Triangle (titulada El triángulo en Argentina y Triangle en Hispanoamérica y España) es una película de producción anglo-australiana del año 2009, escrita y dirigida por el director británico Christopher Smith y protagonizada por Melissa George, Liam Hemsworth y Rachael Carpani.
La película narra la historia de Jess y unos amigos que, tras naufragar en alta mar, abordan un misterioso transatlántico. Aunque en un primer recorrido el interior de la nave les parece completamente desierto, pronto descubren que no están solos y que alguien está tratando de asesinarlos.
El estreno tuvo lugar el 27 de agosto de 2009 en el London FrightFest Film Festival. En Norteamérica y algunos otros países la película fue lanzada como una producción directa a DVD.
La película comienza con imágenes inconexas de una mañana de sábado con Jess (Melissa George), una joven madre soltera que vive en Florida atendiendo a Tommy (Joshua McIvor), su hijo autista; se ve a Jess ocupada intentando calmar a Tommy en su casa quien vio algo que le provocó una crisis de pánico, luego recogiendo la ropa seca del jardín, luego limpiando pintura que el niño derramó en el piso, después poniendo un enorme bolso con ropa en el maletero de su auto y finalmente conduciendo fuera de la ciudad con el aún exaltado Tommy en el asiento trasero.
Tras lo anterior, Jess decide aceptar la invitación de Greg (Michael Dorman), un cliente del restaurante donde trabaja, para hacer un viaje en su yate, el Triangle, junto a unos amigos del anfitrión: su compañero de circunstancias Victor (Liam Hemsworth), la pareja formada por Sally (Rachael Carpani) y Downey (Henry Nixon) y una amiga de estos, Heather (Emma Lung). Cuando Jess llega al muelle es recibida por Victor quien, al igual que Greg y los demás notan de inmediato que luce perturbada y descolocada, sin embargo tras dormir algunas horas despierta más animada. Todo transcurre plácidamente hasta que el viento cesa dejándolos varados; Greg intenta comunicarse con el guardacostas pero la transmisión de una mujer hace interferencia, el mensaje es difuso y solo se entiende que otra mujer la quiere asesinar y ya ha matado a otros. De la nada una extraña tormenta vuelca la embarcación, haciendo que Heather se pierda en el mar y ellos queden a la deriva en los restos del yate.
De pronto un enorme trasatlántico, de nombre Eolus, emerge entre la bruma. Una vez a bordo, comienzan a recorrer el interior en busca de tripulantes o pasajeros, pero la gigantesca nave parece vacía aunque hay comida fresca en el gran salón y convocatorias a una sesión teatral esa misma tarde. Durante la búsqueda, Jess se muestra cada vez más desconcertada; por fin, ante su amigo Greg se confiesa: desde que apareció en el muelle tiene una sensación constante de déjà vu, de haber vivido ya esos hechos. A la vez su estado no pasa inadvertido para sus compañeros, que desconfían de su extraña actitud.
En su recorrido por los pasillos, el grupo se detiene ante unas fotografías antiguas del buque que datan de 1932, lo que da pie a una conversación sobre el origen del nombre del dios griego Eolo, su relación con el mito de Sísifo y como fue condenado a llevar a cabo una dura tarea que debía repetir sin fin por la eternidad como castigo por intentar engañar a la muerte. Victor encuentra en el suelo un llavero de Jess que dejó en el yate antes de la tormenta; la única explicación que encuentran es que Heather lo hubiese tomado antes del accidente y haya subido al barco antes que ellos, decidiendo así revisar todo el lugar.
Los hechos extraños se suceden: todos los relojes del barco, y el de Jess, se han detenido a las 8:17; otro fenómeno sucede cuando Jess descubre, gracias a un espejo, la figura fugaz de alguien a bordo. Victor sale en persecución del desconocido y poco después vuelve ensangrentado con su cráneo perforado y trata de estrangular a Jess pero, debido a la gravedad de sus heridas, muere sin conseguirlo. La misma suerte correrán después Greg y la joven pareja; también estos habían culpado de los crímenes a Jess, aunque ellos mueren acribillados a tiros por el desconocido, que viste un overol negro, la cabeza tapada con una bolsa de lona y porta una escopeta. Jess huye aterrada por los pasillos y sale a cubierta, donde es alcanzada por el asesino; ambos entablan entonces una lucha de la que sale victoriosa la protagonista. Antes de caer al mar el encapuchado, una mujer, le grita: «Es la única forma de volver a casa: tienes que matarlos».
