfabeto cirílico). También anunciaron que lo que desea el parlamento es «formar parte de la Federación de Rusia en calidad de miembro de la Federación» y el Consejo Supremo de Crimea envió al presidente y al parlamento ruso el mensaje sobre su decisión de adherirse. El líder del grupo parlamentario Rusia Justa, Serguéi Mirónov, afirmó que Cámara Baja del Parlamento ruso podría considerar un proyecto de ley sobre la incorporación de Crimea la semana del 10 de marzo.
La Declaración de Independencia de la República Autónoma de Crimea y de la ciudad de Sebastopol fue una resolución conjunta aprobada el 11 de marzo de 2014 por el Parlamento de Crimea y el Consejo de la Ciudad de Sebastopol donde expresaron su intención de auto-declararse independientes después de un referéndum que se celebraría el 16 de marzo, y que preveía la incorporación a Rusia como un sujeto federal. Ambos territorios eran dos divisiones subnacionales de Ucrania pero se unificaron para formar la República de Crimea independiente de Ucrania. El documento cita explícitamente la declaración unilateral de independencia de Kosovo y la opinión de la Corte Internacional de Justicia como un precedente para la acción.
La declaración anticipaba la constitución de la República de Crimea como "estado independiente y soberano con una forma republicana de gobierno" según los resultados del referéndum. La declaración de independencia fue aprobada por el Parlamento de Crimea por 78 votos a favor de un total de 81, siendo rubricada conjuntamente por el Presidente del Parlamento de Crimea Vladímir Konstantínov y por el presidente del Consejo de la Ciudad de Sebastopol Yury Doynikov.
Lo que se iba a consultar, antes de la Declaración de Independencia de Crimea, era la ampliación de las facultades de la autonomía dentro de Ucrania o la anexión a Rusia. Luego simplemente se consultará por la anexión a la Federación Rusa o mantener la recientemente reclarada República de Crimea. El referéndum consistía originalmente en la siguiente pregunta:
Sin embargo, se reformuló la consulta y las preguntas para votar pasaron a ser las siguientes, debiendo elegir una de las dos:
La opción que reciba la mayoría de votos será considerada la que exprese la voluntad de la población de Crimea, siempre y cuando sobrepase el 50 % de los votantes.
En cuanto a la constitución original de 1992, ésta estipulaba que Crimea fuese «un estado independiente», pero el parlamento ratificó una segunda versión un día más tarde que estipulaba que Crimea «era una parte de Ucrania».
Originalmente, el ruso había sido el idioma elegido para el texto de la boleta electoral, ya que según el último censo local, el 77 % de los habitantes de Crimea lo nombró como su lengua materna (predominando en total en un 97 % de la población), en comparación con un 10,1 % que identificó al ucraniano como su idioma nativo. El ruso es también la lengua dominante en los asuntos del gobierno de la Región Autónoma y es enseñado en las escuelas. Luego se anunció que el ucraniano y el tártaro de Crimea (con el alfabeto cirílico) también aparecerían en la boleta electoral.
A las 24:00 horas del viernes 14 quedó prohibida la propaganda electoral y el 15 de marzo se desarrolló una jornada de reflexión. Según las autoridades de Crimea, desde la apertura de los 1.205 colegios electorales —a las 08:00 (UTC+2) del 16 de marzo— se registró una alta concurrencia de electores, con un 45 y 50 % de participación en toda la península hacia las horas del mediodía. Las autoridades de la península daban por hecho que el 70 % de los votantes apoyaría la unificación con Rusia.
Al momento de elegir, los votantes recibieron las papeletas presentando su pasaporte ucraniano indicando el lugar de residencia. La votación fue posible sólo en el lugar de registro y no se proporcionaron boletas en ausencia. El Ministerio de Justicia de Ucrania limitó la base de datos al registro de crimeos con derecho a voto, por lo que en el referéndum se utilizan las listas de votación que se usaron en las elecciones a la Rada Suprema de Ucrania en el otoño de 2012. A los votantes se les dio la posibilidad de comprobar sus nombres en estas listas y solicitar correcciones, en caso de ser necesarias. Quedaron en total registrados unos 1 550 000 votantes.
Las urnas fueron transparentes y los votos no se colocaron en sobres, haciendo que algunas de las papeletas marcadas fuesen visibles a través de las paredes de las cajas.
