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Teruel



Teruel es un municipio y ciudad española situada en el sur de Aragón, capital de la provincia homónima. Con 36 240 habitantes (INE, 2020), es la capital provincial menos poblada del país. Ubicada en la zona centro-oriental de la península ibérica, a una altitud de unos 915 m sobre el nivel del mar, se encuentra en la confluencia de los ríos Alfambra y Guadalaviar, conocido aguas abajo de la ciudad como Turia. Su clima se caracteriza por presentar inviernos muy fríos y veranos cálidos/templados y secos.

Posee un importante patrimonio artístico mudéjar, parte del cual ha sido reconocido por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad, además de otros atractivos turísticos como el mausoleo de los Amantes de Teruel, El Torico y el centro paleontológico Dinópolis. Los monumentos mudéjares más destacados son la iglesia de Santa María, catedral de la diócesis de Teruel, y las torres de El Salvador, San Martín y San Pedro, a cuyos pies se encuentra la iglesia que recibe el mismo nombre, también de estilo mudéjar.

Para los fenicios su nombre era Thorbat o Thorbet, palabra que podía proceder del hebreo Thor y bat, que significa Domus tauri (señor dios toro).[5][6]​ Para los celtíberos era Turba, [7]​ y para los latinos Túrbula; así la llamaba Ptolomeo.

Teruel estuvo poblada desde los tiempos de los celtíberos, los cuales llamaban al lugar Turboleta. El topónimo Turboleta podría venir del término vasco-íbero itur + olu + eta (lugar de fuente, manadero), según la teoría del vascoiberismo. Hay restos en el yacimiento del Alto Chacón. La zona fue ocupada posteriormente por los romanos, quedando restos en poblaciones cercanas, como los de Cella.

Algunos autores aseguran que en el mismo emplazamiento de la actual ciudad de Teruel (concretamente en el barrio de la Judería), se asentaba Tirwal, nombre que procedería del árabe, con el significado de "torre",[8]​ enclave musulmán citado en el año 935. Sin embargo, aunque se ha detectado arqueológicamente la presencia de ocupación islámica de este espacio, los restos localizados no pertenecen a un núcleo de población, sino más bien a una construcción defensiva.

El 1 de octubre de 1171 el rey aragonés Alfonso II tomó Tirwal con la intención de reforzar la frontera meridional de su reino, que consideraba amenazada por la toma de la ciudad de Valencia por los almohades. Y en ese mismo año fundó la ciudad de Teruel, dotándola de fueros y privilegios para facilitar de este modo la repoblación de la zona.

Hay que destacar por su importancia histórica que, en el torreón del Cubo, junto a la desaparecida puerta de Zaragoza, se encuentran las más antiguas barras de Aragón que se conservan,significando así Alfonso II el Casto, al esculpir sus cuatro barras de gules en piedra al amurallar Teruel, que era una villa de realengo.

La fundación de Teruel supone un cambio sin precedentes en la estructura política y territorial del sur de Aragón, ya que el predominio del Albarracín y la Alfambra de época musulmana será sustituido por el de la nueva fundación, Teruel en especial, en detrimento de Alfambra, que quedará en un segundo plano bajo la fórmula jurídica de señorío.[9]

Según una leyenda, para fundar la nueva ciudad los sabios y las gentes principales de la villa se reunieron y buscaron diversas señales y presagios, encontrando favorable el que un toro mugiera desde un alto (que se correspondería con la plaza principal actual, la del Torico) y que sobre el toro brillara una estrella. De este encuentro toma, según algunos autores, su nombre la ciudad, ya que provendría de juntar en una palabra el vocablo "toro" y el nombre de la estrella, "Actuel", formando de este modo la palabra "Toroel", y después "Toruel". De este fortuito encuentro procedería también el símbolo del toro y de la estrella, que se puede observar tanto en la bandera como en el escudo de la ciudad, además de en el monumento de la Vaquilla (en el que se observa a un vaquillero enfrentándose a un toro y a un ángel situándole la estrella al toro). Tras su fundación y repoblación, se constituyó la comunidad de Teruel, conjunto de aldeas del entorno de la localidad.

