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Zacatecos



Los Zacatecos (en náhuatl: Zacatecah‘habitantes de la tierra donde abunda el zacate’)? fueron un grupo étnico indígena seminómada del norte de México que formaron parte de la nación Chichimeca. Ellos radicaban en la mayoría de lo que ahora es el estado de Zacatecas, Aguascalientes y la parte noreste del estado de Durango.[1]​ Tienen muchos descendientes directos, pero la mayoría de su cultura y tradiciones se han ido perdiendo con el tiempo. Grandes concentraciones de sus descendientes ahora viven en Zacatecas y Durango y debido a la emigración, en grandes ciudades estadounidenses particularmente: Los Ángeles, Dallas, y Chicago.

Los zacatecos son descritos por Swanton como personas de una altura mediana, aproximadamente 1.70 de altura, complexión fuerte y musculosa, cabeza ovalada, ojos obscuros, labios finos y pequeños y nariz chata.

Antes del año 600 existía una cultura en el actual estado de Chihuahua, se le ha denominado cultura Cocoyome-raramuri, se basaba en la agricultura y eran para su zona una cultura avanzada; hacia el 700 d.c. a causa de cambios medioambientales y climáticos esta cultura colapsa y las tribus remanentes emigran hacia distintos sitios, uno de estos grupos, los Tepehuanes llegan al actual territorio del estado de Durango y desplazan a las tribus y etnias que ahí habitaban, una de estas fueron los zacatecos, los cuales se mueven al sur y en el proceso se inicia una nueva etapa de su historia, el nomadismo.

A mediados del siglo VIII los zacatecos, desplazados por las guerras con sus vecinos del noroeste, los Tepehuanes, se mueven al sur y a su paso encuentran resistencia con las etnias del sur y que habitaban el actual estado de Zacatecas, las cuales eran los tecuexes, los caxcanes, los Huicholes-Guachichiles y ciertas tribus chalchihuites[2]​ y Nahuas de cultura avanzada y con ciudades de gran tamaño como lo demuestran los actuales sitios arqueológicos de Altavista y La Quemada que presentan en sus últimas fases murallas y fortalezas, evidencia de un ocaso bélico.

Los Zacatecos, con el paso del tiempo fueron dominando o desplazando estas etnias y así, encontrando cada vez más tierras más fecundas para la caza y la recolección de alimentos, así como abundantes lugares de refugio.

Las guerras de invasión hacia los caxcanes continuaban aún en el posclásico, pero cada vez más esporádicas; en este periodo comenzó la guerra con unos pueblos provenientes del noreste llamados guachichiles mazapiles, los cuales desde sus refugios en Mazapil lanzaban contiendas y escaramuzas hacia aldeas zacatecas, según los zacatecos, los capturados eran comidos; afirmando así que algunos grupos guachichiles eran antropófagos, especialmente los de esta región.

Estas guerras duraron hasta la época de la conquista española.

De 1550 hasta cerca de 1640 los españoles subyugaron y conquistaron la zona, principalmente por medio de la religión, sin embargo cabe destacar que cuando los españoles fundaron zacatecas, muchos pueblos zacatecos y guachichiles se confederaron en una liga india, que fue derrotada en el actual estado de Durango por el capitán Ahumada.[3]​ A partir de entonces los zacatecos declinaron y las tribus se fueron dispersando, los españoles los esclavizaron para trabajar en las minas.

Los Zacatecos al paso del tiempo se fueron mezclando con la raza blanca de los hacendados y nobles españoles, con la gran variedad de indígenas de diferentes linajes que fueron llevados a trabajar en las minas de Zacatecas y los negros traídos de África.

Así al pasar el tiempo se perdió su integridad étnica, sin embargo hay muchos descendientes directos y hay quienes afirman que aún existen integrantes de esta etnia mezclados en la sociedad del estado de Zacatecas.

Al este y norte sus tierras se superponían con la de los Guachichiles. Se extendían hasta el límite de los tepehuanes cerca de Durango en el oeste. Al norte su tierra limitaba hasta donde ahora se encuentra Cuencamé y Parras con los Irritilas. Sus principales centros de población se localizaban en Malpaís, alrededor del Peñón Blanco y alrededor del Cerro de la Bufa. Los Zacatecos se extendían hasta el actual Guanajuato.[4]

En el territorio zacateco existían una gran cantidad de aldeas y rancherías indígenas. En primer lugar cabe mencionar la aldea existente en el arroyo de la plata, actual ciudad de Zacatecas. Existía otro poblado en la cima del cerro de La Bufa, éste tenía más que todo función militar.

Más al norte se destaca una aldea en el actual Fresnillo, sobre el río Aguanaval, otra aldea destacada en Nieves, otra en Sain Alto, otra en Jerez, otra en Cacayas y en Sombrerete y así existían muchas pero si duda el asentamiento más grande se encontraba en Malpais.

Los zacatecos se dividían en diferentes tlatoanazgos (Del nahuatl: Tlahtocayotl "Reino"), cada uno con una aldea principal como capital y varias aldeas y campamentos temporales bajo la jurisdicción de esta, a causa de su tipo de vida seminómada. La clase noble de los zacatecos estaba constituida por un capitán general y varios gobernadores (De cada uno de los clanes o familias).

Las tribus zacatecas mantenían a la llegada de los españoles relaciones comerciales entre sí y con algunas etnias indígenas colindantes como los huicholes, los guachichiles centrales, algunas poblaciones tepehuanes y con algunas poblaciones coahuiltecas e irritilas al norte y noreste.