La seguridad estuvo garantizada por 2500 efectivos de la Policía, funcionarios del Ministerio de Situaciones de Emergencia y por las fuerzas de autodefensa de la península. A las 20:00 (hora local) finalizaron los comicios. La comisión del referéndum anunció que la participación total fue del casi 90 % en Sebastopol y un 80 % en el resto de la península. En cuanto a los tártaros de Crimea, participaron más del 40 % del total. Ya tras el cierre de los colegios electorales comenzó el escrutinio de los votos. Según un sondeo a boca de urna del Instituto de investigación política y sociológica de la República de Crimea, el 93 % de los votantes eligió la adhesión de Crimea a Rusia y un 7 % la restitución de la Constitución de 1992.
En Sebastopol, en las listas de votantes hubo unas 305 000 personas habilitadas para votar y funcionaron 192 colegios electorales que abrieron a las 08:00 (UTC+3). A la ciudad acudieron alrededor de 50 observadores extranjeros para controlar el referéndum. Las autoridades locales anunciaron que hacia las primeras horas de la tarde la participación alcanzaba el 60 %. La comisión del referéndum anunció que la participación en la ciudad fue del casi 90 % y además participaron más de la mitad de los tártaros de Crimea residentes en la ciudad. Tras conocerse los resultados, los residentes de la ciudad salieron a las calles para celebrar.
En horas de la tarde, miembros de autodefensa detuvieron un vehículo con un grupo de «provocadores armados» que planeaba boicotear el referéndum en uno de los colegios electorales. Los hombres llevaban armas de fuego y armas blancas y la Policía les requisó una gran cantidad de dinero en dólares.
Las autoridades de Crimea anunciaron que los resultados se darían a conocer el 17 de marzo.50 % de los votos contados, el 95,5 % de la población votó a favor de ser anexada a Rusia. Unas horas más tarde se anunció que con el 75 % de los votos contados, el resultado era de 95,7 % a favor de formar parte de Rusia. Ya para la madrugada del 17, se anunció el final del recuento con el 100 % de los votos escrutados.
Según los primeros datos del escrutinio del referéndum en Crimea en la noche del día 16, con elEn la noche del 16 de marzo, se anunció que se completó el escritinio en Sebastopol, dando como resultado que el 93,5 % de los votates eligieron la anexión a Rusia. En cuanto a las ciudades, Kerch fue la que tuvo la mayor participación: un 94,59 %. Fue seguida por Dzhankoy con el 89,83 % y por Teodosia con el 89,69 %. También fue alta la concurrenca en Simferopol y Yalta.
En los transcursos de días previos al referéndum, hubo informes de personas que confiscaban documentos de identificación. La administración de la ciudad de Simferopol confirmó estas afirmaciones y la declaró ilegal. También se reportaron tártaros crimeos que se retiraron de la península por «razones de seguridad».
Hacia el 8 de marzo, observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) intentaron entrar en Crimea tres veces, impidiéndoseles la entrada. Estos primeros observadores fueron invitados por las autoridades de Kiev, pero las autoridades de Crimea afirmaron que la organización no tenía permiso para entrar en la región.
El 10 de marzo, el Parlamento crimeo invitó a la OSCE para observar el referéndum sobre el estatuto de la autonomía. Sin embargo, más tarde en el mismo día, una portavoz de la OSCE dijo que Crimea no tenía la autoridad para invitar a la organización en la región ya que no es un estado completamente independiente y, por lo tanto, incapaz de solicitar servicios proporcionados exclusivamente a miembros de la OSCE.
El 11 de marzo Rusia solicitó formalmente a todos los ciudadanos de habla rusa y extranjeros de la Unión Europea convertirse en observadores en Crimea, mientras que el viaje, alojamiento y todos los gastos serían cubiertos.
El 14 de marzo se anunció que alrededor de medio centenar de representantes de 21 países estarían presentes en el referéndum. Entre ellos habría políticos y expertos de Europa Occidental y Oriental, así como Israel y Estados Unidos. No hubo observadores de la OSCE, ya que el organismo consideró la consulta como ilegal, ni tampoco representantes de la Comunidad de Estados Independientes, por no recibir invitaciones.