Los habitantes de Teruel intervinieron en la conquista de Valencia, que estaba en poder de los musulmanes, y en la guerra de los Dos Pedros contra Castilla, siéndole otorgada a la población el título de ciudad en 1347 por Pedro IV de Aragón, por su colaboración en las guerras de la Unión. Hay que destacar la considerable importancia que alcanzaron las comunidades judía y mudéjar dentro de la vida social y económica de la ciudad, desde que se consolidaran sus aljamas hacia finales del siglo XIII. Es notabler el caso de la Judería de Teruel, que conserva todavía su topónimo, y de la que se han localizado abundantes restos arqueológicos.

El acueducto de los Arcos, la obra de ingeniería más relevante del Renacimiento turolense, fue construido entre 1537 y 1558.

Uno de los hechos más relevantes de la historia de la ciudad se produjo en las llamadas Alteraciones de Teruel y Albarracín. Durante el reinado de Felipe II, el Tribunal de la Inquisición cometía constantes contrafueros, por lo que no fue aceptado por estas poblaciones, provocando frecuentes algaradas populares, a veces con violencia hacia los inquisidores. En el año 1572 se produjeron tales altercados que el rey, ejerciendo su autoridad, mandó un ejército castellano al mando del duque de Segorbe a invadir Teruel. Hubo combates durante varios días al estar la ciudad fortificada, pero finalmente la plaza se rindió el Jueves Santo de aquel año. Durante una semana se ajustició a los cabecillas en los jardines del Barón de Escriche, actual plaza de San Juan. Este hecho desacreditó enormemente la foralidad aragonesa. A comienzos del siglo XVIII, durante la Guerra de Sucesión, la ciudad se alineó con Felipe V.[10]

Durante la Guerra de la Independencia (1808-1814) Teruel recibió órdenes del capitán general de Aragón, José Rebolledo de Palafox para levantarse en armas contra los franceses. Sin embargo, pocos meses después y con escasa resistencia, fue ocupada por fuerzas imperiales al mando del mariscal Suchet, las cuales mantuvieron la plaza bajo su poder hasta su retirada en 1813. Los franceses volaron varios edificios civiles y conventos de la capital, quedando como herencia de estas destrucciones los actuales espacios abiertos de la plaza del Seminario y el Óvalo. En 1817 se ejecutaron obras de reparación en el Seminario, que había sido sede de la guarnición francesa durante la guerra.

Durante las Guerras Carlistas la capital se mantuvo fiel a los gobiernos liberales frente al poder carlista del Maestrazgo, sin ser nunca amenazada por las tropas del general Cabrera. Por contra, de Teruel salieron expediciones para rechazar el acoso carlista sobre la Tierra Baja y para acudir en socorro de la sitiada Alcañiz en 1838. Durante la Tercera Guerra Carlista la ciudad fue atacada por Marco de Bello y el pretendiente Alfonso Carlos con numerosas tropas, pero fracasaron y solo consiguieron penetrar en los arrabales de la ciudad.

En 1858 se construyó la actual fuente del Torico, el icono de la ciudad. A finales del siglo XIX, Teruel gozó de una cierta prosperidad, propiciada por la pequeña burguesía que la habitaba. Fruto de este periodo de prosperidad son las obras modernistas que salpican el casco urbano, datadas a principios del siglo XX. Fue por estas fechas (1901) cuando llegó el ferrocarril a la ciudad.

Teruel adquirió fama durante la Guerra Civil al ser el escenario de la batalla de Teruel. En julio de 1936 la sublevación franquista triunfó en Teruel, al igual que en el resto de capitales aragonesas, gracias al apoyo de la Guardia Civil y la Guardia de Asalto de la ciudad. La llegada de columnas frentepopulistas desde Levante hizo, sin embargo, que permanecieran en manos de la República la mayor parte de los territorios circundantes, quedando el frente estabilizado durante casi año y medio, pese a las múltiples ofensivas republicanas .

En diciembre de 1937, con el fin de aliviar la presión que las tropas nacionales ejercían sobre Madrid, el alto mando republicano reunió doce divisiones, con más de 110 000 hombres encuadrados en tres cuerpos de ejército, que debían reducir el saliente que para el frente de guerra suponía Teruel, y la amenaza que representaba para el Levante, en poder de la República. La primera parte de la operación fue un éxito, pues Teruel fue la única capital de provincia conquistada por la República en el transcurso de la Guerra.

