El cantabrismo es una corriente de pensamiento que reivindica el reconocimiento de las particularidades culturales, históricas y políticas de Cantabria. El cantabrismo actual se ha ido gestando desde la supresión del Antiguo régimen, abarcando desde un cantabrismo puramente cultural (básicamente el del siglo XIX, aunque también en el siglo XX) hasta un cantabrismo de corte político, bien sea regionalista o nacionalista. Así, lo que se denomina cantabrismo abarca colectivos tan dispares como los escritores y pensadores montañeses del siglo XIX, o el PRC y Cantabristas en la actualidad.
Los orígenes del cantabrismo se remontan al siglo XIX. Denominado cantabrismo decimonónico, fue básicamente de corte cultural, centrándose en la recuperación de unos valores y tradiciones que iban desde lo popular a lo histórico; algunas de sus principales figuras fueron Amós de Escalante o José María de Pereda.
Recién en las primeras décadas del siglo XX se dan los primeros pasos para desarrollar el cantabrismo por toda la región. Estos intentos, como el del clérigo e historiador Mateo Escagedo Salmón que intentaba recuperar las Behetrías y Concejos como instituciones cántabras, lo mismo que las Juntas de Puente San Miguel; o el de Maximiano García Venero, tratando de formar el Partido Provincialista en 1927, se enfrentaron con la burguesía santanderina, estrechamente vinculada a Castilla. La provincia de Santander había sido castellana desde su mismo nacimiento, y la misma Cantabria fue parte fundamental en el nacimiento de Castilla. Adicionalmente, las relaciones económicas entre el puerto santanderino y la Meseta eran muy importantes (véase el Camino de las Harinas). En lo económico tampoco salieron adelante anhelos como el concierto económico planteado por la propia Diputación Provincial y rechazado por el gobierno español en los años 20.
Conforme avanzan los años, y tras el parón político provocado por la Dictadura de Primo de Rivera, el cantabrismo se va normalizando como parte del juego político; así el 11 de julio de 1930 el periódico La Región publica la formación del Comité de Izquierda Monárquica con el objetivo de crear una agrupación de extrema izquierda monárquica, de ideología demócrata, izquierdista y regionalista. Apenas unos meses más tarde, el 5 de septiembre, El Diario Montañés anuncia la unión de mauristas y liberales-conservadores en el nuevo Partido Conservador Monárquico, de ideología monarquista y regionalista.
Con el advenimiento de la república el cantabrismo cobró nuevos auges. La mayor contribución del cantabrismo de la época republicana fue el Proyecto de Estatuto Regional del Estado Cántabro-Castellano del Partido Republicano de Izquierda Federal de Santander (representante del cantabrismo laico ) en 1936 y que promulgaba una amplia autonomía dentro de la República Federal Española para Cantabria (entonces provincia de Santander) y para los territorios de provincias vecinas que, teniendo vínculos históricos con Cantabria, decidiesen mediante plebiscito incorporarse a la nueva autonomía. Dicha propuesta de estatuto propugnaba la creación de un cuerpo de policía cántabro y, en la práctica, dejaba a la república tan sólo la competencia en materia de defensa.
La dictadura franquista truncó todos los proyectos la república, anulando las autonomías, cayendo el Cantabrismo en una profunda decadencia. Recién en los años años 70, resurge el cantabrismo en la forma de la lucha por una autonomía independiente de la de Castilla. Para lograr este objetivo se crearon diferentes asociaciones y grupos políticos, como la Asociación para la Defensa de los Intereses de Cantabria (ADIC), la Asociación Cantabria Unida (UC) y posteriormente un partido político surgido de ADIC, el Partido Regionalista de Cantabria (PRC). Su principal y mayor objetivo, la autonomía, se logró en 1981.
En los años 80 el cantabrismo político estuvo representado por ANAC (Agrupación Nacionalista Cántabra, 1982-83, de Rafael de la Sierra), el Partido Nacionalista Cántabro (de Esteban Solana Lavín; inscrito en el Ministerio del Interior desde 1988), así como por ADIC; y en la actualidad por el CNC (Conceju Nacionaliegu Cántabru), Partido Cántabro y ADIC, como partidos o asociaciones políticas, y por diversas asociaciones culturales, juveniles o sindicales (Aición pol Cántabru, Regüelta, Intersindical Cántabra, Abora...). Los partidos políticos sólo han conseguido representación en el Parlamento de Cantabria en 1988, cuando Esteban Solana pasó del PRC al Grupo Mixto tras crear el Partido Nacionalista Cántabro; además, otros partidos han obtenido concejales en diferentes ayuntamientos.
En noviembre de 2018 se anuncia la presentación del partido político Cantabristas , formado por personas provenientes de diferentes organizaciones del ámbito del cantabrismo, como ADIC, Conceju Nacionaliegu Cántabru o Regüelta. En las Elecciones al Parlamento de Cantabria de 2019, Cantabristas obtuvo 1.573 votos, un 0,48% del voto de los cántabros, por detrás de Podemos, Izquierda Unida o PACMA, sin lograr representación en el Parlamento de Cantabria.
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