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Vicente Aleixandre



¿Qué día cumple años Vicente Aleixandre?

Vicente Aleixandre cumple los años el 26 de abril.


¿Qué día nació Vicente Aleixandre?

Vicente Aleixandre nació el día 26 de abril de 1898.


¿Cuántos años tiene Vicente Aleixandre?

La edad actual es 125 años. Vicente Aleixandre cumplirá 126 años el 26 de abril de este año.


¿De qué signo es Vicente Aleixandre?

Vicente Aleixandre es del signo de Tauro.


¿Dónde nació Vicente Aleixandre?

Vicente Aleixandre nació en Sevilla.


Vicente Pío Marcelino Cirilo Aleixandre y Merlo (Sevilla, 26 de abril de 1898-Madrid, 13 de diciembre de 1984) fue un poeta español de la llamada generación del 27. Elegido académico en la sesión del día 30 de junio de 1949, ingresó en la Real Academia Española el 22 de enero de 1950. Ocupó el sillón de la letra O.

Obtuvo el Premio Nacional de Literatura en 1934 por La destrucción o el amor,[1]​ el Premio de la Crítica en 1963 por En un vasto dominio, y en 1969, por Poemas de la Consumación, y el Premio Nobel de Literatura en 1977.

Hijo de una familia de la burguesía española, su padre, Cirilo Aleixandre Ballester, fue ingeniero de ferrocarriles.[2]​ Varios hermanos de Aleixandre murieron en el periodo infantil. Así, Elvira murió con tres años, Fernando murió con año y medio y Sofía, al nacer. El poeta nació en Sevilla en 1898 pero pasaría su infancia en Málaga, donde compartió estudios con Emilio Prados. Se trasladó a Madrid donde cursó estudios de Derecho y Comercio. En 1919 se licencia en Derecho y obtiene el título de intendente mercantil. En 1917 conoce a Dámaso Alonso en Las Navas del Marqués, lugar donde veraneaba, que le inició en la lectura de Rubén Darío, Antonio Machado y Juan Ramón Jiménez. Ejerce de profesor de Derecho Mercantil desde 1920 hasta 1922 en la Escuela de Comercio madrileña, y en el verano de 1920 conoce en la Residencia de Estudiantes a la estadounidense Margarita Alpers, con la que sostiene una relación amorosa también en el verano de 1921, deshecha cuando esta tuvo que partir a California. Alpers estaba casada y es la destinataria de algunos de los poemas de Álbum; creía que su hija Juanita era de Aleixandre. Esta hija le escribió en 1965 para decirle que su madre había fallecido de cáncer.[3]

Su salud empieza a empeorar en 1922. En 1925 se le declara una nefritis tuberculosa, que termina con la extirpación de un riñón, operación realizada en 1932. Publica sus primeros poemas en la Revista de Occidente en 1926 y en 1928 empieza a leer a Freud, implicándose en el surrealismo poético. Establece contacto con Cernuda, Altolaguirre, Alberti y García Lorca. A lo largo de su vida ocultó su bisexualidad.[4]​ Su primera relación seria con una mujer, después de la que tuvo con Alpers, y que lo marcó profundamente, fue con la cabaretera María Valls, más conocida por su nombre artístico de "Carmen de Granada"; esta relación inspiró a Vicente Aleixandre dos poemas de Ámbito, "Amante" y "Cabeza en el recuerdo", y otro de Sombra del paraíso, "Cabellera negra"; le transmitió una blenorragia que agravó considerablemente su nefritis. Tras esta relación, y desde 1923, intimó su amistad con la hispanista germana Eva Seifert, que lo introdujo en la poesía de Hölderlin. En 1927 planta en su casa de Velintonia un cedro que lo acompañará durante el resto de su vida.[cita requerida]

En los años 1930, el poeta conoce al abogado socialista Andrés Acero y ambos inician una intensa relación amorosa que será interrumpida por el exilio a México de Andrés tras la guerra civil española. En palabras de Molina Foix, "Aleixandre era muy pudoroso de su condición homosexual por el daño que pudiera hacer a su familia, sobre todo a su hermana, pero a mí me dijo que cuando muriese no le importaba que se supiera la verdad; consideraba que no era ningún desdoro".[5][6][7][8]​ También sostiene una relación amorosa con el decorador cinematográfico José Manuel García Briz, que es un joven noble hijo de la III condesa de Baynoa y hermano de los marqueses de Vista Alegre.