El equipo de observadores internacionales reportó el día 15 que habían empezado a revisar los centros de votación en toda Crimea. Fueron en total 135 observadores de 23 países, entre ellos de Rusia, Letonia, Bélgica, Polonia, Estados Unidos, Mongolia, China, Serbia, Israel, Francia, Alemania, Italia, España, Grecia, entre otros países. Entre los observadores hubo diputados de Europa Occidental y Oriental, así como del Parlamento Europeo. La mayoría llegaron tras ser invitados por la Comisión Electoral de la República Autónoma de Crimea. También participaron 240 observadores en representación de las organizaciones de la sociedad de Crimea y los partidos políticos.
El jefe del grupo de los observadores internacionales anunció que el plebiscito se había celebrado de conformidad con las normas internacionales, cumpliendo con los procedimientos democráticos. El equipo de observadores internacionales aseguró no haber detectado errores en los preparativos del referendo, ni tampoco violaciones durante la votación.
La adhesión de Crimea a Rusia es el proceso de incorporación de las dos entidades que forman la península de Crimea, la República de Crimea y la ciudad autónoma de Sebastopol, como sujetos federales de la Federación de Rusia. De acuerdo con la Ley sobre Nuevos Territorios Federales de la legislación rusa que se aplicó en la península, esta puede considerarse parte de Rusia desde el momento de la firma del acuerdo interestatal del 18 de marzo de 2014. Además, el periodo transitorio se prolongará hasta el 1 de enero de 2015.
El presidente del Congreso del Pueblo Tártaro de Crimea, Refat Chubarov, expresó su preocupación de que los tártaros de Crimea se verían amenazada como consecuencia de la toma del poder por parte de los rusos. Dijo que Crimea es parte de Ucrania y advirtió sobre un «colapso en el orden mundial» si Rusia tenía éxito en la separación de Crimea de Ucrania. El 6 de marzo el presidente anunció que los tártaros de Crimea boicotearán el referéndum, ya que lo consideran ilegítimo. Sin embargo, un líder de la comunidad tártara, Lenur Usmanov, declaró que más de la mitad de los aproximadamente 5.000 tártaros que viven en la ciudad de Sebastopol participaron en el referéndum y las autoridades de Crimea informaron que aproximadamente el 40 % de los tártaros crimeos votaron en el referéndum.
El 3 de marzo, el presidente del Parlamento de Crimea, Vladímir Konstantínov, comunicó que las ciudades ucranianas de Jersón y Mykolaiv, que pertenecen a otras regiones ucranianas, querían formar parte de la República Autónoma de Crimea. Luego, el 7 de marzo anunció que invitarán a observadores internacionales para que estén presentes en el referéndum, entre ellos, varios de la Federación Rusa. Al día siguiente las autoridades anunciaron que esperan que la integración de la república a Rusia sea a fines de marzo, en caso de que sea aprobada tras el referéndum y que en caso de que ocurra, la república sería capaz de pagarle a Ucrania por los suministros energéticos.
El 27 de febrero de 2014 la Comisión Electoral Central de Ucrania dijo que «para celebrar el referéndum no existe ninguna base legal».Oleksandr Turchínov declaró que «no es un referéndum, es una farsa, un falso y un delito contra el Estado que está organizado por los militares de la Federación de Rusia».
Aunque de acuerdo con el artículo 3 de la Ley de Ucrania "Sobre referéndum pan-ucraniano", los referéndum sobre cambios territoriales pueden ser aprobados en referéndum pan-ucraniano. En consecuencia, el gobierno interino de Ucrania anunció que no reconocerá el referéndum. El presidenteTurchínov también anunció el 6 de marzo que la Rada Suprema de Ucrania iniciará la disolución del Parlamento de la República Autónoma de Crimea. Debido a la declaración de independencia del 11 de marzo, la Rada Suprema amenazó con iniciar el proceso de disolución del Parlamento de Crimea si las autoridades de la península continúan con el proceso de adhesión a Rusia.
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas se reunió el 15 de marzo para tratar una resolución que rechazaba la realización del referendo en Crimea. La resolución contó con el voto favorable de 13 países; además, a la propuesta elevada por Estados Unidos se sumaron Argentina, Australia, Chad, Chile, Corea del Sur, Francia, Jordania, Lituania, Luxemburgo, Mali, Nigeria, el Reino Unido y Ruanda, mientras que la República Popular China se abstuvo. La resolución fue rechazada únicamente por Rusia, que al tener derecho a veto, evitó que esta fuera aprobada.