Cuando parece que por fin el peligro ha pasado Jess oye gritos desde el mar y descubre que sus compañeros del yate, junto con otra Jess acaban de descubrir el navío salvador. La protagonista decide mantenerse oculta y a medida que ve nuevamente los eventos, ahora en tercera persona, comprende que los eventos se están repitiendo y también que ella es la causante de todo: la lesión en la cabeza de Victor se la provocó al empujarlo accidentalmente contra una saliente de la pared mientras hablaban, la figura oculta era ella vigilándolos y entiende que la encapuchada es algo en lo que eventualmente se convertirá más adelante, el mensaje captado en el yate fue enviado por Sally desde la sala de comunicaciones intentando huir de la Jess encapuchada; también descubre que hay decenas de copias de una nota que deja para sí misma en un papel, un medallón que pierde cae por una rejilla donde hay otros idénticos y Sally fallece en un lugar lleno de copias suyas muertas de forma similar, todo por obra de un bucle de tiempo, ya que los mantiene viviendo el mismo evento sin parar.
Tras intentar salvar a estas nuevas versiones del grupo de la Jess asesina y fallar, ya que todos sus intentos de evitarlo acabaron conduciéndolos a ese destino, concluye que cuando todos mueren el bucle se reinicia y ellos aparecen nuevamente para volver a subir al barco. Finalmente se convence que su versión asesina tenía razón y la única forma de salir de allí es matar a todos, así cuando el bucle comience nuevamente podrá evitar que aborden; por ello, cada vez más desesperada por salir de la nave y regresar con su hijo, toma el atuendo, el arma y los asesina otra vez, sin embargo, al intentar matar a la nueva Jess pierde también la pelea y cae al mar no sin antes advertirle que debe matar a todos para volver.
Jess despierta en una playa en las afueras de la ciudad donde fue arrastrada desde alta mar. Tras regresar a su casa, desde el exterior, atestigua una serie de hechos que completan la secuencia inicial de la película, revelando que ha regresado ese mismo día por la mañana antes de salir. Aquí se revela que antes del viaje Jess en realidad era una madre violenta y cruel con Tommy y su deseo de volver con él provenían del arrepentimiento por sus actos que desarrolló durante el bucle. Tommy derrama pintura en el piso cuando ve a esta Jess por la ventana, esto hace que su versión más joven lo golpee e insulte y mientras limpia el piso señala como se lamenta por tenerlo y que desearía «Tener solo un día para ella nada más».
Al ver esto, arrepentida de lo que le ha hecho a su hijo, Jess decide asesinarla y tomar su lugar por lo que la mata a golpes con un martillo frente a Tommy, quien sufre una crisis de pánico que Jess no puede calmar, posteriormente pone el cadáver en un enorme bolso con ropa que mete en el maletero del auto y finalmente conduce fuera de la ciudad con Tommy en el asiento trasero, siendo estos los eventos vistos al inicio.
Mientras viajan por carretera una gaviota se estrella contra el auto y cuando Jess la arroja junto al camino descubre muchas copias más del ave muerta comprendiendo que sigue en el bucle. Apresurándose para salir de la ciudad e intentando aun calmar a Tommy se descuida y choca contra un camión que destroza su auto; aunque Jess sale ilesa, Tommy muere y todos asumen que el cadáver de la otra Jess era quien conducía. Un misterioso taxista (Bryan Pobests) se ofrece a llevarla donde desee y ella elige el muelle; allí se encuentra otra vez con Greg y el resto del grupo que se preparan para zarpar, iniciando una vez más el bucle.
De coproducción británico-australiana, Triangle fue financiada en parte por el U.K. Film Council, que contribuyó con 1,6 millones de libras de dinero público del fondo de la Lotería Nacional para el desarrollo, producción y distribución de la película. El equipo de producción estaba formado por Jason Newmark y Julie Baines por parte de Dan Films-RU y Chris Brown por parte de Pictures in Paradise. Icon Entertainment se encargó de la distribución internacional.
Smith se inspiró en Dead of Night y Memento. Quería hacer una película cíclica que explorara el Déjà vu evitando usar los mismos elementos vistos en Jacob's Ladder. La película fue filmada en sets y en locaciones en Queensland, Australia; los sets incluyen el exterior de un crucero, que Smith insistió en construir ya que consideró importante no abusar del uso de pantallas verdes. La película se basa en parte en la historia de Sísifo, una figura de la mitología griega.
Aunque ambientada en la ciudad estadounidense de Miami, en Florida, se filmó en Brisbane y la Costa Dorada, en el estado australiano de Queensland, con un elenco de actores en su mayoría australianos. El guionista-director quiso mantener el vínculo y, para ello, bautizó la urbanización donde vive Jess «Sunshine State», un apelativo que utilizan los autóctonos para referirse a Queensland.
En cuanto a las audiciones, el director ha develado que escogió a Melissa George para el papel principal tras verla en la serie de televisión In Treatment, donde interpreta a una joven que siente una profunda atracción por su psicoterapeuta. El rol de Victor le fue asignado al actor australiano Liam Hemsworth siendo esta película su segunda incursión en cine, a pesar de tener hasta ese momento un currículum más extenso como actor de series de televisión, saltando a la fama tras esto al integrar el elenco de películas tales como 'La última canción, o la saga de Los juegos del hambre.
