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Yemení



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Yemen o Yemén, oficialmente la República de Yemen (en árabe: الجمهوريّة اليمنية, Al-Jumhūriyya al-Yamaniyya), es un país bicontinental situado en Oriente Próximo y en África. Su parte asiática está situada en el Mashreq, al sur de la península de Arabia, rodeado por el mar Arábigo, el golfo de Aden y el mar Rojo, en Asia. La isla de Socotra está en la plataforma continental africana. Comparte fronteras con Omán y Arabia Saudita. Es el único estado republicano en la península arábiga. Su capital y ciudad más poblada es Saná.

La actual República de Yemen surgió en 1990 tras la unificación de la República Árabe de Yemen (Yemen del Norte) y la República Popular Democrática de Yemen (Yemen del Sur). Yemen del Norte alcanzó la independencia en 1918 con la partición del Imperio otomano, mientras que los británicos mantuvieron el control en el sur del país hasta 1967, cuando nació Yemen del Sur. Los dos países se unificaron formalmente como la República de Yemen en 1990. Un movimiento secesionista en el sur fue rápidamente disipado en una breve guerra civil en 1994. En 2000, Yemen y Arabia Saudita acordaron la delimitación definitiva de sus fronteras.[5]

Yemen es un país en vías de desarrollo,[6]​ y es el país más pobre de Oriente Próximo. Bajo el gobierno del Presidente Ali Abdullah Saleh, Yemen fue descrito como una «cleptocracia».[7]

Bajo el contexto de la Primavera Árabe, Yemen ha estado en crisis política desde 2011, comenzando con las protestas callejeras contra la pobreza, el desempleo, la corrupción y el plan del presidente Saleh de enmendar la Constitución y eliminar el límite del mandato presidencial, convirtiéndolo de hecho en presidente de por vida. El presidente Saleh renunció y los poderes de la presidencia fueron transferidos al vicepresidente Abd Rabbuh Mansur al-Hadi, quien fue elegido oficialmente presidente el 21 de febrero de 2012 en una elección de una sola persona. El proceso de transición fue interrumpido por los conflictos entre los Huthíes y Al-Islah, así como la insurgencia de Al-Qaeda. En septiembre de 2014, los Houthis se apoderaron de Saná,[8]​ declarándose más tarde el control del país después de un golpe de estado.[9]​ Esto resultó en una nueva guerra civil y una intervención militar dirigida por Arabia Saudita para prevenir el colapso del gobierno incipiente de Hadi.

Arabia Saudita, desde 2015, ha ejercido un bloqueo que impide la importación de alimentos, desencadenando la mayor crisis humanitaria del momento.[10]

En árabe, Yemen (يمن yaman) significa «derecha». Existen varias explicaciones sobre el significado de este nombre: algunos autores clásicos árabes afirman que se debe a que el país está a la derecha de La Meca o del sol de levante. Otros dicen que se debe a que Yoqtan, también llamado Qahtan —antepasado de los árabes del sur según la Tabla de las Naciones del Génesis—, giró a la derecha cuando, bajando desde el norte de Arabia, se estableció en el actual Yemen. Una última teoría extrae el nombre del hijo de Qahtan, el héroe epónimo Yaman Ibn Qahtan.[11]

Yemen es uno de los centros más antiguos de civilización del Oriente Próximo. Su tierra, relativamente fértil en algunos valles, y su clima húmedo permitieron el desarrollo de una población estable. Sus habitantes, nómadas, se dedicaron durante toda la época antigua al pastoreo y a la cría de aves.

El geógrafo griego Claudio Ptolomeo se refirió a Yemen en sus textos como Eudaimon Arabia (término más conocido por su traducción latina, Arabia Felix). Los pueblos mediterráneos veían llegar caravanas cargadas de incienso, mirra, casia, cinamomo y láudano; o riquezas como oro, ébano, marfil y seda, por lo que dedujeron que se trataba de una tierra de fábula. Su máximo esplendor fue el reino de Saba –capital, Mariaba (Marib)– con su misteriosa reina y su relación amorosa con el rey judío Salomón, que dio origen al mito. La leyenda de Arabia Felix resurgió en el XVII, cuando comerciantes franceses, ingleses y portugueses oyeron hablar de una bebida, el «oro negro» –el café–, que se exportaba al mundo entero a través del puerto yemení de Moca.

La zona fue dominada por tres civilizaciones sucesivas entre el siglo XII a. C. y el siglo VI, que controlaron el lucrativo tráfico de especias: los mineos, los sabeos y los himyaritas.