Comerciaban por medio del trueque productos como: Mezquite, Nopal, Peyote, Maíz, productos de ixtle, zacate, cerámica y armas, entre las que destacan los arcos, que estaban elaborados con tallos vegetales flexibles y tendones de animales como el venado cola blanca.

Los Zacatecos tenían una gran cantidad de milicias y guerreros; integrados principalmente por arqueros, sin embargo también incluyan hombres con lanzas y Atlatl. Los españoles observaron que atacaban en cuadrillas de 40 o 50 guerreros; este número podía variar hasta 200 integrantes, pero raras veces más.

En la guerra con los españoles, al principio atacaban caravanas con mercancía y vigilaban las zonas de tráfico comercial, pero al aumentar su audacia saqueaban pueblos completos de indios pacíficos y españoles.

La más conocida por los españoles fue la emboscada. Se preparaba una trampa en un cañón estrecho, en terreno áspero o en algún bosque muy frondoso. Aseguraban vías de escape en caso de derrota y espiaban al enemigo para saber el número de atacantes que habría. En caso de persecución se dividían en varios grupos para asegurarse la menor cantidad de presos. El ataque lo realizaban en el alba o el crepúsculo, lo cual era su toque de estrategia.

En el libro La Guerra Chichimeca (1550-1600) Powell narra como los zacatecos atacaban a sus enemigos y sucedía de la siguiente manera:

"Los guerreros aborígenes atacaban desde corta distancia y con gran velocidad, con acompañamiento de unos gritos que helaban la sangre, y de una inmediata lluvia de flechas. Avanzaban un tanto separados unos de otros para ver mejor el vuelo de la flecha y protegerse mejor y trataban de proteger sus cuerpos pintados de fieras con el arco y cuatro o cinco flechas agarradas con la otra mano."

La vestimenta entre los zacatecos era escasa, los hombres llevaban un taparrabo de hierba, calzado hasta los tobillos y una venda en la frente,[6]​ se pintaban el cuerpo de dibujos, especialmente en la batalla. Traían cabello largo hasta la cintura tanto las mujeres como los hombres. Las mujeres traían un cubrebusto, collares y sandalias.

En la modernidad, los descendientes se visten de parecida manera a los huicholes.

Su alimentación se basaba en cactos y mezquite. Comían tunas crudas, secas o en forma de licor. También las hojas, el corazón, y las flores de los cactos, a menudo cociéndolas en hornos subterráneos. Con el mezquite hacían pan blanco y licor. Comían también miel de abeja, dátil, insectos y carne de serpientes, aves, conejos, peces, ciervos y ratas.

Los españoles observaron que les rendían culto a los principales cuerpos celestes, a deidades animales y a ciertas plantas como el peyote. También observaron cierto ritual religioso en los entierros, en el trato dado a los prisioneros y a un canibalismo limitado.Por ejemplo, algunos quemaban a los difuntos de su propio pueblo y conservaban sus cenizas, o bien con el cuerpo se enterraban los alimentos y agua para el más allá; a veces quemaban a sus enemigos y dispersaban sus cenizas al viento.

Temían mucho al embrujo, y tenían mucho cuidado de no dejar objetos, ni siquiera cáscaras de tuna, a su paso por un territorio enemigo.

Tenían una gran variedad de tradiciones, y manifestaciones culturales que actualmente están en desuso. Tradiciones antiquísimos muy diversas.

Tal es el caso de la tradición de la caza del venado. Consistía en que el hombre que quisiera la mano de la mujer cazaba un venado y lo entregaba a unos pasos de su puerta, si la prometida aceptaba el venado y lo introducía a su vivienda, era símbolo de aceptación amorosa al guerrero.[7]

Otra costumbre muy arraigada entre los zacatecos y en general, en todos los chichimecas era el del mitote, consistía en una danza antes de la batalla, prendían una hoguera y hacían rituales a sus dioses con el fin de alentarlos en la guerra, luego danzaban toda la noche y se embriagaban con peyote, en ese mismo lapso acondicionaban su cuerpo con imágenes de fieras, comían y bebían.

Los zacatecos no instruían a sus hijos como en las escuelas actuales sino que les enseñaban el uso de arco y flecha, en cuya disciplina eran los más denotados de todos los chichimecas; los españoles lo manifestaron así: "Si el objetivo era tirar a un ojo y le daban en la ceja era ya para ellos un mal tiro".

También entre sus actividades estaba su juego de pelota, que era de los más agotadores, ya que el área de juego era muy grande (varios km cuadrados).

La lengua del pueblo zacateco es una lengua actualmente extinta que pertenecía a la familia lingüística Uto-azteca, de la clase meridional Tepipimano. Esta lengua tenía mucha afinidad al idioma tepehuán. Anteriormente se creía que era aztecoide (Teoría de Orozco y Berra) pero historiadores han develado su procedencia Tepipimana.[8]

Los zacatecos construían casas cónicas con un eje central de madera y recubiertas con Zacate; éstas las hacían las tribus de las planicies, mientras que los zacatecos de regiones montañosas elaboraban viviendas rectangulares o cuadradas con techo de zacate o palma datilera, cuyos muros podían estar hechos de roca o barro cocido.

En los últimos años se ha visto un aumento de popularidad de los zacatecos a causa de sus legendarios arqueros extraordinarios, principalmente en videojuegos.

Ver: Total War[9]

En este videojuego de estrategia los zacatecos aparecen entre los chichimecas como los Arqueros zacatecos,[10]​ tipo de unidad muy precisa para blancos lejanos.



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