Para montar la secuencia en que la cámara atraviesa el espejo «siguiendo» a la actriz, Smith reconoció haberse inspirado en uno de los planos finales de La mujer del cuadro, de Fritz Lang.
La película se estrenó en el Reino Unido en el London FrightFest Film Festival el 27 de agosto de 2009 y fue estrenada en cines el 16 de octubre de 2009, en el Reino Unido; 30 de diciembre de 2009 en Bélgica; 21 de enero de 2010 en los Países Bajos recaudando U$ 894,985 en el Reino Unido nativo y U$ 1,303,598 en todo el mundo, sin embargo no recibió un estreno teatral en los Estados Unidos.
Icon Home Entertainment realizó el lanzamiento en DVD y Blu-ray en el Reino Unido el 1 de marzo de 2010, mientras First Look Studios la distribuyó en DVD y Blu-ray desde el 2 de febrero de 2010.
La cinta puede encuadrarse en distintos géneros cinematográficos; así, a partir de un planteamiento aparentemente convencional y deliberadamente anodino del subgénero slasher, la narración va evolucionando hacia propuestas propias del cine de suspenso, de terror, fantástico, de ciencia ficción o dramático, junto con reflexiones de índole metafísica en torno a la idea de tiempo.
La narración se estructura según diversos bucles temporales. Planteada inicialmente como un slasher convencional, enseguida sorprende al espectador un primer giro narrativo cuando las llaves de Jess aparecen en un pasillo del vacío transatlántico, un hallazgo que introduce en el relato un elemento aparentemente sobrenatural. Después se sucederán diversas «iteraciones» de la protagonista producidas «antes» (o «después») de la línea temporal principal del film y que incluso se cruzan entre sí; a diferencia de otras propuestas similares como Groundhog Day, aquí los diversos ciclos parecen influirse mutuamente. En cualquier caso, si se quisiera establecer una analogía geométrica de la dimensión tiempo en Triangle, más que de una concatenación de infinitos «círculos», tal vez habría que hablar de una imaginaria y desconcertante cinta de Möbius.
El propio director declara su admiración hacia la película El resplandor, del director estadounidense Stanley Kubrick, al que Smith rinde homenaje al elegir en varias ocasiones el número 237 (el mismo que el de la habitación maldita del hotel Overlook); se puede percibir también su influencia en la utilización de símbolos y artificios narrativos más formales como puertas entreabiertas, el hacha, mensajes con sangre en el espejo, la música de estilo swing del tocadiscos (Anchors aweigh, de Glenn Miller) o la ambientación general dentro del buque, desde los interiores impolutos (en un barco de 1930 supuestamente abandonado) hasta la desolación de algunos salones, en los que, de modo inexplicable, abundan las viandas y las frutas frescas. Asimismo, puede encontrarse cierto paralelismo en el gusto por la simetría de plano en el encuadre de estas escenas.
En 2016, el crítico de cine Ryan Lamble proponía que Triangle podría interpretarse como un El resplandor a la inversa, en el sentido que, en el film australiano-británico, cuando conocemos los hechos la protagonista ya ha cometido el acto tabú y como consecuencia sufre el tormento de la culpa infinita, y donde el descomunal transatlántico es, como el sobrecogedor Overlook, el laberinto.
El mismo crítico asocia Triangle con Primer, por lo enrevesada que se va volviendo la narración, y con otras cintas: «Aunque destila el aire onírico de una película de David Lynch, su intrincada trama es más parecida al excelente thriller de ciencia ficción Los cronocrímenes, de Nacho Vigalondo, combinado con la angustia de El maquinista, de Brad Anderson. [… ] Como Groundhog day o Al filo del mañana, podría encasillarse como un thriller de bucle temporal; sin embargo, lo que acerca el Triangle de Smith a Los cronocrímenes de Vigalondo más que a ninguna otra es que Jess, y solo Jess, se da cuenta del carácter cíclico de los acontecimientos y se cree capaz de cambiar los hechos con sus decisiones».
Algunas de las películas en las cuales Smith dice haberse inspirado giran en torno a personajes torturados por la culpa o forzados a revivir eventos traumáticos, como Memento, donde el protagonista se ve atrapado en un oscuro ciclo de dolor y venganza; Don't look now, sobre un padre afligido al que persigue el fantasma de su hija muerta; o La escalera de Jacob, en la que un veterano de la guerra de Vietnam experimenta el Nueva York de la década de 1970 como un alucinado limbo infernal.
Por su temática y planteamiento, la cinta ha sido comparada también con Donnie Darko y con la serie de televisión The Twilight Zone.