El Reino de Saba, cuya capital era Marib, alcanzó un gran poderío por su situación estratégica, entre la India y el Mediterráneo, lo que le permitió monopolizar el tráfico de especias. De allí era supuestamente originaria la legendaria reina de Saba del Antiguo Testamento. El reino de pasó a ser dominado a partir del siglo III d. C. por la dinastía himyarita, por lo que se habla del Reino de Himyar. Luego fue anexionado por la Persia sasánida en 572.

El islam llegó a Yemen alrededor del año 630; a partir de entonces, Yemen pasó a formar parte de los califatos árabes y a ser dependiente primero de Damasco y luego de Bagdad. Durante el siglo VIII comienzan a aparecer en Yemen pequeños estados independientes, como el de la dinastía zaidí o zaidita, a la que seguirán otras. En los siglos posteriores Yemen oscila entre la independencia y la sumisión primero a los califas de Egipto y luego a los sultanes del Imperio otomano.

A partir del siglo XV, interviene Portugal, que dominó el puerto de Adén durante unos veinte años y mantuvo durante este periodo un enclave fortificado en la isla de Socotra.

Desde 1500, los portugueses representaron una amenaza inmediata para el comercio del océano Índico. Los mamelucos de Egipto, por lo tanto, enviaron un ejército al mando de Hussein al-Kurdi para luchar contra los intrusos.[12]​ El sultán mameluco de Egipto acudió a Zabid en 1515 y entabló conversaciones diplomáticas con el sultán tahirí 'Amir bin Abdulwahab por el dinero que se necesitaría para la yihad contra los portugueses. En lugar de enfrentarse a estos, los mamelucos, que se estaban quedando sin comida y agua, desembarcaron en la costa de Yemen y comenzaron a hostigar a los aldeanos de Tihama para obtener los víveres que necesitaban. El interés de Portugal en el mar Rojo consistía por un lado en garantizar los contactos con un aliado cristiano en Etiopía y por otro en poder atacar a La Meca y los territorios árabes desde la retaguardia, al tiempo que se hacía con el dominio absoluto del comercio de especias. También pretendía dominar el comercio de las ciudades costeras de África y Arabia.[13]​. Con este fin, buscó influir y dominar por la fuerza o la persuasión todos los puertos y reinos que luchaban entre sí. Era común que Portugal hiciera que los aliados árabes se interesaran por mantener la autonomía de otros estados árabes en la región.[14]

En el siglo XVIII, Ibn Saúd, fundador de la dinastía saudita, anexiona Yemen, que luego vuelve, tras un breve período de independencia, al dominio egipcio, en la primera mitad del siglo XIX. Los británicos se instalan en Adén en 1839, y pasan a ser una potencia preponderante en la zona.

Yemen alcanzó la independencia pasada la Primera Guerra Mundial, constituyéndose en reino. En 1926 se produjo una nueva intervención saudita, pero al año siguiente el imán zaydita recuperó el trono. Los nuevos litigios fronterizos con el país vecino se resolvieron finalmente con la entrega a Arabia Saudita de la región de Asir.

Al tiempo, la zona de Adén continuaba bajo dominio británico, con el nombre de Arabia del Sur; en 1937 la zona se dividió en una colonia (Adén) y dos protectorados, oriental y occidental, con amplia autonomía y un Consejo Supremo Federal.

Durante el siglo XX, Yemen hizo importantes avances en materia de cooperación internacional: en 1945 el reino de Yemen ingresó en la Liga Árabe, y en 1947 en la ONU. El último rey fue derrocado en 1962, y se estableció la República Árabe de Yemen, conocida como Yemen del Norte, aunque se libró de forma casi paralela una guerra civil entre los monárquicos, que obtuvieron apoyo de Arabia Saudí, y los republicanos, que fueron auxiliados por Egipto con ayuda material y un importante contingente de tropas. La lucha duró hasta 1970, cuando los republicanos se impusieron.

En la región de Adén, en 1963 grupos antibritánicos opuestos a que en la ya cercana independencia, el país quedara bajo la influencia de Londres, con ayuda desde el otro lado de la frontera yemení, iniciaron ataques guerrilleros y terroristas. En los siguientes años, la violencia se incrementó con numerosas víctimas, pero pese a los esfuerzos de Gran Bretaña por evitarlo, en 1967 debió negociar con los rebeldes y el antiguo dominio británico se transformó en la República Democrática Popular del Yemen o Yemen del Sur, de orientación marxista, que fue el primer Estado árabe comunista.