El 19 de junio de 1932 el doctor Pedro Cifuentes extirpa el riñón derecho a Vicente Aleixandre. Le visitan en su convalecencia Dámaso Alonso y Federico García Lorca. Hacia 1935 frecuentan su casa Rafael Alberti, Federico García Lorca, Luis Cernuda, Pablo Neruda, Dámaso Alonso, Gerardo Diego, Manuel Altolaguirre, Miguel Hernández, José Antonio Muñoz Rojas y su amante Andrés Acero. De muchos de ellos dejará escrita una semblanza en 1958, en su libro Los encuentros, donde refleja lo que sintió la primera vez que los conoció.

En los primeros días de la Guerra Civil, víctima de una denuncia, pasa veinticuatro horas en una cheka de la que es liberado por su amigo Pablo Neruda, cónsul de Chile a la sazón. Un bombardeo destruye su casa y gran parte de su biblioteca. En 1937 su salud empeora notablemente: pierde diez kilos en pocos meses y pasa los dos últimos años de la guerra en cama con un riguroso tratamiento de inyecciones de calcio, vitaminas y baños de luz ultravioleta. Hace una gran amistad con el crítico literario José Luis Cano. Mantiene un largo epistolario con el pintor Gregorio Prieto.[9]​ Después de la guerra, a pesar de sus ideas izquierdistas, permanece en España, en su misma casa, reconstruida en octubre de 1940. El padre ha muerto en ese mismo año tras ser purgado por el Frente Popular e investigado exhaustivamente por el bando vencedor. Y Aleixandre, en su exilio interior, se convierte durante los años de posguerra en uno de los maestros de los jóvenes poetas, con los que se cartea abundantemente y a los que recibe sin escatimar tiempo en su domicilio de Madrid, Wellingtonia (o Velintonia), 3 (ahora y desde el año 1978, renombrada en su honor calle Vicente Aleixandre[10]​). En el piso superior se instala su amiga, la poetisa lesbiana Carmen Conde, que se ha separado de su marido Antonio Oliver Belmás y tiene por pareja a una casada, Amanda Junquera Butler, esposa del catedrático de Historia moderna de España Cayetano Alcázar. A ambas mujeres dedicará Aleixandre el poema "Ofrecimiento" de su libro Nacimiento último. El poeta, quien por estos años no deja de repetir que "poesía es comunicación", no tenía inconveniente siquiera en enviar poemas inéditos a las revistas escolares que se lo pedían. Escribe entre 1939 y 1943 Sombra del paraíso, uno de sus libros más importantes, publicado en Madrid en 1944. Junto con Hijos de la ira, de su amigo Dámaso Alonso, también de ese año, constituye uno de los libros capitales de la corriente literaria que Alonso vino a bautizar como Poesía desarraigada, paralela al Tremendismo en la prosa, durante la Primera generación de posguerra. En 1943, por cierto, se difunde por México el rumor de que ha muerto, por lo que Emilio Prados le hizo la dedicatoria de su libro Mínima muerte, de 1944, como fallecido. Un joven poeta, Carlos Bousoño, redacta una famosa tesis doctoral sobre su obra y se convierte en uno de sus amantes; Aleixandre escribirá el prólogo del poemario de Bousoño, Primavera de la muerte (1946).

El 22 de enero de 1950 lee su discurso de ingreso en la Real Academia Española, que versa sobre el tema Vida del poeta: el amor y la poesía. Su amigo Dámaso Alonso leyó el discurso de contestación. Durante la década de 1950 pronunció distintas conferencias en diversas ciudades de España, Inglaterra y Marruecos. Las revistas Papeles de Son Armadans (1958), Ágora e Ínsula (1959) le dedican números de homenaje. Igualmente lo hacen, en los años 1960, algunas revistas hispanoamericanas.

En 1963, año en que recibió el Premio de la crítica, encabezó la firma de una carta al ministro franquista Manuel Fraga Iribarne solicitando una investigación sobre las agresiones y torturas a mineros asturianos y a sus esposas durante la huelga de 1962. La misiva estuvo firmada por 120 intelectuales españoles. El ministro Fraga Iribarne publicó en respuesta una "carta abierta" a uno de los firmantes (el poeta José Bergamín), negando los hechos.

Los poetas de la posguerra, atraídos por su figura, frecuentaron su casa: Jaime Gil de Biedma, Francisco Brines, Carlos Bousoño, José Luis Cano, José Hierro, Francisco Nieva, el grupo Cántico (sobre todo Ricardo Molina) y los llamados Novísimos, en especial Luis Antonio de Villena y Vicente Molina Foix.