El presidente de la Cámara Baja del Parlamento ruso, Serguéi Narishkin, afirmó que Rusia respaldará la "«libre y democrática elección de la población de Crimea y de Sebastopol».
La presidenta del Consejo de la Federación Rusa, Valentina Matvienko, afirmó tras una reunión con el líder del Parlamento de Crimea, el 7 de marzo, que si dicha región decide unirse a Rusia «la república será un sujeto pleno en la Federación Rusa, con todos los derechos y atribuciones». También señaló que «los sujetos de la Federación Rusa, a diferencia de las regiones en Ucrania, tienen un nivel bastante elevado de autonomía. Los ciudadanos de Crimea tendrán todos los derechos de los ciudadanos rusos, los mismos salarios, las mismas pensiones y los mismos servicios sociales. Así, Crimea será un sujeto con nuestros mismos derechos».
El presidente Vladímir Putin ha solidificado aún más la posición de Rusia sobre el asunto, diciendo: «las medidas adoptadas por la dirección legítima de Crimea se basan en las normas del derecho internacional y tienen por objeto garantizar los intereses legítimos de la población de la península».
El 12 de marzo, Narishkin anunció que refrendarán garantías para los tártaros de Crimea si los habitantes de este territorio deciden incorporarse a Rusia, estableciendo el estatus oficial del idioma tártaro de Crimea junto al ruso y el ucraniano; la representación en los órganos ejecutivos y legislativos de todos los niveles; y programas anuales de asistencia.
La Duma de Estado también anunció que conforme con los resultados de la consulta, tratará el tema de la anexión a Rusia el día 21 de marzo. El día 16, el presidente ruso subrayó en una comunicación telefónica con la canciller alemana que la voluntad del pueblo de Crimea se ejerce en completa correspondencia con las normas de la legislación internacional, en particular con el primer artículo de la Carta de las Naciones Unidas, que consagra el principio de la igualdad y de autodeterminación de pueblos. También dijo que su país respetará la elección del pueblo de Crimea.
Tras finalizar el referéndum, Vladímir Putin conversó por teléfono con Barack Obama. Allí le dijo que dicha consulta «cumplió todas las normas internacionales». Ambos jefes de Estado señalaron que, a pesar de las diferencias en las opiniones, deben trabajar juntos para estabilizar la situación en Ucrania.
Varios de los países europeos, Estados Unidos y organismos internacionales (como la Unión Europea) mostraron su preocupación por la situación y abogaron porque se respete la integridad territorial ucraniana, desconociendo los resultados del referendo. Por otro lado, países miembros de la Comunidad de Estados Independientes, como Armenia, Bielorrusia, Kirguistán, y Kazajistán; y otros como Venezuela, Uganda, Afganistán, Corea del Norte, Siria, Bolivia, Cuba, Nicaragua y Zimbabue han reconocido como legítimo el resultado del referendo. También se han sumado los estados con reconocimiento limitado de Abjasia, Nagorno Karabaj y Osetia del Sur.
Estados con reconocimiento limitado:
Ya por la noche, y tras la difusión de los primeros resultados, hubo festejos en calles y plazas de varias ciudades de la península, principalmente en Simferopol donde acudieron miles de personas con banderas rusas y crimeas y se realizó un concierto con bandas rusas y locales.
También hubo festejos en plazas y calles de varias ciudades de la península. En la misma jornada, los ministros de Defensa de Rusia y Ucrania acordaron una tregua en las bases de Crimea hasta el 21 de marzo, según el ministerio ucraniano de Defensa. El ejército ucraniano comenzó a reponer suministros en sus instalaciones de Crimea, según el ministerio ucraniano de Defensa, mientras que los funcionarios de Crimea dijeron que las tropas de las bases «se les daría una salida segura». En las ciudades de Donetsk y Lugansk se celebraron al mismo tiempo mítines y manifestaciones de apoyo al referendo sobre la federalización de Ucrania y en apoyo a la consulta del sobre estatus de Crimea.Puente de Crimea, uno de los más reconocidos de la capital rusa.
Además en Moscú se organizó una caravana de 350 automóviles en apoyo a Crimea, cuya ruta incluyó elEscribe un comentario o lo que quieras sobre Referéndum sobre el estatus político de Crimea de 2014 (directo, no tienes que registrarte)
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