Las tropas republicanas, al mando del general Vicente Rojo, comenzaron su ofensiva el 15 de diciembre de 1937, por la zona de Corbalán, con bombardeos aéreos a nudos de comunicaciones y al casco urbano turolense, hasta llegar a posiciones cercanas a la capital. Por otro lado, el coronel Domingo Rey d'Harcourt preparó la defensa con sus escasos efectivos, que no alcanzaban los 5000 hombres, concentrándose en puntos fuertes de la ciudad, como el edificio de la Comandancia, en la plaza de San Juan, y el seminario. Numerosos vecinos acudieron a guarecerse en él. Llegaron a más de 1500 los civiles y a 1759 los militares, con otros 1059 que se agregaron desde otras posiciones, que se aprestaron a la defensa. Al llegar a los aledaños de la capital, las fuerzas de la República iniciaron una gran preparación artillera sobre el centro de la ciudad, reduciéndola a escombros en las zonas centrales. Fueron muchos los combates cuerpo a cuerpo dentro del centro urbano, en los que bastantes civiles se vieron implicados.

El ejército sublevado reaccionó con presteza para socorrer a los sitiados, pero las bajas temperaturas y una gran tormenta de nieve que imposibilitó las operaciones, impidieron a las fuerzas del general Aranda penetrar en la ciudad y romper el cerco republicano, por lo que los defensores rindieron la ciudad el 8 de enero de 1938. En esta capitulación las fuerzas republicanas tomaron como prisioneros, entre otros, al coronel Rey d'Harcourt y al obispo de la diócesis de Teruel-Albarracín, Anselmo Polanco. Ambos fueron asesinados un año más tarde, casi al final de la contienda y en plena retirada de Cataluña, el 7 de febrero de 1939, en la localidad gerundense de Pont de Molins por fuerzas bajo el mando de Enrique Líster.

La respuesta de las fuerzas nacionales había continuado el 31 de diciembre con ataques bajo la dirección del general García Valiño. El 2 de enero los atacantes tomaron posiciones en los alrededores de la ciudad, aunque hasta el 7 de febrero no consiguieron internarse en ella. Con una fuerte ofensiva artillera y el apoyo aéreo por parte de la Legión Cóndor (en la batalla de Teruel se utilizó por primera vez, y como preludio de lo que ocurriría en la Segunda Guerra Mundial, el avión alemán Ju-87 Stuka), cerraron el sitio hacia el día 20. A pesar de los esfuerzos republicanos, el 22 la rendición fue total, con la toma de más de 15 000 prisioneros y abundante material bélico. De esta manera se volvió a un estado en el frente similar al anterior a la operación, con Teruel recuperada para los nacionales y unas pérdidas muy acusadas en hombres y material para la República, que no consiguió sus objetivos iniciales, sino solamente retrasar la actuación de Franco sobre Madrid, que se decantó por actuar en Levante, partiendo poco después el territorio republicano.

Finalmente, con la nueva ofensiva nacional en Aragón hacia el Mediterráneo, en marzo de 1938, aprovechando la acumulación de fuerzas en Teruel, el frente se alejará de la capital y poco a poco se irá normalizando la vida en la castigada ciudad, la cual quedó prácticamente destruida después de dos severos sitios.

Recién terminada la contienda comenzaron los trabajos de reconstrucción a cargo de la Dirección General de Regiones Devastadas. Su actividad duró hasta mediados de los años cincuenta, en los que se aprovechó para dotar a Teruel de mayores espacios abiertos y racionalización de calles. Sus principales actuaciones se plasman en el Seminario y aledaños, la calle y plaza de San Juan y el conjunto del Óvalo.

De acuerdo con la clasificación climática de Köppen el clima de Teruel es en general semiárido frío (BSk), si bien está muy cerca de los límites con los climas subtropical con invierno seco y verano cálido (Cwa) y suave (Cwb).

En verano las temperaturas son suaves, aunque con mucha oscilación térmica, y en invierno son frías, con mínimas bajas, que en algunas ocasiones pueden llegar a descender de los -10 ºC. Las precipitaciones presentan el mínimo en invierno y un máximo al final de la primavera. Los récords de temperatura registrados en el observatorio de Teruel son los 39,3 ºC del 4 de agosto de 2007 y los -22,5 ºC del 26 de diciembre de 2001. En el área del municipio ocupada por la ciudad de Teruel existe una isla térmica con temperaturas 2 ºC superiores a las de los alrededores.[11]

Teruel es la capital de provincia española con más días de helada al año, un total de 95 días de media. Presenta en promedio, once días de nieve por año. En la ciudad ha nevado tan temprano como en octubre (1992) y ha tenido nevadas tardías hasta en mayo.[11]

En el municipio de Teruel se encuentran, además de la capital provincial, las localidades de Aldehuela, El Campillo, Castralvo, Caudé, Concud, San Blas, Tortajada, Valdecebro, Villalba Baja y Villaspesa.