El 6 de octubre de 1977 la Academia Sueca le concede el Premio Nobel de Literatura «por una obra de creación poética innovadora que ilustra la condición del hombre en el cosmos y en nuestra sociedad actual, a la par que representa la gran renovación, en la época de entreguerras, de las tradiciones de la poesía española».

Hospitalizado de urgencia el 10 de diciembre de 1984, en la Clínica Santa Elena, con hemorragia intestinal, muere en la noche del 13 de diciembre. Es enterrado en la tumba familiar del Cementerio de la Almudena de Madrid el sábado 15 de diciembre de 1984.[11]

Tras la muerte de su gran amigo Carlos Bousoño, se empezaron a hacer públicos los versos y las cartas de explícito contenido amoroso y homoerótico que Aleixandre le dedicó.[12]

Su obra poética presenta varias etapas: pura, surrealista, y de vejez. Además este personaje nos muestra el verdadero rostro de las personas en sus diversos poemas como el de «vinieras y te fueras dulcemente».

Su primer libro, Ámbito, compuesto entre 1924 y 1927 y publicado en Málaga en 1928, es la obra de un poeta incipiente, que aún no ha encontrado su propia voz. Predomina el verso corto asonantado y la estética de la poesía pura juanramoniana y guilleniana, además de ecos ultraístas y de la poesía clásica española del Siglo de Oro, en especial Fray Luis de León y Góngora.

En los años siguientes, entre 1928 y 1932, se produce un cambio radical en su concepción poética. Inspirado por los precursores del surrealismo (en especial por Arthur Rimbaud y Lautréamont) y por Freud, adopta como forma de expresión el poema en prosa (Pasión de la Tierra, de 1935), el verso libre, y procedimientos plenamente surrealistas como el versículo y la imagen visionaria (Espadas como labios, de 1932; La destrucción o el amor, de 1935, Sombra del Paraíso, de 1944). La estética de estos poemarios es irracionalista, y la expresión se acerca a la escritura automática, aunque sin aceptar la misma como dogma de fe. En línea con el surrealismo, el poeta no asume tradición alguna, ni siquiera la métrica, y se libera, de suerte que incluso su amigo Luis Cernuda pudo decir: "Su verso no se parece a nada". Y en efecto su estilo aporta novedades estilísticas inéditas como el símil inverso (Espadas como labios) o el nexo disyuntivo equivalente (La destrucción o el amor), la hipérbole suma, el símbolo onírico no codificado, enriqueciendo definitivamente las posibilidades estilísticas de la lengua poética española, como en un tiempo pasado hicieron Garcilaso, Góngora y Rubén Darío, cada uno de ellos un gran renovador del lenguaje lírico. El poeta celebra el amor como fuerza natural ingobernable, que destruye todas las limitaciones del ser humano, y critica los convencionalismos con que la sociedad intenta apresarlo. Su estética es materialista y de un pesimismo cósmico, al contrario que el optimismo de Jorge Guillén; asume la mortalidad del individuo como una fusión en la naturaleza de una forma profundamente humana.

Tras la Guerra Civil española, su obra cambia, acercándose a las preocupaciones de la poesía social imperante. Desde una posición solidaria aborda la vida del hombre común, sus sufrimientos e ilusiones. Su estilo se hace más sencillo y accesible. Dos son los libros fundamentales de esta etapa: Historia del corazón, de 1954 y En un vasto dominio, de 1962.

En sus últimos libros (Poemas de la consumación, de 1968, y Diálogos del conocimiento, de 1974) el poeta inicia su ciclo de senectute y el estilo del poeta vuelve a dar un giro volviendo a procedimientos que recuerdan su surrealismo inicial. La experiencia frustrante del paso del tiempo ("o tarde, o pronto, o nunca"), de la vejez (en su poema "Como Moisés es el viejo" y otros) y de la cercanía de la muerte le llevan a replantearse su irracionalismo juvenil, aunque ya en una modalidad extremadamente depurada, meditativa y serena. Utiliza un complejo conceptismo estilístico que opone conceptos como mirar / ver, conocer / saber y usa los tiempos verbales y la metáfora negativa para crear distanciamiento: "Nació, y no supo. / Respondió, y no ha hablado". El segundo, como su propio título indica, contiene diálogos entablados entre personajes simbólicos sumamente abstractos. A estos dos títulos canónicos, esto es, de los publicados en vida por el propio poeta, podría añadirse un tercero, En gran noche, de aparición póstuma, en 1991, que recoge poemas no incluidos en los dos libros anteriores y en su misma línea metafísica y reflexiva.





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