Las posiciones revolucionarias del gobierno de Yemen del Sur causaron su aislamiento dentro de la Península arábiga. Las monarquías absolutas de la región se consideraron amenazadas y consideraron al Yemen del Sur como la vanguardia de posibles movimientos revolucionarios en sus propios estados. Estos, en particular Arabia Saudita, favorecieron el aislamiento económico del país y apoyaron las incursiones armadas de los grupos de oposición, obligando al régimen a centrarse en los gastos militares y de defensa a expensas del desarrollo. El Yemen del Sur fue objeto de varias intervenciones militares: de Arabia Saudita en octubre de 1968, diciembre de 1969 y noviembre de 1970; de Yemen del Norte en septiembre y octubre de 1972 y luego en 1979 ; y los aviones británicos bombardearon y destruyeron la ciudad de Hauf en mayo de 1972.[15]

Las dificultades económicas se agravaron por el cierre del Canal de Suez a partir de junio de 1967 (en el que se basaba gran parte de las actividades del puerto de Adén) y por la fuga de la élite económica del sector privado, que se llevó consigo sus activos financieros. El interior, en gran parte desierto, tenía un potencial limitado.[15]

A pesar de este entorno hostil, el régimen de Yemen del Sur adoptó importantes reformas políticas, sociales y económicas: educación universal, servicios de salud gratuitos, igualdad formal para las mujeres. El gobierno también intentó de luchar contra el tribalismo. La brecha entre las condiciones de vida rurales y urbanas se ha reducido considerablemente; el régimen, algunos de cuyos dirigentes eran de origen rural, garantizó que no se descuidara el campo a pesar de su baja densidad de población y del tamaño geográfico del país. Sin embargo, los conflictos recurrentes entre facciones dentro del gobierno eventualmente socavarán su credibilidad.[15]

En 1981 se llega finalmente a un proyecto de Constitución para un estado reunificado. Así el 22 de mayo de 1990, repúblicas se funden en una, la República de Yemen. La convivencia entre los dos territorios no será fácil, produciéndose una pequeña guerra civil en 1994 en la que impone su hegemonía el norte. Lo cierto es que el malestar del sur en relación con una unión, en la que consideraban habían salido discriminados, se ha mantenido y ha dado lugar a tensiones e incluso enfrentamientos.

En 2011, luego de la serie de rebeliones y protestas acontecidas en todo el mundo árabe, los ciudadanos yemeníes se rebelaron contra el régimen de Ali Abdullah Saleh, mediante una serie de manifestaciones pacíficas que fueron reprimidas violentamente por el gobierno.[16]​ A pesar de la promesa de una transición de poder ordenada y progresiva, para finales de marzo del 2012, muchos grupos aún continuaban con las protestas en el Estado. La situación política y social del país empeoró a lo largo del 2012, hasta que se logró la destitución del Presidente.[17][18]

La rebelión yemení debilitó el país y permitió la entrada de Al-Qaeda. Actualmente el Ejército combate intensamente en el sur de Yemen para liberar varias ciudades que están bajo su control.[19]

El 25 de marzo de 2015, una coalición internacional dirigida por Arabia Saudí lanzó ataques aéreos contra el grupo armado de los huthíes en Yemen, desencadenando un auténtico conflicto armado.

Desde entonces, el conflicto se ha ido extendiendo y los combates se han propagado por todo el país. En todo Yemen se cometen crímenes de guerra y terribles abusos contra los derechos humanos, lo que está causando insoportables sufrimientos a la población civil.

En noviembre de 2017 continua el conflicto, en la ciudad de Adén fue atacado un cuartel con un coche bomba. dejando al menos 6 oficiales muertos.[20]

Un informe difundido por la Comisión Europea en diciembre de 2018 estiman en 60 000 las víctimas mortales del conflicto, frente a los 10 000 que mantiene la ONU en sus registros desde 2016.[21]

Desde la unificación de la República Árabe de Yemen (Yemen del Norte) y la República Democrática de Yemen (Yemen del Sur) en mayo de 1990, el tipo de gobierno es semi-presidencialista, se basa en un Consejo Presidencial de 5 integrantes (tres del Norte y dos del Sur), que el máximo mandatario dirige Abd Rabbuh Mansur al-Hadi. El presidente nombra al Primer Ministro, siendo el primero el jefe de estado y el segundo el jefe de gobierno.