Entre las capitales de provincia españolas, Teruel es la capital menos poblada, con una población en 2018 de 35 691 habitantes (conocidos como turolenses), la que tiene el menor porcentaje de población entre los 15 y los 29 años y, por el contrario, la capital con el índice más alto de vejez (personas mayores de 65 años). En 2016 contaba con una población total de 35 564.[15]

Tras las elecciones municipales de 2019, la corporación municipal quedó compuesta por 7 concejales del Partido Popular, 5 del Partido Socialista Obrero Español, 3 de Ciudadanos, 2 del Partido Aragonés, 1 de Vox, 1 de Ganar Teruel-Izquierda Unida y 1 de la Chunta Aragonesista.[17]​ Unos días después fue investida como alcaldesa Emma Buj, del Partido Popular, con el apoyo de los concejales de su propia formación, Ciudadanos y Vox.[18]

A continuación se incluye una lista con los alcaldes de Teruel desde 1979.

En la actualidad, la economía de la ciudad de Teruel se basa principalmente en sector servicios donde destaca el sector público y un desarrollado sector turístico, al haberse convertido desde los años noventa en un destino turístico de interior o cultural.

Existen varias explotaciones ganaderas e industrias cárnicas, dedicadas principalmente al ganado porcino, para abastecer el mercado de productos cárnicos con denominación de origen, así como pienso y abonos derivados. El consejo regulador de la denominación de origen jamón de Teruel tiene su sede administrativa en la ciudad de Teruel.

Otro tipo de industrias asentadas en Teruel son, por ejemplo, las relacionadas con derivados del automóvil y fabricación de muebles.[22]

Desde 2013, cuenta con el Aeropuerto de Teruel, que se dedica al estacionamiento, mantenimiento y desmantelamiento de aeronaves, pruebas de motores cohete,[23]​ escuela de vuelo, helicóptero 112, ensayos en vuelo, investigación, formación y desarrollo aeronáutico. Está siendo ampliado gracias a su gran actividad, aportando empleo en la zona.[24]​ Su primer director general fue Alejandro F. Ibrahim Perera, ingeniero aeronáutico que gestionó la infraestructura con un modelo de negocio único y nuevo en la industria aeronáutica,[25]​ superando a más de 20 aeropuertos de la red española en ingresos en 2019.[26]

Actualmente se encuentra en fase de proyecto la llegada del AVE con la construcción del eje Cantábrico-Mediterráneo conectando con Santander y Bilbao en tiempo récord.

Se puede llegar en vuelos comerciales en aeronaves privadas y ejecutivas al aeropuerto de Teruel. También vuelos comerciales en aeronaves hasta 19 pasajeros.

Teruel conserva varios edificios mudéjares que han sido declarados Patrimonio de la Humanidad bajo la denominación «Arquitectura mudéjar de Aragón»: la torre, techumbre y cimborrio de la catedral de Santa María de Mediavilla (378-001), la torre e iglesia de San Pedro (378-002), la torre de la iglesia de San Martín (378-003) y la torre de la iglesia del Salvador (378-004). Entre ellos destaca, como elemento mudéjar mitad constructivo, mitad decorativo, la techumbre de la Catedral de Teruel, que está considerada la techumbre medieval de madera más importante el mundo.[27]

También existen varios edificios modernistas, con ejemplos de estilos historicistas, como el neomudéjar. La Casa de Tejidos El Torico, en la plaza Carlos Castel, la Plaza de Toros, o la Escalinata, son ejemplos de los citados estilos. Además, la ciudad conserva algunos edificios góticos que tienen su mejor exponente en la iglesia de San Francisco. También cabe destacar de esta época sus murallas o aljibes. Del siglo XVI, destaca el mayor acueducto construido en España en el Renacimiento, conocido como Los Arcos. Además de esta época destaca el palacio de la Comunidad de Aldeas de Teruel, actualmente Museo Provincial, dentro del llamado estilo aragonés (Renacimiento).