El mito de Sísifo es constante a lo largo de todo el film, tanto por las alusiones explícitas como por el destino de la protagonista, condenada a sufrir el castigo eterno por su pecado. Entre las primeras, destaca la escena en que algunos miembros del grupo, en su recorrido por los pasillos del gran transatlántico, se detienen ante unos grabados de la pared y comentan la relación entre el nombre del buque (Aeolus), el mito griego Eolo de Tesalia y su hijo Sísifo.
Otro personaje que, según Ryan Lamble, podría evocar un mito griego es el del taxista, que aparece en escena como viniendo de la nada para llevar a Jess de vuelta al muelle. Para el analista, este misterioso conductor podría simbolizar a Caronte, el barquero que ayudaba a los que acababan de morir a cruzar el río Estigia y llegar al inframundo.
Para el crítico de cine Philip French, Triangle combina la teoría del eterno retorno del filósofo Friedrich Nietzsche con el enigma planteado por Sutton Vane en el drama fantástico Outward Bound y con el misterio del Mary Celeste, un bergantín que fue encontrado en el año 1872 desierto y la deriva en alta mar. Por su parte, el buque atrapado en el tiempo de Triangle ahonda en ese enigma al albergar en su interior un salón de baile con abundantes manjares, un teatro preparado para una representación y, en la cubierta, una fila de tintineantes anillas de las que un día debieron de estar colgados los botes salvavidas.
Smith ha declarado que en Triangle trató de hacer plausibles tres distintos enfoques interpretativos: primero, la explicación sobrenatural; luego la idea que Jess esté sufriendo un colapso y, por último, la hipótesis de una conmoción cerebral resultante del accidente. El objetivo final es que el espectador pueda interpretar la historia y su desenlace según la opción con que se sintiera emocionalmente más cómodo.
Por su parte, Matthew Pridham, de Weird Fiction Review, sugiere que la idea del castigo se refleja no solo en el mito de Sísifo, sino también en la elección de la gaviota como elemento simbólico; para Pridham puede sugerirse un paralelismo con el poema de Coleridge, The rime of the ancient mariner, donde un marinero es condenado a la «muerte-en-vida» tras haber matado a un albatros, al que se consideraba símbolo de la buena suerte.
Sea como fuere, según cierto sector de la crítica, para completar el rompecabezas tampoco sería imprescindible tomar notas sobre lo que sucede: «La trama se resuelve de forma tan brillante que la película podría exhibirse en sesión doble consigo misma».
En el portal de críticas de cine Rotten Tomatoes, Triangle cosecha un 80 % de votos positivos entre un total de 40 críticas, con una nota de media de 6,5 sobre 10.
Empire le otorga 4 estrellas de un máximo de 5, calificándolo como «convincente rompecabezas con un final sorpresivo y reconfortante». Para Variety, la película solo adquiere algún sentido si se la circunscribe a su propio universo de fantasía».
Según Den of Geek!, «es la profundidad temática lo que hace que la película de Smith se te clave en la mente y te lleve a verla una y otra vez. Y para el portal sobre películas de terror Bloody Disgusting, que le concede un 4 (de 5), se trata de un «thriller psicológico excepcional que merece la pena ver repetidas veces para desmenuzarlo a conciencia y debatir sobre él».
El crítico de The Guardian Peter Bradshaw la puntúa con un 3 (de 5) y la califica de «película de terror inteligentemente construida que al final se vuelve un poco desastre».
También la revista francesa Mad Movies la valoró positivamente en 2011: «Tan claustrofóbico como los pasillos de la fantasmagórica nave, el bucle temporal de Triangle actúa como una prisión mefistofélica que acarrea hasta el infinito las almas perdidas sin dejar de recordarles, a ritmo de metrónomo, la raíz de su tormento. Una verdadera joya narrativa cuyas sombras hacen todavía más inextricable el punto de vista (...); un pequeño prodigio del cine fantástico, hecho de ese mismo material sulfuroso que uno desearía haber descubierto en la gran pantalla».
Menos positivo es Jack Foley, de IndieLondon, que le concede un 2 (de 5). A pesar de los interesantes interrogantes que va planteando la historia —argumenta—, algunos agujeros de guion, así como la obcecación de Smith de dejar todo abierto a tres posibles vías de interpretación de la trama, llevan al límite la credibilidad de la historia y la paciencia del espectador. Los personajes secundarios apenas tienen relevancia más allá de la de servir de víctimas destinadas al sacrificio. Los diálogos son banales y encorsetados, y ninguno de los compañeros de viaje de la protagonista parecen hacer lo suficiente para «ganarse» emocionalmente al espectador. Y sentencia: «Triangle acaba naufragando en un turbulento argumento por el que navegan a la deriva personajes fallidos».
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