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Synallaxis albescens



El pijuí pechiblanco (Synallaxis albescens),[3]​ es una especie de ave paseriforme de la familia Furnariidae perteneciente al numeroso género Synallaxis. Es nativa de Centro y Sudamérica, desde Costa Rica hasta Uruguay y Argentina, y en la isla Trinidad.

Se le denomina también pijuí cola parda (en Argentina y Paraguay), pijuí blancuzco (en Uruguay), arquitecto güitío (en Costa Rica), güitío gargantiblanco (en Venezuela), chamicero o rastrojero pálido (en Colombia), cola-espina de pecho blanco (en Perú) o colaespina pechiblanca (en Panamá).[4]

Se distribuye ampliamente desde el suroeste de Costa Rica, por Panamá, Colombia, hacia el este por Venezuela, Trinidad y Tobago, Guyana, Surinam, Guayana francesa, hacia el sur por gran parte de Brasil (está ausente de gran parte de la Amazonia,[5]​ excepto hacia el oeste a lo largo del río Amazonas hasta el extremo noreste de Perú y sureste de Colombia), Bolivia, Paraguay, hasta el centro de Argentina.[6]​ Se registra su presencia en el suroeste de Uruguay.[1][7]

Esta especie es ampliamente diseminada y generalmente común en una variedad de hábitats herbáceos y arbustivos: sabanas con árboles esparcidos, rastrojos y pastizales altos, localmente también en matorrales áridos, pantanos y en islas ribereñas, principalmente por debajo de los 1500 metros de altitud.[5]

Mide entre 13 y 16 cm de longitud y pesa entre 9 y 17 gramos.[6]​ Es un pájaro esbelto con una cola que llega a tener 9,3 cm de longitud.[8]​ El plumaje de sus partes superiores es principalmente de color marrón claro, con las alas y cola más oscuras. Tienen el píleo de color castaño rojizo al igual que la nuca y las coberteras alares. La frente y los lados de la cabeza son de color gris opaco. Los lores y la barbilla son blancuzcos.[9]​ Presenta una mancha negruzca en la base de la garganta, más notoria cuando se infla al cantar.[8]​ Sus partes inferiores son blanquecinas con los flancos parduzcos.[9]​ Ambos sexos tienen apariencia similar. La subespecie josephinae tiene la parte frontal del píleo, los laterales de la cabeza y el pecho grises.

El pijuí pechiblanco, como todos de su género, es furtivo, difícil de ver, porque busca alimento entre la vegetación baja y densa, aunque puede ser localizado por sus repetitivas llamadas[5]​ que suenan como güitio, a lo que debe su nombre común en algunos lugares.

Su dieta consiste de insectos, entre los cuales se registran ortópteros, inclusive saltamontes (Acrididae), insectos-palo (Phasmida), coleópteros, entre otros.[6]

Construyen nidos esféricos con palitos con una entrada tubular de unos 30 cm de largo que sitúan entre los arbustos bajos. Realizan puestas que suelen constar de dos huevos de color blanquecino verdoso.[8]

Su canto, característico y a veces repetido incansablemente, es un nasal y áspero «uí-biú!», lo que origina su nombre onomatopéyico en Brasil.[10]

La especie S. albescens fue descrita por primera vez por el naturalista neerlandés Coenraad Jacob Temminck en 1823 bajo el mismo nombre científico; su localidad tipo es: «Cementerio de Lambari, cerca de Sorocaba, São Paulo, Brasil».[6]

El nombre genérico femenino «Synallaxis» puede derivar del griego «συναλλαξις sunallaxis, συναλλαξεως sunallaxeōs»: intercambio; tal vez porque el creador del género, Vieillot, pensó que dos ejemplares de características semejantes del género podrían ser macho y hembra de la misma especie, o entonces, en alusión a las características diferentes que garantizan la separación genérica;[11]​ una acepción diferente sería que deriva del nombre griego «Synalasis», una de las ninfas griegas Ionides.[8]​ El nombre de la especie «albescens», proviene del latín «albescens, albescentis»: blancuzco.[12]

Los datos genético-moleculares indican que forma un grupo con Synallaxis courseni, S. frontalis, S. azarae y S. albigularis.[13]​ Tal vez sea especie hermana de la última, con quien ya fue considerada conespecífica.[6]

El canto de la subespecie australis es distintivo, sin embargo, dentro de su zona, las aves del este de Paraguay, norte de Bolivia (Beni) y sureste de Perú cantan como las otras subespecies, mientras que aquellas del noroeste de Uruguay, centro de Bolivia (Cochabamba) y a través de Argentina cantan diferente, lo que puede envolver un taxón no detectado previamente, a pesar de que las evidencias de especímenes parecen no reflejarlo. Las poblaciones de regiones áridas son generalmente más pálidas, aunque existe alguna variación (probablemente debido a variaciones individuales o de edad en muestreos de poca cantidad), y muchas especies son reconocidas apenas tentativamente (especialmente en el norte de Sudamérica). La subespecie nesiotis (originalmente de la isla Margarita, norte de Venezuela) que es como la nominal pero más pálida, tuvo su distribución expandida a grandes áreas del continente, pero sus característica distintivas no están claras.[6]

La subespecie propuesta S. a. hypoleuca Ridgway, 1909 (del centro de Panamá), es sinónimo de latitabunda.[6]

La subespecie propuesta S. a. trinitatis J.T. Zimmer, 1935 (de la isla Trinidad y norte de Venezuela) tiene sus características inciertas.[6]

La subespecie propuesta S. a. griseonota Todd, 1948 (de la confluencia del río Tapajós con el Amazonas), que está incluida en inaequalis, podría merecer reconocimiento.[6]

Según la clasificación Aves del Mundo (HBW) se reconocen diez subespecies, con su correspondiente distribución geográfica:[6]

La clasificación del Congreso Ornitológico Internacional (IOC)[14]​ lista once subespecies, incluyendo trinitatis.

La clasificación Clements Checklist/eBird v.2019[15]​ lista todas las trece subespecies aquí mencionadas.



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