El Parlamento es bicameral, y se compone por una Asamblea de Representantes de 301 diputados, además de un consejo de la shura de 111 miembros. La atribución principal del parlamento es la de legislar, pero el presidente tiene una amplia influencia, ya que el Congreso General del Pueblo (partido al que pertenece Saleh) domina la vida política del país, debido a que cuenta con 238 miembros en el parlamento.

El presidente es electo por sufragio universal por un período de 7 años y el parlamento por un periodo de 5 años.

El país es regido por una constitución aprobada por referéndum el 16 de mayo de 1991, con la unión de Yemen; esta fue reformada posteriormente, en 1994 y 2001.

La composición del sistema de partidos en Yemen, es de partido hegemónico[22]​ aunque la existencia y competencia con otros partidos ha estado presente desde la unificación del Estado. El partido hegemónico, y por lo tanto el del régimen desde 1982, es el Congreso General del Pueblo (GPC por sus siglas en inglés). Fue formado por el presidente y su grupo político años después de la creación de la República Árabe de Yemen. Sirvió para justificar los intereses del Estado en múltiples instancias y no admite competencia política real. El Al-Islah[23]​ es el partido islamista, compuesto por una facción de los Hermanos Musulmanes, tribus y el la rama sunni Salafi. Este partido apareció como una competencia que legitimaba al régimen, tras la unificación de Yemen en 1990, pero poco a poco se separó del control del régimen. El Partido Socialista, un rezago de la historia de la colonia en Aden, sirvió como contrapeso al partido de Saleh en 1990, pero perdió fuerza inmediatamente.[24]​ Actualmente la competencia política está coartada por un sistema electoral que favorece los distritos controlados por el régimen, a pesar de la salida de Saleh de la presidencia.

Yemen es uno de los países de Oriente Próximo que conserva una estrecha relación con su pasado tribal en una gran parte de su territorio.[25]​ Y la composición del país, actualmente responde a estas dinámicas. El componente tribal en la República Árabe de Yemen fue parte importante del éxito de Alí Abdalá Salé y de la consolidación de su régimen a finales de la década de 1970.[26]

La composición tribal en Yemen se concentra en lo que antes fue la República Árabe de Yemen, es decir, el norte del país. Esto se deriva de la cercanía histórica que hay con el imanato zaydí y su reforzamiento de las prácticas tribales. En el sur, la historia fue diferente debido a la presencia británica en Aden y otros protectorados del este de Yemen. Las comunidades que conservaban algún vínculo con este tipo de organización fueron adaptándose a los nuevos patrones de comportamiento que proponía la influencia europea, y terminaron por convertirse en comunidades campesinas que se afilian a un partido u organización, debido a sus intereses.[27]

Las principales tribus en el Estado son los Hashid y los Bakil,[28]​ ambas confederaciones asentadas al norte del país, con rezagos ideológicos del imanato zaydí. La tribu Hashid tuvo, durante mucho tiempo, una estrecha relación con el régimen de Salé; su jefe ‘Abdullah Ibn Husayn se encargó de hacer promoción de los intereses del régimen durante años. El poder de las tribus no debe demeritarse, ya que no se habla de una sección reducida de la población, sino de miles de personas que respetan la opinión de sus jeques. Cuando estos dirigentes participan en algún tipo de negociación o red de influencias, la estructura tribal sirve para dar legitimidad a cualquier institución, organización o movimiento.[29]

En materia de derechos humanos, respecto a la pertenencia a los siete organismos de la Carta Internacional de Derechos Humanos, que incluyen al Comité de Derechos Humanos (HRC), Yemen ha firmado o ratificado:


El Informe sobre la Trata de Personas (Trafficking in Persons, TIP) es un documento relevante que describe bien la situación de respeto a los Derechos Humanos y la vida de las personas en todo el mundo. El informe de 2019 da cuenta de que el conflicto civil y la crisis humanitaria en Yemen continuaron durante el período del informe, desde marzo de 2015, cuando gran parte del Gobierno de la República de Yemen (ROYG) se refugió contra el ataque hutí en Riad y dejó de controlar porciones significativas del país.

Desde la escalada del conflicto armado en marzo de 2015, las organizaciones de derechos humanos informaron que todas las partes involucradas en el conflicto continuaron su reclutamiento ilegal y uso de niños incluso como soldados uniformados en combate y para puestos de control de guardia e instalaciones militares.