Otro lugar de interés es la fuente del Torico y su plaza, punto de reunión, centro neurálgico y símbolo de la ciudad. En el camino de Santa Bárbara se puede apreciar la mejor vista de la ciudad y su entorno desde el Mirador de Los Mansuetos, con su mesa de interpretación.[28]

Debido a la vocación ganadera de algunas zonas, son populares los platos de carne, sobre todo los que se fundamentan en cordero (denominado ternasco), el cerdo (y su matanza) así como de diversos animales de corral. Son conocidas tortas de trigo llamadas «sollapas» y las caldereta de pastor. Uno de los alimentos más populares es el jamón de Teruel (que participa en unas tostas denominadas delicias de Teruel: una especie de pan con tomate) y el ternasco de Aragón. Algunos platos de interés son los regañaos, las migas turolenses, las sopas de ajo y la sopa de Teruel. Entre la repostería turolense se encuentran los «suspiros de amante», unos pastelillos con una base de queso.

Sus fiestas mayores (Fiestas del Ángel), se celebran en la primera quincena de julio y duran una semana. Los días más importantes (viernes, sábado, domingo y lunes), coinciden con el fin de semana más próximo a San Cristóbal (10 de julio), y son conocidos popularmente como La Vaquilla del Ángel, uno de los festivales de música gratuitos, en formato de calle y escenario, más importantes del país,[29][30][31]​ además los tradicionales toros ensogados del lunes por las calles del centro de la ciudad y todas las actividades que las peñas desarrollan para sus socios.

Otro de los eventos con una gran atracción de público son Las Bodas de Isabel de Segura, el fin de semana que coincide con el tercer viernes de febrero, en memoria de Los Amantes de Teruel, Juan Martínez de Marcilla, llamado popularmente Diego de Marcilla, e Isabel de Segura. Miles de turolenses se visten con atuendos altomedievales, también se instala un variado mercadillo y se engalanan las calles trasladando la atmósfera de la ciudad al siglo XIII. El martes de Pascua se celebra el Sermón de las Tortillas. Tiene su origen en la fundación cristiana de la ciudad, cuando el martes de Pascua de cada año los turolenses elegían los cargos del concejo. La celebración consiste en disfrutar de una comida al aire libre en los alrededores de la ciudad.

Su Semana Santa destaca por su sobriedad y el retumbar de tambores, bombos y timbales, así como el paso de las procesiones.

Entre los músicos turolenses pueden citarse a los compositores Antón García Abril y Javier Navarrete, al cantante pop David Civera y al tenor Andrés Marín. El maestro Manuel Lillo Torregrosa compuso la obra 'Jotas de Teruel' inspirándose en el folclore popular de la provincia. El músico Modesto Linares Izquierdo es el gran impulsor de la música en Teruel y fundador del Conservatorio Profesional de Música.

Destaca el Club Voleibol Teruel, que es considerado como uno de los mejores clubes del voleibol español. Cuenta con un destacado palmarés: 7 Superligas (2008/09, 2009/10, 2010/2011, 2011/2012, 2013/14, 2017/18 y 2018/19), 6 Copas de SM el Rey (2011, 2012, 2013, 2015, 2018 y 2020), 8 Supercopas de España (2009, 2012, 2013, 2014, 2016, 2017, 2018 y 2019) y 1 Liga FEV. En la temporada 2017/18 consiguió el triplete en las competiciones nacionales, habiendo conquistado la Superliga, la Copa del Rey y la Supercopa.

En fútbol, el Club Deportivo Teruel jugó en la Segunda División B (tras ascender en la temporada 2009/2010), pero descendió en la temporada 2012/2013. Cinco años más tarde, en la temporada 2017/2018, el equipo entrenado por Dani Aso devolvió al Club Deportivo Teruel a la categoría de bronce del fútbol español pero volvería a descender la temporada siguiente. Actualmente continúa militando en la Tercera División Aragonesa. Actualmente el club es entrenado por César Laínez y trata de volver al Club Deportivo de Teruel a Segunda División B.

Existe también un club de baloncesto, el CAB Teruel, y un equipo de ajedrez, que juega en la máxima categoría aragonesa. El Club Teruel de Tiro con Arco ha logrado recientemente diversos títulos a nivel regional y nacional de la mano de Diego Guillén.[32]

Plaza del Torico.

Ayuntamiento y Catedral de Teruel.

Vista de Teruel desde la torre mudéjar de El Salvador.

Otra vista de Teruel desde la torre de la iglesia del Salvador

Plaza de toros de Teruel (1935), de estilo neomudéjar.



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