Algunos hombres sauditas usaban «matrimonios temporales» legalmente contratados, autorizados por autoridades islámicas, con el propósito de explotar sexualmente a niñas yemeníes, algunas según se informa tan jóvenes como de 10 años.[40]

La unificación de Yemen significó la interacción de sociedades que habían desarrollado su historia de manera muy diferente. El código de estatus personal de ambas repúblicas era diferente y en 1990 tuvieron que negociar el código ambos liderazgos. En 1992 se llegó a un acuerdo, y a continuación se muestran algunos de los puntos más importantes:

La situación de las mujeres en el Estado es una de las menos favorecedoras para las mismas. La movilización de este sector de la sociedad ha sido favorecida por el partido Al-Islah, pero momentos como el de las revueltas en 2011, muestran que aún hay reclamos que los partidos no toman en cuenta. La imposición de un sistema de cuota, equidad de género en el trabajo y en la vida social, además de oportunidades como las que tienen sus compatriotas masculinos, son algunas de las consignas de movimiento.

En 2008, Nujood Ali, una niña de diez años de edad que había sido obligada a casarse con un hombre de más de treinta años, obtuvo un divorcio y pudo retomar sus estudios. El caso atrajo atención internacional e inspiró a otras niñas en situaciones similares a que intentaran lo mismo que ella.[42]

Yemen está dividido en veinte gobernaciones (muhafazah, muhafaza en singular) y una municipalidad.[43]​ La última modificación de esta división se produjo en febrero del 2004, cuando se creó la municipalidad de Amanah al-'Asmah, correspondiente a la zona capital del país, y la nueva gobernación de Raymah, además la isla de Socotra paso como parte integra de la Gobernación de Hadramaut. Las gobernaciones están divididas en 333 distritos, que a su vez están subdivididos en 2.210 subdistritos, y luego en 38.284 municipios (como en 2001).

Los datos referentes a superficie y población de cada una de las gobernaciones (y municipalidad) se recogen en la tabla siguiente:

Antes de 1990, Yemen existía como dos entidades separadas. Para más información ver Organización histórica de Yemen.

Yemen está situado en el Oriente Próximo, en el sur de la península arábiga, limitado por el mar de Arabia, el golfo de Aden, el mar Rojo, el oeste de Omán y el sur de Arabia Saudita. Hasta hace relativamente poco tiempo, su frontera por el norte no estaba definida, porque el desierto de Arabia impide cualquier asentamiento humano allí. Se considera una de las zonas cuna de la humanidad.

Pertenecen a Yemen ciertas islas en el mar Rojo, las islas de Hanish, la isla Kamaran y las islas volcánicas de Perim y Jabal al-Tair; y en el mar de Arabia, la isla de Socotra. Con 527.970 km², Yemen, por extensión, ocupa el puesto 49 del mundo (después de Francia), siendo su tamaño similar a Tailandia, y algo más grande que el estado de California (EE. UU.) y España. Yemen se encuentra situada 15° N 48° E.

El sector oeste de Yemen es de predominio montañoso, con alturas que superan los 3500 metros, mientras el oriental es básicamente de mesetas, dominado por el desierto. No hay ríos permanentes y las precipitaciones son muy escasas. Las temperaturas, normalmente muy elevadas, se presentan más suaves en las zonas marítimas y en las montañas.

El país se puede dividir geográficamente en cuatro regiones principales: la meseta costera del oeste (Tihamah), las montañas occidentales, las montañas orientales, y el Rub al-Jali, en el este, el mayor desierto de arena del mundo.

La región de Tihamah (“tierras calientes”) es una meseta costera muy árida y plana. A pesar de la aridez, la presencia de muchas lagunas hace que sea una región muy pantanosa, con abundantes mosquitos palúdicos. Hay también grandes zonas de móviles dunas de arena, con forma de medialuna (conocidas como «barhan»). La evaporación en Tihama es tan grande que las corrientes de las montañas nunca alcanzan el mar, pero contribuyen a la existencia de grandes reservas de agua subterránea, reservas que hoy son explotadas intensamente para un uso agrario.

El Tihamah termina precipitadamente en las escarpadas montañas occidentales. Esta región, ahora muy aterrazada para resolver la demanda de alimentos, recibe la precipitación más alta de Arabia, aumentando rápidamente desde los 100 mm anuales hasta 760 mm en la ciudad de Taiz y llegando a 1000 mm en la ciudad de Ibb. La agricultura aquí es muy diversa, predominando las cosechas de sorgo, pero también el algodón y también muchos árboles frutales, siendo el mango el más apreciado. Las temperaturas son cálidas durante el día pero bajan drásticamente por la noche. Hay corrientes permanentes en las montañas, pero nunca alcanzan el mar debido a la alta evaporación en el Tihama.

La región de las montañas centrales es una gran meseta situada a unos 2000 m de altitud. Es más seca que las montañas occidentales debido al resguardo de las montañas, pero todavía recibe suficiente lluvia en años húmedos como para ser cultivada. La variación de temperaturas diurnas está entre las más altas del mundo: el rango normal va desde los 30 °C en el día a los 0 °C en la noche. El almacenamiento de agua permite la irrigación y el crecimiento de trigo y de cebada. La capital del Yemen, Saná, está situada en esta región, a 2350 m. El punto más alto de Yemen también está aquí, y es Jabal al Nabi Shu'ayb, a 3760 metros.

La región del desierto de Rub al-Jali, en el este, es mucho más baja, generalmente por debajo de los 1.000 m, y no recibe casi ninguna lluvia. Está poblada únicamente por beduinos propietarios de grandes manadas de camellos.

Yemen es un país desértico. WWF distingue en el territorio de Yemen hasta seis ecorregiones diferentes: desde la costa hacia el interior se suceden el desierto costero nublado de la península arábiga, la sabana de piedemonte del suroeste de Arabia, el desierto y semidesierto tropicales del mar Rojo y el desierto y monte xerófilo de Arabia y el Sinaí; además, las montañas del oeste, por encima de los 2.000 m, pertenecen al monte alto del suroeste de Arabia, y la isla de Socotra se asigna al matorral xerófilo de Socotra.

En Yemen, donde apenas un 1 % de la superficie es irrigable, la economía sigue siendo muy arcaica. Dentro del sector agrícola conviene citar los cultivos de cereales (mijo, sorgo, trigo) y café. La ganadería yemení es bastante importante, sobre todo en lo que respecta a la cría de ovinos. Los recientes hallazgos de petróleo han hecho de este país un Estado productor. El subsuelo contiene notables reservas de gas natural. Posee también industrias relacionadas con la manufactura de materiales plásticos, como son la fabricación de tuberías y accesorios; también existen industrias alimenticias, textiles, madereras, químicas, tabacaleras, y de productos de papel.

Sus principales socios comerciales son Tailandia, China, Corea del Sur, Singapur, Japón, y Arabia Saudita.

Cabe destacar que Yemen es uno de los países más pobres del mundo, ya que tiene un PIB per cápita de 2473 dólares (2009).

En Yemen existen 7 estaciones de televisión (datos hasta enero de 2006) y 9 estaciones de radio: 6 en AM, 1 en FM y 2 en onda corta o shortwave (datos hasta enero de 2006). Posee 798.100 líneas telefónicas fijas en uso (2004) y 2 millones de líneas telefónicas móviles (2005). Hay 220.000 usuarios de Internet (2005). Su dominio de internet es .ye.

Los yemeníes son en su mayoría árabes. Existe una reducida minoría persa en el litoral norte y otra minoría entre Yemen y Omán que habla diferentes lenguas sudarábigas.

Según estimaciones hechas por la CIA, en 2011 Yemen posee una población de 24 133 492 habitantes, de los cuales, cerca del 24 % viven en zonas urbanas. Saná, la capital, es también la ciudad más poblada, con 2,29 millones de personas en 2009.[45]

Siendo, a pesar de las reservas naturales, uno de los países más pobres de la región, su cultura no guarda una relación con este estatus. No obstante ello, se mantienen entre la mayor parte de la población los principales hábitos y costumbres de la milenaria cultura de Medio Oriente, con toda la mística relacionada con la región. Asimismo, en la capital Saná se encuentran universidades en las cuales se pueden cursar carreras de grado.

El país cuenta con una selección de fútbol afiliada a la FIFA desde 1980. Realmente el país se unificó, norte y sur, en 1990, pero se considera a la selección actual heredera de la selección del Norte. La competición futbolística local es organizada por la Asociación de Fútbol de Yemen. La Liga Yemení es la primera división del país, estando formada por catorce equipos. Algunos de los equipos principales son Al-Ahli San'a, Al Sha'ab Ibb y el ganador de la liga en 2006, Al-Saqr. Aparte de la liga existe la Copa Presidente de Yemen, ganada en 2006 por Al-Sha'ab Hadramaut.

En otros deportes, el país consiguió una medalla de bronce en los Juegos Asiáticos de 2006 en la competición de Wushu.



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